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7/12/21 19:38 Lengua y Literatura: Análisis de Pedro Páramo: El padre Rentería como representación de la Iglesia

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Lengua y Literatura
Blog de apreciaciones personales, de comentarios literarios, semióticos, lingüísticos y político-sociales con poco rigor.

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Datos de autor miércoles, 10 de octubre de 2012 Visitante número


Análisis de Pedro Páramo: El 4 9 8 6 0


Jhon Monsalve
7 0
padre Rentería como
Santander, Bucaramanga,
Colombia Translate this page
Licenciado en Español y
Seleccionar idioma

representación de la Iglesia
Literatura, Magíster en Semiótica
y Magíster en Métodos y Técnicas Con la tecnología de Traductor de G
de Investigación Social de la
Universidad Industrial de
Santander.
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Ver todo mi perfil ENTRE EL BIEN Y EL MAL: EL PADRE RENTERÍA
COMO REPRESENTACIÓN DE LA IGLESIA EN PEDRO PÁRAMO
Jhon Alexánder Monsalve Flórez
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Tilde. Ma...
Pío de Pietrelcina

Lea y descargue la Pedro Páramo es la novela de la soledad, de la muerte,


del miedo y, entre otros Lo más leído en este
cuarta entrega de la ejes temáticos, de los murmullos. La soledad se siente
entre las líneas y entre blog
Revista Coito los nadies, que pululan en el ambiente de la novela y en el sentimiento de los
personajes; la muerte vaga por Comala, pero en la paradoja de este
pueblo es la Análisis literario
Revista Coito 4 del poema Lo
vida dentro de la obra; y el miedo acompaña a Juan Preciado: en
cada momento fatal, de Rubén
que habla con un personaje fantasmal. El miedo salta en la cara de
la hermana Darío
Seguidores de Donis por el pecado cometido; el miedo convive con las mujeres
violadas Análisis literario
del poema Lo fatal
por Miguel Páramo; el miedo mata a Juan preciado en complicidad con
los
Seguidores (226)
Siguiente , de Rubén Darío Por Jhon
murmullos, que fijan el ambiente de la muerte y de la vida. Estos indican
que Monsalve Fotografía de Flor
los personajes están muertos, pero que, gracias a los recuerdos, recobran
vida Garduño Cisne: símbolo del
entre murmullos. Modernismo...

Resumen
Los personajes parecen vivos en el infierno
comalteco, y crean el mundo que detallado y
hace posible que cada página se entreteja con
las otras. El padre Rentería, como personajes de
personaje, entrelaza la temática religiosa
de la obra, a partir de las decisiones Pedro Páramo
Resumen
que conllevan culpas, de la sentencia y
el perdón. Y a la vez, en el ámbito detallado y
religioso, es un sucedáneo o ejemplo de
Pedro Páramo, en cuanto que también personajes de Pedro Páramo
oprime a los fieles con la censura moral-
religiosa. En este sentido, “(…) el Jhon Monsalve Imagen tomada
de:
padre Rentería es un fiel reflejo de la
opresión que la Iglesia como institución
http://nipalabrista.blogspot.com/
ejerce en el pueblo, violencia de tipo
espiritual y paralela a la física encarnada 2010/11/acerca-de...
Seguir
por Pedro Páramo”. (González Boixo,
176). Esta violencia espiritual es tomada
por el pueblo como un hecho normal,
como disposición y voluntad divina, casi Análisis de Pedro
Páramo: El padre
Archivo del blog del mismo modo como comprenden y se
subyugan al poder del cacique.
Rentería como

representación de
agosto 2021 (1) Según la Real Academia de la Lengua Española, el bien es “Aquello que en sí la Iglesia
mismo tiene el complemento de la
perfección en su propio género, o lo que es ENTRE EL BIEN
marzo 2021 (1)
Y EL MAL: EL PADRE

monsalve-jhon.blogspot.com/2012/10/analisis-de-pedro-paramo-el-padre.html 1/12
7/12/21 19:38 Lengua y Literatura: Análisis de Pedro Páramo: El padre Rentería como representación de la Iglesia
enero 2021 (1) objeto de la voluntad,
la cual ni se mueve ni puede moverse sino por el bien, RENTERÍA COMO
REPRESENTACIÓN DE LA
sea verdadero o aprehendido
falsamente como tal”, y el mal es “Lo contrario al
octubre 2020 (1) IGLESIA EN PEDRO PÁRAMO
bien, lo que
se aparta de lo lícito y honesto”. No se entra en precisión filosófica Jhon Alexánder Monsalve Flórez
abril 2020 (2) Imagen...
pues estos
conceptos son muy amplios y bastante debatidos. Pero, ya aclarado
febrero 2020 (1) esto, ¿por
qué se dice que el padre Rentería está entre el bien y el mal?
Análisis de
diciembre 2019 (1)

Hombres necios
El padre Rentería es el perdón de Comala, el que
tiene la potestad de limpiar que acusáis a la
septiembre 2019 (1)
pecados. El pueblo lo ve con respeto, con fe, con
la esperanza de la absolución mujer sin razón
julio 2019 (2) ANÁLISIS DE
de los pecados que comete en torno a Pedro
Páramo. Las mujeres se acuestan
UNA DE LAS
junio 2019 (1) con él, tienen hijos con él, y le entregan a
sus hijas y luego se arrepienten ante el REDONDILLAS DE SOR JUANA
mayo 2019 (1) cura, y este solamente escucha: “Me
acuso padre que ayer dormí con Pedro INÉS DE LA CRUZ: UNA
Páramo”. “Me acuso padre que tuve un hijo
con Pedro Páramo”. “De que le CULPABILIDAD COMPARTIDA
febrero 2019 (2) POR LA PASIÓN Frann Karlo
presté mi hija a Pedro Páramo”. (Rulfo, 101).
Páez Estévez Jhon...
enero 2019 (1)

