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1.

1 La interdisciplina

La interdisciplina implica dependencia mutua entre las diversas ciencias o disciplinas


concurrentes; cada una complementa y explica a las demás, imposible llegar a la síntesis
criminológica si no es con métodos interdisciplinario.

1.2 Esquemas circulares y orbitales

Actualmente, en todos sentidos, se tiende hacia esquemas circulares, más operacionales


y de rápido funcionamiento el planteamiento consiste en identificar el problema y proponer
las ciencias o disciplinas con las que podemos resolverlo. En el sistema circular existe un
problema común, que debe ser resuelto.

En el esquema piramidal tenemos una ciencia suprema, directriz, a la que se subordinan


las demás, en los esquemas circulares tenemos la concurrencia de ciencias, por ser
interdisciplina tiene conexión es estrecha, cada científico comunica sus resultados a los
demás, y recibe los otros resultados, sirviendo éstos no sólo como información
complementaria, sino como valoración y control de los resultados propios.

Así se establece un sistema de retro-alimentación, en el que cada conclusión particular se


va corrigiendo y enriqueciendo, y se puede llegar a una síntesis en la que no debe haber
contradicciones inexplicables. En la criminología el problema a resolver son las conductas
antisociales, y así tendremos que, dependiendo del problema concreto serán las ciencias
o disciplinas concurrentes, entendiendo que hay un número de componentes básicos,
mínimo que no se puede rebasar.

1.3 La observación y experimentación

La observación es el contacto con el fenómeno que deseamos conocer: observar es


examinar atentamente, o sea se sigue la secuencia normal psicológica: senso-percepción,
entendimiento, comprensión, asimilación y retención; y posteriormente evocación y
reproducción; también intervienen los factores más altos de la Psique humana, como son
los factores intelectuales, pues debemos de entender y comprender el fenómeno.
Para que haya observación es necesaria la participación del sujeto observador y del
objeto observado, la observación externa integra una relación del hombre con las cosas y
para observar, tanto como para toda la tarea científica, hay una distancia óptima entre el
sujeto y el objeto.
La observación puede ser individual o colectiva, extensiva o intensiva, provocada o
espontánea; el experimento se basa, en todo caso en la observación, que en las ciencias
del hombre requiere particulares características para saber distinguir los hechos con rigor,
a fin de poderlos interpretar después cualitativa y cuantitativamente sin generalizaciones
apresuradas.
LA EXPERIMENTACIÓN
Experimentar es probar y examinar las virtudes y propiedades de una cosa, es una
observación provocada y dirigida, en la que se reproduce el fenómeno tratando de
controlar sus variables; en muchos aspectos de la Criminología es imposible
experimentar; no tenemos acceso a la experimentación directa, no podemos repetir el
fenómeno para constatarlo. No es necesario el intervenir personalmente en un fenómeno
para conocerlo.
Sin embargo, hay algunos fenómenos de la Criminología que sí son experimentables,
principalmente en lo referente al tratamiento y "re" adaptación de los delincuentes, así
como en Criminalística y en Política Criminológica.

