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Mi Camino Dominico

Experiencia de reafirmación de mi fe

CONVENTO SAN JACINTO

Sábado 07 de septiembre de 2013


Autor: Willy R. Rivero O.P.
Mi Camino Dominico

ÍNDICE

Introducción p.6

PARTE I

 Mis inicios en la fe católica p.8


 Mi madrina Julia se marcha sin despedirse p.11
 La promesa al Nazareno de San Pablo y la respuesta p.13
a mi inquietud espiritual en el movimiento de Encuentros
de Promoción Juvenil E.P.J.
 Dios me dice: ¡Willy no te quiero aquí! p.15

PARTE II

 Sirviendo desde otro contexto p.17


 Investidura de mi amigo Emproísta Jorge Luis Quintero p.19
 Resumiendo mi carrera militar y profesional p.21
 La evocación de un curioso acontecimiento p.23

PARTE III

 El llamado a rezar en el mes de mayo, mes de la virgen. p.25


Cuando una pasión te lleva a otra mucho mayor
 Las primeras “casualidades” de Dios p.25
 El Santo Rosario comienza a despertar de su letargo p.27
mi adormecida fe
 El Rosario poco a poco me devuelve a la Iglesia p.28

PARTE IV

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 Mi preocupación por el fenómeno de “inmediatez p.30


de la fe” en los jóvenes
 Mi encuentro con Raúl Gómez, un piadoso maracucho p.31
 La Cruz Tau. Símbolo Franciscano p.32
 Milagros Pulgar, nuestra Dominica “in pectore” p.34

PARTE V

 Otra de esas “casualidades de Dios”. La Iglesia, p.36


Milagros y Fray Celerino Anciano
 Mi cruzada particular. El Santo Rosario y mi encuentro p.38
con Fray Celerino
 Raúl me invita a participar del altar de la palabra p.41
y Andreina lanza el anzuelo
 Milagros y yo asumimos juntos el apostolado p.42
del Santo Rosario

PARTE VI

 Ser Dominico ¿Cómo es eso? p.44


 El estado de gracia y la indulgencia plenaria p.45
por las almas benditas del purgatorio
 ¿Fanatismo religioso o manifestaciones reales? p.47
Mis confidencias con la Virgen
 Mi primer Rosario en el ambón p.49

PARTE VII

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Mi Camino Dominico

 La Santísima Virgen me tiene otras sorpresas p.50


 El milagro que la Virgen me hace recordar p.51
El niño perdido y hallado en el templo
 Mi prudencia al hablar de lo sagrado y la confirmación p.55
de mi amiga Milagros con la Virgen de Lourdes
 Mes de octubre de 2011. Se acerca la celebración del día p.57
de la Virgen del Rosario

PARTE VIII
 Invitación a un compartir fraterno de Familia Dominica p.58
Dios me muestra una vez más y con completa claridad
sus “casualidades”
 ¿“Coincidencia” o providencia? ¡Dios me llama p.60
directamente con sus brazos abiertos!
 Mi Camino Dominico. El primer paso p.63
 Raúl me habla por primera vez de la cofradía del rosario p.65

PARTE IX
 El síndrome de Guillain Barré pone a prueba mi recién p.66
renovada fe
 La solidez de la fe hace llevadera la cruz de p.69
la enfermedad de Danielito. El poder del Santo
Rosario y la oración
 Y siguen las “casualidades de Dios”. Esta vez intercede p.71
la Divina Pastora
 La fe de mi Danielito, más grande que un grano p.72
de mostaza

PARTE X

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 Un regalo para profundizar en la fe p.74


 Fray Celerino me bautiza p.75
 Investigando más sobre la Orden de Predicadores p.76
 Mis dudas acerca de los ministros de la Eucaristía p.77
Dios me confronta

PARTE XI

 La Liturgia de las Horas. El mejor regalo p.80


 La Chinita. Gran devoción marabina p. 82
 Preguntas y respuestas en intimidad con Dios p.84
 Fray Celerino se despide. Se nos va el santo al cielo p.86

PARTE XII

 Misa de cuerpo presente. La feligresía y autoridades p.87


del clero muestran su amor a Fray Celerino Anciano
 La misión Faced’Dios. Defensa de la fe católica p.91
La Virgen me enlaza con el Rosario. Mi ingreso p.93
en la Cofradía
 La Virgen de mi madrina. La casualidad de Dios p.94
que faltaba

PARTE XIII

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Mi Camino Dominico

 8 de agosto, fiesta dominica. Celebración del día de p.95


Santo Domingo de Guzmán
 De misión con el Santo Rosario p.97
 12 camándulas misioneras viajan a Miami p.99
 Preparativos para el día de la virgen del rosario p.101

PARTE XIV

 Visita del Maestro General de la Orden p.102


 El curso de formación eucarística. La voluntad p.103
de Fray Celerino
 Celebración del día de la Virgen del Rosario p.104
 Mi premio por abrazar a la Virgen p.105

PARTE XV

 Somos re-bautizados p.108


 ¡Gracias a Dios no soy el único loco! p.110
 Voluntad cumplida, ahora a servir p.112
 Mi familia y la vocación dominica p.117

PARTE XVI

 ¿Por qué Dominico? p.118


 La casualidad del broche de oro p.121

MI CAMINO DOMINICO

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EXPERIENCIA DE REAFIRMACIÓN DE MI FE

Por Willy Rafael Rivero Rivero O.P.

Dominico Seglar

INTRODUCCIÓN

Los cristianos católicos generalmente nos acordamos de Dios cuando


estamos atiborrados de problemas y no vemos salida, lo usamos como
último recurso, en muchas oportunidades como si fuera una simple
píldora para el dolor de cabeza y la mayoría de las veces, como tienda
gratuita por departamentos donde hacemos una lista de innumerables
peticiones por nuestras necesidades terrenas.

Esta manera superficial, que hasta demuestra indiferencia y desprecio


por Dios es producto de la secularización que a través del tiempo ha
experimentado la sociedad y la prioridad que damos las personas a las
cosas materiales. Son los placeres, el dinero y el hedonismo, los
nuevos “dioses” que la humanidad adora por encima de todo.

¿Qué experimentamos en consecuencia de la sustitución de Dios por


estos nuevos ídolos en nuestra fe?, ¿ésta se duerme?, ¿se paraliza?, ¿en
algunos casos se diluye?, ¿en otros se congela?, ¿o se hace invisible?
Esta fe se vuelve sumamente frágil y termina quebrándose y
desapareciendo, pasando unos a convertimos en creyentes en cualquier
asunto que satisfaga nuestra acomodaticia sed espiritual y/o material:
supersticiones, new age, falsas doctrinas, entre otras cosas, o

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Mi Camino Dominico

simplemente otros asumimos una postura donde Dios vive muy débil o
constituye un mito inexistente, tal y como pregonan los ateos.

El punto neural en cada uno de nosotros es el conocimiento de la


propia fe, pues no se puede querer y mucho menos defender lo que no
se conoce, lo que no se vive ni se entiende en profundidad. Así que
somos muchos los católicos de etiqueta, que sólo asistimos a la iglesia
en 4 o 5 oportunidades en la vida para cumplir con los
convencionalismos sociales: bautizo, comunión, confirmación,
matrimonio y funeral, o nos convertimos en católicos de solo los
domingos para aparentar ante Dios y la sociedad que lo tomamos en
cuenta. Es pues momento de sacudir esa indiferencia, aceptar e
interiorizar que el centro de nuestra vida debe ser Dios, pues de Él
venimos y hacia Él debemos ir.

