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Los procesadores de señal son aparatos que sirven para alterar algunas de las características de un
sonido. La mayoría de los procesadores de señal pueden clasificarse dentro de cuatro categorías:
- Procesadores de espectro
- Procesadores de tiempo
- Procesadores de amplitud o dinámica
- Procesadores de ruido.
UNIDADES DE REVERBERACIÓN
En el capítulo dedicado a la Acústica se
comenta en que consiste la reverberación
sonora, y todos los parámetros que
conviene tener en cuenta sobre este
fenómeno natural. En la figura 20 se puede
ver la representación de un golpe de
percusión (la línea más a la izquierda) y de
como después de unas primeras re
flexiones -de alta intensidad pero poco
abundantes- aparece el sonido reverberado,
menos intenso pero más denso y duradero.
Durante mucho tiempo los especialistas han estado buscando los más diversos sistemas para
provocar la reverberación de forma artificial, tanto en los estudios como en los escenarios. Al
principio se trataba de obtener este efecto mediante habitaciones aisladas, sistemas de
muelles y placas; todos ellos tenían en común que precisaban de un considerable espacio para
su función, siendo imposible de obtener en los directos.
A mediados de los años 70 aparecieron las primeras unidades de reverberación digital, que a
pesar de su elevado coste simplificaron el proceso de obtener este efecto. Actualmente las
unidades de reverberación digital tienen un precio más asequible y unas prestaciones
considerables, ya que permiten un control de todos los parámetros presentes en la
reverberación, cosa que no era posible con los antiguos sistemas.
No obstante, según muchos técnicos perfeccionistas, el resultado de trabajar con sistemas que
generan reverberación de una forma analógica es la obtención de un sonido más natural y real
que si se hace con unidades digitales. En realidad se precisa recrear entre 1000 y 3000 ecos
separados por fracciones de segundo para obtener la ilusión de una reverberación natural, y el
espacio de tiempo entre estos ecos debe estar cuidadosamente escogido, ya que de lo
contrario su audición denota poca naturalidad. Tan sólo el desarrollo impresionante que ha
tenido la tecnología de los microprocesadores ha permitido que hoy dispongamos, a un precio
razonable, de unos procesadores muy útiles para la creatividad musical.
UNIDADES DE RETARDO
Las unidades de retardo almacenan las señales audio en un sistema de memoria, que puede
ser digital o analógico, y las transfieren a la salida cuando ha pasado el tiempo indicado.
Actualmente los retardos con tecnología digital han arrinconado, en la práctica, a los de tipo
analógico; a pesar de que algunos músicos expresen su preferencia por estos últimos, ya que
el sonido que entregan es más cálido y con más cuerpo. De hecho, el inevitable ruido interno
que generan las unidades analógicas, junto con el ventajoso precio que tienen las de tipo
digital, han motivado esta preferencia general hacia estas últimas.
Otra ventaja añadida que ofrecen los aparatos de tecnología digital, es que en la misma unidad
de retardo suelen integrarse otros efectos: vibrato, flanger, chorus, etc.
Los retardos digitales son unas unidades muy flexibles, ya que permiten la creación de
múltiples efectos añadiendo el sonido retardado al original, pero además pueden generar otros
efectos -como el vibrato- que sólo precisa retardar parte de la señal audio.
La gama de frecuencias de un retardo con cierta calidad debe llegar a los 16 kHz.; pero para
poder generar diversos efectos, como ecos, coros, phasing, etc., es suficiente que la banda
pasante llegue hasta los 12 kHz.
De igual forma interesa que la densidad de la señal sea elevada, para que contenga una
elevada información de todo el espectro musical. Así las unidades con una capacidad de 16 o
de 18 bit son preferibles a las que trabajan con 8, 12 o 14 bit.
Los generadores de retardo y ecos se utilizan tanto para procesar voces como para diversos
instrumentos. Dependiendo del tiempo de retardo con que se trabaje, y de la intensidad de las
repeticiones, se utiliza para remarcar ciertas frases del cantante, añadiendo un eco cuando
éstas finalizan.
Es muy usual emplear una, dos o tres repeticiones de eco cuando se desea enfatizar un ritmo
en concreto; en estos casos conviene un control muy preciso del tiempo de retardo y del canal
adonde se envía el efecto, para que el sonido obtenido tenga un tempo regular y suene natural.
En todos los casos hay que vigilar para que el inicio y el final de la actuación del retardo
coincidan con los pasajes musicales deseados; el botón de envío de un canal auxiliar puede
servirnos de conmutador para ello.
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EFECTOS DIGITALES
El poder convertir una señal de voltaje senoidal (señal de audio) en una suma de impulsos con
sólo dos valores (señal digital) ha permitido desarrollar diversos tipos de efectos aplicables al
programa musical, si bien la mayor parte de ellos no existen en la Naturaleza -son totalmente
artificiales-.
Por este motivo hay que ser prudente cuando se utilicen, ya que al no proceder de una
experiencia musical normal, pueden sonar demasiado extraños a nuestros oídos, si
exageramos en su aplicación práctica.
CHORUS
Este efecto se aplica con cierta frecuencia a las guitarras, bajos eléctricos y teclados.
Para obtenerlo se aplica un retardo de algunas décimas de milisegundo sobre el que se opera
con una pequeña modulación alrededor de 3 kHz.
ADT.
Este efecto está basado en la creación artificial de un canal duplicado del original. Para ello se
toma un retardo con un valor de unos 100 msgs, y sobre éste se introduce una pequeña
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variación sobre su onda senoidal; cuando se añade el nuevo canal al original da la impresión
de que se trata de dos instrumentos o voces parecidas sonando al mismo tiempo.
Se trata de un efecto muy parecido, pues, al de coros, y como aquel es preciso controlar bien el
balance entre el sonido procesado y el no procesado, si deseamos obtener un resultado
natural.
VIBRATO.
Se trata del mismo efecto obtenido con los coros, pero sin añadir el canal del sonido sin
procesar.
Al no incluir la señal original el tiempo de retardo debe ser más corto, tiempos inferiores a los
10 milisegundos son apropiados. Este efecto debe ser utilizado con mucha discreción, si no se
quiere producir un sonido muy artificial.
FLANGING.
Se trata, básicamente, de un circuito con dos entradas simultáneas de señal; una de las cuales
permanece inalterada, mientras que otra sufre una modificación en su fase.
El efecto flanging resulta cuando, a la salida del circuito, las dos señales se unen, resultando
una señal que contiene diversas cancelaciones de fase.
PHASING.
Originalmente este efecto se conseguía mediante el uso de dos magnetofones que tenían
grabado el mismo programa musical. Los dos aparatos eran puestos en marcha
sincrónicamente, pero alternativamente se reducía la velocidad de arrastre en uno y otro
aparato. Esto provocaba una interacción entre las dos señales de audio, que en algunos
pasajes se reforzaba mientras en otros se cancelaba, dando lugar a un sonido muy peculiar.
Variando el balance entre el sonido directo y el procesado se modifica el resultado del efecto.
En algunos casos es posible invertir la polaridad de una o de las dos señales; produciendo un
efecto más pronunciado.
Estos aparatos crean una copia de la señal audio original, aumentando o disminuyendo su
valor. Esta variación puede oscilar entre 1 / 100 de octava hasta una octava entera o más.
Con el manejo del modificador tonal se pueden conseguir unos armónicos consonantes con el
armónico principal o totalmente disonantes, todo depende de la situación del control que
modifica el valor de éstos.
El «armonizador» debe conectarse de la misma manera que un retardo, utilizando uno de los
envíos auxiliares de la mesa y retornando la señal (o señales) por los retornos de auxiliar.
También puede utilizarse un único canal, usando las conexiones «insert» del mismo y
efectuando el balance entre el sonido original y el procesado desde el mismo armonizador.
ECUALIZADORES, FILTROS Y PROCESADORES
PSICOACÚSTICOS.
1. INTRODUCCIÓN
La palabra ecualizar es sinónima de igualar, ya que fue ésta la función inicial que
desempeñaron los primeros circuitos ecualizadores. Durante la construcción de los primeros
tendidos telefónicos se hizo patente que, debido a la longitud de las líneas, se producía una
considerable pérdida en todas las altas frecuentas. Este hecho comprometía la inteligibilidad de
la palabra de tal manera que fue necesario insertar, entre el emisor y el receptor, un circuito
que aumentara el valor de estas altas frecuencias: así la señal telefónica llegaba al receptor
con el mismo valor que tenia al salir del teléfono emisor.
Lo primeros circuitos ecualizadores fueron concebidos, además, para compensar la pobre
respuesta tonal que presentaban los antiguos micrófonos, siendo insertados entre la salida del
micro y el amplificador.
Así pues, el objetivo básico de los primitivos ecualizadores fue la corrección de las deficiencias
tonales que se daban durante el proceso de transferencia de la señal sonora.
A partir de los años 50 comenzaron a diseñarse sistemas de ecualización mucho más
versátiles, con los que se podía ajustar con más precisión la respuesta tonal de la voz ó de los
distintos instrumentos musicales.
Hoy en día se denomina ecualizador a un dispositivo electrónico que permite la corrección
de la respuesta en frecuencias de las señales de audio. Mediante su uso podemos
incrementar ó disminuir a voluntad unas frecuencias determinadas, mientras que otras quedan
invariables.
Con el fin, entre otros de compensar las deficiencias acústicas del local de audición
(frecuencias absorbidas o reflejadas por los elementos que componen el recinto) consiguiendo
la linealidad de respuesta en frecuencia de una instalación de sonido o del equipo reproductor.
Conviene señalar que un manejo racional de un ecualizador puede aportar grandes ventajas
sobre el espectro musical.
Se llama filtro a cualquier circuito que permite el paso a una banda de frecuencias mientras
bloquea a otras. Se trata de un dispositivo formado por resistencias, condensadores ó bobinas,
a través del cuál circulan sin oposición unas frecuencias determinadas, mientras que otras son
atenuadas ó suprimidas. Se trata pues de un elemento básicamente selectivo, del cual nos
servimos siempre que queremos corregir o modificar el equilibrio tonal de un programa musical.
Si atendemos a su naturaleza electrónica, los filtros pueden dividirse en filtros activos y
pasivos.
Por tanto, podremos establecer una diferenciación entre ecualizadores pasivos y activos.
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2.2. Ecualizador Activo:
En los ecualizadores activos la respuesta en frecuencia es controlada por dispositivos activos
que comportan amplificación (transistores, amplificadores operacionales, etc.), los cuales se
encuentran asociados los elementos pasivos indicados.
Por tanto, en un filtro activo intervienen elementos que pueden amplificar la señal sobre la que
trabajan, al contrario de los pasivos donde no hay ningún componente que amplifique esta
señal.
Los filtros activos tienen una serie de ventajas sobre los pasivos que pasamos a enumerar:
- No necesitan bobinas (principalmente para bajas frecuencias), las cuales son caras,
pesadas y muy voluminosas (e introducen más problemas de los que resuelven).
Siendo más baratos y pequeños.
- Se pueden variar fácilmente sus características. Ofrecen una gran versatilidad en su manejo
cálculo.
- Proporcionan una gran amplificación de la señal de entrada, factor muy importante al tratar
señales de entrada con niveles de amplitud bajos.
- Se conectan fácilmente en cascada. Facilitan el diseño de los diferentes tipos de filtros
mediante la asociación de etapas básicas.
- Tienen una velocidad de respuesta elevada y uniforme.
- Poseen una elevada impedancia de entrada, lo que implica baja corriente de entrada y baja
de salida
- Permiten obtener buenas pendientes de respuesta.
- Distorsiones menores. La distorsión inherente es reducida.
Igualmente, éstos presentan una serie de inconvenientes frente a los pasivos, entre los que se
encuentra:
- La necesidad de una fuente de alimentación para polarizar los elementos activos.
- Su respuesta de frecuencia queda determinada por las características de respuesta de los
elementos activos, amplificadores operacionales o transistores que lo forman.
En conjunto, las etapas de un ecualizador o filtro deben cumplir las siguientes características:
- El número de etapas es función del Q de las mismas, al objeto de cubrir todo el espectro de
audio.
- Las frecuencias de resonancia de los filtros están separadas en octavas o divisiones, siendo
su frecuencia fijada por la norma ISO.
- El Q de cada etapa es constante y es función del número de ellas.