1.4 Los niveles de interpretación

Es necesario distinguir tres distintos niveles de interpretación criminológica, pues del nivel
en que estamos trabajando depende el método que utilizaremos. La precisión en los
niveles de interpretación nos evitará las inconsistencias semánticas, es decir, la utilización
de un lenguaje ambiguo.
Es pues indispensable distinguir tres niveles de interpretación a saber:
a) Nivel de interpretación conductual (el crimen), en el que se estudia la conducta
antisocial, el método a utilizar es múltiple, y pueden ser de gran utilidad las técnicas de la
criminalística para conocer las peculiaridades del hecho concreto y de ahí pasar a
explicaciones antropológicas, sociológicas, etc., hasta llegar a la síntesis criminológica.
Para la explicación total del crimen es necesario llegar a la síntesis criminológica, en este
campo la víctima toma un papel de gran importancia, así como los testigos y todos los que
toman parte en el drama del hecho antisocial. Dentro de este nivel es necesario distinguir
a su vez dos formas de análisis: un crimen concreto, realizado en un momento y lugar
determinado, y una forma criminal en particular.
b) Nivel de interpretación personal (el criminal), en el que se analiza al autor de la
conducta antisocial, aquí el método es indudablemente el clínico, y se busca llegar a
diagnóstico, pronóstico y proposición de tratamiento.
En este nivel, el hecho cometido es tan sólo un indicador de la personalidad y
características del sujeto antisocial. La interpretación en este nivel es individual, y no
pueden obtenerse conclusiones generales, es decir que los resultados sólo tienen
aplicación para el caso concreto, y no pueden extenderse a la generalidad.
c) Nivel de interpretación general (la criminalidad), en que se estudian en conjunto las
conductas antisociales y sus características en un lugar y tiempo determinados. A este
nivel la metodología debe ser básicamente estadística, y las interpretaciones genéricas,
manejando probabilidades, es decir no es válido el deducir consecuencias sobre casos
particulares.
Es una necesidad metodológica el estudio por separado de los niveles de interpretación,
pero esto no significa que puedan existir solos. En efecto, no puede existir crimen sin
criminal, ni criminal sin crimen. La criminalidad es el conjunto de crímenes, obviamente
cometidos por criminales. El conocimiento profundo de un nivel nos facilita el
conocimiento de los demás, pero no es posible explicar un nivel por medio de los otros.
Las conclusiones válidas para el caso individual no lo son para las explicaciones
generales, pues siempre encontraremos excepciones; las conclusiones estadísticas nos
indican probabilidad o frecuencia, y no pueden ser aplicadas a los casos individuales.
Debemos hacer notar que cada uno de los niveles adquiere una peculiar importancia
según el momento de aplicación jurídica, es decir de los casos en que las interpretaciones
criminológicas son de especial valor para los juristas, así:
a) El nivel de interpretación conductual (crimen) adquiere relevancia en el proceso.
b) El nivel de interpretación personal (criminal) es especialmente requerido en la ejecución
de sanciones.
c) El nivel de interpretación general (criminalidad) es de notable utilidad en el momento
de legislar.

1.5 Regla de primacía de la descripción

Para lograr conclusiones válidas en lo referente a las relaciones entre los tres niveles,
debemos estar seguros de antemano, que los objetos están bien definidos, que la
descripción sea completa, y que no falten datos que nos puedan viciar la investigación.
Por lo general, es conveniente tener previamente bien definido el nivel conductual (el
crimen) de manera general, es decir en qué consiste la conducta antisocial que se va a
estudiar. El nivel de interpretación personal implica también una tipología, algunas son
basadas en el primer nivel (conductual), y así se clasificarán los sujetos antisociales de
acuerdo a la conducta cometida (ladrones, homicidas, violadores, etc.).
Pasando de esta descripción general al crimen en particular, las dificultades se
acrecientan, ya que conductas calificadas bajo el mismo rubro (robo, v. gr.) son totalmente
diversas entre sí, sea por el modus operandi, por los sujetos que intervienen, por las
motivaciones, por las diferentes víctimas, etc. El estudio del nivel conductual nos lleva por
fuerza a establecer clasificaciones generales; Otros criterios, como la edad, el sexo y la
salud son de gran utilidad y objetividad para construir tipologías, y son básicos en la
descripción del sujeto.

El tercer nivel, nivel de interpretación general, se apoya básicamente en la estadística, y


por lo general en estadísticas oficiales. La descripción a usar es generalmente la legal,
pero también pueden ser sanitarias, económicas, sociales, etc. En estos casos la
descripción puede no ser legal, sino convencional o técnica.
1.6 La estadística

La estadística, cuyos pasos de recopilación, organización, presentación, análisis e


interpretación, deben ser meticulosamente seguidos, es una importante herramienta en el
trabajo criminológico. Los resultados estadísticos no representan conocimientos causales.
No podemos pasar impunemente de un nivel de interpretación a otro, ni confundir los
conceptos operacionales. Los resultados estadísticos se refieren a la generalidad, y no
son aplicables al caso particular, no explican sino probabilidad.

