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Semana 1

Evaluación para
Población Objeto
de la Educación
Especial

Unidad 1
La evaluación
educativa.

Material compilado con fines académicos, se prohíbe su reproducción total o parcial sin
la autorización de cada autor.
1. La evaluación educativa
El tema que nos atañe en esta ocasión es la evaluación educativa. Si bien la evaluación
es un proceso por el cual algunas personas no les gusta transitar, es un proceso
necesario en cualquier contexto educativo. Tal vez nos rehusamos a ser evaluados
porque en algunas ocasiones sólo ha servido para resaltar las partes negativas.
Si este es el caso, lo ideal es revertir esta idea para ver a la evaluación como una
oportunidad de un cambio positivo.

En esta unidad precisaremos términos como: evaluación, evaluación educativa, evaluación


de los aprendizajes, ámbitos de la evaluación, tipos de evaluación y aspectos de la
evaluación. Todos ellos se relacionarán con la educación especial. Algunos ya se
irán relacionando desde esta primera entrega y otros en los futuros bloques.

La evaluación debe ser considerada como un proceso continuo que sirva para:

• Identificar las áreas de oportunidades donde se pueda mejorar.

• Reconocer las fortalezas del proceso educativo.

• Reconocer el esfuerzo de los actores involucrados.

• Conocer el alcance académico.

• Obtener información que permita elaborar estrategias adecuadas.

• Realizar la metacognición, es decir, tomar conciencia del cómo se aprende, de lo


que se debería saber, saber lo que se sabe y reconocer el proceso de aprendizaje.

• Lograr la autorregulación, la autonomía y mejorar las estrategias educativas.

1.1. Definiciones y puntos de partida

El Punto de partida para poder discernir sobre la evaluación educativa es la definición


de términos pertinentes. Se inicia con la definición de evaluación que da la Real
Academia de la Lengua Española.

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Evaluación: Acción y efecto de evaluar

Esta acepción nos remite a la definición del verbo evaluar.

Evaluar:

1. Señalar el valor de algo.


2. Estimar, apreciar, calcular el valor de algo.
3. Estimar los conocimientos, aptitudes y rendimientos de los alumnos.

Las tres definiciones se encaminan al cálculo del valor de algo. En este caso sería
asignar un valor a lo que se sabe. Como esta definición es muy genérica y amplia,
vayamos acotándola a la evaluación en educación. El Glosario: Términos utilizados en
la Dirección General de Planeación y Programación 2008. Define a la evaluación como:

Etapa del proceso administrativo por medio de la cual se lleva a cabo la comparación
entre los recursos y metas programados y el resultado real de las operaciones durante su
ejecución; mediante esta etapa se pretende la búsqueda de los orígenes, causas
y efectos de las desviaciones o constatar los impactos socioeconómicos positivos
con el fin de formular recomendaciones, para la adopción de medidas correctivas
o bien confirmar las estrategias y programas operativos, y de esta manera alimentar
el proceso corrigiendo la planeación y la ejecución. (SEP, 2018, p.100).

Para la SEP (2013) la evaluación de los aprendizajes:

... permite valorar el nivel de desempeño y logro de los aprendizajes esperados;


además, identifica los apoyos necesarios para analizar las causas de los aprendizajes
no logrados y tomar decisiones de manera oportuna... la evaluación en el contexto
del enfoque formativo requiere recolectar, sistematizar y analizar la información
obtenida de diversas fuentes con el fin de mejorar el aprendizaje de los alumnos
y la intervención docente. (p. 17).

En otras palabras la evaluación de los aprendizajes es valorar al alumno para ver


cuánto aprendió dependiendo del objetivo académico. Para hacer este juicio valorativo
se necesita recolectar información, los medios pueden ser los exámenes objetivos,
cuestionarios, productos educativos, la observación directa, etc. De tal forma que
se forme un portafolio de evidencias que permita asignarle una calificación y tomar
decisiones estratégicas para mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje.

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Es importante no confundir a la evaluación con medir o calificar, pues son conceptos
diferentes. Medir se refiere a tomar una medida cuantificable en longitud, extensión,
volumen o peso. Mientras que calificar es asignar un valor numérico a algo según
sus cualidades. Evaluar es un proceso mucho más complejo que estos dos términos,
pues implica valorar cualitativa y cuantitativamente, además sigue una serie de
procedimientos sistemáticos, confiables y válidos.

