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3) LA UNCIÓN REQUIERE ANHELO, FE Y APRECIO.

a) La unción viene sobre aquellos que tiene hambre y sed de ella, Hechos 4:31.

“Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos


fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”.

Nota: El Espíritu Santo ya había sido derramado en el capítulo dos, pero ahora
vemos una nueva unción que vino para hablar con mayor poder la Palabra del
Señor.

Ellos anhelaban más de Dios, querían más unción para ser más efectivos en el
avance del Reino de Dios… además se acercaron a Dios con fe, clamaron al Señor
creyendo que él podía darles más y eso recibieron.

La unción del Espíritu Santo es una marca o sello muy importante para ejercer el
ministerio, por eso debe ser cuidada y apreciada, el apóstol Pablo dijo: "Y el que nos
confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios" 2 Corintios 1:21.

También debemos tener en cuenta que la unción que el Señor nos da nos afirma en
sus caminos, nos da nuevas fuerzas y nos abre el entendimiento para conocer y
comprender mucho más las cosas del Señor, por eso dice la Escritura "Pero vosotros
tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas" 1 Juan 2:20.

(Te invito a leer: Jesús sana a la mujer encorvada.


Jesús visita el hogar de Simón fariseo.).

b) El poder del Espíritu Santo o unción se manifiesta en quien y en donde es estimada


y valorada.

Nota: Un ejemplo de esto lo vemos en Marcos 6:3-6 "¿No es éste el carpintero, hijo
de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también
aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. Más Jesús les decía: No
hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa.

Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos,
poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y
recorría las aldeas de alrededor, enseñando".

Aquí vemos que la unción que estaba sobre el Maestro no fue reconocida ni
apreciada por lo que se perdieron sus bendiciones. Esto contrasta con el caso de
Eliseo, quien apreciaba la unción, valoraba la unción y anhelaba una doble porción y
le fue concedida.
David fue ungido en tres ocasiones: por Samuel para el llamado, por las autoridades
de Judá para gobernar el sur de Israel, y luego por las autoridades de las tribus para
gobernar toda la nación. La unción debe ser valorada y cuidada, porque sí la
administras bien, el Señor te entregará más.

Conclusión: El Dios todopoderoso es quien nos unge con su Espíritu Santo, él


quiere revestirte de su poder, renovar en ti la unción para que le sirvas con mayor
eficacia, para caminar en un servicio sobrenatural, él multiplica tus fuerzas como las
del búfalo y te unge con aceite fresco. (Te invito a leer: “Confía en Dios,
aunque todo esté en tu contra”).

Camina con Dios y sea sobre ti el aceite del Señor "En todo tiempo sean blancos tus
vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza" Eclesiastés 9:8.

Te invitamos a leer:

Jesús sana a la mujer enferma de flujo de sangre.

Decide cambiar tus tiempos.

Cómo Dios anima y restaura a su pueblo.

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