Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Alrededor de los años 1850 se construyeron los primeros invernaderos neerlandeses para el
cultivo de uvas. Los cultivos que estaban en invernaderos con calefacción y con nivel de
cristal más alto tenían un mejor desarrollo. Cuando se les daba más luz y el entorno cálido era
constante las plantas crecían rápidamente (Barrios 2004).
Un invernadero es una construcción cuya cubierta o techo es de un material que deja pasar la
luz solar, facilitando la acumulación de calor durante el día y desprendiéndolo lentamente
durante la noche, cuando las temperaturas descienden drásticamente. De esta manera se evitan
las pérdidas de los cultivos ocasionadas por las heladas, así como por las bajas temperaturas
(Estrada 2012).
Un invernadero es una construcción especial que sirve para crear y mantener las condiciones
ambientales apropiadas para el cultivo de especies vegetales; sean verduras, plantas
ornamentales o plantines para forestación. Los invernaderos consisten en una estructura
simple, con una cobertura transparente a la luz y que a su vez ofrece protección contra algunos
factores agresivos del clima como ser: viento, lluvias, bajas temperaturas, los cuales afectan la
vida de las plantas (Schinelli 2017).
Invernadero es toda aquella estructura cerrada, cubierta por materiales transparentes, dentro de
la cual es posible obtener condiciones artificiales de microclima, y con ello cultivar plantas en
condiciones óptimas y fuera de temporada. Es el sistema más simple y económico, para captar
energía solar en favor de los cultivos (Miserendino y Astorquizaga 2014).
Invernadero es una estructura que permite crear condiciones climáticas favorables para la
producción y propagación de las plantas, de dimensiones suficientemente grandes como para
permitir acceder a su interior al hombre y sus maquinarias (Marín 2013).
Para elegir el lugar donde construir un invernadero se debe tener en cuenta lo siguiente: La
exposición al sol y el número de horas luz recibidas en el lugar, debido a la dependencia
fotoperiódica de las plantas para la regulación de sus funciones biológicas. El área no debe ser
propensa a inundaciones estacionales. Elegir suelos nivelados, con buen drenaje, libres de
posibles anegamientos por aguas de lluvias o desbordes de canales. Evitar también los suelos
bajos donde exista un nivel freático alto. Tomar en cuenta la existencia de una fuente de agua
y un punto de energía eléctrica cercana. Considerar la separación mínima recomendada entre
un invernadero y otras construcciones u obstáculos de 6 m, para evitar el efecto de sombreo y
facilitar la entrada de aire al invernadero. Evitar zonas de mucha neblina por su menor
luminosidad. No ubicarlo junto a la sombra de árboles muy altos, ni donde lleguen sus raíces.
En lo posible, que estén protegidos de vientos fuertes que puedan dañar la cubierta de
polietileno. Estimar la separación mínima entre invernaderos para evitar la proyección de la
sombra (Marín 2013).
Para elegir el terreno donde se construirá el invernadero se deben prever varios aspectos:
ubicación, pendiente, calidad del agua, tipo de suelo y la dirección y velocidad de los vientos.
No es aconsejable ubicar el invernadero en un bajo o pie de loma porque el mismo puede ser
anegadizo en alguna época del año; además las masas de aire frío al ser más pesadas se
depositan en los bajos. En el caso que el invernadero se emplace en una zona llana y se
encuentre expuesto al viento se debe sobredimensionar la estructura o en su defecto protegerlo
con cortinas rompe-vientos (artificiales o naturales), las cuales deben separarse de las
construcciones por la posible proyección de sombra. Tampoco es recomendable construir el
invernadero cercano a las márgenes de arroyos o ríos ya que pueden sufrir esporádicamente el
efecto de las inundaciones o desbordes (Miserendino y Astorquizaga 2014).
2.1.3.2. Orientación
Uno de los factores que más incide en la producción de cualquier especie vegetal es la luz, por
lo que debemos procurar que ésta llegue lo mejor posible al invernadero. La orientación del
mismo hará que los rayos solares penetren en mayor o menor grado. La orientación más
conveniente es este-oeste, o sea que el lado más largo del invernadero mire hacia el norte
(Schinelli 2017).