Este relato quizás parezca para algunos una fantasía, el cuento de un


fanático para otros y hasta una fábula ridícula y cursi para muchos.
Pero sin importarme en lo más mínimo las burlas, juicios y
señalamientos que puedan surgir de su lectura, puedo decirles con toda
sinceridad que trata sobre el reavivamiento de la llama de la fe
abordado desde mi propia experiencia, y cómo en el devenir del
tiempo, esa fe me renovó desde adentro, llevándome poco a poco y sin
darme cuenta a los brazos de la Orden de Predicadores. Te invito
entonces, mi estimado lector a ser mi compañero de viaje en este
camino, mi camino dominico.

PARTE I

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Mi Camino Dominico

MIS INICIOS EN LA FE CATÓLICA

Nací en Caracas el 19 de octubre de 1966 en el seno de una humilde


familia donde aprendí los mejores valores y principios que me han
convertido en la persona que soy. Mi familia está conformada por mis
padres: Lelis Ramona Rivero, Rafael Segundo Rivero y un hermano
menor llamado Antonio José. Actualmente estoy felizmente casado por
la iglesia, desde hace 15 años, con Ana Belén Santamaría Gallardo y
tengo un hijo de 13 años llamado Daniel Alejandro, la luz de mis ojos.

Recuerdo que cuando niño, vivíamos en el barrio Guaicaipuro I de la


populosa parroquia de Catia. Luego nos mudamos a un anexo de la
casa de mis padrinos en la calle la Ladera, casa N° 21 en los Magallanes
de Catia. Fui bautizado por el Presbítero Salvador Gálvez en vísperas de
noche buena un 24 de diciembre de 1971 en la capilla Nuestra Señora
del Carmen, mis padrinos (f) fueron: Sixto Fajardo y Julia Herminia
Valladares de Fajardo, un par de viejitos llenos de amor que reforzaron
mis valores cristianos y me llevaron de la mano, junto con mis padres,
los primeros y más felices años de mi infancia.

De mi madre Lelis aprendí la caridad, ella me enseñó a ser solidario


con los necesitados y a ayudarlos en la medida de lo posible, el
colocarme en el lugar del otro y sensibilizarme con su dolor. De mi
padre Rafael Segundo, aprendí el valor del trabajo, la honestidad, la
responsabilidad y el sacrificio. ¡Mis padres son realmente maravillosos
y doy gracias a Dios porque todavía puedo disfrutarlos!

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Mi Camino Dominico

Mi madrina Julia pertenecía a la cofradía del Sagrado Corazón de Jesús


y tenía un pequeño altar detrás de su cocina de kerosene con cuadros
pequeños del Nazareno de San Pablo, San Marcos de León, San Miguel
Arcángel, Santa Eduvigis, Santa Elena, Santa Lucía, Santa Bárbara,
Santa Clara de Asís, San Jorge, San Judas Tadeo, Oración a la mano
poderosa, el Santo Niño de Atocha, la Santísima Trinidad y San Martín
de Porres, entre los que recuerdo. También poseía una cruz de madera
que ella acostumbraba vestir con papel de seda blanco y otras veces de
colores, el día de la cruz de mayo. Me causaba mucha curiosidad el
cuadro de San Martín de Porres porque había animalitos en él. Un día
le pregunté a mi madrina Julia:

-Madrina, ¿por qué San Martín de Porres tiene un perro, un gato y un


ratón?

- Ah, porque él era muy bueno con todos los animales

¡A mí me encantan los animales! De pequeño yo quería ser veterinario.


Yo tuve un perro llamado Popy y mi madrina Julia tenía tres gatos que
yo cuidaba mucho. ¡Así que a partir de ese día le tomé un cariño
especial a San Martín de Porres! Aunque nunca fui su devoto.

La figura central en el altar era una imagen de yeso del Sagrado


Corazón de Jesús de unos 30 cm. de alto. Una noche mi madrina
comenzó a enseñarme a rezar el santo rosario con las letanías a la
Virgen. A veces me aburría y me daba sueño, pues ella rezaba a altas
horas de la noche haciendo novenas. Después del rezo, cuando no me
quedaba dormido, permanecía en la cocina contemplando al Sagrado

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Mi Camino Dominico

Corazón de Jesús. Yo solo lo observaba absorto, sin decir nada y por


largo rato. Aquello me transmitía una sensación de paz y sosiego que
no experimentaba con nada más. Sentía como si me diera un largo y
cálido abrazo.

Mi primera visita a un templo, fue a la iglesia de Nuestra Señora de los


Dolores, en los Magallanes de Catia. Mi madrina y mi madre iban
ambas cubiertas con una mantilla de encajes en la cabeza. En la iglesia
yo les preguntaba acerca de todo aquello que acontecía. Quise ser
monaguillo como los niños que acompañaban al cura que daba la Misa.
Pero me asustaba mucho la imagen de la dolorosa vestida de negro y
con su corazón atravesado de puñales. En Semana Santa no faltábamos
a la iglesia y acudíamos a las procesiones.

En el año 1974 nos mudamos a la ciudad de Guarenas, en el estado


Miranda. En 1977, mi hermano Antonio y yo asistimos al templo de
Nuestra Señora de los Dolores, en compañía de mi mamá para recibir
nuestra primera catequesis de comunión, pero dado a que vivíamos
fuera de Caracas tuvimos que hacer la catequesis en el Grupo Escolar
“Ambrosio Plaza”, colegio donde estudiábamos. Es así que en 1978
recibimos la primera comunión en la iglesia Nuestra Señora de
Copacabana en Guarenas de manos de un joven Sacerdote, quien tenía
apenas tres años de haber sido ordenado Presbítero, su nombre: Mario
del Valle Moronta Rodríguez.

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MI MADRINA JULIA SE MARCHA SIN DESPEDIRSE

En 1988 falleció mi padrino Sixto Fajardo de una cirrosis hepática. Yo


me encontraba estudiando segundo año en la Escuela de Sub Oficiales
de la Armada. Me informaron la noticia y me concedieron el permiso
para asistir a su funeral. Al llegar estaba mi madrina, una viejita de 77
años, inconsolable. La abracé y se calmó. Al día siguiente mi padrino
fue enterrado en el cementerio general del sur. No quise asistir porque
me causaba mucho dolor el despedirme.

En 1993 ya tenía cuatro años de haberme graduado en la Armada. Me


encontraba entonces cumpliendo una comisión en Puerto Ayacucho,
estado Amazonas. Mi madrina había estado muy enferma y se
encontraba recluida en el hospital periférico de Catia. Cuando regresé
visité a un amigo que vivía en el Junquito y le dije que me acompañara
a visitar a un familiar. El me preguntó:

-¿A quién vas a visitar?

-A mi madrina Julia, mi viejita de los Magallanes

-¡Willy tu madrina murió hace un mes! ¡Pensé que lo sabías!

Yo enmudecí y más que tristeza, sentí frustración. ¿Cómo no me


pudieron avisar? ¡Si tan sólo la hubiera visto por última vez!

¡Mi madrina se había marchado sin despedirse de mí!

Yo había conversado con ella una vez y le dije que cuando ella muriera,
lo único que yo quería eran sus rosarios de cuentas negras. Eran las

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Mi Camino Dominico

camándulas con las que me enseñó a rezar el santo rosario, uno lo


usaba ella y el otro yo. También tenía un cuadro nuevo del Sagrado
Corazón de Jesús en la mesa de su cuarto. A mí me encantaba ese
cuadro porque era como si me viera y me estuviera llamando. Mi
madrina decía que a mí me dejaría el cuadro del Santo Niño de Praga,
que también tenía colgado en su pared de la habitación, pero a mí me
gustaba el del Sagrado Corazón de Jesús.

¡El rosario y el Sagrado Corazón de Jesús, dos cosas que sin saberlo
eran ya trascendentales en mi vida!

