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Unidad 4

1 //Escenario
Escenario27
Lectura fundamental
Fundamental

Psicología social crítica

Contenido
1 La importancia de problematizar la realidad histórica

2 Una apuesta decolonialista en Latinoamérica

Palabras clave: psicología social, perspectiva latinoamericana, perspectiva sociocrítica.


Introducción
La psicología social en Latinoamérica ha venido desarrollando una postura crítica, inspirada en la teoría
crítica de la sociedad y en el construccionismo social. El hilo conductor de este campo es la reflexión
y postura crítica, que implica cuestionar lo establecido, lo institucionalizado, lo que se afianza en
forma de paradigma dominante (colonial), entre otros.

En Latinoamérica la psicología social crítica se ha orientado a cuestionar el compromiso de la


psicología con los sujetos con quienes trabaja, su carácter ideológico, las relaciones del interventor
con los intervenidos, el contexto en el que actúa y la historia que se ha escrito desde la academia. En
este texto se profundiza en la perspectiva filosófica de la teoría crítica en Latinoamérica y se estudian
los procesos de decolonialismo.

1. La importancia de problematizar la realidad histórica


Es necesario indicar que, para los proponentes de la teoría crítica, la psicología no puede ser explicada
por las ciencias naturales, pues desde su perspectiva la disciplina psicológica es socio-histórica, en otras
palabras, es contextual: se parte de la base que solo a través del lenguaje y la historia se puede acceder a
la comprensión del sujeto en el mundo. Esto debido a que ver individuos desde las capacidades biológicas
cognoscentes no da cuenta de la humanidad, tampoco de cómo se construyen socialmente los
problemas relevantes a estudiar desde la disciplina, ni para quién es importante (instituciones estatales,
sujetos de una comunidad, sectores políticos y económicos, entre otros). Es por ello que la teoría crítica
se sale de una mirada biológica del ser humano, para comprender los contextos en los que emergen las
situaciones dilemáticas, enmarcados en la necesidad de la psicología social de problematizar la realidad
histórica, pues sin este marco de referencia sería imposible dar cuenta de cómo surgen los problemas de
los sujetos de una comunidad.

Desde esta perspectiva, se inserta con fuerza el concepto historicidad, entendido como la manera
en que los sujetos le dan sentido y significado a los hechos que les ocurren, pues desde la propuesta
posmoderna de la cibernética de segundo orden, nada está por fuera del sujeto que narra la historia.
En este sentido, los sujetos construyen la comprensión de su realidad, su historia, desde un contexto
social, político e histórico particular; en otras palabras, la historicidad da cuenta de la realidad creada
que emerge en un espacio-tiempo específico, con unas condiciones histórico-sociales específicas
que deben ser reconocidas, estudiadas e intervenidas desde la psicología social, pues de otra forma los
procesos de cambio que se quieran construir no tendrán el impacto y alcance esperado para la disciplina.

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Los aportes más significativos de la teoría crítica al desarrollo de la psicología social son:

»» Enfocar el análisis en el momento histórico en el que ocurren los sucesos de estudio.

»» Incluir la postura crítica en el rol del psicólogo social.

»» Fortalecer las miradas de la filosofía por encima de las biológicas, para comprender la psicología
desde las ciencias sociales.

»» Incluir la mirada interdisciplinaria para comprender la realidad social.

2. Una apuesta decolonialista en Latinoamérica


Desde esta postura sociohistórica, con una perspectiva claramente crítica de los problemas de orden
psicológico enmarcado en lo social, emerge la apuesta por el decolonialismo en Latinoamérica.

Para hablar de una apuesta decolonialista hay que partir del concepto de colonialismo, el cual se
entiende como el proceso de aculturación que vivieron los indígenas latinoamericanos de los países
europeos; los lenguajes, religiones y leyes propios de la cultura indígena se vieron desplazados por los
de la europea. De hecho, la actual calificación de “mestizo” sigue siendo parte de la herencia cultural
de quienes dominaron el territorio, y, en consecuencia, el ser histórico-social.

Posteriormente aparecería el neocolonialismo, la dominación de los países con poder internacional


económico-político sobre los países con mayores debilidades denominados por algunos como “países
del tercer mundo”. Dicha dominación se manifiesta en los principales representantes de los países
tercermundistas: los gobernantes, intelectuales, y hasta interventores sociales que utilizan categorías
propias de los denominados “países desarrollados”, para describir la sociedad, economía, cultura y
proponer intervenciones de distintos órdenes (históricos, políticos, económicos, entre otros), desde
una narrativa dominante y legitimada en “superar el subdesarrollo de los países tercermundistas”.

