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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Universidad para las Ciencias de la Salud “Hugo Rafael Chávez Frías”
Medicina integral Comunitaria

Mención: Odontología
Proyecto al Introductorio.

LA ALIMENTACION EN VENEZUELA

Director del Proyecto: Dr. JorgeTovar

Caracas, 07 de diciembre de 2021.

1
Integrantes:

NOMBRES APELLIDOS CEDULA


1. ROBERTO GELVIS 17.587.985
2. EULY GASPAR 28.310.820
3. KARLIS RAMIREZ 30.357.576
4. DULCE MALDONADO 30.523.400
5. NERISBETH BALDAYO 30.095.174
6. MILANGEL SANCHEZ 25.385.159
7. RUTH SANTANA 17.757.651
8 RICHELLE AGUILERA 29.621.497
9 JADE MOLINA 24.181.589
10 STEFANY PACHECO 30.775.447
11 YORMAN VASQUEZ 17.158.332
12 GLENNIFER MARQUEZ 20.0823.752
13 JHOSSET BERRIO 27.818.257
14 ANGELO CAMMARATA 29.922.621
15 DREILY SANDOVAL 30.473.812
16 WILMERLIZ CALDERA 29.799.365
17 CHARLY URBAY 30.793.727
18 REYES CONTRERAS 29.706.075
19 JUINDER RODRIGUEZ 31.229.457
20 MARIAN CAÑIZALES 29.511.315
21 SAMY MENDOZA 28.210.157
22 JOSUE BELLO 30.062.462
23 MILANGELA GARIZABALO 28.484.891
24 PATRICIA GOMEZ 20.594.492
25 ISABEL RODRIGUEZ 18.938.020
26 NAIBEL MARQUEZ 25.601.638
27 ROSIBEL CAMACHO 29.965.775
28 DIANA YEPEZ 20.799.512

2
NOTA DE ACEPTACION:

(_____________________)

Jurados:

1.______________________________________________________________
2.______________________________________________________________
3.______________________________________________________________
4.______________________________________________________________
5.______________________________________________________________
6.-------------------------------------------------------------------------------------------------------
7.-------------------------------------------------------------------------------------------------------

Observaciones:___________________________________________________
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Introducción……………………………………………………………………..Pg. 6
Capítulo 1 Situación alimenticia en Venezuela emitida por la FAO……….Pg.7
Capítulo 2 Crisis alimentaria el futuro de una alimentación………….....Pg. 16
Capítulo 3 La alimentación venezolanos según encuestas 1991-2015. Pg.18
Capítulo 4 Proyecto UNICEF y la alimentación en Venezuela………….Pg.23
Capítulo 5 Huertos Urbanos………………………………………………...Pg.27
Capítulo 6 Políticas de estado 1999-2015………………………………….Pg.41
Conclusiones ………………………………………………………………….Pg.58
Recomendaciones…………………………………………………………… Pg.60
Bibliografías…………………………………………………………..…..…Pg.31-63

…..////……...

INTRODUCCION

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En América Latina y el Caribe la mayoría de los países con subalimentación
(2011-2017), desaceleraron sus economías, y profundizaron la crisis
alimentaria y los conflictos sociales. Venezuela vive un empobrecimiento
masivo e inseguridad alimentaria que ha motivado la migración a otros países.
Para conocer la situación actual de la seguridad alimentaria (SA) y la
malnutrición, se estudiaron los principales determinantes, mediante el análisis
de informes técnicos de acceso público en el último quinquenio. Se encontró
que las dimensiones de la SA están severamente comprometidas: el acceso, la
disponibilidad la bioutilización y la estabilidad de las anteriores. Las
preferencias alimentarias están afectadas por la distorsión entre precios e
ingresos reales. El patrón de consumos de alimentos ha cambiado, resultando
insuficiente en cantidad y en calidad, sin variedad basado en el arroz, maíz,
pasta, granos, aceites; carentes de proteínas animales, vitaminas A, B, C, y
minerales (hierro, ácido fólico, zinc y calcio). El efecto indirecto es la mal
nutrición y del hambre oculta, en los mas vulnerables. La desnutrición crónica,
principal problema nutricional, se solapa con el déficit calórico-proteico y las
deficiencias nutricionales
El programa de nutrición comunitaria y el proyecto de emergencia social
(2017-2018) reportaron severidad del retraso de crecimiento en talla (moderado
y severo) y desnutrición aguda que afectaron principalmente a los niños
menores de dos años, en las zonas de menores recursos rurales o periurbanas
los tres determinantes inmediatos del estado nutricional del niño: Seguridad
alimentaria, atención adecuada y salud están fuertemente afectos por la
pobreza.
La seguridad alimentaria en Venezuela desempeña un papel muy importante
como factor determinante de la malnutrición que afecta a la población, las
características son particulares, en cuanto a una distribución desigual
geográfica, social, económica y del grado de severidad, moderado o severo.
Siendo muy limitada la cantidad y calidad, altera los hábitos alimentarios, lo
cual pone en peligro la salud y bienestar de la población más vulnerable niños,
mujeres embarazadas, y adultos mayores.
En Venezuela la situación política, económica y social, en la última década, ha
provocado el quiebre de la institucionalidad de la salud, lo social y de la
infraestructura productiva del país, que paulatinamente han devenido en un
grave deterioro de la dignidad y del bienestar de los venezolanos y la
prolongada privación que ejerce la población por derecho humano y
constitucional.
La invalorable acción de la sociedad civil venezolana, la académica y el
remanente de los productores agrícolas y de la industria merecen un especial
crédito en la misión de documentación y en la implementación de acciones
exitosas que han tenido lugar en el medio de esta crisis, y que deben constituir
parte del legado del duro aprendizaje que como nación nos ha tocado vivir,
mediante este proyecto de la Alimentación en Venezuela el grupo # ,
Aspirantes a la mención de odontología en la UCS, deja a disposición algunos
de los factores más relevantes, esperando que las conclusiones y
recomendaciones, nos lleve a reflexionar, participar, concientizar, que todos
formamos parte de la crisis y de la solución..

5
Capítulo 1
SITUACION ALIMENTARIA Y NUTRICION EN VENEZUELA EMITIDA POR
LA FAO.

6
Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional: Sistemas alimentarios
sostenibles para poner fin al hambre y la malnutrición. América Latina y el
Caribe, 2016.
La situación alimentaria en Venezuela se viene deteriorando desde 2012, año
en que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación) otorga el primer reconocimiento a Venezuela por «haber
alcanzado anticipadamente la meta del Objetivo de Desarrollo del Milenio
número uno (ODM-1):
Reducir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre para
2015», a pesar de que ya empezaba a notarse el fenómeno de la escasez, el
desabastecimiento de alimentos y el incremento desmedido de la inflación.
En dicha oportunidad varias organizaciones, entre ellas el Observatorio
Venezolano de la Salud, presentaron un documento para exigir una aclaratoria
con respecto a ese reconocimiento, el cual hasta la fecha no se tiene
respuesta.
En esta ocasión, el Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES) de la
Universidad Central de Venezuela, el Observatorio Venezolano de la Salud, la
Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición, la Fundación 5 al día, el
Centro de Investigaciones Agro-Alimentarias de la Universidad de Los Andes y
el Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela, presentan los siguientes
comentarios e interrogantes ante la reciente publicación y presentación a los
medios de comunicación del informe de la FAO que corresponde a la serie
“Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional”, específicamente el
capítulo sobre América Latina y el Caribe (2016).

DETERIORO DE LA SITUACION ALIMENTARIA EN VENEZUELA


El deterioro de la situación alimentaria, nutricional y de salud en Venezuela se
ha profundizado durante el último trienio 2014-2016, cuando los indicadores de
alimentación, nutrición y salud han exhibido cifras nunca antes vistas en
Venezuela, con el surgimiento de fenómenos que expresan situaciones
extremas de inseguridad alimentaria y hambre en toda la población, en especial
en los grupos vulnerables.
En este informe que publica la FAO sobre 2016, el cual se nutre de los datos
suministrados por el Instituto Nacional de Estadística de Venezuela (entidad
que por ley le corresponde suministrar los datos oficiales a los organismos
internacionales), llama la atención el hecho de que diversos aspectos
relevantes para Venezuela, a nuestro juicio, quedan sin ser analizados.

Desde el comienzo del Informe se señala que América Latina y el Caribe


(ALC) se adelantó al resto del mundo al establecer sus propias metas para la
erradicación del hambre para el año 2025. Igualmente, que los países de la
región adquirieron compromisos al aprobar el “Plan de aplicación integral sobre
nutrición materna, del lactante y del niño pequeño”, donde “se comprometieron
a disminuir la desnutrición, el sobrepeso, la anemia y a aumentar la prevalencia
de la lactancia materna antes del 2025”. Aquí surge una pregunta ¿Cuál es el
7
compromiso puntual e individual que adquirió Venezuela para cumplir con esta
meta?

ALGUNOS DATOS
El año 2015 estuvo marcado por el aumento de la pobreza extrema (49,9%),
la escasez de alimentos (entre 50%-80% en rubros básicos), el incremento de
la desnutrición y por una escalada inflacionaria (315,0%) que un año más tarde
alcanzaría la inflación más alta del mundo (superior al 600%).
Debe aclararse que estas cifras corresponden a la tasa de inflación de
alimentos y bebidas no alcohólicas, y que la tasa de inflación de alimentos en
2015, reportada en el informe, es hasta mediados de ese año.
Datos de la Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para la Salud
(MPPS), presentada en 2015 ante la Asamblea Nacional, mostraban cifras
alarmantes expresadas en un aumento del porcentaje de mortalidad materna,
que era 5,5 más veces que el valor registrado en el año 2012.
También es importante resaltar que la tasa de mortalidad neonatal reportada en
este informe de la FAO no coincide con resultados presentados por el (MPPS)
en su Memoria y Cuenta, que muestran un exorbitante aumento 100 veces más
del porcentaje de muertes neonatales/nacimientos vivos registrados respecto a
2012.
EN LA LITERATURA SE ENCUENTRA BIEN DOCUMENTADA LA
RELACIÓN QUE EXISTE ENTRE EL AUMENTO DE LA MORTALIDAD
MATERNA Y NEONATAL TANTO CON EL DETERIORO DE LA
INFRAESTRUCTURA Y ACCESO A LOS SERVICIOS DE SALUD, COMO
CON EL DÉFICIT DE LA ALIMENTACIÓN Y EL
ESTADO NUTRICIONAL DE LAS EMBARAZADAS. POR TANTO EL
DETERIORO EXPERIMENTADO DE VENEZUELA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
ES EL REFLEJO DE LA SITUACIÓN DEFICITARIA TANTO AL ACCESO DE
LOS SERVICIOS DE SALUD COMO A LOS ALIMENTOS.
En cuanto a la disponibilidad de alimentos entre 2014 y 2015, el Informe no
ofrece ningún análisis ante la gran diferencia, por defecto, que presenta
Venezuela respecto a otros países en la cifra de exportación de alimentos, a lo
cual se agrega que los datos de importación indican que esta disminuye entre
2014 y 2015.

También en este Informe se plantea que “para ALC el 2015 significó el cierre
de un ciclo positivo en particular, referido al objetivo 1 (ODM1) de “erradicar la
pobreza extrema y el hambre”. El documento detalla que “en efecto, la pobreza
extrema se redujo en un 66% en la región y la proporción de población en edad
laboral empleada subió, así como también la prevalencia de la
subalimentación, indicador neto de los ODM, bajó de 14,7% a 5,5%”.
NO PUEDEN ESPERARSE DATOS INDIVIDUALES POR PAÍSES, PERO LA
GENERALIZACIÓN REALIZADA ENCUBRE LA DISPARIDAD DE LOS
FENÓMENOS EN ALGUNAS NACIONES. LAMENTABLEMENTE PARA LOS
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VENEZOLANOS EL 2015 NO HA SIDO UN AÑO DE CIERRE DE UN CICLO
EXITOSO,
En relación con el acceso a los alimentos, llaman la atención varios detalles:
en primer lugar, que no se mencionan los tipos de cambio empleados en el
cálculo de divisas en Venezuela, en donde rige desde el año 2003 un control
de cambios; en segundo lugar, que la inflación de los alimentos reportada para
Venezuela (253%) es sustancialmente mayor a las registradas en las demás
naciones para 2015. Si Venezuela registra tasas de tres dígitos, entonces vale
decir que la inflación más alta -tras la de Venezuela- es la de Haití, con dos
dígitos, pero por debajo de 20%.
En este informe, se presenta una disminución de la pobreza entre los años
2000 y 2011, con un repunte para el 2014, cuando alcanzó un 32,1%. Esta
variable, según la cifra oficial del INE de Venezuela, aumentó a 33,1% en el
primer semestre de 2015. Adicionalmente, la pobreza extrema presenta una
reducción desde el año 2000, con un valor de 9,8% en 2014, valor que según el
INE fue de 9,3 en 2015. No obstante, estos datos son significativamente
inferiores a los reportados por la Encuesta de Condiciones de Vida de los
venezolanos (ENCOVI), que registró valores iguales a 48% y 73% de pobreza
general, junto a 23,6% y 49,9% de pobreza extrema en 2014 y 2015,
respectivamente.
En cuanto a la disponibilidad por grupos de alimentos correspondiente a las
distintas regiones del mundo y de ALC (expresadas en gramos/persona/día),
en el Informe de la FAO llama la atención que la información incluida
corresponde a los años 2009, 2010 y 2011, período en el cual la situación en
Venezuela era completamente distinta.
Por otra parte, y en cuanto a la evolución de la desnutrición infantil crónica en
países de ALC, merece destacarse que hasta el año 2015 fue favorable. Sin
embargo, los datos venezolanos corresponden al período 1990-2009, donde
las condiciones de pobreza son notoriamente distintas a la de los últimos años.
Entre las medidas de política gubernamentales que se mencionan no se
aportan datos que muestren cómo éstas han contribuido a mejorar una
situación. Así, por ejemplo, se menciona que Venezuela creó la Corporación
Venezolana para la Agricultura Urbana y Peri-urbana, sin enunciar ningún tipo
de evaluación para constatar la efectividad de dicha política.
De la misma manera se explica que países como Argentina, Honduras,
Panamá y la República Bolivariana de Venezuela optaron por aumentar el
salario mínimo nacional público y/o privado, para así aumentar los ingresos de
los trabajadores del país. Por lo que nuevamente se “engloba” a Venezuela
dentro de una situación promedio que no corresponde.
También incluyen dentro las medidas de transparencia e intervención la
distribución de alimentos a través de camiones, pero sin una descripción
ulterior a otros detalles que puedan contribuir a una mejor evaluación de este
sistema.