- El usuario tiene control sobre la ganancia o realce de cada una de las etapas mediante un
potenciómetro calibrado en dB.
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3.- PARÁMETROS DE UN FILTRO
Lo ideal sería un filtro con banda atenuada infinita (es decir una línea perpendicular desde –3
dB de fo hasta el corte con el eje horizontal).
Pero ese filtro no puede conseguirse, pero elevando el orden lo podemos igualar.
Pero al mismo tiempo, cuanto menos se aproxime a una recta, la respuesta en frecuencia de
un filtro mejor será.
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4. TIPOS DE FILTROS
4.1. ELECTRÓNICAS DE FILTROS
FILTROS ANALÓGICOS:
Actúan directamente sobre la señal eléctrica de audio captada
- Pasivos: Utilizan bobinas, condensadores y resistencias
- Activos: Utilizan resistencias, condensadores y elementos activos (transistores,
amplificadores integrados)
FILTROS DIGITALES
Actúan sobre la señal de audio después de haber sido digitalizada
- Filtros sofisticados y caros
- Poco utilizados hasta ahora (mesas digitales)
- Distorsión y ruido despreciables (sólo el producido por la conversión A/D – D/A)
- Pendientes muy elevadas
- Se puede hacer que la respuesta en fase sea 0
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EJEMPLOS GRÁFICOS
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4.3. CURVA CARACTERÍSTICA.
En la Figura 18.2 podemos observar los diferentes circuitos de filtro activos de primer orden
más básicos, junto con sus curvas características de respuesta (reales e ideales).
El filtro paso-bajo representado en la Figura
18.2.a posee una ganancia unitaria y su
frecuencia de corte (fc) queda determinada
mediante la siguiente expresión:
fc = 1/(2π RC)
para un punto en el cual se igualan la
reactancia capacitiva del condensador C y la
resistencia R. Lo mismo le sucede al circuito
de filtro paso-alto representado en la Figura
18.2.b con su frecuencia de corte.
La Figura 18.2 nos muestra también los símbolos normalizados adoptados para representar
cada una de estas funciones y sus curvas de respuesta ideales (en línea continua sombreada)
de cada uno de estos filtros.
Las líneas discontinuas representan las curvas de respuesta reales. Se puede observar cómo
evoluciona la ganancia, G, en función de la frecuencia para la señal tratada a partir de la
frecuencia de corte, presentando una pendiente de 20 dB por década o 6 dB por octava.
La curva de respuesta de un filtro real la podemos dividir en varias bandas, atendiendo al tipo
de filtro utilizado, según podemos apreciar en la Figura 18.2. En la práctica, los resultados
reales difieren de los ideales, aunque se pueden obtener aproximaciones muy satisfactorias.
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5. CONCEPTOS A TENER EN CUENTA
5.1. SELECTIVIDAD:
Puede definirse como la capacidad de un filtro para seleccionar, en un espectro de frecuencias
dado, una determinada frecuencia o una banda determinada. Este concepto tiene una gran
importancia en los filtros paso-banda y elimina-banda, aunque menos en los paso-bajo y paso-
alto, debido a que éstos permiten el paso de una banda de frecuencia muy amplia inferior y
superior respectivamente a la frecuencia de corte dada.
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5.4. DESFASES EN LOS FILTROS ACTIVOS
Otra de las características que intervienen en los filtros activos es el desfase que se produce
entre las señales de entrada y salida.
Estos desfases que se introducen con los circuitos de filtro pueden producir algunos problemas
en la transmisión de las señales, llegando incluso a causar serias perturbaciones en su buen
funcionamiento.
La siguiente fórmula representa la Función de Transferencia del filtro:
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6. TIPOS DE FILTROS ACTIVOS
Los filtros activos más comunes utilizan una función matemática específica que permite
aproximar su curva de respuesta a la ideal de cada tipo de filtro. Dentro de los filtros activos
más utilizados se encuentran los siguientes: Butterworth, Chebyshev, Cauer o elíptico y Bessel.
No vamos a realizar un estudio detallado, ya que exige un tratamiento matemático muy
complejo y falto de interés práctico, simplemente daremos unas nociones básicas sobre los
diferentes tipos de filtros más utilizados y su cálculo más sencillo.
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La ganancia y la atenuación de un filtro del tipo Chebyshev son mejores para un orden
determinado que las correspondientes al filtro Butterworth. Sin embargo, la linealidad de fase
del primero es mejor que la del segundo.
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7. FILTROS TÍPICOS DE AUDIO
7. 1. FILTRO SUBSONICO (LOW FILTER)
- Filtro Paso Alto
- Fo de 20 a 50 Hz.
- Pendiente de 2º o 3° Orden (12 o 18 dB/Oct)
- Efectos:
o Elimina Señales "No Audibles"
o Evita descentraje de bobinas de altavoces
o Atenúa la fuerte resonancia brazo-cápsula de giradiscos
o Atenúa el rumble (ruido mecánico) en giradiscos y magnetófono.
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7.3. FILTRO DE AGUDOS (HIGH FILTER, SCRATCH FILTER)
- Filtro paso bajo
- 2° a 4° orden (12 a 24 dB/Oct )
- Fo de 15 Khz a 20 Khz, según su aplicación práctica.
- Efectos
o Elimina señal de audio contaminada por ruido
o Fo = 4 khz: Afecta algo a la inteligibilidad de la voz (canales telefónicos)
o Fo = 5 khz: En recepciones AM
o Fo = 8 khz. Reproducción fiel de la palabra;
Atenúa Scratch de discos en mal estado
o F = 15 khz: Elimina soplido de cinta magnetofónica
En recepciones FM estereo
Es difícil apreciar el recorte de banda producido
- Se utiliza para recortar aquellas frecuencias que están mas allá del espectro musical
audible, y también para reducir ruidos ocasionados por el propio sistema de amplificación. A
menudo se trabaja con altavoces que tienen un límite en lo referido a las frecuencias que
pueden reproducir (por ejemplo un tweeter preparado para reproducir frecuencias entre 4 y
18 KHz); al recibir frecuencias superiores a los 18 Khz, este tweeter distorsionará de forma
inmediata. La incorporación de un filtro pasa-bajos con un punto de corte situado entre los
16 y los 18 Khz resolvería este problema.
- En los sistemas de grabación digital se incorporan siempre unos filtros pasa-bajos con una
pendiente muy pronunciada, del orden de los 48 dB por octava. Son filtros especiales que
no permiten el paso a ninguna frecuencia que no pueda ser maestreada ó codificada en el
sistema digital, y se conocen como filtros anti-aliasing.
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7.5. CROSSOVER
No hemos incluido los filtros activos divisores de frecuencias, o crossovers, ya que la definición
de estas unidades se encuentra en el capitulo donde se habla de altavoces y cajas acústicas.
De toda formas algunos especialistas no consideran que los crossovers sean exactamente
procesadores de señal, sino más bien “troceadores” de la misma.
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8. ECUALIZADORES
BOOST/CUT:
Eleva o atenúa el nivel de una banda de frecuencias en torno a una
frecuencia central. A este tipo de ecualización se le llama bell curve o
haystack (de campana) por la forma de la curva de respuesta (figura 9-1).
Es uno de los ecualizadores analógicos más empleados en audio. Llamado así por la forma de
actuación en estantes (del inglés shelf) tan característica que posee sobre la curva de
respuesta en frecuencia del preamplificador de audio.
Posee los controles de graves y agudos para la actuación sobre
las frecuencias extremas del espectro de audio, con su
correspondiente margen de atenuación o realce simétrico. El
máximo es de ±15 dB o menor, quedando este último
determinado por los componentes externos asociados al circuito
básico que forma el ecualizador.
Como podemos observar en la Figura 18.11, estos controles
comienzan su actuación inicial sobre las frecuencias centrales
del espectro de audio (Flow1 y Fhig1) de forma que su control
sobre la atenuación o realce máximo se encuentre situado en los extremos de dicho espectro
de audio, próximo a las frecuencias (Flow2 = 20 Hz y Fhigh2 = 20 kHz).
La mayor parte de amplificadores integrados, así como algunos mezcladores sencillos, poseen
dos o tres controles de tono; se trata del sistema de ecualización más básico de la señal audio,
con el fin de corregir la respuesta no lineal del oído y atenuar o amplificar graves o agudos.
Su forma de actuar se describe en la figura 1.
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Cuando giramos el control de bajos hacia la derecha, se
incrementa el nivel de las frecuencias bajas con respecto al
resto del programa, resultando un sonido grueso y
contundente. Si giramos el control de bajos hacia la
izquierda, el nivel de estos tonos decrece, apareciendo un
sonido delgado y sin consistencia. Si observamos los gráficos
de la figura 1 podremos entender mejor como funciona esta
ecualización. El aumento ó la reducción de las frecuencias
se produce, gradualmente, a partir de los 1000 Hz. Cuando
el control de bajos está situado en una posición extrema, el
circuito genera un aumento (o reducción) sobre todas las
frecuencias comprendidas entre los 20 y los 100 Hz.,
disminuyendo este efecto gradualmente a medida que
aumenta la frecuencia.
El control de agudos funciona de una manera idéntica al
control de graves, incrementando o reduciendo el valor de
las frecuencias por encima de los 1000 Hz. de forma
gradual, hasta llegar a los 10 Khz.; entre este punto y los 20 Khz. el valor de la ecualización
permanece constante, dependiendo de cómo situemos el control rotativo.
Si considerarnos estos dos controles como un sistema ecualizador aparte, diremos que se trata
de un ecualizador de dos bandas, con unos márgenes de actuación de 12 decibelios; el punto
de corte situado sobre los 1000 Hz., y las zonas de máxima actuación situadas por debajo de
200 Hz y por encima de 5 Khz.
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8.2. CLASIFICACIÓN SEGÚN LA FORMA DE SELECCIONAR EL ESPECTRO
DE FRECUENCIA
FIJOS o LINEALES
- Discos ( RIAA, NAB, DIN )
- Cintas ( NAB, IEC)
- FM ( preenfasis y deenfasis)
Utilizados en grabación y reproducción deberían dar respuesta plana al final del proceso.
Buscan compensar alguna característica del método de grabación-reproducción, aumentando
la dinámica admisible por el soporte
SINTONIZABLES
- de octava, 1/2 octava, 1/3 octava (Graficos)
- Semiparamétricos
- Paramétricos
Todos ellos son filtros activos (trabajan a nivel de línea) permiten dar amplificación o
atenuación.
El número de frecuencias que puede controlar un ecualizador es variable.
Generalmente, las frecuencias están en intervalos de octava. media octava y tercio de octava.
Si un ecualizador de octava tiene la frecuencia más baja de, digamos, 50 Hz, las demás
frecuencias suben en octavas: 100 Hz, 200 Hz, 400 Hz, 800 Hz, 1600 Hz y así hasta,
usualmente. los 12.800 Hz.
Un ecualizador de media-octava sube en medias-octavas. Si la frecuencia más baja es de 50
Hz, los intervalos estarán cerca de 75 Hz, 100 Hz, 150 Hz, 200 Hz, 300 Hz, 400 Hz, 600 Hz y
así sucesivamente.
En un ecualizador de un tercio de octava, los intervalos estarán en torno a 50 Hz, 60 Hz, 80 Hz,
100 Hz, 120 Hz, 160 Hz, 200 Hz, 240 Hz, 320 Hz, 400 Hz, 480 Hz, 640 Hz y así sucesivamente
Naturalmente. a más divisiones mejor será el control del sonido pero más elevado el precio.
Contra más frecuencias seleccionadas en un ecualizador (o en cualquier aparato para este fin),
será más difícil su uso correcto, porque pueden generarse problemas técnicos de fase, timbre y
demás.
En el mercado existen distintos tipos de ecualizadores, que se caracterizan por las funciones
que realizan sobre la banda de frecuencia de audio sobre la que actúan y según su forma de
actuación sobre el ancho de banda tratado. Hay ecualizadores gráficos, semiparamétricos y
paramétricos, con sus nombres acordes a la función que realizan.
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8.2.1. ECUALIZADORES GRÁFICOS
Si en lugar de disponer de sólo dos controles para corregir a
nuestro gusto un programa musical, contamos con cinco, diez, o
más controles que efectúen a la vez este cometido sobre todo el
espectro de frecuencias, podremos obtener un resultado acústico
mucho más preciso. Esto es posible con la utilización del
ecualizador gráfico, equipado con mandos de tipo deslizante, que
permite la rápida visualización de su curva de trabajo (Fig. 18.14).