diciembre 2018 (1) Los pecados del padre Rentería son producto del
autoritarismo de Pedro Análisis literario
Páramo, pues incluso los asuntos clericales pasan por
las manos del cacique, y del poema Un
noviembre 2018 (1)
sueño en un
de aquí parte la configuración de la Iglesia por medio
del padre Rentería, que sueño, de Edgar
octubre 2018 (1)
perdona solo a un sector, muy reducido, de Comala, a
pesar de sus pecados. Allan Poe
agosto 2018 (1) Análisis literario
Perdona   por
interés y por un temor que se emparenta con el respeto: interés,
julio 2018 (1) en primera
medida, por el lucro para el mejoramiento del templo: del poema Un sueño, de Edgar
Allan Poe Por Jhon Monsalve
junio 2018 (1) El
padre cura quiere setenta pesos por pasar por alto lo de las Edgar Allan Poe Edgar Allan
amonestaciones. Le
dije que se le daría a su debido tiempo. Él dice Poe es conocido, sob...
mayo 2018 (1)
abril 2018 (1)
que le hace falta componer el
altar y que la mesa de su comedor está
Alocución a la
toda desconchinflada (Rulfo, 59), poesía y Silva a la
enero 2018 (1) agricultura de la
información que Fulgor daba a Pedro Páramo después
de ir al templo de Dios
noviembre 2017 (1) zona tórrida: breve
para que el padre Rentería preparara rápidamente todo
lo referente al comentario
abril 2017 (1) matrimonio de Pedro Páramo con Dolores Preciado. BREVE COMETA
marzo 2017 (1)
RIO ACERCA DE ALOCUCIÓN
El temor, asociado con el respeto, en segunda
instancia, es otro factor que hace A LA POESÍA Y SILVA  A LA
diciembre 2016 (1) AGRICULTURA DE LA ZONA
que el Padre Rentería perdone a unos pocos,
que son cercanos al cacique del TÓRRIDA , DE ANDRÉS BELLO
septiembre 2016 (1) pueblo. Respeta y le teme al poder de Pedro
Páramo, que incluso doblega al (Jhon Monsalve) Retr...
agosto 2016 (1) mismo Dios: “Entró en la sacristía, se echó en
un rincón, y allí lloró de pena y
de tristeza hasta agotar su lágrimas. –Está
bien, señor, tú ganas- dijo después” Análisis de La
mayo 2016 (1) Resistencia de
(Rulfo, 40), oración del padre Rentería
cuando perdonó a Miguel Páramo, el hijo Ernesto Sábato
marzo 2016 (1)
de Pedro, muy a su pesar. La resistencia, de
noviembre 2015 (2)
Ernesto Sábato:
Nostalgia del
mayo 2015 (1) Por otro lado, las decisiones del padre Rentería
son otra demostración del
presente, recuerdos del pasado
marzo 2015 (1) papel de la Iglesia en los años 10 y 20 del siglo
pasado. El hecho de haberse y reflexiones éticas Jazmín
unido a la Guerra Cristera: “se ha levantado en
armas el padre Rentería” Andrea Cely  y  Jhon Alexán...
febrero 2015 (1)
(Rulfo, 170), de no querer perdonar a Miguel Páramo
(aunque luego lo haya
enero 2015 (2) Análisis de “El
hecho), de acusar a este por la violación de su sobrina,
que en últimas no fue
diablo de la
diciembre 2014 (1) violación, lo caracterizan como un personaje que actúa de
tal forma por botella”, de Robert
sentimientos del momento, y no por una valentía que sería
aplastada por el Louis Stevenson
noviembre 2014 (2)
temor y respeto a Pedro Páramo. Las decisiones del padre
Rentería conllevan Análisis de “El
septiembre 2014 (2) diablo de la
culpas, que lo transportan a uno de los estados más críticos
de lo humano: la botella”, de Robert Louis
agosto 2014 (3) consideración de ser malvado. Esto se evidencia en soliloquios
que el personaje Stevenson Jhon Monsalve
julio 2014 (3) hace durante el transcurso de la novela; el padre Rentería se
pierde en Imagen tomada de internet
Después de “La isla del T...
junio 2014 (2) divagaciones y, gracias a estas, se puede comprender, de mejor forma,
el bien y
el mal que lo acorralan: Análisis literario
mayo 2014 (2)

de “Nocturno”, de
abril 2014 (3) La voz del padre
Rentería se debate en la discusión de lo que es y representa José Asunción
Silva
marzo 2014 (3) para los otros y
para sí mismo como sacerdote; su historia se sitúa durante el
Análisis literario
periodo del
cacicazgo de Pedro Páramo. En el desarrollo de la discusión está de “Nocturno”, de
febrero 2014 (4)
influido
principalmente por dos voces: la de dios, y la del demonio, José Asunción Silva Jhon
enero 2014 (4) Monsalve Imagen tomada de
representado por
Pedro Páramo (Eustolia Erióstegui, 35, 2005).
internet Nota preliminar: El
diciembre 2013 (5)
siguiente aná...
noviembre 2013 (4)

El padre Rentería está entre el bien y el mal:


entre Dios y Pedro Páramo; entre Análisis de "Bola
octubre 2013 (4)
el cielo y el infierno. Sus decisiones lo
llevan a un mal estado; todo indica que de sebo", de Guy
septiembre 2013 (3) de Maupassant
actúa por medio de Dios, pero sus
decisiones y voluntades son intermediadas
Bola de Sebo: el
agosto 2013 (3) por el cacique: está en la
encrucijada del bien y del mal. El padre Rentería es un peso de las
julio 2013 (5) personaje que
representa, ya veremos cómo, la Iglesia del México de principios ideologías
humilladas Jhon Monsalve
del siglo XX.
junio 2013 (5) Imagen tomada de internet Una

bola de sebo es literalmente un
mayo 2013 (5)
Ahora bien, el padre Rentería es la voz de Dios,
pues como representación de él tu...
abril 2013 (6) en la Iglesia encamina a los fieles por el
sendero del bien, aunque tome
marzo 2013 (3) decisiones que lo llevan a él y a Comala por el
sendero contrario, el del mal.
Comala es un pueblo de pecado, donde las ánimas
penan porque el pecado
febrero 2013 (4)
cometido en vida las condena. Las decisiones del padre
Rentería hacen de
enero 2013 (5)
Comala un río de fantasmas, que recuerdan sus errores y sus
culpas:
diciembre 2012 (7)

noviembre 2012 (7) Comala, ciudad


purgatorio donde los muertos deshabitan un presente sin
esperanzas, sin
cambios, sin futuro. Ciudad de ánimas en pena que tiene los
octubre 2012 (5)
ojos puestos en las
nucas, rumiando un pasado que tendrá siempre el mismo
septiembre 2012 (5)
gusto y el mismo
disgusto. (…) Ciudad de espectros que platican entre ellos y
agosto 2012 (5)

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7/12/21 19:38 Lengua y Literatura: Análisis de Pedro Páramo: El padre Rentería como representación de la Iglesia
julio 2012 (3) de monólogos que
repiten y gastan las pequeñas soledades de vidas en
desamparo, desgarradas para
siempre de sí mismas ( Carvalho da Silva, 1). 
junio 2012 (5)

mayo 2012 (5)