Para una mejor interpretación estadística, se reconocen en Criminología tres tipos de


cifras estadísticas:

a) Cifra oficial. Es el número de infractores que aparecen en las estadísticas oficiales


(policiacas, judiciales, de menores), pueden ser de casos denunciados, de sujetos
arrestados, de procesos, de procesados, de sentenciados.

b) Cifra negra. Es el volumen de delitos que no llegan al conocimiento de las autoridades.


En este caso son las acciones criminales que no aparecen en la estadística criminal.

c) Cifra real. Sería el resultado de la suma de la cifra oficial y de la cifra negra. Son las
infracciones que efectivamente se han cometido.

1.7 Medios de Investigación

Mencionaremos algunos de los medios que, con mayor frecuencia, se utilizan en la


investigación criminológica.

1) Estadístico, ya mencionado en el apartado anterior.

2) Biológico, que puede ser grupal o individual. Resaltan los genéticos y familiares

3) Biotipológico, con estudios corporales para determinar una tipología determinada.

4) Antropológico, que puede ser antropométrico, físico o cultural (arqueológico, etnológico


o lingüístico).

5) Psicológico, por medio de entrevistas, tests, encuestas, etc.

6) Psiquiátrico, que puede incluir entrevista, exámenes, electroencefalograma, etc.

7) Médico, con auscultación, anamnesis, exploración por aparatos, análisis, etc.

8) Sociológico, con observación y experimentación de laboratorio o de campo.

9) Criminalístico, tanto con estudio del lugar de los hechos como análisis de laboratorio.
10) Clínico, haciendo la "historia clínica" de la vida antisocial del sujeto.

11) Biográfico, con el análisis de la biografía o autobiografía de criminales.

12) Documental, estudiando documentos públicos, o privados (epistolarios, diarios)


(informes, memorias, censos, expedientes).

13) Bibliográfico, con el uso de publicaciones científicas (tratados, compendios, textos,


artículos en revistas).

14) Hemer o gráfico, acudiendo a los archivos de los medios de información (periódicos,
revistas, noticiarios filmados, etc.).

15) Artístico, es el acercamiento a las obras de arte, con la interpretación criminológica de


la literatura, la pintura, la escultura, la música, etc.

16) Follozv-up, es el seguir a un delincuente, o grupo de delincuentes y a un grupo


control, durante un largo tiempo (años).

Entiéndase que la lista presentada es ejemplificativa, y en forma alguna exhaustiva.

2. Síntesis criminológica
3.1. Concepto

Por síntesis se entiende la composición de un todo por la reunión de sus partes;


es la simple suma y compendio de una materia o cosa.

Etimológicamente viene del latín synthesis, y éste del griego cruvreoxs, que nos
da a entender la acción de componer las cosas con inteligencia, sin dejar nada
desconectado, en lo que cada parte lleva una íntima relación con el todo y cada
cosa ocupa un puesto determinado.

Para ALMARAZ, "Investigar los factores psíquicos y los sociales que intervinieron
en la génesis de un delito no es hacer Psicología o Sociología criminales, sino
aplicar los métodos y los datos de la Psicología y la Sociología para explicar la
conducta de un delincuente singular. Estos procedimientos e investigaciones se
acostumbran agrupar bajo el nombre de Criminología, cuando con ellos se trata de
descubrir las causas de un delito concreto, es decir, de explicarlo científicamente."

3.2 Las materias de síntesis

Antes de explicar cada una de las materias que consideramos necesarias para
llegar a una síntesis, es necesario hacer una diferencial entre ciencias
criminológicas y criminologías especializadas o criminologías analíticas, para
poder llegar al concepto de Criminología general o Criminología Sintética. Las
criminologías analíticas o especializadas son tentativas de explicación del
fenómeno criminal tomando como punto de partida una ciencia específica, y así se
podría hablar de Criminología Antropológica (LOMBROSO), Criminología Biológica
(EXNER), Criminología Sociológica (FERRI).

En el momento en que estas ramas buscan integrarse a un todo, que es la


Criminología, se convierten en "criminológicas", y pasan> a ser parte integrante de
la Criminología General o Sintética; los componentes mínimos de la Criminología
son los siguientes:

1. Antropología Criminológica.
2. Biología Criminológica
3. Psicología Criminológica
4. Sociología Criminológica
5. Criminalística
6. Victimología
7. Penología

La lista no es limitativa, podemos auxiliarnos de otras ciencias o disciplinas. La


Criminología es una ciencia abierta que cubre un mínimo indispensable para llegar
a una síntesis adecuada.

