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Responsabilidades
14. Responsabilidades.
Responsabilidad de los
profesionales liberales
14.1. Responsabilidad de los
profesionales liberales
Las características serían: título otorgado por una universidad que habilite para
el ejercicio profesional y que certifica un bagaje de conocimientos especiales; la
matriculación en un colegio profesional; la autonomía científica como también
1
técnica; la sujeción a normas éticas y reglamentarias que rigen su actividad
específica1
1
Para ampliar este punto se recomienda la lectura de: Pizarro, Daniel R. y Vallespinos, Carlos G.
(2012), “Instituciones de derecho privado Obligaciones” (2012), Buenos Aires, Hammurabi,
primera edición, Tomo 5, pag.323y ss Pizarro, Ramón D.; Vallespinos, Carlos G. (2013).
Compendio de derecho de daños. Buenos Aires: Hammurabi pags. 477 y ss
2 “Responsabilidad objetiva. Cuando de las circunstancias de la obligación, o de lo convenido
por las partes, surge que el deudor debe obtener un resultado determinado, su responsabilidad
es objetiva”. Art. 1723 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
3 “Concepto. La obligación de hacer es aquella cuyo objeto consiste en la prestación de un
servicio o en la realización de un hecho, en el tiempo, lugar y modo acordados por las partes”.
Art. 773 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Remitimos a la lectura de estas normas para comprender adecuadamente el actual régimen de
las obligaciones de hacer.
2
Entendemos que no es necesario un tipo especial para regular el
contrato de servicios profesionales como fue propuesta de
regulación en el proyecto de 1993 (PEN). En primer lugar porque
la diversidad de actividades profesionales hace difícil
encuadrarlas en un solo tipo especial, y existe adaptabilidad con
las normas ya propuestas en el resto de los textos. En segundo
lugar, porque las reglas específicas contempladas en el Proyecto
de 1993 (PEN) para dicho contrato, se encuentran en el
Anteproyecto que presentamos. La discrecionalidad técnica, la
diferenciación con el contrato dependiente, los efectos de la
utilización de terceros, el modo de determinar la obligación del
profesional, están contempladas en las disposiciones generales
de los contratos de obra y servicios. En la parte especial de los
servicios se remite a las obligaciones de hacer, donde
claramente se distinguen los casos de mera actividad de los
otros en los que se promete la eficacia. También en obligaciones
existen previsiones sobre la utilización de terceros, la imputación
basada en la estructura del vínculo obligatorio, la confianza
especial, y los deberes secundarios de conducta. Los aspectos
vinculados a la prueba están contemplados en obligaciones y los
de la responsabilidad en la parte general de este tema. También
en la parte general de contratos hay numerosas disposiciones
propias de los servicios profesionales. El profesional tiene
discrecionalidad técnica, por ello puede elegir los medios a
utilizar conforme con la ciencia y conocimientos que pone en
juego en cada prestación. El Anteproyecto propone en el artículo
1253 que el contratista o prestador elige libremente los medios
de ejecución del contrato. La obligación puede ser contratada
intuitu personae, atendiendo a las condiciones personales
insustituibles del profesional. En el caso en que no sea así, el
profesional puede requerir la cooperación de terceros. El
Anteproyecto dispone (art. 1254) que el contratista o prestador
de servicios puede valerse de terceros para ejecutar el servicio,
salvo que de los estipulado o de la índole de la obligación resulte
que fue elegido por sus cualidades para realizarlo personalmente
en todo o en parte. En cualquier caso conserva la dirección y la
responsabilidad de la ejecución. (Lorenzetti, Highton de Nolasco
& Kemelmajer de Carlucci, 2012, http://goo.gl/K8bpzE ).
Y más adelante:
3
cosas, no es objetiva, excepto que causen un daño derivado de
su vicio. La actividad del profesional liberal no está comprendida
en la responsabilidad por actividades riesgosas. Estos criterios
son los que ha aplicado mayoritariamente la jurisprudencia y han
sido defendidos por la doctrina. El profesional promete un hacer
que consiste en una diligencia conforme a las reglas de la
profesión, sin que pueda asegurar un resultado; de allí que la
imputación sea subjetiva y pueda liberarse probando su falta de
culpa. En cambio, si promete un resultado, la imputación es
objetiva. El profesional actúa con cosas, pero su imputación sólo
es objetiva cuando éstas exorbitan el obrar humano por un vicio.
No puede considerarse que exista una actividad riesgosa en
general calificada ex ante. (Lorenzetti, Highton de Nolasco &
Kemelmajer de Carlucci, 2012, http://goo.gl/K8bpzE ).
Recordemos que con el Código Civil y Comercial no cabe hacer el distingo ente
respuesta contractual o extracontractual de los profesionales, es decir, ya no
interesará la naturaleza de la responsabilidad del profesional, lo que ha traído
más de un problema a la jurisprudencia a la hora de discernir el ámbito de
aplicación. En el actual régimen se sostiene que la responsabilidad profesional
tiene carácter obligacional o contractual, aunque frente a terceros se enrola en
el régimen de la responsabilidad extracontractual. Recordamos que la tesis que
adopta el Código Civil y Comercial es la de la unidad del fenómeno de la ilicitud.
4
En principio, la responsabilidad de los profesionales es subjetiva (art. 1768 del
CCC), por ende, para atribuir responsabilidad civil, el damnificado deberá
probar la "culpa" o el "dolo" del profesional interviniente en el hecho (conf.
arts. 1724 y 1749 del CCC). Por regla general, entonces, la responsabilidad será
subjetiva y la victima deberá probar la culpa o el dolo del profesional.
5 Art. 1768 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
6 Art. 1723 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
7 Art. 1768 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
5
Remitimos a la unidad 7 para repasar el concepto de culpa contenido en el CCC.
Sin perjuicio de que la culpa sea única, es cierto que los profesionales, en razón
de su conocimiento, tienen un deber mayor de previsión y prudencia, tal como
regula el art. 1725:
En forma general, existen algunos deberes profesionales que inciden sobre los
estándares que fijan su conducta.
8Art. 1725 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
9
Para ampliar véase: Pizarro, Ramón D.; Vallespinos, Carlos G. (2013). Compendio de derecho
de daños. Buenos Aires: Hammurabi pags. 479 y ss.
6
Estos estándares y pautas de conducta deben valorarse conforme el caso
concreto y de conformidad al art. 1725 del CCC.
7
Puede decirse que es común la asunción de obligaciones de medios para los
médicos, los abogados, mientras que es más frecuente la asunción de
obligaciones de resultado para los contadores, los arquitectos e ingenieros,
incluso los escribanos. Como las situaciones pueden variar según cada caso y,
en ciertos supuestos, el profesional podrá tener a su cargo una obligación de
resultado, será tarea del juez analizar las premisas fácticas a la luz de la nueva
norma.
Todo esto, desde ya, sin perjuicio de la responsabilidad civil que le cabe al
propio dueño o guardián de la cosa interviniente en el hecho dañoso (siguiendo
con el ejemplo del médico, a éste no podrá considerárselo guardián del bisturí
10Para ampliar puede verse: Sagarna, Fernando Alfredo Responsabilidad civil directa y por el
hecho de terceros. En el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación La Ley Sup. Especial
Nuevo Código Civil y Comercial 2014 (Noviembre), 17/11/2014, 143
11 Art. 1768 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
8
en los términos del art. 1757, pero sí podrá aplicarse esta norma al
establecimiento de salud si resultaba ser su dueño; tampoco podrá
mecanizarse el art. 1757 contra el médico que sí era dueño de la cosa
generadora de riesgo y que originó el perjuicio –v. g., odontólogo que, con el
torno de su propiedad, produce un daño a su paciente-, salvo, en ambos
supuestos, que haya sido provocado el vicio de la cosa).
El punto es opinable.
9
sana crítica racional, todo de conformidad a los arts. 1734, 1735 y 1736 del CCC,
que ya hemos analizado en las unidades 6 y 7.
Una de las ramas de la ciencia que ha tenido mayor evolución en los últimos
siglos es la medicina. Las investigaciones han logrado desarrollar fuertemente
esta disciplina por medio del descubrimiento de nuevas enfermedades, la
precisa determinación de su etiología, diagnósticos más certeros, terapias
adecuadas y tratamientos clínicos y quirúrgicos más avanzados. Lo señalado
ha implicado un acrecentamiento de la actividad médica, ampliando el espectro
de situaciones en las que puede eventualmente surgir la responsabilidad
profesional.
10
error de diagnóstico, inapropiado tratamiento clínico o quirúrgico, o ante una
negligente, imprudente o imperita intervención que cause daño a otro.
Conforme hemos visto en el punto 14.1.1, la norma aplicable para todas las
responsabilidades profesionales es el art. 1768, que, lógicamente, aplica para
los médicos, pero debe ser analizada en todo el contexto del nuevo Código Civil
y Comercial.
11
Art. 57, sobre prácticas prohibidas.
a) Cuando los servicios del médico son requeridos por otra persona
distinta del paciente. En relación a éste, la responsabilidad no nace de
un contrato.
12
La responsabilidad del médico debe ser valorada con criterio casuístico,
en el caso concreto, teniendo en cuenta las circunstancias particulares. Sin
perjuicio de ello, corresponde analizar diferentes supuestos en la medicina
curativa y la cirugía reparadora, por un lado, y en la cirugía estética, por otro.
En consecuencia, analizaremos los deberes generales del médico para luego
centrarnos en la violación de los mismos.
Deber de información
En efecto, existe una relación íntima entre la obligación de informar que recae
sobre el médico y el consentimiento válido del paciente.
13
extensa que la destinada a obtener el consentimiento informado del paciente
respecto de una práctica o tratamiento médico determinado.
