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VP02-

5C- 17.274-11

Ciudadano
JUEZ QUINTO DE CONTROL DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DE ESTADO ZULIA
Su despacho.-

Yo, LEONARDO VILLALOBOS TABORDA, mayor de edad, venezolano, soltero,


Abogado en ejercicio, e inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el No.
40.670 y domiciliado en el Sector El Callao, avenida 49I, esquina calle 169, No. 49I-91,
Municipio San Francisco del Estado Zulia. Actuando en este acto con el carácter de abogado
defensor del Imputado JHAN CARLOS CAMARILLO GONZALEZ en la causa No. 5C-
17.274-11, que cursa por ante este Tribunal, muy respetuosamente me dirijo a Usted a los
fines de exponer:
SOLICITUD DE DECAIMIENTO DE MEDIDA CAUTELAR

De conformidad con lo preceptuado en el artículo 230 del Código Orgánico Procesal


Penal, solicito muy respetuosamente EL DECAIMIENTO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES,
que fueron dictadas por este tribunal, por cuanto el legislador estableció como límite máximo
de toda medida de coerción personal, independientemente de su naturaleza, LA DURACIÓN
DE DOS (2) AÑOS ya que de la revisión de las actas procesales se determina que el acusado
JHAN CARLOS CAMARILLO GONZALEZ, fue presentado ante este Juzgado Quinto de
Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, el Diecisiete (17) de Agosto del Dos
mil Once (2011), decretando el tribunal una Medida Privativa de Libertad, contra mi defendido,
quedando sometido en este proceso a través de unas medidas cautelares sustitutivas hasta la
presente fecha, en espera de un juicio que le dé culminación al proceso y pueda determinar si
es culpable o inocente del delito que le fue imputado.
Llegado el caso, mi defendido, LLEVA DIEZ AÑOS, esperando la continuación de su
proceso, y no se le ha realizado la Audiencia preliminar, permaneciendo sometido y atado a
este proceso sin su culpa. Aunado a ello, aún persiste las medidas cautelares preventiva
JHAN CARLOS CAMARILLO GONZALEZ s JHAN CARLOS CAMARILLO GONZALEZ que
le fueron decretadas y la fiscalía no ha dado impulso a este proceso en perjuicio de él y de los
otros coimputados. Del examen de las actas se desprende el tiempo que ha transcurrido, el
cual es de 10 AÑOS 3 MESES Y 8 DIAS hasta la presente fecha 25/11/2021, Operando con
ello, la institución del Decaimiento de la medida cautelar que lo mantiene privado de su
libertad, siendo que las causales del retardo procesal, no son atribuibles a la defensa, ni al
imputado, quien se mantiene coaccionado por este proceso y limitado en su derecho a la
libertad, sin haber sido enjuiciado, mucho menos condenado hasta ahora. Él es un ejemplo
vivo, de lo que es el retardo procesal, que cada día le cercena derechos y libertades.
En este sentido cabe destacar, que corresponde a los jueces hacer cumplir la norma
contenida en el artículo 230, primer aparte del Código Orgánico Procesal Penal, por cuanto
son los directores del proceso y el deber de ser garantitas con fundamento en el artículo 334
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en relación con el artículo 19 del
Código Orgánico Procesal Penal, de modo pues, que cuando la Constitución, en su condición
de Norma Suprema y fundamento del ordenamiento jurídico, le exige al juez, que sea el
principal garante de la actuación circunstanciada de la ley y de los propios mandatos
normativos, le está imponiendo el deber constitucional de hacer valer, permanentemente, los
principios asociados al valor justicia, indistintamente del proceso de que se trate. Por lo tanto,
en aquellos supuestos, en que una medida coercitiva exceda el límite en cuanto al máximo
legal, esto es, el lapso de dos (2) años, SIN QUE EL FISCAL DEL MINISTERIO PÚBLICO
HAYA SOLICITADO SU PRORROGA o haya dado impulso procesal, tal como lo establece
en su artículo 230 del Código Orgánico Procesal Penal, y por cuanto de la revisión de las
actas procesales de la presente causa se puede observar que EL RETARDO PROCESAL NO
ES IMPUTABLE AL ACUSADO NI A LA DEFENSA, el Tribunal le debe garantizar su
derecho a comparecer al proceso y obtener oportuna respuesta, con fundamento en el
contenido de los artículos 44, 49.2 y 49.8 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, artículo 7.5 de la Convención Americana Sobre Derechos conocido como Pacto
de San José de Costa Rica, artículo 9.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, aplicables por mandato expreso del artículo 23 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en relación a la supremacía en el orden interno, sobre los derechos
