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ALCALDIA DE NEIVA

INSTITUCIÓN EDUCATIVA MARIA AUXILIADORA FORTALECILLAS


Reconocimiento por la Secretaría de Educación Cultura y Deporte de Neiva, según
resolución No 1695 del 17 de septiembre de 2015
Código DANE 441001004839
Nit. 800.122.676-4

PROYECTO LIDER EN MÍ
GUIA 6, HÁBITO 5.
GRADO SÉPTIMO

EL LÍDER EN MÍ es todo el proceso de transformación escolar. Enseña el liderazgo y las habilidades para la
vida del siglo XXI a los estudiantes y crea una cultura de empoderamiento de los estudiantes basada en la idea
de que cada niño puede ser un líder.

OBJETIVO
 Reconocer el Hábito 5 del Proyecto Líder en mí: BUSCAR PRIMERO ENTENDER, LUEGO SER
ENTENDIDO, por medio de vídeos y textos cortos sobre la importancia de este hábito.

METODOLOGÍA:
1. Mirar vídeo: Hábito 5: Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva - Stephen Covey - Quinto
hábito. https://www.youtube.com/watch?v=ZwNdfYkTVCw
2. Socializar vídeo: Tener en cuenta que los chicos dibujen en sus cuadernos la escucha empática:
Palabras 10%; diversos sonidos 30% y lenguaje corporal 60%; y además escriban la reflexión que queda
del vídeo y de la importancia de primero entender, para luego ser entendido.
3. Conceptualización sobre el Hábito cinco
4. Lectura
5. Desarrollo de la actividad de afianzamiento
6. Evaluación
CONCEPTUALIZACIÓN: BUSCAP RIMERO ENTENDER, LUEGO SER ENTENDIDO

Antes de ponerme los zapatos de otro, primero debo quitarme los míos. ANÓNIMO

¿Por qué este hábito es la clave de la comunicación? Porque la necesidad más profunda del corazón humano es
ser comprendido. Todos desean ser respetados y valorados por lo que son: un individuo único en su tipo, que
nunca podrá ser replicado con ingeniería genética (al menos por ahora). Nadie deja nunca expuestas sus
necesidades más delicadas a menos que sienta genuino amor y comprensión. Pero una vez que alguien lo siente,
te contará más de lo que quieras oír…

“Hace uno días estuve en una reunión, éramos 3, teníamos que hacer esa reunión hacía tiempo y por fin
la hicimos. Éramos 3 en la reunión, pero solo hablaba uno, el otro y yo nos mirábamos de vez en cuando.
El tercero hablaba y hablaba y no decía nada, no nos dejaba hablar a los demás. El resultado de la
reunión fue nulo.”

Entendamos a los demás. Si escuchamos y nos ponemos en el lugar del otro quizás al final acabemos
entendiéndolo y cuando lo hayamos entendido, entonces a lo mejor podremos tomar una decisión y una postura
que nos lleve a los 2 a una posición ganadora (ganar/ganar).

Entender al otro, significa escucharlo atentamente, con empatía, tratando de ponerse en “los zapatos del otro”
para poder entender su posición y sentir (no interrumpimos mientras la otra persona está hablando). Luego,
damos a entender al otro nuestra postura. Este hábito trata de ponerse primero en el lugar del otro, de ver las
cosas desde su punto de vista. Se basa en el refrán popular de “Todo es del color del cristal con que se mire”. Es
quizás el más difícil de practicar, casi siempre pasamos más tiempo hablando que escuchando y creemos que las
cosas sólo pueden ser de la manera en que nosotros las vemos.

Escuchar con empatía es una herramienta muy poderosa – te proporciona información precisa con la cual
trabajar. En lugar de filtrar lo que dice la persona a través del filtro con el cual tú ves el mundo, tienes que
entender cómo la otra persona lo ve. Después de la necesidad física de sobrevivir, la necesidad más importante
de una persona es la de sobrevivir psicológicamente– ser entendido y apreciado. Al escuchar con empatía, estas
llenando esa necesidad (según Covey, le estas dando “aire psicológico”). Una vez que la persona tenga sus
necesidades básicas cubiertas, baja sus defensas, puedes entonces influenciarlo y ayudarlo, trabajar en equipo,
se convertirá en tu amigo para siempre.

LECTURA: MIS VERDADERAS AMIGAS


Yo era anoréxica profesional cuando conocí a Julie, Pamy y Lana, con quienes compartía mi departamento en el
primer año de universidad. Pasé mis últimos dos años de preparatoria haciendo ejercicio, dietas y celebrando
cada kilo que perdía. Teniendo 18 años y midiendo 1. 70, pesaba apenas 47 kilos, toda una pila de huesos.