POSICION INSTITUCIONAL

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No alertar acerca de la situación alimentaria y nutricional venezolana actual
podría ser considerado como una violación al mandato “Derechos Humanos en
Primer Lugar”, cuando el personal en terreno local de las agencias del Sistema
de Naciones Unidas no reporta a sus respectivas sedes la verdadera situación
de la población (en este caso, la venezolana).
La alimentación de los venezolanos está severamente comprometida, tanto
por las dificultades para acceder a los alimentos debido a una drástica
reducción en las cantidades que se consumen, la severa escasez debida a la
contracción de la producción nacional y la merma de las importaciones, como
por la persistente inflación (la más alta en ALC en alimentos primordiales en la
dieta de los niños pequeños, como fórmulas infantiles y leche completa), que
han impactado los indicadores biológicos.
Estos muestran un incremento de la desnutrición en todas sus formas, de la
desnutrición grave entre 2014-2016 y la pérdida de peso de la población en
distintos estratos, así como el deambular de la población hambrienta en las
calles de nuestras ciudades y poblados, hurgando en la basura en busca de
comida, conductas propias de situaciones de hambrunas ya superadas en otros
países de la región.
Desafortunadamente esta situación, la alimentación deficitaria, compromete la
realización de otros derechos, como el derecho a la educación en particular de
las nuevas generaciones, pues es conocida la importancia que tiene la nutrición
adecuada sobre el desarrollo cognitivo y sobre el desempeño escolar en todas
las etapas. Así pues, los derechos a la salud, educación y alimentación se
encuentran íntimamente relacionados.
FAO estima que los niveles de inseguridad alimentaria en Venezuela durante
2021 superen los de 2019
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
publicó su nuevo informe: «FAO-WFP Hunger Hotspots», donde realiza un
análisis prospectivo y de alerta temprana de países y situaciones, llamados
«hotspots», donde es probable que la inseguridad alimentaria aguda se
deteriore en los próximos meses. Estos puntos críticos se identifican mediante
un análisis basado en consenso de los principales impulsores de la inseguridad
alimentaria, y su probable combinación y evolución entre países y regiones.
En el período de perspectivas de marzo a julio de 2021, hay 20 países y
situaciones en las que es probable que se produzcan más deterioro de la
inseguridad alimentaria aguda, debido a los múltiples factores que provocan el
hambre que están interconectados o se refuerzan mutuamente. Estos son
principalmente conflictos dinámica, los shocks económicos, los impactos
socioeconómicos de COVID19, los fenómenos meteorológicos extremos y la
difusión de plagas de plantas y animales enfermedades.
Un grupo específico de puntos críticos: Afganistán, Burkina Faso, el centro
República Africana, República Democrática del Congo, Etiopía, Haití,
Honduras, Nigeria, Sudán, Sudán del Sur, el árabe sirio República, Yemen y
Zimbawe – son particularmente preocupantes debido a la escala, gravedad y
tendencias de las crisis alimentarias existentes. En algunas áreas de estos
países, partes de la población están experimentando una situación crítica de
hambre, con un agotamiento extremo de los medios de subsistencia, consumo
10
insuficiente de alimentos y alta desnutrición aguda. De tales contextos frágiles,
cualquier nuevo impacto podría empujar a un número significativo de personas
al borde del abismo, a la indigencia e incluso al hambre.
Yemen, Sudán del Sur y el norte de Nigeria en particular son países con la
alerta más alta para el período de la perspectiva, debido a una combinación de
factores que dan lugar a un riesgo de hambruna o, en el caso del sur Estado de
Jonglei de Sudán: la probabilidad de que ya se esté produciendo una
hambruna. Estos factores incluyen altos porcentajes de la población que vive
en caso de inseguridad alimentaria de emergencia, acceso humanitario y
probabilidad de empeoramiento de la inseguridad alimentaria niveles debido a
conflictos, golpes económicos y choques climáticos. Se necesita urgentemente
una acción humanitaria específica a gran escala para prevenir el hambre. o
muerte en estas situaciones de mayor riesgo y para salvaguardar la mayor
comunidad vulnerables.
El informe proporciona recomendaciones específicas de cada país sobre las
prioridades para la respuesta de las emergencias, así como la acción
anticipada para abordar necesidades humanitarias existentes y garantizar
intervenciones de protección a corto plazo antes de que se materialicen nuevas
necesidades. Estas acciones son fuertemente recomendadas para salvar vidas,
proteger los medios de subsistencia de la mayoría de las poblaciones
vulnerables y prevenir un mayor sufrimiento humano.
VENEZUELA
Venezuela se encuentra entre los 25 países en riesgo de agudización de la
inseguridad alimentaria, debido a su deterioro económico continuo e impactos
socioeconómicos del COVID-19
La situación de la seguridad alimentaria en Venezuela es probable que se
deteriore aún más como resultado de la hiperinflación y el endurecimiento de
las sanciones internacionales. A esto se suma el impacto de las restricciones
relacionadas con COVID-19 y la escasez de combustible, que han afectado las
actividades logísticas y agrícolas en todo el país.
Las sanciones comerciales y financieras han provocado suspensión de las
exportaciones de petróleo, que representan la principal fuente del país de los
ingresos externos. Las restricciones a las importaciones de combustible han
llevado a dramáticos escasez, lo que resulta en mayores costos de energía y
transporte, y subsiguiente aumento de los precios de los alimentos.
La inflación de los alimentos se situó en un asombroso 1,700 por ciento al
final de 2020. Aumentó aún más por la depreciación constante del Bolívar
venezolano. La prolongada inestabilidad de la moneda local ha llevado a una
dolarización parcial de la economía, impulsando las disparidades entre aquellas
personas que tienen acceso a dólares estadounidenses, a través de remesas
y / o ingresos de exportación, y la mayoría de las personas, que no tienen dicho
acceso. Es probable que el Gobierno continúe para facilitar la dolarización de la
economía y el uso de alternativas monedas para estabilizar la economía.
Sin embargo, se espera el impacto de las sanciones y los bajos precios del
petróleo lleven a una mayor contracción económica, pronosticado en –10 por
ciento en 2021, hiperinflación, prevista en 6500 por ciento en 2021. Este
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provocará una pérdida de ingresos y empleo, además de una alta precios de
comida. Es probable que el deterioro económico resulte en más migración a
otros países.
Se espera que los niveles de inseguridad alimentaria aumenten
significativamente más allá de los de 2019, cuando alrededor de 9,3 millones
de venezolanos padecían inseguridad alimentaria, según la escala CARI del
PMA.

TENDENCIA EN EL CONSUMO DE ALIMENTOS.


El consumo de alimentos de los venezolanos, en los últimos años viene
presentando una tendencia a la reducción tanto en la cantidad como en la
calidad de la dieta. Desde el 2013, según la Encuesta de Seguimiento al
Consumo de Alimentos (INE-ESCA 2005-2014) (13), se observó una tendencia
a la disminución en los gramos diarios por persona/día, cuando se compara
con el máximo en gramos totales consumidos en 2012 (1.300 g/p/d) con los
consumidos (1.107 g/p/d) en 2014, la diferencia de 193 g/p/d, representó una
caída de 15% en el consumo de alimentos. Este resultado es de suma
importancia debido a las implicaciones en el estado nutricional de la población,
en cuanto a la suficiencia de los alimentos para cubrir los requerimientos
nutricionales del venezolano (Figura 1).

Malnutrición infantil. 2017-2018.


Para el 2030 los objetivos del desarrollo sostenible (ODS) (15) proponen la
erradicación del hambre y de todas las formas de malnutrición, específicamente
se trata de disminuir la prevalencia de la subalimentación, la inseguridad
12
alimentaria moderada o severa y poner fin a todas las formas de malnutrición,
el retraso del crecimiento, la emaciación o desnutrición aguda y el sobrepeso y
la obesidad.

Recomendaciones
Acciones anticipadas
1. Implementar programas de dinero por trabajo para apoyar la preparación de
la tierra para las temporadas principales de cultivo de maíz y arroz secundario.
dirigidos a los trabajadores agrícolas sin otra oportunidad de ingresos.
2. Proporcionar insumos agrícolas a agricultores vulnerables con poder
adquisitivo reducido, antes de la siembra de arroz y maíz de invierno en abril y
mayo. Promover la producción local de semillas para garantizar la
autosuficiencia y promover el fortalecimiento de la población rural y de la mujer.
asociaciones para diversificar y acumular activos financieros, técnicos y
sociales.

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3. Apoyar a los migrantes venezolanos y las comunidades de acogida en las
zonas limítrofes mejorando el acceso a las necesidades esenciales, incluidas
agua, alimentación y nutrición básicas y producción local de alimentos, y
aumentando las oportunidades de ingresos para mejorar la seguridad
alimentaria y nutrición en vista de posibles recién llegados
Tendencia en el consumo de alimentos
El consumo de alimentos de los venezolanos, en los últimos años viene
presentando una tendencia a la reducción tanto en la cantidad como en la
calidad de la dieta. Desde el 2013, según la Encuesta de Seguimiento al
Consumo de Alimentos (INE-ESCA 2005-2014) (13), se observó una tendencia
a la disminución en los gramos diarios por persona/día, cuando se compara
con el máximo en gramos totales consumidos en 2012 (1.300 g/p/d) con los
consumidos (1.107 g/p/d) en 2014, la diferencia de 193 g/p/d, representó una
caída de 15% en el consumo de alimentos. Este resultado es de suma
importancia debido a las implicaciones en el estado nutricional de la población,
en cuanto a la suficiencia de los alimentos para cubrir los requerimientos
nutricionales del venezolano.

Respuestas de emergencia

El HRP pide USD 193,7 millones para la seguridad alimentaria y los medios de
vida, y 32,7 millones para intervenciones nutricionales.
1. Garantizar la alimentación de los niños en edad escolar en las comunidades
más pobres de todo el país, conectándose con la producción local de alimentos
para mejorar las economías rurales.
2. Ampliar la asistencia humanitaria para satisfacer las necesidades más
urgentes, que han crecido significativamente debido al COVID-19. Esto incluye
brindar apoyo para la implementación del Plan de Respuesta Humanitaria y su
alimentación. componente de seguridad y medios de vida, financiando el Fondo
Humanitario de Venezuela recientemente establecido y salvaguardando el
espacio humanitario. La asistencia debe apoyar a las poblaciones tanto
urbanas como rurales, a fin de evitar una mayor seguridad alimentaria.
deterioro causado por la inflación, pérdida de poder a adquisitivo y pérdida de
ingresos.

14
Capítulo 2

CRISIS ALIMENTARIA, EL FUTURO DE UNA GENERACION.

¿Cómo llegamos a esta crisis?


No existe forma alguna de poner en entredicho lo que hoy enfrenta Venezuela
en materia de seguridad alimentaria y nutricional y, por ende, en los tremendos
impactos que tal situación tiene sobre la salud de la población. Pero, ¿cómo
llegamos hasta aquí? Este camino parece un cuento increíble dado los
inmensos recursos petroleros con los cuales contaron los gobiernos llamados
socialistas para distribuir y redistribuir tales beneficios. En evidente retaliación
de las gestiones anteriores, estos gobiernos intentaron cambiar el esquema
económico basado en una fuerte pero matizada intervención estatal, por la
abierta centralización de todas las decisiones.
En materia agroalimentaria, las expropiaciones y los episodios de violencia
que las acompañaron resultaron en fin de cuentas, en la pérdida de la
capacidad productiva de tales empresas de las cuales medraron funcionarios
gubernamentales y sus familiares. Si a ello se añade la creciente militarización
de las instituciones y el nepotismo en el Estado y en sus aparatos, la
conclusión es más pobreza y hambre abierta y oculta. La guinda de la torta fue
el reconocimiento que la FAO otorgó a Venezuela por sus políticas reductoras
de la desnutrición. ¿Complicidad o desconocimiento? No importa; en ambos
casos, resulta muy grave.

Recomendaciones
Para salir de esta crisis, es importante tener en cuenta que hay que trabajar
las emergencias como la escasez de alimentos, para garantizar el aporte de
alimentos a la población, a la vez que se atiendan de manera focalizada los
grupos vulnerables que pueden sufrir más esta alarmante situación.
Los adultos mayores, mujeres embarazadas, lactantes menores, niños en
edad pre-escolar y escolar representan grupos vulnerables que pueden
comprometer su salud en circunstancias como las actuales.
Datos del Observatorio Mirandino de Adultos Mayores reportan que el 38% de
adultos mayores disminuye la compra de alimentos al ser jubilados.
En un centro centinela del municipio Sucre, en una población de embarazadas
que asisten a la red municipal de ambulatorios, se encontró que el 40% de
15
estas mujeres comenzó el embarazo con malnutrición, bien sea por déficit o por
exceso, y que el 44% de las mismas tuvieron su primer embarazo antes de los
17 años.
Los requerimientos energéticos y nutricionales de las embarazadas son
específicos para su condición, y en particular, los requerimientos de las
embarazadas adolescentes deben ser monitoreados muy de cerca para
asegurar no solo la ingesta adecuada de alimentos, sino los nutrientes
específicos necesarios para la buena evolución del embarazo. Tal es el caso
del hierro, calcio, ácido fólico y ácidos grasos omega 3.
Para garantizar el cumplimiento de estos requerimientos, los de las futuras
generaciones de venezolanos, es necesario que el país se “enrumbe” hacia un
modelo de producción agrícola y pecuaria que garantice estos aportes, podría
sugerirse que se comience a incentivar la producción de alimentos de ciclo
corto, como huevos, pollo y pescado. A la vez, es importante incentivar la
producción de otros alimentos de ciclo largo, para fortalecer el
autoabastecimiento de los productos tradicionales y esenciales en el país, el
cual ha disminuido notablemente hasta el presente. Por lo tanto, es necesario
priorizar los recursos que deben destinarse a estos fines, para lograr una
eficiente producción acorde con las necesidades y requerimientos de la
población.
Además, es importante flexibilizar los controles para la asignación de divisas
que permita la compra de insumos para que se pueda mejorar el aparato
productivo.
Otro punto importante es mejorar la distribución de alimentos y garantizar las
libertades de compra. Los venezolanos necesitamos realizar la adquisición de
alimentos basados en nuestra idiosincrasia culinaria y conocimiento nutricional,
a precios adecuados y con estabilidad en la disponibilidad de los alimentos,
para de esa manera bajar la angustia por almacenar alimentos, lo cual aumenta
el ciclo perverso de la escasez de los mismos.
Finalmente, es necesario concertar a los factores sociales: gobierno, sector
privado, academia y sociedad civil para ajustar las necesidades acordes con
las tecnologías y conocimientos actualizados por el bien común y el progreso
del país. De esta manera habremos asegurado el futuro nutricional de las
próximas generaciones.

16
Capítulo 3

LA ALIMENTACION DE LOS VENEZOLANOS SEGÚN ENCUESTA (1999-


2015)

La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), en ausencia de


información actualizada, contribuye con información actualizada sobre diversas
variables que integran la calidad de vida y el bienestar, entre ellas las
relacionadas con la alimentación de los venezolanos. En este momento donde
investigar es difícil tanto por falta de recursos humanos como materiales, las
Universidades Católica Andrés Bello, Universidad Simón Bolívar, Universidad
Central de Venezuela y Fundación Bengoa, se han unido para obtener
información metodológicamente correcta sobre algunas variables relacionadas
con el bienestar de los venezolanos. La ENCOVI, por sus objetivos y por las
características en el abordaje de los diferentes temas que comprenden el
bienestar de una población, es una encuesta compleja y larga que necesita
optimizar el instrumento de recolección de datos y al mismo tiempo, garantizar
que la información obtenida permita mostrar de la manera más confiable la
situación en cada una de las áreas de estudio.
Los métodos para la evaluación del consumo de alimentos tales como el
recordatorio 24 horas o los cuestionarios de frecuencia de consumo, implican
una metodología compleja, laboriosa y costosa que puede no ser factible
cuando se integran diferentes áreas de estudio. Una de las maneras de obtener
información sobre la situación alimentaria en un contexto determinado es
evaluar la seguridad alimentaria (SA), el patrón de intención de compra y las
condiciones de bienestar de una población a través de los diferentes
instrumentos disponibles para tal fin. La SA, es un concepto que constituye el
acceso en todo momento a alimentos suficientes y saludables para todos y se
analiza a través de cuatro dimensiones: el acceso y la disponibilidad de
alimentos, la biodisponibilidad y la constancia en las tres anteriores.

Resumen
La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) en su tercera
edición, es una contribución de las Universidades Católica Andrés Bello,
Universidad Simón Bolívar, Universidad Central de Venezuela y Fundación
Bengoa, para obtener información sobre algunas variables relacionadas con el
bienestar de los venezolanos. En 6413 hogares en ciudades grandes
incluyendo Caracas y las principales del interior del país, ciudades medianas,
pequeñas y caseríos, se investiga la composición de la canasta semanal de
alimentos y patrón de alimentación según Línea de Pobreza, hábitos
alimentarios, hábitos de vida, enfermedades relacionadas y variación del peso.
La harina de maíz, arroz y trigo representan 30 % del total de la compra
semanal. Entre los diez primeros alimentos que adquieren se encuentran
17
hortalizas (63,9 %) y tubérculos (52 %), superior que los que incluyen proteínas
de origen animal, carnes rojas (44,1 %) y aves (43,6 %), grasas (37,5 %),
quesos (37,1 %), pescados (32,3 %) y leche 24 %. En 93,3 % de hogares el
ingreso no alcanza para la compra de alimentos, 32,5 % de los entrevistados
ingiere 2 o menos comidas al día, 48% considera que su dieta es monótona y
deficiente y 72 % de los entrevistados refieren que en promedio perdieron 8,7
kg en el último año. En los hogares venezolanos se observa una tendencia
regresiva en la compra de alimentos que integran la cesta semanal entre 2014
y 2016 en cantidad (menos alimentos) y en calidad (menor variedad) debido a
la imposibilidad de adquirir los alimentos, situación que está generando mayor
inseguridad alimentaria y desnutrición en la población más vulnerable.

