Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. Introducción
2. Desarrollo del Contenido
3. Conclusion
4. Referencia Bibliográfica
1.Introducción
“CONVENTO DE LAS CAPUCHINAS, LA CAPILLA
DE LAS EMOCIONES”
• Ubicación: Se ubica en la ciudad de México el proyecto de ampliación de
la Capilla y Convento de las Capuchinas Sacramentarias, inaugurada el
año 1960. La construcción que tardo 7 años
• Contexto: Luis Barragán, accedió a hacer el trabajo gratis, también
financió parte de su construcción. Se trata de una obra de colores
cálidos que ponen el acento en la luz que penetra por espacios
peculiares.
• Biografía del arquitecto: El arquitecto nacido en Jalisco fue quien
encumbró la limpieza de trazos, la transparencia, la continuidad visual
entre el exterior y el interior, los colores y la omisión de elementos
superficiales al punto de hacer de su estilo una forma de arte. Barragán
logró una nueva forma de entender los espacios y la realidad. Uno de los
primeros pasos que dio el arquitecto nacido en Guadalajara, Jalisco, en
1902, fue el de romper con los accesorios figurativos y los falsos
tradicionalismos, como ornamentos, que se utilizaban aún entrada la
primera mitad del siglo XX. La arquitectura de Luis Barragán es la del
balance entre la línea recta, los grandes muros sin adornos y atemporal.
2. Desarrollo
Plano 1er nivel
Desde los muebles hasta la ropa que usa el sacerdote cuando
da la misa, fueron diseñados por Barragán
Al ingreso, hay un pequeño patio semi hundido, de paredes blancas,
en una de las cuales está empotrada una cruz monumental.
Una celosía en trama amarilla, reflejándose sobre el agua que lame la piedra
negra es simplemente sobrecogedor, acompaña una escalinata que conduce
a una capilla secundaria Las celosías amarillas mezclan la luz reflejada en su
luz y su sombra tiñéndola de dorado también, convirtiéndose a la vez en un
filtro coloreado de visión y en otro retablo pixelado de color dorado
En el recinto, para hacernos notar
un detalle: el uso de un vidrio de
color rosado, poco común en la
época, y que ilumina el ambiente y
le da una tonalidad de luz especial.
La luz, que atraviesa unos vidrios
amarillos ubicados en una trama en
el coro, inunda al espacio de un
color acaramelado, y presenta una
capilla austera, con paredes de
texturas toscas y de colores ocres
intensos, con pisos de madera y en
cuyo altar se encuentra un trabajo
escultórico, los rectángulos dorados
de Mathías Goeritz.