El secreto de las ONGS, gobiernos y corporaciones ocultan.
El documental narra la inquietud de un ciudadano respetuoso con el medio
ambiente por averiguar por qué las principales organizaciones dedicadas a la protección de ecosistemas, agua, recursos naturales, vida silvestre, no muestran una postura definida y abierta en relación con los datos de la FAO respecto a lo insustentable y nocivo de la crianza de animales como alimento. El documental es ágil y ameno y a través de entrevistas a funcionarios y representantes de organizaciones deja ver como hay una especie de “secretismo” que impide a los primeros tener una postura de ataque hacia las prácticas de la ganadería industrial. Presenta de manera muy didáctica en gráficas e infografías la devastación de la que es responsable esta industria y es claro al señalar que no hay forma de justificar la crianza de animales, ni en términos de ecología, ni de sustentabilidad.
Me ha gustado como se enfocan el "a favor" y el "en contra". El enfoque
del documental está centrado en saber cuál es el impacto ambiental que tiene la industria de la carne y sus derivados en el planeta. Que no se trata solamente de la explotación animal, sino también la explotación de la tierra, la destrucción de selvas y bosques que está acabando con ecosistemas enteros. Por eso, es necesario reeducarnos para lograr una alimentación saludable, deconstruyendo el mandato social y familiar con el cual nos criamos, para finalmente lograr la transición al veganismo.
La contaminación que produce la industria agrícola-ganadera y el impacto
negativo que tiene sobre el planeta están a la vista, y en Cowspiracy se explican muy bien. Se trata de una industria que está arrasando con los bosques y las selvas de toda América del Sur para conseguir tierras para sembrar semillas que alimentan al ganado. Donde no interesa el desequilibrio ambiental que se está produciendo, ni tampoco fomentar una alimentación saludable en la gente.
Y esa es la mayor enseñanza del documental, la idea que me abrió a ver la
mejor manera de tener un estilo de vida más sustentable. Tomando consciencia del vínculo entre veganismo y sustentabilidad y teniendo razones, números concretos, para hacerlo. La que me llevará a atravesar un 2021 en la transición a consumir carne de una manera más conscientes para poder cuidar el medioambiente y de los animales de una manera más enfocada. El documental, Cowspiracy, que habla sobre la industria agrícola-ganadera y la contaminación ambiental que produce. Creo que para llevar un estilo de vida sustentable es necesario antes tomar de consciencia de qué se está dispuesto a cambiar, para poder sostenerlo luego. Es mejor empezar de a poco, así uno va incorporando los nuevos hábitos a la rutina, sin aspirar a hacer un gran cambio radical y no poder mantenerlo.
Es sin lugar a duda un documental obligatorio para quienes se dicen
ecologistas y comen carne, y no tiene el afán de señalar o juzgar, sino simplemente de acompañar al espectador en la transición a la coherencia -como lo hace el mismo autor. Porque creo que muchos tenemos la inquietud de hacer algo por el planeta, y nuestra ignorancia nos limita a reciclar, usar la bici y ahorrar agua; pero hay mucho más que hacer: un cambio radical -en el sentido de irnos a la raíz- que nos orilla a tomar decisiones sobre la forma de alimentarnos.
El documental nos da un mensaje claramente cuando dice: “Me di cuenta que
yo creía que al tomar duchas cortas estaba ahorrando miles de litros de agua y al saber que la producción de una sola hamburguesa de res equivale a ducharse sin parar durante dos meses, es increíble el impacto y el daño que muchas veces consciente e inconscientemente causamos al medio ambiente y como el consumismo ayuda a que grandes industrias sigan dañando considerablemente nuestro ecosistema.
Indigna realmente el descubrir que las grandes y famosas organizaciones
ambientalistas como Greenpeace, entre otras no tienen una postura definida respecto al tema a pesar de conocer la información existente, pero también inspira a tomar la decisión de ser ecologistas comprometidos y no sólo de manera cosmética o superficial. Si bien es de agradecerse que cada uno haga lo que pueda, el documental nos deja la esperanza de que hacer lo correcto -en términos de congruencia con nuestros valores- es sencillo y satisfactorio. VANESSA GUADALUPE ALVARADO VALLADARES 13-347-2013