14
En efecto, el consentimiento de la víctima se regula en el art. 1720 del CCC, que
dispone que, sin perjuicio de las regulaciones especiales, el consentimiento
libre e informado del damnificado, en la medida en que no constituya una
cláusula abusiva, libera de la responsabilidad por los daños derivados de la
lesión de bienes disponibles.
13
Véase para ampliar: Tolosa, Pamela González Rodríguez, Lorena Asunción de riesgos y
consentimiento del damnificado en el nuevo Código Civil y Comercial RCyS2015-IV, 46
15
Si la urgencia del cuadro médico no permitiere obtener el consentimiento
necesario, el médico debe prestar la asistencia que corresponda, aun sin esa
conformidad.
16
responde, sin embargo, en cuanto al método de curación, siempre que sea
aceptable. En consecuencia, el médico elige el método más adecuado para
obtener el éxito de su tarea, con diligencia, prudencia y pericia.
Intervención quirúrgica
La cirugía estética
Lo que hemos analizado más arriba respecto de los deberes de los médicos
para con el paciente es de aplicación en estas cirugías o tratamientos estéticos.
17
La circunstancia señalada no es menor y es suficiente como para juzgar el
fracaso de la cirugía con un criterio riguroso, tanto en el caso en que no se
obtenga el mejoramiento estético buscado como en el que se cause un daño a
la salud del paciente. Según las circunstancias y en supuestos como son las
correcciones simples (v. g., operación de la nariz), la obligación del médico es
de resultado, es decir que sólo puede exonerarse con la prueba de la relación
de causalidad.
Breves nociones sobre ley 26529 de Derechos del paciente, historia clínica y
consentimiento informado
18
o bien tenga acceso al contenido de la misma, guarde la debida reserva,
salvo expresa disposición en contrario emanada de autoridad judicial
competente o autorización del propio paciente.
19
e) La especificación de los procedimientos alternativos y sus
riesgos, beneficios y perjuicios en relación con el procedimiento
propuesto;
f) Las consecuencias previsibles de la no realización del
procedimiento propuesto o de los alternativos especificados;
g) El derecho que le asiste en caso de padecer una
enfermedad irreversible, incurable, o cuando se encuentre en
estado terminal, o haya sufrido lesiones que lo coloquen en igual
situación, en cuanto al rechazo de procedimientos quirúrgicos,
de hidratación, alimentación, de reanimación artificial o al retiro
de medidas de soporte vital, cuando sean extraordinarios o
desproporcionados en relación con las perspectivas de mejoría,
o que produzcan sufrimiento desmesurado, también del derecho
de rechazar procedimientos de hidratación y alimentación
cuando los mismos produzcan como único efecto la
prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible e
incurable;
h) El derecho a recibir cuidados paliativos integrales en el
proceso de atención de su enfermedad o padecimiento.15
15 Art. 5. Ley 26529 – Salud Pública. Sustituido por art. 2 de la ley 26742. Honorable Congreso
de la Nación Argentina.
16 Art. 16. Ley 26529 – Salud Pública. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
20
al paciente por medio de una "clave uniforme", la que deberá
ser comunicada al mismo.17
El tema de los daños causados con las cosas dio lugar a abundante literatura en
materia de responsabilidad civil médica, dadas las particularidades de dicha
profesión. En líneas generales, en los casos de actos médicos realizados con
cosas, no rigen los artículos 1757 y 1758 del CCC, ya sea que el daño haya sido
17 Art. 17. Ley 26529 – Salud Pública. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
18 Art. 18. Ley 26529 – Salud Pública. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
19 Art. 1768 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
21
causado con la cosa o por el riesgo o vicio de la cosa, y en caso de estar frente a
un supuesto de responsabilidad contractual, tampoco podría hablarse de una
obligación de seguridad de resultado que comprometería una responsabilidad
objetiva. Ello, siempre que el daño ocasionado con o por la cosa tenga relación
con el acto médico puro.
La decisión del legislador pude ser opinable. Deberá estarse al caso concreto
para evitar situaciones injustas.
Sin embargo, recordamos que, cuando el daño provenga del vicio de la cosa, la
responsabilidad será objetiva.
22
14.2.5. Responsabilidad civil de los psiquiatras.
Nociones generales
Lo que acabamos de exponer respecto de la responsabilidad médica es
aplicable a la responsabilidad de los psiquiatras. El deber de informar, de
confidencialidad y de obtener el consentimiento del paciente son principios
fundamentales que el profesional debe seguir en todo momento. Asimismo, se
espera que el diagnóstico sea adecuado, al igual que el tratamiento o terapia
elegida para el paciente. Todo ello debe constar en la historia clínica, que
debe estar completa y detallada.
Prestaciones en equipo
23
Equipo médico y la responsabilidad colectiva y anónima
Argentina.
24
14.2.7. Responsabilidad de las clínicas. Sistemas de
Medicina prepaga y obras sociales
Cuando un paciente es atendido en establecimientos asistenciales públicos o
privados se produce una coexistencia de actos de carácter hospitalario o
paramedicales y de actos galénicos. Los primeros incluirán alojamiento,
alimentación, transporte en el interior de la clínica, etc. Por otro lado, se
producirán actos medicales propiamente dichos. La relación que existe entre el
profesional que integra el cuerpo médico de la clínica y ésta última constituye
una estipulación en favor de tercero, o sea del paciente que requiere asistencia
o internación en el establecimiento sanatorial.
22 Cámara Nacional Civil y Comercial Federal en autos “Rodriguez, Enrique Carlos c/YPF s/
daños y perjuicios”, Sentencia del 27.07.10 Boletín de jurisprudencia del Poder Judicial de la
Nación (2009-2012)
23 Cámara Nacional Civil y Comercial Federal, sala 1ª, “G., J. y otra v. Hospital Militar Central y
25
14.2.8. Otros profesionales del arte de curar
Lo estudiado respecto de la responsabilidad médica es aplicable a otros
profesionales del arte de curar (v. g., dentistas, parteras, pedicuros,
enfermeros, masajistas, veterinarios, etc.).
26
tercero. La responsabilidad del profesional quedará comprometida siempre
que haya obrado con culpa o dolo.
27
Tabla 1: Responsabilidad del abogado en función de su actuación
28
existiese impericia, falta de precauciones que la prudencia ordinaria prescribe,
de las reglas admitidas por todos como ciertas, etc.
Deber de lealtad
Secreto profesional
29
responsabilidad patrimonial se regirá por el art. 1766 del CCC y podrá
eventualmente comprometer la responsabilidad del estado.
El notario posee un libro de protocolo (art. 300 del CCC), que es un instrumento
público y goza de la fe que a éste le atribuye la ley, en cuanto a su autenticidad
y a la fuerza probatoria de su contenido, de suerte que prueba todo cuanto
dice haber cumplido o presenciado25 (arts. 296 y 312 del CCC). Los
instrumentos públicos hacen plena fe.
24 Art. 10. Ley 12990 – Ejercicio Profesional de Escribanos. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
25 “Eficacia probatoria. El instrumento público hace plena fe: a) en cuanto a que se ha realizado
el acto, la fecha, el lugar y los hechos que el oficial público enuncia como cumplidos por él o ante
él hasta que sea declarado falso en juicio civil o criminal; b) en cuanto al contenido de las
declaraciones sobre convenciones, disposiciones, pagos, reconocimientos y enunciaciones de
hechos directamente relacionados con el objeto principal del acto instrumentado, hasta que se
30
La función pública con la cual se encuentra investido el notario en cuanto a la
autenticidad y conservación de los actos está establecida no sólo en interés de
los particulares, sino que es de carácter general. Su actuación garantiza la
seriedad y seguridad de las relaciones jurídicas, manteniendo el orden jurídico.
produzca prueba en contrario”. Art. 296 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable
Congreso de la Nación Argentina.
“Valor probatorio. El valor probatorio de las actas se circunscribe a los hechos que el notario
tiene a la vista, a la verificación de su existencia y su estado. En cuanto a las personas, se
circunscribe a su identificación si existe, y debe dejarse constancia de las declaraciones y juicios
que emiten. Las declaraciones deben referirse como mero hecho y no como contenido negocial”.
Art. 312 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
31
14.4.4. Deberes notariales. La tarea documentadora.
La fe de conocimiento. Estudio de títulos
La actuación del escribano de registro se cumple mediante los diversos actos
que está legalmente autorizado a ejecutar. Podemos sintetizar dichas
actividades de la siguiente manera:
Desde que el escribano es un profesional, ejerce una actividad que puede ser
requerida por los particulares en su propio interés. En este sentido, y dado el
carácter de función pública que reviste su actuación, en principio, el escribano
no podría negar su intervención. En efecto, el artículo 11 de la ley 12990
determina:
numerados correlativamente en cada año calendario, y con los documentos que se incorporan
por exigencia legal o a requerimiento de las partes del acto. Corresponde a la ley local
reglamentar lo relativo a las características de los folios, su expedición, así como los demás
recaudos relativos al protocolo, forma y modo de su colección en volúmenes o legajos, su
conservación y archivo”. Art. 300 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso
de la Nación Argentina.
28 “Requisitos. El escribano debe recibir por sí mismo las declaraciones de los comparecientes,
sean las partes, sus representantes, testigos, cónyuges u otros intervinientes. Debe calificar los
presupuestos y elementos del acto, y configurarlo técnicamente. Las escrituras públicas, que
deben extenderse en un único acto, pueden ser manuscritas o mecanografiadas, pudiendo
utilizarse mecanismos electrónicos de procesamiento de textos, siempre que en definitiva la
redacción resulte estampada en el soporte exigido por las reglamentaciones, con caracteres
fácilmente legibles. En los casos de pluralidad de otorgantes en los que no haya entrega de
dinero, valores o cosas en presencia del notario, los interesados pueden suscribir la escritura en
distintas horas del mismo día de su otorgamiento. Este procedimiento puede utilizarse siempre
que no se modifique el texto definitivo al tiempo de la primera firma”. Art. 301 – Código Civil y
Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
32
d) Intervenir profesionalmente en los casos en que fuera
requerido, cuando su intervención está autorizada por las leyes
o no se encuentra impedido por otras obligaciones profesionales
de igual o mayor urgencia.29
Diversas son las situaciones en las cuales el notario podría ver comprometida su
responsabilidad, como vemos a continuación.