Resultados

Compra semanal de alimentos según Línea de Pobreza y variación en el


tiempo.
Adquisición de la Canasta semanal de alimentos.

La composición de la canasta semanal de alimentos en el hogar, se investigó


en una muestra de 6413 hogares. La harina de maíz y derivados fueron
adquiridos por 84% de los hogares, seguido de alimentos que son también
fuente importante de carbohidratos como el arroz y derivados (71 %) y la harina
de trigo y derivados (70 %) que incluye distintas variedades de pan y pastas.
Estos tres grupos de alimentos representan aproximadamente la tercera parte
del total en la canasta semanal de los veinte primeros alimentos reportados en
la compra.

En la dieta del venezolano de 2016, entre los diez primeros alimentos que los
hogares adquieren semanalmente destacan las hortalizas (63,9 %) y los
tubérculos (52 %), los cuales representan un porcentaje mayor de compra que
las proteínas de origen animal, carnes rojas (44,1 %) y aves (43,6 %),
básicamente pollo. También superior al porcentaje en las grasas (37,5 %),
aceites, margarinas, mantequilla, mayonesa, así como, de otras fuentes
proteicas tales como quesos (37,1 %) y pescados (32,3 %). Igualmente llamó la
atención que solamente 24% de los hogares incluyen la leche en la lista de
compra, resultado muy preocupante debido a la importancia de este alimento
para la alimentación complementaria de los niños, así como también, por ser
una de las principales fuentes de proteínas, calcio y ácidos grasos, esenciales
para el crecimiento y desarrollo adecuado de la población infantil.
Venezuela. Porcentaje de hogares según planificación de la compra semanal
de alimentos. Año 2016.

18
Tendencia en la compra de alimentos entre 2014 y 2016

En los hogares venezolanos se observa una tendencia regresiva en la compra


de alimentos que integran la cesta semanal entre 2014 y 2016, tanto en la
cantidad (menor número de alimentos) como en calidad (menor variedad). En
el transcurso de estos tres años, los hogares han tenido que subsistir en medio
de una inflación de tres dígitos, que reduce el poder de compra y genera una
serie de ajustes y desajustes en la dinámica del hogar, tanto en la compra de
alimentos como de otros enseres.

Venezuela. Porcentaje de hogares según planificación semanal de la compra


de alimentos. Años 2014 -2016

19
La disminución en la compra de alimentos entre los años 2014 y 2015,
mostraba las implicaciones de la crisis económica en la adquisición de
alimentos, en especial en alimentos fuentes de proteínas vegetal o animal:
leguminosas (-23%), carnes (-18%), quesos (-17%), pollo (-13%), así como
también, en las grasas (-12%). Esta contracción es aún mayor entre 2015 y
2016, periodo en el cual, se produce un quiebre significativo en el patrón de
adquisición de alimentos, que se manifiesta de forma dramática en aquéllos
alimentos que proveen proteínas de alto valor para el crecimiento, desarrollo y
mantenimiento de funciones en el organismo tales como, lácteos (-44%),
leguminosas (-39%), pollo (-37%), huevos (-32%), carnes (-28%), y presenta
además una disminución adicional muy importante en lo que se refiere a las
grasas (-47%) y frutas (-34%). El descenso generalizado, aparece con menos
intensidad en los carbohidratos como harina de maíz y cereales (-8%), harina
de trigo y derivados (-12%), arroz y otros (-15%).

La disminución en la compra de alimentos entre los años 2014 y 2015.

20
Capítulo 4

PROYECTOS DE LA UNICEF Y LA ALIMENTACION EN VENEZUELA


21
Nutrición
La alimentación adecuada en los primeros años de vida aporta los nutrientes
necesarios para el óptimo crecimiento y desarrollo. UNICEF trabaja para que
cada niño y niña en Venezuela tenga acceso a la atención nutricional acorde a
su edad.
Desafío
Según el más reciente informe del Estado Mundial de la Seguridad
Alimentaria y Nutricional de 2017 el 13.5% de la población venezolana presenta
subalimentación.
El adecuado estado nutricional desde la gestación es vital para el crecimiento
y el desarrollo de los niños y las niñas. Actualmente, la niñez y la adolescencia,
en condiciones de mayor vulnerabilidad en Venezuela, enfrentan desafíos para
acceder a las intervenciones nutricionales que contribuyan a su adecuado
estado de salud y calidad de vida.
La información disponible indica que se requieren esfuerzos para garantizar la
lactancia materna en la primera hora de vida del bebé, prevenir las deficiencias
de micronutrientes, la desnutrición aguda y el retraso en el crecimiento infantil.
El abordaje de estas situaciones permitirá el desarrollo integral de los niños y
las niñas, así como la contribución en el desarrollo social de la población
venezolana en el mediano y largo plazo.

Bancos de Leche Humana y Lactarios Institucionales en Venezuela


La República Bolivariana de Venezuela ha realizado avances para asegurar
un amplio marco legislativo y de políticas públicas de protección integral de los
derechos de la niñez y la adolescencia como parte de los compromisos
adquiridos al ratificar la Convención de los Derechos del Niño (1990) y los
Objetivos de Desarrollo Sostenibles para el 2030.
Desde 2007 el país cuenta con una Ley de Promoción y Protección de la
Lactancia Materna al tiempo que la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña
y Adolescente (2000) también establece la lactancia materna como un derecho
humano. Cabe destacar que uno de los objetivos de salud pública establecidos
en el Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación
2013-2019 propone asegurar una alimentación saludable y una nutrición
adecuada a lo largo del ciclo de vida, en concordancia con los mandatos
constitucionales sobre salud, soberanía y seguridad alimentaria, destacando
como meta para 2019 el incremento en 70% de la prevalencia de la Lactancia
Materna Exclusiva (LME).
En la actualidad se dispone de mucha información sobre los innumerables
beneficios que aporta la alimentación del recién nacido con leche materna,
alimento que debe ser suministrado de forma exclusiva durante los primeros
seis meses de vida y prolongada con una alimentación complementaria
oportuna y adecuada hasta dos años y más. La leche materna reduce el riesgo
de morbimortalidad infantil y promueve el desarrollo sano de los niños y las

22
niñas, sin embargo, ante situaciones especiales que pueden presentarse en el
momento del parto –tanto en la madre como en el niño, que imposibiliten
colocar al recién nacido al seno materno– los Bancos de Leche Humana y los
Lactarios Institucionales representan una alternativa para no interrumpir la
alimentación natural infantil en menores de 2 años.
En este sentido, estos servicios se proyectan a nivel de la comunidad intra y
extra hospitalaria para la protección, promoción y apoyo de la lactancia
materna, especialmente con los recién nacidos de bajo peso al nacer,
prematuros y neonatos que se encuentren hospitalizados en las unidades de
cuidados intensivos o intermedios, y que no pueden ser colocados al pecho de
su madre, lo que facilita una mejor calidad en la atención clínico nutricional, el
crecimiento y el desarrollo acorde a su edad.
Estos servicios contribuyen a reducir el tiempo de hospitalización del recién
nacido, y tienen una incidencia directa en los costos del presupuesto
hospitalario, tanto por estancia como por la disminución de las compras de
sucedáneos de la leche materna (fórmulas lácteas). Así mismo, esta alternativa
forma parte de una estrategia básica para contribuir a disminuir la morbilidad y
mortalidad infantil en nuestro país, y de manera muy especial la mortalidad
neonatal.
La diferencia fundamental entre los Lactarios Institucionales y los Bancos de
Leche Humana se encuentra en el aspecto funcional, ya que los lactarios
poseen un sistema más sencillo en cuanto al tratamiento de leche materna,
sólo congelan o refrigeran, mientras que en los bancos se pasteuriza y realizan
otras determinaciones (físico-química, bacteriológica, entre otras), razón por la
cual son servicios más complejos.
En Venezuela, los Bancos de Leche Humana y los Lactarios Institucionales
tienen su inicio en el segundo quinquenio de la década de los ochenta. El
Hospital Universitario de Caracas es el primer establecimiento de salud que
contó con un Banco de Leche Humana. Posteriormente, se organizaron nuevos
servicios a nivel nacional cuando se creó la Coordinación Nacional de Bancos
de Leche Humana y Lactarios Institucionales en el Ministerio del Poder Popular
para la Salud (MPPS).
Actualmente se cuenta con diez Bancos de Leche Humana y nueve Lactarios
Institucionales, sin embargo, para efectos de este estudio no fueron incluidos
dos servicios: el Banco de Leche Humana del Hospital Patricio Alcalá en
Cumaná, estado Sucre, y el Lactario Institucional de la Unidad de Cuidados
Intensivos Neonatal de Puerto Cabello, estado Carabobo, los cuales fueron
creados después del levantamiento de la información.
El presente estudio se lleva a cabo en el marco de la cooperación entre el
MPPS y UNICEF, y tiene como objetivo analizar la situación del funcionamiento
de los Bancos de Leche Humana y los Lactarios Institucionales. A partir del
análisis se formulan propuestas y recomendaciones.

Banco de Leche Humana del Hospital Universitario de Caracas

23
Los principales hallazgos en el Banco de Leche Humana del Hospital
Universitario de Caracas muestran un alto grado de adecuación a la norma en
las áreas de procedimiento para el almacenamiento de la leche, 91,7%,
cumpliendo con los controles de temperatura de refrigeración, congelamiento
etiquetado.
En funcionamiento y condiciones del servicio, se reflejó 89,20% de conformidad
a los criterios establecidos. En este aspecto se observó que físicamente su
ubicación corresponde a la norma, mantiene interrelación constante con los
servicios que son base para su funcionamiento, y está alejado de ambientes
que presenten riesgos de contaminación, tales como depósitos de basura,
residuos biológicos, entre otros, y cuenta con áreas bien delimitadas.
En cuanto a la atención a las donantes y larutina que se exige para estos fines,
tiene un grado de adecuación de 87,50% en relación a la norma. Se cumple
con la exigencia de los exámenes médicos y con los formatos necesarios para
recolectar información pertinente a la condición médica de la madre y los
hábitos de vida.
Se les suministra información sobre el servicio, así como sobre los criterios
para realizar las donaciones. El personal que labora en este servicio está
adecuadamente capacitado.
En relación con pacientes o receptores, los procedimientos en el Banco de
Leche Humana, así como el sistema de registro y control de calidad están por
encima de 80% de conformidad con lo establecido como referencia.
Los aspectos que no están conformes con la normativa técnica están
relacionados con la distribución de la leche y su identificación, en cuanto a las
técnicas de extracción, se utilizan sólo las máquinas extractoras.

Solución
UNICEF trabaja con el gobierno nacional y los gobiernos locales, así como
con organizaciones de la sociedad, gremios y grupos académicos, en el
desarrollo de acciones preventivas y de atención oportuna a población
vulnerable en condición de riesgo nutricional o desnutrición aguda, así como la
promoción y apoyo a la práctica de la lactancia materna.

UNICEF apoya técnica y operativamente la implementación de intervenciones


de bajo costo y alto impacto como el fomento de la práctica de la lactancia
materna, la desparasitación, la suplementación con micronutrientes a niños,
niñas y mujeres embarazadas, y el manejo ambulatorio de los niños y niñas
con desnutrición aguda.
Durante 2020, UNICEF apoyó servicios de nutrición esencial para la
prevención precoz y el tratamiento seguro de la desnutrición aguda global en
niños menores de 5 años y en mujeres embarazadas y lactantes, además
proporcionó el tratamiento preventivo contra la parasitosis. También contribuyó
con capacitaciones para profesionales sanitarios, así como para trabajadores

24
de la salud, la sociedad civil y la comunidad, como formadores en alimentación
del lactante y el niño pequeño en situaciones de emergencia.

Capítulo 5

HUERTOS URBANOS
Limitaciones de espacios para los huertos urbanos:
La agricultura urbana es una de las estrategias que han sido promovidas por
el gobierno nacional para incrementar la oferta de alimentos, combatir la
pobreza, recuperar espacios urbanos y mitigar la contaminación en la ciudad.
Gracias al apoyo gubernamental y la participación activa de comunidades
organizadas, esta política pública ha tenido un crecimiento acentuado durante
los últimos quince años.
¿Qué es un huerto urbano y para qué sirve?

25
Un huerto urbano es un espacio cubierto o no destinado al cultivo de flores,
plantas aromáticas, hortalizas, hierbas medicinales, frutales, a escala
doméstica. Para evitar los problemas que ocasiona la agricultura intensiva en la
actualidad, podemos poner nuestro granito de arena haciendo un huerto
urbano en casa.
Los huertos urbanos existen desde hace millones de años, de hecho, durante
el Neolítico las mujeres cultivaban semillas alrededor de su casa, aunque fue
durante la Segunda Guerra Mundial cuando comenzaron a desarrollarse los
huertos urbanos como una forma de asegurarse los alimentos. En Estados
Unidos, Reino Unido y Alemania se llegaron a utilizar los campos de fútbol o los
parques para cultivar.
Hoy en día los huertos urbanos son una forma de proveer productos
ecológicos, cuidar el medioambiente y comer de forma sana y sostenible.
Artículo 5º. La seguridad agroalimentaria es la capacidad efectiva que tiene el
Estado, en corresponsabilidad con el sector agroalimentario nacional, para
garantizar a toda la población, la disponibilidad, acceso, intercambio y
distribución equitativa de los alimentos de manera estable, que aseguren las
condiciones físicas y emocionales adecuadas para el desarrollo humano
integral y sustentable, considerando el intercambio, la complementariedad y la
integración económica entre los pueblos y naciones como elemento esencial
que garantiza el derecho a la alimentación.
Estos espacios inician en el 2003, mediante el enlace entre esferas militares y
cívicas que se encargan de la producción de abono, aprovechando las
caballerías del sector castrense y el rescate de espacios urbanos para la
siembra. En ese contexto.
Posteriormente, y como parte de una política de Estado, se continua con un
rescate de la cultura del agro en las urbes con la promoción de patios y
balcones productivos, así como con la implementación de micro-parcelas en los
sectores populares del municipio. En ese escenario, las instituciones con mayor
participación en la etapa descrita son la Fundación de Capacitación e
Innovación para Apoyar la Revolución Agraria (Ciara) junto con la
Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO),
el ejecutivo nacional comienza un plan de trabajo y de formación en técnicas
organopónicas, hidropónicas y huertos intensivos en todo el país, luego de lo
cual tuvo un éxito notable con las técnicas organopónicas, aunque poco con las
hidropónicas.
Cabe anotar que la insuficiencia de insumos para la hidroponía, una práctica
altamente tecnificada, constituye la principal razón para su escasa
masificación.
En el 2008, estas comunidades obtienen un marco legal dirigido hacia la
conformación de consejos comunales grupos amparados bajo tal figura de
organización político-territorial, la cual es impulsada por el Estado, desde la
cual comienza a producirse un cambio de la gobernanza a nivel local.
Para el 2008, la Fundación Ciara, lanza un proyecto nacional de agricultura
urbana cuyo propósito es incentivar y reforzar la producción agrícola urbana.
En consonancia, crea centros de producción de insumos de infraestructura y
26
generación de compost, e inicia un trabajo de comercialización en puntos de
venta. Cabe señalar que, al momento de su fundación, este programa tiene
parámetros débiles; su trabajo es muy lento, técnico y burocrático, lo cual limita
el rescate de los saberes locales tanto los campesinos como los tradicionales, y
no promueve el reciclaje, la reutilización o la concientización de las
comunidades con vías hacia la sustentabilidad.
Para el 2010, con la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal, las
comunidades organizadas acceden de manera formal a los medios de
producción mediante los cuales son capaces de construir una economía que se
contraponga al liberalismo de mercado, asumiendo así el rol que se les asigna.
En el año 2011, este programa se fortalece notablemente gracias a la
creación de la Gran Misión AgroVenezuela programa socioproductivo nacional
para motorizar la producción agrícola.
Durante el 2014, el programa de agricultura urbana pasa a ser administrado
por el Fondo de Desarrollo Agrario Socialista (Fondas). Desde dicha institución,
se impulsan nuevas técnicas de producción orientadas hacia una agricultura
denominada de plástico, compuesta de invernaderos, casas de cultivo y
viveros. En ese mismo año, la alcaldía de Libertador crea el plan municipal de
agricultura urbana, denominado Plan Siembra Caracas. Este plan, el cual ha
sido elaborado con metodologías participativas, evidencia cómo los habitantes
de los sectores populares tienen presente la siembra como herramienta para el
desarrollo urbano sostenible.
En el año 2015, el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura Urbana
(Minppau) es creado; una dependencia la cual aglutina todos los objetivos de la
Fundación Ciara, el Fondas y los gobiernos locales. El surgimiento del
(Minppau) impulsa un Plan Nacional de Agricultura Urbana, y crea una
institucionalidad propia para su existencia. Por otro lado, las comunidades
organizadas comienzan a desarrollar esfuerzos de trabajo colectivo en áreas
populares del municipio, lo cual permite la generación de patios productivos, al
igual que el rescate y la conservación de la agrodiversidad, y la generación de
abonos orgánicos.
De esa manera que, comunidades, instituciones estadales, campesinos y
estudiantes tendrán un punto de partida desde el cual pueden sugerir
recomendaciones de trabajo técnico y social, además de permitir balances de
forma periódica de, factores que deben ser adaptados a los espacios urbanos.
Este estudio representa una evaluación inicial de las unidades de producción
agrícola urbana.
Es notorio que en el municipio Libertador se han registrado numerosos
espacios de agricultura urbana como balcones, huertos, jardines, unidades de
producción agrícola urbana (UPAUs), terrazas, patios y techos verdes.
El Ministerio del Poder Popular de Agricultura Urbana (Minppau) tiene como
meta establecida la producción de alimentos, en mil urbanismos de la Gran
Misión Vivienda Venezuela (GMVV), ubicados en todo el país, a través del
reimpulso del programa Viviendas Productivas, aprobado recientemente por el
presidente Nicolás Maduro Moros, a través del Plan Agrourbano Carabobo 200.

