Vivir sin dolor ni sufrimiento , lejos del lado oscuro de la vida, bajo la eterna luz de lo

agradable , lo pulido, lo trasparente en donde todo habla de mi , donde todos piensan igual a
mi .

Tal vez esa es la premisa de la sociedad positiva que Byung Chul Han describe de manera
minusiosa en su libro , La sociedad de la transparencia .

El paraíso en la tierra, aquel prometido por las religiones , el que se alcanza escapando del
agobio del mundo externo , encerrándome en mi yo , donde todo puede suceder , donde no
hay algo diferente a mi que me ofrezca resistencia .

Dicha búsqueda de ese estado ideal del yo se siente amenazado con la presencia de lo distinto
a mí , de lo complejo , de aquello que necesita ser desentrañado y develado con esfuerzo,
escucha , comprensión , estudio y respeto .

Esta sociedad en la que vivimos tiene una solución rápida para acortar camino en la
experiencia de lo distinto , ella es el consumo , todo es consumible , comprable al alcance de
un solo eslogan ,el tan escuchado “ tu puedes si te lo propones “.

El costo es , simplemente conseguir el máximo rendimiento, amarás tu trabajo cuando más

tiempo y esfuerzo inviertas en el , tendras más afectos cuando más te obligues a ser querible ,
serás mejor amante cuanto más te esfuerces por amar

Si no funciona , intenta hasta el cansancio, si fracasas la culpa es solo tuya , por no haberte
esforzado lo suficiente , la triste paradoja de la solución neoliberal al hombre actual .

Que es posible lograrlo ? Si ,obvio que si , hay fórmulas de autoayuda que en el mundo digital
queda impreso, ese es el escenario ideal donde transcurre el modelo platónico del esta
sociedad capitalista , allí todo es posible , allí todo se consigue , allí no hay misterios , allí no
hay tiempo .

Tal vez el amor es lo más difícil de representar en ese mundo digital positivo , el calor humano
no se siente , el tacto de una caricia , el rastro de una lágrima , el silencio de una mirada , la
inutilidad del solo estar , la risa sin motivo y la linda sensación de sentir en un segundo la
eternidad de la mano de un otro .

En las pantallas se puede ver la vida , pero es muy difícil sentirla , se ven las cosas sin tiempo ,
sin duración , se ven historias sin narración , se vende amor sin un otro en la comodidad del yo
.

Tal vez es hora de ver la vida imposible sin un otro , solo así tal vez entenderemos lo mucho
que necesita esta sociedad de dejar de apostar al yo en sí mismo y comenzar a ser yo en otro y
para otros .