El notario debe cumplir con todas las formalidades exigidas por la ley para la
validez de los instrumentos por él otorgados. Son instrumentos públicos los
instrumentos que extienden los escribanos o los funcionarios públicos con los
requisitos que establecen las leyes (art. 289, inc. “b”). Asimismo, debe actuar
dentro de su competencia territorial y de sus atribuciones respecto de la
naturaleza del acto (art. 290 del CCC30), respetando los principios de
compatibilidad en relación a los intervinientes en el mismo (art. 291 del CCC 31)
y cumpliendo todas las formalidades prescriptas por la ley (art. 292 del CCC 32).
asunto en que él, su cónyuge, su conviviente, o un pariente suyo dentro del cuarto grado o
33
La nulidad del acto (art. 30933, en concordancia con el Capítulo 9 del Título IV,
Libro Primero) por causa de estas omisiones o violaciones en que incurriese el
escribano compromete su responsabilidad por los daños que se ocasionaren
a las partes otorgantes del acto o a terceros.
segundo de afinidad, sean personalmente interesados”. Art. 291 – Código Civil y Comercial de la
Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
32 “Presupuestos. Es presupuesto para la validez del instrumento que el oficial público se
encuentre efectivamente en funciones. Sin embargo, son válidos los actos instrumentados y
autorizados por él antes de la notificación de la suspensión o cesación de sus funciones hechos
conforme a la ley o reglamento que regula la función de que se trata.
Dentro de los límites de la buena fe, la falta de los requisitos necesarios para su nombramiento e
investidura no afecta al acto ni al instrumento si la persona interviniente ejerce efectivamente un
cargo existente y actúa bajo la apariencia de legitimidad del título.” Art. 292 – Código Civil y
Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
33 “Nulidad. Son nulas las escrituras que no tengan la designación del tiempo y lugar en que sean
hechas, el nombre de los otorgantes, la firma del escribano y de las partes, la firma a ruego de
ellas cuando no saben o no pueden escribir y la firma de los dos testigos del acto cuando su
presencia sea requerida. La inobservancia de las otras formalidades no anula las escrituras, pero
los escribanos o funcionarios públicos pueden ser sancionados”. Art. 309 – Código Civil y
Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
34 Art. 23. Ley 12990 – Ejercicio Profesional de Escribanos. Honorable Congreso de la Nación.
34
no requirió el pertinente certificado y que existían obligaciones pendientes con
el consorcio.
Secreto profesional
Este tema también fue tratado por las Jornadas Sanjuaninas de Derecho Civil
desarrolladas en 1982. Buena parte de la doctrina entiende que, si bien el
escribano es un profesional de derecho con una función pública, no es un
funcionario público y, en consecuencia, no le resulta aplicable el art. 1112 del
CC (hoy derogado). Parece lógico que si el escribano no es un dependiente del
35
estado al realizar su función, tampoco lo sea al momento de causar un daño a
terceros.
35“Obra en ruina o impropia para su destino. El constructor de una obra realizada en inmueble
destinada por su naturaleza a tener larga duración responde al comitente y al adquirente de la
obra por los daños que comprometen su solidez y por los que la hacen impropia para su destino.
El constructor sólo se libera si prueba la incidencia de una causa ajena. No es causa ajena el
36
En caso de intervención múltiple de profesionales en la ejecución de una obra y
de que cada uno de ellos cumpla diferentes tareas, será de aplicación, según el
carácter de la intervención, la responsabilidad directa (art. 1749 del CCC) o el
daño colectivo regulado por el art. 1760 del CCC.
En la economía actual, las entidades dependen más unas de otras, de modo tal
que la información sobre la situación financiera puede generar
responsabilidad. La auditoría independiente, efectuada por contadores
públicos, de los estados contables de una entidad es un servicio vital para los
inversionistas, acreedores y otros participantes en los intercambios
económicos.
vicio del suelo, aunque el terreno pertenezca al comitente o a un tercero, ni el vicio de los
materiales, aunque no sean provistos por el contratista”. Art. 1273 – Código Civil y Comercial de
la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
“Extensión de la responsabilidad por obra en ruina o impropia para su destino. La
responsabilidad prevista en el artículo 1273 se extiende concurrentemente: a) a toda persona
que vende una obra que ella ha construido o ha hecho construir si hace de esa actividad su
profesión habitual; b) a toda persona que, aunque actuando en calidad de mandatario del dueño
de la obra, cumple una misión semejante a la de un contratista; c) según la causa del daño, al
subcontratista, al proyectista, al director de la obra y a cualquier otro profesional ligado al
comitente por un contrato de obra de construcción referido a la obra dañada o a cualquiera de
sus partes”. Art. 1274 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
36 Venturini & Szafir e n Kemelmajer de Carlucci & Bueres, 1997.
37
capital, fusiones, adquisiciones e inversiones, etc., depende de la información
que la gerencia suministra en los estados contables y del grado de seguridad de
los mismos. El contador deberá evaluar:
38
procedimientos para verificar, corroborar o revisar la información
suministrada por el personal de la entidad. El profesional no proporciona
seguridad alguna sobre la conformidad de los estados contables con normas
contables adecuadas.
39
15. Responsabilidades
especiales
15.1. Responsabilidad derivada del
transporte de personas y cosas
Fundamento
b) Que el traslado se realice por el medio acordado, que puede ser naviero,
terrestre o aéreo.
40
ampliando las proyecciones jurídicas correspondientes a la defensa del
consumidor.
Argentina.
39 Art. 1291 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
41
responsabilidad del transportista de personas por muerte o daños corporales se
tienen por no escritas”40.
Argentina.
42 Art. 1310 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
43 Art. 1311 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
42
disminución no ha ocurrido por la naturaleza de las cosas o que,
por las circunstancias del caso, no pudo alcanzar la magnitud
comprobada.44
43
extracontractual. En atención a la unidad de sistema, dicha discusión es
abstracta.
44
dice víctima del acto ilícito… El derecho, en su conjunto, debe
inspirarse en concepciones éticas, y si a ellas responde el que
quien hace un servicio gratuito debe estar menos obligado de
sus consecuencias que el que lo proporciona a título oneroso, su
significado debe ser amplio y comprender tanto a los
contratantes como a los obligados extracontractualmente, y
verse en ello una regla legal de alcance general, antes que a una
voluntad presumida de las partes. Aplicando este concepto al
transporte benévolo, es de justicia que la responsabilidad del
transportador, en casos de accidente, se juzgue con menos
severidad que la puesta ordinariamente para apreciar la
conducta en general del autor de un acto ilícito, por cuanto, si
así no se hiciera, el altruismo elementario llegará a ser un acto
raro y meritorio de parte de aquellos que se arriesgan a
cumplirlo. De más está decir que la gratuidad del servicio no
supone liberación absoluta del transportador; su efecto es sólo
moderar su responsabilidad, apreciando adecuadamente los
hechos constitutivos de culpa o imprudencia de acuerdo a las
circunstancias ocurrentes en cada caso.45
Eximentes
45 TSJ Córdoba in re: “RODRÍGUEZ NORA ETEL C/ SUCESIÓN Y/O SUCESORES DE OLIVA
JUAN CARLOS - ORDINARIO - DAÑOS Y PERJUICIOS - RECURSO DE CASACIÓN (EXPTE.
R 22/09)”, Sentencia 38, 29.02.12 El texto completo puede verse en:
goo.gl/0CRTrG
46 CSJN in re: “Melnik de Quintana Mirna Elena y otro c/ Carafi, Juan Manuel y otros” de fecha 23
45
Legitimación activa
Legitimación pasiva
Plazos de prescripción
46
no se pueda recurrir a la analogía, es aplicable el derecho común en forma
supletoria.
47
La empresa responde también por el daño material o moral causado al
pasajero por demoras imputables a ella. En este caso, la responsabilidad es
integral.
48
lugar, el obrero intentaba lograr una indemnización basada en la
responsabilidad objetiva del patrono; por otro lado, soportaba una limitación
cuantitativa en el monto indemnizado que estaba tarifado.
49
15.3. Responsabilidad por accidentes
deportivos 50
G. c/ Tamagno, Sergio C. s/ Daños y perjuicios”; RCyS 2005-V, 37, con nota de Pablo Barbieri -
LLBA 2005 (febrero), 83
50
puede afirmar que el deporte se caracteriza por los siguientes elementos:
a) limitación o reglamentación de la práctica física o intelectual; b)
competencia por el triunfo; c) intensidad en el esfuerzo; d) búsqueda de un
mejoramiento personal o de un fin saludable.
Los espectadores, por otro lado, pueden experimentar daños provocados por el
desarrollo de la actividad deportiva, así como también daños originados por el
hecho de la reunión deportiva, pero con causa ajena a la competencia misma.
51
15.3.3. Naturaleza de la responsabilidad
El deporte como juego, como profesión, como espectáculo forma parte
importante de la vida del hombre, y los propios sistemas jurídicos incentivan tal
actividad. Pero tal como vimos más arriba, esta actividad puede ser riesgosa.
Imaginemos algo tan simple como un partido de fútbol y las lesiones que
pueden derivar de un choque entre jugadores, pero también el ajedrez es un
deporte y tal actividad, en principio, no implica riesgo físico para los jugadores.