Mi madrina tenía una hija adoptiva llamada Aixa, quien era miembro
de la secta de los testigos de Jehová. Una vez sepultada mi madrina,
Aixa tomó los rosarios y los arrojó en la basura, partió las cruces,
rompió los cuadros de los santos, regaló un cuadro de la Virgen y los
otros los destruyó. ¡No sobrevivió ninguno! Al pensar en ello, siento
nostalgia. ¡Cuánto hubiera querido conservar el cuadro de la Virgen
del Rosario de Pompeya, el del Corazón de Jesús y los rosarios! Sin
embargo, Dios me recompensaría con algo mucho más hermoso al cabo
de muchos años.

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LA PROMESA AL NAZARENO DE SAN PABLO Y LA


RESPUESTA A MI INQUIETUD ESPIRITUAL EN EL
MOVIMIENTO DE ENCUENTROS DE PROMOCIÓN JUVENIL
EPJ

De acuerdo al relato de mi madre, fui un niño enfermizo durante mi


infancia. Así que ella hizo una promesa al Nazareno de San Pablo por
haberme salvado de una grave hepatitis. Me correspondió entonces
vestirme con el hábito morado de nazareno y acudir durante diecinueve
años a la basílica de Santa Teresa el miércoles santo a pagar mi
promesa.

En 1985 tuve una experiencia de vida cristiana que marcó mi vida y la


dividió en un antes y después de Jesucristo. Tenía unos diecisiete años
y una gran inquietud espiritual. A pesar de haber nacido católico y
cumplido con los sacramentos del bautismo y la comunión, tenía
muchas dudas espirituales que necesitaban respuesta.

Comencé mi búsqueda personal cuando estudiaba bachillerato. Una vez


acudí con un amigo llamado Carlos Flores, a un culto cristiano
protestante donde había sido invitado por mi profesor de contabilidad,
Dimas Pérez, para amenizar con nuestras guitarras los cantos. Nada de
lo que vi y escuché allí me llenó, así que emprendí de nuevo mi
exploración y asistí en dos oportunidades a un templo Hare Khrisna en
Guatire, donde a pesar que hacían una comida vegetariana muy
sabrosa que llamaban prasada, tenían ritos politeístas totalmente
extraños para mí, tanto que llegué a sentirme sumamente ridículo,
mientras caminaba aplaudiendo alrededor de un matero repitiendo los

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Mi Camino Dominico

mantras que previamente nos habían distribuido en una hoja. Más


temprano que tarde dije que jamás volvería a colocar un pie en ese
lugar.

Llegué a estudiar algo de música en la Estudiantina Municipal Antonio


Machado, EMAM, en el pueblo de Guatire-Edo Miranda. Al finalizar
uno de los ensayos fui invitado por mi Profesor Rafael Gavidia a
pertenecer al coro de la iglesia de Nuestra Señora de Copacabana, hoy
en día sede de la Diócesis de Guarenas. Conocí allí a Alfonso Pachón,
estudiante de filosofía en la UCV, quien me invitó a participar en un
“encuentro de promoción juvenil”, una experiencia de vida cristiana
para jóvenes en edades comprendidas entre 17 y 24 años, derivada del
movimiento cursillista, dicho encuentro iniciaba un jueves y finalizaba
un domingo.

Este encuentro comprende a grandes rasgos una convivencia de tres


días que traduce en una triple experiencia: un encuentro consigo
mismo, un encuentro con los demás y un encuentro con Dios. Vale
destacar aquí que una de las experiencias más llamativas para mí fue la
de rezar juntos en la mañana, al finalizar la tarde y a la noche antes de
dormir, con un librito llamado Timonel, que nos entregaron a cada uno
de los que asistimos. Hubo una frase que se quedó en mi memoria de
uno de esos salmos que orábamos: “Señor dueño nuestro, ¡qué
admirable es tu nombre en toda la tierra!”. También me aprendí de
memoria la oración final de la noche del jueves: “concédenos Señor un
descanso tranquilo que restaure nuestras fuerzas desgastadas ahora
por el trabajo del día, así fortalecidos con tu ayuda, te serviremos

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Mi Camino Dominico

siempre con todo nuestro cuerpo y nuestro espíritu, por Jesucristo


nuestro Señor, Amén”. Al finalizar la convivencia eres reconocido
como Emproísta, se llama así al marinero que está en la proa de una
embarcación y cuya función es otear el horizonte para advertir a la
tripulación de los peligros.

El movimiento de Encuentros de Promoción Juvenil EPJ, fue fundado


en Colombia por el Sacerdote español José María Pujadas Ferrer (f). Es
una Asociación Internacional de Derecho Pontificio cuya finalidad es la
evangelización del joven por el joven, agrupa a 14 países de América y
Europa. Monseñor Freddy Fuenmayor fue el director del movimiento
mientras ejerció el Vicerrectorado del Seminario Eclesiástico
Interdiocesano Santa Rosa de Lima, al ser nombrado Rector, entregó la
dirección del movimiento a Monseñor Mario Moronta.

Ambos Sacerdotes, una vez ordenados Obispos, ocuparon las


arquidiócesis de Cabimas y Los Teques, hoy en día Monseñor
Fuenmayor es Obispo de los Teques y Monseñor Moronta de San
Cristóbal, respectivamente.

De mi grupo de encuentro salimos tres jóvenes con el deseo ferviente


de servir a Dios e ingresar al seminario para ser Sacerdotes: Jorge Luis
Quintero, Marcos Elías Milano y yo. Conversé con Monseñor
Fuenmayor acerca de mi vocación y el accedió a guiarme. Me indicó
que debía ir al seminario Santa Rosa de Lima a tres convivencias
vocacionales donde decidiría si continuaría con mi deseo de ingresar o
no.

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Mi Camino Dominico

DIOS ME DICE: ¡WILLY, NO TE QUIERO AQUÍ!

Salí renovado del encuentro de promoción juvenil y con el mejor de los


ánimos, fundamos un grupo que se llamó ALFA, cuyas siglas
significaban Amor, Libertad, Fe y Amistad. Nos reuníamos en las casas
de los integrantes y allí orábamos, cantábamos, leíamos la biblia y
preparábamos algún tema y lo debatíamos, aparte de planificar visitas
a los enfermos y asistir a Misa regularmente los domingos y ayudar en
el templo preparando los cantos para la liturgia. También
promovíamos a otros jóvenes para que asistieran al encuentro y se
animaran a vivir la misma experiencia que a nosotros nos había
cambiado, pues el carisma del Movimiento EPJ es la evangelización del
joven por el joven.

Rememoro esa época con mucho cariño. Aún persistía en mí el deseo


de servir consagrado a Dios, así que convencí a un amigo de no irse al
convento con los Jesuitas porque me parecían aburridos y
extremadamente conservadores. Le pedí que me acompañara a las
convivencias vocacionales en el seminario Santa Rosa de Lima. Dicho
amigo fue conmigo y pasamos un día como un seminarista más de allí.

En la tarde, mientras estábamos orando en la capilla, le pedí a Dios me


diera una señal positiva o negativa con relación a mi vocación pues en
mi corazón aún me sentía confundido. Abrigué entonces un vacío
interior y comprendí que no era ese mi lugar, Dios me dijo: ¡No te
quiero aquí! Aunque sentí igualmente que podía servirle de otra
manera sin llegar a ser Sacerdote. La convivencia en el Seminario
Interdiocesano Santo Rosa de Lima no me llegó a ninguna parte.

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Mi Camino Dominico

Quizás yo buscaba una experiencia más íntima, de comunidad y


contemplación, en lugar de pasar el día como en una universidad. A
veces me pregunto ¿qué hubiera sido de mí si en lugar del Seminario
Santa Rosa, hubiera asistido a una orden religiosa para hacerme fraile?
¡Esa es una respuesta que sólo Dios la conoce!

Hoy en día mi amigo, cuyo nombre es Miguel Marín, es el Párroco de la


iglesia de los Naranjos, en Guarenas, Edo. Miranda. Cabe destacar que
además es un excelente teólogo y apologista.

