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Principales 12 dioses de la mitología griega ordenados alfabeticamente

Afrodita/Venus 

Es la diosa del amor. Nacida de la espuma del mar de Chipre fecundado por los genitales del
Cielo/Urano, arrojado allí por su hijo Crono/Saturno después de haberlo castrado. Afrodita es la
"Amante de la sonrisa","trenzadora de engaños". Durante el juicio de Paris, nada pudo la majestad
de la diosa Hera ni la belicosidad de Atenea frente a su seductora belleza. Fue la protectora de
Paris y de Troya, y luego del héroe latino Eneas, el hijo de Anquises y fundador simbólico de Roma.
Es también la fecundidad en la naturaleza vegetal y animal. La lasciva paloma es su ave. Su hijo es
Eros-el latino Cupido-caprichoso flechero de dos dardos: uno para los amores felices, para los
desgraciados el otro.

Apolo 

El dios de la luz, hijo de Zeus y de Latona, nació en la brillante, errática isla de Delos. Se asentó en
el santuario de Delfos, tras haber dado muerte a la serpiente Pitón, y estableció allí su principal
oráculo como dios de la adivinación y la mántica. Es también el dios de la música, de la medicina y
de la poesía y como tal preside el coro de las nueve Musas,"coronado de violetas", que viven en el
monte Helicón.  Su más famoso precepto fue una sensata recomendación psicológica: "Conócete a
ti mismo". 

Ares/Marte 

Ares simboliza y es la guerra. Hijo de Zeus y de su legítima esposa Hera, el impetuoso y fornido
Ares no conoce el combate amigos ni enemigos, destruye a todos sin distinción. Por eso Atenea,
defensora de la guerra justa, detesta al dios de la guerra gratuita. En ninguna parte de Grecia es
bien recibido  ni honrado. Es muerte, dolor y destrucción. Algo fanfarrón por sus músculos,
obtiene el amor de la bella  Afrodita, descontenta de su lisiado esposo, el cojo Hefesto. Cuando los
dos amantes fueron sorprendidos en el lecho, sólo las diosas-por pudor-se perdieron el
espectáculo mientras todo el Olimpo retumbaba con una risa inextinguible. 

Artemis/ Diana 

Hermana de Apolo, amante de los bosques y de la caza. Diosa de la virginidad y de los prados no
hollados por el pie del pastor, a la que desagrada la sola presencia del varón. Su más ferviente
adorador es el casto y desdichado Hipólito. Cazadora certera, no duda en castigar a quien osa
contemplar su  virginal desnudez: eso es lo que le ocurrió a Acteón quien, por su atrevimiento, fue
transformado en  ciervo y devorado por sus propios perros. 

Atenea/ Minerva 

La diosa Atenea es la inteligencia, y por eso se la hace nacer de la cabeza de Zeus. Es la diosa
consejera y protectora de la ciudad y de las instituciones políticas. Introdujo en el Atica el olivo
como símbolo de la civilización, y es también la patrona de los hábiles artesanos. Su ciudad es 
Atenas y su templo es el Partenón. Diosa de la guerra justa. Su dúctil carácter cuadra a la
perfección con el del astuto Odiseo, ese héroe de múltiples recursos, el artimañero. 
Dionisio o Baco 

El dios más joven y desenfadado se incorporó al selecto grupo de los Olímpicos en épocas más
recientes. Es el dios de la vid y de la yedra, del delirio, del entusiasmo, del éxtasis, de la danza, 
de la tragedia y de las fiestas. Dos veces nacido (de su madre, Sémele, y del muslo de su padre,
Zeus) fue criado por el deforme Sileno. Los romanos le llamaron Liber: liberador de penas y de
prejuicios.  Armado con el nada belicoso tirso, su culto conquista Grecia y las tierras de Asia hasta
la India, precediendo a Alejandro Magno. A su regreso a Tebas se presenta con el cortejo de sus
adeptas  bacantes en su ciudad natal, donde asistimos al castigo del impío Penteo. Baco no
perdona. 

Hades/Plutón 

Inexorable e invisible es Hades, dios de la muerte. Nadie ha visto su faz y sobre él caben todo
tipo de especulaciones. Son sus dominios las insondables profundidades del Erebo, el lote que le
cupo en el reparto, cuando Zeus se hizo cargo de cielo y Poseidón de las aguas. El can 
Cerbero-perro infernal de tres cabezas-vigila la entrada de su palacio: a todo el que llega le da
acogida, y sólo impide la salida a quienes pretenden escapar de los infiernos. El barquero Caronte
( tan celoso a la hora de cobrar el precio por la travesía que los griegos tomaron la costumbre
de enterrar a sus deudos con una moneda bajo la lengua para pagar el pasaje a la laguna Estige)
le transporta los muertos. Hades es también el rico Plutón: porque la muerte sirve de sustento a
la vida. Algunos lo representan con el cuerno de la abundancia (cornucopia). 