Por eso debemos siempre estar caso por caso y utilizar la racionalidad para el
análisis.
Por lo cual, por regla, si se produce alguna lesión derivada de ese riesgo propio
de la actividad, no hay obligación de reparar, la que sí existiría cuando el mismo
hecho se produce fuera del juego. Si el juego es lícito –dijimos que muchas
veces lleva un componente de riesgo para la integridad física de los jugadores-,
la actualización de esa potencialidad en un daño concreto es algo aceptado por
ellos de antemano como posible y entra, de algún modo, en la categoría de
quien se ocasiona su propio daño. Por ejemplo, los daños causados entre dos
luchadores de yudo no son indemnizables, pero, si en un partido fútbol en la
playa, es lesionada una persona ajena al juego que se encontraba tomando sol,
quien patea la pelota y el dueño de ésta son responsables por el daño
ocasionado. Nos remitimos al apartado 15.3.1 y 2 para completar la idea.
15.3.4. Eximentes
Puede expresarse, en un enfoque que puede ser considerado como una
armonización de todas las diversas teorías absolutorias, que la
irresponsabilidad en los accidentes deportivos resulta de la concurrencia de
diversos elementos: la ilicitud del juego o deporte mismo; el consentimiento de
la víctima para exponerse y someterse a los riesgos inherentes al deporte que
practica; la ausencia de dolo, culpa u otra circunstancia que comporte la
responsabilidad del autor del daño; y, finalmente, la observancia de las reglas,
pragmáticas o cánones del juego o deporte de que se trate.
Recordemos aquí que el art. 1719 del CCC regula la asunción de riesgos.
52
¿Cuál sería el rol causal de la asunción de riesgos en hipótesis cuando un
deportista acepta practicar un deporte que entraña riesgos y sufre un daño? La
doctrina (Tolosa- Gonzalez Rodriguez 2015) entiende que la decisión voluntaria
y libre de la víctima de participar de una actividad deportiva implica un hecho
propio con relevancia causal en los riesgos llamados normales, genéricos,
típicos u ordinarios. Si además, hubo riesgos considerados extraordinarios,
atípicos o anormales, y estos fueron causa del daño, habrá que analizar quién
generó tales riesgos. Si fueron generados voluntaria y libremente por la víctima
–por ejemplo, el caso del automovilista o el motociclista que participa de una
competencia sin la protección personal adecuada-, se configurará un hecho del
damnificado que interrumpa total o parcialmente el nexo causal53
Adicionalmente, el segundo párrafo del art. 1719 brinda una solución clara,
equitativa y razonable para el caso de quien voluntariamente se expone a un
riesgo o peligro para salvar los bienes de otra persona: los llamados casos de
abnegación o altruismo. Se reconoce el derecho a ser indemnizado de quien
realizó el acto de abnegación o altruismo, por parte de quien creó la situación
de peligro o por el beneficiado por dicho acto. Pero en el segundo caso, a
diferencia del primero, la reparación sólo procede en la medida del
enriquecimiento obtenido por el beneficiario (Tolosa-González Rodríguez).54
15.4.1. Caracterización
Los espectáculos públicos son aquellos que se brindan para diversión o
distracción de quienes concurren a ellos, posibilitando normalmente el acceso
a una considerable cantidad de espectadores. Los espectáculos públicos
constituyen un gran atractivo o tienen importante significación para el espíritu
de los hombres, pero, asimismo, pueden ser fuente de riesgo para los
mismos. Respecto de los espectáculos públicos deportivos, estas conclusiones
se agravan cuando vemos la proliferación de sucesos violentos en lugares que
deberían ser de esparcimiento.
53 Para ampliar véase: Tolosa, Pamela González Rodríguez, Lorena Asunción de riesgos y
consentimiento del damnificado en el nuevo Código Civil y Comercial RCyS2015-IV, 46
54 Tolosa, Pamela González Rodríguez, Lorena Asunción de riesgos y consentimiento del
53
15.4.2. Naturaleza
El contrato de espectáculo público se celebra entre el organizador del
mismo y el espectador. El primero se obliga a hacer ejecutar una obra
intelectual, en las condiciones ofrecidas y publicitadas a la otra parte,
generalmente a cambio de una contraprestación en dinero. Es un contrato
innominado, bilateral, generalmente oneroso y conmutativo, de consumo y
por adhesión a condiciones generales.
54
a) Percibir el precio de la entrada o ticket.
55
La responsabilidad es sin perjuicio de la que pueda pesar sobre estado por el
incumplimiento u omisión de los deberes de poder de policía. Lo mismo para el
caso de que otros posibles legitimados sean considerados responsables de los
daños (v. g., asociaciones o federaciones que agrupan clubes de fútbol, etc.).
En efecto, la AFA fue condenada por daños causados en el fallo “Mosca, Hugo
Arnaldo c/ Buenos Aires, Provincia de (Policía Bonaerense) y otros s/ daños y
perjuicios” (CSJN – 6/03/2007). Aconsejamos su lectura y nos remitimos a dicho
fallo, que se encuentra en las lecturas complementarias.
15.4.5. Eximentes
En materia de daños causados por concurrentes, organizadores o protagonistas
del espectáculo deportivo, la responsabilidad se basa en la obligación de
seguridad de tipo objetiva con fundamento en el riesgo de empresa. En
consecuencia, las eximentes que serán idóneas para eximir total o parcialmente
serán las eximentes vinculadas con la relación de causalidad y los factores
objetivos de atribución estudiados en la unidad 8, a los cuales nos remitimos.
15.5.1. Noción
La temática que analizaremos ahora se encuentra incluida en otra más amplia y
genérica que es la de los daños causados y sufridos por menores. Es frecuente
y alarmante la proliferación de hechos ilícitos que tienen por damnificados a
56
menores de edad. En consecuencia, en este acápite, centraremos nuestro
enfoque en la responsabilidad de los propietarios de establecimientos
educativos por los daños causados y sufridos por los estudiantes menores que
se encuentren bajo el control de la autoridad educativa.
c) Quedan comprendidos tanto los daños causados como los sufridos por
menores que se hallen bajo el control de la autoridad educativa. Lo
expuesto implica un espectro amplio de circunstancias que se condice
con la realidad actual.
55Art. 1117 – Código Civil de la Nación. Derogado por ley 26994. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
57
f) La responsabilidad del propietario del establecimiento educativo puede
concurrir con la de otros legitimados pasivos, sin que ello implique su
eximición.
El Código Civil y Comercial, siguiendo el citado art. 1117 del Código Civil,
establece en su art. 1767 la responsabilidad civil de los titulares
establecimientos educativos por los daños causados o sufridos por los alumnos
menores de edad que se hallen o deban hallarse bajo su control.
58
A diferencia del art. 1117 citado, modifica el vocablo “propietarios” de
establecimientos educativos como legitimados pasivos por el término
"titulares" de un establecimiento educativo, entendiéndose a éste como aquel
que organiza el sistema de educación y emprende el servicio educativo. No
basta con que trate del propietario del inmueble donde se desarrolla la
actividad (Lorenzetti 2015). Se prefirió continuar con esta expresión,
"establecimientos educativos", del art. 1117. Consideramos que deberá
entenderse por tales a los comprendidos en la ley de educación jurisdiccional
(preescolar, escuelas primarias, secundarias, colegios para alumnos con
capacidades distintas, educación bilingüe, entre otros, por ejemplo, y no
estarían así incluidos las guarderías, las colonias de vacaciones, los institutos de
enseñanza especializada que no impartan educación pública obligatoria –como
idiomas, música, danza, arte-, los clubes, los gimnasios, etc.), aunque una
tendencia minoritaria de algunos fallos aislados está aplicando dicha norma a
otros institutos que de alguna forma imparten educación tales como los centros
de día, boy scouts, etc. (Sagarna, 2014)58.
15.5.4. Fundamento
La responsabilidad del titular del establecimiento educativo es objetiva y se
basa en el factor de atribución "garantía", es decir que aquél garantiza que, si el
alumno sufre o provoca un daño, responderá por este perjuicio (Sagarna 2014)
15.5.5. Requisitos
Entre los requisitos imprescindibles para la responsabilidad del titular del
establecimiento educativo se hallan: 1) el hecho ilícito del alumno; 2) que se
trate de un alumno de un establecimiento educativo donde se imparta
educación pública según cada ley educativa jurisdiccional; 3) que el alumno sea
menor de edad; 3) que el daño sea sufrido o provocado por el estudiante; 4)
que el daño se haya producido estando o debiendo estar el menor bajo la
autoridad escolar.
58Para ampliar debe verse: Sagarna, Fernando Alfredo Responsabilidad civil directa y por el
hecho de terceros. En el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación La Ley Sup. Especial
Nuevo Código Civil y Comercial 2014 (Noviembre), 17/11/2014, 143.
59
15.5.6. Eximentes
La responsabilidad del titular del establecimiento educativo y del alumno es
concurrente (conf. art. 850 del CCC), respondiendo aquél en su calidad de
organizador de la educación y éste como estudiante por el hecho propio por
responsabilidad directa (conf. art. 1749 del CCC).
Siguiendo al art. 1117 del Código Civil derogado, sólo se exime el titular del
establecimiento educativo con la demostración del caso fortuito (art. 1767 del
CCC), eximente de interpretación restrictiva.