La experiencia en el encuentro EPJ, partió mi vida en dos, salí


convertido en un hombre nuevo, renovado totalmente y con mucho
entusiasmo y amor a Dios. Sin embargo, el Padre (f) José María
Pujadas, decía que a él no le importaba que después del encuentro
fueras un emproísta entusiasta sino un buen católico.

Hay una particularidad acerca de los jóvenes, son “como la espuma de


la cerveza”, al salir del encuentro o cualquier experiencia similar, están
eufóricos, alegres, gozosos y con muchas ganas de comprometerse y
trabajar con la parroquia, pero si ese frenesí no se refuerza
constantemente, entonces el ánimo decae y al final la fe se va
debilitando y adormeciendo tal y como me pasó a mí durante muchos
años.

PARTE II

SIRVIENDO DESDE OTRO CONTEXTO

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Mi Camino Dominico

Ya que Dios me había indicado que mi lugar no era el seminario había


en mí una vocación de servicio y una gran dosis de altruismo. En 1985
presenté examen en dos escuelas de Sub Oficiales Profesionales de
Carrera: la del Ejército y la de la Armada.

Siguiendo los consejos de unos antiguos ex compañeros de bachillerato


que estudiaban en la Escuela Técnica del Ejército, General de Brigada
José Gabriel Pérez Pagola, Centro de Formación Profesional, ingresé
allí. Comencé así mi formación militar en la ciudad de Maracay, estado
Aragua.

Mientras estuve en la ESCUTEJ me uní al coro religioso. Era una


manera de sentir a Dios cerca. Sin embargo, el trato vejatorio al que
comúnmente éramos sometidos no me gustó. En los cinco meses que
permanecí en esa escuela, llegué a ocupar el 5to lugar de 116 en el
orden de mérito, pero eso no bastó para querer retirarme de allí.

Para poder tramitar mi retiro tuve que decir que iría a estudiar
pedagogía religiosa, pero mi deseo de ser militar seguía vigente. Así
que, a los dos días de haberme retirado del Ejército, fui a Catia La Mar
a buscar los requisitos para presentar nuevamente en la Escuela de Sub
Oficiales de la Armada, ESOAR.

Volví a incorporarme al Movimiento de Encuentros de Promoción


Juvenil y llegué a ser elegido para ser guía en las novísimas Jornadas
de Vida Cristiana, una experiencia que se diseñó para adolescentes,
donde llegué a apadrinar a un par de muchachas que luego ingresaron
en la Legión de María. Pero en el mes de agosto de 1986 tuve que

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Mi Camino Dominico

presentarme para cursar estudios en la Armada. Así que me despedí


por completo del movimiento EPJ.

INVESTIDURA DE MI AMIGO EMPROÍSTA JORGE LUIS


QUINTERO

En agosto de 1986 ingresé en la Escuela de Sub Oficiales de la Armada.


Ese mismo año mi amigo y compañero de encuentro, Jorge Luis
Quintero, fue investido con los ornamentos que lo identificaban como
seminarista: sotana, cleriman y roquete. La hermosa Misa la ofició el
Padre Mario Moronta, quien aún no había sido ordenado Obispo. Yo
asistí uniformado de militar naval y al finalizar la ceremonia acudimos
a un almuerzo en casa de Jorge Luis.

Al llegar a la casa de Jorge, nos esperaba un rico banquete para


celebrar su investidura como seminarista diocesano. El Padre Moronta
presidía la mesa y Jorge y yo estábamos sentados a ambos lados de él.
Cuando el Sacerdote me vio uniformado me dijo bromeando:

-¡Willy, yo no sé qué haces tú así vestido de blanco! ¡Tú deberías


estar, así como Jorge Luis, con tu sotana y tu clériman, como todo un
seminarista!

Yo repliqué:

-Padre, pero yo fui con toda la intención al seminario y Dios no me


quiso allí. Así que decidí servirle desde otro sitio. ¿No cree Ud. que
igual le podemos hacer un servicio a Dios desde otros ámbitos?

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Mi Camino Dominico

-Claro, no hay problema, eso es verdad. Podemos servirle desde


donde nos sea posible. Dijo el Sacerdote, asintiendo con la cabeza

Dentro de mí había cierta nostalgia. Yo podía haber estado también allí


investido con mi sotana, pero Dios prefirió otra cosa para mí.

Todos compartimos la alegría que embargaba a Jorge y a su familia por


su elección. Lamentablemente en 2do año de filosofía Jorge Luis se
retiró del Seminario Interdiocesano Santa Rosa de Lima.

En la Escuela de Sub Oficiales de la Armada, formé parte desde mi


ingreso y hasta llegué a dirigir en el tercer año, el coro de la Misa.
Muchas veces acompañamos al Capellán del Centro de Adiestramiento
Naval, Capitán de Navío y Monseñor Luis Maldonado Nadal,
amenizando con los cantos la ceremonia litúrgica. Sin embargo, pude
darme cuenta que la Misa en las instituciones militares, la mayoría de
las veces es tomada como un protocolo ceremonial más es un
convencionalismo social para dar realce a uno u otro acto.

Desde mi perspectiva opino que muchas veces las manifestaciones de fe


no son más que un burdo teatro en esos escenarios castrenses, pues no
hay expresión de sinceridad, es decir, no existe congruencia con el
pensar, el sentir y el actuar.

En la Armada hice la confirmación durante el primer año. Me


impusieron como padrino a un superior del segundo año llamado
Gregory Chávez Hernández, a la postre, alguien que no me caía nada
bien. ¡Quizás fue una broma de Dios para hacerme cultivar la
tolerancia y la paciencia!

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RESUMIENDO MI CARRERA MILITAR Y PROFESIONAL

Mis tres años de formación culminaron satisfactoriamente en julio de


1989 cuando me gradué de Maestre de Tercera en la especialidad de
Logística. Había logrado el premio de formación humanística y el 7mo
lugar en el orden de mérito entre 96 compañeros de promoción.
Durante mi permanencia en la escuela me forjé una excelente
reputación y ascendencia moral entre mis compañeros además de una
entrañable camaradería y amistad que aún conservo con todos ellos.
Siendo yo un Sub Oficial Profesional de Carrera, me propuse llegar a
donde pocos llegan.

Estuve en la Guardacostas Almirante Clemente CG-11 por espacio de


cinco meses. En el año 1990 realicé el curso de Comandos en la Unidad
de Operaciones Especiales de la Armada, la unidad élite más
prestigiosa de toda la Fuerza Armada Nacional. Soy buzo de combate,
paracaidista militar y comando de fuerzas especiales. Los comandos
son conocidos en la fuerza armada como los soldados más duros y
preparados. Formé parte de los ocho únicos graduados en un curso
donde ingresamos unas treinta y cuatro personas. Trabajé también en
la Infantería de Marina, en la Dirección de Inteligencia del Estado
Mayor General de la Armada, en la Inspectoría General y finalmente en
la Escuela de Inteligencia de las Fuerzas Armadas y el Centro de
Estudios Militares Avanzados hasta mi retiro en el año 2001.

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Mi Camino Dominico

En el año 1995, mientras trabajaba en la Inspectoría General de la


Armada, fui designado para realizar el curso de operaciones
antidrogas, por espacio de tres meses, en la desaparecida Escuela de
las Américas, ubicada en Fort Benning, en el estado de Georgia al sur
de los Estados Unidos de América.

Guardo con afecto el primer gesto de nuestra bienvenida: Las palabras


de un mayor del ejército, el capellán de la escuela, quien nos regaló dos
rosarios de plástico a cada uno de los católicos que estábamos allí:
venezolanos, colombianos y bolivianos. Cuando regresé a Venezuela
participé en dos operaciones militares en sitios inhóspitos ubicados en
la frontera con Colombia, (Cararabo y San Fernando de Atabapo). El
rosario de plástico que me había regalado el capellán cuando estuve de
curso en los Estados Unidos, siempre me acompañó colgado en mi
cuello. Aun lo conservo y atesoro con especial cariño.

