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FROSTY, EL MUÑECO DE NIEVE

Era una soleada y nevada mañana de invierno y en la escuela se celebraba la fiesta de Navidad. La
maestra había contratado al profesor Hinkle, un mago un poco atolondrado y torpe, para entretener a
los niños. Sin embargo, sus trucos de magia no parecían funcionar, todo le salía del revés y enfadado,
arrojó su viejo sombrero de copa fuera del escenario.
El sombrero, chocó con el cubo de la basura y liberó a un extraño personaje llamado Hocus Pocus, un
conejo que hizo reír a los niños humillando al profesor Hinkle. Cuando la celebración terminó, los niños
salieron a jugar y decidieron hacer un gran muñeco de nieve. Trabajaron todos juntos y le pusieron una
nariz hecha con un botón, ojos de carbón y una pipa de mazorca de maíz. Los niños disfrutaban jugando
a su alrededor y cantando canciones. Tan orgullosos estaban de su obra que incluso una pequeña,
Karen, decidió darle nombre, le llamó Frosty.
Los niños jugaban junto a Frosty cuando Karen se dio cuenta que el viejo sombrero del mago estaba en
una esquina del jardín y decidió terminar de
decorar al muñeco de nieve con él. Sin embargo,
algo mágico pasó en el mismo instante en que
Karen le puso el sombrero. El muñeco de nieve
había cobrado vida. Podía hablar, moverse,
andar, reír y jugar con los niños.
Pero entonces, el profesor Hinkle se percató de
lo que había ocurrido y quiso recuperar el
sombrero para poder usar su magia y hacerse
rico. En cuanto le quitó el sombrero, Frosty se
quedó de nuevo inmóvil y sin vida. Sin embargo,
el conejo Hocus que todavía andaba por allí, le
arrebató el sombrero al profesor para que Frosty
pudiera cobrar vida de nuevo. Todos volvieron a
jugar y a divertirse cuando el sol comenzó a
brillar fuerte haciendo que la temperatura
subiera.
Frosty asustado alertó a los niños de que el sol iba a derretir todas sus capas de nieve convirtiéndole en
un charco de agua. Pero Karen, siempre tan imaginativa, propuso llevarlo hasta la estación de tren para
ponerle rumbo al Polo Norte, donde podría vivir para siempre.
Así fue como Frosty y Karen emprendieron su viaje emocionado, pero, a medida que el tren se
encaminaba hacia el norte, Karen comenzaba a tener mucho frío, tanto que parecía que iba a
congelarse.
¡Qué dilema! Frosty no podía vivir si hacía calor, ni Karen en el Polo norte. Por más que intentaron
encontrar una solución, mientras el profesor Hinkle seguía pretendiendo robar el sombrero, no dieron
con ella. Pero había una persona que sí podía ayudarles... ¡Santa Claus!
Karen y Frosty se encaminaron hacia el hogar de Papá Noel para exponerle su problema y encontrar una
solución. Y, ciertamente la encontró. Papá Noel le explicó a Karen que Frosty siempre viviría porque
estaba hecho de nieve de Navidad y nunca podría derretirse por completo, pero, necesitaba el frío del
Polo Norte, mientras que Karen tenía que volver a su casa. En cuanto al profesor Hinkle, para lograr que
cejara en su intento de robar el sombrero de Frosty, le regaló uno nuevo que pareció convencer al
mago.
Así fue como Papá Noel les montó en su trineo y dejó a Karen en su casa llevándose consigo a Frosty al
Polo Norte y prometiendo a Karen regresar cada día de Navidad para que ambos pudieran encontrarse
año tras año.

Preguntas de comprensión
1. ¿A quién habían contratado como profesor?

2. ¿Cómo le salían los trucos de magia?

3. ¿Quién era Hocus Pocus?

4. ¿Quién y que nombre le puso el nombre al muñeco de nieve?

5. ¿Qué paso con el muñeco cuando le pusieron el sombrero del mago?

6. ¿Qué hizo el conejo para que Frosty cobrara vida nuevamente?

7. ¿Cuál era el dilema o problema entre Karen y Frosty?

8. ¿A qué fueron a la casa de Papa Noel?

9. ¿Cómo soluciono el problema Papa Noel?

10. ¿Dibuja lo que más te gustó de la lectura?

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