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La economía tiende a recuperarse de lo perdido durante la

pandemia1
En septiembre de 2021, el Estimador mensual de actividad económica (EMAE)[1] registró un alza de
1,2% respecto a agosto en la medición desestacionalizada (s.e.).

En la comparación interanual (ia), el EMAE evidenció un incremento de 11,6%. De esta manera, en


los nueve meses del año, el indicador acumuló un ascenso de 10,9% ia.

Con relación a igual mes de 2020, 13 de los sectores que conforman el EMAE registraron subas.
Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (+66,9% ia) y Hoteles y
restaurantes (+59,1% ia) fueron los sectores de mayor crecimiento en el mes, y entre los dos
aportaron 1,4 puntos porcentuales al EMAE.

Por su parte, Industria manufacturera (+10,8% ia) y Comercio mayorista, minorista y repara ciones
(+10,1% ia) fueron los sectores de mayor incidencia, que explicaron casi el 30% del incremento del
EMAE.

Los sectores que en septiembre mostraron caída en la comparación interanual fueron Agricultu ra,
ganadería, caza y silvicultura (-1,7% ia) y Pesca (-9,6% ia): entre los dos, restaron 0,1 puntos
porcentuales a la variación interanual del índice total.

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Por Lic. Raúl Mercau
Estos datos hacen suponer que el crecimiento del año estará cerca de lo perdido el año pasada (-
9,9%). Según el IGA del estudio de Orlando Ferreres, a octubre de este año el nivel de actividad de
los primeros 10 meses acumula un 9,8% respecto del mismo período durante 2020.
Una década Perdida

La economía argentina prácticamente no ha crecido en los últimos 10 años (ver gráfico). La


“torta” ha repartir es la misma y los “comensales” han aumentado. La población ha crecido a una
tasa promedio del 1,1%, en tanto que la economía prácticamente no ha crecido nada o ha
decrecido. ¿Por qué? Esencialmente porque no ha renovado su aparato productivo. Dicho en
buen castellano, ha invertido por debajo de lo que se necesita para crecer razonablemente. Por
ejemplo, durante la pandemia llegó a invertir sólo el 12% del PBI. En el período de recuperación
inicial de 2021, llegó a invertir un 19,4%. ¿Esto es suficiente? Estimaciones hechas en la cátedra
de Desarrollo Económico de la Universidad Nacional de Cuyo dan cuenta que para crecer en el
mediano y largo plazo al 5% anual se debe invertir casi el 29% del PIB. Casi 10 puntos más de que
se está invirtiendo en este momento. Invertir sólo el 19,4% garantiza una tasa de crecimiento de
largo plazo sólo 1,6% (aproximadamente). Por ello, si bien este año se crecerá mucho (en
realidad, se recuperará lo perdido durante la pandemia) los pronósticos para los años 2022 y 2023
están alrededor del 2% anual.

Conclusiones

Una buena y una mala. La buena es que la economía ha reaccionado razonablemente a las
libertades post COVID (primeras olas); la mala es que para crecer sostenidamente debe invertirse
más. Por otro lado está el riesgo de una nueva ola (“la cuarta que vive Europa” y la amenaza de
una nueva variante sudafricana).
Dos lecciones: a cuidarse y a invertir. Y al gobierno, generar las políticas públicas que ayuden a las
dos cosas.

Nota: en Alemania explotan los casos diarios muy por encima de las anteriores “olas”.

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