Permanecí en la Armada por espacio de doce años y me retiré en el año


2001 con el grado de Maestre de Primera, consideré que ya había
cumplido mi ciclo en esa noble institución. Dicho en jerga marinera:
“era hora de buscar nuevos derroteros en mi vida”.

Mientras era militar activo estudiaba Contaduría Pública en la


Universidad Santa María, me gradué en el año 2003 pero jamás me
gustó la carrera, los números me aburren. Me dispuse prepararme en
otro campo y comencé un postgrado en Gerencia y Administración de
Policía en el Instituto Universitario de Policía Científica, IUPOLC. En
el año 2007 culminé con éxito las investigaciones que estaba realizando

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Mi Camino Dominico

para mis tesis de grado y obtuve los títulos de Especialista y Magíster,


respectivamente, en Gerencia y Administración de Policía.

Hoy soy profesor Universitario de Pre y Post Grado en ese prestigioso


instituto y actualmente estoy en la fase de preparación del proyecto de
tesis para aspirar al grado de Doctor en Seguridad y Defensa Integral
de la Nación en el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional,
IAEDEN.

He tratado de prepararme bien en el contexto académico, pero al final


los títulos obtenidos en la tierra no significan nada al momento de
presentarse ante el justo juez. Sólo lo que hayamos cultivado
espiritualmente es válido. Nuestras obras, la solidez de nuestra fe y el
actuar consecuentemente con lo que decimos, pensamos, sentimos y
hacemos en función de ganar el cielo es lo que realmente da sentido a la
vida, pues ¡Sólo estamos de pasantía y por tiempo perentorio en este
lugar terrenal!

LA EVOCACIÓN DE UN CURIOSO ACONTECIMIENTO

Un día martes 17 de mayo del año 2011, a la salida de mi trabajo,


aproximadamente a las 5:10 PM. Me disponía a cruzar la calle para
dirigirme a la estación del metro la Hoyada que es el camino habitual
que tomo para regresar a mi casa.

Antes de cruzar la calle observé a las personas que caminaban absortas


en sus pensamientos, unos hablaban por celular y otros conversaban,

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Mi Camino Dominico

pero entre todos ellos había una característica común: nadie estaba
pendiente de Dios. Me vino a la memoria un recuerdo de mis tiempos
como profesor de Taichi Chuen, un estilo interno de arte marcial chino
caracterizado por sus movimientos suaves, que enseñaba en el Parque
del Este los fines de semana. Soy un gran apasionado de las Artes
Marciales Chinas y he estado involucrado en su práctica desde 1979.
Soy discípulo de dos grandes maestros chinos llamados Dai Shizhe y Fu
Songnan. El primero de ellos marchó a Taiwán, su país natal, en 1987.
El segundo maestro, Fu , se quedó en nuestro país y aún entreno con él.
También incursioné en la práctica del Karate Do estilo ShitoRyu, desde
hace doce años.

Un día domingo, estando en el Parque del Este en compañía de mis


estudiantes, vimos muy temprano en la mañana, en dos o tres
oportunidades a un Sacerdote que iba a hacer ejercicio, una larga
caminata alrededor del parque.

Había algo muy curioso: El Sacerdote iba en traje talar y con el rosario
en la mano recitando sus avemarías, y en la otra llevaba un pañuelo con
el que se secaba el sudor. Era una cosa extraña hoy en día ver a
Sacerdotes vestidos con su sotana.

Comenté con mis estudiantes ellos el hecho que el Presbítero,


posiblemente después de oficiar Misa, acudía al parque a ejercitarse,
pero sin abandonar su atuendo que lo identificaba como un hombre de
Dios y rezando su rosario. Ese evento quedaría grabado en mi mente y
surgiría años después cuando yo menos me lo esperaba. El Sacerdote,

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Mi Camino Dominico

quizás sin apercibirlo, había realizado con su ejemplo la mejor labor de


predicación en mí.

PARTE III

EL LLAMADO A REZAR EN EL MES DE MAYO, MES DE LA


VIRGEN. CUANDO UNA PASIÓN TE LLEVA A OTRA MUCHO
MAYOR.

Con este recuerdo en mi mente, antes de cruzar la calle para dirigirme


al metro, pensé: Uno en vez de ir por la calle con la mente distraída en
cualquier cosa sin importancia, debería ir como el Sacerdote aquel que
vi en el Parque del Este hace algunos años ¡Convendría ir rezando el
rosario y así aprovechar tanto tiempo desperdiciado por tener la mente
ocupada en superficialidades! Al comenzar a cruzar la calle, me invadió
un sentimiento indescriptible de paz y complacencia. Sentí en mi
corazón una voz que con gran dulzura me preguntaba:

- ¿Tienes ganas de rezar?

Yo respondí mentalmente: ¡Sí, quisiera rezar el rosario!

Pensé entonces en comprar una camándula de madera sin tener la más


mínima idea que mi pasión por las Artes Marciales me llevaría a vivir a
partir de ese evento una pasión mucho mayor: La pasión por Dios y la
Santísima Virgen.

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Mi Camino Dominico

LAS PRIMERAS “CASUALIDADES” DE DIOS

Ese acontecimiento me causó gracia, continué cruzando la calle y


pensando en voz alta dije sonriendo:

- ¡Caramba Virgencita, a ti sí que se te ocurren cosas!

A pesar de no escucharla físicamente, sentía que esa voz que me


hablaba desde lo profundo del corazón era de la Santísima Virgen
María, pues no podía ser de nadie más.

Al llegar al otro lado de la acera procedí a caminar para cruzar la


esquina y… ¡oh sorpresa!... En uno de los quioscos estaban expuestas
unas camándulas de madera ¡tal y como me las había imaginado!

La cálida voz me dijo:

- ¡Allí las tienes!

Enseguida me invadieron sentimientos encontrados de gozo e


incredulidad y comenzó ese diálogo interior entre fe y razón que busca
justificar todo acontecimiento.

Consideré todo como una casualidad y la duda me indicaba que no


valía la pena seguir con aquello. Me dispuse a continuar mi camino y
no había dado cuatro pasos cuando la voz me increpó dulcemente:

- ¿Es que ni siquiera vas a preguntar cuánto cuestan?

¡Me detuve en el acto! regresé al quiosco, pregunté a la señora por el


precio de las camándulas y esta me dijo:

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Mi Camino Dominico

-Cuestan cinco bolívares, ¡aproveche que están en oferta!

El precio real de un rosario de madera de ese tipo era de unos 35 a 40


bolívares, pero la razón me decía: ¡eso es una casualidad, no vale la
pena, sigue tu camino y la compras después!, la dulce voz de la Virgen
me insistía desde el corazón:

- ¡No me digas que no tienes cinco bolívares!, me replicó con cierta


picardía.

Acto seguido, como para callar la voz que me increpaba, saqué de mi


bolsillo un billete de cinco bolívares y dije:

- ¡Señora deme un rosario!

Comprendí en ese momento que Dios nos habla a través de esas


“casualidades”, algunos identifican estos sucesos con palabras tan
originales como “Diosidades” = (Dios + Casualidades) o “Diosidencias”
= (Dios+Coincidencias), pero llámese de una forma o de otra, muchas
veces eso que conocemos como la razón humana es influido por el
demonio que desea a toda costa mantenernos aletargados, distraídos,
alejados de Dios e interesados en las cosas superficiales del mundo y de
los hombres.