27
El presente Manual de agricultura urbana propone una forma alternativa de
producción y distribución de alimentos mediante el aprovechamiento de los
recursos locales disponibles (basura, agua, espacios, etc.) para generar
productos de autoconsumo. La idea es que podamos aprovechar algún
pedacito de terreno dentro o cerca de nuestra casa para sembrar hortalizas y
árboles frutales para el autoconsumo de nuestra familia.
Al asegurar parte de la alimentación de nuestra familia estamos aportando a
la soberanía alimentaria de nuestro país.

 Conocemos el proceso que llevo nuestro alimento y por lo tanto la


calidad real de los productos.
 Evitamos el uso a gran escala de agroquímicos tóxicos y
potencialmente nocivos.
 Aportamos a la economía local y familiar al dejar de comprar
productos en las cadenas de supermercados.
 Se aprovecha el agua de lluvia, y la luz solar. Además, las plantas
reducen el nivel de ruido y ayudan a contrarrestar la contaminación
atmosférica.
 Permite un espacio de recreación y trabajo y nos reconecta con la
tierra y la naturaleza.

El abastecimiento agroalimentario en Venezuela se caracteriza por haberse


estructurado en función del consumo de la población concentrada en los
principales centros urbanos, y ha estado determinado en gran medida por la
progresiva vinculación del sector agroalimentario venezolano al sistema
agroalimentario configurado a escala internacional. Este vínculo se tradujo, en
la práctica, en un alto grado de dependencia de las importaciones de materias
primas para su procesamiento agroindustrial. De esa forma, el consumo
alimentario de las ciudades en las cuales se concentró la población y el patrón
internacional de abastecimiento definieron la configuración del sistema
agroalimentario venezolano y, por consiguiente, la estructura de producción
agrícola, la agroindustria, las formas de organización de abastecimiento y el
consumo.
¿Por qué es importante la agricultura sostenible?
La agricultura sostenible es aquella que garantiza que se cubren las
necesidades de las generaciones actuales y de las futuras, que asegura la
rentabilidad y que protege al medioambiente. Sin embargo, alcanzar una
agricultura sostenible es todo un reto porque existen muchos factores que
influyen como los siguientes:
En el mundo existen casi 800.000 millones de personas que sufren
hambre.
La población mundial aumenta por lo que crece la carga sobre la necesidad
de abastecer a la población.
28
Existen millones de toneladas de alimentos que se desperdician en el mundo
cada año debido a una mala gestión.
Como consecuencia de lo anterior es necesario encontrar un equilibrio entre
la satisfacción de las necesidades de las personas y la explotación de la tierra y
los huertos urbanos son una de las claves.
Huerto en la tierra
Es el de toda la vida. Las plantas se siembran o trasplantan directamente a la
tierra, en la que se desarrollarán hasta el final de su vida, o hasta que el
horticultor las retire.
En este tipo de huertas, el sustrato siempre es tierra, o mejor dicho, suelo que
se ha formado por la acumulación de rocas erosionadas, con distintos tamaños
de partícula y materia orgánica procedente de la vida (plantas, animales,
microorganismos) que vivió y murió en ese suelo.
Es habitual que el agricultor trate de mejorar las características del suelo
añadiendo nutrientes, materia orgánica y otras enmiendas como cal, ceniza de
madera, etc.

Huerto en contenedores
Aquellos huertos donde las plantas se cultivan en recipientes y cuyas raíces
no pueden continuar creciendo a través del suelo.
Los contenedores pueden ser pequeñas macetas, jardineras, mesas de
cultivo, bancales, recipientes reciclados, etc.
No importa el tipo de sustrato que empleemos, aunque sea tierra del jardín,
una vez que la introducimos en un recipiente ya estaríamos hablando de este
tipo de huerto y no del anterior.
Lo habitual sí sé que quiere tener éxito con este tipo de huertos es emplear
sustratos compuestos que contengan un material poroso, capaz de retener
mucha agua pero que al mismo tiempo mantenga el suelo aireado y esponjoso.
Además, ha de tener nutrientes, por lo que suele contener compost, humus de
lombriz u otros abonos orgánicos o minerales.
El sustrato es la pieza más importante de este grupo, puesto que la planta no
puede extender sus raíces más allá del espacio reducido del contenedor.
Depende totalmente de que ese pequeño trozo de sustrato contenga todo lo
que necesita asimilar a través de las raíces.

Huerto hidropónico
Se trata de aquellos en los que las plantas crecen sin suelo. Sus raíces se
encuentran inmersas en una corriente de agua o en un soporte poroso e inerte
que se moja con agua. Esta agua contiene en disolución los elementos
nutritivos que la planta necesita tomar a través de las raíces.

29
Una variante son los huertos acuapónicos, que básicamente son como los
hidropónicos con la diferencia de que en el agua viven peces u otros animales
acuáticos que contribuyen fertilizando el agua con sus residuos.
Aún siguen siendo huertos experimentales que a nivel doméstico no están
muy extendidos, pero que pueden tener importancia en el futuro.
No hay sustrato como tal. Pueden tener un soporte inerte para sostener a la
planta y conducir el agua enriquecida hasta las raíces.

Huertos escolares
Aunque en sí los huertos escolares no son ningún tipo especial de huertos, les
dedicaremos este apartado por su gran importancia a la hora de inculcar a los
niños valores y enseñar los conocimientos básicos sobre la producción de
alimentos de origen vegetal.
En todos los centros de enseñanza y a todas las edades se puede iniciar a los
escolares en el cultivo de plantas, es una tarea muy sencilla y motivadora para
los alumnos.
Como seguro que la tierra contendrá semillas de plantas silvestres, verán
cómo nace más de un tipo de planta, además de la sembrada, y aprenderán a
distinguirlas. Se les podrá explicar la competencia entre cultivos y "malas
hierbas", dejando en una de las macetas las hierbas y eliminándolas en las
demás.
Comprenderán que los vegetales necesitan el agua para germinar y crecer, y
que ésta sea de calidad. Se puede regar una de las macetas con agua salada
para que observen las consecuencias en la planta.
Verán también como las plantas se orientan hacia la luz. Se pueden girar para
que observen como al día siguiente se han movido. Descubrirán también que si
se pone una de las macetas en la oscuridad, la planta primero pierde su color
verde (la clorofila se acumula en los tejidos iluminados y es retirada de los que
están a oscuras) y más tarde muere porque necesita la luz como fuente de
energía.
Otras clasificaciones
Como ya dijimos, consideramos que actualmente todos los huertos se pueden
incluir en esos tres tipos que mencionamos arriba.
Pero eso no quiere decir que no se puedan clasificar teniendo en cuenta otros
aspectos, como por ejemplo la filosofía de trabajo, la forma, la ubicación o el fin
mismo del huerto, surgiendo entonces cientos o miles de tipos distintos como
estos:
Según su función

✧ Productivos: para producir alimentos.

✧ Educativos: para educar a la población.

✧ Terapéuticos: para curar mediante el trabajo en el huerto.


30
✧ Recreativos: para divertirse cultivando.

✧ Experimentales: para investigar y obtener datos, nuevas variedades, etc.

Según su filosofía

✧ Ecológicos: cultivo de hortalizas respetando el medio ambiente y sin emplear


productos sintéticos como abonos, pesticidas, etc.

✧ Convencionales: priman el rendimiento por encima del respeto al medio


ambiente y a la salud de las personas.

✧ Automáticos: diseñados de manera que funcionan sin necesidad de


atenderlos.

En función de la propiedad

✧ Privados: pertenecen a una o más personas.

✧ Comunitarios: pertenecen a un grupo grande de personas.

✧ Públicos: pertenecen a las autoridades y cualquier puede acceder a ellos son


la debida autorización

Según su geometría

✧ Horizontales: el plano de cultivo es horizontal.

✧ Verticales: el plano de cultivo es vertical, por ejemplo, unas macetas


colgadas de una pared.

✧ Irregulares: de forma indeterminada, normalmente aprovechando líneas del


terreno.

✧ Geométricos: de formas sencillas y perímetros bien definidos.

Según su pendiente

✧ Planos: la superficie de cultivo es casi completamente horizontal.

✧ Inclinados: la superficie de cultivo tiene cierta pendiente.

✧ En terrazas: la superficie de cultivo es plana, pero entre una y otra se


encuentra un escalón, una antigua técnica para lograr parcelas planas en un
terreno con pendiente.
Según su ubicación

✧ Exteriores: el huerto se encuentra completamente a la intemperie.

✧ Interiores: la zona de cultivo está en el interior de una construcción.


31
✧ En invernadero: la huerta está protegida por una lámina transparente que la
separa del exterior.

✧ Urbanos: se encuentran en la ciudad o muy cerca de ella.

✧ Rurales: están en pleno campo o cerca de pueblos pequeños.


Por ello, cualquiera de los tres grupos de la clasificación anterior puede ser
huertos ecológicos o no serlo, ser privados o públicos, educativos o con otro
uso, pero siempre serán huertos en tierra, en contenedores o hidropónicos.

ESTUDIO DE PARÁMETROS BIOQUÍMICOS DEL SUELO CON


DIFERENTES MANEJOS DE FERTILIDAD Y EN UN SISTEMA CEREALISTA
DE SECANO.

RESUMEN
La fertilización en agricultura ecológica se confía, en buena parte, a la
descomposición de la materia orgánica y a la fijación biológica de los
nutrientes. Es por tanto de vital importancia que en estos sistemas productivos
se realicen estudios que aborden el tema del conocimiento y la conservación
de la actividad biológica del suelo.
En este trabajo, se exponen los resultados de un estudio realizado entre los
años 2000 y 2003 partiendo de una rotación de barbecho-cebada-veza
enterrada-trigo duro, en el que se ha tenido en cuenta el efecto de diferentes
manejos de fertilización en el cereal (mineral, orgánico y sin fertilización), el
efecto sobre la biomasa microbiana y su actividad respiratoria, así como la
evolución de la materia orgánica y el nitrógeno mineral del suelo.
Los resultados indican que son las condiciones ambientales y principalmente
la distribución de las precipitaciones las que más influyen en la producción de
biomasa vegetal y a partir de esta, en los parámetros bioquímicos. El
barbecheo y la veza enterrada ponen a disposición del cereal, en otoño
suficiente nitrógeno para su desarrollo. La fertilización orgánica con 2500 kg/ha
de compost en el cultivo de cereal, se comporta de forma similar a la aportación
química, expresando valores en los parámetros bioquímicos parecidos
apreciándose un efecto beneficioso en la fijación de nitrógeno en el cultivo de
veza.
Palabras clave: Pluviometría, rotación, materia orgánica, nitrógeno y
agricultura ecológica.

MATERIAL Y MÉTODOS

32
EL EXPERIMENTO SE HA REALIZADO EN LA Finca Experimental ¨La
Higuerela¨ Santa Olalla, Toledo, España, perteneciente al Centro de Ciencias
Medioambientales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El suelo donde se ha desarrollado el experimento es un Luvisol, con
horizontes muy diferenciados. En el horizonte A (0-20 cm), superior de lavado,
de textura franco-arenosa (69% de arena, 14% de limo y 17% de arcilla). El
horizonte B (20-60 cm), es de acumulación de arcilla (rojo). El horizonte C (60-
90 cm), es de acumulación de carbonato cálcico (blanco) y el horizonte R (> 90
cm), arcosas que es el material sobre el que se ha formado este suelo. En
superficie (0-20 cm) sus características químicas son: alrededor de 1% de
materia orgánica, pH alrededor de 7 y tienen valores medios de fósforos y
potasio.
El estudio se realizó entre septiembre de 2000 y mayo de 2003, tres años
agrícolas, en una rotación de barbecho-veza enterrada-trigo duro, que se había
iniciado en 1996, cuando se realizó el estudio de este trabajo, el experimento
había cumplido una rotación completa. El experimento está dividido en dos
bloques en el primero se inició la rotación con el cultivo de cebada y en el
segundo con barbecho, de esta forma se podía obtener todos los años
producción de cereal (cebada o trigo duro), la rotación estaba sometida a tres
tratamientos de fertilización, esta se realizaba sólo en la hoja de cereal, los
tratamientos fueron: fertilización mineral 90-45-45 UF; Fertilización
orgánica, 2.500 kg de compost, aportando por hectárea las siguientes
cantidades, expresadas en kilogramos: materia orgánica, 1.528; nitrógeno, 70;
P2 O 5 , 28; K 2   O , 111; Mg, 12, el
compost cumplía los criterios especificados en la concesión de la etiqueta
ecológica de enmiendas del suelo; y sin fertilización.
El diseño experimental: es el de parcelas al azar en dos bloques, en cada
uno de los cuales se establecieron 3 tratamientos con 4 repeticiones en cada
uno de ellos. El total de las parcelas es de 24 (2x3x4); las dimensiones de cada
parcela son de 20x20 m. en todas las parcelas se les incorpora toda la paja del
cereal. Para el tratamiento estadístico de todos los resultados se ha realizado
el análisis del test de t para muestras pareadas (cada conjunto de datos
obtenidos en cada una de las parcelas se considera parte de un proceso en el
tiempo) mediante el programa informático STATISTICA (StatSoft Inc, Tusla,
Oklahoma, USA) y las diferencias entre tratamientos para una fecha concreta,
fueron separadas por medios de un análisis de varianza y del test post-hoc de
Tukey a un nivel de probabilidad de P<0,05.
Operaciones de cultivo: Antes de la siembra de los cultivos se realizan dos o
tres pases de cultivador, después de la recolección del cereal se hace un pase
de grada para enterrar los rastrojos, en el caso de la veza para enterrar, entre
finales de abril y principios de mayo, en el momento de la floración se hace un
pase de grada para semi enterrar el cultivo. La siembra de los cereales y veza
se realizó en otoño (noviembre) con una sembradora convencional de 19
brazos a 15 cm. Las densidades de siembra del cereal son de 140kg/ha y en la
veza de 100kg/ha.
Para la escarda en el manejo convencional, siempre se utilizaron herbicidas
apropiados para las hierbas que existían. En el manejo ecológico (fertilización

33
orgánica y sin fertilización) se utilizó la escarda mecánica cuando fue
necesario.
Muestreo: Para el estudio de las propiedades químicas y bioquímicas, se
tomaron muestras de suelo con una sonda, de os primeros 20 cm, en los
meses de septiembre, diciembre, febrero y mayo, coincidiendo con los
momentos finales de las estaciones meteorológicas delos climas
mediterráneos, verano comprende los meses de junio, julio, agosto y
septiembre; otoño los meses de octubre y noviembre; invierno los meses de
diciembre, enero y febrero y por último la primavera los meses de marzo, abril y
mayo. Los parámetros medidos fueron: materia orgánica, nitrógeno mineral-
nitratos, actividad inducida (µg ATP g-1) esta actividad está relacionada con la
materia orgánica más lábil y se mide en los primeros 9 días de la incubación,
obteniéndose una cifra media por hora de CO 2, actividad basal (µg CO2 g-1 h-1),
está relacionada con los compuesto carbonados más complejos y es la medida
de CO2 desprendida en los últimos seis días de la incubación de la muestra,
materia orgánica mineralizada: (µg CO2 g-1 días-15) nos indica la suma de CO2
desprendido en los 15 días de incubación y es la suma de la actividad inducida
y basal. ATP (adenosina-trifosfato): biomasa calculada por gr de suelo seco (µg
ATP g-1) y cociente metabólico: actividad inducida (CO 2) por una unidad de
biomasa (ATP).
En los datos meteorológicos se utilizaron los de la estación ubicada en la
misma finca y para el cálculo de biomasa vegetal se tomó dos muestras por
parcela de tres líneas consecutivas y una longitud de 0.5 metros por líneas (1.5
metros lineales por muestra, equivalente a 0.227 m2).