Algunos ejemplos bien conocidos, incluso apropiados como verdaderos por los latinoamericanos,
pueden ser:

»» Las descripciones de la colonización como procesos misionales.

»» Las ideas de civilización y progreso orientadas a seguir los parámetros europeos o norteamericanos.

»» Las narraciones sociales que tienden a sobrevalorar lo foráneo, eurocéntrico o colonial, y


minimizan lo indígena, mestizo o negro.

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Desde la perspectiva de la psicología social, y la mirada crítica que se presenta en esta lectura, se hace
necesario mencionar que la mayoría de los textos que narran la historia de los países latinoamericanos
han sido escritos desde una perspectiva colonialista, privilegian la voz de los que hacen parte de estos
grupos dominantes. Luego, la pregunta para la psicología social crítica sería: ¿es esta la única forma de
narrar la historia? ¿Existe solo una verdad de los sucesos históricos que merece ser publicada? Así que
se reflexiona sobre el peligro de una sola versión de la historia, pues seguramente la colonización sería
una narración muy distinta en los libros de historia si la escriben los pueblos dominados.

A propósito, ¿se ha cuestionado el origen e intenciones de los libros de historia? ¿Ha tomado como
verdaderas las lecturas que ha realizado de la historia de su país? ¿Ha dudado de las teorías que
atraviesan la disciplina psicológica? ¿Ha intentado crear sus propios procesos investigativos y crear
conocimiento latinoamericano?

Pues es momento de reflexionar sobre la impronta identitaria que esta historia ha dejado y sobre las
posibilidades y limitaciones de sus descripciones de los pueblos oprimidos (generalmente descritos
como inferiores). Si un ejercicio reflexivo, es imposible analizar cómo las historias narradas por los
grupos dominantes, tanto nacionales como extranjeros, que se han insertado en las academias
(colegios y universidades), gobierno, entre otros, han afectado el presente.

Ante esto, los procesos decoloniales proponen la reescritura de la historia, ampliando significativamente
las fuentes con las cuales se escribe, de forma que se pueda tener en cuenta la voz de los indígenas,
negros y mestizos, e incluir, además de la perspectiva militar (la tendencia general), los procesos sociales,
económicos, políticos. Sin olvidar los aspectos emocionales, que, de manera consciente o inconsciente
en los procesos identitarios, constituyen la presente cultura.

Es necesario, entonces, redefinir las categorías con las cuales se ha escrito la historia, para crear
una propias que la enriquezcan, a partir de los procesos culturales cotidianos, y desde allí realzar
las transformaciones necesarias para la sociedad, con la aceptación y percepción positiva de los
lenguajes, ritos y religiones, entre otros elementos culturales.

También es importante señalar que los procesos de descolonización no son exclusivos de


Latinoamérica, pues también están presentes en diversas regiones que han sido colonizadas,
como India y África.

Asimismo, para poder realizar procesos decoloniales, es imprescindible retomar los paradigmas
estudiados en el Escenario 2, pues esta postura crítica requiere repensar las metodologías de la
psicología social, para hacer teorías propias que otorguen sentidos a las comunidades culturales
latinoamericanas.

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Referencias
Marcuse, H. (2011). Entre hermenéutica y teoría crítica: Artículos 1929-1931. Barcelona, España:
Herder. Recuperado de https://ebookcentral-proquest-com.loginbiblio.poligran.edu.co

Rozo, J. (2004). Sistémica y pensamiento complejo - III. Observación y auto-observación. Bogotá,


Colombia: Biogénesis.

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INFORMACIÓN TÉCNICA

Módulo: Psicología Social y Comunitaria


Unidad 4: Paradigmas emergentes en Latinoamérica y
desarrollo social
Escenario 7: Una mirada a la psicología social crítica

Autor: Mary Natalia Ortegón Cifuentes

Asesor Pedagógico: Ingrid Gissell Ospina Posada


Diseñador Gráfico: Yinet Rodriguez
Asistente: Ginna Paola Quiroga Espinosa

Este material pertenece al Politécnico Grancolombiano.


Prohibida su reproducción total o parcial.

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