El aparato tiene controles deslizantes, en vez de giratorios. que
controlan la ganancia o la atenuación de las frecuencias
seleccionadas.
Se le llama “gráfico" porque el posicionamiento de los controles muestra un gráfico de la curva
de frecuencias. (Por supuesto que esta representación no indica el ancho de banda de cada
frecuencia). Como cada frecuencia en el ecualizador gráfico tiene un control deslizante
independiente, es posible usar todos las que quiera simultáneamente.
El ecualizador gráfico ofrece al usuario la posibilidad de visualizar la forma de corrección
(atenuación o realce en dB) sobre el espectro de frecuencias tratado, simplemente con
observar la posición que ocupan los diferentes mandos de actuación sobre las distintas bandas
de frecuencia que aparecen en su panel de control.
Cada control permite el incremento (o la reducción) en la amplificación de un reducido margen
de frecuencias. Para ello cada unidad contiene filtros pasa-banda que dividen el espectro
sonoro en tantas partes como controles disponga el aparato; luego el manejo de cada control
deslizante permite el ajuste preciso de la respuesta tonal que se desee.
Entre los controles de un ecualizador gráfico puede haber una distancia en frecuencias de una
octava, media octava, o un tercio de octava, si bien algunos modelos trabajan con márgenes
más amplios o más estrechos. La frecuencia central sobre la que opera cada filtro está siempre
especificada al pie de cada control; y el incremento o reducción que se puede obtener sobre
cada grupo de frecuencias es del orden de 12, 15 ó 18 decibelios, según los modelos.
La frecuencia central de un filtro, o frecuencia nominal, nos indica el punto donde este filtro
actúa con mayor intensidad, aumentándola o atenuándola
con preferencia sobre las frecuencias vecinas. (Figura 6).
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Estructura de banco de filtros actuando a diferentes frecuencias
- Utilizan filtros paso banda con ganancia unidad, en la banda de paso y de 2º o 4º orden.
- Que la Impedancia Z de entrada a cada uno de los filtros sea muy elevada y la Z de salida
sea muy baja (Z entrada, cuanto mayor mejor. Z salida, cuanto menor mejor).
- La distorsión provocada por cada uno de los filtros sea mínima. Y la relación Señal/Ruido
máxima.
- Los únicos parámetros variables a los que podemos acceder son las ganancias de cada
filtro, ya que la frecuencia central fo y el factor de calidad Q (que determina la amplitud de la
banda de trabajo) permanecen constantes.
A modo de repaso:
- Bw = 1 / Q (aunque no se utiliza mucho)
- Q = Fo / Bw
- El factor de Q, es inversamente proporcional al ancho de banda.
- Por tanto, a mayor Q menor Ancho de Banda (Bw)
- Todos tienen un control de nivel general y un interruptor de anulación del efecto producido
por la ecualización llamado bypass.
- Muchos de ellos disponen también de filtros paso-bajo de pendientes pronunciadas . Así
como filtro subsónico de 30 Hz para cada canal
- Al igual que cuentan con un control de nivel de entrada o bien con un indicador luminoso de
saturación, bastante útil (normalmente un diodo led), que se ilumina justo antes de que la
señal de salida se sature e indica que existe una sobrecarga en cualquier punto del circuito
dentro del equipo. En algunas ocasiones esto puede ser provocado por elevados grados de
realce.
- Algunos modelos poseen un selector de escala que permite la elección entre una elevación
o atenuación de 12 dBs o de 6 dBs en alta resolución para cada canal.
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8.2.1.2. PUNTOS DE CORTE (fc)
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8.2.1.3. CLASIFICACIÓN DE ECUALIZADORES, SEGÚN EL NÚMERO DE BANDAS
Si tuviéramos un factor de Q de 0
El ancho de banda sería infinito.
Así tendríamos un Q que cogería toda la banda de audio de
20 Hz a 20 KHz, y aún más.
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8.2.1.4. FRECUENCIAS PREFIJADAS ISO
Las frecuencias a las que tienen que estar sintonizados los ecualizadores gráficos, son fijas.
Todo ecualizador deberá disponer, al menos, de 10 bandas de actuación en frecuencia para
cubrir todo el espectro de audio, separadas unas de otras a intervalos de una octava o 27
bandas separadas a un intervalo de tercio de octava. Esta última división es más útil y eficaz
que la anterior.
No recogemos más de 30, ya que nuestro oído da igual sonoridad a 1/3 de octava.
Las frecuencias centrales ISO (International Standards Organization, Organización
Internacional de Normalización) para las bandas de octava son: 31 Hz, 63 Hz, 125 Hz, 250 Hz,
500 Hz, 1 kHz, 2 kHz, 4 kHz, 8 kHz, 16 kHz. Cada uno de estos controles puede atenuar o
realzar su correspondiente banda de frecuencia en unos + 12 dB aproximadamente,
dependiendo su acción del Q de cada filtro.
La razón por la que se utilizan las frecuencias centrales estándar en los ecualizadores es
porque el equipamiento complementario de medida utilizado en ecualización (como son los
analizadores de espectros, que a menudo se utilizarán junto con los ecualizadores gráficos
para ecualizar un sistema) disponen sus escalas centradas con las mismas frecuencias.
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8.2.1.5. EL LUGAR DEL ECUALIZADOR
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8.2.1.6. USOS DEL ECUALIZADOR GRÁFICO
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• Para asegurar unos márgenes adecuados de realimentación en sistemas de
monitores de escenario
Cuando se trabaje en directo. (Figura 7)
Dependiendo de las características de la sala, la realimentación
puede ocasionar generación de aullido o timbre a frecuencias
específicas. En tales casos, el ecualizador puede usarse para
reducir los niveles en las frecuencias afectadas y, de este modo,
controlar la realimentación, pero aquí también se requieren un
generador de ruido rosa y un analizador de espectro.
Nota:
Los instrumentos de medición sólo pueden proporcionar un realismo de sonido básico.
Después de haber completado la propagación interior y los ajustes de compensación de la
realimentación, realice los ajustes finales usando el último criterio, su propio oído.
Un generador de ruido rosa:
Genera un nivel uniforme de ruido aleatorio en todo el espectro de audio. (energía igual por
octava)
Un analizador de espectro:
Divide el espectro de audio en márgenes e indica la presión sonora para cada margen.
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- Un generador de ruido rosa (instrumento que genera la misma energía de audio por
octava).
- Un amplificador de medida con respuesta lineal en todo el espectro de audio.
- Un altavoz de referencia que reproduzca con linealidad de respuesta todo el espectro de
audio y disponga de un rendimiento uniforme a diversos niveles eléctricos, con un buen
factor de directividad (ideal omnidireccional).
- Un micrófono del tipo omnidireccional para que integre el sonido directo con el reflejado
desde las distintas superficies del recinto y posea una gran fidelidad.
- Un ecualizador de, al menos, una octava o 1/3 de octava; si es posible, este último es
mejor.
- Un CD con discos de música variados.
Con estos elementos montaremos un circuito de análisis idéntico al representado por la Figura
18.16 para realizar una ecualización del recinto en tiempo real.
Antes de realizar la ecualización se comprueban todos los equipos y el aparejo. Después se
realiza un barrido de ondas senoidales que descubra cualquier zumbido, crujido o vibración
causados por los altavoces, los instrumentos u otros objetos presentes en el recinto. Hay más
problemas de vibraciones audibles en los rangos de frecuencias bajas y medias.
Con los dispositivos montados adecuadamente actuaremos de la forma indicada. La señal del
generador de ruido rosa se aplica íntegra al amplificador, sin que sufra modificación por parte
del ecualizador (para ello el conmutador selector se situará en la posición 1). De esta forma
podremos observar en el analizador de espectros la respuesta del recinto, que presentará
todas su deficiencias mediante crestas y valles a lo largo de todo el espectro de audio.
Una vez observadas las deficiencias producidas en distintas zonas del recinto, las
promediaremos y pasaremos el conmutador a la posición 2. Así quedará integrado el
ecualizador en el sistema para su actuación y empezaremos a mover cada mando del
ecualizador, anotando el efecto que produce cada uno de ellos en la respuesta total del
sistema. Al combinar la acción de los diferentes mandos que componen el ecualizador
obtendremos la respuesta acústica deseada (normalmente plana). Una vez obtenido la curva
de respuesta deseada, podemos observar la línea imaginaria que describen los diferentes
mandos del ecualizador gráfico, que representan la curva inversa de respuesta del local.
Es preciso advertir de las limitaciones que presenta este tipo de ecualización:
- Los dispositivos utilizados para realizar la ecualización tienen sus limitaciones de
respuesta, qué modifican sustancialmente la ecualización realizada.
- La respuesta acústica obtenida es válida sólo para las condiciones en que se realiza la
prueba es decir, para el local con las personas, los muebles, etc. existentes en el
momento de realizar la prueba.
- La respuesta es válida para el lugar en el que se ha colocado el micrófono. Las distintas
zonas de local donde se ponga el micrófono darán distinta respuestas. Será necesario
realizar varias prueba en diferentes puntos del local para obtener la ecualización media
a utilizar.
La ecualización se ha realizado con el altavoz de referencia. Al colocar los altavoces definitivos
tendremos que realizar unas pequeñas correcciones para compensar las desviaciones que
éstos introducen.
27
8.3. ECUALIZADORES SEMIPARAMÉTRICOS
Solo permiten variar independientemente dos parámetros:
- Frecuencia central
- Pendiente de actuación (amplificación o atenuación)
Trabaja en frecuencias fijas seleccionadas entre dos (alta y baja) o tres (alta,
media y baja) intervalos del espectro de frecuencia.
Cada grupo de frecuencias se ubica en un control independiente, pero sólo
se puede seleccionar una frecuencia central simultánea para cada control.
Hay un control de nivel cerca o en cada selector de frecuencia que eleva o
atenúa la frecuencia central seleccionada y la banda de frecuencias.
En las mesas de mezclas, estos controles normalmente son concéntricos
para ahorrar espacio, el anillo exterior controla la frecuencia, el interno,
aumenta o disminuye el nivel.
Un ecualizador semiparamético tiene un ancho de banda preseleccionado
(un intervalo de frecuencias, a cada lado de una seleccionada, a las que
también afecta la ecualización). Los grados de amplitud en los que
modifican estas frecuencias forman la curva del ancho de banda o factor de
Q. Si se eleva digamos en 18 dBs los 350 Hz, el ancho de banda de las
frecuencias afectadas abarca desde los 80 Hz por un lado, hasta los 2.000
Hz por el otro.
El pico o centro de la curva está en 350 Hz (es la frecuencia que presenta la elevación total de
18 dBs). Las frecuencias adyacentes, también se elevarán pero en menor cuantía dependiendo
del ancho de banda. Ya que cada ecualizador de frecuencia fija tiene un ancho de banda y una
curva de ancho de banda diferente, será muy aconsejable que se estudien bien las
especificaciones de los fabricantes antes de adquirir o usar un ecualizador.
28
8.4 ECUALIZADORES PARAMÉTRICOS
El ecualizador paramétrico está considerado como uno de los más potentes del mercado, ya
que éstos no precisan de tantos filtros como los ecualizadores gráficos, puesto que en ellos
todos sus parámetros son variables:
- Frecuencia central o nominal
- Q ó ancho de banda ∆f (en escalones)
- Pendiente de actuación (Amplificación o Atenuación).
Por tanto, cuando un ecualizador permite el control de frecuencia de actuación, del ancho de
banda, y de la ganancia o atenuación sobre las frecuencias predeterminadas, nos hallamos
ante un ecualizador paramétrico.
Al permitirnos actuar sobre la frecuencia central, podemos seleccionar con toda exactitud la
frecuencia que queremos corregir. Igualmente nos permiten hacer más ancha o más estrecha
la banda de frecuencias sobre la que actúan y variar su ganancia. Por supuesto que si se
alteran la frecuencias. se alteran también sus niveles (ver figura 9-5). Esto proporciona una
mayor flexibilidad y una mayor precisión en el control de la ecualización.