EL SANTO ROSARIO COMIENZA A DESPERTAR DE SU


LETARGO MI ADORMECIDA FE

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Mi Camino Dominico

Al comprar el rosario sentí mucho gozo, pero había un detalle: ¡No


recordaba cuáles misterios del rosario correspondía rezar ese día, ni
tampoco las letanías a la Virgen!, mi fe estaba completamente
adormecida, sumida en el sopor de lo mundano y profundamente
debilitada por el pecado y la indiferencia hacia Dios. Al llegar a mi casa
busqué una guía para rezar el rosario y comencé a experimentar la paz
que se siente al dejarse arrullar con las Ave Marías.

El día sábado 21 de mayo acudí a trabajar y tomé por costumbre rezar


el rosario mientras tomaba el metro. Llevaba en el bolsillo la hojita de
los misterios y las letanías para aprendérmelas. Estando de pie en el
vagón del tren una señora me observó con curiosidad, al yo bajar la
mirada hacia ella vi que también iba rezando el rosario, pero la cruz de
su camándula estaba rota. Cuando el tren llegó a la estación los dos
caminos, la señora se iba a bajar del vagón y sentí el deber de
entregarle mi camándula para que ella no siguiera rezando el rosario
con una cruz rota, se la di y le dije:

- Señora tenga, no rece más con esa camándula rota,

La señora me sonrió y me dio las gracias.

EL ROSARIO POCO A POCO ME DEVUELVE A LA IGLESIA

A una cuadra del edificio donde trabajo, está la iglesia del Sagrado
Corazón de Jesús, funciona también allí el Convento de San Jacinto de
Polonia, es un templo hermosísimo al que nunca había entrado a pesar
de tenerlo tan cerca. Tomé por costumbre comenzar un rosario al salir
de mi casa hasta llegar a mi trabajo y me di cuenta que a medida que

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Mi Camino Dominico

rezaba más, me provocaba seguir haciéndolo sin cesar pues la


sensación de paz que sentía era increíble. Después de hacerme la señal
de la cruz invoco al Espíritu Santo de dos maneras, la primera la
aprendí en los Encuentros de Promoción Juvenil EPJ:

“Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y


enciende en ellos la fuerza de tu amor, envía tu espíritu y se
hará una nueva creación. Oh Dios que has iluminado los
corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, has que
realicemos nuestras obras por amor a ti y a nuestros
hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén”

La segunda forma de invocación es de mi autoría:

“Ven Espíritu Santo, lléname de ti y concédeme la gracia de


vivir en santa oración desde mi corazón, toda mi vida, hasta
el final de mis días. Amén”

Fue así que llegué a rezar hasta cuatro rosarios diarios durante esos
días posteriores al llamado que me hiciera la Virgen, también tomé por
costumbre hacer a las tres de la tarde, la Coronilla de la Divina
Misericordia.

Una mañana cualquiera, aprovechando que era aún muy temprano


para llegar a mi oficina, me dirigí al templo y estaban rezando el
rosario. Me situé frente al Santísimo y acompañé la oración de la
comunidad. Me quedé para escuchar la Misa de ocho de la mañana que
oficiaba un Sacerdote de avanzada edad cuyas palabras eran

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Mi Camino Dominico

ininteligibles para mí la mayoría de las veces, pero despedía este


Presbítero una enorme paz cual si se tratara de un santo en vida.

Una tarde pasé por la iglesia y me dije: hace tiempo que no me


confieso, debería hacerlo. Así que me acerqué al confesionario y allí
encontré a un Sacerdote gordito y de aspecto bonachón que tiempo
después supe se llamaba Fray Antonio Quintanilla González. Hice mi
confesión y me sentí tan limpio que me hice la idea tratar de
mantenerme en ese estado el mayor tiempo posible. Comencé entonces
a asistir a Misa en horas de la mañana y a acompañar el rezo del
rosario.

PARTE IV

MI PREOCUPACIÓN POR EL FENÓMENO DE “INMEDIATEZ


DE LA FE” EN LOS JÓVENES

Fuera de mi trabajo cotidiano, imparto clases en el Instituto


Universitario de Policía Científica, IUPOLC. Es mi verdadera vocación
el enseñar a pesar de no ser graduado como profesional en la rama de
educación, para ello me preparé durante un año realizando un
diplomado en docencia universitaria en la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador, UPEL. Los estudiantes de Ciencias Policiales
provienen la mayoría de estratos humildes, pero tienen una
característica común entre ellos: Quieren ser policías de investigación
porque desean servir al prójimo y hacer justicia, en fin, todos ellos
quieren ser hombres y mujeres de bien. Despertó en mí una gran

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Mi Camino Dominico

preocupación que gran parte de estos muchachos que se decían


católicos también profesaban creer en los dioses de la santería
afrocubana u orishas. Asumí entonces la tarea no de hacer proselitismo
sino la de orientar, en la medida de mis posibilidades y sin escandalizar
o descalificar a ninguno, acerca de la verdadera fe.

Creí que en primera instancia rechazarían cualquier comentario, pero


por el contrario se mostraron interesados y algunos solicitaron aclarar
algunas dudas e inquietudes espirituales. Sólo hablé desde mi propia
experiencia y de cómo la impaciencia y la fragilidad en la fe te coloca en
un plano vulnerable de ser convencido por las sectas. Yo lo llamo
“inmediatez en la fe”, situación ésta que lleva a buscar al “Dios
instantáneo” en cualquier culto que pretenda mostrarlo más tangible y
cercano y en cierto punto más expedito y efectivo en cuanto a
peticiones materiales. Por eso para algunas personas se le hace mucho
más cómodo y conveniente buscar ayuda en los dioses de la santería,
los orishas y en el espiritismo representado en el culto a María Lionza y
sus variadas cortes.

MI ENCUENTRO CON RAÚL GÓMEZ, UN PIADOSO


MARACUCHO

Es semana Santa. Acostumbro a asistir a la iglesia y sentarme siempre


en el mismo banco enfrente del Santísimo. Observé que había un señor
que igualmente acudía frecuentemente al templo y se sentaba delante
de mí. Un día se acercó y me obsequió una tarjeta de una hora con
Jesús Maestro y yo le agradecí el bonito gesto. En principio creí que era
extranjero, me pareció peruano o acaso ecuatoriano. Le pregunté en

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Mi Camino Dominico

una oportunidad y me refirió que era maracucho de pura cepa, nacido


en la República Independiente del Zulia. Yo no podía advertir que a
partir de ese día no ganaba un amigo sino un gran hermano.

Raúl Gómez, ex seminarista, hombre piadoso y de gran devoción por la


Santísima Virgen y el rosario, sería el instrumento que Dios y la Virgen
utilizarían como pescador para adentrarme y fortalecerme en la fe
católica. Poco tiempo después le regalé una camándula bendita en
agradecimiento al gesto que había tenido conmigo.

LA CRUZ TAU. SÍMBOLO FRANCISCANO

Raúl tiene una bonita cruz tau. La tau es la última letra del alfabeto
hebreo y decimonona letra del alfabeto griego. También se le conoce
como cruz franciscana. Es para esta orden, símbolo de la penitencia y
fue el tema predilecto de Francisco de Asís en su predicación para
poder exhortar a todos a la conversión.

San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán fueron


contemporáneos. Los franciscanos y dominicos se consideran
hermanos. Cuentan las tradiciones que el Papa Inocencio III (1161-
1216) tuvo un sueño donde veía tambalearse el edificio de la iglesia y
cuando estaba a punto de caer, llegaban dos hombres y lo sostenían son
sus hombros logrando levantarlo. Se dice que Domingo de Guzmán,
tuvo un sueño donde Dios enviaba su ira sobre el mundo, pero la
Virgen María indicaba a dos hombres que mediante sus obras,
intercederían ante el Altísimo, evitando el castigo. Uno de ellos era

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Mi Camino Dominico

Domingo, el otro era alguien desconocido que vestía harapos. Un día


estaba Domingo de Guzmán orando en el templo cuando vio llegar a la
persona que vestía como un mendigo, San Francisco de Asís. Domingo
enseguida lo reconoció como el personaje del sueño, se acercó a él, lo
abrazó y le dijo: “nosotros tenemos que trabajar muy unidos para
conseguir el Reino de Dios”.

