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Terminal Logístico Urbano
Terminal Logístico Urbano
Terminal Logístico Urbano
Ricardo
Giesen
Ph.D.
en
Sistemas
de
Transporte
de
la
University
of
Maryland
Ingeniero
civil
industrial
y
M.Sc.
en
ingeniería
de
transporte
de
la
PUC.
Profesor
del
Departamento
de
Ingeniería
de
Transportes
y
Logística
de
la
Escuela
de
Ingeniería,
Pontificia
Universidad
Católica
de
Chile
Especializado
en
operación
de
sistemas
de
transporte
y
logística,
optimización
y
diseño
de
sistemas
de
distribución,
con
énfasis
en
ruteo
de
vehículos,
control
de
inventarios,
y
aplicaciones
de
sistemas
inteligentes
de
transporte
en
la
operación
de
flotas.
Terminal
logístico
urbano:
Caso
Shinjuku
Matenro
¿Se
imagina
que
en
vez
de
ir
al
supermercado
tuviese
que
visitar
un
conjunto
de
locales
para
comprar
cada
ítem?
Seguramente
conseguiría
los
mismos
productos,
pero
recorrería
más
distancia
y
se
estacionaría
varias
veces,
tomando
considerablemente
más
tiempo
y
costo
en
realizar
sus
compras.
En
un
edificio
de
oficinas
pasa
algo
parecido,
pero
en
vez
de
múltiples
clientes
visitando
una
gran
tienda,
son
múltiples
proveedores
llevando
productos
a
muchas
oficinas.
La
diferencia
más
importante
es
que
las
distintas
oficinas
no
se
coordinan.
Cada
oficina
recibe
despachos
de
distintos
proveedores.
Esto
implica
que
en
zonas
donde
se
concentran
muchos
edificios
de
oficinas
llega
una
gran
cantidad
de
vehículos
de
carga.
Por
lo
general,
cada
vehículo
visita
varias
direcciones
haciendo
pequeñas
entregas.
El
resultado
es
un
gran
flujo
de
vehículos
que
congestiona
vías
de
acceso,
y
en
especial
los
limitados
espacios
para
estacionamiento
en
torno
a
las
zonas
de
carga
y
descarga.
Para
resolver
este
desafío,
en
el
centro
de
Tokio
se
implementó
un
sistema
centralizado
de
pedidos
para
todos
los
edificios
ubicados
en
la
zona
de
Shinjuku.
Un
centro
de
distribución
manejado
por
un
operador
privado
consolida
las
entregas
de
distintos
proveedores
para
cada
oficina.
Así,
cada
proveedor
realiza
todas
sus
entregas
en
un
mismo
lugar
debidamente
equipado
y
allí
se
consolidan
todos
los
envíos
para
cada
oficina,
los
que
se
agrupan
en
carros
especiales
para
cada
edificio.
Estos
carros
se
cargan
en
vehículos
que
hacen
los
despachos
a
los
edificios.
En
cada
uno
los
espera
un
ayudante
que
devuelve
carros
vacíos,
recibe
los
carros
cargados
y
los
entrega
en
las
oficinas.
Así
los
vehículos
sólo
paran
para
dejar
y
recibir
carros.
Esto
permitió
disminuir
dramáticamente
la
cantidad
de
vehículos
que
entra
al
área,
las
necesidades
de
estacionamiento
(menos
vehículos
que
paran
menos
tiempo)
y
los
costos
de
transporte
asociados.
Un
concepto
interesante
para
Sanhattan.