En cuanto a la orientación, los productores prefieren la dirección norte-sur porque permite una
distribución uniforme de la luz del sol. No obstante algunas investigaciones recientes, sugieren
que la mejor dirección depende de la latitud, por ejemplo en zonas por encima de 40 grados de
latitud será más apropiada con una orientación al norte-oeste. Hay que destacar que los
accesos, al interior del invernadero deberán estar alejados de la zona donde se produzcan
vientos dominantes en invierno para limitar la pérdida de calor producidas por el aire frio cada
vez que se abran las puertas (Castillo 2001).
Según Marín (2013), la mezcla de los factores como: temperatura, humedad relativa (HR), luz
y CO2, dentro de unos límites mínimos y máximos, es necesaria para determinar un buen
desarrollo y crecimiento de las plantas en el interior del invernadero.
a) Temperatura
Para Marín (2013), la temperatura es uno de los factores más importantes en el desarrollo de
las plantas. Por eso, una de las principales ventajas de los invernaderos es la posibilidad de
crear las condiciones climáticas que más acomoda a los cultivos, previniendo los daños por
bajas temperaturas. Estos son los factores que permiten reducir la temperatura en un
invernadero:
b) Humedad relativa
El control de la humedad relativa es de suma importancia puesto que valores menores al 50%
aumentan la tasa de transpiración de los cultivos generando condiciones de estrés hídrico que
limitan la productividad final de los mismos. Valores superiores al 90% incrementan el riesgo
de incidencia de enfermedades principalmente de hongos al aumentar la posibilidad de que se
produzca condensación sobre el cultivo, propician la disminución de la tasa de transpiración,
disminución de transporte de iones hacia la zona de crecimiento, desequilibrio hormonal y
abortos florales por apelmazamiento de polen. Estas alteraciones pueden incidir en el
crecimiento y desarrollo así como provocar morfologías anormales y fisiopatías (Seginer
2002).
c) Luz
Las investigaciones han hallado que un aumento o una disminución de los niveles de (CO 2)
repercuten sobre la productividad de los cultivos. Bajo condiciones de invernadero, niveles
entre 1000 y 2000 ppm tienen una influencia directa sobre la tasa fotosintética aunque no
deben superarse valores de 3000 ppm los cuales generan toxicidad en algunos cultivos
(Casanova 2008).
Villagrán (2016), señala que el comportamiento del viento en sus dos componentes velocidad
y dirección, tiene una fuerte influencia en varios aspectos del cultivo bajo invernadero, entre
los cuales se pueden mencionar:
Es un parámetro de diseño que puede ser usado como criterio para decidir la
orientación de las estructuras de invernadero.
La estructura del invernadero puede ser metálica con perfiles angulares o de tubos redondos.
Hay de madera sola, o de madera y alambre. También de tubos de PVC o de concreto. La
decisión de cuál será el tipo de invernadero a construir, dependerá del presupuesto disponible.
Pero la más utilizada es la de hierro galvanizado (Marín 2013).
2.1.3.5. Tipos de invernadero
Para Rojas et al. (2017), dentro de los tipos de invernaderos más comunes en el mundo se
encuentran:
a) Invernadero-Túnel.
g) Invernadero Holandés.
a) Invernadero Túnel:
Según Molla (2006), no existe un parámetro definido para establecer las diferencias entre lo
que es un invernadero y un macro túnel. No obstante se ha optado como medida de
clasificación el volumen de aire encerrado por cada metro cuadrado de suelo. De acuerdo a
diferentes opiniones, se puede definir como invernadero aquella estructura que supera los 2.75
– 3 m3/m2. Este tipo de estructura tiene algunas ventajas e inconvenientes:
Ventajas:
Desventajas:
De acuerdo a Molla (2006), se trata de una de las estructuras más antiguas, la pendiente del
techo es variable según la radiación y pluviometría variando normalmente entre 15 y 35º. Las
dimensiones del ancho varían entre 6 y 12 m incluso más, por largo variable. Las alturas de los
laterales varían entre 2,0 - 2,5 m y la de cumbrera 3,0 - 3,5 m. También se construyen más
bajos que los señalados pero no son recomendables. La ventilación de estos invernaderos en
unidades sueltas no ofrece dificultades, tornándose más dificultosa cuando varios de estos
invernaderos se agrupan formando baterías.
Ventajas:
Desventajas:
A igual altura cenital, tiene menor volumen encerrado que los invernaderos
curvos.