Comala se ve deshabitada de la vida y poblada por
la muerte. Las almas penan
abril 2012 (7) por su propio pecado,   por el pecado del pueblo, que fue confesado y
no
marzo 2012 (3) perdonado por el padre Rentería. Un ejemplo de esto es la muerte de Eduviges
Dyada, que muere sin el perdón de Dios, por haberse suicidado, por haber ido
febrero 2012 (2)
en
contra de sus designios: “Pero ella se suicidó. Obró contra la mano de Dios”
enero 2012 (10)
(Rulfo, 46, 1981), afirma y decide el padre Rentería, sin darle el perdón. Solo
diciembre 2011 (9) hay una posibilidad: las misas gregorianas, pero cuestan mucho: “Digo tal vez,
noviembre 2011 (4) si acaso, con las misas gregorianas; pero para eso necesitamos pedir ayuda,
mandar traer sacerdotes. Y eso cuesta dinero” (Rulfo, 47, 1981).
octubre 2011 (1)

septiembre 2011 (3)


Se esboza desde ya el interés del Padre Rentería,
que está entre el bien y el mal:
agosto 2011 (16) da el perdón a los feligreses (hayan sido
buenos o malos), siempre y cuando
julio 2011 (1) tengan cómo pagar. El padre Rentería
configura las acciones de la Iglesia, pues
es su representación en Comala. Para
dar el perdón, el padre Rentería piensa,
junio 2011 (11)
primero, en sus propios intereses.
mayo 2011 (4)

febrero 2011 (1)   Por otra


parte, la conversación entre Juan Preciado y Dorotea muertos no gira
enero 2011 (6) únicamente en torno a Pedro Páramo, sino también a
los hechos y personajes
que entretejieron su vida, sus felicidades y sus
llantos. El padre Rentería le
diciembre 2010 (5)
negó el perdón a Miguel Páramo: “—
¡No! —dijo moviendo negativamente la
octubre 2010 (1) cabeza. No lo haré.
Fue un mal hombre y no entrará al Reino de los Cielos. Dios
me tomará mal que
interceda por él” (Rulfo, 38). Esta fue una decisión de
valentía y coraje:
valentía, por decirle un No al cacique del pueblo; coraje, por el
recuerdo de
la muerte de su hermano, por la memoria de la violación de su
sobrina.
La decisión, sin embargo, no dependía solo de él.
Estaba la fuerza mayor, el
Dios del cielo, la última voz. Presentó el problema
ante Dios, después de que
Pedro Páramo puso sobre el reclinatorio algunas
monedas de oro:

El padre Rentería recogió


las monedas una por una y se acercó al altar.

—Son tuyas —dijo —.


Él puede comprar la salvación. Tú sabes si éste es el
precio. En cuanto a mí,
Señor, me pongo ante tus plantas para pedirte lo justo o
lo injusto, que todo
nos es dado pedir... Por mí condénalo, Señor.
Y cerró
el sagrario.
Entró en
la sacristía, se echó en un rincón, y allí lloró de pena y de tristeza
hasta
agotar sus lágrimas.

—Está bien, Señor, tú ganas— dijo


después (Rulfo, 40).

A partir de esto, pueden notarse, a simple vista,


dos decisiones: una impulsada
por un sentimiento de rencor (un rencor vivo) muy
humano; otra, motivada por
el interés clerical, por la limosna para el templo,
por el pago de la indulgencia.
La segunda decisión del padre Rentería vencía
los recuerdos de la maldad de
Miguel Páramo por una razón: el dinero, “El
dinero como cobro por su
intercesión en la salvación de las almas”, dice  González Boixo (171). Ejemplo de
esto es la
muerte de Eduviges arriba citada, pero no se reduce a una única cita.
El
interés del padre Rentería se demuestra en otro pasaje de la novela:

El padre cura quiere sesenta pesos por pasar por


alto lo de las
amonestaciones. Le dije que se le darían a su debido tiempo. Él
dice
que le hace falta componer el altar y que la mesa de su comedor está
toda
desconchinflada. Le prometí que le mandaríamos una mesa
nueva (Rulfo, 59).

Esta información se la daba Fulgor a Pedro Páramo


después de haber ido a
arreglar el próximo matrimonio del cacique con Dolores.
Se evidencia el grado
de interés del padre Rentería; ve la posibilidad de sacar
tajada para el Templo y
para su comodidad de hogar. Pasar por alto las
amonestaciones cuesta sesenta
pesos, y su nueva decisión colecciona culpas:

(…) el padre
Rentería, es uno de sus más aplicados pecadores. Corrupto y
ganancioso, entrega
el perdón por dinero y por él condena a las ánimas a
quedarse eternamente sin
salvación. No puede ayudar a su comunidad con el
perdón de la gracia divina,
pues él es apenas uno más destinado a deambular
en ese purgatorio repleto de
ánimas entregadas a expiar sus pecados (Carvalho
da Silva, 2).

En el anterior apartado, Carvalho da Silva presenta


al padre Rentería como un
pecador, como una ánima del purgatorio comalteco. La
razón por la cual el
padre Rentería no puede perdonar se debe a que él también
es un pecador; tal
vez el más grande de todos. Aquí no cuenta solo el interés,
sino que a través de
él, entregó a Comala en manos de Pedro Páramo. ¿Cuál es,
pues, la culpa del
padre Rentería?: Perdonar la muerte de Miguel Páramo,
perdonar por interés y

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condescender ante las maldades de Pedro Páramo. De esto
último es
consciente, porque ayudó  a Pedro
Páramo a crecer como mala yerba:

El
asunto comenzó— pensó— cuando Pedro
Páramo, de cosa baja que
era, se alzó a mayor. Fue creciendo como una mala
yerba. Lo malo
de todo esto es que todo lo obtuvo de mí: “Me acuso padre que
ayer
dormí con Pedro Páramo”. “Me acuso padre que tuve un hijo de
Pedro
Páramo”. “De que le presté mi hija a Pedro Páramo (Rulfo,
101).

