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Esta forma de aprender es, sin embargo, más difícil para niños con Trastornos del Espectro
del Autismo, porque requiere que pongan atención sobre otra persona y lo que está haciendo.
Es fundamental no sólo que comprendan el proceso de imitación, sino también que esa
imitación pueda ser usada para adquirir nuevas habilidades y conocimientos.
Nosotros comenzamos a estimular a mi hijo Erik con ejercicios de imitación. Realizamos los
ejercicios sentados el adulto y el niño frente a frente en una mesa. También se pueden hacer
en el suelo, sobre un espacio delimitado con una alfombra.
Se hace una acción (por ejemplo “dar palmas”) y de inmediato se da la orden “hazlo tú”. El
niño tiene que imitar esa acción -por eso no se le da la orden verbal “da palmas”. Cada vez
que el niño lo hace, con o sin ayuda, recibe una recompensa y elogios: un trocito de algo que
le guste, una caricia y un “Bravo, qué bien lo haces, das palmas”. En el caso de que el niño no
repita la acción, pues se le cogen las manitas y se le ayuda a hacer el gesto.
En cada sesión se trabajan tres ejercicios, y cada uno se repite cinco veces. En sesiones
posteriores se pasará a un nuevo ejercicio cuando el niño domine el anterior.
Es conveniente trabajar en un lugar donde no haya muchos estímulos para que el niño no se
distraiga. Y se debe mantener siempre una actitud divertida, con la máxima interacción; así
será siempre una experiencia positiva para el niño. A veces es bueno ayudarse de objetos
que le gusten mucho para captar su atención y motivarlo: pompas de jabón, trompos,
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matasuegras, molinillos, juguetes con luz, etc.
El vídeo muestra cómo Erik (aquí con poco más de tres años) imita la construcción de
una torre hecha con piezas de Lego. En este caso, sigue el orden de los colores, que
nombra también. Estaríamos en un nivel un poco más avanzado de la imitación con
objetos.
El primer tipo de imitación intencionada que aprenden los niños es la imitación de actos
sencillos usando objetos. Primero se utilizan objetos atractivos para el niño y que además
cumplan una finalidad: sacudir un sonajero o empujar un coche haciendo “rún-rún”, por
ejemplo. El siguiente paso será la imitación de actos donde el objeto no cumple con su
función. Por ejemplo, golpear la mesa con una baqueta, en vez de golpear un tambor; de
nuevo hay un ruido que capta la atención del niño y le divierte.
Dar palmas
Dar palmas sobre las piernas
Levantar los brazos
Extender los brazos hacia los lados
Tocarse la barriga
Sacudir la cabeza
Hacer adiós con la manita
Frotar las manos
Palmear sobre la cabeza
Hacer el puño
Señalar con el índice
Hacer el gesto de “sí”
Cruzar los brazos sobre el pecho
Abrazarse
Tocarse la nariz (y las diferentes partes de la cara)
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Rascarse la cabeza
Cubrirse la boca con las manos
Inclinar la cabeza hacia adelante
Ponerse de pie / sentarse
Ponerse en cuclillas
gatear
andar con los talones
andar de puntillas, etc.
El vídeo (septiembre de 2007) muestra cómo practicamos ejercicios de praxia con Erik.
Utilizar un espejo fue de gran ayuda.
Erik, por su hipotonía muscular, babeó muchísimo hasta después de los tres años. Por
entonces, casi no hablaba y lo que chapurreaba no se entendía bien. Su articulación no era
buena porque tenía que fortalecer los músculos de alrededor de la boca. Empezamos a
realizar ejercicios de praxias o de gimnasia bucal, que también son muy efectivos para
favorecer la expresividad facial:
Como al principio les cuesta mucho hacerlo, hay que ayudarles, por ejemplo, colocándole la
mano en la boca para moverle los labios, etc., pero siempre con mucha alegría. Con estos
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ejercicios hay que exagerar mucho, tener alrededor muchos juguetes que al niño le encanten,
girar molinillos, soplar el matasuegras, soplar un pito…. A veces es bueno ayudarse de un
chupa chups o de yogur o helado para motivar que saquen la lengua.
A nosotros nos ayudó también hacer los ejercicios sentados juntos y con un espejito.
La imitación como base del aprendizaje en los Trastornos del Espectro del Autismo –
Parte II
ACERCA DE LA AUTORA:
Anabel Cornago
Es co-autora del Manual de Teoría de la Mente para niños con autismo y del Manual de Juego
para niños con autismo, en colaboración con Maite Navarro (pictogramas) y Fátima Collado
(ilustraciones), ambos editados por Psylicom. Su blog El sonido de la hierba al crecer es un
referente en el mundo del autismo.
Ha colaborado también en los vídeos del programa europeo Simple Steps, así como con
artículos, entrevistas relacionados con el autismo en diferentes medios de Alemania, España,
México, Colombia, Uruguay, Ecuador, Argentina, Bolivia.
Además es miembro de la junta directiva del Institut für Autismusforschung Hans E. Kehrer
e.V (Bremen) y forma parte del consejo de Autismus Hamburg, además de fundadora.
Docente invitada en el Módulo de Autismo de la Hochschule Münster.
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