Barriero y Lema (2009), establecen que una variación de los invernaderos capilla, que se
comenzó a utilizar en zonas con muy baja precipitación y altos niveles de radiación, fueron los
invernaderos a una vertiente. Estos invernaderos contaban con una techumbre única inclinada
en ángulos que variaban entre 5º y 15º orientados en sentido este-oeste y con presentación del
techo hacia la posición del sol, norte para el hemisferio sur. El acoplamiento lateral de este
tipo de invernaderos dio origen a los conocidos como dientes de sierra. La necesidad de
evacuar el agua de precipitación, determinó una inclinación en las zonas de recogida desde la
mitad hacia ambos extremos.
Ventajas:
Excelente ventilación (lo que no plantea las limitantes del tipo capilla, en cuanto
a la conformación de baterías).
Desventajas:
Menor volumen de aire encerrado (para igual altura de cenit) que el tipo capilla.
Según Barriero y Lema (2009), se trata de una variante del tipo capilla, los cuales son muy
utilizados en la V región de Chile y promovidos por el programa Hortalizas del INIA. En el
país de Argentina son muy utilizados en la provincia de Corrientes. La modificación respecto
a la capilla, consiste en el ensamble a diferentes alturas de cada cambio, lo que permite
generar un espacio para una ventana cenital (lucarna). Las dimensiones más comunes de estos
invernaderos son:
Los postes se plantan cada 2,0 m, tanto en el lateral como en la parte central, utilizándose
postes sulfatados o bien, impregnados con brea al menos en los 0,40 - 0,60 m que van
enterrados.
Ventajas:
Construcción de mediana complejidad.
Excelente ventilación (al igual que el diente de sierra), siendo muy adecuados
para la conformación de baterías.
Desventajas:
A igual altura cenital, tiene menor volumen encerrado que los invernaderos
curvos.
Molla (2006), indica que este tipo de invernaderos tienen su origen en los invernaderos-
túneles. Por lo común son de tipo metálicos (caños de 2’’ a 2,5’’ de diámetro o bien perfiles
triangulares con hierro redondo trefilado de 8-10 mm de diámetro), también hay con
techumbres metálicas y postes de madera.
Dentro de este tipo de invernaderos, pueden encontrarse diferentes alternativas según la forma
que adopta el techo (semi-circulares, semi-elípticos, medio punto, ojivales, etc.). Las
dimensiones más comunes de estos invernaderos van de 6,0-8,0 m de ancho por largo variable.
En la zona del cinturón hortícola de la ciudad de Santa Fe, existe una alternativa de muy bajo
costo (más próxima al tipo semi-elíptico) construida con postes de madera y techumbre de
madera arqueada o caña. Se trata de estructuras endebles y de baja altura, tornándose muy
importante como limitante para el clima de la zona.
Ventajas:
Junto con los invernaderos tipo túnel, es el de más alta transmitancia a la luz
solar.
Desventajas:
Tienen la misma limitante que los de tipo capilla, cuando deben acoplarse en
batería (de no poseer algún sistema de ventilación cenital).
Molla (2006), describe que son invernaderos originados en la provincia de Almería (España),
de palos y alambres, denominados parral por ser una versión modificada de las estructuras o
tendidos de alambre empleados en los parrales para uva de mesa. Actualmente existe una
versión moderna a los originales, que se construyen con caños galvanizados como sostenes
interiores, permaneciendo el uso de postes para los laterales de tensión. Estos invernaderos
suelen tener una altura en la cumbrera de 3,0 - 3,5 m, la anchura variable, pudiendo oscilar en
20 m o más, por largo variable. La pendiente es casi inexistente, o bien (en zonas con
pluviometría de riesgo) suele darse 10º - 15º, lo que representa altura de los laterales del orden
de 2,0 - 2,3 m. Se ventila solamente a través de las aberturas laterales. En la techumbre solo se
utiliza un doble entramado de alambre, por entre el cual se coloca la lámina de polietileno,
sino otra sujeción.
Ventajas:
Gran volumen de aire encerrado (buen comportamiento según la inercia térmica).
Despreciable incidencia de los elementos de techumbre en la intercepción de la
luz.
Aun tratándose de una estructura que ofrece alta resistencia a los vientos, es poco
vulnerable por el eficiente sistema de anclaje.
Desventajas:
Deficiente ventilación.
Alto riesgo de rotura por precipitaciones intensas (escasa capacidad de drenaje).
Construcción de alta complejidad (requiere personal especializado).
En zonas de baja radiación, la escasa pendiente del techo representa una baja
captación de la luz solar.
Barriero y Lema (2009), afirman que son invernaderos de vidrio, los paneles descansan sobre
los canales de recogida del agua pluvial. La anchura de cada módulo es de 3,2 m y la
separación entre postes en el sentido longitudinal es de 3 m.