La Frecuencia nominal de un filtro indica la frecuencia central en que este filtro actúa con
mayor intensidad; este punto es fijo en los ecualizadores gráficos, pero en los paramétricos
puede seleccionarse a voluntad.
El Ancho de banda o Bandwith (o Q del filtro) nos indica cuál es el margen de frecuencias
que resultan alteradas mientras actúa el filtro correspondiente.
Así los filtros de banda estrecha actúan sobre márgenes de tan sólo 1/12 de octava, mientras
que los de banda ancha pueden actuar sobre un margen de frecuencias igual o mayor que una
octava.
Pocos ecualizadores permiten la selección del ancho de
banda a voluntad; la mayoría trabajan con unos
márgenes fijos para cada filtro, que limitan con los
márgenes de actuación de los filtros colindantes.
Únicamente los ecualizadores paramétricos nos permiten variar, según convenga, el ancho de
banda de un filtro. (Figura 8)
Para tener acceso a una buena ecualización, serán necesarios al menos cuatro filtros
resonantes en cascada, uno por cada una de las cuatro bandas básicas en que dividimos el
espectro de audio.
29
En la figura 9 podemos comprobar visualmente las curvas
de actuación de un paramétrico de tres bandas. Una de las
ventajas más evidentes de trabajar con estos ecualizadores,
es que permiten actuar sobre una frecuencia concreta, sin
modificar las frecuencias adyacentes. Para ello se mueve el
cursor que indica la frecuencia nominal, a cada movimiento
se comprueba con el mando “Gain” si ya actuamos sobre la
frecuencia en cuestión; y una vez hallada se sitúa el control
“Q” en el mínimo (0’5) lo que indica que se trabaja con el
ancho de banda más estrecho
A tener en cuenta
Q = 4,3 es el ancho de banda de un ecualizador de 1/3 de
octava.
Aumentar más al Q, para hacer más pequeña la distancia entre
f1 y f2, no tiene mucha lógica, porque que el oído no va a
captar dicha deferencia, ya que nuestro oído da igual sonoridad
que un ecualizador de 1/3 de octava (es decir, oímos en
incrementos de 1/3 de octava).
30
8.4.3. USOS DEL ECUALIZADOR PARAMÉTRICO
Por ejemplo, en una locución grabada, si una palabra suena demasiado grave, otra demasiado
áspera, y otra es demasiado penetrante y le faltan graves extremos, se pueden programar las
frecuencias y los anchos de banda para corregir estos problemas y todas estas correcciones
almacenarlas en una memoria. Durante la reproducción el ecualizador ejecutará los cambios
apropiados de ecualización automáticamente en los puntos exactos de la locución. Para la
palabra que es demasiado penetrante y sin graves extremos, se pueden programar dos ajustes
de ecualización diferentes para que sean ejecutados al mismo tiempo. E incluso. si un sonido
necesita cambios en la ecualización. se pueden programar distintos ajustes de ecualización y
almacenarlos en el mismo ecualizador sin interferir en los ajustes para la locución hasta el
limite de memoria de almacenaje del ecualizador.
A algunos técnicos de sonido no les agrada trabajar con este tipo de ecualizadores, por la
dificultad que conlleva el ajuste de todos los parámetros que contiene. De hecho, la utilización
práctica de estas unidades precisa de un buen conocimiento sobre las frecuencias que se
desee rectificar, y esto sin el auxilio de un analizador de espectro no es nada fácil. Por otro
lado, el uso inadecuado de estos complejos ecualizadores puede acarrear sonidos artificiosos y
hasta desagradables, que falsifiquen un mensaje musical hasta hacerlo irreconocible.
31
8.5. ECUALIZADORES PARAGRÁFICOS
Son aquellos que combinan los controles deslizantes de un ecualizador gráfico con la
flexibilidad de la ecualización paramétrica.
32
9. APLICACIONES DE LOS ECUALIZADORES
33
10. PROCESADOR PSICOACÚSTICO
“AURAL EXCITER”
El procesador psicoacústico más conocido es el
"Aural Exciter"'® (figura 9.10a).
Como resultado de este proceso, se incrementa el brillo y la claridad del sonido, ya que los
armónicos que genera el excitador son múltiplos de los que ya contiene la señal original.
Los excitadores son utilizados para añadir claridad, definición, presencia y vida al material de
programa. Así como para incrementar el cuerpo y el brillo de diversos instrumentos, tanto en
grabaciones en estudio como en sistemas de amplificación en directo.
En cualquier caso conviene utilizar este procesador con cierta moderación, ya que un
incremento excesivo puede dar lugar a un sonido artificioso, en lugar de enriquecer las
cualidades naturales del instrumento.
La posición central del filtro puede escogerse entre los 2 kHz. y los 6 kHz., según los modelos.
Si se sitúa en 3 kHz., por ejemplo, el excita genera armónicos de 6 kHz., 9 kHz., 12 kHz., 15
kHz, etc., todos ellos múltiplos del primer valor.
Algunos aparatos agregan armónicos pares e impares al sonido, tono generado de 700 Hz a 7
kHz; otros son ecualizadores fijos o de altas frecuencias adaptables al programa.
Un procesador psicoacústico puede también lograr este efecto agregando un filtraje o efecto de
peine e introduciendo cambios de fase en bandas estrechas entre los canales estereofónicos.
Otro tipo de procesador psicoacústico actúa como un ecualizador de dinámica en las señales
de bajo nivel. Realza los detalles suaves sin afectar a los sonidos más altos, alterando toda la
dinámica o incrementando el ruido, sería el control de Loudnes (ver apartado 7.4).
34
ECUALIZADOR
GQ201 5A
35
Cuando el interruptor está activado, se enciende su indicador y el ecualizador entra en la vía de
audio. La señal ecualizada puede compararse con la señal no ecualizada simplemente
activando y desactivando el interruptor EQ alternadamente.
Ejemplo: Los ajustes de la Fig. A proporcionan un resultado mejor que los ajustes de la Fig. B.
36
7) Controles del ecualizador
El espectro de 20 Hz a 20 kHz se divide en 31 bandas (pasos de 1/3 de octava), y cada una de
estas bandas está provista de un control de ecualizador que permite la acentuación/corte de la
frecuencia central correspondiente.
GQ201 5A:
El espectro de 25 Hz a 16 kHz se divide en 15 bandas (pasos de 2/3 de octava), y cada
una de estas bandas está provista de un control de ecualizador que permite la
acentuación/corte de la frecuencia central correspondiente.
Las escalas en cualquiera de los lados de los controles están calibradas para indicar los
valores de ajuste correctos cuando el interruptor RANGE está desactivado (margen de +12 dB).
Cuando el interruptor RANGE está activado (margen de +6 dB), los valores verdaderos son la
mitad de los valores calibrados.
37
Para conseguir el mejor rendimiento de su ecualizador, es muy importante que comprenda las
componentes de frecuencia que forman los sonidos de cada instrumento musical. La gráfica
siguiente le servirá para comprenderlo. También deberá recodar que, además de las
frecuencias fundamentales, las armónicas también pueden tener un imitando importante en el
timbre
38
PANEL POSTERIOR
39
CONFIGURACIONES TÍPICAS
40
CONTROL ACÚSTICO
MANTENIMIENTO DE LAS CARACTERÍSTICAS IDEALES
Los sistemas de altavoces que demuestran respuestas planas en cámaras sordas pueden
tener respuestas irregulares en una sala de conciertos debido a las condiciones acústicas. El
ecualizador Q2031 B puede usarse para minimizar estas irregularidades.
Para uniformar la respuesta de un sistema de reproducción, se requieren un generador de
ruido rosa y un analizador de espectro. Conecte el generador de ruido rosa a la consola de
mezcla para que se emita ruido rosa por el altavoz. Mientras se mide el ruido rosa en
posiciones de audición estratégicas de la sala empleando el analizador de espectro, ajuste el
Q2031 B hasta obtener la respuesta preferida.
Ajuste el equipo para el rendimiento actual, y conecte el generador de ruido rosa a un conector
de entrada de reserva de la consola de mezcla y el analizador de espectro a un conector de
salida de reserva. Después de asegurarse que el ruido rosa se propaga de forma radiada
desde todos los altavoces de discursos (PA) y altavoces monitores, aumente gradualmente el
nivel de salida hasta que sea evidente en las frecuencias en las que ocurre la realimentación.
Emplee el Q203B para reducir los niveles de estas frecuencias específicas.
El ajuste adecuado proporcionan un margen de seguridad contra la realimentación al aumentar
el nivel de salida.
41
NOTA: Los instrumentos de medición sólo pueden proporcionar un realismo de sonido básico.
Después de haber completado la propagación interior y los ajustes de compensación de la
realimentación, realice los ajustes finales usando el último criterio, su propio oído.
42
ESPECIFICACIONES
• ESPECIFICACIONES DE ENTRADA
• ESPECIFICACIONES DE SALIDA
43
1
PROCESADORES DE DINÁMICA
Un procesador de una señal de audiofrecuencia es cualquier aparato que puede alterar esta
señal de una forma no lineal.
Según esta definición, un potenciómetro o un fader no son procesadores de la señal, ya que lo
que hacen éstos es aumentar o disminuir la cantidad de señal que pasa a su través, sin
introducir modificación alguna.
Un filtro, un ecualizador, un compresor, o una línea de retardo si que pueden ser considerados
procesadores de la señal, ya que la modifican de una forma u otra.
Algunos de estos procesadores suelen estar incluidos en las mesas de mezcla, como son los
filtros los sistemas de ecualización; mientras que otros se presentan en unidades
independientes (compresor, excitadores, etc.). En cualquier caso es importante conocer con
detalle las posibilidades de cada unidad, así como los parámetros que nos es posible modificar
con el uso práctico de un procesador. Actualmente la consecución de un sistema de
amplificación bien equilibrado pasa por la inclusión, en varios puntos del sistema, de unidades
de procesado con distintas funciones
2
1.- Introducción.
En primer lugar, y ya que este tema está dedicado a los procesadores de dinámica es
conveniente efectuar un comentario sobre esta magnitud.
Cómo ya pudimos ver se puede definir el Margen Dinámico de un canal o sistema de
reproducción sonora, como la diferencia en dB entre el nivel de ruido propio del canal, y el nivel
de saturación o máximo nivel de señal que admite dicho canal con una tasa de distorsión
prefijada.
Si la señal que deseamos transmitir o procesar es en nuestro caso la señal de audio (tanto en
lo referente a música como palabra) conviene conocer cuales
son las características de esta señal en lo que a su dinámica se
refiere.
En la figura 1, se puede apreciar cual es la distribución media
de los niveles de presión sonora tanto para la palabra como
para la música. Así podemos observar como la música alcanza
niveles del orden de 95 y 100 dB de presión sonora y aún más
altos en determinadas circunstancias mientras que el ruido de
fondo en ambientes poco ruidosos como una sala de conciertos
es del orden de 20 o 30 dB.
Esto nos puede dar una idea de la dinámica mínima que deberá tener un sistema para
transmitir o almacenar esta señal musical, debiendo poseer una magnitud del orden de 70 u 80
dB. En lo referente a la palabra, su dinámica es inferior estando situada en torno a los 40 dB.
Del análisis de esta gráfica, podemos apreciar el hecho de en altas frecuencias si bien la
intensidad media del programa es baja, sin embargo aparecen tantos máximos de señal (picos)
como en baja frecuencia, lo cual nos indica que es precisamente en las frecuencias altas donde
es necesario un margen dinámico más elevado del canal de transmisión.
3
1.1. NECESIDAD DE COMPRIMIR
Históricamente el origen de los compresores y limitadores se remonta a los albores mismos de
la radiodifusión y de la industria del cine sonoro.
- El principal objetivo técnico de una emisora de radio en AM es aprovechar adecuadamente
la potencia de su emisor para lograr el máximo alcance posible, lo que se consigue
modulándolo plenamente sin llegar a la sobrecarga.
- En el cine, particularmente con el registro óptico, la compresión resulta muy valiosa para
aumentar la inteligibilidad del diálogo y para alisar las crestas excesivas de los efectos
sonoros y la música.
La radio y la banda óptica del cine tienen en común un escaso margen dinámico (entre 30 y 40
dB), por lo que alcanzan su punto de sobrecarga con facilidad (lo que se conoce como "techo
dinámico"), y entran en una elevada e insufrible distorsión, de ahí la ineludible necesidad de
restringir la dinámica de los materiales de audio destinados a esos medios.