El art. 1767, 3er párrafo, del CCC, excluye a los establecimientos de educación
superior y a las universidades –públicas y privadas- de su ámbito de aplicación,
pues, como bien se lee en los Fundamentos del Anteproyecto, en estos centros
de estudio "no puede predicarse que exista un deber de cuidado similar al de
los otros establecimientos" (Lorenzetti, Highton de Nolasco & Kemelmajer de
Carlucci, 2012, http://goo.gl/K8bpzE ). Mismo sentido, pero menor claridad
terminológica se observa en el art. 1117 del Código de Vélez, ya que esta norma
excluye con terminología imprecisa a los "establecimientos de nivel terciario o
universitario". También se entiende excluido el nivel de postgrado, por estar
comprendido dentro del universitario en sentido genérico (Sagarna 2014).
Valoración de la conducta
Amén de ello, conforme al segundo párrafo del art. 1725 del CCC, continuando
con la línea trazada por el art. 909 del Código Civil derogado, cuando exista una
confianza especial entre las partes y esta confianza haya sido uno de los
motivos de la contratación, el juez deberá tener en cuenta la "condición
especial del agente" al evaluar la responsabilidad civil del deudor.
60
Compatibilidad del art. 1767 con otras normas del Código Civil y Comercial
El titular del establecimiento educativo es sujeto pasivo en los términos del art.
1767 del CCC por ser el organizador que estaba o debía estar a cargo de la
vigilancia del alumno, por ser el principal del dependiente que causó el daño al
estudiante en función del art. 1753 del CCC o por ser el dueño o guardián de la
cosa que le causó perjuicios a la víctima en función de los arts. 1757, 1758,
1759 y 1769 del CCC. En todos los ámbitos juegan distintos requisitos de la
responsabilidad civil. En el art. 1767, nos dice la doctrina, la eximente se
restringe al caso fortuito, a diferencia de las otras normas donde las causales
liberatorias de hecho del damnificado y hecho del tercero juegan también un
papel preponderante a la hora de la exención (Sagarna 2014)
61
15.6. Responsabilidad por lesión al
derecho de crédito
62
sobre la situación jurídica subjetiva de otro, causando al respectivo titular un
perjuicio inmediato y directo59.
Esta norma rige respecto de la relación de los bancos con el Banco Central de la
República Argentina, quien ejerce el poder de policía financiero; y respecto
de relación de los bancos y demás entidades financieras con sus clientes.
59 Para ampliar puede verse Bustamante Alsina, J (1993), Teoría general de la responsabilidad
civil, 9ª ed., Buenos Aires: Abeledo-Perrot, pag. 634 y ss
60 Art. 1. Ley 21526 – Entidades Financieras. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
63
Gran parte de los contratos bancarios tendrán como cliente a una persona que
califique como consumidor o usuario, lo que de inmediato implica la remisión a
las disposiciones generales para los contratos de consumo (arts. 1092 y ss. del
CCC), tal como lo establece el art. 1384 del CCC.
64
En primer lugar, del texto de la norma pareciera desprenderse que el factor de
atribución es subjetivo, pues la referencia a la idoneidad de la custodia alude a
un deber de diligencia, fuera del ámbito de la responsabilidad objetiva.
La pauta que viene mostrando el nuevo Código en sus artículos indica que, en
casos de cláusulas limitativas de responsabilidad, se tienen por no escritas,
como en la responsabilidad en el transporte de personas por los daños
corporales o muerte (art. 1292 del CCC). Pero aquí, en el contrato de caja de
seguridad, autoriza este tipo de cláusulas de limitación de responsabilidad
referidas al monto por el cual responderá el banco.
Parece ser que el legislador toma como válida la idea de distribución de riesgos
entre el banco y el usuario. Este aspecto no responde a la idea de reparación
integral (art. 1740 del CCC), pero sí a la previsibilidad a la que alude el art. 1728
del CCC. De todos modos, si, conforme el art. 1120 del CCC, en el caso concreto
se entiende que la cláusula es abusiva, opinamos que no podría ser aplicable.
65
a) La ley 22262 penaliza conductas sobre la base de tres actos:
i. Distorsión de la competencia.
66
cuando no puedan acreditar los verdaderos responsables de la fabricación,
fraccionamiento, importación o comercialización de los productos o frutos.
d) Contenido neto.
Los productos fabricados en el país, al igual que los frutos nacionales, deben
consignar la indicación de “Industria Argentina” o “Producción Argentina”
cuando se proveen en el mercado interno. Son considerados productos
argentinos aquellos que se elaboran en nuestro país, aunque utilicen materias
primas extranjeras en cualquier proporción.
67
15.7.3. Responsabilidad derivada de la publicidad
comercial
La publicidad comercial irregular, engañosa o abusiva es idónea para afectar el
derecho a la información adecuada y veraz, a la salud y seguridad, a la
protección de los intereses económicos, a la libertad de elección, al trato digno
y no discriminatorio garantizados por los art. 42 y 43 de la Constitución
Nacional. Estas garantías constitucionales se hacen efectivas por las siguientes
leyes, a cuyo texto nos remitimos:
68
16. Responsabilidades
especiales
16.1. Responsabilidad por daño
informático
69
de las actividades relacionadas con el tratamiento electrónico de la
información. Si bien se puede discutir la existencia de una rama autónoma
del derecho, lo cierto es que el tratamiento legislativo específico de este
nuevo fenómeno es necesario.
70
f) Si existe contrato entre el operador del sistema y el damnificado,
la responsabilidad es contractual por violación del deber de seguridad
fundado en la buena fe de las partes. Si no existe relación jurídica
anterior, la responsabilidad es extracontractual.
La información inexacta es aquella que no concuerda con la verdad por ser falsa
o errónea (Pizarro y Vallespinos, 2012) y la información es falsa cuando es
engañosa, fingida o simulada para dar al hecho una apariencia distinta de la
realidad. La información es errónea cuando ella es el resultado de un concepto
equivocado que en la mente del informante difiere de la realidad (Pizarro y
Vallespinos 2012). En ambos casos, la información no es verdadera, pero, en el
segundo caso, el informador obra con dolo o de mala fe. Mientras que cuando
la información se da por error, ello implica un acto no consciente y de buena fe.
63 Para ampliar, ver Pizarro & Vallespinos, 2012, V, pag. 721 y ss.
71
La doctrina coincide en que la víctima tiene el derecho de solicitar la retracción
o derecho de réplica ante injurias o calumnias inferidas mediante medios
periodísticos o de comunicación social. En efecto, se podría solicitar tal
publicación en el mismo u otros medios de prensa a fin de lograr desagraviar al
damnificado del hecho ilícito.
64 CSJN, in re "Campillay c/La Razón", 15-V-1986, L.L., t. 1986-C, pág. 406. Conforme citan los
autores referidos en la nota que antecede.
65 CSJN, in re "Campillay c/La Razón", 15-V-1986, L.L., t. 1986-C, pág. 406.
72
editor del periódico que da a conocer las falsas imputaciones no
puede quedar exento de la responsabilidad civil emergente de
tales actos. 66
73
En 1986, la Corte elaboró la llamada “doctrina Campillay”, según la cual la
atribución directa de la noticia a una fuente y su fiel reproducción, el
mantenimiento en reserva de la identidad de las personas involucradas en el
hecho ilícito, o bien la formulación de la información en términos potenciales y
no asertivos resultan suficientes para eximir de responsabilidad a los medios
de prensa. Nos remitimos al texto del fallo Campillay ubicado en la carpeta de
lecturas complementarias69.
69Para una interpretación adecuada del texto del fallo, el alumno debe consultar: Pizarro &
Vallespinos, 2012, V; Pizarro & Vallespinos, 2013.
74
dependientes (art. 1753 del CCC). La responsabilidad de los periodistas, en
cambio, tendría base subjetiva, es decir que debería ser antijurídica y culpable.
Doctrina que consagra como principio la culpa, pero que admite con
mayor amplitud supuestos de responsabilidad objetiva
a) Ante el abuso del derecho; actual art. 10 del CCC (derogado art.
1071 del CC).
Esta doctrina, sostenida por Pizarro, se inclina, junto con otro sector
minoritario, a considerar que la responsabilidad de los medios masivos de
comunicación, al igual que la de los periodistas, derivada de informaciones
que versan sobre hechos inexactos o agraviantes, es objetiva, sustentada en
la idea de riesgo creado por la actividad desarrollada y de empresa (conforme
opinión basada en el texto del derogado art. 1113 del CC70). El riesgo es
regulado expresamente el art. 1757 del CCC y se adecua a la hipótesis
planteada por el autor.
La doctrina de la real malicia surge del caso “New York Times vs.
Sullivan” (1964), resuelto por la Corte Suprema de los Estados Unidos, en el
75
cual se establecen parámetros para proteger a la prensa de las demandas
judiciales de tipo civil o penal, promovidas por funcionarios públicos afectados
en su honra por informaciones sobre su desempeño oficial que no se ajustaban
a la verdad objetiva de lo sucedido.
En tal sentido, dicha corte sostuvo que el funcionario público no podrá ser
indemnizado en el caso de que se realicen manifestaciones inexactas y
difamatorias respecto del ejercicio de su cargo, a menos que se pruebe que
dichas manifestaciones fueron realizadas con “real malicia”, es decir, a
sabiendas de su falsedad o con temeraria despreocupación sobre su verdad o
falsedad. El funcionario, asimismo, deberá probar el carácter difamatorio de la
noticia y la real malicia del medio informante. En ese sentido, la garantía de
libertad de prensa se extiende no sólo respecto de las informaciones exactas,
sino también de aquellas que, pese a ser falsas o inexactas, no han sido
realizadas con mala fe.
76
Tal como hemos señalado más arriba, el tema que nos ocupa es complejo, ya
que linda con la garantía constitucional de la libertad de expresión y de prensa
sin censura previa (arts. 14 y 32 de la CN) y el derecho a la información, y, a la
vez, con el derecho a la intimidad, privacidad y honor (arts. 19 y 33 de la CN)
de las personas que pueden verse involucradas en noticias inexactas o
agraviantes. Cabe recordar que ambos derechos son relativos (no absolutos);
sin perjuicio de ello, la prevención de los daños a las personas por las
manifestaciones erróneas o inexactas se vuelve ilusoria, en virtud de la
prohibición de la censura previa prescripta en la Constitución Nacional. De tal
modo, lo que sucede normalmente es que se causa el daño y luego procede la
reparación en aquellos casos en los cuales corresponde.