Hefesto/Vulcano 

Hijo de Hera, por quien siempre toma partido cuando ella discute con su marido, Zeus, el
rey del Olimpo. Hefestos es el constructor de las sempiternas mansiones del Olimpo, es el 
dios del fuego, orfebre de las joyas de los dioses y de las armaduras de los héroes. Espléndida
de contemplar fue su labor en el escudo de Aquiles, el hijo de la marina Tetis. Pero su más
esmerada obra fue Pandora, la primera mujer. Aunque era físicamente poco agraciado, obtuvo
en cambio la mano de la sonriente Afrodita. 

Hera/Juno 

Es la legítima esposa de Zeus, malhumorada reina del Olimpo. Protectora del matrimonio,
es envidiosa y a veces celosa-desde luego, con motivos-de su donjuanesco marido. Nunca
perdonó al pastor troyano Paris que pospusiera su belleza a la de Afrodita en el famoso 
Juicio de Paris. Odia a las mujeres amada por su marido y a los hijos que de ellas tuvo: bien
lo hubo de sufrir Heracles en sus Doce Trabajos. 

Hermes/Mercurio 

Es el dios mensajero, el que anuncia las noticias, el protector de los caminos y guía del 
viajero. Hijo de Zeus y de Maya, siendo aún muy niño ya dejó sentir su espíritu inquieto y
aventurero: con el caparazón de una tortuga inventó la lira y se la cambió a su hermano 
Apolo (a quien astutamente le había robado su ganado) por el caduceo o bastón de la
concordia. Protector del comercio y de lo que se pacta en tratos, pasa por ser el inventor
de las pesas y medidas usadas en las transacciones comerciales. 

Poseidón/Neptuno 

El mar " de amplio regazo" es el dominio de Poseidón, sus profundidades lo cobijan, estambién
el dios de las aguas continentales. Su sonrisa-como la del mar-es abierta y refrescante, pero
su cólera-como la de su hermano Zeus-estremece. Infinitas criaturas habitan sus aguas: las
Nereidas de argentados pies, el viejo y multiforme Proteo, las seductoras Sirenas, además de
su esposa Anfitrite, hermana de Tetis. Padre del cíclope Polifemo, odiaba al astuto Ulises, a
quien tanto hizo errar por sus marinos dominios mientras regresaba a su patria Itaca después
de permanecer diez años en el sitio de Troya. 

Zeus/Júpiter 

Desde su olímpico trono, Zeus, padre de dioses y de hombres, es el soberano de las alturas,
"el que amontona las nubes", lanza el rayo y administra la Justicia. Tan sólo contra el Destino
no puede combatir. Su carácter enamoradizo le llevó a unirse tanto con diosas como con
mujeres mortales, por lo que muchas grandes familias pretendieron contar entre sus antepasados
con algún hijo de Zeus/Júpiter. En él se da como en ningún otro dios la mezcla de lo sublime y
de lo frívolo. 
Cuentos mitológicos de la antigüa Grecia

Las edades del hombre 

1ª Edad: La raza de oro.

Son hombres creados por Prometeo. Eran súbditos de Cronos y vivían sin trabajar, 
alimentándose de los frutos de la tierra, sin fatigas ni miserias. No envejecían y morían 
como sumidos en un sueño. 

2ª Edad: La raza de plata.

También fueron creados por los dioses. Vivían en una sociedad matriarcal. Eran seres
violentos e no cumplían sus obligaciones para con los dioses. Vivían una larga infancia 
de cien años al cuidado de sus madres, pero tras alcanzar la juventud, vivían poco 
tiempo y sumidos en sufrimientos. Fueron destruidos por Zeus. 

3ª Edad: La raza de bronce.

Nacida de los fresnos. Raza terrible y vigorosa. Iban armados con armas de bronce y
no cesaban de guerrear. Fueron destruidos por la Muerte. 

4ª Edad: La estirpe de los héroes. 

Hombres nobles y generosos. Engendrados por los dioses en mujeres mortales. Grandes
luchadores y héroes. Ahora viven en los Campos Elíseos. 

5ª Edad: La raza de hierro.

Es la raza actual, descendientes de la cuarta. Nunca libres de fatigas. Esta raza será 
destruida por Zeus cuando los hombres nazcan ya viejos. 

Perseo hijo de Zeus 

El rey de Argos, Acrisio, consultó a un oráculo que le vaticinó que sería muerto por su nieto.
Tras esto, Acrisio intentó asegurarse que nunca tendría nietos encerrando a su hija Dánae
en una torre y custodiada por un feroz perro.Zeus vio a Dánae en las almenas de la torre y
se enamoró de ella. Zeus se convirtió en lluvia de oro para poder llegar hasta la torre sin ser
descubierto por Hera y, recuperando su forma, se presentó ante Dánae. Allí Zeus le propuso
matrimonio, a lo que ella acepto. Ambos concibieron a Perseo, que nació en la torre. 

