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Lourdes Luciana Freijo

39.535.189

DIPLOMATURA EN GESTIÓN INTEGRAL MINERA

TRABAJO EVALUATIVO FINAL

GEOLOGIA DEL LITIO

Contenido

Generalidades

Yacencia

Genesis

Origen y evolución de los salares de la Puna

El litio se presenta en concentraciones económicas en, al menos dos mayores

presentaciones en la naturaleza: una es el litio en rocas y la otra es el litio en

salmuera de los salares.

La primera pertenece al ciclo endógeno de la materia o sea a los fluidos

provenientes de la fusión de los magmas, los cuales enriquecidos en litio, flúor,

fosforo, berilio, entre otros elementos, se enfrían a lo largo de ciertas estructuras, cámaras o canales donde

cristalizan para dar lugar a pegmatitas con un importante número de minerales comunes y raros. Los filones

pegmatiticos que acompañan a algunos granitos pueden ser los portadores de los minerales de litio,

precisamente hay pegmatitas portadoras de minerales de litio: espodumeno, ambligonita, petalita, lepidolita,

que pueden llegar a tener concentraciones que los hacen económicamente explotables. El litio que proviene

de estas fuentes se caracteriza como “litio en rocas” y Australia es el primer productor mundial.
También hay arcillas que atrapan litio en su estructura, entre ellas las hectoritas.

El otro litio con importancia económica es el “litio en salares”. Los salares de la Puna y el Altiplano son

ambientes geológicos favorables para encontrar este elemento disuelto en sus aguas subterráneas, aunque

no siempre estos cuerpos salinos presentan concentraciones de litio económicamente rentables. Un salar se

forma a partir de la ocurrencia de varios factores entre los que se destaca la tectónica de placas, el

hidrotermalismo, el endorreísmo y el clima. La conjugación de todos estos factores mencionados es lo

que otorga a los depósitos evaporíticos características peculiares que los distinguen de los formados en

marcos geodinámicos diferentes (Alonso, 2006). De manera que cada factor juega un papel fundamental en

la generación de los salares. Los elementos químicos como el litio se incorporan ya sea por la inyección

directa de fluidos líquidos o gaseosos de origen magmático a los circuitos hidrológicos, o por el lixiviado

subterráneo de las aguas meteóricas, infiltradas y calentadas por el elevado flujo térmico de la región

originado por la actividad volcánica.

El litio no está solido en la superficie del salar desde donde se lo pueda raspar y cargar en camiones, el litio

se presenta como iones en las salmueras. Los salares ricos en boratos han probado a prima facie ser

también ricos en litio. El litio no solo está en las salmueras subsuperficiales sino que, además se han

encontrado salmueras densas y ricas en litio a mayor profundidad.

El litio debe extraerse de las salmueras mediante procesos metalúrgicos físicos-químicos caros y complejos,

para poder obtener sales como el carbonato o el cloruro de litio. A partir de sal salmueras pre concentradas

durante meses de evaporación, llegan a las plantas químicas donde se realizan técnicas mineralurgicas que

van a eliminar los sobrantes de carbonatos, sulfatos, cloruros, etc. para obtener el litio final.
La extracción de las salmueras litíferas de los salares puede hacerse ya sea mediante pozos de bombeo que

impulsan el fluido hacia grandes piletas de evaporación (sistema tradicional) o bien circulando las salmueras

enriquecidas por un sistema de columnas de intercambio catiónico con resinas.

Las piletas de evaporación aprovechan dos energías no convencionales (“verdes”) como son la solar que

calienta y evapora la salmuera y la eólica que ayuda a evaporar y concentrar la salmuera para que precipite

primero el cloruro de sodio en el cual esta normalmente enriquecida. El proceso es esencialmente ecológico,

sustentable y amigable con el medio ambiente. En la actualidad se desarrollan nuevas tecnologías que

buscan tratar directamente las salmueras crudas y evitar la etapa de evaporación en las piletas.

En Sudamérica existe un área conocida como el "Triángulo del litio" que concentra aproximadamente el 85%

de este elemento en el mundo. Lo integran el salar de Atacama en Chile, el salar del Hombre Muerto en

Argentina y el salar de Uyuni, en Bolivia; este último contiene el 45% de las reservas mundiales de litio. El

crecimiento acelerado del uso del litio ha provocado que una tonelada de litio suba su precio desde 1.500

dólares que costaba en 2003 hasta su pico máximo de 5.200 dólares en 2009; actualmente su valor es de

4.300 dólares por tonelada.

Origen y Evolución de los salares de la Puna Argentina

Los Andes Centrales en general y la Puna Argentina en particular contienen una gran variedad de cuencas

cerradas con drenaje interior (endorreicas). Estas depresiones varían largamente en forma, tamaño, relleno y

marco geológico. Los tres salares mayores de los Andes Centrales son: Uyuni (Bolivia), Atacama (Chile) y

Arizaro (Argentina). Atacama se encuentra en un bloque tectónico hundido a 2600m.s.n.m., al oeste de la

Cordillera Volcánica. Contiene la mayor concentración puntual de sal en el planeta con 3000 km cúbicos,

como una consecuencia del drenaje orogénico del edificio andino que confluye en esa región. Uyuni y Arizaro

se encuentran en el Alto Plateau del Altiplano-Puna.

Uyuni está en el centro del Altiplano, sometido a los vientos húmedos orientales, mientras que Arizaro está en

la región más seca de la Puna Argentina.