72 Art. 14. Pacto de San José de Costa Rica. Convención Americana sobre Derechos Humanos.
77
…remedio legal inmediato a la situación de indefensión en
que se encuentra el común de los hombres frente a las
agresiones a su dignidad, honor e intimidad cuando son llevados
a cabo a través de los medios de comunicación social.73
73 Corte Sup., 7/7/1992, “Ekmekdjian, Miguel Angel c/ Sofovich, Gerardo y otros”, Fallos
315:1492.
74
LL 2010-C-570
75
Fallos: 331:1530
76 LL 2010-C-570
77 LL 2010-C-570
78
Por otra parte, los jueces Fayt y Petracchi, pese a que coincidieron con la
mayoría en el rechazo a lo decidido por la Cámara, se remitieron al fallo Costa78
y agregaron que
78
Fallos: 310:508
79
CSJN Di Salvo, Miguel Ángel c/ Diario La Mañana s/ daños y perjuicios. D. 281. XLIII. Del voto
de los jueces Fayt y Petracchi
79
ley también serán aplicables, en cuanto resulte pertinente, a
los datos relativos a personas de existencia ideal. En ningún
caso se podrán afectar la base de datos ni las fuentes de
información periodísticas.80
80 Art. 1. Ley 25326 – Protección de los Datos Personales. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
81 Art. 1. Ley 23592 – Actos Discriminatorios. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
80
religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo, posición
económica, condición social o caracteres físicos”82.
El art. 2 de la ley referida eleva las penas de todo delito reprimido por el Código
Penal o leyes complementarias cuando los mismos sean cometidos “por
persecución u odio a una raza, religión o nacionalidad, o con el objeto de
destruir en todo o en parte a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”83.
Por último, el art. 3 sanciona con pena de prisión de un mes a tres años a
quienes
81
aspecto externo, que tiene relación con los terceros y la posición de una víctima
o de un autor de un hecho ilícito en una relación de familia (Medina 2015)85.
En el aspecto interno, los temas que vamos a abordar con relación al Código
Civil y Comercial son:
85Para ampliar puede verse Medina, Graciela Daños en el derecho de familia en el Código Civil
y Comercial Publicado en: RCyS 2015-IV , 287
82
y suprime el deber de fidelidad como deber jurídico, limitándolo a un deber
moral.
La respuesta derivada de las normas nos inclina por una respuesta negativa.
Reafirma esta conclusión la posibilidad del cónyuge de peticionar una
compensación económica (art. 441 del CCC).
Sin embargo, Graciela Medina (2015) entiende que, aun en el actual sistema,
ello es posible. La cuestión dogmatica que aquí se plantea es opinable.
86 Art. 401 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
87 Art. 587 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
83
consagración del interés superior del niño, tanto en las cuestiones
administrativas, legislativas y judiciales. Asimismo, la Convención establece
que el niño tiene derecho a conocer a sus padres; se impone a los estados
partes el compromiso de preservar su intimidad, la nacionalidad, el nombre,
las relaciones familiares, de conformidad con la ley (arts. 7 y 8).
Por otra parte, la sanción de la ley 23264 implicó situar a la mujer y a la madre
en una posición diferente, ahora a la par del padre respecto a la patria
potestad, y, asimismo, se equipararon los hijos matrimoniales y
extramatrimoniales, adecuándose a lo prescripto por la Convención Americana
de Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica del año 1969 (ley
23054), que prescribe que la ley debe reconocer iguales derechos tanto a los
hijos nacidos fuera de matrimonio como a los nacidos dentro del mismo.
a) Realidad biológica.
c) No discriminación.
84
c) La antijuridicidad, es decir, la existencia de un actuar contrario a
derecho que en este supuesto aparece a través de una omisión –el
no reconocimiento-. La filiación extramatrimonial no reconocida
espontáneamente es reprochable jurídicamente. Este principio se
inserta en uno más amplio, el de la responsabilidad en el derecho de
familia, el cual fue receptado mayoritariamente por la jurisprudencia y
la doctrina argentina. El quebrantamiento del deber jurídico supone
por sí mismo la violación de principios éticos y morales que hacen a la
supervivencia de la familia y, hasta podríamos decir, de la sociedad
misma.
Esta norma se complementa con el artículo 557, que prevé: "El juez puede
imponer al responsable del incumplimiento reiterado del régimen de
comunicación establecido por sentencia o convenio homologado medidas
razonables para asegurar su eficacia”89. El Código Civil y Comercial facilita,
alienta y protege las relaciones de los ascendientes, descendientes, hermanos
bilaterales o unilaterales y parientes por afinidad, con los menores y las
personas con capacidad restringida y, en especial, las relaciones de los nietos
con los abuelos, y sanciona, desalienta y pena a quienes las impiden o a quienes
las ejercen de manera abusiva.
88 Art. 555 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
89 Art. 557 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
85
La responsabilidad civil por transmisión de enfermedades tiene una elaboración
bastante reciente, tanto en la doctrina como en la jurisprudencia. Ambas
estudian con creciente interés supuestos de daños genéticamente transmitidos
(por fecundación natural o asistida, al igual que contagio de enfermedades
graves o de creciente difusión, v. g., HIV, cólera, sífilis, hepatitis, etc.).
Los casos que analizaremos se refieren al supuesto de que los padres accionan
en razón de desconocer el vicio (originario o adquirido) del gameto empleado.
El otro polo de legitimación de tipo pasivo lo constituirá el personal o equipo
médico actuante. En el supuesto en que el donante conociera el vicio, el mismo
podría ser demandado igualmente.
86
que la responsabilidad es objetiva, en virtud de la obligación de
seguridad en la utilización de cosas.
La doctrina argentina está dividida al respecto. Hay quienes opinan que debe
admitirse la responsabilidad de los progenitores en tales supuestos. Los
argumentos principales para verter dicha opinión es el enfoque del derecho de
daños que mira a la víctima, considerando que la procreación requiere un
actuar responsable. En posición contraria, entienden que, aunque las relaciones
familiares también se rigen por los principios generales la responsabilidad por
daños, asimismo se rigen por la solidaridad familiar o la piedad filial, no
debiendo admitirse la responsabilidad por los supuestos señalados.
Siguiendo al art. 1071 bis del Código Civil derogado, el actual art. 1770 del CCC,
destinado a la "protección de la vida privada", impone una medida preventiva,
siguiendo así a una de las funciones esenciales de la responsabilidad civil, como
lo es la “función preventiva" (arts. 1708 y 1710 del CCC), a pedido de parte y a
favor del damnificado, por intromisión en su vida, ya sea porque el legitimado
pasivo se entrometió en la vida ajena y publicó retratos, difundió
correspondencia, mortificó al damnificado en sus costumbres o sentimientos o
perturbó su intimidad de cualquier modo. Asimismo, el damnificado goza de
una indemnización plena por la perturbación de su vida privada (conf. art. 1740
87
del CCC). Conforme a lo normado en el mencionado art. 1740, por el que, en
supuestos de daños derivados de la lesión al honor, la intimidad o identidad
personal, el juez puede, a pedido de parte, publicar la sentencia condenatoria o
sus partes pertinentes, en el art. 1770 in fine se faculta al juzgador, a pedido del
agraviado, a publicar la resolución en un diario del lugar, si la misma coadyuva a
una adecuada reparación, entendiéndosela a dicha publicación como
resarcitoria siempre que, insistimos, cumpla con esos fines, constituyendo
muchas veces una parte ínfima de la indemnización debida.
La acusación calumniosa
90
Para ampliar la idea debe verse: Sagarna, Fernando Alfredo Responsabilidad civil directa y por
el hecho de terceros. En el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación La Ley Sup. Especial
Nuevo Código Civil y Comercial 2014 (Noviembre), 17/11/2014, 143
88
17. Ejercicio de las
acciones de
responsabilidad civil
17.1. Generalidades
91Por ejemplo puede ocurrir que un sujeto sea demandado por un accidente de tránsito que se
produce en agosto de 2015. Pero el demandado adquiere el vehículo en noviembre de dicho año,
con lo cual no era el titular registral al momento del accidente. En este caso, ¿tiene legitimación
pasiva? ¿Qué ocurre si, por ejemplo, era guardián? ¿Debería demandarse al conductor y al
actual dueño? Todas estas cuestiones son las que tienen que ver con la legitimación. También el
ejemplo permite distinguir entre acción procesal y pretensión procesal. La primera es el derecho
de acudir a la jurisdicción buscando tutela jurídica, independientemente de la razón o sinrazón
del accionante, y puede da lugar al inicio de un proceso o procedimiento. La pretensión –
caracterizada como el contenido de la acción- tiene que ver con la posibilidad de obtener una
sentencia favorable en ese proceso. Cosa distinta es la demanda, que es un documento donde
se plasma la pretensión.
89
El problema de la legitimación activa y pasiva versa sobre la determinación del
sujeto legitimado para reclamar y el sujeto legitimado para recibir ese reclamo.
La legitimación activa y pasiva constituye un presupuesto de la pretensión para
la sentencia de fondo, ya que determina quiénes deben o pueden demandar o
ser demandados.
Como principio general, todo aquel que haya sufrido un perjuicio material
como consecuencia de un hecho o evento dañoso tiene derecho a la
reparación, salvo algunos supuestos donde la legitimación es limitada.