A partir del párrafo citado, se evidencia la


culpabilidad del padre Rentería por
sus acciones. El padre Rentería se sabe
culpable, es consciente de que por su
culpa el pueblo se condena. Una culpa
heredada por sus decisiones, motivadas
estas por el temor y respeto a Pedro
Páramo. Cuando el padre Rentería viaja a
Contla a una reunión con el párroco de
aquel lugar, este le hace ver sus errores.
En resumidas cuentas, el padre
Rentería había entregado la Iglesia a Pedro
Páramo, había entregado a Comala
entera:

Ese
hombre de quien no quieres mencionar su nombre ha
despedazado tu iglesia y tú
se lo has consentido. ¿Qué se puede
esperar ya de ti, padre? ¿Qué has hecho de
la fuerza de Dios? Quiero
convencerme de que eres bueno y de que allí recibes
la estimación de
todos; pero no basta ser bueno (Rulfo, 108).

“No basta ser bueno” le dice el padre de Contla al


padre Rentería. No basta
tener un comportamiento aceptable para el pueblo, hay
que luchar con rectitud
por él, con justicia, es decir, hay que perdonar porque
Dios lo permite y no
porque se pague el perdón. Hay que actuar con sabiduría y
valentía ante
confesiones similares. González Boixo afirma que “(…) la confesión se convierte
en
un símbolo en la novela” (177),
y tiene toda la razón, porque es el principio
de la condena de las almas
cuando no hay perdón de por medio; una condena
dada por el padre Rentería, cuya
potestad se rige por el dinero y por las
voluntades de Pedro Páramo. De aquí,
parte la idea de la Iglesia como ente que
condena. Si la gente se confiesa es
porque le teme intensamente al infierno y
porque sabe que ha pecado por
voluntad de Pedro Páramo, por algo que tiene
que ver con él. El padre Rentería
no perdona porque el pueblo es pobre, porque
no saca ningún provecho del
perdón. La religión se vuelve, de esta manera,
punitiva y deja aun lado la idea
de salvación. González Boixo afirma al
respecto:

La religión, elemento básico


en la concepción de la vida para los personajes de
Rulfo, se presenta
ciertamente con dos características: como una religión
adulterada por las
supersticiones unidas a ella y como una religión punitiva,
contrariamente al
carácter de «salvación» que el catolicismo predica (167).

El hecho de que el padre Rentería no perdone los


pecados hace de la Iglesia un
  lugar de
castigo, y no un medio de salvación. Las supersticiones de las que
habla el
crítico hacen referencia al concepto de infierno y a lo que hay después
de la muerte,
características de la religiosidad mexicana heredada de antaño:

Poco a poco se llegó a la simbiosis resultante en la religiosidad


de
pueblos mestizos, como el mejicano. Mestizos tanto en etnia como en
cultura.
El mejicano es hoy tan cristiano como lo era ayer fiel devoto
de Quetzalcoatl,
solo que ha cambiado el rito y los dogmas, los
edificios y los ropajes. (Manrique
Miguel, 83).

Miguel Manrique aclara con el apartado anterior que


el mejicano trae consigo y
con su cultura la religiosidad de siempre; tal vez,
también acompañada de
supersticiones que tengan que ver con la vida después de
la muerte. Después de
la aclaración, retomemos: Al ser punitiva, la Iglesia
contradice uno de sus
preceptos: la salvación que predica. Y todo intermediado
por pedro Páramo,
que destruye la iglesia, pero no la material, no el templo;
sino la iglesia como
pueblo: el pueblo de Comala.
El padre Rentería asume su culpa, es consciente de
lo que ha hecho y de las
decisiones que ha tomado; se siente malo. Después de
la conversación con el
padre de Contla, habla con su sobrina:

¿A dónde va usted, tío? (…).


-          
Voy a ir un rato a caminar, Ana. A ver si así reviento.
-          
¿Se siente mal?
-          
Mal no, Ana. Malo. Un hombre malo. Eso siento que soy. (107).
Sus propias decisiones lo señalan y lo culpan, pues son
contraproducentes con lo que siente, es decir, el sentimiento de
arrepentimiento, de culpa y de congoja. El padre Rentería toma la

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7/12/21 19:38 Lengua y Literatura: Análisis de Pedro Páramo: El padre Rentería como representación de la Iglesia
decisión de dejar
a Comala en manos de Pedro Páramo, y este la
destruye. Todo se hace como el
cacique lo manda, todo, incluso el
perdón de Miguel Páramo, que no lo merece.

La culpa del padre Rentería crece en la medida en que recapacita


en
sus hechos. Le da el perdón al hijo de Pedro Páramo, y no perdona al
resto
por interés, es decir, porque no tienen cómo pagar el cielo. Pedro
Páramo es la
potestad en persona, pues todas sus voluntades se llevan
a cabo, incluso el
perdón de Dios para su hijo:
Pedro Páramo constituye, en breve, una crónica que registra la trayectoria de
un
avatar de «la voluntad del poder». Esa voluntad se fortalece al imponerse en
los ajenos, y no entra en declive hasta encontrar una meta inalcanzable: el
afecto
de Susana. Por fin convencido de su derrota, la voluntad del poder se
aniquila,
realizando así el acto último de autonomía individual (…), (Tittler,
5, 1981).

La voluntad de Pedro Páramo se impone en el pueblo, y el pueblo lo


permite, le entrega a sus hijas, a sus mujeres, les presta su vientre para
que
en él engendre. El padre Rentería sabe lo que sucede, y no hace
nada; solo
escucha, y perdona solo cuando le conviene. Pedro Páramo
encuentra un freno a
tal poder, halla a Susana San Juan, que aniquila la
voluntad de su poder con la
indiferencia, la locura y el desamor.
Susana San Juan es el freno a la opresión
social de Pedro Páramo y a la
religiosa del padre Rentería, como se verá más
más delante.

El padre Rentería deja en manos de Pedro Páramo el pueblo de


Comala
y lo condena por siempre. He aquí la importancia del
personaje: sin el padre
Rentería no hay condenación, sin condenación
no hay almas en pena, y por ende,
no hay novela. La decisión de
perdonar al adinerado y la de condenar al resto
lo llenan de culpas que
lo martirizan. ¿Qué tanto es perdonar al mundo, cuando
se tiene la
posibilidad? No perdona a María Dyada porque actuó en contra de los
designios de Dios: se suicidó. El no
perdón del padre Rentería es
ejemplo de una violencia espiritual, una violencia
que se corresponde
al poder de Pedro Páramo:

(…) es también la violencia


espiritual de la Iglesia como institución que les niega
la absolución de sus
pecados. Este último punto es, sin duda, muy importante,
porque la Iglesia
aparece como cooperadora de las otras violencias, bien porque
esté unida a los
ricos, bien porque contribuya al mantenimiento de este tipo de
sociedad (González
Boixo, 169).