Acrisio, al escuchar el llanto del niño preguntó quién era el padre, a lo que Dánae contestó: 
- El dios Zeus-.Acrisio sabía que si tomaba represalias contra Dánae o el niño sería castigado 
por Zeus y buscó una manera de deshacerse de ambos.Les encerró en un arca de madera y 
les lanzó al mar diciendo que si morían sería por voluntad de Poseidón y no suya, intentando
evitar así la furia de Zeus.Zeus pidió a Poseidón que tuviera cuidado con el arca, Poseidón
accedió y mantuvo el mar en calma para que Dánae y el niño no murieran ahogados. Fueron 
recogidos por un pescador que los llevó a tierra.El rey de Sérifos, la isla donde habían sido
llevados,
Polidectes quiso casarse con Dánae, pero esta le rechazó diciendo que ya estaba casada con Zeus. 
Polidectes lo intentó durante mucho tiempo, pero siempre recibió una negativa como respuesta. 

Quince años después, Polidectes decidió casarse con una princesa griega, y tenía que conseguir
cincuenta caballos para cumplir con el pago que solicitaba el padre de la princesa. Polidectes
pidió los caballos y sus súbditos pero cuando le llegó el turno a Perseo comentó que no poseía
ninguno, pero que a cambio de traería cualquier cosa, incluida la cabeza de la gorgona Medusa
si desistía de su pretensión de casarse con Dánae. Polidectes aceptó el ofrecimiento de Perseo.
Atenea le proporcionó un escudo tan pulido como un espejo y Hermes de dio una hoz afilada. 
Pero también necesitaba el caso de la invisibilidad de Hades, unas sandalias aladas y un zurrón 
mágico. Estos objetos estaban guardados por las náyades de la laguna Estigia.Las náyades poseían 
cuerpo de mujer pero su rostro era de perro y procuraban a toda costa que nadie lo supiera. 
Cuando Perseo las encontró cerca de la entrada del Tártaro, amenazó con contar el secreto a
todo el mundo si no le proporcionaban los tres objetos mágicos que necesitaba. Las náyades,
evidentemente, le dieron lo que pedía. 

Con ayuda de las sandalias aladas, Perseo voló hasta tierras libias donde encontró a Medusa 
durmiendo. Se acercó sin mirarla de frente, si no mediante su reflejo en el escudo y con la hoz le
cortó la cabeza y la guardó en el zurrón. Del cuello cortado de Medusa nacieron el caballo Pegaso
y el Guerrero Crisaor. 

Al llegar a Sérifos, Perseo descubre que, a pesar de haber cumplido su cometido, Polidectes sigue 
tras Dánae. Perseo convierte a toda la familia del monarca, y a Polidectes mismo, en piedra y 
nombra rey al pescador que los rescató del mar.
Perseo deja en custodia la cabeza de Medusa a Atenea y devolvió los objetos mágicos.Perseo se 
casó con Andrómeda y fue rey de Tirinto.
El oráculo que predijo la muerte de Acrisio se cumplió cuando en el transcurso de unos juegos 
Perseo, que había perdonado a Acrisio, lanzó un disco y por un golpe de aire fue a golpear la
cabeza de su abuelo, matándole en el acto. 

El rey Midas 

Midas era rey de Macedonia. Una mañana, en los jardines de su palacio, apareció un viejo
sátiro borracho. Midas pidió que lo llevaran ante su presencia para darle un escarmiento, pero
resultó que el sátiro era Sileno, tutor de Dioniso.
Sileno narró muchas historias sobre sus viajes a la india, ganándose así al rey, que le hospedó
en su casa.Transcurridos cinco días Midas devolvió a Sileno a Dioniso. Este, como muestra 
de gratitud, ofreció a Midas cumplir cualquier deseo que pidiera. Midas escogió transformar 
en oro todo lo que tocara. Dioniso cumplió la petición. Midas convertía todo en oro, las plantas,
los animales... hasta que tocó a su hija. Los alimentos y la bebida se transformaban en oro al
intentar ingerirlos, de forma que casi muere de inanición. Midas imploró a Dioniso que le librara
de esa maldición. El dios aceptó y le dijo que volvería a la normalidad lavándose en el río Pactolo. 

Apolo toco las orejas de Midas que comenzaron a crecer llegando a ser iguales a las de los burros.
A partir de entonces Midas siempre llevaba un gorro cubriéndole la cabeza. 

El barbero del rey se enteró del hecho y Midas le amenazó de muerte si contaba algo. El barbero,
que no podía permanecer callado sin poder contarlo cavó un agujero al lado del río y susurro
dentro 

-El rey Midas tiene orejas de burro-. Junto al agujero creció un junco que, al crecer, contó a los 
otros juncos -El rey Midas tiene orejas de burro-.La noticia pasó de las plantas a los pájaros, y de 
las aves a Melampo, que podía entenderlas. Melampo lo contó a sus conocidos, y así todo el
pueblo
supo la noticia y gritaba pidiendo al rey que se quitara el gorro y enseñara las orejas.Midas ejecutó
al barbero tal y como había decretado y, a continuación, se dio muerte él mismo. 

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