RESULTADOS

Cuando se analiza la evolución de los diferentes parámetros


bioquímicos(Cudro1), en una misma rotación de cultivos pero con una
diferencia temporal de un año y durante 3 años (2000-03), se aprecia que en el
bloque 2, una mejora de sus propiedades bioquímicas, mayor cantidad de
materia orgánica, por tanto los valores de mineralización de la materia orgánica
también son superiores, un aumento de biomasa microbiana y una mejor
eficiencia de los microorganismos e incluso se da mayor cantidad de nitrógeno
mineral. Indicando que en el bloque 2 las condiciones ambientales a las que se
ha sometido la rotación han beneficiado a su actividad biológica y esta solo
puede ser debido a que este bloque ha recibido una mayor cantidad de
carbono.
Cuadro 1. Medida de parámetros bioquímicos de las muestras tomadas en las
cuatro estaciones meteorológicas (verano, otoño, invierno y primavera) durante
3 años (2000-03).

MO Mineralización Biomasa Coeficiente Nitrógeno


Rotación Fertilización MO Metabólico
µg µg Ppm N(NO3)
% ATP/g CO2/ATP
CO2/g/15dias
34
C-V-T-B Mineral 1.12 223 b 307 c 6.0 ab 13.4 c
bc
Bloque 1 Orgánica 1.10 226 b 317 c 6.1 ab 16.1 ab
bc
Sin 1.07 c 201 c 345 bc 4.9 c 13.7 bc
Fertilización
MEDIA 1.10 217 323 5.7 14.4

B-C-V-T Mineral 1.28 a 358 a 448 a 6.7 ab 17.3 a


Bloque2 Orgánica 1.19 b 346 a 404 ab 6.8 a 14.1 bc
Sin 1.20 b 337 a 443 ab 5.7 bc 15.0 bc
Fertilización
MEDIA 1.22 347 432 6.4 15.5
Los valores seguidos por letras distintas en una misma fila difieren
significativamente.

La materia orgánica (cuadro 1), presenta diferencias significativas entre la


fertilización mineral (manejo convencional) en el bloque 2 y el resto de los
tratamientos (manejos ecológicos). Cuando se analiza la evolución de la
materia orgánica en los 3 años de estudios (Fig. 1), se observa que es con el
cultivo del cereal, cuando se realizan los tratamientos de fertilización, cuando
los valores de materia orgánica aumentan en el tratamiento con fertilización
mineral, dando incluso diferencias significativas en la muestra del mes de
mayo. Este aumento es más acusado cuando las condiciones meteorológicas
son apropiadas para que haya una buena eficiencia de los fertilizantes
químicos que genera una mayor producción de biomasa vegetal. En el cuadro
2 se observa como las producciones de biomasa son superiores en el bloque 2
que en el bloque 1, simplemente porque las condiciones pluviométricas de los
años 99-00 y 01-02con inviernos secos y primaveras lluviosas (cuadro 3)
fueron más adecuadas para la producción de biomasa y en esos años, en el
bloque 2 había cereal y en el bloque 1 barbecheo y veza.
Fi

gura 1. Evolución de la materia orgánica en una rotación (Bloque-2) sometida a


manejo convencional (fertilización química) y manejo ecológico (sin
fertilización). (*) Diferencias significativas.
Este aumento de carbono en el sistema ha generado que se den diferencias
significativas entre bloques en la mineralización de la materia orgánica y en la
biomasa microbiana (Cuadro1) pero no en la eficiencia de los microorganismos
35
(coeficiente metabólico), ni en el nitrógeno mineral. Como la evolución de los
valores de la mineralización de la materia orgánica y de la biomasa microbiana
es muy similar en cada uno de los bloques, en la representación (Figura 2 y 3),
se ha utilizado los valores del tratamiento de fertilización orgánica, pero si
hubiera podido utilizar cualquiera de los otros dos tratamientos.

Cuadro2. Producción de biomasa vegetal aérea de los diferentes cultivos.


99-00 00-01 01-02 02-03 Media
Rotación Fertilización
Barbecheo Cebada Veza Trigo

C-V-T-B Mineral 0 3.522 c 4.583 a 5.453 a 3.389


Bloque 1 Orgánica 0 4.257 a 3.980 a 5.095 a 3.333
Sin 0 3.669 b 5.045 a 3.461 a 3.044
Fertilización
MEDIA 0 3.816 4.536 4.670 3.255

Trigo Barbecheo Cebada Veza

B-C-V-T Mineral 7.468 a 0 13.389 a 3.032 a 5.972


Bloque 2 Orgánica 7.178 a 0 10.070 b 2.406 ab 4.914
Sin 7.676 a 0 11.089 b 2.098 b 5.216
Fertilización
MEDIA 7.441 0 11.516 2.512 5.367
Los valores seguidos por letras distintas en una misma columna y en cada
bloque, difieren significativamente.
Cuadro 3. Pluviometría estacional y total.
Año Verano Otoño Invierno Primavera Total
99-00 44,5 160,9 58,4 181,7 445,5
00-01 8,6 147,1 315,9 121,9 593,5
01-02 90,6 152,0 97,1 207,1 546,8
02-03 95,4 159,6 217,8 70,5 543,3

La mineralización de la materia orgánica coincide con la presencia de materia


orgánica en el sistema, mayor cantidad de materia orgánica en el bloque 2,
mayor desprendimiento de carbono (Fig. 2). Las actividades inducida y basal,
desprendimiento de carbono en los primeros 9 días y en los últimos 6 días de
incubación, coinciden con la figura de la mineralización de materia orgánica
que integra la información de las dos actividades y en ambas la rotación del
bloque 2 mantiene las diferencias con el bloque 1. Cuando se observa la figura
2, destaca el valor de septiembre de 2000 del bloque 2, la explicación está que
en ese momento en el bloque 2 se encontraban todos los residuos del trigo
(toda la paja y raíces) sin que se hubiera iniciado la descomposición, debido a
que ese verano llovió muy poco (8,6 mm), siendo el verano más seco de los
años de estudio (Cuadro 3). Esto produjo que al llevar la muestra de suelo al
laboratorio y colocarla en condiciones de temperatura y humedad adecuadas
para la actividad biológica, la gran cantidad de carbono que había en la
muestra produjo un gran desprendimiento de CO2, siendo el mayor de toda la
36
serie. Los valores de la mineralización de materia orgánica siempre van a ser
superiores al final del verano siempre que haya existido previamente un cultivo
y sobre todo después de una buena cosecha de cereales, porque aunque se
haya iniciado los procesos de descomposición y mineralización, siempre habrá
en esa muestra mayor cantidad de carbono, sólo en el caso del barbecho la
muestra de final de verano indicará unos valores bajos porque los residuos de
cosecha habrán tenido todo un año para descomponerse, pero lo que se
observa en esta misma figura 2 , en el bloque 2 y en el año 00-01, que es en
verano cuando se produce la mineralización de los 6 residuos de la cosecha
del año anterior, ya que los valores de mineralización de la materia orgánica
son altos y constantes en las muestras de otoño, invierno y primavera,
indicando que los residuos se mantienen en el suelo sin descomponerse y que
cuando son sometidos a temperatura y humedad adecuadas en el laboratorio
es cuando se descomponen con la correspondiente emisión de CO2, siendo la
muestra del final de verano (IX-01) cuando da los valores más bajos de
mineralización de la materia orgánica, indicando que la mineralización de los
residuos ya se había producido.

EFECTO ALELOPÁTICO DE DIFERENTES COBERTURAS SOBRE


ALGUNOS ATRIBUTOS DEL CRECIMIENTO Y DESARROLLO DEL FRIJOL
COMUN (PHASEOLUS VULGARIS, L), VAR GUAMA

RESUMEN

Conocer el efecto alelopático de los cobertores sobre los cultivos, nos permitirá
utilizar las prácticas más convenientes en cada caso, establecer los patrones
de siembra y secuencia de rotación, evitando de esta manera reducciones en la
germinación de las semillas, en las emergencias de las plantas o en su ulterior
crecimiento, permitiendo esto dar respuestas en nuestro país a la amplía
demanda existente, tanto de semilla que demanda la producción de frijol, como
la calidad de la semilla producida. El trabajo se realizó en la Finca ¨La Dorita¨,
municipio de San Antonio de los Baños, provincia La Habana, sobre un suelo
Ferralítico Rojo-típico (Academia de Ciencias de Cuba, 1980). Las
investigaciones tuvieron como objetivo determinar el efecto alelopático de
diferentes coberturas vegetales sobre el cultivo del frijol (Phaseoulus Vulgaris,
L). Se utilizó un sistema de bloques al azar, con cinco tratamientos y cuatro
réplicas. Los resultados obtenidos demostraron el efecto alelopático negativo
de las diferentes coberturas vegetales utilizadas, siendo los tratamientos de
maíz (Zea maíz, L) y girasol (Helianthus annus, L) los tratamientos de maíz y
girasol los que mayores rendimientos obtuvieron.
Palabras claves: alelopatía, coberturas vegetales, frijol.

MATERIALES Y METODOS

37
El experimento se realizó en la Finca ¨La Dorita¨, municipio de San Antonio de
los Baños, provincia LA Habana, sobre un suelo Ferralítico Rojo-típico
(Academia de Ciencias de Cuba, 1980). El experimento se condujo en la
primera quincena del mes de noviembre de 2003 y consistió a razón de 2.7kg /
ha (3 t/ha de materia seca) sobre la siembra de frijol común (Phaseolus
Vulgaris, L) var. Guamá. Las parcelas tuvieron una dimensión de 3x3m para
una superficie de 9m². La distancia utilizada fue de 0.60x0.07m de siembra;
para los efectos de bordes fueron eliminados los surcos laterales y 0.50m de
los extremos.
Las variantes objeto de estudio, cobertura vegetal utilizada fueron:
 Girasol (Helianthus annus, L).

38
Capítulo 6

La política alimentaria en Venezuela (1999-2015): origen y evolución.

Las transformaciones políticas, económicas y sociales a partir de 1999


marcaron el rumbo de las políticas públicas en Venezuela. Desde el Estado
se conformó una agenda pública de temas de interés y participación
nacional, como fue el caso de la Seguridad Alimentaria y Nutricional. La
creación y los cambios de la política alimentaria requieren de un análisis
que permita estudiar los aspectos que originaron y determinaron la
evolución de la misma. El enfoque teórico del presente artículo se basó en
el análisis de los elementos del ciclo de la política relacionados con la
agenda, su diseño e implementación. Los principales hallazgos dan cuenta
que la política inició con una alta participación de actores involucrados. En
la implementación, el Estado centralizó las decisiones institucionales de su
transformación. Por ello la evolución de la política ha estado enmarcada en
la discrecionalidad de los gobiernos que la han ejecutado, sin evaluación
de resultados. El rediseño de la política no ha agregado cambios que
permitieran un desempeño más eficiente. En consecuencia, durante más
de una década con dos gobiernos socialistas, la sociedad venezolana ha
sido sometida a un estado de vulnerabilidad y riesgo en el sistema de la
seguridad alimentaria y nutricional.

El comienzo de un nuevo siglo en Venezuela estuvo acompañado de


importantes cambios políticos, económicos y sociales que sobrevinieron
con el ejercicio de un promisorio sistema de gobierno. La conformación de
las nuevas agendas para el diseño e implementación de las políticas
públicas fue el resultado de estas transformaciones institucionales. En este
contexto, el tema alimentario formó parte de la nueva agenda de discusión
del país y del nuevo gobierno. En adelante la política alimentaria y su
desempeño se han convertido en una agenda estratégica y discrecional del
gobierno.

Este rasgo, por tanto, determinó el origen de la agenda y ha enmarcado la


evolución de esta política. De manera que ha limitado los avances
alcanzados por el Sistema Agroalimentario Venezolano (SAV)2 en los años
predecesores, al tiempo que ha definido la crisis del sector agroalimentario
durante el período y ha moldeado la configuración del nuevo sistema de
Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN).

39
La política alimentaria y su trayectoria, desde la incorporación de esta
materia en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(Const., 1999) correspondió con una nueva forma de concebir la agenda y
de diseñar e implementar las políticas. En este ejercicio inicial de la gestión
pública, la concepción de la política tenía un amplio componente
participativo que promovía una mayor inclusión. Con ello se establecieron
diversos planes, programas y proyectos que simultáneamente tendrían la
posibilidad de atender los sectores estratégicos –energía, servicios
públicos, alimentación, entre otros– de manera integral (en el ámbito
económico, social y ambiental). El accionar en materia alimentaria
propendió, en los primeros años de esta administración, al diseño de
políticas y programas en los diferentes escenarios de la SAN. La
experiencia ha demostrado que este esfuerzo inicial ha requerido más que
un enfoque ideológico en la creación e implementación de la política
alimentaria. Se debe incorporar el análisis de los actores involucrados y los
elementos de todas las fases del ciclo de la política. De acuerdo con
Merino (2008), una política es más que un conjunto de definiciones,
normas, procedimientos y actores; es sobre todo una afirmación de valores.
Este sistema requería un abordaje multidimensional para el fortalecimiento
de cada uno de sus componentes de manera estratégica (visión de largo
plazo), para así evitar el riesgo y la vulnerabilidad de la SAN.

Por consiguiente, estudiar los elementos, las instituciones y los actores


de la política alimentaria que han permitido la conformación del sistema de
la SAN en Venezuela durante el período 1999- 2015, requiere resolver
algunas interrogantes, como: ¿Quiénes colocan el problema alimentario en
la agenda pública? ¿Cómo lo hacen? ¿Qué elementos (ideológicos,
políticos, institucionales, entre otros), se establecieron para el origen de la
política alimentaria desde 1999? y ¿Cuáles rasgos y enfoques de la política
han determinado su evolución en el diseño y ejecución de la misma? Para
la comprensión de este problema en Venezuela es oportuno estudiar,
desde el enfoque de las políticas públicas, los elementos institucionales
que dieron origen y evolución a la política alimentaria en el período 1999-
2015. En el estudio de la política alimentaria se considera la formación y
aplicación de un ordenamiento político que asienta en el Estado los
mecanismos de ejercicio del poder y del control de lo público. Este va
desde 1999 hasta 2015 y se corresponde con dos ejercicios administrativos
de gobierno: uno que finalizó con la muerte de Hugo Chávez (en el año
2013) y otro que comienza con la toma del poder presidencial por parte de
Nicolás Maduro.