Tal como lo
afirma González Boixo, el crítico que más ha trabajado el
asunto religioso en
la obra de Juan Rulfo, la Iglesia, que en Comala
está a cargo del padre
Rentería, ayuda a que la violencia social que
crea Pedro Páramo se mantenga.
Por eso el padre Rentería es culpable:
culpable de tomar la miedosa decisión de
entregar a Comala al
cacique, culpable por permitir que todo se haga como
Páramo lo dice:
en “la Iglesia católica es imprescindible reconocer el supremo
poder
terrenal del cacique”, afirma Tittler (Tittler, 2, 1981), y confirma, a
la
vez, la influencia de Pedro Páramo con respecto a las decisiones de la
Iglesia, es decir, con respecto a las decisiones del padre Rentería. Por
eso
perdona a Miguel Páramo y por eso condena a María Dyada.
Luego recapacita al
respecto:

¿Por qué aquella mirada se


volvía valiente ante la resignación?¿Qué le costaba a
él perdonar, cuando era
tan fácil decir una palabra o dos, cien palabras si éstas
fueran necesarias
para salvar el alma. ¿Qué sabía él del cielo y del infierno?
(Rulfo, 55).

¿Qué le costaba
perdonar? A él, nada. Pero de perdón no se vive, y la
Iglesia saca tajada en
cualquier repartida. A él no le costaba perdonar,
si la confesión iba
acompañada de una ayuda para el templo, si el alma
tenía dinero para pagar sus
pecados. Aquí aparece el interés
nuevamente, y nuevamente la culpa:

El padre Rentería se
revolcaba en su cama sin poder dormir: “Todo esto que
sucede es por mi culpa—se dijo—. El temor de ofender a
quienes me sostienen.
Porque esta es la verdad; ellos me dan mi mantenimiento.
De los pobres no

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consigo nada; las oraciones no llenan el estómago. Así ha sido
hasta ahora. Y
estas son las consecuencias. Mi culpa. He traicionado a aquellos
que me quieren
y que me han dado su fe y me buscan para que yo interceda por
ellos para con
Dios. ¿Pero qué han logrado con su fe? ¿La ganancia del cielo?
¿O la purificación
de sus almas? Y para qué purifican su alma si en el último
momento… (Rulfo,
45).

El padre Rentería se siente culpable de lo que


sucede en Comala; es
decir, se siente mal por haber dejado que las cosas
llegaran hasta tal
punto, que Pedro Páramo hubiese acabado con su Iglesia. Pero
es
consciente también de que los adinerados como Pedro Páramo son los
que le
dan de comer, que no puede atenerse a los pobres, ni ayudarlos,
porque prima su
beneficio: llenar su estómago. El padre Rentería está
entre la espada y la
pared; está entre el bien y el mal: sabe que
traiciona a los que confían en él,
pero reconoce también que, si no los
traicionara, su Iglesia como templo se
acabaría, que sería una víctima
más del poder devastador del cacique del
pueblo.

Tal vez la culpabilidad mengüe un poco cuando deja


de pasar por alto
las voluntades de Pedro Páramo. Esto ocurre cuando decide
tomar las
armas para irse a luchar en la Guerra Cristera, a mediados de la
década
del 20 del siglo pasado. Se afirma esto porque, partiendo del hecho de
que Pedro Páramo representa el autoritarismo gubernamental de la
Revolución
mexicana y de la post-revolución y que la Iglesia tenía
potestades similares,
queda esta supeditada al Estado, y se levanta en
armas contra el gobierno de
Calles, que reglamenta el artículo 130, que
tiene como fin la restricción de la
autonomía de la Iglesia. El comienzo
de todo se presenta en el momento en que   tanto el Estado como la
Iglesia quieren
liderar el monopolio carismático:

En tiempos de Madero, la Iglesia había lanzado un


partido (PCN) y hasta 1926,
con la misma energía demagógica de las otras
fuerzas políticas, multiplica las
manifestaciones de masas. (…). Y como el
Estado y la Iglesia exigen al mismo
tiempo y de manera totalitaria el monopolio
carismático, la guerra tenía que ser
total desde el momento en que ambos
pretenden el dominio universal (Jean
Meyer, Enrique Krause y Cayetano Reyes,
219, 1977).
La Iglesia, entonces, puede agrupar una gran
cantidad de gente que
comparta su ideología: “También
el temor-respeto por la Iglesia es,
una vez más, incentivo de alzamiento” (Miguel
Manrique, p. 85), pero
el gobierno de Calles no lo permite, prohibiendo
el culto en las
parroquias: “La Iglesia podía proclamar a gritos en todas las
parroquias, con una apariencia de razón las injusticia de la ley, azuzar
a la
resistencia y hasta justificar tal vez la religión” (p. 226). Sin
embargo, Jean
Meyer, Enrique Krause y Cayetano Reyes afirman,
citando a Lagarde,  que  Lagarde encontró a Calles el 26 de agosto y
transcribe las palabras siguientes: “Me declaró que, en su opinión, cada semana
sin culto haría perder a la religión católica un dos por ciento aproximadamente
de sus fieles” (…) “se alegraba de la suspensión del culto” y que “estaba
decidido a acabar con la Iglesia y a librar de ella, de una vez para siempre a
su
país” (p. 224).

  Tanto el
clero como el Estado quieren el predominio de la Iglesia, y
tras el artículo
130 de la Constitución política mexicana se desata una
guerra que deja
centenares de muertos. A esta guerra se unen los
feligreses y campesinos, por
un lado, y los callistas, por otro; es por
esto que Tilcuate le pregunta a
Pedro Páramo:

Se
ha levantado en armas el padre Rentería. ¿Nos vamos con él o contra él?
 -Eso ni se discute. Ponte al lado del
gobierno. (Rulfo, 170),

Y se ve al fin la ruptura entre el padre Rentería y


Pedro páramo. La decisión de
levantarse en armas y de unirse a la Guerra Cristera
contradice sus pasadas
acciones. El padre Rentería se ha sentido culpable de lo
que ha hecho y
permitido en Comala, y aprovecha el momento para reivindicarse.
De la misma
manera como el Estado y la Iglesia se desligaron uno de la otra, el
padre
Rentería se deshizo del lazo que lo unía a las acciones y voluntades del
cacique.
El padre Rentería   y Pedro
Páramo son, respectivamente, metáforas de la
Iglesia y del Estado del México de
principios del siglo XX.