3.3 Antropología Criminológica

La Antropología (del griego antropos: hombre, y logos: tratado), etimológicamente


es la ciencia del conocimiento del hombre, y la Antropología Criminológica sería el
estudio de las características del hombre criminal; en general puede dividirse en:

a) Antropología física o Antropobiología, que es la rama que estudia la evolución y


variabilidad del género humano y su relación con el medio ambiente.

b) Antropología cultural, que a su vez se subdivide en:

— Arqueología, estudio de la cultura mediante sus restos materiales.


— Etnología, estudio de las diversas manifestaciones de la cultura.
— Lingüística, estudio de los lenguajes como medios de comunicación cultural con
sus características intrínsecas.
La Antropología Criminal ha sido definida como "El estudio de las características
físicas y mentales particulares a los autores de crímenes y delitos", y como la
"ciencia que estudia precisamente los caracteres específicos y distintivos del
hombre en tanto que ser vivo", y en este caso del hombre criminal, considerado
este término en su sentido más amplio.

De una gran extensión, la Antropología criminológica estudia al criminal a partir de


sus características somáticas, analizando las medidas y relaciones numéricas de
las distintas partes del cuerpo humano (Antropometría). La Antropología
Criminológica estudia también el efecto del medio físico y la adaptación del
hombre al mismo (Ecología), así como el espacio en que se mueve el ser humano,
y que puede ser sociópeto, favoreciendo las relaciones sociales, o sociófugo,
obstaculizándolas.

Uno de los capítulos más importantes es el de la Etnología que «estudia, en el


tiempo y espacio, las creencias, técnicas, arte, etc., de pueblos y grupos culturales
(ethnies); los compara e investiga sus •similitudes y diferencias. Las costumbres,
los tatuajes, las supersticiones, la "moral", el lenguaje, las expresiones artísticas
del criminal, las diferencias entre diversos grupos criminales (según edad, religión,
hábitat, etc.), el modus operandi en ciertos crímenes, son aportaciones de gran
valor de la Antropología Criminológica.

La intervención de los modernos antropólogos, tanto físicos como culturales, ha


servido para enriquecer notablemente la Criminología, principalmente en ramas
como la Criminalística y la Fenología.

3.4 Biología Criminológica

La Biología Criminológica estudia al hombre de conducta antisocial como un ser


vivo, desde sus antecedentes genéticos hasta sus procesos anatomo-fisiológicos;
la influencia de los fenómenos biológicos en la criminalidad y la participación de
los factores biológicos en el crimen.

El funcionamiento del organismo, la relación de éste con el medio físico, los


efectos de la alimentación, la disfunción glandular, la herencia criminal y sus
respectivas relaciones con la criminalidad, son problemas criminológicos que
resuelve la Biología Criminológica. Como puede verse, la Biología Criminológica
extiende sus investigaciones a todos los aspectos anatómicos, fisiológicos,
patológicos y bioquímicos de la personalidad criminal.

3.5 Psicología Criminológica

La Psicología Criminológica es, basándose en su etimología, el estudio del alma


del sujeto criminal. Desde luego que el concepto de Psique (alma) lo utilizamos en
sentido científico y no filosófico. La Psicología Criminológica ha rebasado en
mucho el límite de la observación individual del sujeto antisocial, extendiéndose
hacia estudios de la conducta criminal y de los factores psicológicos que influyen
en la criminalidad, sean estos individuales o colectivos.

FERRI reconocía cuatro ramas científicas para la observación psicológica de la


personalidad, a saber; la Psicología Criminal, la Psicología Judicial, La Psicología
Carcelaria y la Psicología Legal, diciendo que: "la primera estudia al delincuente
en cuanto es autor del delito; la segunda estudia su comportamiento en cuanto es
imputado de un delito; la tercera lo estudia mientras está condenado, expiando
una pena carcelaria; y la cuarta, en fin, coordina las nociones psicológicas y
psicopatológicas que ocurren por la aplicación de las normas penales vigentes
sobre las condiciones del menor (discernimiento), del enfermo mental, del
sordomudo, del alcohólico, así como de las circunstancias agravantes
(premeditación, brutalidad, maldad, etc.) o atenuantes (impulso de ira o de intenso
dolor, flagrancia en adulterio, etc.).