El Código Civil y Comercial dejo sin efecto el Capítulo IV del Título VIII de la
Sección II del Libro II del Código Civil derogado, que contenía los artículos 1096
a 1106. Estas normas regulan diferentes cuestiones, tales como:
e) La extinción de la acción.
90
expresa: “Para la procedencia de la indemnización debe existir un perjuicio
directo o indirecto”92, lo que otorga legitimación en ambos sentidos.
En relación al daño moral, los arts. 1741 y ss. del CCC reconocen derecho a
obtener reparación, cualquiera sea la fuente generadora del detrimento o el
hecho de atribución aplicable.
91
Respecto de la reforma del CCC y la legitimación para reclamar daño moral, en
primer lugar podemos decir que ésta es sólo directa (únicamente la víctima) y
excepcionalmente será indirecta (art. 1741 del CCC).
93 Una palabra es vaga en la medida en que hay casos (reales) en los que su aplicabilidad es
dudosa. En términos lógicos, no es decidible sobre la base de los datos preexistentes y sólo
puede resolverse a partir de una decisión lingüística adicional
94 Ocurre cuando podemos delimitar los casos claramente incluidos y excluidos en un caso
(núcleo de certeza), pero entre ambas esferas se mantendrá también una zona de penumbra,
donde es dudoso si resulta o no predicable. Todas las expresiones lingüísticas, al menos las del
lenguaje natural, presentan algún grado de indeterminación. A esto es a lo que se hace
referencia cuando se habla de la textura abierta del lenguaje.
92
sus efectos obligan a éste95. Lamentablemente, el Código vigente no contempla
estas situaciones, por cuanto el texto elaborado por la comisión redactora fue
modificado, eliminándose los proyectados arts. 1745, 1746 y 1747 del
Anteproyecto.
Dice el CCC:
El texto del art. 1772 debe ser concordado con los arts. 15 y 16 del CCC, pues
determina quiénes están legitimados para reclamar daños a una cosa o un bien.
Estas normas deben ser relacionadas con el Libro Primero, Parte General,
Titulo III, Capítulo 1 (art. 225 y ss.), que trata sobre los bienes con relación a las
personas y los derechos de incidencia colectiva. Esta sección es un parte
general que regula todo el Libro Cuarto, dedicado a los derechos reales (art.
1882 y ss.).
Argentina.
97 Art. 1773 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
93
El artículo se ocupa de quienes pueden pedir la reparación de los daños que
afectan las cosas o los bienes y hace el distingo entre la vinculación real del
sujeto con la cosa o el bien, otorgando legitimación a:
Esas normas vienen a reemplazar el texto del art. 1110 del CC, que establecía
que puede pedir esta reparación no sólo el que es dueño o poseedor de la cosa
que ha sufrido el daño o sus herederos, sino también el usufructuario, o el
usuario, si el daño irrogase perjuicio a su derecho. Puede también pedirlo el
que tiene la cosa con la obligación de responder de ella, pero sólo en ausencia
del dueño. Como vemos, la redacción es similar, adecuándose la nueva norma
(arts. 1772 y 1773 del CCC) a la nueva regulación en materia de bienes y cosas.
Argentina.
94
17.2. Distintos legitimación pasivos.
Legitimados directos e indirectos.
El art. 1773 del CCC dispone: “Acción contra el responsable directo e indirecto.
El legitimado tiene derecho a interponer su acción, conjunta o separadamente,
contra el responsable directo y el indirecto”100.
Es por ello que la legitimación pasiva puede estar compuesta por este elenco de
sujetos, sean responsables directos o indirectos:
a) Autor del hecho (art. 1749 del CCC). Es responsable directo quien
incumple una obligación u ocasiona un daño injustificado por acción u
omisión. El autor del hecho que haya actuado con dolo o culpa (art.
1724 del CCC), o bien a quien le sea aplicable un factor objetivo de
atribución (art. 1722 del CCC).
b) Consejeros o cómplices del autor del delito (art. 1752 del CCC). El
encubridor responde en cuanto su cooperación ha causado daño.
c) Persona que lucró con los efectos de un delito. Este sujeto puede ser
demandado por indemnización de daños y perjuicios hasta la
concurrencia de lo que hubiera recibido (art. 32 del CP).
e) Personas que responden por los hechos de otro. Entre ellas, los padres,
tutores, curadores, el principal, etc. (Sección sexta, arts. 1753 y ss. del
CCC).
95
17.2.1. Sujeto que se beneficia con los efectos de un
delito
Este sujeto puede ser demandado por indemnización de daños y perjuicios
hasta la concurrencia de lo que hubiera recibido (art. 32 del CP).
96
17.2.3. Pluralidad de responsables. Remisión
Pudimos ver que el art. 1751 del CCC determina que, si varias personas
participan en la producción del daño que tiene una causa única, se aplican las
reglas de las obligaciones solidarias. Si la pluralidad deriva de causas distintas,
se aplican las reglas de las obligaciones concurrentes. Remitimos a lo expuesto
en la unidad 11.
97
los tres años. El transcurso del plazo de prescripción comienza el día en
que la prestación es exigible (art. 2554). Salvo el reclamo del
resarcimiento de daños por agresiones sexuales infligidas a personas
incapaces, que prescribe a los diez años. El cómputo del plazo de
prescripción comienza a partir del cese de la incapacidad. Toda otra
cuestión no recae en el plazo genérico del art 2560 de cinco años.
Ahora bien, como todo actor procesal, debe ajustarse a los requisitos que cada
ley foral establezca según sea la jurisdicción que corresponda. Por esta razón,
remitimos a los códigos procesales vigentes en cada provincia, sin perjuicio de
referirnos de modo genérico al Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
como norma genérica, dejando a salvo –reiteramos- los recaudos específicos de
cada legislación procesal. Deberá el alumno consultar su sistema procesal
vigente.
98
pretensión sea identificado claramente, para factibilizar el ejercicio de defensa
del demandado. Es decir, que el demando sepa exactamente qué se le reclama.
En este punto, las normas procesales requieren que, si lo reclamado es una
suma de dinero, la misma sea estimada (art. 330102 del CPCCN).
102 Dice el último párrafo de la norma: “La demanda deberá precisar el monto reclamado, salvo
cuando al actor no le fuere posible determinarlo al promoverla, por las circunstancias del caso, o
porque la estimación dependiera de elementos aún no definitivamente fijados y la promoción de
la demanda fuese imprescindible para evitar la prescripción de la acción. En estos supuestos, no
procederá la excepción de defecto legal”. Art. 330 – Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
99
17.4.3. La sentencia de daños. Diversas clases de
sentencias en el juicio de daños. Fundamentación.
Principio de congruencia
Por imperio del principio de congruencia, que implica la exacta
correspondencia entre lo pretendido, lo resistido y lo fallado (arts. 34 inc. 4 y
163 inc. 6 del CPCCN), el juzgador queda sujeto a los reclamos planteados en la
demanda (y su contestación). El actor sujeta su petición a dichos rubros, ya que
lo contrario implicaría lesionar derechos de raigambre constitucional, como el
derecho de defensa en juicio (art. 18 de la CN). Si se trata de daños a la persona
que no hayan ocasionado la muerte, se deberá establecer detalladamente cada
una de las lesiones. Se deberá establecer si existe incapacidad sobreviniente
física y psíquica, qué medicamentos, estudios realizados, prótesis, asistencia
médica o de enfermería se requiere, etc. Del mismo modo, se deberá
especificar si existe daño moral y establecer los rubros perfectamente
detallados. Esto le permite al juez, al momento de sentenciar, expedirse acerca
de los mismos.
o Sentencias constitutivas.
103Art. 165 – Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
100
Es decir, la sentencia siempre fijará el importe del crédito o de los perjuicios
reclamados (citado art. 165).
Ahora bien, puede ocurrir que las partes no hayan efectuado estimación o que
el monto no pueda computarse en esa instancia. En tales casos, el juez hará
lugar a la demanda, siempre que su existencia esté legalmente comprobada,
aunque no resultare justificado su monto.
Dice el principio general establecido por el art. 68 del Código Procesal Civil y
Comercial:
101
17.4.6. El recurso extraordinario y la responsabilidad
por daños
El recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación está
previsto en el art. 14 de la ley 48, que establece que
105 Art. 14. Ley 48 – Jurisdicción y Competencia de los Tribunales Nacionales. Honorable
Congreso de la Nación Argentina.
106 Art. 15. Ley 48 – Jurisdicción y Competencia de los Tribunales Nacionales. Honorable
102
En los recursos de que tratan los dos artículos anteriores,
cuando la Corte Suprema revoque, hará una declaratoria sobre
el punto disputado, y devolverá la causa para que sea
nuevamente juzgada; o bien resolverá sobre el fondo, y aun
podrá ordenar la ejecución especialmente si la causa hubiese
sido una vez devuelta por idéntica razón.107
La ley fundamental, en su art. 31, dispone que: "Esta Constitución, las leyes de
la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los tratados con
las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación"108. El recurso
extraordinario justamente tiene por misión lograr dicha supremacía de la
Constitución, las leyes dictadas por el Congreso y los tratados.
El proceso de daños puede ser campo fértil para que se constaten las
circunstancias que habilitan la interposición de este recurso. Para ello, se debe
realizar reserva de interposición del recurso extraordinario en la primera
oportunidad procesal. Entre las cuestiones que podrían dar apertura a este
recurso, pueden mencionarse la violación del derecho de defensa, igualdad
ante la ley, debido proceso, sentencia arbitraria, violación al derecho a la
reparación integral de jerarquía constitucional (art. 16, 18, 19 y 33 de la CN), al
igual que el derecho a la tutela a la integridad física y moral consagrada en el
107 Art. 16. Ley 48 – Jurisdicción y Competencia de los Tribunales Nacionales. Honorable
Congreso de la Nación Argentina.