A principio se solventaba esa limitación de modo manual, es decir, subiendo el nivel de
grabación durante los pasajes débiles y disminuyéndolo en los mas fuertes. Aunque esta
técnica proporciona buenos resultados y sigue empleándose en la actualidad, lo cierto es que
el técnico (aunque esté atento y con el culo encogido) no puede anticiparse a los picos
inesperados ni reaccionar en cuestión de milisegundos, especialmente si debe controlar el
registro de varios instrumentos simultáneamente.
Una posible alternativa seria la de instruir a los músicos / cantantes / locutores en el sentido de
controlar su propio rango dinámico; un método que se utilizaba antiguamente en las sesiones
de grabación de discos y bandas sonoras de películas que, sin embargo, repercutía
negativamente en la expresividad musical y la locución. ¿Qué locutor de doblaje soltará un grito
de terror (en una secuencia de la Momia) sin pasarse de los 0 dB?. Todo lo mas, le saldrá una
especie de maullido gatuno. ¿Cómo se puede elaborar una buena ensalada de tiros
(pongamos, para un enfrentamiento peliculero entre bandas mafiosas), sin correr el riesgo de
que suenen como pedos truncados?.
Hasta aquí, nos hemos referido a varios casos en que la necesidad de ejercer un control sobre
la dinámica es consecuencia directa del escaso rango del medio pero, aun con los modernos
soportes de grabación digital como el registro PCM, el CD, el DAT y otros, que presentan
márgenes dinámicos entre 30 y 90 dB, resulta indispensable ejercer un control de la amplitud
de las señales por razones creativas y de tipo psiscoacústico, es decir, por condicionantes
derivados del modo en que el mecanismo auditivo percibe los sonidos.
El mecanismo auditivo humano posee un rango de captación de las intensidades sonoras
excepcionalmente amplio; unos 120 dB. Traducido a unidades de presión sonora, éstas se
extienden (de forma aproximada y a frecuencias medias) desde 2x10-5 ubar (que constituye el
umbral de audición) hasta unos 200 ubar (correspondientes al umbral del dolor). Un sonido
fuerte como el disparo de una arma de fuego es oído por el tirador con una presión sonora de
cien millones de veces mas fuerte que la de una hoja seca de un árbol cayendo al suelo, lo que
nos da una idea de la asombrosa capacidad de acomodación de nuestro oído. Para establecer
un símil mecánico, la dinámica del oído humano puede compararse a la de una balanza
hipotética que pudiese pesar con precisión pulgas y elefantes.
Tal y como vimos en la segunda evaluación, estas medidas corresponden poco a las
sensaciones sonoras que nos producen, es decir, no existe una proporcionalidad lineal entre la
intensidad objetiva y la sensación subjetiva (sonoridad), sino que depende de factores como la
frecuencia de sonido, la complejidad o ancho de banda de su espectro, de su duración, y del
contexto en que se escucha (nivel de ruido ambiental, volumen de audición, si está
acompañado o no de sonidos de distinta naturaleza, etc).
Es más, la anatomía nos ha dotado de un mecanismo de protección contra sobrecargas con
objeto de preservar al oído interno de las lesiones que una gran variación de presión sonora
podría producir. Cuando ésta aumenta, un músculo comandado por el cerebro tensa el tímpano
reduciendo su capacidad para vibrar, y también se modifica la posición de la cadena de
huesecillos. El conjunto se comporta como un compresor-limitador anatómico que dista mucho
de ser lineal y, como consecuencia de ello, la sensibilidad del oído difiere según las frecuencias
y el nivel de sonoridad. Muchos de los tratamientos dinámicos que se efectúan con los
compresores están destinados a conciliar las limitaciones del medio de grabación/reproducción.
con las peculiaridades de nuestro sentido auditivo.
Por lo tanto, y después de lo comentado, podemos llegar a la conclusión que los procesadores
de dinámica son dispositivos destinados a alterar los rangos dinámicos de la señal de audio,
para adaptarla a unas necesidades concretas, o producir unos determinados "efectos sonoros".
Por tanto, el procesado de dinámica puede dar algunas soluciones al problema de la falta
margen dinámico de algunos canales de transmisión o de los soportes de almacenamiento.
La solución más sencilla consiste en reducir o comprimir la dinámica de la señal, partiendo
parte de ella; esto es lo que hacen los limitadores y compresores.
Otra solución es comprimir la dinámica, antes de grabarla o transmitirla, y expandirla después
de la reproducción o recepción, con lo que la dinámica se recuperaría inalterada; este seria el
caso de los "compander" (compresor-expansor) o reductores de ruido (Dolby A, B, C, SR, etc).
El procesado de dinámica además puede ser útil para la obtención de ciertos efectos
(vocoders) y mejoras en la audición de la señal (de-esser, puerta de ruido).
Los mas importantes son: compresores, limitadores, expansores y puertas de ruido; dando
estos a su vez origen a sistemas de aplicación específica como los reductores de ruido, de-
esser, etc.
5
1. AMPLIFICARES CONTROLADOS POR TENSIÓN (VAC o VCA)
La manipulación o control de la dinámica de la dinámica se realiza electrónicamente mediante
Amplificares Controlados por Tensión (VAC o VCA), los cuales son capaces de variar su
ganancia (amplificación o atenuación) en función de la amplitud de la señal de entrada o señal
de control Vc , la cual a su vez es proporcional al nivel de la señal a procesar.
Por ejemplo, se puede diseñar el detector de forma que si el nivel de Ve es muy alto, la tensión
de control también sea alta y la ganancia del VAC disminuya, dando una salida Vs menor que
la entrada Ve. Este seria el caso de un compresor.
- Gobernar la ganancia mediante una ley determinada, de forma que nos entregue la
señal de control Vc función de la señal ya rectificada (convertidor).
Así, viendo el proceso de creación de la señal de control, podemos advertir que el sistema
tendrá dos tipos de características :
- Unas características estáticas asociadas al convertidor, y que nos hablarán de cual
será la ley que siga la ganancia en función de los niveles de la señal a procesar, estando
definida dicha ley por la curva de transferencia de niveles de entrada-salida del
procesador en general; y
Por tanto, y después de lo comentado, serán los compresores los destinados a reducir el
margen dinámico de la señal, intentando mantener la sonoridad de todos los instrumentos aún
a riesgo de alterar el equilibrio sonoro del programa. Esta reducción de la dinámica suele
realizarse para adaptar una señal de dinámica elevada a un canal, o bien para producir
determinados efectos sonoros.
Los procesadores de dinámica también están construidos en base a bloques funcionales que,
según como se combinan, dan lugar a un surtido variado de aplicaciones y resultados;
compresores/limitadores, compresores predictivos, compresores multibanda, compresores de
sibilancia, inversores de dinámica y otros.
Como todo procesador de dinámica los compresores poseen características estáticas y
dinámicas, como vimos en el apartado anterior.
Las características estáticas son las que se derivan de la relación entre los niveles de entrada y
salida del compresor, quedando definidas a partir de su función de transferencia de niveles.
Atendiendo a esta función podemos establecer tres tipos fundamentales de características y
por lo tanto de compresores:
• Compresores lineales
• Compresores de ganancia constante y
• Compresores-limitadores.
7
Asimismo, y dentro de sus características estáticas, podemos hacer otra diferenciación en
función de la configuración que adoptan, según el modo que obtienen la tensión que controla el
VCA:
• Compresores de lazo cerrado
• Compresores de lazo abierto.
Pero antes de pasar a comentar cada uno de estos apartado, haremos una breve descripción
de los controles más habituales que posee un Compresor-limitador.
8
2.1 PARÁMETROS AJUSTABLES TÍPICOS
En la figura 12 podemos ver cuales son los controles
habituales que incorpora un compresor-limitador sepamos
para que sirven uno a uno:
Generalmente las unidades comerciales están dotadas de algún tipo de ayuda visual para que
el operador pueda saber cuándo. la señal de entrada, sobrepasa el Umbral.
2.1.6. GAIN
Es un potenciómetro que está situado para aumentar o reducir el nivel de salida del compresor-
limitador, y así obtener un nivel de señal preciso para nuestras necesidades.
Muchos compresores disponen, además, de un conmutador bypass que desconecta las
funciones normales del aparato, y sirve para comparar la señal procesada con la que no lo
está. Esto permite juzgar auditivamente si la señal procesada se asemeja o está distorsionada
respecto a la señal original, es decir si musicalmente es válida.
10
Para niveles de entrada superiores al nivel PR, el compresor atenúa la señal; para niveles
inferiores a PR la amplifica.
la cual nos liga todos los parámetros del sistema. Como se aprecia, la ecuación que liga estos
niveles (y como se ve en la figura 7) corresponde a la de una recta, siendo por esto
denominado este compresor "lineal".
Hay que hacer constar que esta "linealidad" es para la transferencia en dB, y que no
corresponde a un tratamiento lineal de la amplitud de la señal, ya que cada nivel es tratado con
una amplificación distinta. Vamos a desarrollar la ecuación anterior para obtener la relación de
amplitudes entre entrada y salida, por lo que suponemos que los dB están tomados con
respecto a una referencia Vr
• Cuanto mayor sea la relación de compresión deseada, más elevada debe ser la ganancia
del preamplificador de entrada, provocando que el Amplificador de Ganancia Controlada
(VAC) produzca variaciones de ganancia considerables (el circuito detector trabajará de
forma inestable), generando elevadas tasas de distorsión (si no se cuida escrupulosamente
el diseño de este último, el ruido exagerará lo indecible el efecto de respiración, como
veremos en el apartado “Características Dinámicas de los Compresores”).
De esta forma, cuando RC se toma de valor elevado, la acción compresora es más enérgica
por ejemplo, una relación de compresión 4:1 convertirá 100 dB de dinámica de entrada en
sólo 25 dB de dinámica de salida. Esta compresión tan fuerte exige de ganancia elevadas
(en Vc), que fácilmente originarán fuertes distorsiones en el proceso.
La compresión infinita (una posibilidad fácilmente alcanzable con otros diseños) resulta
imposible de obtener con este sistema ya que, la ganancia debería ser también infinita; a
todas luces una utopía. En general, este tipo de compresores carecen de ajuste de Umbral
en el sentido estricto ya que, éste, viene fijado por las características de la propia circuitería.
La conclusión inmediata de esta variante es que, las señales por debajo del Punto de Rotación
se ven amplificadas mientras que las que estén por encima se ven atenuadas. Este tipo de
compresor se utiliza a menudo para la grabación de audio sobre cinta magnética con la
intención de amplificar las señales débiles (con lo que se evita que éstas desciendan a los
infiernos de ruido residual del propio medio de grabación), y de atenuar las de gran nivel
(impidiendo que se alcance fácilmente el punto de saturación de la cinta magnética, y que ésta
se retuerza de dolor).
Hay que andarse con cuidado con los procesadores dotados con ganancia de compresión
puesto que, si no se ajustan bien, son propensos a exagerar todos los ruidos del mundo. Si el
instrumento o línea microfónica son particularmente ruidosos y captan zumbidos, al tratar la
señal útil también se amplificará la indeseable. En estos casos el Umbral debe ajustarse
cuidadosamente de modo que, por una parte esté lo mas encima posible del nivel de ruido para
darle menos ocasión de ser amplificado, y por otra, por debajo del nivel medio del instrumento
y/o micrófono para que tenga lugar el efecto perseguido de ganancia/compresión.
15
2.4. COMPRESOR – LIMITADOR
Estos sistemas denominados usualmente limitadores, actúan sólo atenuando las señales de
nivel superior a un cierto umbral Tc aplicándolas una relación de compresión RC, mientras que
deja pasar inalteradas las señales de nivel inferior a dicho umbral.
El Detector R.M.S. se denomina así porque entrega una tensión proporcional al valor
cuadrático medio (Root, Mean Square); una noción interesante ya que permite una medida más
precisa de las señales de frecuencias y forma de onda indefinida (o continuamente cambiante,
como es el caso de un programa de audio).
