Está en la página 1de 3

FILOSOFÍA DEL DERECHO.

1.- EN QUE CONSISTE LA PLENITUD DEL ORDEN JURÍDICO.

En opinión de López (1987, p. 24) cuando se habla de Derecho, se

hace referencia a un amplio y complejo conjunto de normas jurídicas

vigentes en un determinado período de tiempo, que presentan además una

unidad estructural con una fuerte cohesión o unidad interna, pues las normas

jurídicas no existen aisladas y afirma, López que ellas forman un conjunto

ordenado y sistemático al que se le denomina ordenamiento jurídico.

Explica Fernández (2005, p.225) que esa unificación y sistematización

de las normas jurídicas necesitan, para lograr su eficacia y su carácter

sistémico, la existencia de dos rasgos fundamentales: la coherencia y la

plenitud. El primero supone la unidad que tiene que expresarse tanto en el

plano interno como en el formal del ordenamiento jurídico, y el segundo

significa la garantía de una justicia, la más perfecta posible para los hombres

de una sociedad.

Así mismo argumenta que por ello, para que sea pleno el ordenamiento

jurídico, debe tener una respuesta para cada demanda de la vida social, y

ello sólo se logrará si se completa con las nuevas leyes que surgen a raíz del

dinamismo de las relaciones sociales, o a través de principios universales del

Derecho, o aquellos que se encuentran en su interior; sólo así logrará su


plenitud, aspiración que continúa latente para todos los legisladores en pos

de lograr una correcta aplicación del Derecho.

El fin del ordenamiento jurídico, como afirma Poole (1998.p.339)  es promover entre

los hombres una justicia lo más perfecta posible. Es por eso que se habla de plenitud a su

entender, ya que al promover todos los valores que con sus medios específicos puede

proteger se puede calificar como justo. Desde el punto de vista de la concepción normativista

del orden jurídico. Plantea Hasse (2009, p.43) que el sentido unitario de una pluralidad de

normas se encuentra en la referencia a una norma fundamental que constituye el punto de

partida de la creación del Derecho. Esta norma fundamental es la que le da al sistema

jurídico su sentido de plenitud, es decir, un sistema que contemple y regule todos los hechos

jurídicos.

Por otra parte, en similar criterio refiere Latorre (1971, p.89) que del ordenamiento en

su conjunto se han de extraer las reglas aplicables a cualquier caso que se presente. De ahí

se deriva lo que pudiese llamarse “plenitud del ordenamiento jurídico”, en el sentido de que

un ordenamiento debe permitir los medios de solución de todos los casos concretos que se

presenten. La plenitud del ordenamiento jurídico no debe basarse en la consideración de que

éste no presenta lagunas, que lo recoge todo, por el contrario, la plenitud es una aspiración

que queda en el plano deontológico.

El ordenamiento jurídico debe gozar de una armonía tanto interna como externa entre

sus componentes, quienes deben nutrirse de forma recíproca para irse completando y

actualizando, porque no constituye un sistema estático, al contrario, está siempre en estado

constituyente porque las relaciones sociales son muy ricas, cambian con el devenir histórico.

Por eso, atendiendo las condiciones históricas y socioeconómicas de la sociedad y a la

voluntad política, el ordenamiento jurídico debe establecer medios de solución para todo

caso que se presente, sin dejar desamparada la pretensión de ningún ciudadano.

El Derecho visto en su totalidad goza de plenitud porque dentro de él se encuentran


las posibles soluciones para colmar los vacíos jurídicos, sin embargo, el ordenamiento

jurídico carece de plenitud porque la ley, además de contener lagunas en su interior, no

evidencia los métodos o las vías para darle solución. Las lagunas de la ley son

circunstancias fácticas que el legislador no previó, o normas inaplicables que padecen de

imperfecciones legislativas, pero ambas situaciones merecen garantía jurídica porque

lesionan la plenitud, la coherencia del ordenamiento jurídico, y fundamentalmente, la

seguridad jurídica, lo cual deviene en una dificultad para los ciudadanos que acuden al

Derecho en busca de una solución justa que ampare sus derechos, haciéndose

imprescindible de esta manera, la búsqueda de soluciones a través de la integración del

Derecho.

2.- QUE ES UNA LAGUNA Y CUALES SON LAS CLASES DE LAGUNAS


EXISTENTE PARA LA FILOSOFÍA DEL DERECHO.
Varios autores dentro de la doctrina jurídica han ofrecido su estudio a dar
una definición del término lagunas, existiendo entre ellos puntos en común,
donde las diferencias en ocasiones, tienen implicaciones teóricas o,
simplemente semánticas. Existen dos grupos fundamentales desde el punto
de vista metodológico, en el primero se ubican los conceptos que distinguen
las lagunas como aquellos vacíos o la ausencia de regulación. En primer
lugar, De Castro (1955, p.528) quien refiere que las disposiciones de la ley,
como obra humana que son, no pueden regular ni preverlo todo, por lo que
está a favor de los vacíos normativos.
Por otro lado, Nino(1997, p.281) expone que existen lagunas cuando el caso
que se presenta carece completamente de respuesta en el sistema jurídico.
Siguiendo esta misma línea se pronuncia Latorre (1971, p.82) quien
considera que las lagunas son áreas vacías para las cuales la ley no ha
previsto ninguna norma.

También podría gustarte