Es posible distinguir, una Psicología Criminológica como estudio de los aspectos


psicológicos de las conductas antisociales, de una Psicología Judicial, que es la
aplicación de los conocimientos psicológicos a los problemas de la administración
de justicia. También puede hablarse de una Psicopatología Criminológica como el
estudio de los factores, funciones y procesos psíquicos anormales que llevan a la
criminalidad.

La Psicología Criminológica, en sentido amplio, reúne a la Psicología Judicial y a


la Psicopatología, en cuanto estudia las aptitudes, los procesos mentales, la
personalidad, la motivación (consciente o subconsciente) del criminal y de su
crimen, llegando a abordar lo que pudiera llamarse Psicología Social
Criminológica, en que se va de la psicología del individuo hacia la psicología de los
grupos sociales o antisociales. El psicólogo, tanto clínico como social, interviene
activa y fecundamente en la interpretación y prevención del crimen.

Esta materia estudia el acontecer criminal como fenómeno que se da en la


colectividad, tanto en sus causas y factores como en sus formas, desarrollo,
efectos y relaciones con otros hechos y conductas que se dan en sociedad. El
impulso inicial a la Sociología Criminológica se debe (independientemente de la
escuela de Lyon) indudablemente a ENRICO FERRI quien la considera como "la
ciencia de los delitos y de las penas, renovada por el método experimental,
siguiendo las aportaciones de la Antropología y de la Estadística Criminal”.

Ahora, la Sociología Criminológica estudia los problemas criminales y trata de dar


explicaciones más completas a la conducta antisocial, encontrándose temas que
son verdaderos modelos o hipótesis de investigación, como las subculturas
criminales, los conflictos culturales, la oportunidad de delinquir, el etiquetamiento,
la marginalización, etc.

En las funciones de investigación, y muy principalmente en el campo de la


Criminología Clínica, es indispensable la intervención del Trabajador Social.

3.6 Criminalística

La Criminalística es el conjunto de procedimientos aplicables a la búsqueda,


descubrimiento y verificación científica del hecho aparentemente delictuoso y del
presunto actor de este. Criminalística es una disciplina que reúne las ciencias y
conocimientos humanos para descubrir el cómo, cuándo, dónde, cómo y para qué
de un crimen, para identificar y descubrir al presunto criminal, así como poder
explicar y reconstruir el crimen.

3.7 Victimología

La Victimología puede definirse como el estudio científico de las víctimas. En este


aspecto amplio, la Victimología no se agota en el estudio del sujeto pasivo del
delito, sino que atiende a otras personas que son afectadas, y a otros campos no
delictivos como puede ser el de accidentes. La Victimología nació con
pretensiones de ciencia independiente, al publicar el profesor BENJAMÍN
MENDELSOHN sus trabajos, en 1937, 1940 y 1946.

La Victimología, como análisis de los que padecen por una conducta antisocial, se
ha centrado en los estudios sobre los tipos de víctimas, su participación en el
hecho, su mayor o menor voluntariedad, su responsabilidad, la necesidad de
compensación, de tratamiento, la relación victimario-víctima, sociedad y víctimas,
etc.
Sin embargo, el fenómeno criminal y la criminalidad difícilmente puede explicarse
sin el análisis de la víctima; el mismo criminal es incomprensible en la mayoría de
los casos si no es en relación a su víctima.

En un sentido amplio siempre hay víctima al cometerse una conducta antisocial,


por esto Sellin ha hecho una clasificación de victimización primaria (individual),
secundaria (grupos específicos) y terciaria (la comunidad). Al desarrollarse las
investigaciones en terreno victimológico se llega a conclusiones sorprendentes,
pues la víctima está lejos de esta idea primitiva, y se descubre que la víctima en
multitud de hechos toma parte activa, interviene, provoca, incita, causa la
conducta del victimario.