El origen de la política alimentaria y su evolución se analizaron a partir de


referentes teóricos relacionados con la agenda, los actores, los
mediadores, las instituciones y el enfoque sobre el rol del Estado. Este
análisis permitió dar respuesta a los cambios institucionales que ha
experimentado la política alimentaria durante el período mencionado. La
política alimentaria tiene relaciones con el contexto macroeconómico y
40
otras políticas sectoriales; sin embargo, no se estudian en este trabajo los
resultados e impactos de las mismas. En el análisis se mencionan las
relaciones con el entorno y otras políticas, ya que el impacto de la política
requiere de otra investigación que permita determinar lo logros o
desaciertos alcanzados en su implementación.

2. APROXIMACIÓN AL ENFOQUE DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

Las políticas públicas son un conjunto de objetivos, decisiones y acciones


que emprende el gobierno para resolver un problema, que él o los
ciudadanos, consideren prioritario o manifiesten su existencia (Tamayo,
1997), por lo que es un proceso que se inicia con la detección del problema
y termina con la evaluación del impacto ante la solución. En distintas fases
se construye un ciclo de la política.

Desde el enfoque del buen gobierno, Lahera (2000) resalta que los
buenos gobiernos son los que diseñan y ejecutan políticas públicas, cuyos
resultados son los más cercanos a los óptimos para la sociedad. Las
políticas públicas son cursos de acción para un objetivo público y tienen su
momento analítico correspondiente con el ciclo planteado por Tamayo
(1997). En efecto, Lahera (2000) explica que determinados desarrollos
institucionales puedan convertirse en restricciones de las políticas para su
evolución, por lo que los incentivos pueden devenir en perversos. A esto se
añade lo planteado por Garrido & Parra (2009, p. 14), «las instituciones
contribuyen a generar políticas que, después de adoptadas, no es que no
puedan ser derrotadas por ninguna otra, sino que no pueden ser
derrotadas en virtud de las reglas institucionales en vigor». En el
institucionalismo económico, North (1993), refuerza este argumento,
señalando que una vez establecida la vía de la dependencia (path
dependency), la historia importa debido a que las elecciones o decisiones
trazan la evolución incremental de la institución. En consecuencia, esto
definirá la estructura de incentivos reales y los efectos de las políticas.

Según Lahera (2000), el origen de la política es la agenda pública y este


proceso está vinculado con las relaciones de poder entre los actores. Aun
cuando su origen dependerá de la capacidad de la sociedad para definir la
agenda, esto estará sujeto a la gobernabilidad democrática a través de la
participación. Medellín (2004) expone que el régimen político es la
sistematización que administra las instancias, grados y escalas en las que
se elabora y se hace gobierno y, por consiguiente, las políticas públicas.
Por tanto, «el régimen político establece los distintos niveles de decisión,
los principios organizacionales y las relaciones de poder que rigen la acción
del aparato estatal» (Medellín, 2004, p. 14). Significa entonces que los
regímenes políticos moldearán las formas de obediencia política y social a

41
partir de la institucionalidad. En consecuencia, las políticas públicas pueden
revelar la dinámica de la conflictividad en la que se pueda desenvolver la
acción pública. La centralidad del régimen político no garantiza la práctica
de un buen gobierno y la colocación de una agenda pública plural y
prioritaria en la sociedad.

La conformación de la política pública en condiciones de frágil


institucionalidad condicionará el proceso de diseño de la política, debido a
que en su concepción se puede sobredeterminar por la voluntad e intención
de quienes estén frente a las funciones públicas, trayendo como
consecuencia problemas de gobernabilidad y agendas no concertadas
entre sus actores (Medellín, 2004).

En el análisis de las políticas, el problema alimentario se aborda –en su


origen– desde el enfoque del institucionalismo histórico, centrado en los
actores propuestos por North (1993), Scharpt (1997), Ostrom (2002) y
Beyoda (2009), en el que se ofrece una perspectiva relacional entre el actor
y la estructura. Este enfoque determina la importancia de establecer
normas institucionales que regulan el comportamiento racional de los
sujetos y puedan devenir resultados que no son deseados por la
colectividad. Por ello, la política es el resultado de las acciones de los
actores buscando determinados propósitos. La percepción de los actores y
sus preferencias se encuentran influenciadas por el contexto en el que se
desenvuelvan.

Es evidente entonces que las instituciones tienden a permanecer más allá


de lo que motivó su surgimiento (dependencia de la vía), por lo que son
difíciles de cambiar o abolir. Aunque, más que tender a permanecer, lo que
ocurre es que – después del cambio– la dependencia de la vía, es lo que
fuerza y determina el rumbo fijado en el momento del cambio (North, 1993).
Este rumbo puede ser eficiente o ineficiente, pero el punto crucial es que –
una vez producido un cambio– la «vía» queda determinada: la ruta no
cambia; el itinerario queda marcado para siempre.

Hechas las consideraciones anteriores, en la forma de diseño de la


política pública en modelos con centralidad gubernamental, el Estado
delineará su régimen político a través de sus instituciones. Medellín (2004,
p. 15) señala que «los regímenes políticos determinan las formas
(institucionales) y los modos (culturales) a través de las cuales las
sociedades se gobiernan».

Para el análisis de la política alimentaria en su transformación y evolución


se utilizará el marco de análisis propuesto por Tamayo (1997) siguiendo el
modelo incrementalista de Charles Lindblom4.

Este enfoque plantea que las decisiones ante la política son pragmáticas y
no se sustentan en el consenso, de modo que el análisis incrementalista

42
contribuye a comprender la evolución de la política y no cómo se desarrolla
en su origen.

Este planteamiento sostiene que los problemas públicos mantienen la


misma tendencia en su naturaleza, por lo que no existen soluciones
(políticas) originales, en tanto la decisión de hoy es consecuencia de una
larga lista de decisiones anteriores y, la predicción del impacto es
esperada. Así pues, este análisis ha sido frecuente en sistemas de
gobiernos más plurales, o con grupos representativos muy fuertes en la
toma de decisiones públicas. En lo que se refiere al rasgo político de los
gobiernos en estudio, en su origen, se revela la participación y el consenso,
de modo que el análisis incrementalista contribuye a comprender la
evolución de la política y no cómo se desarrolla en su origen.

3. LA POLÍTICA ALIMENTARIA: ANTECEDENTES Y CONCOMITANTES

La década de 1990 fue escenario de un programa de ajustes de tipo


«ortodoxo» caracterizado por plantear objetivos y políticas de estabilización
tendentes a cambios estructurales. En estos casos los programas de ajuste son
comúnmente ejecutados en los países que han solicitado la ayuda de
organismos multilaterales y se han sometido a la estricta supervisión,
cumplimiento de metas de orden macroeconómico y políticas de cambio
estructural (Gutiérrez et al., 1995). El programa planteaba el restablecimiento
de los equilibrios macroeconómicos para propiciar el proceso de crecimiento
económico. Los objetivos de las políticas de ajuste fueron la reducción de los
desequilibrios internos y externos, la restitución de una tasa sostenible de
crecimiento económico en un clima de estabilidad financiera, la diversificación
de la economía y el desarrollo de programas de lucha contra la pobreza.

Entre algunas de las estrategias para alcanzar estos objetivos, las cuales
impactaron al sistema agroalimentario, se pueden mencionar: i) la liberación de
los mercados; ii) la disminución y eliminación de subsidios generalizados; iii) la
unificación del tipo de cambio bajo un sistema flexible; la reforma comercial; iv)
la privatización, la eliminación y la reestructuración de empresas y organismos
públicos; v) la renegociación de la deuda externa; vi) la reforma del sistema
financiero; vii) la política de salarios en un ambiente de concertación entre los
empleadores y las organizaciones sindicales; y, viii) la política de apertura y
estímulos tributarios a la inversión extranjera (Gutiérrez, Ablan & Abreu, 1995).

En el contexto del programa de ajustes, la política de protección a la


agricultura ejecutada en el decenio anterior no era coherente con la aplicación
de este Programa y con las nuevas finanzas públicas. La política agrícola se
orientó hacía la disminución o eliminación de subsidios (a los fertilizantes, a los
alimentos concentrados, al crédito y otros insumos), así como la disminución
del gasto público en este sector, el alza de las tasas de interés y la reforma
43
comercial agrícola (eliminación de las barreras a las importaciones y
exportaciones de bienes agroalimentarios) (Gutiérrez & Fontana, 2001).
Durante este período se diversificó la producción y se registraron cambios en
los hábitos de consumo, todo esto acompañado de un ensayo de diversas
políticas cambiarias con grandes oscilaciones en la tasa real de cambio y
algunos años con una elevada inflación (Machado-Allison, 2002). Este fue un
momento de una mayor apertura comercial, en medio de la eliminación de los
controles sobre los precios (Coles, 1999, 2002). Durante la década de 1990 las
importaciones en términos reales disminuyeron, en tanto que las exportaciones
agrícolas se atenuaron; ambas variables lograron diversificarse durante este
período (Machado-Allison, 2002).

Durante los primeros años del ajuste, la política agroalimentaria solo se


focalizó en la aplicación de las estrategias que años más tarde podrían
transformar el sector agrícola y la industria alimentaria. A partir de 1994 se
estableció en el sector agrícola la práctica de fijar precios mínimos para
algunos rubros y se refinanció la deuda agrícola. En 1996 se implementó una
nueva agenda, denominada la Agenda Venezuela. En esta fase de la crisis
nacional, Padrón (1999, p. 116) define a este programa en los términos
siguientes:

un conjunto de políticas públicas, según lo expresado por el gobierno,


destinadas a reducir la inflación, restaurar la confianza en la economía
venezolana y echar las bases para un crecimiento económico sostenido que
conlleve a la reducción de la pobreza dentro de un contexto de solidaridad y
justicia social.

En este mismo año se inició el programa de extensión agrícola, con


financiamiento del Banco Mundial (Gutiérrez & Fontana, 2001). A pesar de la
limitada agenda agrícola, el efecto conjunto de los dos citados dos programas
sentaron las bases para la reestructuración del sector agroalimentario a finales
de la década de 1990. Entre los resultados destacan el incremento de la
competencia, la desconcentración empresarial, el aumento de la participación
de inversiones extranjeras, la disminución en la cartelización de los precios, el
aumento de las exportaciones agrícolas, el incremento de los rendimientos y la
mayor productividad y la diversificación de la oferta agrícola en frutas,
hortalizas y tubérculos (Coles, 1999).

Durante los primeros años de la década también se introdujo una agenda


social paralela a la agroalimentaria, que formaba parte del Programa de
enfrentamiento de la Pobreza y de los objetivos de la seguridad alimentaria
(SA) en su dimensión nutricional. Estos programas se denominaron: i) Beca
Alimentaria; ii) Beca Láctea; iii) Bono de Cereales; iv) Programa Alimentario
Materno Infantil; v) Programa de Atención en Salud; y, vi) Hogares de Cuidado
Diario. A partir de la Agenda Venezuela se aplicaron políticas compensatorias
en materia alimentaria y asistencia técnica para subsidiar al consumidor parte
del costo de siete alimentos básicos, a través de la creación del Programa de
Alimentos Estratégicos (PROAL), el Programa de Alimentación Escolar y las
44
Buenas Prácticas de Fabricación, Almacenamiento y Transporte de Alimentos
para Consumo Humano (Anido, 2002).

Cabe agregar que los programas implementados durante esta década –


particularmente en el período 1996-1998– fueron dirigidos a la población de
menores recursos y su objetivo fue de corte asistencialista, siendo focalizados
para alcanzar unos niveles mínimos en términos de SA. Entre ellos destacaron
«(…) el subsidio familiar o beca alimentaria que beneficiaba a 2 millones 800
mil familias; los hogares y multi hogares de cuidado diario cuyo alcance en
1998 llegó a 350 mil niños, el Programa Materno Infantil (PAMI) y el Programa
de Alimentos Estratégicos (PROAL)» (Hurtado, 2011, p. 129).

Del mismo modo, Machado-Allison & Rivas (2004), plantean que este
conjunto de políticas no tuvo efectos sustantivos sobre un aumento de la
producción agrícola en el largo plazo de manera que se ajustara al
crecimiento de la población venezolana. Si bien es extensa la posibilidad de
verificación de las acciones tomadas en esos tiempos, se puede referir que ha
sido insuficiente la producción agrícola nacional para lograr una independencia
de las importaciones agrícolas.

A finales de la década de 1990 y en el marco de la agenda de políticas


públicas, aun no se manejaba en el país la denominación de política
alimentaria. Las concepciones de la política para atender el problema
alimentario obedecían a las políticas sectoriales (agrícola, pecuaria,
agropecuaria, agroindustrial y nutricional). Los programas de ajustes
experimentados en esta década comenzaron a reconocer el tema alimentario
de manera sistémica e integral y pasaron a la designación de políticas
agroalimentarias. Por lo tanto, la concepción sectorial comienza a integrar el
problema alimentario de manera sistémica y se define el SAV. Este rasgo
demuestra que se estaba frente a un conjunto inédito de mediadores que
construyeron un nuevo referencial de política. Müller (1999) señala que los
agentes o actores que ocupan una posición estratégica en la toma de
decisiones son quienes formulan el marco intelectual dentro del cual se
desarrollan las negociaciones, los conflictos o las alianzas que conducen a la
decisión. Los mediadores construyen el referencial de la política, conocida ésta
como la «…creación de las imágenes cognitivas que determinan la percepción
del problema por parte de los grupos presentes y la definición de las soluciones
apropiadas» (Müller, 1999, p. 44).

En este propósito, Hurtado (2010) expresa que «en la agricultura se evalúa


bajo un enfoque de funcionamiento y dinámica de relaciones, con lo que se
abre cabida a la economía agroalimentaria». Molina (1995) sugiere que la
revisión teórica del SAV requiere de formas de análisis pluridisciplinarias, en
tanto que Morales (2000) señala que el SAV delineó progresivamente los
aspectos fundamentales de la estructura productiva tanto de la industria
alimentaria como de la agricultura. En la actualidad la agenda alimentaria no
define claramente –en su terminología– el alcance de la política alimentaria y
de la agroalimentaria. En este estudio se abordará el origen y la evolución de la
45
política alimentaria, denominada así en la trayectoria de la agenda pública en
los últimos quince años; ello a pesar de que hasta 2003 y en materia de
planificación no se hacía énfasis en la denominación de política
agroalimentaria, sino que se utilizaban las correspondientes con las políticas
sectoriales.

Los resultados del Programa de ajustes definieron un nuevo referencial


llamado política agroalimentaria, el cual permitió reconocer a un conjunto de
actores. Es tos fueron definidos por Müller (1999) como aquellos que entran en
relación (algunas veces enfrentados), a partir de la elaboración o puesta en
marcha de una política pública. Entre los actores reconocidos en la coyuntura
política y económica de finales de la década de 1990 se encontraban los
agricultores tradicionales y los agroindustriales. Estos fueron, conjuntamente
con los mediadores, los responsables de moldear las decisiones para instaurar
un nuevo orden institucional en la nueva política del recién gobierno electo.

Cabe señalar que la política agrícola en Venezuela –durante una gran parte
del siglo XX– se mantuvo como una política pública de permanencia, basada
en el proteccionismo e intervención del Estado. Al respecto, Müller (1999)
destaca que la permanencia corresponde con los períodos de estabilidad a
partir del consenso de las élites de poder y los actores sociales. En el caso
venezolano, el ajuste estructural inició un cambio en el que los mediadores
configuraron la política agroalimentaria. Una década después el grupo de
actores que se identificaron en el período anterior y el nuevo conjunto de
mediadores definieron el referencial de lo que se conoció más tarde como la
política alimentaria.

4. LA POLÍTICA ALIMENTARIA DEL PROYECTO REVOLUCIONARIO:


ANÁLISIS DE SU ORIGEN EN VENEZUELA.

El nacimiento de un nuevo proyecto político recogió las aspiraciones de


actores sectoriales de la vida económica y a estos intereses no se escapó el
SAV. Los grupos representativos de este sistema mantuvieron, entre 1994 y
1998, una lucha por elevar a la agenda pública dos concepciones de la SA.
Dentro de estos grupos se encontraban los gremios agropecuarios que
apoyaban una concepción con prioridad en el autoabastecimiento, los cuales
se correspondían con los actores tradicionales del sector agroalimentario;
dentro del otro grupo de actores se encontraban los representantes de la
industria de alimentos (Llambí, 1998). De esta manera, el énfasis de las
políticas a finales de la década de 1990 se inclinaba hacia una SA que
resaltaba la problemática desde la dimensión del acceso (Gutiérrez, 2005).
Para ese momento, la SA era un concepto en construcción; de hecho, su
enfoque multidimensional y sistémico fue incorporándose años más tarde,
hasta transformarse en lo que actualmente se denomina la SAN.