humanos, en concordancia con los artículos 8, 9, 229 y 230 del Código Orgánico Procesal
Penal.
Por su parte, y sobre el tema que nos ocupa la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, mediante decisión de fecha 27 de noviembre del año 2001, con
ponencia del Magistrado Iván Rincón Urdaneta, dejó claramente establecido lo siguiente:“…
Ahora bien, una vez que las restricciones ordenadas al procesado hayan sido definidas por el
Juez de Control, si es que así fue estimado… nos encontramos ante una segunda posibilidad,
esto es la revisión o modificación de la situación del procesado en etapas posteriores del
proceso, que se encuentren bajo la dirección de los restantes tribunales, hasta la resolución
definitivamente firme de la causa, bien respecto de las medidas dictadas por el Juez de
Control, bien obedeciendo supuestos fácticos que las hagan necesarias y que se verifiquen
por vez primera. … “En todo caso el Juez deberá examinar la necesidad del mantenimiento de
las medidas cautelares cada tres meses, y cuando lo estime prudente las sustituirá por otras
menos gravosas”. Ahora, se entiende que esta previsión regula exactamente dos supuestos:
a) El irrestricto derecho del imputado a obtener un pronunciamiento judicial respecto de la
necesidad de sostener o mantener la medida precautelativa de la que ha sido objeto con
anterioridad, esto es, de incoar el examen de la vigencia de los supuestos de la medida; b) La
obligación para el juez de examinar la necesidad de mantenimiento de las medidas
cautelares, de oficio, cada tres meses y “cuando lo estime prudente las sustituirá por otras
menos gravosas”, obligación que de acuerdo al principio pro libertatis, debe entenderse que
consagra la posibilidad de sustituir y aun de revocar la medida precautelativa en cualquier
momento en que los supuestos que la fundan hayan cesado de manera alguna, absoluta o
parcialmente…”Ahora bien, la privación preventiva de libertad o detención preventiva, en la
forma como está regulada en la mayoría de los ordenamientos jurídicos, incluyendo el
nuestro, es una medida excepcional para lograr los fines del proceso; que no ha de ser vista
como la aplicación de una pena anticipada sino como una necesaria medida cautelar que ha
de adoptarse contra un imputado sobre quien pesan fundados elementos de convicción de
haber cometido un delito, que colocan gravemente en entredicho su presunción de inocencia
más sin embargo, ninguna medida Cautelar, debe ser prolongada en demasía en el tiempo
para su ejecución, pues debe prevalecer la libertad, de lo contrario, constituye una flagrante
violación a la Tutela Judicial efectiva, contenida en el artículo 26 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, al Debido Proceso, a los Derechos y Garantías del
Acusado así las cosas, lo más procedente y ajustado a derecho en aras dela aplicación de la
justa, recta, sana y oportuna administración de Justicia, es DECRETAR EL DECAIMIENTO O
CESE DE LAS MEDIDAS CAUTELARES QUE FUERON DECRETADAS, en fecha Diecisiete
(17) de Agosto de Dos mil Once (2011) a mí defendido ciudadano JHAN CARLOS
CAMARILLO GONZALEZ, ut supra identificado..
Solicitud que hago a Usted, con sustento en la Sentencia vinculante emanada el 27-
11-2001. de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, expediente Nº 01-0897,
con ponencia del Magistrado IVAN RINCÓN URDANETA. En el mismo orden de ideas, la sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia N° 371 de fecha 6 de marzo de
2.002 con ponencia del magistrado Antonio García García, señala: “… los tribunales penales
están facultados para acordar, en caso que sea procedente, una medida cautelar sustitutiva
de la privación de libertad referida a la presentación de una caución pero a tales fines, deben
tomar en cuenta que esa medida deberá ser de posible cumplimiento por el propio imputado o
por otra persona, atendiendo al principio de proporcionalidad…”.
Por lo antes expuesto es que se solicitó muy respetuosamente al Tribunal DECRETE
EL DECAIMIENTO DE LA MEDIDAS CAUTELARES SUSTITUTIVAS A LA PRIVATIVA DE
LIBERTAD.
Solicitud que le hago a los fines legales consiguientes, en la fecha de su presentación.
Ratifico en este acto se sirva expedirme copia simple de todos los folios que contiene
este expediente y para el caso que este no se encuentre en este despacho, pido se oficie
hasta la Fiscalía del Ministerio Publico a los fines de que este organismo, remita ese
expediente hasta este tribunal.
EL ABOGADO DEFENSOR:

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