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Penal general II

El proceso penal que genero este hecho, nos encontramos frente a unas penas
aplicables a fernandino por los hechos cometidos, las conductas en que concurre
son tipificadas como homicidio culposo y lesionas personales culposos de las
cuales acarrea consecuencias que son privativas de la libertad, multa y la
privación del derecho de conducir vehículos automotores y motocicletas.
La modalidad de la conducta punible, ante el caso hipotético expuesto, la
modalidad en la que se desarrolla y ejecuta la conducta punible es la culpa, ya
que; “la conducta es culposa cuando el resultado típico de la infracción al deber
objetivo de cuidado y el agente debió haberlo previsto por ser previsible, o
habiéndolo previsto, confió en poder evitarlo”. (ley 599 del 2000, art 23).
Descartando el dolo, ya que el sujeto activo, descripto en el siguiente numeral, no
recorrió el inter criminis con la intención de cometer homicidio o lesión, se da esta
consideración ya que esta persona no utiliza el vehículo como un arma ni con la
intención de ocasionar estos perjuicios. Ni tampoco preterintencional puesto que
pese a que conducir automóvil lleva consigo ostentar la posición de garante frente
a los demás actores viales no condiciono su comportamiento previamente, como
por ejemplo sucede con las personas que consumen alcohol o sustancias
psicoactivas antes de conducir o quien dispara un arma de fuego
indiscriminadamente. esta conducta se puede considerar como una negligencia o
el no cumplimiento del deber de cuidado ya que, por descuido u olvido, omitió esa
señalización ocasionando esos resultados graves.
Con respecto a la pena que se le debe de imponer a fernandino por el hecho
ocurrido, en nuestro sistema penal colombiano contempla la figura jurídica del
concurso de las conductas punibles consistente en qué;
El que con una sola acción u omisión o con varias acciones u omisiones infrinja
varias disposiciones de la ley penal o varias veces la misma disposición, quedará
sometido a la que establezca la pena más grave según su naturaleza, aumentada
hasta en otro tanto, sin que fuere superior a la suma aritmética de las que
correspondan a las respectivas conductas punibles debidamente dosificadas cada
una de ellas.
En ningún caso, en los eventos de concurso, la pena privativa de la libertad podrá
exceder de sesenta (60) años. (Ley 599 de 2000, art. 31)
Razón por la cual, al comparar los máximos de ambas conductas punibles, el
homicidio culposo con una pena de “cuarenta y ocho (48) a noventa (90) meses”
(Ley 599 de 2000, art. 109) y las lesiones personales culposas de “dieciséis (16) a
cincuenta y cuatro (54) meses” (Ley 599 de 2000, art. 120). Es evidente la
superioridad en la pena a imponer del primer tipo penal analizado.
Por las razones expuestas la pena a imponer a fernandino es la que contempla el
homicidio culposo, aumentado en otro tanto dado el concurso de conductas
punibles.
En estos artículos antes mencionados también se encuentran descritas las multas
que se le deben de imponer a fernandino por el hecho cometido, en las cuales
para las lesiones culposas con una “multa de seis punto sesenta y siete (6.67) a
treinta y ocho (38) salarios mínimos legales mensuales vigentes” y para el
homicidio culposo con una “multa de veinte y seis punto sesenta y seis (26.66) a
ciento cincuenta (150) salarios mínimos legales mensuales vigentes”, teniendo en
cuenta estas multas aplicables, debemos de aplicar el principio de acumulación
(art 39) en el cual nos dice que en caso de que se presente un concurso de
conductas punibles, las multas correspondientes a cada una de las infracciones se
sumaran, pero debemos de tener en cuantas que al sumarlas este no debe de
superar el máximo que nos fija este mismo artículo que es de cincuenta mil
(50.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Pero esta cuantía de la multa será fijada por el juez que deberá de tener en cuenta
el daño causado con la infracción, la intensidad de la culpabilidad, el valor del
objeto del delito, la situación económica del condenado que es deducida de su
patrimonio, ingresos, obligaciones y carga familiar.
Con respecto a las penas privativas de otros derechos, la de privación a conducir
a conducir vehículos automotores, se sustentan como principales ya que aparecen
descritas dentro de estos artículos 109 y 120 del código penal, con respecto a
estas penas privativas de otros derechos hay una que no se cataloga como
principal, pero que al ser condenado se impone de manera general, es decir, sin
mirar si tiene o no relación con la conducta punible, esta es la inhabilitación para el
ejercicio de derechos y funciones públicas, es decir, que no permiten al
condenado a elegir y ser elegido, de no hacer ejercicio de otro derecho político,
función pública, entre otros.

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