(Desde el punto de vista eléctrico, se dice que el valor RMS de una serie de señales alternas
dispares, producirían, sobre una resistencia, la misma disipación de potencia. Aunque no
entraremos en mayores detalles, digamos sin embargo que para obtener el valor RMS, primero
se eleva la señal de audio al cuadrado con un multiplicador de cuatro cuadrantes, a
continuación se extrae el valor medio con un integrador lineal y posteriormente se obtiene la
raíz cuadrada mediante un conversor logarítmico-antilogarítmico).
Volviendo a las consideraciones de tipo práctico hay que señalar que desde hace una década,
casi todos los diseñadores de compresores se han decantado por la utilización de un conversor
RMS en el circuito de detección ya que, según se ha visto, el valor RMS constituye una mejor
representación de la sonoridad que los valores de Pico o Medio.
Por otra parte, una característica tremendamente interesante del detector RMS es que
proporciona una tensión linealmente proporcional a los dB, es decir, que un cambio a la
entrada de -20 dB a -10 dB produce el mismo incremento de tensión continua a la salida que
cuando la entrada va de + 10 a +20.
En otras palabras, y concretándonos al caso de la figura 6, el detector RMS entrega una
tensión de 1V en respuesta a un cambio de amplitud de 10 dB.
Si dotamos al compresor con un VCA cuya ganancia responda de forma exponencial (10dB/1V)
a las tensiones de control, dosificando adecuadamente dicha tensión de control (con el
potenciómetro que ajusta la Relación de
Compresión), dispondremos de una
regulación continua de la pendiente del
compresor desde 1:1 (cursor a masa) hasta
el ∞:1 (cursor arriba). Y lo que es mejor; la
Relación de Compresión se mantiene fija e
inmutable frente a cualquier nivel de
entrada. La tabla que sigue a continuación,
demuestra como se obtienen distintas
Relaciones de Compresión según sea la
atenuación del potenciómetro en cuestión.
19
Para completar este tostón, queda por aclarar qué pintan en la figura 6 el "Detector de Picos"
que también controla al VCA, las terminaciones "Entrada-Salida" del detector, y el "Inversor de
Polaridad".
Comercialmente, resulta muy frecuente encontrar unidades dotadas con un circuito paralelo
destinado a la limitación de picos, puesto que la circuitería de control del compresor
propiamente dicho acostumbra a ser lenta. La rápida acción del detector de picos (según la
marca y modelo reaccionan en tiempos del orden de 10 a 100 usg) mantiene controladas las
crestas imprevistas.
Algunos modelos permiten regular el Umbral de Limitación a gusto del consumidor, mediante
un potenciómetro dispuesto a tal efecto, mientras que en otros, dicho limite viene prefijado
interiormente por el fabricante, quien en las especificaciones expresa que "el limitador de
crestas está situado a 6,8 u 12 dB por encima del Umbral de Comprensión.
No hace falta decir que los más versátiles son aquellos que permiten ajustar por separado las
características de comprensión del programa medio y las de los picos.
Un compresor que resista un análisis moderno debe tener la posibilidad de insertarle cosas en
el circuito de detección (a veces se define como "Acceso al Canal Lateral"). Con esta
prestación se abren las puertas hacia la modificación creativa del sonido y, muy especialmente
de la voz. Si se inserta un ecualizador gráfico (o paramétrico) se puede aplicar comprensión
selectiva a determinadas zonas del espectro pudiendo, hasta cierto punto, alterar los formantes
naturales de la voz y alterar su carácter de modo muy aparente.
La aplicación más usual es la de insertar un filtro pasa-altos para transformar el procesador en
un compresor de sibilancia, con objeto de limitar el siseo de ciertas viudas inquietas de torero y
otras hermosuras catódicas. Más adelante, en el apartado de de-esser nos explayaremos
ampliamente en este problema.
Remitiéndonos nuevamente a la figura 6, veremos que en una de las entradas de control del
VCA se ha insertado un pequeño triángulo punteado con el rótulo "Inversor de Polaridad".
A pesar de su inofensiva apariencia, la simple inversión de polaridad de la tensión de control
del VCA da lugar a uno de los efectos más alucinantes y desconocidos de los muchos que
pueden obtenerse con un compresor. Es la denominada Inversión Dinámica, que consiste en
atenuar las partes fuertes de un sonido y acentuar los segmentos débiles. En el caso de la
palabra hablada o cantada, consistente en picos sonoros seguidos de envolventes cambiantes,
invirtiendo esas evoluciones dinámicas, se consigue la ilusión de que la voz se reproduce al
revés.
Una de las variantes del tratamiento es la de reproducir una voz grabada al revés (o utilizar la
función INVERT del Pitch Shifter/Delay Roland RPS-10) e invertirle la dinámica al sonido en
cuestión. En apariencia la voz suena normal pero, es casi imposible entender lo que dice: una
idea para doblar, por ejemplo, a un extraterrestre. También los resultados son espectaculares
con sonidos de percusión, que consisten en picos seguidos de una envolvente que se extingue
rápidamente; al introducir la inversión, nos merendamos el efecto de impacto mecánico y el
sonido queda desfigurado.
En general, la inversión dinámica se puede aplicar a cualquier material sonoro que presente un
rango dinámico amplio, como cuerdas pinzadas y percusiones pero es importante limitarlo a
sonidos monofónicos. Con programa o combinaciones de más de un sonido los resultados
pueden guardarse en un bidón y arrojarse a una fosa atlántica a la mínima oportunidad. Otra
posibilidad es la de invertir la dinámica de entrada de una unidad de reverberación, lo que da la
esperpéntica impresión de que el efecto precede al señal natural.
20
2.7. CARACTERÍSTICAS DINÁMICAS DE LOS COMPRESORES
Estas características dinámicas se derivan de los continuos cambios de ganancia a los que se
debe acomodar el sistema, en el procesamiento de una señal compleja como la de audio.
Evidentemente, estas variaciones de ganancia necesitan un tiempo finito para que el sistema
se acomode a su nuevo estado tras la aparición de un transitorio, tiempo que origina defectos
en el procesado de niveles y que en ocasiones provoca la distorsión transitoria a la que antes
hacíamos mención. Este error tiene su origen en el "retardo" que se introduce entre la
aparición de un cambio de nivel en la entrada del VAC, y la modificación de la tensión de
control Vc que gobierna la ganancia.
Para estudiar la respuesta a transitorios de un procesador de dinámica se definen los
siguientes tiempos o magnitudes temporales: el tiempo de ataque (attack) y el tiempo de
caída (release).
• El tiempo de ataque (attack) Ta: se define como el tiempo requerido por el compresor,
para que disminuya su ganancia cuando recibe un ataque de alto nivel.
• El tiempo de caída (release) Tc o Tr: es el que debe transcurrir para que el compresor
aumente su ganancia, cuando el nivel de entrada disminuye rápidamente.
Podemos decir que estos tiempos son cortos cuando el compresor varia rápidamente su
ganancia y largos cuando la variación es lenta.
En la mayoría de los compresores comerciales el usuario puede elegir tiempos de ataque y de
recuperación, actuando externamente sobre el detector verdadero "cerebro" del compresor.
Con ello se puede adaptar la respuesta compresor al tipo de programa, e incluso producir
distorsiones transitorias o alteraciones de la dinámica usadas como efectos sonoros que sean
útiles como efectos.
Para analizar el comportamiento del compresor frente a estas magnitudes (Ta y Tr),
consideraremos una serie de tonos alternados de amplitud alta, los cuales deberá atenuar el
compresor, y de amplitud baja los cuales deberán ser amplificados por el compresor.
Esta razón es la que fuerza a no utilizar tiempos de ataque excesivamente cortos, y por lo tanto
debemos buscar una solución de compromiso, entre el control del sistema por los picos de
señal con un Ta corto y la aparición de sobreimpulsos al utilizar Ta relativamente largos.
De esta forma, los tiempos de ataque en compresores suelen estar comprendidos entre 1 y 10
ms., no usándose tiempos inferiores a 1 ms. ya que las momentáneas distorsiones producidas
por los sobreimpulsos de menor duración, son enmascaradas por las componentes de mayor
frecuencia de la señal, no resultando audiblemente molestas-
En sistemas limitadores, y debido al especial empleo de estos, el Ta es mucho menor que 1
ms. utilizándose valores del orden de 200-500 ms. para evitar la saturación de etapas
posteriores.
Para evitar este efecto se debe tomar un tiempo de recuperación Tr mayor, de forma que el
compresor siga atenuando señal y ruido, hasta que la aparición de otro nivel elevado (otra
palabra) vuelva a incrementar la atenuación. Por tanto, la solución de compromiso exige
escoger un valor intermedio utilizándose tiempos de caída del orden de 50 a 200 ms., los
cuales pueden ser seleccionados en la mayor parte de los equipos comerciales que permiten
una variación del orden de 20 ms. a varios segundos.
Para evitar que, como en este caso, el ruido de fondo sea fuertemente amplificado cuando no
hay señal, la mayoría de los compresores comerciales incorporan una puerta de ruido que
anula dichos niveles bajos, evitando que el ruido sin señal sea audible.
En suma, pídenos lo que quieras menos un método cabal para el ajuste óptimo de los Tiempos
de Ataque y Recuperación. Siempre deben satisfacerse compromisos como los descritos,
especialmente cuando se procesan sonidos de instrumentos acústicos ya que, de lo contrario,
sonaran acatarrados y poco naturales.
Los sonidos de origen electrónico, por lo general, toleran mucho mejor las manipulaciones
dinámicas contra natura que los acústicos, lo que no quiere decir que esté prohibido corromper,
si así se desea, el carácter de estos ultimes. Lo único que debe prohibirse es, tener un
compresor/limitador, y no llevar a cabo todo tipo de experimentos con él.
24
2.7.4. EJEMPLOS DE UTILIZACIÓN
La variación de los tiempos de ataque y recuperación permite manipular los sonidos
consiguiendo diversos efectos y alterar la sonoridad de los instrumentos. Por ejemplo, una
señal de guitarra con un ataque rápido y caída lenta se la puede aplanar utilizando un Ta y Tc
cortos aumentando el "sustain" (figura 22), mientras que se puede aumentar el efecto de la
percusión con unos Ta y Tc largos.
Como último detalle hay que considerar que los programas estéreo que
vayan a ser procesados por un compresor, es deseable usar un solo
detector que reciba y gobierne la señal suma (mono de los dos canales,
siendo las variaciones de ganancia comunes a los dos canales y no
alterando por tanto las posiciones espaciales de las fuentes en el
estéreo (figura 6.23)
25
2.8 LA SUTIL DIFERENCIA ENTRE UN COMPRESOR Y UN
LIMITADOR
Los técnicos no siempre hablamos con propiedad de compresores y limitadores.
Coloquialmente nos referimos a este tipo de procesadores como si se tratara de una misma
cosa. Se trata de un pecado venial y comprensible ya que, por lo general, los fabricantes nos
ofrecen modelos tan versátiles que pueden configurarse como compresores y/o limitadores
(además de poder hacerlo como puertas de ruido, expansores, limitadores de sibilancia, etc.).
Pero vale la pena averiguar por dónde pasa la línea divisoria entre ellos ya que, sólo así
pueden entenderse las propiedades de cada uno y dónde conviene aplicarlos según el caso.
La diferencia entre un compresor y un limitador está en el radio de compresión que efectúan
sobre la señal audio, ya que comúnmente ambos procesadores están incorporados en un
mismo aparato.
Por definición, un compresor es un amplificador cuya ganancia disminuye (o aumenta) en la
medida que aumenta (o disminuye) el nivel del programa procesado a través de él.
Generalmente, las constantes de tiempo que intervienen en un compresor, son grandes en
comparación con las fluctuaciones de amplitud que se dan naturalmente en una locución o una
interpretación musical de cualquier tipo. Por ello, la principal aplicación del compresor es la de
aumentar el nivel aparente de sonoridad y mantener bajo control el nivel medio de un programa
sonoro. Sin embargo, cuando aparecen picos de señal rápidos y corta duración, la circuitería
de detección de un compresor (que es esencialmente lenta) no tiene tiempo de reaccionar y se
produce distorsión.
El limitador en cambio está pensando específicamente para que, una vez ajustado como es
debido, el nivel de salida no sobrepase nunca el limite establecido. Acostumbran a tener una
circuitería de detección que reacciona con rapidez, por lo que resulta idóneo para evitar los
picos y eliminar la posibilidad de sobrecarga del siguiente circuito.