No tenía muchas amistades. Las dietas constantes me hacían sentir irritable, amargada y tan cansada que ni
siquiera podía seguir una conversación. Por supuesto, no pensaba en los eventos sociales de la escuela. Ni sentía
que tuviera nada en común con las personas que conocía. Unos cuantos amigos leales realmente se apegaron a
mí e intentaron ayudarme, pero puse oídos sordos a sus sermones sobre mi peso y lo achaqué a los celos.

Mis padres me sobornaban con ropa nueva. Me exigían que comiera frente a ellos. Cuando no lo hacía, me
llevaban a una serie de doctores, terapeutas y especialistas. Me sentía miserablemente mal, y me convencí de
que toda mi vida sería así.

Entonces fui a la universidad en otra ciudad. Quiso la suerte que compartiera el dormitorio con Julie, Pamy y
Lana, las tres muchachas que hicieron que valiera la pena volver a vivir. Vivíamos en un pequeño
departamento, donde quedaron expuestos mis extraños hábitos para comer y mi neurosis de ejercicio. Sé que
debí parecer extraña con mi complexión, raspones, el pelo que se me caía y los huesos que salían de la piel.
Cuando veo mis fotografías cuando tenía 18 años, me horroriza lo terrible que me veía.

Pero ellas no se sintieron así. No me trataron como a una persona con un problema. No me dieron sermones, no
me daban de comer a fuerza, no hubo chismes, no había malas caras. Casi no sabía qué hacer. Casi
inmediatamente me sentí una más de ellas, excepto en que no comía. Asistíamos juntas a clases, hallamos
trabajos, salíamos a correr por las tardes, veíamos televisión y salíamos juntas los sábados. Mi anorexia, por
primera vez, dejó de ser el tema central. En vez de ello, pasamos largas noches discutiendo sobre nuestras
familias, ambiciones
e incertidumbres.

Quedé absolutamente asombrada por nuestras similitudes. Por primera vez, literalmente en años, me sentí
comprendida. Sentí que alguien se había tomado el tiempo para entenderme como persona, en vez de tratar de
arreglar primero mi problema. Para estas tres jóvenes, no era una anoréxica que necesitaba tratamiento. Era tan
sólo la cuarta joven. Conforme se desarrolló mi sensación de pertenecer, comencé a observarlas. Eran felices,
atractivas, inteligentes y ocasionalmente comían una galleta que sacaban directamente de la bolsa. Si tenía tanto
en común con ellas, ¿por qué no podía hacer yo también tres comidas al día?

Pamy, Julie y Lana nunca me dijeron que me curara a mí misma. Me lo demostraron todos los días, y realmente
se esforzaron por comprenderme antes de tratar de curarme. Al final de mi primer semestre universitario, ya
ponían un lugar para mí en la mesa. Y me sentía bien recibida.

ACTIVIDAD DE AFIANZAMIENTO
De acuerdo a la conceptualización de buscar entender, luego ser entendido, responda:
1. ¿Por qué este hábito es la clave de la comunicación?
2. ¿Sabes escuchar? ¿Por qué crees que sabes o no sabes hacerlo?
3. Ser buen amigo es escuchar y no solamente hablar y hablar de ti y no permitir que tu amigo te cuente sus
problemas. ¿Eres un buen amigo? ¿Por qué?
4. ¿Cuándo discutes con tu amigo, sales a contar a los demás los secretos que esa persona te dijo? ¿Por qué
no lo haces?
5. ¿Por qué crees que el resultado de la reunión de los tres amigos, fue nulo?
6. ¿Qué significa entender al otro?
7. ¿Por qué este hábito es el más difícil de practicar?

De acuerdo al cuento, Mis verdaderas amigas, responde:


8. ¿Cuál es el problema de la chica protagonista de la historia?
9. ¿Por qué crees que una persona se vuelva anoréxica?
10. ¿¿Cuál fue el error de los pocos amigos leales que se apegaron a la chica?
11. ¿Cómo intentaron los padres ayudar a su hija?
12. ¿Cómo se conoce la chica de la historia con Pamy, Julie y Lana?
13. ¿Cómo se comportaron las chicas, cuando conocen a la protagonista de la historia?
14. ¿Por qué la anorexia dejó de ser el tema central en la vida de las cuatro amigas?
15. ¿Qué le agradece la protagonista a sus amigas?
16. ¿Crees que la chica logró finalmente curarse?
17. Todas sacaron beneficio de entender primero a la otra, antes de sí misma. Cuenta los beneficios que
crees que cada una sacó en esta historia.

EVALUACIÓN
 Cada estudiante de manera individual escribe en el cuaderno de Ética un mensaje corto donde resalte la
importancia de BUSCAR ENTENDER, LUEGO SER ENTENDIDO.

 Menciona una anécdota de tu vida donde te hayas sentido incomprendido (a) por un amigo(a), por tus
padres, o por tus profesores.

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