Estos invernaderos carecen de ventanas laterales. Pero tienen ventanas cenitales, alternadas en
su apertura (una hacia un lado y la siguiente hacia el otro) cuyas dimensiones son de 1,5 m de
largo por 0,8 m de ancho.
Ventajas:
Desventajas:
Alto costo.
Alpizar, L. 2004. Hidroponía cultivos sin tierra técnica simple. 1ª ed. Editorial: Tecnológica de
Costa Rica. Cartago, Costa Rica. 108 p.
Barrios, N. 2004. Evaluación del cultivo de la lechuga, (Lactuca sativa L.) bajo condiciones
hidropónicas en Pachalí, San Juan Sacatepéquez, Guatemala. (Tesis de Ingeniero
agrónomo). SPA. Universidad San Carlos de Guatemala, Guatemala. 51 p.
Casaca, A. 2005. El cultivo de la lechuga (Lactuca sativa L). Consultado 20 ene. 2021.
Disponible en: http://www.innovacion.gob.sv/inventa/attachments/article/2792/
lechuga.pdf. 11 p.
Estrada, JJ. 2012. "Preparación y reducción del riesgo en comunidades altiplánicas": Guía para
la construcción de invernaderos o fitotoldos. 1ra. Edición. Bolivia. 80 p.
Giaconi, V; Escaff, M. 2004. Cultivo de hortalizas. Lechuga (15ª ed.). Santiago, Chile:
Universitaria. Consultado 28 feb. 2021. Disponible en:
https://books.google.com.ec/books?
id=K9xgvfdGGYC&pg=PA218&dq=#v=onepage&q&f=false. 336 p.
Gilsanz, JC. 2007. Hidroponía. Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria. Editado por
la Unidad de Comunicación y Transferencia de Tecnología. Montevideo, Uruguay. 32 p.
Google Earth Pro. (s.f.). Imagen satelital zona de la Tamborada, Cochabamba, Bolivia.
Consultado 3 feb. 2020. Disponible en: https://earth.google.com.
Izquierdo, J. 2003. Hidroponía simplificada. Oficina regional de FAO para América Latina y
el Caribe. 10 p.
Marulanda, C. 2003. Manual técnico: La Huerta Hidropónica Popular. 3ª ed. Santiago, Chile.
132 p.
Molla, A. 2006. Tipos de invernaderos. Escuela Agrotécnica Sarmiento. San Juan, Argentina.
5 p.
Montero, JI. 2012. Desarrollo de estructuras para invernadero. CEA03. Cuaderno de estudios
agroalimentarios, IRTA. 26 p.
Morgan, L. 2001. ¿Se están sofocando las plantas? In: Red hidroponía, La Molina. Consultado
17 feb. 2020. Disponible en: http://www.lamolina.edu.pe/hidroponia/boletin11.htm. 86 p.
Quispe, J. 2020. Determinación del nivel óptimo de humus de lombriz en el cultivo de lechuga
(Lactuca sativa L.). Tesis Ing. Agr. Facultad de Ciencias Agrícolas y Pecuarias “Dr.
Martín Cárdenas”. Universidad Mayor de San Simón. Cochabamba, Bolivia. 72 p.
Rodríguez, D; Chang, M. 2016. Red hidroponía. Boletín informativo Nº 70. Universidad
Nacional Agraria La Molina. Departamento de Biología. Lima, Perú. 22 p.
Rojas, O; Vaca, JZ; Vaca, YA. 2017. Diseño e implementación de un sistema automatizado
para invernadero hidropónico. (Tesis de Ingeniero Electrónico). Universidad Nacional
Abierta y a Distancia (UNAD). Mariquita, Colombia. 118 p.
Roy, JC; Boulard, T. 2005. CFD prediction of the natural ventilation in tunnel-type
greenhouses: influence of wind direction and sensibility to turbulence models. Acta Hort
(ISHS). 691 p.
Salinas, C. 2013. Introducción de cinco variedades de lechuga (Lactuca sativa L.) en el Barrio
Santa Fe de la parroquia Atahualpa del Cantón Ambato. (Tesis de Ingeniero Agrónomo).
Universidad Técnica de Ambato. Ambato, Ecuador. 56 p.
Smithers Oasis. 2016. Manual de hidroponía. Kits con todo lo necesario para iniciarte en la
hidroponía. México. 28 p.