108 Art. 31 – Constitución Nacional. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
103
Pacto de San José de Costa Rica. Respecto del derecho a la reparación y su
fundamento constitucional, nos remitimos a lo estudiado en el módulo 1. Sin
duda, la posibilidad de interponer el recurso extraordinario en virtud de la
violación de dicho principio de jerarquía constitucional es uno de los efectos
que tiene darle la mentada jerarquía al mismo.
104
18. Relaciones entre la
acción civil y la acción
penal
18.1. Acción civil y acción penal
La acción penal surge del delito criminal y tiene por objeto la punición del
dañador, mientras que la acción civil tiene como fundamento el daño
ocasionado a la víctima y busca la reparación del mismo. La acción penal tiene
en miras al presunto culpable, mientras que la acción civil mira a la víctima, su
indemnización y gira en torno a ella109.
109Para un análisis completo de esta cuestión, deberá el alumno consultar: Pizarro &
Vallespinos, 2013, p. 661 y ss.; Pizarro & Vallespinos, 2012, V.
105
El Código Civil y Comercial de la Nación, al regular la cuestión, plasma en el
ordenamiento jurídico las ideas mayoritarias de la doctrina y jurisprudencia de
nuestro país.
Si bien el Código Civil de Vélez Sarsfield regulaba, en sus arts. 1096 a 1106, el
vínculo que existe entre la acción penal y civil promovidas en razón del mismo
hecho ilícito, el Código Civil y Comercial consagra, partiendo de las premisas ya
establecidas en nuestro sistema, diversas modificaciones al régimen anterior,
con el objeto de aclarar y facilitar el sistema, y estableciendo nuevas reglas al
respecto, arduamente reclamadas por la doctrina y jurisprudencia mayoritarias.
Entendemos que logra mejorar el sistema.
106
vinculada con el proceso aplicable y la competencia. Ello es así a fin de evitar
que el régimen sustantivo afecte atribuciones que son exclusivas de los poderes
provinciales (arts. 5, 75 inc. 12 y 121 de la CN)111.
107
o Si el presunto culpable es absuelto en el proceso penal, el juez de
la causa penal no puede pronunciarse sobre los daños y perjuicios
pedidos por la víctima, porque la facultad de fijarlos es accesoria
de la sentencia de condena (art. 29 del CP). Igual solución
corresponderá si no se ha llegado a la sentencia por extinción
de la causa penal, ya sea por muerte, amnistía, prescripción
o renuncia del agraviado (art. 59 del CP). En estos casos, la
víctima podrá ejercer la acción resarcitoria de los daños y
perjuicios en sede civil.
113 Art. 170. Ley 2372 – Código Procesal Penal. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
108
acción criminal por haber intentado la acción civil o por haber
desistido de ella.114
Principio
114
Art. 1097. Código Civil de la Nación. Derogado por ley 26994. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
109
Suspensión del dictado de la sentencia civil. Si la acción penal
precede a la acción civil, o es intentada durante su curso, el
dictado de la sentencia definitiva debe suspenderse en el
proceso civil hasta la conclusión del proceso penal, con
excepción de los siguientes casos:
a) si median causas de extinción de la acción penal;
b) si la dilación del procedimiento penal provoca, en los
hechos, una frustración efectiva del derecho a ser indemnizado;
c) si la acción civil por reparación del daño está fundada en un
factor objetivo de responsabilidad.115
Para que proceda la suspensión prevista en el art. 1775 del Código Civil y
Comercial de la Nación, es preciso que se encuentren reunidos algunos
presupuestos. El primero de ellos es que exista un proceso penal en curso; sea
investigación penal preparatoria o el juicio propiamente dicho, el titular debe
haber ejercido la pretensión punitiva. Pero no basta la mera amenaza de que se
realizará una denuncia penal para que se suspenda el dictado de la sentencia
en sede civil. La suspensión culmina, salvo las excepciones previstas en el art.
1775, cuando se dicte la sentencia definitiva en la sede penal. Asimismo,
también finaliza en el caso de que recaiga en la acción penal el sobreseimiento
provisional, pues dicha decisión será suficiente para que se levante la
suspensión del reclamo por daños (Sáenz 2015)116.
Es preciso tener en cuenta que, aun cuando la acción no se dirija contra aquel a
quien se imputa el delito en sede penal, puede proceder la suspensión del
proceso civil resarcitorio. En efecto, nos enseña la doctrina, la acción de daños y
perjuicios puede dirigirse contra el responsable directo o indirecto: de tal modo
115 Art. 1775 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
116
Sáenz, Luis R. J. La relación entre la acción civil y penal en el Código Civil y Comercial
Publicado en: RCyS 2015-IV , 278
110
si lo que se pretende es imputar el accionar de un dependiente a su principal
(en los términos del art. 1753 del Código), aun cuando el primero no se
encuentre demandado es preciso que la jurisdicción penal se expida con
anterioridad al dictado de la sentencia en sede civil (Sáenz 2015). Esto es así
pues el hecho es uno solo, independientemente que los sujetos pasivos de la
pretensión penal o civil no coincidan. Lo mismo ocurre por ejemplo en un
accidente de tránsito cuando la pretensión penal se dirige contra el conductor y
la pretensión civil solo tiene como sujeto pasivo al titular registral.
Excepciones
"Ataka Co. Ltda. c. González, Ricardo y otros", La Ley, 154-85. Fallos 246-87, La Ley, 98-289;
272-188, La Ley, 133-414. Dijo la Corte: "la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial
debe pronunciarse sin supeditar su fallo "hasta tanto recaiga pronunciamiento en sede penal"
pues si existen demoras en ese trámite - más de cinco años - la dilación ocasiona agravios a la
garantía constitucional del derecho de defensa".
111
irrazonablemente prolongada del juicio penal y se genere una verdadera
denegación de justicia, procederá el dictado de la sentencia en la acción
resarcitoria. La cuestión problemática radica en establecer cuándo nos
encontramos ante una demora injustificada. Evidentemente, es una
cuestión que debe ser completada por la jurisprudencia, analizando las
plataformas fácticas de cada caso.
112
respecto de la existencia del hecho principal que constituye el delito y de la
culpa del condenado"121.
121 Art. 1776 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
122 Para completar el análisis de la norma y el comentario debe verse: Japaze, María Belén
“Ejercicio de las acciones de responsabilidad: relaciones entre la acción civil y la acción penal en
el Código Civil y Comercial de la Nación” Publicado en: Sup. Especial Nuevo Código Civil y
Comercial 2014 (Noviembre) , 181
113
La sentencia penal absolutoria respecto del posterior pronunciamiento en
sede civil
Respecto de la primera, una vez establecido –en el proceso penal- que el hecho
ilícito generador de la acción penal no existió, no podrá decirse lo contrario en
sede civil. En relación a la segunda, la sentencia penal que absuelve al imputado
declarando que no fue autor material del hecho investigado impide al juez civil
volver sobre la cuestión.
Japaze nos indica que diferente es el caso si la sentencia penal decide que un
hecho no constituye delito penal o que no compromete la responsabilidad
penal del agente (2014). Esta circunstancia habilita que en el proceso civil
pueda discutirse el mismo hecho –que existió- en cuanto generador de
responsabilidad civil. Esto quiere decir que la sentencia absolutoria –dictada en
esos términos- sólo tiene efectos dentro del proceso penal, sin proyección al
juicio civil, pues los criterios de apreciación de la culpa son sensiblemente
diferentes en el proceso penal y en el civil además, claro está, de la
responsabilidad objetiva si fuera el caso. En síntesis: el juez penal puede
absolver por no configurar el hecho un delito, o bien porque, configurado el
hecho como delito, no es posible atribuirle responsabilidad penal al imputado.
En ambos casos, esta sentencia no limita la juez civil, quien puede
perfectamente condenar el resarcimiento (Japaze 2014).
114
Las excusas absolutorias penales
124 Art. 1778 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
125 Art. 1779 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
115
a) si la sentencia civil asigna alcances de cosa juzgada a
cuestiones resueltas por la sentencia penal y ésta es revisada
respecto de esas cuestiones, excepto que derive de un cambio
en la legislación;
b) en el caso previsto en el artículo 1775 inciso c) si quien fue
juzgado responsable en la acción civil es absuelto en el juicio
criminal por inexistencia del hecho que funda la condena civil, o
por no ser su autor;
c) otros casos previstos por la ley.126
El art. 1106 del Código Civil derogado contenía también esta regla, al establecer
que la cosa juzgada civil conserva sus efectos a pesar de la decisión penal
posterior. La principal reforma en la materia reside en las excepciones a dicho
principio general. Examinamos los incisos:
116
c) Finalmente, el artículo deja abierta la posibilidad de que la ley especial
prevea otros supuestos en que sea procedente la revisión de la
sentencia civil ante la existencia de una decisión penal posterior
(Lorenzetti, 2015).
117
Referencias
Bustamante Alsina, J (1993), Teoría general de la responsabilidad civil, 9ª ed.,
Buenos Aires: Abeledo-Perrot.
Kemelmajer de Carlucci, A., Mariani de Vidal, M., Shina, F., Zunino, J. O., Zannoni, E.
(2015). Código Civil y Comercial. Concordado con el régimen derogado y referenciado
con legislación vigente. Exégesis de los fundamentos de la Comisión Redactores y las
modificaciones del PEN. Buenos Aires: Astrea.
Lorenzetti, R. (1997). Responsabilidad civil del médico. Santa Fe: Editorial Rubinzal-
Culzoni.
118
Messina de Estrella Gutiérrez, G. N. (2015). Relación de causalidad y factores
interruptivos en el Código Civil y Comercial. RCyS. 2015-IV, 66.
119