Generalmente, la acción de un compresor es menos drástica y evidente que la del limitador, lo
que se debe en primera instancia a las pendientes de compresión de unos y otros.
En estos casos, la ventaja de un compresor respecto a un limitador es que, mientras este
último recorta los picos de señal produciendo una gran distorsión, el compresor va
disminuyendo la ganancia del VAC a medida que aumenta el nivel de la entrada, es decir,
''redondea'' el pico de la señal, evitando la aparición de una fuerte distorsión.
Así, mientras que un compresor opera con relaciones que van desde 1,5:1 hasta 6:1, un
limitador siempre parte de relaciones 10:1 hasta ∞:1. Por otra parte, la rapidez de acción que
se le exige a un limitador da origen a una cierta coloración (o si se prefiere, distorsión) del
sonido. Con todo, la deformación controlada que introduce un limitador es un mal menor, si se
compara con el alfilerazo en todo el oído interno que representa la distorsión por sobrecarga.
Por ello los limitadores son utilizados para evitar la saturación de etapas posteriores a él, como
la máquina cortadora de discos lacados, etapas de potencia en radiodifusión (producción de
radio y televisión), para prevenir la sobremodulación de las señales sonoras en la emisión, que
causa una distorsión de toda la señal portadora.
También son utilizados en muchos sistemas de amplificación para proteger a los altavoces de
posibles picos de la señal sonora que pueden destruir físicamente las bobinas de los mismos.
De igual forma, existen una serie de funciones propias del compresor como cuando se trabaja
con varios instrumentos en directo y tratamos de mantener un cierto equilibrio sonoro entre
ellos, para que ningún instrumento tape a otro debido a una mayor intensidad sonora. También
nos interesa para que las señales de todos los instrumentos lleguen a la mesa con una
intensidad constante, o por lo menos sin que haya grandes cambios de volumen de un
instrumento respecto a otro.
La compresión también se aplica a las partes vocales, ya que a menudo el nivel de éstas
fluctúa entre niveles demasiado intensos (que pueden provocar la distorsión) y niveles
demasiado bajos, con lo que las voces pueden quedar tapadas por otros instrumentos.
Ver apartado 2.12. “Dónde y cómo utilizar Compresores”
26
2.9. COMPRESORES ESPECIALES
2.9.1. COMPRESOR-LIMITADOR PREDICTIVO
Hay aplicaciones extremadamente comprometidas como el corte de discos, la sobremodulación
de un emisor de AM/FM, o la grabación de masters digitales PCM (a diferencia de los registros
analógicos, que pueden tolerar picos de nivel de 30 o más dB por encima de los 0 VU), en las
que uno no se puede pasar ni un pelo o de lo contrario, la distorsión se vuelve inadmisible. En
casos criticas como estos es un verdadero compromiso llegar a un control satisfactorio de la
amplitud; por una parte si el transitorio es más corto que el tiempo de ataque del circuito de
detección, el compresor/limitador no ejerce ningún efecto sobre el pico de señal y seguimos sin
solucionar el problema; y por otra, si el tiempo de ataque es excesivamente rápido se produce
una sobrelimitación que colorea (distorsiona) el sonido y (dependiendo del tiempo de
recuperación) tiene lugar un efecto muy desagradable conocido como “estrangulamiento”.
Hasta cierto punto, la Compresión Multibanda se presta a ser utilizada para arreglar entuertos
como, resaltar voces u otras secciones instrumentales de una mezcla, que se pierden al
transferirlas de un soporte de grabación a otro, o para adecuar una misma mezcla a diferentes
destinos (banda óptica cinematográfica, banda sonora de un video, Compact Disc); todo es
cuestión de aumentar o disminuir el grado de compresión de cada banda hasta el conjunto
suene lo más aceptablemente posible.
28
2.11. PORQUÉ SUENAN DISTINTOS LOS COMPRESORES
Y, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, digamos que en esto de los
procesadores de dinámica ocurre algo similar al mundo de los sintetizadores. Todos están
basados más o menos en una serie de esquemas funcionales básicos pero claro está, cada
fabricante aborda el diseño a su manera dotándolo con ideas de su cosecha, les da una fugaz
descripción metafísica que excede del conocimiento medio y, ya tenemos montado el tiovivo
típico; modelos que utilizan un VCA diseñado por los dioses, sistemas de detección patentados
que reproducen la característica de audición de la Mantis Religiosa, compresores inteligentes
que puede manejar hasta un niño. En definitiva, variantes sobre un mismo tema que, aunque
no se entiendan a primera vista, estén al alcance de la comprensión del lector del presente
tema. La lectura de este apartado puede dejarte agradablemente empapado sobre el tema
pero, la experiencia práctica resulta indispensable.
Uno de los argumentos que con mayor contundencia esgrimen los fabricantes, es la bondad del
VCA con que viene dotado su equipo. Con ser muy importante, el sonido característico de cada
compresor en concreto, depende poco del VCA ya que, su distorsión propia (debida a no-
linealidades y técnicas varias de pre-distorsión), queda completamente enmascarada por las
distorsiones dinámicas propias del principio mismo de la compresión.
Cuando se procesa la dinámica de una señal de audio, ésta se ve sometida a
intermodulaciones debidas a cambios rápidos en la ganancia. A menudo, estas distorsiones se
perciben como componentes espectrales audibles que se confunden fácilmente con la
distorsión armónica y de intermodulación tradicionales atribuibles al VCA, pero que en realidad
se deben a la circuitería de control.
Otra de las características que diferencian el sonido entre compresores es el modo en que se
produce la transición desde el estado de no-reducción al de reducción de ganancia, una vez se
ha superado el Umbral. Mientras que unos fabricantes prefieren diseños en los que la curva de
transición es un vértice puntiagudo, otros prefieren dotar a su unidad con una transición más
acodada con el argumento de que, de esta guisa, el comienzo de la reducción de ganancia es
menos audible y produce un efecto de compresión más natural.
VOCES:
Dadas sus peculiares características, la voz humana es una de las fuentes sonoras que más
beneficios puede sacar de un adecuado tratamiento dinámico, tanto si se trata de grabar y/o
sonorizar un cantante, un locutor o un conferenciante. Durante su interpretación, un cantante
ofrece tan elevados contrastes dinámicos que se tiende a restringirle el nivel de grabación
máximo y/o el volumen de sonido amplificado. Esa necesidad de tener bajo control los picos
revierte en el volumen medio, con lo que resulta difícil mantener la inteligibilidad de ésta y la
mezcla con el sonido de otros instrumentos. Quien haya tenido que mezclar voces en directo y
sin compresores, sabrá a qué me refiero; a la enorme dificultad que existe en lograr que ni la
voz quede ahogada entre el maremagnun de sonido, ni que sea excesivamente dominante
sobre el resto de fuentes sonoras.
Como regla general, un compresor insertado en el canal de la voz, con una relación de
compresión 4:1 un ataque entre 1 y 5 ms puede obrar maravillas; el nivel medio de la voz es
ahora mucho más uniforme y resulta más fácil mezclarla con el resto de sonidos. Por otra parte
se compensan las variaciones de proximidad boca-micrófono que son causantes de
importantes alteraciones de nivel.
Remitimos al apartado de De-Esser (Compresores de Sibilancia) como complemento a las
técnicas de tratamiento de la voz.
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3. DE-ESSER
En el apartado dedicado a los compresores comentamos de pasada la enorme utilidad que
tiene un compresor para tratar la voz, así como las posibilidades creativas que ofrece poder
insertar un ecualizador en el canal lateral (entre la entrada de audio y el circuito de detección),
con objeto de comprimir-limitar de modo selectivo, ciertas zonas del espectro de frecuencia.
Las técnicas descritas, sin embargo, no solucionan por completo el difícil problema de
manipular una fuente sonora tan rica en matices y tan imprevisible como es la voz humana.
Uno de los problemas más molestos e incordiantes que se presentan a la hora de
sonorizar/grabar/mezclar voces con otros instrumentos, es la elevada energía acústica con que
ciertos cantantes y locutores pronuncian determinados sonidos sibilantes o fricativos como las
«s», «f», «x», «ch», y «z», que ocupan la parte superior del espectro; traducido a niveles, éstas
pueden sobrepasar fácilmente de + 12 a + 15 dB con respecto al resto del espectro.
Aunque se emplee compresión en la voz, no siempre queda garantizado el control de un
exceso de sibilancia ya que, las constantes de tiempo que resultan óptimas para el sonido de
las letras vocales, casi siempre son demasiado lentas para las fricativas y sibilantes.
Como resultado de ello, éstas ultimas reciben menos compresión y suenan más prominentes y
exageradas o, en el mejor de los casos, quedan poco naturales.
El fenómeno se acentúa aún mas con micrófonos especialmente brillantes, y en las locuciones
muy próximas al micrófono con objeto de conseguir un efecto intimista.
También es frecuente que el problema de la sibilancia excesiva se ponga de manifiesto al
reforzar la ecualización en la región comprendida entre los 3000 Hz y los 8000 Hz, con la
intención de mejorar la inteligibilidad y la presencia de una voz solista para que destaque en la
mezcla; se alcanza el objetivo Inicial pero involuntariamente se crea un nuevo problema.
La posibilidad de que la Frecuencia de éste sea variable (generalmente entre 800 Hz y 8 KHz),
permite acomodar la operación del De-Esser en la zona del espectro deseada y poder aislar
mejor los problemas de cada voz, así como su utilización con fines creativos con otras fuentes
de sonido. Con todo, existen modelos en que la frecuencia del filtro es fija (6 KHz) y la
respuesta es del tipo pasa-altos, con lo que su aplicación queda restringida a las voces.
A la salida del Filtro se dispone del clásico ajuste de Umbral, cuya función es idéntica a la de
los compresores normales; definir el punto a partir del cual da comienzo la reducción de
ganancia. La señal dosificada por este control llega hasta el Detector R.M.S. por dos caminos
distintos seleccionables por el usuario.
Cuando el conmutador está en la posición Umbral Absoluto, el De Esser mantiene a raya el
techo dinámico de los sonidos sibilantes que superen el umbral, de tal suerte que las eses de
elevado nivel se verán más atenuadas que las débiles; es el mismo caso que comentábamos
anteriormente.
En cambio, en el modo Umbral Dinámico, la señal aplicada al detector R.M.S. se hace
dependiente de la amplitud de la señal de entrada, de tal forma que el umbral de dessibilancia
se acomoda automáticamente a una fracción del nivel de ésta, en lugar de hacerlo de acuerdo
al nivel absoluto. El resultado práctico de ello es que la reducción de sibilancia es uniforme e
independiente de las variaciones de amplitud de voz, o dicho de otra forma, una vez ajustado
podremos olvidarnos de el. Los tiempos de Ataque y Recuperación que intervienen
acostumbran a ser muy rápidos y dependientes del programa y, por lo general, oscilan entre
32
600 us y los 2 ms (ataque) y 10-30 ms (recuperación), lo que permite que la reducción de
sibilancia no tenga ningún efecto audible en los sonidos vocales que siguen.
La Relación de Compresión recibe a veces la denominación de RANGO DE DEESSING y suele
extenderse desde 1:1 hasta 20:1.
Finalmente hay que señalar que los DeEsser deben utilizarse únicamente con voces o fuentes
sonoras individuales. Si se procesan varias voces a través de un sólo De-Esser o se pretende
aplicar a una mezcla que contenga otros sonidos, la circuitería de detección se confunde y el
resultado es imprevisible.
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4. EXPANSORES
Los expansores son procesadores de dinámica cuya misión es amplificar las señales de
entrada de nivel superior a uno prefijado llamado umbral, atenuando las de nivel inferior a dicho
umbral.
La filosofía de funcionamiento de estos sistemas es opuesta a la de los compresores, y
generalmente no se suelen comercializar estos equipos por separado sino asociados a un
compresor.
EXPANSORES LINEALES:
Las características de estos quedan definidas por:
- Punto de Rotación PR para cuyo nivel el sistema se comporta con ganancia unidad.
- Relación de Expansión RE definida como la variación de nivel en de que se produce en la
salida, cuando la entrada varia en 1 dB.
El procesado de niveles se realiza de tal forma que los inferiores al PR son afectados por
una atenuación y los superiores amplificados una magnitud que depende del nivel y de la
RE utilizada.