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7/12/21 19:38 Lengua y Literatura: Análisis de Pedro Páramo: El padre Rentería como representación de la Iglesia
Pero no fueron estas las únicas acciones que lo
pusieron en tal estado. En la
novela, el padre Rentería es un mediador entre la
tierra y el cielo para todo el
pueblo. Pedro Páramo no fue el único que suplicó
perdón (para su hijo). Ya se
ha visto que muchas mujeres llegan a confesarse
ante el padre Rentería para que
las absuelva de sus pecados, que son producto
del autoritarismo del cacique.
Por ejemplo, Dorotea, que junto a su locura, va
a confesarse por ser la Celestina
de Miguel Páramo, la que le conseguía mujeres:

La primera que se
acercó fue la vieja Dorotea, quien siempre estaba allí
esperando a que se
abrieran las puertas de la iglesia. Sintió que olía a alcohol.  -
¿Qué, ya te emborrachas? ¿Desde cuándo?  -Es que estuve en el velorio de
Miguelito,
padre. Y se me pasaron las canelas. Me dieron de beber tanto, que
hasta me
volví payasa.                            
                       -Nunca has sido otra
cosa, Dorotea. -Pero
ahora traigo pecados, padre. Y de sobra (Rulfo, 108, 1981).

El padre Rentería no creía que Dorotea, por


su locura, pudiese cometer
algún pecado. Trató de ignorar lo que había acabado
de oír, pero ella
insistió, hasta que le confesó que era ella la que le
conseguía las
muchachas a Miguel Páramo. Fueron “retemuchas” dijo, y aunque el
padre Rentería le deseó que Dios la perdonara, sentenció también que
jamás
vería el cielo, es decir, jamás llegaría a la gloria que ella deseaba:
el encuentro
con el hijo que nunca tuvo:

-¿Cuántas
veces viniste aquí a pedirme que te mandara al cielo cuando
murieras? ¿Querías
ver si allá encontrabas a tu hijo, no, Dorotea? Pues bien, no
podrás ir ya más
al cielo. Pero que Dios te perdone.  -Gracias, padre.
                                                                                                           -Sí. Yo
también te
perdono en nombre de él. Puedes irte.  -¿No me deja
ninguna
penitencia?                                                                                  -No la necesitas,
Dorotea.  -Gracias, padre.
                                                                                                           -Ve con
Dios. (P.
109)

Tales son las acciones del padre Rentería, que


condena al pueblo, que lo
convierte en fantasma, en soledad y miedo. Pues toda
alma pena en el desierto
de Comala, que produce miedo. Juan Preciado lo siente
en cada paso, en cada
conversación que tiene con algún espectro, con algún ser
que sobrevive en los
recuerdos de doña Eduviges, de doña Dolores, de Donis, de
la hermana de este
y de Dorotea. Sus recuerdos recrean el ambiente de antaño, traen
de vuelta a
Pedro Páramo y explican el cómo
se llega hasta ahí, hasta esa soledad con
fantasmas que producen miedo. Miguel
José Pérez y Julia Enciso describen este
ambiente de la siguiente forma:

La historia de
Comala es, es pues, la historia de un pueblo que ha perdido el
Paraíso y
permanece envuelto en el sopor que conlleva el sentimiento de culpa.
Sin
redención ni esperanza posible; sin ley, sin
justicia y sin perdón, sus
habitantes se encuentran encerrados entre cuatro
paredes vacías, atrapados por
el miedo y la
angustia (p. 182: 2003).

El sentimiento de culpa se apodera de todos los


habitantes de Comala, se
sienten pecadores y se crean el miedo de parar en el
infierno. Con tal
sentimiento se acercan los feligreses al confesionario del
padre Rentería, pero
este los condena a vivir en pena por siempre, por su propio
beneficio y por
permitir que Pedro Páramo actúe conforme a su   voluntad. Y es así como se
configura, a partir
de la imagen del padre Rentería, la Iglesia como institución,
y el caso de
Dorotea es el mejor ejemplo:
No se cuestiona en la obra
de Rulfo la validez de la religión como tal, sino la
concepción que de la misma
tiene esa comunidad rural que Rulfo ha creado: una
religión que no ofrece un
mensaje de salvación, que está plagada de elementos
cercanos a la superstición;
una religión, por último, que a nivel de institución
eclesiástica también les
niega la salvación espiritual (González Boixo, 177).

A Dorotea se le
negó la gloria por su locura y por sus pecados. Se le
negó   lo que para ella era la gloria: ir al cielo a conocer
al hijo que
nunca tuvo. Los elementos de superstición de los que habla González
Boixo, como ya se afirmó arriba, hacen referencia al después de la
muerte, al
miedo a la condena. El perdón del padre Rentería para con
Dorotea es un perdón
que no salva, sino que condena. La concepción
de Comala con respecto a la
religión es condenatoria, y Dorotea lo
confirma con congoja:

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7/12/21 19:38 Lengua y Literatura: Análisis de Pedro Páramo: El padre Rentería como representación de la Iglesia
El cielo está tan alto, y mis ojos tan sin mirada,
que vivía contenta
con saber dónde quedaba la tierra. Además, le perdí todo mi
interés
desde que el padre Rentería me aseguró que jamás conocería la
gloria.
Que ni siquiera de lejos la vería… Fue cosa de mis pecados,
pero él no debía
habérmelo dicho. Ya de por sí la vida se lleva con
trabajos. Lo único que la
hace a una mover los pies es la esperanza
de al morir la lleven a una de un
lugar a otro; pero cuando a una le
cierran una puerta y la que queda abierta es
nomás la del infierno,
más vale no haber nacido… (Rulfo 96, 97: 1981).

Este párrafo presenta la condena de Dorotea y el


perdón condenatorio del
padre Rentería. Dorotea habría preferido que el padre
no le hubiese dicho nada
para seguir soñando con la posibilidad de conocer a su
hijo en el cielo. El padre
Rentería le quitó la esperanza, tal como Pedro
Páramo había borrado cualquier
indicio de 
esperanza en todo el pueblo de Comala. Los dos, como ya se ha
dicho, son
símbolo de opresión social y espiritual.
Por otro lado, el caso  de Susana San Juan es un caso especial. El
padre Rentería
se enfrenta a una mujer que no cree en Dios; una vez más está
entre el bien y el
mal. Se dirige a su casa antes de su muerte para alcanzarla
a confesar. Mientras
tanto, ella conversa con Justina sobre  la vida, la tristeza y los ruidos de la
tierra, y le pregunta:

-¿Tú
crees en el infierno, Justina?   -Sí,
Susana. Y también en el
cielo.                                                                                        
-Yo sólo creo en el
infierno -dijo. Y cerró los ojos. (Rulfo, 159).

