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Presupuesto
4.- Concepto. Carácter político, económico y social del
presupuesto.
5.- Naturaleza jurídica. Distintas teorías.
6.- Caracteres: equilibrio, periodicidad, anualidad, unidad,
universalidad, especificidad, no afectación de recursos,
exclusividad.
7.- Presupuesto bruto y presupuesto neto. Presupuestos de
explotación y de inversiones. Presupuesto por programas y
actividades. Presupuesto funcional.
BOLILLA 2 PRESUPUESTO
4) Concepto. Carácter político, económico y social del
presupuesto.
Para realizar sus fines el Estado necesita realizar gastos y obtener
recursos. Ello implica manejar importantes cantidades de dinero,
que por un principio ineludible de orden deben ser calculadas y
autorizadas de antemano.
En materia financiera, a diferencia de sus otras actividades, los
Estados modernos tienen una actividad planificada en forma
precisa; el conjunto de sus gastos y sus recursos es previsto con
adelanto, generalmente para un año, según un cuadro detallado
que tiene carácter obligatorio. En principio, ningún gasto puede ser
efectuado ni ningún ingreso percibido fuera de los incluidos en el
plan. Este programa financiero anual es lo que se denomina
presupuesto.
Puede decirse, entonces, que esencialmente el presupuesto es un
acto de gobierno mediante él cual se prevén los ingresos y gastos
estatales y se autorizan estos últimos para un período futuro
determinado, que generalmente es de un año.
Origen y evolución. → El presupuesto tuvo un origen netamente
político, y sus primeros antecedentes debe buscárselos en
Inglaterra. En 1215 los barones del reino lograron un triunfo sobre
el monarca al lograr que se estableciera en la Carta Magna que
ningún tributo —salvo casos excepcionales— podía ser establecido
sin el consentimiento del Consejo del Reino. El concepto se
reproduce en la Petición de Derechos de 1628, y culmina en 1689
con la sanción del Bill de Derechos de los Lores y los Comunes,
donde se establece que es ilegal toda cobranza de impuestos sin el
consentimiento del Parlamento, o bien por un plazo mas largo, o de
cualquier otra manera que la admitida por ese cuerpo.
Esta originaria versión del presupuesto se desarrolló
progresivamente en Inglaterra durante los siglos XVII y XVIII,
aplicándose en Francia y en el resto del continente a partir del siglo
XIX.
El presupuesto ha sido el resultado político de las luchas por la
supremacía entre el soberano y los representantes del pueblo.
Estos últimos consiguieron, primero, hacer admitir al rey que
ningún impuesto podía ser establecido sin el consentimiento de los
representantes del pueblo, y luego lograron controlar el empleo de
los fondos que habían votado, o sea, los gastos públicos.
Posteriormente, se obtuvo como conquista que la percepción de
impuestos fuera autorizada sólo por un año y, por consiguiente,
que tanto gasto como recurso debieran ser autorizados
anualmente. De allí, el agolpamiento de los gastos y recursos
previstos para el año siguiente en un solo documento, que era
sometido a la aprobación del Parlamento.
o Carácter político → el presupuesto tiene carácter político ya que
el mismo es un acto mediante el cual el Estado decide la
imputación de los ingresos, previendo lo que gastará, cómo, en qué,
donde y cuando lo gastará, implementando esos recursos en
distintas actividades que surgen de las políticas de gobierno.
o Carácter económico → el carácter económico no pasa por la
previsión del gasto, sino por un cuadro en el cual el Estado calcula
sus recursos del ejercicio para el que se realiza el presupuesto,
calculando al mismo tiempo los gastos en que se imputarán esos
recursos, llegando a un resultado que puede ser un equilibrio
presupuestario, un déficit o un superávit.
o Carácter social → el carácter social si bien tiene que ver el
calculo de los recursos debido a la carga que deberán sostener los
particulares para que el Estado obtenga los mismos, se relaciona
en mayor medida con los gastos que el Estado prevé para satisfacer
necesidades publicas destinadas, por ejemplo, a salud, higiene,
educación pública, etc. .
5) Naturaleza jurídica. Distintas teorías.
En los Estados modernos, el presupuesto adopta la forma de una
ley, y en consecuencia, para su elaboración, deben cumplirse todos
los requisitos exigidos por la legislación general de cada país.
Se discute doctrinalmente si el presupuesto es una ley sólo formal,
sin contenido material, o si se trata, por el contrario, de una ley
perfecta con plenos efectos jurídicos, al igual que todas las leyes
materiales. La mayoría de la doctrina se inclina por la primera
postura, mientras que otros autores optan por la segunda posición.
Ésta es una cuestión cuya solución debe buscarse en el marco del
derecho positivo de los distintos países. Aceptando que fuera válida
la distinción entre "ley material" y "ley formal", lo cual de por sí ya
es muy discutible, y tomando como base el significado que se
atribuye a tales expresiones, el hecho de que la ley presupuestaria
sea sólo una ley formal, o que contenga, por el contrario, normas
sustanciales creadoras de reglas jurídicas generales o especiales,
depende del alcance o limitaciones que cada país asigne a la ley de
presupuesto. No cabe duda, que es una ley formal en aquellos
países cuyas constituciones o leyes disponen que la ley
presupuestaria no puede incluir disposiciones extrañas a la fijación
de gastos y a la previsión de ingresos, por lo cual el presupuesto
sólo debe limitarse a calcular y autorizar, sin que sea lícito incluir
disposiciones de otro tipo, y entre ellas, las de carácter sustancial.
En cambio, en aquellos sistemas en que el presupuesto incluye la
creación de tributos que para deben ser votados anualmente, es
indudable que la ley presupuestaria no es meramente formal, pues
contiene normas jurídicas sustanciales.
En relación a nuestro país, concordamos con la corriente que
asigna al presupuesto el carácter de ley formal. Con respecto a los
recursos, el presupuesto sólo los calcula, pero no los crea, ya que
están establecidos por otras leyes, con total independencia de la ley
presupuestaria.
En cuanto a los gastos, la ley de presupuesto tampoco contiene
normas sustanciales, pues se limita a autorizarlos, sin obligar por
ello al poder ejecutivo a realizarlos. Éste, por consiguiente, no está
forzado a efectuar todas las erogaciones contenidas en el
presupuesto; por el contrario, puede efectuar economías de
funcionamiento o inversión.
Por otra parte, la ley 24.156 de administración financiera tiene
establecido que ni el presupuesto ni sus disposiciones
complementarias podrán contener normas de carácter permanente,
no podrán reformar o derogar leyes vigentes no crear, modificar o
suprimir tributos u otros ingresos (Art. 20 in fine). Esta ley, si bien
no tiene jerarquía constitucional, tiene el claro propósito de limitar
el presupuesto a su función formal de acto gubernamental, cuyo
objetivo es autorizar los gastos a realizar en el próximo año, y a
calcular los recursos probables con que se solventarán esos gastos.
Por ello, el problema de naturaleza jurídica de la ley de presupuesto
es una cuestión dependiente del derecho positivo de cada país y
ajeno a consideraciones teóricas.