46
En 1999, a pesar de la tendencia en el diseño de políticas dirigidas hacia la
dimensión del acceso de la SA, la concepción desde la oferta por los grupos
agrarios se impuso y se incorporó en la nueva constitución con el artículo 305
(Const., 1999)

«El Estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del


desarrollo rural integral, a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la
población; entendida como la disponibilidad suficiente y estable de alimentos
en el ámbito nacional y el acceso oportuno y permanente a éstos por parte del
público consumidor».

A partir del rango constitucional que adopta la SA, hoy consolidada como la
SAN, el reconocimiento y la permanencia del problema alimentario en la
agenda pública y el camino a seguir en el diseño e implementación de la
política alimentaria estarían determinados por la institucionalidad que la
enmarcaba (Rodríguez, 2008). Al respecto, Lahera (2000) propone que la
agenda sea establecida por la dinámica de las relaciones de poder, las
características del sistema político y el tipo de relaciones existentes entre el
Estado y la sociedad civil.

En la comprensión del origen de la política alimentaria desde 1999 es


evidente entonces que la presencia de actores concretos, como es el caso de
los grupos y sus intereses antagónicos en la percepción de la SA, contribuyó a
que el problema cobrara fuerza en la agenda pública a través de la
conformación de nuevos mediadores en la política. Müller (1999) señala que
una política pública existe cuando los actores involucrados en un problema se
relacionan a través del diálogo o el enfrentamiento para contribuir a resolver
sus planteamientos. Con referencia a este aspecto, existen agentes
denominados mediadores, quienes sirven de intermediarios y son los
encargados de construir el referencial de la política del nuevo gobierno. La
presencia de esta coalición, por parte del grupo de los agremiados
agropecuarios, no desestimaba el esfuerzo que años anteriores se hiciera para
crear la agenda en materia agroalimentaria. En realidad lo que no existía era
una fuerza negociadora que participara como mediador para su tratamiento.

La incorporación de la SA en la Constitución en vigor es el resultado de la


captura de las concepciones de los actores en lo colectivo y, a su vez,
confrontados con otras percepciones del problema alimentario. El rol de los
mediadores, identificados como los representantes de la Asamblea
Constituyente en el período de su ejecución, fueron determinantes en la
concepción del articulado que la representa. La conquista institucional de la SA
en la Constitución en vigor y la conformación de la política alimentaria que de
allí se deriva pudo desarrollarse a partir de un contexto político que reunió los
actores y los mediadores para fortalecer el tema en la agenda pública. Sin esta
combinación de elementos el problema agroalimentario no hubiese cobrado
tal relevancia. En ese período el tema alimentario rescató una particular escala
en la agenda internacional, debido a la propuesta de los Objetivos del
Desarrollo del Milenio (ODM) en el año 2000 por la Organización de las
47
Naciones Unidas (ONU) y las disposiciones vinculantes con el derecho a la
alimentación pronunciadas en 1996 a través de la Cumbre Mundial de la
Alimentación (CMA). Como destaca Merino (2008), la política no surge ni
puede evolucionar de manera aislada; es el resultado de su tiempo histórico, de
su entorno institucional y del tejido de redes sociales que establece.

La puesta en la agenda pública de la cuestión alimentaria por el grupo de


agremiados agropecuarios, la élite política del gobierno, la constituyente y las
tendencias institucionales supranacionales determinaron el contenido de la
política en su origen. Los resultados fueron visibles, moldearon la
institucionalidad y las futuras estrategias de acción. Esto influyó en la
percepción y preferencias a partir de los resultados del desempeño económico
producido por ese cambio institucional. Por esta razón la existencia de redes
poco estructuradas a partir del proceso del origen de la política, su
implementación y los resultados permitieron que los modos de interacción para
nuevos procesos se determinaran de manera unilateral. La conformación de un
nuevo proceso de diseño de políticas ha dejado de lado la interacción de los
actores y ha impuesto un rol desde el Estado, tendente a la centralidad, la
discrecionalidad y la fragilidad institucional. En efecto, la creación de la
institucionalidad (constitución, leyes, políticas, entre otros) no ha garantizado su
eficiencia. Esta última es la forma en que la norma atiende y resuelve los
problemas y pone los límites de acción a la sociedad. Uno de sus efectos
podría ser su curva de aprendizaje. El escaso aprendizaje es interpretado por
North (1993) en términos de sociedades atascadas, en las que a pesar de que
se creen las instituciones estas son ineficientes, debido a que no son capaces
de resolver las necesidades para los grupos que fueron diseñadas.

5. EVOLUCIÓN DE LA POLÍTICA ALIMENTARIA: VISIÓN DESDE LAS


POLÍTICAS PÚBLICAS

La importancia de elevar a rango constitucional la SA en la agenda pública


permitió sentar las bases para un nuevo escenario en la conformación del
sistema de la SAN. Este sistema no fue ideado de manera integral, sino que
surgió progresivamente con una visión filosófica de corregir la brecha social
basada en enfoques ideológicos y valores éticos. Merino (2008) plantea que la
posición ética en la selección de cómo resolver el problema público puede
enfrentarse con posiciones distintas en las que el Estado justifica su
intervención cuando existen fallos de mercado o en el caso en que asegura que
éste es el único responsable de ofrecer garantías sociales. En ambas
situaciones, afirmar que los valores que promueve son únicos coloca la acción
del Estado en un régimen político capaz de negar la pluralidad (Merino, 2008).

En consideración con lo expuesto por la FAO (2014a), el sistema de la SAN –


hasta el 2013– se había conformado en tres momentos políticos y económicos:

48
la etapa de transición 1999; la aplicación del Plan de Desarrollo Económico y
Social de la Nación 2001-2007; y, la aplicación del Proyecto Nacional Simón
Bolívar o Primer Plan Socialista de Desarrollo, Económico y Social de la Nación
2007-2013, en el que se planteó abiertamente el llamado socialismo del siglo
XXI.

Cabe agregar que en 2013 la Asamblea Nacional instituyó el segundo Plan


Socialista de Desarrollo Económico y Social, que se denominó Plan de
Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019. El segundo gobierno
de la «Revolución», con el recién electo Nicolás Maduro, materializaba la
continuidad del proyecto revolucionario emprendido por Hugo Chávez. Por lo
tanto este plan se convirtió en un cuarto momento para la conformación del
sistema de la SAN. En esta oportunidad el rasgo más determinante lo denota el
carácter intervencionista del Estado hacia los mercados agroalimentarios. El
plan tenía como objetivo resaltar la connotación de la soberanía alimentaria a
través de los temas de producción nacional, los derechos de propiedad, el
comercio internacional, los incentivos a la producción y la distribución de
alimentos en el país.

A partir de la década del 2000 comenzó una nueva etapa del gobierno en la
que se diseñaron un conjunto de políticas en todos los sectores de la vida
económica y social. Entre el período de transición que brindó la constituyente –
i.e., 1999- 2000–, el Ejecutivo Nacional proyectó impulsar el crecimiento
económico para atender el sector agroalimentario y otros sectores de la
economía. Para ello promovió el Plan Nacional de Agricultura y Alimentación y
el Plan de Inversiones conocido, como el Plan Sobremarcha. Ambos planes
estaban orientados a impulsar el desarrollo económico, recuperar la
infraestructura y el fomento del empleo productivo para el sector
agroalimentario, entre otros sectores (FAO, 2014a)

El Plan Nacional de Agricultura y de Alimentación implementado por el


Ministerio de la Producción y el Comercio (MPC) se fundamentó en el rescate y
relanzamiento de la base productiva del país. De esta manera se pretendió
adecuar el sector agrícola nacional a los mercados globalizados. Entre los
lineamientos generales se encontraban el fomento del desarrollo competitivo
del sector, garantizar la SA, mejorar las condiciones de vida de la población
rural, reformar y ampliar los programas sociales dirigidos a la atención de la
pobreza y empleo, así como lograr una balanza comercial agroalimentaria
positiva, entre otros (MPC, 2002).

Las áreas de políticas para el logro de los objetivos se enfocaron en la


tenencia de la tierra, el financiamiento, la tecnología, la infraestructura y la
comercialización (Anido, 2002). Como parte del apoyo al sector agroalimentario
se promovió el rescate de la infraestructura agrícola (sistemas de riego,
vialidad, electrificación, viviendas rurales, entre otros y la formación de las
cadenas agro productivas a partir de los rubros bandera (ídem). Esta categoría
49
de rubros se basó en las ventajas competitivas y con potencial de exportación
que tenían algunos rubros tradicionales y no tradicionales en la agricultura
venezolana y en actividades asociadas que agregaran valor en los mismos. En
el mismo año se creó el Plan Bolívar 2000. Esta última iniciativa de corte
asistencialista promovió una alianza cívico-militar para la atención de
problemas urgentes de los sectores salud, empleo y alimentos, principalmente.
Paralelamente se creó la Comisión Presidencial de la Asistencia Alimentaria
Popular.

En 2001 se promulgó la Ley de Tierra y Desarrollo Agrario, con la finalidad de


redistribuir las tierras, reactivar la productividad del campo y brindar soberanía
alimentaria, para lo cual se creó el Instituto Nacional de Tierras (INTI). El
concepto de soberanía alimentaria se introdujo en la agenda pública
internacional a finales de la década de 1990 por una Organización no
gubernamental denominada Vía Campesina en Centroamérica. Posteriormente
fue impulsada por otras organizaciones internacionales y algunas naciones. Sin
embargo, aún no es un concepto formalizado desde los organismos
internacionales, pero es reconocido por resaltar los aspectos sociales de la
producción agrícola, particularmente la desigualdad, la pobreza, el ambiente y
el género. En Venezuela se incorporó en el texto de la Carta Magna, en los
discursos y en los documentos de planes, programas y proyectos con un
enfoque ideológico y nacionalista de la producción.

Al mismo tiempo se creó y aplicó el Plan de Desarrollo Económico y Social de


la Nación 2001- 2007, en el que se enfatizaba la política petrolera de
orientación hacia el aumento de los precios para el financiamiento interno. Este
plan abordó la creación de leyes, así como organismos administrativos y
financieros y planes y programas para el fortalecimiento de la SAN. Todo ello
estaba vinculado con la creación de las llamadas Misiones Sociales, un
conjunto de programas que contribuyó con la configuración del sistema de la
SAN en Venezuela en los últimos quince años (FAO, 2012). En este año
Venezuela participó del Foro Mundial de la Alimentación y expuso su propuesta
de agenda alimentaria.

Nótese que este fue el primer momento en el que se mencionó el tema


alimentario con la adopción del concepto internacionalmente reconocido por la
CMA en 1996, el cual corresponde con las siglas de SAN, al tiempo que se
agregó el enfoque sistémico a este concepto. La tendencia mundial al
reconocimiento del derecho a la alimentación, los recién creados ODM, los
protocolos y los convenios internacionales que la nación había firmado,
permitieron que se consideraran en la agenda pública y en el diseño de
políticas, la connotación de toda la terminología que se estaba desarrollando y
que aún se mantiene vigente.

El origen de las misiones se ubica en el 2002, con el diseño e implementación


de un conjunto de programas asistenciales. Algunas de ellas se han
transformado en el tiempo y otras, en la práctica, han desaparecido. Como
programas de acción pública, las misiones comenzaron atendiendo los
50
problemas de salud en las comunidades populares a través de la Misión Barrio
Adentro. Seguidamente, se creó –en 2003– la Misión Mercal (Mercado de
Alimentos S.A.), la cual fue diseñada con el objetivo de superar el problema de
desabastecimiento de alimentos en el país y fue considerado como uno de los
programas sociales del gobierno destinado al sector alimentario (FAO, 2014a).

La creación de una misión para atender el problema alimentario, además de


ser políticamente estratégico, estaba dando señales de la existencia de
problemas en el sistema de la SAN, atribuibles a las condiciones estructurales
en las dimensiones de disponibilidad y acceso. Para la FAO (2014b) la
dimensión de la disponibilidad alimentaria se corresponde con la oferta
(producción de alimentos, existencias o inventarios, dinámicas del comercio,
entre otros), en tanto que el acceso es la forma en que se puede generar la
demanda. Este último depende de las condiciones del mercado, de los precios
de los alimentos, del poder adquisitivo de las personas y del estado de caminos
y carreteras, todo lo cual se relaciona con las oportunidades de empleo y las
comunicaciones. Vale destacar que esta Misión involucraba puntos de
distribución de alimentos a precios subsidiados, cuyo propósito era llevar
alimentos calóricos, con nutrientes y con precios subsidiados a la población de
consumidores de bajos ingresos (FAO, 2014a).

Así mismo, en 2002 el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE)
creó el Programa denominado Todas las Manos a la Siembra (PTMS), el cual
se originó como un reflejo de la crisis de escasez experimentada por el país en
2002. El mismo tenía como objetivo la búsqueda de una nutrición saludable,
segura, soberana y sabrosa, además de tener un componente comunitario y
escolar (FAO, 2014a).

En 2004 se creó el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación


(MPPAL), exclusivamente para abordar la agenda de las políticas públicas de
alimentación. Era entonces el único en Latinoamérica y su creación tenía como
objetivo darle cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 305 de la Constitución
en vigor, por cuanto era el encargado de diseñar las políticas en esta materia y
de «…garantizar a la población el acceso a los alimentos de la canasta
alimentaria a precios justos y de excelente calidad» (FAO, 2014a, . En este
propósito, Hernández (2009) señala que el Estado emprendió la creación de un
nuevo sistema agroalimentario paralelo al existente, instrumentado por el
Ministerio de la Alimentación, el Ministerio de Agricultura y Tierras, la
Corporación Venezolana Agraria (CVA) y Petróleos de Venezuela (PDVSA), el
cual fue dejando de lado la visión del resto de los actores del SAV y
focalizándose en controlar el sistema de la SAN.

En 2007 se creó el Proyecto Nacional Simón Bolívar, Primer Plan Socialista


de Desarrollo Económico y Social de la Nación (2007-2013). En este
instrumento de planificación se declara, por primera vez y se institucionaliza, la
propuesta ideológica para la construcción del Socialismo del Siglo XXI. Entre
sus lineamientos se encontraba el desarrollo de un modelo productivo
socialista, que implicaba la producción y consumo ambientalmente sustentable.
51
En materia alimentaria, entre los lineamientos que afectaban el desempeño de
la SAN, se encontraba que «…el Estado conservará el control de todas las
actividades productivas que sean de valor estratégico para el desarrollo del
país» (PPS, 2007, p. 21). Entre sus objetivos estaba el aumentar la soberanía
alimentaria y consolidar la SA. Las estrategias y políticas que se diseñaron
para alcanzar dicho objetivo fueron las de incrementar la participación de los
productores y concertar la acción del Estado para la agricultura; consolidar la
revolución agraria y eliminar el latifundio; mejorar los servicios y la dotación
para la producción agrícola; financiar, capacitar y dotar de maquinarias,
insumos y servicios; mejorar los servicios de sanidad agropecuaria y de los
alimentos; rescatar y mejorar la infraestructura para el medio rural y la
producción; recuperar las tierras y su distribución y, finalmente, financiar a los
productores para el acceso a insumos, maquinarias y equipos para la
producción (Presidencia de la República, 2007).

En 2007 la Misión Mercal fue absorbida por la Misión Alimentación con la


finalidad de concentrar la política de distribución de alimentos en un solo
programa para atender los requerimientos del sistema de la SAN (FAO, 2014a).
Esta misión incluía la evaluación de los parámetros de consumo de alimentos
de la población venezolana, así como de sus condiciones de vulnerabilidad,
para la conformación de una infraestructura alimentaria que mejoraría el
acceso a los rubros alimentarios de la población venezolana (MPPAL, 2015).
Se desconoce a qué se refiere la Misión Alimentación con esta categoría de
análisis o indicador referido al consumo de alimentos, por lo que se omite la
metodología para realizar las evaluaciones y a qué corresponden. Esta misión
estableció una red pública de comercialización y distribución de alimentos
subsidiados, la cual absorbió a los supermercados Bicentenario y MERCAL, las
Casas de Alimentación; incluía, además, una red de procesamiento
(VENALCASA, Lácteos los Andes, Industrias Diana, SABILVEN) (MPPAL,
2015).

