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Pedagogía II
Segundo Parcial
Estudiantes:
Docente: Noelia Talayer c.i 4.348.413-8
Anabela Paleso Valentina Tapia c.i. 5.174.918-8
Camila Varela c.i. 4.760.905-7
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Montevideo, noviembre 2021
Índice
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Introducción……………………………………………………………………………….…2
A modo de cierre………..……………………………………………………………….…..10
Referencias bibliográficas…………………………………………………………………...11
Bibliografía…………………………………………………………………………………..12
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Introducción
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Orígenes de la Pedagogía Latinoamericana y experiencias pedagógicas de Simón
Rodríguez y Jesualdo Sosa
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En los últimos años de su vida, el maestro dió clases en algunos colegios ecuatorianos. Por
último, en 1853 emprendió un viaje a Perú, donde falleció.
Maximiliano Durán (2012) expresa: S. Rodríguez soñó con una sociedad en la que
convivan en igualdad hombres y mujeres, blancos y negros e indígenas, pobres y ricos, sanos
y enfermos. Se oponía ante las desigualdades y las costumbres tradicionales de su época. En
una sociedad más preocupada por el honor y las jerarquías que por el progreso y la
modernidad. Un defensor de la educación pública con igualdad para todos los ciudadanos.
Por otra parte, otro de los maestros de Latinoamérica cuya visión pedagógica
revolucionó la estructura educativa tradicional del siglo XX, fue Jesús Aldo Sosa
(1905-1982), conocido como Jesualdo Sosa, nacido en Tacuarembó, Uruguay. Fue un
educador referente. Llevó adelante la experiencia pedagógica en la escuela rural N° 56 de
Canteras del Riachuelo, en el departamento de Colonia, Uruguay (1928-1935), en donde
permaneció siete años desarrollando su principal experiencia educativa, en un lugar “poblado
por inmigrantes donde se conjugan las más variadas nacionalidades y donde el trabajo era de
riguroso esfuerzo” (Sosa, 1935).
Sus propuestas promovieron una experiencia educativa basada en el compromiso con
la comunidad y la situación histórica de los sectores más desfavorecidos del Uruguay; su
pedagogía se centró en el interés del niño y de su contexto social, político y económico
(UNIPE, 2016). Cuestionó los sistemas de educación, buscó desde diferentes estrategias,
encontrarse con libros, revistas, autores y experiencias múltiples. Discutía y planificaba en
conjunto con los niños las normas de responsabilidad y disciplina colectiva. Incluyó en los
estudios escolares aspectos relacionados al trabajo. Por otra parte, el maestro consideró la
expresión creativa un pilar fundamental en el desarrollo de la educación: la libertad, la
autonomía y el estímulo a la expresión fueron siempre sus banderas y su estilo de posibilitar a
otros futuros a sus alumnos desde propuestas pensadas fuera del aula, como campamentos,
salidas y exposiciones, entre otras (UNIPE, 2016).
En este sentido, Jesualdo expresa: “la educación es el fundamental instrumento de
transformación social en cualquier proceso que exige cambios profundos y permanentes, en
cualquier época y sean cuales fueren las circunstancias y regímenes que tengan que operar en
tal sentido”. (Jesualdo Sosa 17 educadores de América 1945:428) El concepto de educación,
en sentido amplio, para Jesualdo Sosa era el arte de devolverle al individuo su libertad
originaria, rescatándolo como sujeto de deseo. Para él, educar es desarrollar en los otros,
estrategias que le permitan trascender las circunstancias presentes, creando a través de la
imaginación y la fantasía, un otro mundo simbólico que instale al sujeto en una nueva
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situación, en el que pueda sentirse confortable, seguro y auténticamente libre, sublimando su
realidad. (Jesualdo Sosa 17 educadores de América 1945:428)
Educación y trabajo
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Escuela y comunidad
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Posición del docente o educador
Jesualdo Sosa, consideraba que el maestro que no asumía un compromiso con la lucha
política, huía de las responsabilidades culturales de su tiempo, no estando a la altura de su
tarea (UNIPE, 2016). En su obra “La expresión creadora del niño” (Sosa, 1950), evidencia su
afinidad por la Escuela Nueva, por la centralidad del alumno en el proceso pedagógico y el
rescate de las posibilidades educativas del hacer; oponiéndose a los principios de la escuela
tradicional, que regía en aquel entonces. Sentía que el sistema capitalista era el que producía
esta escuela (tradicional), y esta escuela lo que producía era justamente individuos de alguna
manera frustrados, donde sus posibilidades humanas no se podían desarrollar (Antonio
Romano en UNIPE, 2016).
Según los trabajos bibliográficos, su experiencia de formación y la relación con el
conocimiento nos permite observar cuestiones centrales como aportes a la formación de
futuros docentes. Jesualdo inició su trabajo conociendo los detalles de la situación de sus
alumnos, sus contextos familiares, sociales y económicos marcados por el hambre, la
explotación, la repetición y el trabajo duro desde pequeños. Para Jesualdo la relación entre
maestro y alumno era igualitaria, estas acciones se cumplían siempre desde un punto de vista
artístico, donde la danza, la plástica, el canto, construirá una modalidad. El papel fundamental
dentro del aula para él es el de “aprender expresándose”.
En esta misma línea, Simón Rodríguez consideraba que el educador debía ser un
mediador en el aprendizaje del niño, un guía que acompaña y facilita ese aprendizaje.
Apostaba por vínculo horizontal entre educando y educador, eliminando la relación de
autoridad. Asimismo, al igual que Sosa, se oponía a la propuesta tradicional, donde el
educando era un receptor pasivo de la información que debía de obedecer y cumplir las
normas ya establecidas. Rodríguez afirmaba que un “maestro es quien ayuda al otro a ser
quien es”.
Se puede decir que ambos autores se inclinan por un perfil de educador en el que no se
es protagonista ni único dueño de saberes; sino que consideraban primordial generar un
vínculo más horizontal con sus estudiantes, donde se intercambian aprendizajes, dándoles a
estos el centro del protagonismo para marcar el proceso hacia dónde se encaminan sus
aprendizajes, teniendo en cuenta la situación particular de cada uno, el contexto familiar y
socioeconómico en el que vivían, basado en sus intereses individuales.
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2. ¿En qué medida son propuestas alternativas pedagógicas?
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3. (Re)pensar las prácticas educativas actuales y los aportes de las experiencias
para la Educación Social
“La posibilidad de interrogarnos resulta, en todos los casos, el primer paso de cualquier
estrategia para pensar”.
(Minnicelli, 2008: 3)
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Siguiendo la misma línea citamos a Adrina Puiggros: “Entre las utopías del siglo
pasado, y del anterior, podemos encontrar inspiraciones para afrontar los problemas de hoy, e
imaginar el futuro, aunque todo haya cambiado, y un porvenir incierto se precipite sobre
nosotros” (Puiggrós, 2016).
A modo de cierre
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Referencias bibliográficas
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Bibliografía
Webgrafía:
https://politicayeducacion.com/el-pensamiento-pedagogico-del-maestro-jesualdo-sosa/
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