Susana San Juan empieza a configurarse como la


barrera para las dos
opresiones. Pedro Páramo no puede con ella; su amor y la
indiferencia de ella lo
dominan. El padre Rentería, por su parte, se encuentra
con una mujer que no
quiere ser confesada, que finge repetir las palabras que
el padre le ordena que
diga cuando en realidad está susurrando los recuerdos de
Florencio. El padre
Rentería alcanza a dudar que tenga ella algo de qué
arrepentirse:
Tuvo
intenciones de levantarse. Dar los santos óleos a la enferma y decir: "He
terminado." Pero no, no había terminado todavía. No podía entregar los
sacramentos a una mujer sin conocer la medida de su arrepentimiento.    Le
entraron dudas. Quizá
ella no tenía nada de que arrepentirse. Tal vez él no
tenía nada de que
perdonarla. Se inclinó nuevamente sobre ella y, sacudiéndole
los hombros, le
dijo en voz baja:     
                                                                                                                               
                                                                      -Vas
a ir a la presencia de Dios. Y
su juicio es inhumano para los pecadores.  Luego se acercó otra vez a su
oído;
pero ella sacudió la cabeza:  -¡Ya váyase, padre! No se mortifique
por mí. Estoy
tranquila y tengo mucho sueño.    Se oyó el sollozo de una de las
mujeres
escondidas en la sombra.  Entonces Susana San
Juan pareció recobrar vida. Se
alzó en la cama y dijo:  -¡Justina, hazme el
favor de irte a llorar a otra
parte!                                                 
Después sintió que la cabeza se le clavaba
en el vientre. Trató de
separar el vientre de su cabeza; de hacer a un lado aquel
vientre que le
apretaba los ojos y le cortaba la respiración; pero cada vez se
volcaba más
como si se hundiera en la noche. (Rulfo, 167: 1981).

A partir de este apartado hay un par de cosas por


precisar. Primero, si se presta
atención el padre Rentería tiene la voluntad de
darle el perdón a Susana San
Juan, la mujer de Pedro Páramo. El padre niega el
perdón cuando sabe que no
puede sacar provecho del asunto. Pedro Páramo es el
cacique del pueblo, y por
lo tanto, tiene cómo recompensar la salvación de su
amada. Pero hay un
problema, y es la segunda cosa por resaltar: la indiferencia
de Susana San Juan.
Llegar a decirle que se fuera significa que no necesita de
él, ni de la salvación,
para morirse. Miguel José Pérez y Julia Enciso afirman
al respecto:

El intenso
diálogo que mantiene con Susana San Juan, moribunda, es el mejor
exponente de
ese terror religioso en el que el padre Rentería sumerge a los
habitantes de
Comala, como ejemplo de la actitud de numerosos representantes
de la iglesia.
Es un diálogo de una gran fuerza en el que el padre Rentería
insiste amenazador
(…). Finalmente, viéndose derrotado, le dice en voz baja y
sacudiéndole los
hombros: «Vas a ira la presencia de Dios. Y su juicio es
inhumano para los
pecadores» (p. 94). Pero Susana San Juan lo va a rechazar
definitivamente. Ya
con anterioridad le había confesado a Justina —que creía en
el cielo y en el
infierno-: «Yo sólo creo en el infierno» (p. 90). Y un poco antes,
en el mismo
diálogo con Justina: « ¿Y qué crees que es la vida, Justina, sino un
pecado?
¿No oyes? ¿No oyes cómo rechina la tierra?» (p. 89). Por eso,
cansada/hastiada
ya de la insistencia del padre Rentería, le dice definitiva: «
¡Ya váyase,
padre! No se mortifique por mí. Estoy tranquila y tengo mucho
sueño» (p. 94,
2003).

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7/12/21 19:38 Lengua y Literatura: Análisis de Pedro Páramo: El padre Rentería como representación de la Iglesia
  Los críticos reconocen dos cosas que se han
argumentado durante el
desarrollo del presente trabajo. En primera medida, el
terror religioso,
que hace de la Iglesia, más que un ente de salvación, un medio
para la
condena. Y la derrota del padre Rentería, después de amenazar con
supersticiones y concepciones religiosas sobre lo que es la vida
después de la
muerte. Susana San Juan rechaza el discurso del padre
Rentería y rechaza a la
vez el cielo prometido. Y se confirma, de este
modo, la derrota de las dos
opresiones: la del poder social y político y
la del poder religioso.

A modo de
conclusión, puede decirse que las decisiones del padre
Rentería conllevan
culpas que lo arrastran a un estado de congoja y
arrepentimiento. Él es
consciente de su deber cristiano en el pueblo,
pero, ante todo, sobresale su
interés. Perdona si la persona tiene cómo
pagar la salvación, y condena en la
pobreza: un ejemplo de ello es la
condena de Dorotea, que no puede llegar a
conocer al hijo que nunca
tuvo, o de doña Eduviges, que se suicida y su hermana
no tiene dinero
para pagar las misas gregorianas; sin embargo, el padre
Rentería salva
a Miguel Páramo, el hijo del cacique, a pesar de su maldad;
Pedro
Páramo tenía cómo pagar su salvación, y ese poder pagar hace que el
padre Rentería termine perdonándolo, aun
cuando sabía que había
violado a su sobrina y había  asesinado a su hermano .

Este tipo de
decisiones conllevan culpas. Empieza a sentirse culpable
después de que fue a
hablar con el padre de Contla sobre la situación
de la Iglesia en Comala. Esta
culpabilidad va consigo, posiblemente,
hasta el día en que decide levantarse en
armas para unirse a la Guerra
Cristera. Esta ruptura se asemeja a la ocurrida
entre el Estado y la
Iglesia en aquel tiempo. Retomando: mucho antes de esta
guerra, el
padre de Contla le hace ver al padre Rentería que por sus acciones
el
pueblo está lleno de pecado. Le reprocha el haber entregado la Iglesia -
como
comunidad y no como templo- a Pedro Páramo, y que este la
había destruido. Se
empieza a sentir malo, según se lo
confiesa a su
sobrina. No tenía la potestad de perdonar si él estaba también en
pecado:
Tampoco el
padre Rentería recibe el perdón de sus pecados. Con su actuación,
transforma el
miedo en espanto, porque ni siquiera tras la muerte podrá el
hombre alcanzar el
descanso. De ahí que los personajes de la novela
rememoren, tras su muerte, los
recuerdos, angustiosos, que vivieron (Pérez y
Enciso, 185: 2003).