Para Cruz, Crispín y Ávila (2013), la evaluación ayuda a saber:

... en qué medida se cumplen los objetivos propuestos, si los medios fueron los adecuados,
si se está respondiendo a las necesidades de los alumnos y si la actuación del
profesor coincide con los objetivos propuestos. (p. 134).

En conclusión podemos decir que la evaluación es un proceso sistemático donde


se mide el cumplimiento de los objetivos, considerando los avances y desarrollo
del sujeto a evaluar. La evaluación tiene diferentes campos y elementos a evaluar,
además existen diferentes tipos de evaluación. A continuación describiremos cada
parte para su mejor comprensión.

1.2. Ámbitos de la evaluación


Los ámbitos de la evaluación son varios. El término de evaluación educativa remite
en primera instancia a la evaluación de los alumnos, pero existen varios campos
susceptibles a ser evaluados en terrenos educativos. El siguiente esquema presenta
los más comunes.

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Figura 1. Ámbitos de la evaluación educativa. Elaboración propia.

Evaluación de los aprendizajes. Es el juicio valorativo de lo que aprendió el alumno en


el curso. Por lo regular se le asigna una calificación para ir contabilizando su avance.
Los instrumentos para esta evaluación se conjuntan en el portafolio de evidencias.
Hasta hace pocos años y con la implementación del paradigma por competencias,
se empezó a evaluar al alumno desde los 3 ejes formativos. El saber hacer, el saber
ser y el saber. Dicho en otros términos, se toma en cuenta para calificar a los alumnos
el conocimiento teórico que aprendió, su actitud durante el curso y la aplicación de
lo aprendido.

Evaluación de los docentes y administrativos. El segundo actor susceptible a ser evaluado


son los docentes. En ellos se evalúa su práctica docente, su trabajo administrativo y
su actualización para el trabajo. Esta evaluación está en manos de directivos, supervisores
e instituciones autónomas encargadas de la evaluación del magisterio a nivel nacional.
La evaluación de los docentes ha cobrado en los últimos años gran importancia, pues
no sólo ha sido utilizada como una herramienta de mejora educativa, sino también
de campo de disputa política.

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La evaluación de los administrativos (directores) va en función de su trabajo para
mantener de forma autónoma la escuela en la que labora. Así como el control y desempeño
centro escolar. El procedimiento para evaluar a los directivos es similar al que siguen
los docentes.

Evaluación escolar. Consiste en recabar la información suficiente y emitir un juicio


valorativo sobre las condiciones en las que se encuentran los centros educativos.
Algunos rubros a evaluar pueden ser: el desempeño del personal, las condiciones
laborales, la capacidad y calidad educativa, la pertinencia del currículum, las instalaciones,
el material con el que cuentan, los servicios que ofrecen, el impacto social que tienen
en su comunidad, la aplicación de políticas inclusivas, etc.

Evaluación curricular. Este tipo de evaluación se remite a verificar la pertinencia de


los planes y programas de estudio. Se revisa todo el currículum formal de la institución
educativa, se identifican las fortalezas y las áreas de oportunidad para mejorar. Se
hacen los cambios pertinentes para actualizar el currículum. Los expertos recomiendan
que las revisiones curriculares deban ser mínimamente cada 10 años. Pues para saber
la efectividad del currículum es necesario que los egresados pongan en práctica lo
aprendido en la escuela y de esta manera saber qué funciona y qué no del currículum
vigente.

Evaluación de programas intervención. Esta evaluación se puede aplicar en contextos


no educativos. Es decir, las fundaciones u organizaciones que tienden a un sector
específico de la población cuentan con programas de atención que siempre son
susceptibles de ser evaluados. Los procedimientos varían en función de la institución
que lo realiza. Por lo regular lo que siempre se evalúa es el cumplimiento de los
objetivos el programa. Se incluye esta evaluación en especial, considerando que un
campo laboral por excelencia de los maestros en educación especial son organizaciones
que aplican programas de intervención o atención a personas con necesidades educativas
especiales con o sin discapacidad.

1.3. Tipos de evaluación


Los tipos de evaluación atienden a los momentos evaluativos, a la finalidad de la
evaluación, a su nivel de alcance y por quienes la realizan. Es decir, la clasificación de
los tipos de evaluación están en función del ¿cuándo evaluamos?, ¿para qué evaluamos?
Y ¿qué o hasta dónde vamos a evaluar?

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Por momentos y finalidad de la evaluación se clasifica en tres.