No hay un templo dominico donde no esté una imagen de San


Francisco y viceversa, pues ambos santos se consideran pilares
fundamentales de la iglesia y así la sostuvieron en su tiempo y la
sostienen todavía. Dominicos y Franciscanos entonces son órdenes
hermanas. Yo compré una tau muy bonita en el apostolado litúrgico y
Fray Celerino me la bendijo.

En el mes de mayo viajaría a la ciudad de New York y visitaría la


Catedral de San Patrick en compañía de mi hermano de artes marciales
Pedro Pablo Martínez. Le estuve contando acerca de mi experiencia de
vida cristiana y despertando en él la inquietud de conocer más sobre
nuestra fe. Así que me quité la cruz y le dije:

-Ten Pedro, esta cruz tau está bendita por el superior del convento de
San Jacinto de Polonia, Fray Celerino Anciano. Te la regalo para que
te proteja, pero no dejes de ir a la iglesia ni permitas que se te empañe
la fe creyendo en otras cosas. No te dejes embaucar por los
protestantes, que aquí en Estados Unidos son mayoría, casi 42.000
denominaciones.

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Mi Camino Dominico

Mi hermano Pedro Pablo, la recibió con mucha solemnidad, besó la


cruz y se persignó.

- ¡Gracias hermano!, dijo Pedro muy contento.

- ¡Que Dios y la Virgen te protejan!, le respondí al tiempo que nos


retirábamos del templo.

Tiempo después Raúl, al percatarse de que no tenía la cruz, compró


una igual, la mandó a bendecir con Fray Celerino y me la regaló. Es la
cruz tau que hoy porto diariamente en mi pecho.

MILAGROS PULGAR, NUESTRA DOMINICA “IN PECTORE”

Una de mis pasiones son las artes marciales. Comencé a practicar con
mi primo Ricardo en 1979, luego hice algo de boxeo, un estilo ecléctico
de kung fu, algo de taekwondo durante unos tres años y finalmente, en
julio de 1983 ingresé en la más prestigiosa escuela de arte marcial
chino: Shaolin Kung Fu La Danza del Dragón. Permanecí allí hasta
1988 cuando mi maestro Dai Shizhe regresó a Taiwán, pero continué
practicando con mi otro maestro Fu Shongnan hasta el presente. Así
que son un poco más de tres décadas de práctica ininterrumpida.

La “Danza” es una escuela con dilatada historia y trayectoria, de allí


han salido campeones distritales, nacionales, panamericanos y
mundiales. Yo fui el primer campeón distrital. También me titulé
campeón nacional en varias ocasiones. En la red social Facebook
abrimos un grupo de la escuela. Allí conocí a Milagros Pulgar Piñero,

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Mi Camino Dominico

otrora aplicada estudiante de taichi en la Danza del Dragón y prima de


mi buen amigo Alejandro García Piñero, también practicante en la
misma escuela.

Milagros es Docente de profesión, una persona encantadora que


transmite confianza y alegría. Con ella comencé a conversar acerca de
la fe y encontramos muchísimos puntos en común. El 6 de agosto de
2011 acudí a la librería San Pablo y compré tres bonitas camándulas de
madera con una cruz de metal esmaltada que brilla en la oscuridad:
una de Jesús de la Misericordia con las cuentas del padrenuestro en
color rojo, algo me hizo sentir que ese sería el regalo ideal para
Milagros. Las otras camándulas eran de San Miguel Arcángel, con
cuentas del padrenuestro en azul y de San Benito de Nursia con las
cuentas en color verde.

Quise acudir a la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús para solicitar a


alguno de los Sacerdotes la bendición de las camándulas, pero no fue
posible porque la iglesia se encontraba cerrada. Además, yo debía
asistir como juez a una competencia de taichi a la que había invitado a
Milagros y aprovecharía para regalarle la camándula y un librito del
rosario de la Divina Misericordia. A partir de esa fecha, 6 de agosto,
ganaba otra hermana en la fe a quien yo llamaba cariñosamente mi
“dominica in pectore”.

Es de destacar que el 6 de agosto de 1221 murió Santo Domingo de


Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores, otra de esas cosas que
yo llamo “las casualidades de Dios”. Hoy en día Milagros ya no es mi
dominica, sino nuestra dominica in pectore (en el pecho). Esta es una

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Mi Camino Dominico

expresión en idioma latín para hacer referencia a los nombramientos


del Papa al Colegio Cardenalicio cuando el nombre del nuevo Cardenal
no es revelado de manera pública, pues es guardado por el Santo Padre
“en su pecho”. Ella entonces está siempre en nuestro pecho como una
hermana más de la Orden de Predicadores.

PARTE V

OTRA DE ESAS “CASUALIDADES DE DIOS”. LA IGLESIA,


MILAGROS Y FRAY CELERINO ANCIANO

Soy noctámbulo y asiduo a las redes sociales. En la noche aprovecho


para conversar con amigos de Venezuela y de otras latitudes. Una
noche, mientras conversaba con Milagros, ella me preguntó a qué
iglesia yo acudía. Le dije que asistía a la iglesia del Sagrado Corazón de
Jesús. Se sorprendió mucho y me dijo con gran alegría que en ese
templo la había casado Fray Celerino en 1984. Me preguntó si le
conocía y le contesté que no sabía quién era él.

Milagros publicó en la red una fotografía de su boda donde pude


claramente puede identificar al anciano Sacerdote que oficiaba la Misa
a las 8 A.M., sí, era el mismo fraile al que no le entendía mucho lo que
decía por lo avanzado de su edad, luego supe que tenía 92 años, pero
que independientemente de su vejez, me transmitía una paz y gran
recogimiento espiritual cada vez que oficiaba la Santa Misa.

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Mi Camino Dominico

Me encantaba cuando rezaba desde el corazón, la oración Alma de


Cristo, compuesta por San Ignacio de Loyola:

“Alma de Cristo, santifícame


Cuerpo de Cristo, sálvame
Sangre de Cristo, embriágame
Agua del costado de Cristo, lávame
Pasión de Cristo, confórtame
Oh buen Jesús, óyeme
No permitas que me aparte de ti
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame
Y mándame ir a ti para que con tus santos te alabe por los
siglos de los siglos
Amén”.

Luego pedía a nuestro Señor nos concediera muchos y santos


Sacerdotes y finalmente despedía a la feligresía con las Jaculatorias:
¡Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío!, ¡dulce Corazón
de María, sed la salvación del alma mía!

¡Definitivamente teníamos suerte de tener a ese santo Sacerdote en


vida! Su nombre: fray Celerino Anciano Mata, de la Orden de
Predicadores, superior del Convento de San Jacinto de Polonia,
Párroco de la Iglesia El Sagrado Corazón de Jesús y fundador de la
Infancia Misionera en Venezuela. Dios, a través de Milagros, me

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Mi Camino Dominico

conectaba con fray Celerino, me presentaba esta vez otra de sus muchas
“casualidades” a manera de señal para guiarme en el camino de la fe.

MI CRUZADA PARTICULAR. EL SANTO ROSARIO Y MI


ENCUENTRO CON FRAY CELERINO

Es tanto el gusto que tomé por rezar el Santo Rosario que preocupado
por la falta de fe y apostasía entre mis estudiantes del IUPOLC decidí
emprender un apostolado particular. Conversando en las redes
sociales con una amiga mexicana llamada Diana Mónica Cervantes, le
comenté acerca del crecimiento de la santería entre los jóvenes
estudiantes y le manifesté mi deseo de comprar unos crucifijos de
madera, mandarlos a bendecir y regalárselos como un detalle al
culminar el semestre.