En general los salares tienen una orientación meridiana, con un eje mayor norte-sur y son más largos que

anchos. En algunos casos la forma es casi cuadrangular como ocurre con los salares de Hombre Muerto y

Diablillos. Un caso especial es el salar de Antofalla (Catamarca), una faja larga y estrecha de más de 100km
de largo y un ancho máximo que no supera los 8km. Algunas depresiones tectónicas contienen dos o más

salares en su interior.

La Puna Jujeña muestra la cuenca de Olaroz-Cauchari enmarcada entre dos bloques tectónicos a oriente y

occidente (Lina-Olaroz y Tanque) y dos cadenas volcánicas al norte y sur (Coyahuiama y Quevar).

La Puna salteña muestra la cuenca de Pastos Grandes-Centenario-Ratones, enmarcada entre dos bloques

tectónicos a oriente y occidente y los complejos volcánicos de Quevar y Ratones al norte y sur

respectivamente. Las sierras que limitan los salares pueden ser de muy diferentes constituciones geológicas.

Hay sierras graníticas como la de Macon que separa las cuencas de Pocitos y Arizaro; otras de rocas

sedimentarias marinas ordovícicas como las que separan el salar de Pocitos del salar de Pozuelos (sierra de

Quebrada Honda), o la sierra de Copalayo que separa el salar de Pozuelos del de Pastos Grandes. La

cuenca de Pastos Grandes, Centenario, Ratones y Hombre Muerto está flanqueada a oriente por un bloque

de rocas cristalinas de basamento ígneo-metamórfico con edades desde Precámbrico hasta Ordovícico

superior.

La sierra que limita a oriente la cuenca de Olaroz-Cauchari es de rocas sedimentarias Mz y Cz. El complejo

de sierras que limita por el oriente a las cuencas de Guayatayoc-Salinas Grandes está constituido por rocas

precámbricas (Puncoviscana), cámbricas (Gpo Mesón), ordovícicas (Gpo StaVictoria), cretácicas-paleógenas

(Gpo Salta) y neógenas.

Asimismo hay salares limitados en gran parte de su extensión por rocas volcánicas, especialmente

ignimbritas. La composición de estas rocas va a influir directamente en el relleno de los salares, tanto de los

depósitos sedimentarios clásticos como de los depósitos químicos-evaporíticos.

Los salares cristalinos son los que tienen un desarrollo de halita en profundidad (ej Hombre Muerto, Arizaro,

Pocitos, Pozuelos, etc.), mientras que en los terrosos las facies clásticas son dominantes sobre las

evaporiticas (ej. salares de la puna jujeña). Ellos han sido reclasificados como maduros (cristalinos) e

inmaduros (terrosos), por Houston et al (2011).

Tanto las clastofacies como las evapofacies engranan lateralmente y tienen como referencia el borde del

salar donde la pendiente cambia a horizontal y donde se produce la separación entre el medio físico y el

medio químico. Ese límite dinámico constituye el nivel de base. La tectónica y el clima pueden modificar ese

nivel de base moviéndolo lateralmente aguas arriba del abanico aluvial o bien hacia el interior del depocentro.
En este sentido el levantamiento de algunos bloques que limitan el salar pueden rejuvenecer el relieve y

empujar por progradación las clastofacies por encima de las evapofacies.

En contrario un clima más húmedo, con aumento de las precipitaciones puede generar un lago efímero con

depositación de arcillas tanto sobre las clastofacies distales como sobre las evapofacies. Además de

coadyuvar el rejuvenecimiento del relieve por penetración y acomodamiento de la red imbrífera, a lo que se

suma la potencial interconexión de sistemas lacustres por rebasamiento en función de altura y canales

potenciales de drenaje. Un ejemplo muy claro se encuentra en el canal fluvial que une los salares de Pastos

Grandes y Pozuelos y que estuvo activo durante el Pleistoceno.

La evolución de los salares está en gran parte restringida a la disposición, comportamiento y movimiento

diferencial de los bloques tectónicos limitantes, con lo cual los salares pueden bascularse de oeste a este (ej.

Centenario-Ratones) o de este a oeste (Arizaro), o en un juego de componentes norte-sur o sur-norte, o bien

una combinación de todos o algunos de ellos. Los salares pueden tener un diseño simétrico o asimétrico de

acuerdo a la disposición del depocentro con respecto a los bloques tectónicos limitantes. El movimiento

diferencial los bloques tectónicos puede desplazar el depocentro halítico dentro del espacio de acomodación

del salar.

O sea que visto en el tiempo el depocentro es dinámico y esto queda registrado en la arquitectura de las

facies profundas del salar que han sido visibilizadas por sísmica, geoeléctrica, magnetotelúrica o

directamente iluminadas con perforaciones profundas a diamantina o aire reverso. El análisis del conjunto

de los salares puneños permite ver que si bien todos son iguales bajo la calificación que hace a

salares, todos son a su vez distintos en orden a su marco rocoso, aportes, edad, facies, quimismo de

las salmueras, evolución, entre otros múltiples aspectos.

Bibliografía

Alonso, R.N., 2013. El Litio de la Puna. Diario El Tribuno. Lunes 24 de junio de 2013, Salta.

Alonso, R.N., 2006. Ambientes Evaporíticos Continentales de Argentina. En: Temas de la Geología Argentina

I. Serie Correlación Geológica, 21 (2): 155-170. INSUGEO.

Cisternas, L., Montenegro, M., Urquieta, C. (1999). Tecnología de los Procesos Químicos, una revisión a los

principios, mercado y medio ambiente a través de la industria química chilena. Universidad de Antofagasta,

Chile. 196 p.
Viramonte, J., Alonso, R., Gutiérrez, R. y Argañaraz, R.1984. Génesis del litio en los salares de la Puna

argentina. 9° Congreso Geológico Argentino, Actas 3: 471-481, Bariloche.

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