Evaluación diagnóstica: se realiza al inicio del programa educativo. La intención es


explorar cuánto sabe el alumno sobre el tema, lo que piensa, cómo se siente o para
diagnosticar alguna dificultad de aprendizaje. Esta evaluación es más libre y no tiene
un valor número. Es decir, los resultados no cuentan para la evaluación final.

Evaluación formativa: se hace a lo largo de todo el proceso de enseñanza aprendizaje.

Evaluación sumativa: es efectúa al final del proceso, o sea, al final del curso, del
bloque, del parcial, etc. Se valora el producto final (trabajo final) o con el conjunto de
evidencias realizadas durante todo el proceso.

Por el nivel de alcance de la evaluación en dos:

Evaluación global: tiene una visión amplia sobre el fenómeno educativo. Es de forma
holística, pues toma en cuenta a todos los componentes del objeto de estudio.

Evaluación parcial: solo valora una parte de fenómeno educativo, por ejemplo: solo
evalúa un componente de la evaluación global.

La evaluación también se puede calificar en función de las personas que lo realicen.


Desde esta tipificación encontramos tres maneras:

Autoevaluación: es cuando uno se evalúa a sí mismo.

Coevaluación: es la evaluación que se realiza entre pares. Por ejemplo: cuando los
alumnos se evalúan entre ellos, o los maestros evalúan a otros maestros.

Heteroevaluación: cuando la evaluación la realiza otra persona especializada. Una


muestra es cuando los alumnos son evaluados por su maestro o cuando el docente
es evaluado por el Estado.

1.4. Aspectos de la evaluación


Como ya se ha mencionado la evaluación es una parte importante en el proceso de
aprendizaje. Pues esta fase del proceso permite obtener información y determinar en
qué medida se cumplió el objetivo. La intención es mejorar los procesos educativos.

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La SEP (2017), menciona que la evaluación debe ser una práctica cotidiana que permita
generar criterios para hacer modificaciones didácticas pertinentes. La evaluación en
la educación básica es de carácter diagnóstico, formativo y sumativo.

Los ámbitos a consideran para la evaluación son:

Académico

Escolar Familiar

Ámbitos
de la
evaluación

Figura 2. Ámbitos de la evaluación. Elaboración propia.

Escolar. En el ámbito escolar se considera la evaluación a profesores, directivos,


escolar, curricular programas de intervención.

Académico. El ámbito académico se centra en el proceso de aprendizaje del alumno.


Ocupando a la evaluación de los aprendizajes para conocer su nivel académico.

Familiar. Dentro del ámbito familiar se evalúan las condiciones sociales, culturales
y económicas en las que se desenvuelve el alumno. Considerando que el contexto
tiene gran repercusión en el desenvolvimiento académico del alumno.

Para la educación especial el proceso evaluativo varía dependiendo las características


de cada alumno. Los rubros que se consideran para evaluar académicamente son
los siguientes.

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• Diagnóstico.

• Tipo de discapacidad.

• Si es sobresaliente o con talentos especiales.

• Desarrollo cognitivo.

• Desarrollo sensorial.

• Desarrollo motriz.

• Desarrollo de la comunicación y lenguaje.

• Desarrollo emocional.

• Independencia.

• Autonomía.

• Apoyo familiar.

• Inclusión social.

• Integración del campo laboral.

Cuando los alumnos de educación especial son incluidos en escuelas regulares los
docentes deberán adaptar el currículum, las estrategias didácticas y por consecuencia
la evaluación. Todos estos ajustes siempre serán bajo las premisas de desarrollo
individual de cada caso.

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Referencias Bibliográficas

Cruz, I., Crispín, M. y Ávila, H. (2013). La evaluación formativa: estrategia para promover
el cambio y mejorar la docencia. En Rueda, M. y Díaz Barriga, F. (Comp). Evaluación
de la docencia perspectivas actuales. México: Paidós.

Real Academia Española. (2019). Evaluación. En Diccionario de la lengua española


(23. ª ed.). Recuperado de: https://dle.rae.es/?id=H8JsfPe

Real Academia Española. (2019). Evaluar. En Diccionario de la lengua española (23.


ª ed.). Recuperado de: https://dle.rae.es/?id=H8KIdC6

SEP. (2017). Aprendizajes clave para la educación integral. Programas de estudio para
la educación básica. México: SEP.

SEP. (2013). Las estrategias y los instrumentos de evaluación desde el enfoque formativo.
México: SEP.

SEP. (2008). Glosario. Términos utilizados en la Dirección General de Planeación y


Programación 2008. México: SEP.

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