Seguidamente, en 2008, se creó una red de organismos de apoyo a la política


alimentaria y a la Misión Alimentación. Destacan, entre ellos, el Ministerio del
Poder Popular para la Agricultura y Tierras (MPPAT); también el Servicio
Autónomo de Sanidad Agropecuaria (SASA), establecido en 1992 y
transformado a partir de 2008 en el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral
(INSAI). De esta forma se instauró una red de fiscalización e inspección del
sector agroalimentario, a través del organismo de Supervisión y Control del
Sistema Agroalimentario (SADA). Se diseñó así mismo un servicio de logística
y distribución de alimentos, con el organismo denominado Servicio de
Transporte y Aduanal de Alimentos (LOGICASA) y la Empresa para el
Almacenamiento de Alimentos y otros productos bajo las modalidades de seco,
frío y refrigerado (CEALCO). Por último, se conformó una red de atención,
formación social y nutricional constituida por el Instituto Nacional de Nutrición
(INN) y la Fundación Programa de Alimentos Estratégicos (FUNDAPROAL).

52
En ese mismo año se creó la Productora y Distribuidora Venezolana de
Alimentos S.A (PDVAL), la cual estuvo orientada a la producción y distribución
de alimentos con el apoyo financiero de Petróleos de Venezuela (PDVSA). Esta
organización se conformó como una empresa de distribución alimentaria del
Estado e integrada a la Misión Alimentación (en el año de su creación).

Adicionalmente, desde 1999 el Estado ha creado progresivamente una malla


de instituciones y organismos para brindarle formalidad a las acciones en
materia alimentaria. En tal sentido se han elaborado leyes en todos los ámbitos
de la política alimentaria, a saber: i) Ley de Crédito para el Sector Agrícola (en
1999); Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (en 2001); Ley de Pesca y
Acuicultura (en 2001); la Ley Especial de Asociaciones Cooperativas (en
2001); v) Ley del Fondo de Desarrollo Agropecuario, Pesquero, forestal y
Afines (FONDAPFA, en 2001), que fue sustituido por el Fondo de Desarrollo
Agrario Socialista (FONDAS, en 2009); Ley de Mercadeo Agrícola (en 2002);
Ley de Silos, almacenes y depósitos agrícolas (en 2003); Ley de la
Alimentación de los Trabajadores (en 2004); Ley Orgánica de Seguridad y
Soberanía Alimentaria (en 2008); x) Ley de Salud Agrícola Integral (en 2008); y,
Ley de Costos y Precios Justos (en 2011).

Finalmente, en 2012, la política alimentaria estuvo acompañada de un


proceso de transformación del sistema de misiones sociales, lo cual elevó esta
política social a rango de Grandes Misiones y creó el mecanismo de «Estado
Mayor Conjunto» (una figura similar a la homónima del estamento militar) para
cada una de ellas. En materia alimentaria se instauró la Gran Misión
AgroVenezuela, cuyo objetivo fue sentar y consolidar las bases de la
producción nacional y la incorporación del pueblo al proceso productivo para
garantizar la soberanía y seguridad agroalimentaria. Esta misión se respaldó en
las leyes promulgadas para avanzar en la Reforma Agraria y el fortalecimiento
de la producción nacional. Entre los aspectos que esta Misión aspiraba abordar
se encontraba el apoyo integral a los productores del campo, para incentivar la
producción nacional y reducir progresivamente la dependencia en este ámbito
(AgroVenezuela, 2015).

6. LA POLÍTICA ALIMENTARIA Y SU ENTORNO

En los primeros años del gobierno de Hugo Chávez la política alimentaria en


Venezuela inició con la fuerza institucional que le brindó el artículo 305 de la
Constitución en vigor, así como los protocolos internacionales y las
disposiciones que el orden supranacional le otorgaron al sistema de la SAN. En
este contexto se formularon políticas, planes, programas y proyectos que
permitieron atender a los grupos de interés en el sector. La inclusión de un
sistema de valores a la agenda pública, de connotación ideológica, moldeó
53
progresivamente la acción del Estado a través del gobierno y planteó un nuevo
escenario para el diseño y la evolución de la política alimentaria.

El establecimiento de las políticas públicas para atender la situación


alimentaria experimentó un período en el que la iniciativa original que orientó la
agenda se desvinculó del escenario decisor, luego de la colocación de este
tema en la Constitución. Y, hasta finales de 2002, la interacción entre
mediadores y actores pudo sostener la agenda de análisis o indicador referido
al consumo de alimentos, por lo que se omite la metodología para realizar las
evaluaciones y a qué corresponden. Esta misión estableció una red pública de
comercialización y distribución de alimentos subsidiados, la cual absorbió a los
supermercados Bicentenario y MERCAL, las Casas de Alimentación; incluía,
además, una red de procesamiento (VENALCASA, Lácteos los Andes,
Industrias Diana, SABILVEN) (MPPAL, 2015).

Seguidamente, en 2008, se creó una red de organismos de apoyo a la política


alimentaria y a la Misión Alimentación. Destacan, entre ellos, el Ministerio del
Poder Popular para la Agricultura y Tierras (MPPAT); también el Servicio
Autónomo de Sanidad Agropecuaria (SASA), establecido en 1992 y
transformado a partir de 2008 en el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral
(INSAI). De esta forma se instauró una red de fiscalización e inspección del
sector agroalimentario, a través del organismo de Supervisión y Control del
Sistema Agroalimentario (SADA). Se diseñó así mismo un servicio de logística
y distribución de alimentos, con el organismo denominado Servicio de
Transporte y Aduanal de Alimentos (LOGICASA) y la Empresa para el
Almacenamiento de Alimentos y otros productos bajo las modalidades de seco,
frío y refrigerado (CEALCO). Por último, se conformó una red de atención,
formación social y nutricional constituida por el Instituto Nacional de Nutrición
(INN) y la Fundación Programa de Alimentos Estratégicos (FUNDAPROAL).

En ese mismo año se creó la Productora y Distribuidora Venezolana de


Alimentos S.A (PDVAL), la cual estuvo orientada a la producción y distribución
de alimentos con el apoyo financiero de Petróleos de Venezuela (PDVSA). Esta
organización se conformó como una empresa de distribución alimentaria del
Estado e integrada a la Misión Alimentación (en el año de su creación).

Adicionalmente, desde 1999 el Estado ha creado progresivamente una malla


de instituciones y organismos para brindarle formalidad a las acciones en
materia alimentaria. En tal sentido se han elaborado leyes en todos los ámbitos
de la política alimentaria, a saber: i) Ley de Crédito para el Sector Agrícola (en
1999); Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (en 2001); Ley de Pesca y
Acuicultura (en 2001); la Ley Especial de Asociaciones Cooperativas (en 2001);
v) Ley del Fondo de Desarrollo Agropecuario, Pesquero, forestal y Afines
(FONDAPFA, en 2001), que fue sustituido por el Fondo de Desarrollo Agrario
Socialista (FONDAS, en 2009); vi) Ley de Mercadeo Agrícola (en 2002); Ley
de Silos, almacenes y depósitos agrícolas (en 2003); Ley de la Alimentación de
54
los Trabajadores (en 2004); Ley Orgánica de Seguridad y Soberanía
Alimentaria (en 2008); Ley de Salud Agrícola Integral (en 2008); y, Ley de
Costos y Precios Justos (en 2011).

Finalmente, en 2012, la política alimentaria estuvo acompañada de un proceso


de transformación del sistema de misiones sociales, lo cual elevó esta política
social a rango de Grandes Misiones y creó el mecanismo de «Estado Mayor
Conjunto» (una figura similar a la homónima del estamento militar) para cada
una de ellas. En materia alimentaria se instauró la Gran Misión AgroVenezuela,
cuyo objetivo fue sentar y consolidar las bases de la producción nacional y la
incorporación del pueblo al proceso productivo para garantizar la soberanía y
seguridad agroalimentaria. Esta misión se respaldó en las leyes promulgadas
para avanzar en la Reforma Agraria y el fortalecimiento de la producción
nacional. Entre los aspectos que esta Misión aspiraba abordar se encontraba el
apoyo integral a los productores del campo, para incentivar la producción
nacional y reducir progresivamente la dependencia en este ámbito
(AgroVenezuela, 2015).

CONCLUSIONES

Sería ideal poder definir la alimentación saludable como aquella que incluye
una lista de alimentos considerados saludables, sin embargo, esto no es así.
Una persona puede alimentarse con alimentos saludables sin embargo no es
suficiente para calificarla así.
Una alimentación se considera saludable cuando todos o en su defecto la
gran mayoría de los productos que la componen son alimentos saludables que
aportan una variedad de nutrientes y calorías que permite cubrir las
necesidades diarias sin excesos ni deficiencias.
55
Los alimentos saludables se caracterizan por ser aquellos que en su unidad
concentran naturalmente una variedad de nutrientes, son alimentos naturales
ofrecidos por la propia naturaleza y son mejores cuando no pasan por procesos
industriales.
Un alimento saludable puede pasar por un proceso industrial y seguir siendo
saludable pero también puede dejar de serlo si se somete a procesos o
transformaciones fisicoquímicas que disminuye su calidad nutricional o por la
incorporación significativa de aditivos artificiales o por su pobre valor nutritivo y
elevado valor calórico.
Por otro lado, la alimentación saludable debe incluir aspectos sobre frecuencia
de consumo de cada tipo de alimento, cantidad de alimento consumido y
formas de preparación e ingredientes de dicho alimento o comida.
En conclusión, la alimentación saludable no se limita solo al alimento, sino
que además del alimento está referida también a cuánto, cómo y con qué
frecuencia se consumen los alimentos y debe estar en relación a las
necesidades nutricionales y de energía de cada persona.
Los grupos de actores y mediadores inicialmente involucrados en la creación
de la agenda alimentaria se transformaron paulatinamente y perdieron fuerza
en los procesos de negociación para la solución del problema alimentario en
Venezuela con sus dificultades vigentes. Si bien la agenda pública en materia
alimentaria se mantiene, lo hace en otro contexto muy diferente al propuesto
inicialmente. No obstante, el tema alimentario –por su rango constitucional y la
institucionalidad supranacional– seguirá siendo parte de la agenda pública,
pero en otras condiciones que difieren a las que inicialmente la motivaron.
Desde el Estado se dará la posibilidad de cambiar las estrategias para resolver
el problema alimentario, mas no su institucionalidad. De esta manera, la
transformación de políticas que partan del consenso de los actores
involucrados podría moldear nuevamente el ejercicio de las instituciones y
producir un cambio institucional.

En el actual contexto, el diseño de políticas se conserva con una tendencia


incrementalista, pero basado en la toma de decisiones unilaterales por parte
del gobierno. El enfoque multidimensional para el abordaje del problema
alimentario, desde el sistema de la SAN, ha perdido relevancia en la agenda
alimentaria nacional. Uno de los rasgos distintivos es que no se hace un
ejercicio de planificación estratégica, considerando todas las dimensiones que
conforman el sistema.
De otro lado, el desempeño del SAV y del sistema de la SAN en general da
cuenta de resultados que difieren de los objetivos inicialmente propuestos en la
política en materia alimentaria. Por tanto, para el caso de Venezuela se
constata para el período estudiado que la existencia de las instituciones no
garantiza su eficiencia. En el actual contexto es impostergable atender el
estado de la SAN como un problema alimentario que está traspasando
condiciones de emergencia humanitaria. El fortalecimiento del sistema de la
SAN requiere de una transformación institucional que produzca un cambio
político, económico y social. Un mejor desempeño del SAV que pueda atender
los requerimientos del sistema de la SAN pasa por obtener una curva de
aprendizaje a partir de la evaluación de la política, para así evitar llegar a fallos
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en la política a lo largo del ciclo de la misma. Además, en la conformación del
ciclo de la política alimentaria debe introducirse un conjunto de valores
democráticos tendentes a la participación y a la negociación. Atender los
problemas que enmarcan la política alimentaria colocará en vigor nuevamente
la agenda. Para ello deben fortalecerse los arreglos sociales y producir un
cambio de dirección política que permita reelaborar un nuevo referencial de
política.
Otro de los hallazgos reveló que no existe claridad en la literatura –desde las
propuestas gubernamentales– sobre el uso de los términos relacionados con la
política alimentaria en el caso venezolano. Este estudio presentó las diferentes
acepciones del concepto que se han utilizado en el transcurrir de la gestión
pública, aun cuando se pueden introducir algunos sesgos en las
interpretaciones. Este aspecto puede resultar útil para el desarrollo de nuevas
investigaciones en el tema.
Lo que ha ocurrido en la realidad es que, a partir de la creación de un supra
poder para la coordinación de las misiones –como es el caso del Estado Mayor
Conjunto–, se consuma la tutoría militar del manejo de la política alimentaria.
En consecuencia, se puede atribuir a la institución castrense –en conjunto con
el gobierno– la responsabilidad del estado de inseguridad alimentaria; o, en el
peor escenario, la posibilidad de reconocer una crisis humanitaria en
alimentación en la sociedad venezolana.
Finalmente es importante subrayar que el sistema de la SAN atraviesa por la
situación de riesgo y vulnerabilidad más trascendental desde el siglo pasado.
Las condiciones de fragilidad institucional, la centralidad en el rol del Estado, la
ausencia de participación y negociación, la falta de claridad y acciones en
materia sectorial y los desequilibrios macroeconómicos –entre otros–, son los
concomitantes de una profunda crisis de la SAN y de la colocación del
problema alimentario en la agenda pública en una desproporcionada
dimensión.

RECOMENDACIONES

Tener una vida saludable y activa es importante para prevenir los


padecimientos más comunes, más aún en la actualidad, cuando por el alto
costo y déficit de medicinas, muchas dolencias no pueden ser tratadas en los
centros hospitalarios.
* 1. Realizar actividad física, moderada y continua: Mantener el cuerpo en
constante movimiento crea los anticuerpos necesarios para evitar
enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer de colon. Además, ayuda a
fortalecer los músculos y combatir el sobrepeso, entre otros beneficios que
explica el Ministerio de Sanidad de España.
* 2. Elegir alimentos preparados en casa en vez de procesados: Preparar
diariamente los alimentos permite mantener una dieta balanceada y conocer
los ingredientes de cada preparación, evitando así el alto consumo de grasas y
productos desconocidos. También contribuye al ahorro monetario, algo
fundamental frente a la situación de crisis económica que atraviesa Venezuela.
57
* 3. Beber al menos dos litros de agua diarios: Una hidratación adecuada es
esencial para el correcto funcionamiento del sistema digestivo y ayuda a las
células cerebrales a recibir sangre oxigenada para mantener el cerebro en
alerta, según el artículo publicado por BBC Mundo que explica los beneficios de
beber agua en ayunas.
* 4. Reducir el uso de sal y alimentos con alto contenido de sodio: El exceso
de sal en la alimentación contribuye a la retención de líquidos, además de
contribuir a la aparición de enfermedades como la hipertensión y problemas
cardiovasculares. La Organización Mundial de la Salud recomienda ingerir
máximo 5 gramos de sal diariamente, es decir, una cucharadita.
* 5. Incorporar legumbres y verduras a la dieta diaria: Las frutas y vegetales se
caracterizan por tener propiedades nutricionales que otros alimentos no
poseen, por lo que su consumo aporta diversas vitaminas que ayudan al
funcionamiento ideal del cuerpo.
* 6. Sustituir la cafeína por infusiones de té: Diferentes artículos web muestran
las consecuencias a largo plazo de consumir cafeína en exceso. Por el
contrario, el té ofrece diversos beneficios al organismo como el mejoramiento
del sistema inmunológico y la memoria.
* 7. Reducir en lo posible el nivel de estrés: El estrés es un estado de tensión,
ansiedad y nerviosismo producto de las obligaciones y problemas de la vida
diaria. Manejar adecuadamente el estrés diario puede traer un mayor
rendimiento mental.

Referencias

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