Mendelsohn deduce tipos de víctimas, desde las totalmente inocentes hasta las
definitivamente culpables, pasando por víctimas provocadoras, imprudenciales,
voluntarias, ignorantes, agresoras, simuladoras, imaginarias

3.8 Penología

Se ha considerado generalmente a la Fenología como el estudio de los diversos


medios de represión y prevención de las conductas antisociales (penas y medidas
de seguridad), de sus métodos de aplicación y de la actuación pos penitenciaria.
En una forma más moderna, nosotros consideramos la Fenología como el estudio
de la reacción social contra personas o conductas que son captadas por la
colectividad (o por una parte de ella) como dañinas, peligrosas o antisociales.

No se reduce a la reacción jurídica, sino que podemos estudiar la reacción social,


la reacción religiosa, la reacción moral, la reacción extra-legal, casos en los que
las autoridades reaccionan castigando, persiguiendo, maltratando, torturando, al
margen de las disposiciones legales y en forma sistemática e institucionalizada.

Este estudio de la realidad de la reacción al crimen y a la criminalidad permite a la


Fenología proponer a la Política Criminológica las formas más adecuadas de
control social, de acuerdo a la situación, y medios materiales y humanos con los
que se cuente.

3.9 Síntesis Clínica y General

La Criminología Clínica es la aplicación de la Criminología General al caso


concreto, es el análisis criminológico al nivel del criminal, es decir al nivel de
interpretación individual. Básicamente, la Criminología Clínica consiste en el
examen del delincuente; distinguiendo una crimino génesis de una crimino
dinámica. Para hacer esto se realiza un estudio criminológico, en que se analiza la
peligrosidad del criminal, para llegar a hacer diagnosis y prognosis, lo que
completaría un verdadero dictamen, opinión o peritaje criminológico.

En la clínica, el criminólogo es el encargado de sintetizar los diversos estudios, es


decir, de analizar cada reporte (el médico, el psicólogo, el social) e integrarlos en
un todo armónico, en una coherente aplicación final. Este resultado final debe
contener las características antropológicas, biológicas, psicológicas y sociológicas
del criminal, las peculiaridades criminalísticas del crimen, el estudio de la víctima y
la proposición penológica de tratamiento.

LA SÍNTESIS GENERAL

No debe entenderse que la síntesis se logra tan solo en la clínica y a nivel de


interpretación individual, en todo trabajo criminológico y en todo nivel de
interpretación debe buscarse la síntesis. Así, si se estudia la conducta antisocial a
nivel general (la criminalidad); para no quedamos en una escala de simple
descripción parcial, se debe ascender a la búsqueda de factores criminógenos
para interrelacionarlos y poder dar explicaciones coherentes. Así, por ejemplo, si
detectamos un barrio altamente criminógeno, investigaremos que hay gran
concentración de población, pero esto no es suficiente, debemos relacionar este
dato con factores socio-económicos (pobreza) y estos con factores socio-
culturales (analfabetismo, ignorancia, bajo nivel escolar), y estos con factores
biológicos (desnutrición, enfermedades infecciosas, epidemias), los que
producirán factores psicológicos (baja inteligencia, abulia), que a su vez se
relacionan con los sociales.

La baja inteligencia es favorecida por la desnutrición que es causada por


ignorancia, la que es producto de la pobreza en que vive la población que no
consigue trabajo por su bajo nivel intelectual, el que no le permite adquirir
conocimientos básicos, y así, se reúnen en barrios o ciudades perdidas donde la
ociosidad y promiscuidad aumentan la criminalidad.

Todo lo anterior se relaciona a problemas de injusticia social y económica, al


haber una mala distribución de riqueza, falta de oportunidades, desempleo,
explosión demográfica, y en general una mala administración política, provocada a
veces por incompetencia, a veces por corrupción y en ocasiones aunando ambos
factores. Como podemos ver los factores juegan entre sí, se combinan, se
entrelazan, forman círculos viciosos, dependen unos de otros, y no pueden ser
remediados o combatidos aisladamente, sino en su conjunto, en su explicación
sintética.

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