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Encopresis

En la actualidad uno de los problemas más significativos en nuestros niños es la enuresis


que sencillamente lo podemos entender como orinarse de manera involuntaria dentro de
una edad en la que el niño debe tener control de su vejiga.
La Encopresis consiste en que el niño hace sus deposiciones, repetida e involuntariamente
en lugares no adecuados para ello, en una edad en la que se espera que exista control al
respecto.
La edad a la que cada niño establece el control de esfínteres es muy variable, pero sólo del
15 al 20 % de los niños llegan a la edad de 6 años aún no controlando sus esfínteres
Una explicación a esta situación podría ser que estos niños tienen un sueño tan profundo
que no se despiertan cuando su intestino o vejiga están llenos. Otra causa podría ser que
tienen una vejiga o intestino más pequeño de lo normal, lo que se detecta midiendo el
volumen máximo que pueden aguantar.
En otras situaciones es debido a una causa médica o psicológica, como una infección
urinaria, diabetes o problemas en casa o en la escuela. Un aspecto interesante dentro de esta
situación es que existe una tendencia familiar, de manera que un 60% de niños que
presentan enuresis o encopresis tienen un hermano o progenitor que ha experimentado el
mismo problema.
Aunque esta situación suele mejorar espontáneamente con el paso del tiempo, es un tema
que no debe ignorarse. El primer paso que debemos realizar en caso de encontrarnos en una
situación así, será determinar la causa del problema o el factor que lo ha podido
desencadenar.
Un aspecto muy importante dentro de esta temática es nunca ridiculizar ni castigar al niño
por este hecho, ya que ello muy al contrario de hacerle reaccionar, le podemos provocar
importantes problemas emocionales.
En algunos casos, necesitaremos utilizar tratamiento farmacológico, por lo que se necesita
la supervisión médica ya que se suele tener efectos secundarios.

ALGUNAS SUGERENCIAS PARA MANEJAR LA ENCOPRESIS Y ENURESIS:


- Asegurarse de que el niño no beba o consuma muchos alimentos antes de acostarse.
- Interrumpir el chorro varias veces mientras orina, de esta manera podría aumentar su
capacidad vesical.
- Proteger la cama usando un protector impermeable debajo de la sábana inferior.
- Dejar que el niño cambie las sábanas, no como castigo, sino para que se haga cargo del
tema con naturalidad. O dejar que el niño cambie su ropa.
- Motivar al niño llevando un calendario y registrar los días que se ha mantenido limpio,
observando sus progresos.
- Animarlo es la mejor manera de enfrentarse a su problema.
- Utilizando reforzadores sociales (halagos, apoyo) cuando no orine la cama o se defeque
en sus pantalones.
- Ignorar el comportamiento cuando se orine o defeque y que en la medida de lo posible
ayude a reparar lo ocurrido (no importa que usted tenga que lavar nuevamente la ropa de
cama o la ropa del niño)
Psic. Ceci Salazar

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