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PEPÍN Y SAULÓN

Había una vez un gigante que era muy grande, tanto que muchos decían que era el gigante más
grande del mundo. Su madre le había puesto de nombre Pepín y aunque no iba mucho con su figura,
a él le gustaba mucho su nombre. Su mejor amigo se llamaba Saulón y era muy pequeño. Era
verdaderamente pequeño, en realidad era un pequeño enanito. Pepín y Saulón hacían todo juntos,
desde que salía el sol hasta que oscurecía por la noche.

Todos los días comían en la casa de Pepín y solo el día de su cumpleaños, en la casa de Saulón.
Porque como y Saulón era pequeñito no comía mucho. Pero cuando comían en la casa de Saulón,
Pepín se comía toda la comida que durante el año había guardado la mamá, en una enorme despensa
que era lo único grande de la casa. Pepín comía muchas zanahorias, lechugas, remolachas y unos
enormes choclos que sembraba su papá. A Saulón, en cambio, le gustaban las papas fritas, las
salchichas y muchos caramelos.

A Pepín y Saulón les gustaba ir a pasear por muchos lugares. Un día iban al bosque, otro a la
montaña y el siguiente, al río. A ninguno de los dos les gustaba ir a la ciudad porque los niños se
burlaban de ellos: —¡Mira! Un gigante. ¡Qué miedo! — gritaban y salían corriendo. —¡Y tiene un
enano en el hombro! ¡Qué risa! —se burlaban de los dos.
Entonces los dos se sentían muy tristes. —No deberían
burlarse de nosotros solo porque somos diferentes a ellos
—decía Saulón.

—No me gusta que tengan miedo de mí. Yo nunca le


hago daño a nadie — decía Pepín. Cuando iban a
bañarse al río, Saulón hacía unas pequeñas olas y unos
remolinos chiquitos. Pero cuando se bañaba Pepín, hacía
olas y remolinos enormes. En esas ocasiones los peces se
escondían entre las piedras del río, para no salir volando
junto al agua que hacía saltar Pepín. Después, los dos se
acostaban sobre el césped para secarse al sol. Entonces, jugaban a sacudirse el agua que tenían en el
pelo.

Cuando se sacudía Saulón, apenas mojaba la mano de Pepín. Y cuando se sacudía Pepín, mojaba por
completo a Saulón y a todos los animales que había cerca de ellos. Pepín era tan grande como los
árboles gigantes del bosque y cuando iban a pasear, los pajaritos se colocaban en un hombro y
Saulón en el otro. Cuando eso ocurría, todos los animales del bosque y de la montaña les seguían.
¿Quieren saber a dónde iban? A buscar a un anciano que vivía en una cueva, en lo más alto de la
montaña. Allí vivía él solo. Pensaba todo el día y escribía cuentos para niños. Cuando Pepín, Saulón
y los animales lo visitaban, él salía de su cueva y les contaba hermosos cuentos. En sus cuentos él
hablaba de niñas que hacían piruetas sobre caballos y luego, cuando eran grandes, se iban a trabajar
en un circo. De niños que trepaban grandes árboles, tan grandes como Pepín. De otros que remaban
en lagos helados y salvaban hermosas chicas. De niñas que leían mucho y luego se inventaban
cuentos como él. De niños que les gustaba dibujar y luego se hacían pintores famosos. De niñas que
nadaban y buceaban y, cuando eran grandes, se hacían biólogas marinas. Pero los cuentos que más
les gustaban a Pepín y a Saulón eran esos en que todos los niños eran respetados y queridos a pesar
de ser diferentes a los demás.
Tarea de Lengua y Literatura
Nombre: ………………………………………… Jueves 18-11-2021
Lectura comprensiva
1.- Pongo una X en la frase que expresa el tema de la lectura y comento con mis compañeros y
compañeras.

2.- Encierro la frase que expresa la razón por la que a Pepín y Saulón no les gustaba ir a la
ciudad.

3.- Escribo una pregunta para las siguientes respuestas.

4.- Recuerda la oración del cuento “Pepín era tan grande como los árboles gigantes”. Luego,
completo las oraciones comparándolas con los dibujos del recuadro.

a. Saulón es pequeño como un _______________________________

b. Saulón es flaco como un ____________________________

c. Pepín tiene la cabeza tan redonda como una _______________________

d. Pepín es grande como un __________________________

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