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Litigio:

Las estructuras del desacuerdo son aquellas en las que la discusión de un argumento remite
al litigio sobre el objeto de la discusión y sobre la calidad de quienes hacen de él un objeto.
(10, 11)

es a través de la existencia de esta parte de los sin parte, de esa nada que es todo, que la
comunidad existe como comunidad política, es decir dividida por un litigio fundamental,
por un litigio que se refiere a la cuenta de sus partes antes incluso de referirse a sus
"derechos". (23)
La política es la esfera de actividad de un común que no puede sino ser litigioso, la relación
entre partes que no son partidos y entre títulos cuya suma nunca es igual al todo. (29)

La política es la institución del litigio entre clases que no lo son verdaderamente.


"Verdaderas" clases: esto quiere decir -querría decir- partes reales de la sociedad, categorías
correspondientes a sus funciones. (33) (clases que son clases = posiciones subjetivas)

La política no tiene objetos o cuestiones que le sean propios. Su único principio, la


igualdad, no le es propio y en sí mismo no tiene nada de político. Todo lo que aquélla hace
es darle una actualidad en la forma de casos, inscribir, en la forma del litigio, la verificación
de la igualdad en el corazón del orden policial. (47)

Un modo de subjetivación no crea sujetos ex nihilo. Los crea al transformar unas


identidades definidas en el orden natural del reparto de las funciones y los lugares en
instancias de experiencia de un litigio. "Obreros" o "mujeres" son identidades
aparentemente sin misterio. Todo el mundo ve de quién se trata. (52) (no crea ex nihilo, ya
estaban ahí, a la vista de todos, en la superficie, como la carta robada, los obreros y las
mujeres, la violencia de género, los femicidios, el aborto, etc.)

el escenario político, el escenario de comunidad paradójica que pone en común el litigio, no


podría identificarse con el modelo de comunicación entre interlocutores constituidos sobre
objetos o fines correspondientes a un lenguaje común. Sin embargo, no por ello se lo
devuelve a una incomunicabilidad de los lenguajes, a una imposibilidad de inteligencia
vinculada con la heterogeneidad de los juegos de lenguaje […] el problema no es
entenderse entre gente que habla, en sentido propio o figurado, "lenguas diferentes", como
tampoco remediar "fallos del lenguaje mediante la invención de lenguajes nuevos. Es saber
si los sujetos que se hacen contar en la interlocución "son" o "no son", sí hablan o si
hacen ruido. Es saber si hay razón para ver el objeto que ellos designan como el objeto
visible del conflicto. (69)

Aristóteles cumple de entrada el telas de esta parapolítica que funcionará como el régimen
normal, honrado, de la "filosofía política": transformar a los actores y las formas de acción
del litigio político en partes y formas de distribución del dispositivo policial (96)
. La posdemocracia es la práctica gubernamental y la legitimación conceptual de una
democracia posterior al demos de democracia que liquidó la apariencia, la cuenta errónea y
el litigio del pueblo, reductible por lo tanto al mero juego
de los dispositivos estatales y las armonizaciones de energías e intereses sociales […] lo
que presupone el consenso es la desaparición de toda diferencia entre parte de un litigio y
parte de la sociedad. Es la desaparición del dispositivo de la apariencia, de la cuenta
errónea y del litigio abiertos por el nombre de pueblo y el vacío de su libertad. Es, en suma,
la desaparición de la política (129, 130)

En este sistema, todo litigio se convierte en el nombre de un problema. Y todo problema


puede reducirse a la mera falta -al mero retardo- de los medios de su solución. (135)

Es la borradura "razonable" y "pacífica" de la apariencia en la exposición integral de lo real


de la cuenta errónea del pueblo en el balance de la población y del litigio en el consenso
que rebaja al monstruo de la alteridad radical en el defecto de la política. (149)

. Por un lado, las lógicas de los sistemas consensuales borran las marcas de la apariencia, la
cuenta errónea y el litigio políticos. Por el otro, convocan a la política expulsada de sus
ámbitos a establecerse en el terreno de una mundialidad de lo humano que es mundialidad
de la víctima, definición de un sentido de mundo y de una comunidad de humanidad a
partir de la figura de la víctima. (169)

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