Por esta razón se


condena todo el pueblo, y vagan los fantasmas por el
desierto comalteco, de día
y de noche, creando un ambiente de miedo,
de soledad y de muerte. Juan Preciado
siente el miedo en carne propia,
siente los vestigios del pecado de Comala, un
pueblo condenado por
el interés del padre Rentería y por su permisión ante las
voluntades
del cacique. Susana san Juan, por otro lado, se presenta como la
barrera
de la opresión social y religiosa de Pedro  Páramo y del padre
Rentería: aun pudiendo ser
perdonada, se ahoga en su locura y en sus
recuerdos, y se condena por siempre
entre los recuerdos de su amado
Florencio. Susana se oye sollozar, hundida en
el placer de antaño,
cuando aún estaba con Florencio. Juan Preciado no conversa
con ella,
solo la oye, pero sí dialoga con las demás almas en pena, habla con
el
pecado del pueblo de Comala, y a través de él, se entera del pasado.
Todo es
muerte y pecado, y soledad y pecado en la novela. Una
soledad, una muerte y un
pecado condenados en la eternidad por el
padre Rentería.

BIBLIOGRAFÍA
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religiosidad en Pedro Páramo.
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DAFQjCNFEdpvrjCJDYj30OTmkz1o65POLPQ#search=%22tittler%20p
edro%20p%C3%A1ramo%22.

Publicado por
Jhon Monsalve
en
21:08

Etiquetas:
Literatura

15 comentarios:
Carmen Real 8 de abril de 2013, 19:36

Hola John un placer leerte y me saco el sombrero

yo soy fiel a Sor Juana Inés de la Cruz, he leido tu análisis impecable


realmente

desde ya te sigo y leo todo lo tuyo, estoy con poco tiempo pero me ire
repartiendo entre la profesión, la casa, la gimnasia y el blog mio y visitar a los
amigos de aquí, ahh es mucho....

Bien si te da las ganas llegate por mi blog, decime que te parece lo que
escribo lo mio es asi solo asi, nada de estructura
Cariños y Carmen la del personaje

Responder

Respuestas

Unknown 28 de septiembre de 2016, 16:50

Estoy de acuerdo. Es un análisis impecable. Presentó ideas


diferente que mí. En colegio, yo leí "Pedro Páramo" y mis ideas de
purgatorio estaban más similares, pero sus comentarios de Padre
Rentería es diferente. ¿Por qué piensa que Padre Rentería es
bueno?

Responder

Rafael Jose Rodriguez Perez 11 de julio de 2013, 1:21

Buen trabajo hombre. Me aclaró muchas cosas, esto me servirá de mucho para
el informe :) Gracias.

Responder

Respuestas

Jhon Monsalve 11 de julio de 2013, 9:22

monsalve-jhon.blogspot.com/2012/10/analisis-de-pedro-paramo-el-padre.html 10/12
7/12/21 19:38 Lengua y Literatura: Análisis de Pedro Páramo: El padre Rentería como representación de la Iglesia
No es nada, Rafael. La idea de este blog, entre otras cosas, es
servir como apoyo o aclaración de dudas en algunos temas
literarios, lingüísticos o sociales. Gracias a usted por comentar.
Saludos.

Unknown 27 de octubre de 2013, 19:02

Te felicito por esta gran critica-análisis de uno de los grandes liricos


o escritores del Siglo pasado, principal de Latinoamerica. Nos decia
un MSc de literatura: "Para comprender el libro, tienen que seguir al
personaje del Padre Renteria. Me distes pautas para entenderle y te
agradezco nuevamente. Saludos desde Nicaragua

Jhon Monsalve 27 de octubre de 2013, 19:37

Me alegra mucho lo útil que le fue este trabajo. Muchos saludos.

karla lopez 23 de febrero de 2016, 18:44

estas ahi?

Anónimo 17 de septiembre de 2016, 16:50

no

Anónimo 17 de septiembre de 2016, 16:55

no

Unknown 28 de septiembre de 2016, 16:42

Padre Rentería es muy importante en esta obra. Pienso que su


papel en la novela ayuda el lector a entender las ideas sobre los
pecados. Son críticos para el análisis de religión y sus opiniones de
Rulfo.

Responder

Leo 17 de abril de 2016, 14:29

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

Responder

Leo 17 de abril de 2016, 14:35

El autor ignora la influencia de la masonería mexicana, empeñada en erradicar


el catolicismo. Pedro Páramo representa al estado laico y masónico, dispuesto
a esquilmar a los campesinos para conformar una elite de terratenientes con
bienes mal habidos que luego gobernaría México hasta el día de hoy. Juan
RUlfo rescata al padre Rentería, pues aún cundo vive atemorizado por el poder
de Pedro Páramo, cumple su labor apostólica, aunque no es absuelto por la
iglesia de su culpa. "Busque el perdón con otro, yo no se lo puedo dar..."

Responder

Unknown 26 de mayo de 2016, 10:28

La masonería mexicana es la mas beneficiada del catolicismo encubridor de


caciques, y solo cuando este catolicismo denuncia el crimen se divorcian:
como en el caso Posadas, pueden ser antagonistas y odiarse, pero viven de lo
mismo: de la ignorancia del pueblo, uno secuestra el poder, el otro la salvación,
solo Susana San Juan puede desdeñar a ambos poderes, en su locura de
amor, como poetisa, como Frida Kahlo: quebrada, en agonía... pero amada y
temida por los que ella desprecia, esos usurpadores del poder y la gloria... que
profunda alegoría del México del siglo pasado, y del actual, que gran libro...

Responder

Unknown 28 de septiembre de 2016, 17:02

Me gusta su análisis de "Pedro Páramo". Los temas en la novela eran


interesantes. El punto de Padre Rentería es demonstrar la corrupción de la
iglesia, y Pedro Páramo es corrupción en general. El personaje de Pedro es el
razón de corrupción y pecado en Comala. Tiene una pregunta sobre Juan
Preciado. ¿Cuál es el punto de tener Juan Preciado? ¿Tiene un prepósito
además de presenciar las personas y la injusticia en Comala? Pensé que Juan
Preciado representé la esperanza por Comala y los ciudadanos.

Responder

monsalve-jhon.blogspot.com/2012/10/analisis-de-pedro-paramo-el-padre.html 11/12
7/12/21 19:38 Lengua y Literatura: Análisis de Pedro Páramo: El padre Rentería como representación de la Iglesia
Anónimo 20 de septiembre de 2018, 0:03

La interpretacion que seria de la novela?

Responder

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