Tiempo de Ataque :
Un valor elevado de éste mantiene al expansor
atenuando la señal, aunque el nivel de entrada sea
alto, produciendo un aumento lento de la
amplificación; mientras que un tiempo de ataque
corto produce un mejor seguimiento de los niveles.
Al revés de lo que sucede en compresores, puede decirse que un expansor con tiempo de
recuperación Tr corto aumentará la dinámica de las señales, disminuyendo su sonoridad.
Estos equipos son muy usados en grabación multipista. En las grabaciones puede suceder que
en los silencios de un canal microfónico el ruido de fondo del estudio sea audible, o que la
diafonía de un canal adyacente del multipista induzca una señal audible, o por último y más
importante en el proceso de overdubbing cuando la reproducción de un canal del multipista es
mezclada y grabada en otra pista y se produce una acumulación del ruido de fondo de la cinta.
En todos estos casos interesa eliminar el ruido de fondo cuando el canal no presenta señal
alguna, y está eliminación es producida por una puerta de ruido.
Las puertas de ruido constituyen un tipo especial de expansores, actuando de forma inversa a
como lo hace con un compresor. El threshold en una puerta de ruido limita el nivel de una
señal, y por debajo de este nivel no permite el paso de ningún sonido procedente del micro. Por
tanto, se situará el umbral a un nivel muy bajo, sólo ligeramente superior al nivel de ruido que
se quiere evitar, atenuando fuertemente los niveles inferiores a dicho umbral.
Cuando la señal supera el nivel prefijado (threshold) los circuitos de la puerta de ruido se abren
para dejar vía libre a la señal audio. De esta forma los sonidos de baja intensidad que pueda
captar el micrófono –y que suelen corresponder a fuentes externas- no llegan a la mesa de
mezclas, mientras que el sonido del instrumento o voz que deba captar el micro si que llega al
sistema de amplificación.
En cuanto a las características transitorias, puesto que la puerta va a trabajar a niveles muy
bajos, deberá recuperar muy rápidamente el estado de ganancia unidad en cuanto el nivel
supere el umbral, y por la tanto en tiempo de ataque será extremadamente bajo (algunos
milisegundos), mientras que el tiempo de recuperación (paso de ganancia unidad a atenuación)
debe ser relativamente largo (puede llegar a incluso 1 ó 2 sg.).
Es muy importante saber determinar con precisión el umbral de actuación de una puerta de
ruido, que esté justo encima de los sonidos parásitos o no deseados, pero que no sobrepase el
nivel sonoro del instrumento a sonorizar, aún en los pasajes más tranquilos. Los instrumentos
de percusión son los más sencillos de procesar, debido a su brevedad y a su caída rápida;
mientras que los instrumentos que emitan notas muy sostenidas y con caídas muy lentas son
los más difíciles.
Un problema que puede aparecer en estos sistemas es cuando los niveles de la señal en los
"pianissimos" son parecidos a los del umbral, y entonces se produce la apertura y cierre de la
puerta en intervalos de tiempo muy pequeños, con la consiguiente aparición de la modulación
del ruido de fondo y de pérdida de señal.
De igual forma cuando se procesa a través de una
puerta de ruido un sonido de naturaleza discontinua, en
lo que se refiere a su intensidad, existe el peligro de que
se produzca el llamada efecto de histéresis. En la figura
se muestra gráficamente como sucede:
Durante un corto lapso de tiempo el nivel de la señal
atraviesa repetidas veces el umbral de actuación de la
puerta, y ésta se cierra y se abre alternativamente. Este
efecto resulta musicalmente nefasto.
Para evitar este defecto se dota al umbral de una pequeña histéresis, de forma que el umbral
de apertura de la puerta (atenuación) se algo más bajo que el umbral de cierre.
Para resolver este problema existen varios modelos de
puertas de ruido que disponen de dos posiciones distintas
de threshold, una para abrir la puerta cuando la señal
supera el límite y otra (por debajo de la primera) que cierra
la puerta cuando la señal desciende del punto prefijado.
En la figura se puede observar cómo trabajan estos
procesadores con dos niveles de threshold.
En la actualidad lo más frecuente es encontrarse con puertas de ruido cuya forma de trabajar
es inversa a la de los compresores, es decir que cuando la señal cae debajo del umbral
efectúan una compresión de la misma, en lugar de anularla. Se trata de los circuitos
expansores, o «expanders», que suelen estar contenidos en el mismo cuerpo de las puertas de
ruido. El nivel de reducción que aplican los expansores puede ser escogido mediante un
control de «ratio». Así por ejemplo con una relación de 1:3, cuando la señal audio cae por
debajo del umbral de actuación, será atenuada de forma que por cada dB. de caída en la señal
de entrada se obtiene un decrecimiento de 3 dB en la salida. El sonido obtenido utilizando un
expansor acostumbra a resultar más musical que el que se consigue al utilizar el circuito simple
de la puerta, ya que con esta función la reducción se efectúa sin afectar a los sonidos
sostenidos. En la figura 19 se muestra un gráfico de cómo trabaja un circuito expansor.
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Como dispositivo correctivo, se utiliza para enmascarar y disimular ruidos ambientales de bajo
nivel no deseados tales como zumbidos y soplidos de amplificadores de instrumento, fugas de
sonido que tienen lugar entre micrófonos próximos, para disminuir la reverberación excesiva de
la sala donde se graba (que no es, desde luego, un estudio de grabación), ruido de la cámara
en los rodajes cinematográficos, ruido producido por los acondicionadores de aire, ruidos
originados en las inmediaciones del estudio de grabación difícilmente eliminables (tráfico),
ruidos producidos por el personal del estudio, por los que se apuntan a un derribo "estaré-aquí-
calladito-y-no-haré-ruido", o por los propios músicos en el transcurso de la grabación (sillas,
partituras, chasquidos de dedos, ruidos de respiración, tarareos para hacerse con el tono), y
etcétera.
Como se ve, no se trata de ruidos particularmente infernales para nadie, salvo para el técnico
de grabación, quien no puede permitir se le cuelen en el registro. Por fortuna, este género de
réditos antipáticos quedan enmascarados cuando el nivel de la fuente sonora que interesa es
suficientemente elevado, pero se oyen perfectamente cuanto ésta enmudece.
Pero antes de seguir adelante, hay que dejar claro que una puerta de ruido no realiza la misma
función que los diferentes sistemas de reducción de ruido, que si eliminan en mayor o menor
grado el contenido ruidoso de una señal (reductores dinámicos), o que ayudan a conservar o
aumentar la relación señal/ruido aparente de un sistema dado de transmisión-grabación-
procesado.
Por desgracia, para la circuitería de una puerta, no siempre está tan clara la diferencia entre lo
que es ruido y lo que entendemos por señal útil por lo no siempre resultan todo lo milagreras
que se desearía. A veces se debe llegar a soluciones de compromiso para obtener el efecto
ocultamiento sin cargarse los pasajes más reposados próximos al grado de ruido. El panorama
de las aplicaciones creativas, por contra, es mucho más vasto y sugerente que el de las
correctivas, como veremos más adelante.
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5.2. EN QUÉ SE BASAN
Las puertas de ruido constituyen un tipo especial de expansores cuya misión consiste en
permitir el paso de señales cuyo nivel supera un cierto umbral (thereshold), situado a un nivel
muy bajo, sólo ligeramente superior al nivel de ruido que se quiere evitar, atenuando
fuertemente los niveles inferiores a dicho umbral.
5.4.3. ATAQUE
Determina el tiempo que tarda en abrirse la puerta una vez se le aplica señal a la entrada o su
nivel crece abruptamente.
El rango de tiempos acostumbra a ser variaba en entre 2 S (microsegundos) y 4 Segundos.
Unos márgenes que van más allá de lo estrictamente necesario para la corrección, y que
favorecen la aplicación creativa.
Para corrección, los tiempos largos de reacción interesan cuando se desean ignorar transitorios
y ruidos rápidos (chasquidos) ajenos al sonido que se puertea, y que pueden inducir a falsas
aperturas y cierres de la puerta. Los tiempos de ataque cortos convienen a los materiales de
audio que presentan ataques rápidos como los sonidos de percusión, y deben ajustarse de
modo que la apertura tenga lugar sin recortes de la envolvente natural.
Pero esas son simples consideraciones teóricas ya que, puede que se ande buscando todo lo
contrario; aplicando tiempos de ataque largos a sonidos percusivos (piano, tambores, platos,
cuerdas pinzadas, etc), se pueden conseguir interesantes variaciones y marcianadas
impensables.
Las puertas de diseño más reciente, incorporan refinamientos poco corrientes como es el caso
de las funciones "Auto-Ataque" y "ADE" (del MIDI Noise Gate DPR-502 de BSS).
La función de auto-ataque ha sido ideada con la intención de liberar al técnico de sonido de la
necesidad de efectuar continuos retoques en el tiempo de ataque, según sea el tipo de sonido
que se procesa. Un caso habitual es el de una sonorización o grabación en directo, en la que
se ha insertado una puerta en la línea de señal de los varios sintetizadores del teclista. En
buena lógica, a cada cambio de sonido que éste introduzca se debería reajustar la puerta, lo
que además de ser un engorro, en la práctica, es difícil de llevar a cabo. En esencia, el sistema
de auto-ataque es un circuito que monitoriza el contenido de alta frecuencia de la señal (un
sonido percusivo presenta mayor energía en la zona media-alta del espectro que un sonido de
ataque lento) y corrige de modo automático el tiempo de ataque de la puerta.
Otra de las funciones muy especializadas del BSS DPR-502 es la denominada ADE
(Envolvente Dinámica Automática) que introduce un realce de los flancos de ataque de la señal
de entrada para restaurar la pérdida subjetiva de "punch" que se puede percibir en ciertos
casos donde se procesan sonidos percusivos.
Conceptualmente, la entrada Key permite utilizar la puerta de modo similar a la entrada exterior
de los antiguos sintetizadores analógicos en los que, el sonido inyectado, podía ser modificado
mediante la envolvente. En el caso de la puerta, el disparo del generador de envolvente tiene
lugar mediante la entrada key, y se pueden obtener sonidos francamente inusuales mediante el
truco de controlar la envolvente de un sonido con la de otro que no tenga nada que ver.
Pongamos que no nos gusta el sonido de caja de una máquina de ritmos, o que se desea
obtener un sonido sincronizado con ésta -aunque distinto- para mezclarlos o panoramizarlos.
Cogemos ese viejo sintetizador analógico que tenemos arrinconado, y utilizamos su generador
de ruido y el filtro para conseguir una textura a nuestro gusto. Aplicamos el ruido coloreado
resultante a la entrada de la puerta mientras que, el sonido de caja entra directamente en la
entrada Key. Resultado: a cada golpe de caja se abrirá la puerta en sincronía, y el ruido
coloreado del sintetizador (cuya envolvente habremos articulado desde la propia puerta)
adquirirá una dimensión completamente nueva. Es importante comprender que la señal de la
entrada Key no es la que aparece en la salida de la puerta, sino que es su envolvente la que
articula el sonido aplicado en la entrada de la pueria.
5.5.2 FILTRO-LLAVE:
Las puertas más sofisticadas suelen incorporar, en su canal lateral, un filtro sintonizable que
sirve para que la circuitería de detección actúe selectivamente a determinadas frecuencias.
Algunas puertas vienen dotadas con un filtro pasabajos y un pasaaltos, con ajuste
independiente de la frecuencia de corte, de modo que se puedan situar sobre la zona donde
interesa. Otras vienen con un filtro pasabanda con ancho de banda ajustable
Una de las firmas que primero aplicó la idea a su línea de puertas fue Drawmer, quien se
inventó la denominación "frecuency conscious gate" o puerta consciente de la frecuencia.
Esta prestación es de gran utilidad en la práctica ya que, al incluir un filtro en el canal lateral se
consigue que la puerta responsa "solo" a determinada gama de frecuencias. Con ello se evita
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que, una serie de puertas aplicadas a los micrófonos de una batería, se disparen erróneamente
a causa de la proximidad de los micrófonos, y se mejora significativamente la efectividad de las
puertas en situaciones difíciles.
A efectos de facilitar el ajuste del Filtro Llave, ciertas puertas permiten "escuchar" (mientras se
mantiene pulsado un botón), lo que se oye a su salida, lo que hace más cómodo y seguro dicho
ajuste.