Los antipsicóticos son un tipo de drogas psicotrópicas que
alivian síntomas psicóticos como los delirios, el lenguaje y la conducta desorganizados y las alucinaciones. También reducen las probabilidades de recaída y la intensidad de los síntomas - Los antipsicóticos se agrupa en un conjunto de moléculas que tienen diversas propiedades dentro de las cuales se incluyen las propiedades antipsicóticas, si bien no son las únicas. - Estas drogas son capaces de disminuir o apagar los síntomas psicóticos positivos: alucinaciones, ideas delirantes, desorganización de la conducta y el lenguaje, etc. - También funcionan como estabilizadoras del ánimo, tienen incidencia sobre la manía, la hipomanía, la depresión. Además pueden producir sedación y pueden bajar la ansiedad. Se diferencian dos grandes grupos de antipsicóticos: típicos o atípicos. Típicos o de primera generación. Posteriormente fueron haciendo su aparición moléculas que mostraron diferencias sustanciales con aquellos y fueron bautizadas en consecuencia como atípicas. Las diferencias radican en el perfil farmacodinámico, la efectividad clínica y la producción de efectos colaterales Antipsicóticos típicos: Se los ha llamado también antipsicóticos convencionales o neurolépticos. El conocimiento de su mecanismo de acción posibilita entender sus efectos terapéuticos, y también los adversos. Los típicos son los que presentan los mecanismos de acción menos sofisticados dentro del grupo de los antipsicóticos. Los «antipsicóticos típicos» son los mas antiguos. Con acción fundamentalmente antidopaminérgica, han sido muy eficaces en el control de los llamados síntomas positivos de la esquizofrenia, como los delirios y las alucinaciones, pero poco eficaces en los llamados síntomas negativos (alteraciones cognitivas, síntomas depresivos, apatía, desinterés), los cuales determinan en gran parte el impacto futuro en la calidad de vida y la rehabilitación social. La eficacia terapéutica de los distintos AT es similar, pero la respuesta en cada paciente puede ser diferente según el fármaco utilizado.
Esta variabilidad individual no se plasma en diferencias
relevantes en los porcentajes globales de respuesta a cada fármaco; sin embargo, sí se observan diferencias en el perfil de reacciones adversas.
Las más importantes clínicamente son la sedación y, en
menor medida, los efectos anticolinérgicos y la hipotensión ortostática (éstas adquieren mayor relevancia en pacientes geriátricos), Antipsicóticos atípicos
Se llaman atípicos aquellos antipsicóticos que se apartan de las
características esperables de los convencionales.
Constituyen la segunda generación de antipsicóticos, ya que
aparecieron después de una molécula muy particular: la clozapina. Con una eficacia antipsicótica aproximadamente similar a la de los típicos, se diferencian por presentar menor incidencia de SSP y de hiperprolactinemia, desde el punto de vista clínico. ANTIPSICOTICOS ATIPICOS Los nuevos antipsicóticos venían a cubrir un importante hueco terapéutico: eficacia similar a la clozapina sin los efectos adversos hematológicos y extrapiramidales, junto con una acción positiva sobre los síntomas negativos de la esquizofrenia. La mayoría de estos fármacos se absorben desde el tracto gastrointestinal de forma muy irregular, con un pico sérico que se produce de 2 a 4 horas después de la ingestión.
Tras su absorción, los neurolépticos se fijan en un 90-99% a las
proteínas plasmáticas.
Debido a su alta liposolubilidad, tienen un volumen de distribución de
10 a 40 L/Kg, siendo sus niveles séricos después de una dosis terapéutica bastante bajos. Su vida media es larga, de 20 a 40 horas, son metabolizados lentamente por el hígado y una pequeña cantidad es excretada prácticamente sin cambios por el riñón. A nivel hepático se producen una serie de metabolitos, algunos de los cuales son farmacológicamente activos (la mesodirazina es un metabolito activo de la tioridazina).
Estos metabolitos son eliminados por la orina, y una cierta
cantidad excretados por vía biliar; pudiendo ser detectados en orina varios días después de una dosis terapéutica e incluso varios meses o más después de suspender un tratamiento crónico.
En caso de insuficiencia renal, puede producirse un incremento de
los niveles y de la toxicidad de estos fármacos CUADRO CLINICO A la ingestión los primeros síntomas son náuseas y vómitos. Pero los efectos cardiovasculares y neurológicos son los que dominan el cuadro clínico.
En los casos de intoxicaciones leves se observa ataxia, confusión, letargia,
disartria, taquicardia e hipotensión. También se pueden observar síntomas anticolinérgicos (sequedad de piel y mucosas, disminución del peristaltismo intestinal) e hiperrreflexia. En casos de intoxicación moderada se puede observar disminución del nivel de conciencia con un grado de coma bajo, depresión respiratoria e hipotensión sistólica.
La miosis es frecuente, pero también se puede observar
midriasis, así como crisis de agitación, delirio, alucinaciones y psicosis En los casos graves, se produce coma profundo con pérdida de todos los reflejos, apnea, hipotensión y arritmias cardiacas. Alteraciones de la temperatura con hipotermia o bien hipertermia. Aunque el síndrome neuroléptico maligno es raro después de una intoxicación aguda, sí se puede observar hipertensión, hipertermia e hipertonía En cuanto al análisis toxicológico De suero y orina por cromatografía o inmunoanálisis puede ser de utilidad para identificar la sustancia y descartar otras, aunque los niveles cuantitativos de drogas no son de utilidad para guiar el tratamiento FENOTIAZINAS INDICACIONES TERAPEUTICAS
Las fenotiazinas pueden indicarse en casos psicóticos como:
Principalmente en casos de esquizofrenia. Psicosis toxica Psicosis maniaco depresivas Demencias Estado de agitación