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DUQUE ARTESANÍAS

Andrés Iván Duque es oriundo del departamento del Huila, proveniente de una
familia paisa o como él lo llama de “una familia berraca y camelladora”. De niño
muy poco le interesó el estudio, ya que su papá lo enseñó a trabajar desde
pequeño y se vio más bien incentivado a trabajar ya que este le producía dinero y
el estudiar no, por lo que sus estudios quedaron inconclusos, siendo el grado
noveno su último año dentro de un plantel educativo.

En el año 2009 con familiares residentes en la ciudad llega a Santa Marta a


aventurar, en busca de nuevos horizontes, su padre le proporciona treinta mil
pesos para que pueda empezar a trabajar, en ese entonces estaban en su furor
las famosas muñecas “chismosas” que no tenían rostro; así que Andrés se pone
manos a la obra y pinta cuadros de estas muñecas y sale a las calles a venderlas,
arrojándole en su primer día una utilidad de ciento cincuenta mil pesos y para el fin
de semana entre plante y ganancias un millón de pesos.

Pasada la bonanza de las muñecas procedió a comercializar el juego llamado “la


coca” que estuvo por mucho tiempo en furor. De esta manera iba cambiando y
variando el producto que vendía dependiendo de lo que en el mercado se exigía.

Después de trabajar duro, cohibirse de comprar muchas cosas y en aras de


aumentar su capital, al año de estar trabajando en la ciudad consigue un local
donde puede vender de manera formal sus productos, teniendo variedad de
surtido, entre ellos artesanías, aprovechando el turismo que generaba la ciudad.

Para el segundo año ya tenia un empresa consolidad que pudo registrar en


cámara de comercio, empresa en la que ha seguido trabajando arduamente y que
hoy en día ha logrado uno de los mejores lugares para ventas en el sector del
Rodadero.

Debido a la pandemia de Covid-19 tuvo que cerrar sus instalaciones y su


economía estuvo en declive, ya qie para poder sobrevivir tuvo que reducir el
capital que poseía, por lo que se vió en la obligación de salir a la calle a trabajar
vendiendo tapabocas, producto que en ese momento era el solicitado por los
consumidores y de vez en cuando iba al local a revisar que no lo hayan saqueado,
meses después por fin pudo abrir las puertas de su empresa al público, con el
poco turismo que estaba llegando a la ciudad y lo poco que podía comprar a los
demás artesanos para surtirse empezó nuevamente desde cero; y tan solo desde
hace dos meses cambió las instalaciones de la empresa a un sector con mayor
afluencia de personas, donde ha podido generar buenas ganancias y recuperarse
poco a poco.

Andrés Duque recalca que la clave del éxito es ser constante y perseverantes,
además de saber administrar lo que se tiene así sea poco porque a futuro es
donde se verán los resultados de ese esfuerzo, además le da mucho crédito al
buen trato que se le debe dar a los clientes, dice que la atención y el tiempo que
se le invierte a un cliente es fundamental para el crecimiento de la empresa.

Luisa Fernanda Mazo Prado


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