Violencia

simbólica y orden social.

Alumna: Maria ester Farias

Asignatura: Teoria Política.

Fecha: 24/09.

Sección: 2
La acción de gobernar requiere tanto de una intención a largo plazo como del ejercicio performático de la misma, es decir, que el
discurso vaya en concordancia y en unión temporal con la acción y/o el hecho. Es sabido que el ejercicio del poder es algo que
concierne a toda la población de un espacio tiempo determinado, y a la vez que la política busca tanto el bienestar de sus ciudadanos y
de sus necesidades, busca también mantener el estatus quo de quienes tienen y practican la autoridad política, a la vez que se intenta
mantener cierto ordenamiento social tanto como por búsqueda de estabilidad, como también de manera tal que la sociedad repliegue
sus jerarquizaciones. Es así como se instauran ciertas representaciones que tienen como objetivo “naturalizar” cierto orden social que
implica también, en las construcciones modernas de estado-nación, la utilización de una historia única que objetiviza la experiencia
cultural de un estado imponiendo símbolos y caracterizaciones que determinan el desarrollo tanto de sentimientos colectivos
nacionales como de replicación culturales específicas.

La imagen elegida para el desarrollo de este trabajo es una de las múltiples performances que fueron desarrolladas -y ampliamente
cuestionadas- en distintos monumentos nacionales en el contexto del 18 de octubre de 2019, particularmente es el derribamiento de
una estatua de Francisco de Aguirre (un militar español que participo en la conquista de Chile y Argentina) que fue reemplazada con
una figura del torso de una mujer diaguita. Esta estatua es uno de los múltiples símbolos que le dan cohesión al discurso de unidad
nacional. La performance, la cuestión de esta performance y su componente contestatario, va en directa relación con la mantención de
los símbolos hegemónicos elitistas que instauran cultural e históricamente lo que entendemos como “sociedad chilena”. Hablamos de
las representaciones hegemónicas que intentan mantener el poder ideológico ensalzando figuras colonizadoras y que implican un fuerte
golpe a aquella historia previa a la construcción del estado nación y las mal llamadas en la actualidad “minorías étnicas”. Es menester
mencionar lo que interpela directamente este tipo de performance, que es la matriz del poder y su base colonial. En la última década se
ha visto popularizado el destruir estos símbolos y no solo en chile, sino que también a nivel latinoamericano ha ido en alza esta forma
de manifestación. La condición política de esta performance radica directamente en que esta reescritura espacial apunta a que existe
una invisibilidad histórica y permanente en el tiempo que reniega de las primeras naciones y ocupaciones territoriales de este país,
entregándole los espacios simbólicos a figuras propiamente coloniales y que se hicieron parte del genocidio indígena. Esta es solo una
forma de vislumbrar las múltiples formas de desigualdades.

Con relación a Latinoamérica y a su historia, esta performance esta intrínsecamente ligada a la reinterpretación de la colonia y sus
vestigios elitistas, poniendo en contraposición el legado cultural indígena. Es una manera de repensar el poder establecido con sus
significados tradicionales en la intención de invertir las relaciones jerárquicas que se han establecido a lo largo de los siglos. Chile no
es homogéneo, consta de múltiples historicidades, y cada una de reconocerse en la condición de una sociedad plurinacional, que
reconozca los derechos colectivos de los pueblos. Este tipo de performance interpela al poder, interpela también a los sujetos políticos
hacia quien va construida la política estatal y la historia, y se dirige directamente al ejercicio de las autoridades de tal manera que
rearma en cierta medida las relaciones instauradas con el propio pasado social.

Considero que este tipo de instancias tienen mucho contenido político y social al interpelar y cuestionar las bases en las que se ha
desarrollado el poder estatal, al poner en tensión la forma en la que se ha construido este y quienes son los sujetos que la misma
historia admira. También, este tipo de instancias le da énfasis a la violencia simbólica que ejerce el gobierno sobre los pueblos
indígenas, al imponer figuras de grandes genocidas de la época y engrandecer su imagen. Es en si este un acto con muchas aristas y
contenidos, pues pese a que son sujetos importantes para la historia oficial, también son vestigios coloniales que atentaron contra los
pueblos originarios o hicieron posible el desarrollo tal en el que se llevó a cabo el genocidio. Lo que voltea esta situación y la
transforma en otra forma de entender este fenómeno es sin dudas el torso de la mujer diaguita colocado en el lugar, que implica una
resignificación del espacio, una posesión del mismo desde los actores de la revuelta social que le dan más énfasis y valor por sobre los
símbolos institucionales y hegemónicos, una tirantez histórica, componiéndose de eso todo lo político de este acto y de su fuerza.
Político por que tiene relación directa con “lo común” con reinterpretarlo, tiene relación con la forma en que se generan los lazos entre
espacio y cultura. Es un hecho que en el país no ha existido un debate serio respecto a los símbolos de corte republicano que están
levantados en todo el territorio y la patrimonializacion de figuras históricas controversiales y que generan grandes tensiones en la
sociedad. Es importante este tipo de instancias porque Chile ha ido moldeando una memoria histórica que ha buscado desligarse de su
pasado colonial y no considera parte de si el propio proceso colonizador que vivió el pueblo mapuche en manos del estado chileno. No
queda más que mirar la historia y reinterpretarla, y es una de estas maneras que interpela al poder y al estado, no es otra que
replantearnos aquellos símbolos que se enmarcan en las configuraciones estatales, con la intención de modificarlos para apaciguar las
tensiones históricas que se delimitan con él.
 Referencias:

El derribo de estatuas en las plazas de Chile y Wallmapu. (2019), Centro de estudio e investigación mapuche. Recuperado de:

https://www.comunidadhistoriamapuche.cl/el-derribo-de-estatuas-en-las-plazas-de-chile-y-wallmapu-la-des-monumentalizacion-de-
los-iconos-de-la-memoria-historica-colonial/

Instalan torso de mujer diaguita donde se encontraba la estatua de Francisco de Aguirre. (24-10-19), Diario el día. Recuperado de:

https://www.diarioeldia.cl/magazine/instalan-torso-mujer-diaguita-donde-se-encontraba-estatua-francisco-aguirre