Mi amiga Mónica me sugirió que en lugar de un crucifijo les regalara


un rosario porque eso sería de más agrado para la Virgen. De verdad
me agradó mucho su asertiva sugerencia. En esa semana acudí en
horas del mediodía a la Casa Católica San Francisco y compré unos 38
rosarios y luego de la misa celebrada el día 04 de mayo de 2012, solicité
a fray Celerino Anciano su bendición.

Fray Celerino estaba siempre en compañía de una mujer muy seria, de


mediana edad y muy piadosa, que lo ayudaba diariamente en las
funciones del altar y en el ministerio de lectura, su nombre: Andreina
Carradini, Arquitecto de profesión, miembro de la Orden Seglar
Dominica, Piora de la Fraternidad Laical San Jacinto de Polonia.

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Mi Camino Dominico

Andreina ha desempeñado durante toda su vida un intenso trabajo


misionero. Trabajó durante mucho tiempo de la mano de fray Celerino
Anciano en la Infancia Misionera. Cabe resaltar la extensa labor de
predicación y catequesis a través de los originales cómics cuyos textos y
guión corresponden a la pluma y chispa de fray Celerino y las hermosas
ilustraciones realizadas por ella. La mejor manera de hacer llegar el
mensaje del Evangelio a los niños.

El fraile y Andreina se sorprendieron de la cantidad de camándulas que


yo solicitaba bendecir. El Sacerdote me preguntó

-¿Por qué tantos rosarios?

Yo le contesté:

-Padre, en virtud del crecimiento de la santería, el espiritismo y tanta


falta de fe entre mis estudiantes, pensé que sería una buena idea
regalarle un rosario a cada uno.

Andreina y fray Celerino sonrieron gratamente, el anciano Presbítero


se dirigió a mí y exclamó:

-¡Hijo, qué gesto tan bonito, pero sólo depende del Espíritu Santo que
se haga el trabajo!

Andreina, por su parte, aprobó igualmente el gesto y también refirió


que le parecía muy bonito no sólo el regalar sino el enseñar a otros a
rezar el rosario. Les dije que yo sólo buscaba ayudar aportando mi
granito de arena.

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Mi Camino Dominico

La solemne bendición de fray Celerino comenzó con la antífona:

- “Nuestro auxilio es el nombre del Señor”

Yo respondí:

- “Que hizo el cielo y la tierra”.

Seguidamente bendijo las 38 camándulas rociándolas con agua y me


bendijo a mí también signando mi frente con una cruz de agua bendita.
Salí muy contento de aquello, pues sentí que Dios a través de ese santo
Sacerdote había derramado una especial gracia sobre los rosarios y
sobre mi persona. Percibí lo descrito en el salmo 50: “Rocíame con el
hisopo, quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve”….
¡Me sentí pues, limpio y blanco como la nieve!

El día que finalizó el semestre, al cerrar la última hora de clases, regalé


a mis estudiantes del Instituto Universitario de Policía Científica, los
rosarios benditos. Los muchachos estaban contentísimos por el gesto,
incluso aquellos confundidos en la fe que profesaban la santería
cubana.

Yo previamente había orado al Espíritu Santo que hiciera su trabajo y


todos sin excepción se pusieron sus camándulas y se tomaron
fotografías. Exhibían con orgullo y alegría el pequeño pero significativo
detalle que este humilde profesor había tenido con ellos. Me despedí de
mis estudiantes diciéndoles con mucho cariño:

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Mi Camino Dominico

-¡Muchachos por favor, cuídense mucho, que Dios y la Santísima


Virgen me los protejan siempre y los lleven por el camino del bien!
¡Nunca se olviden de Dios ni dejen que se les duerma la fe!

Esta vez la satisfacción de mi deber cumplido se mezclaba con un


sentimiento mucho más sutil, di las gracias a Dios y a la Virgen y pedí
que la semilla de la fe floreciera en ellos.

RAÚL ME INVITA A PARTICIPAR DEL ALTAR DE LA


PALABRA Y ANDREINA LANZA EL ANZUELO

Un día en la iglesia, después del rezo del rosario, mi amigo Raúl Gómez
me llamó para que me acercara al altar. Al estar allí me expresó que
fray Celerino solicitaba que yo le ayudara con la primera lectura en la
Misa. Para mí fue un gran honor y una enorme responsabilidad,
confieso que me puse algo nervioso al principio. Andreina y Raúl me
dieron las indicaciones, yo leería la primera lectura, Raúl haría el salmo
responsorial y Andreina la oración de los fieles.

Después de leer, yo debía colocar el misal en la parte correspondiente


al evangelio para que fuese proclamado por el Sacerdote oficiante,
¡pero en dos oportunidades se me olvidó hacerlo y dejé a Fray Celerino
enredado con el leccionario! Ese día, comencé a desempeñar, sin ser
instituido, el ministerio de lectura en la Iglesia del Sagrado Corazón de
Jesús.

Andreina le preguntó a Raúl en mi presencia:

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Mi Camino Dominico

-¿Y éste no querrá ser dominico?. Ella no conocía mi nombre.

Yo sonreía pero no entendía a qué cosa se refería ella. Raúl le contestó


también sonriendo con picardía:

- ¡Lo estoy convenciendo poco a poco!

Andreina también sonreía y decía:

¡Éste se resiste!

Siempre me causó curiosidad lo referido por ella así que comencé a


investigar a de qué se trataba, y cómo era eso de ser dominico.

MILAGROS Y YO ASUMIMOS JUNTOS EL APOSTOLADO


DEL SANTO ROSARIO

Varias veces me había preguntado: ¿Cuál sería el carisma que


abrazaría?, ya no era un joven adolescente para estar en el movimiento
Emproísta, además era muy poco el contacto que con ellos tenía. Pedí a
Dios que me guiara a donde Él me quisiera. ¡No me imaginaba las
sorpresas tan grandes que el Señor y la Santísima Virgen tenían
destinadas para mí!

Hace algún tiempo hice contacto con José Miguel y Jorge, dos jóvenes
líderes del movimiento de Encuentros de Promoción Juvenil y los
invité a mi casa. Les pregunté de qué manera podía yo ayudar al
movimiento EPJ y me solicitaron colaborar con rosarios para regalarlos

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Mi Camino Dominico

a los asistentes al encuentro, ¿otra “casualidad” de Dios relacionada


con el rosario?, contacté entonces a mi amiga Milagros Pulgar y le
solicité asumir juntos un apostolado del Santo Rosario, ella elaboraría
las camándulas con los materiales que yo le facilitaría, fray Celerino las
bendeciría y yo las entregaría a los coordinadores del movimiento de
Encuentros de Promoción Juvenil para ser regalados a los muchachos y
muchachas el último día de la experiencia que se conoce como
lanzamiento.

Milagros comenzó a realizar las camándulas al año siguiente,


precisamente el 9 de enero de 2012. De sus manos brotan piezas
hermosísimas, ella elaboró muchos rosarios y denarios bellísimos, que
con la sublime bendición de fray Celerino Anciano, fueron a parar en
manos de jóvenes, que una vez renovados en Cristo, salían a servir en
sus parroquias animados por la hermosa experiencia del encuentro.

Los rosarios también serían regalados a las personas que nosotros


consideráramos lo necesitaran. De ahora en adelante, Milagros y yo
asumiríamos una cruzada personal, un apostolado para promover el
Santo Rosario.

PARTE VI

SER DOMINICO ¿CÓMO ES ESO?

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Mi Camino Dominico

Se dice que si algo no está en internet, simplemente no existe. Así que


estando en mi casa procedí a investigar sobre los Dominicos, pues era
algo de lo que jamás había escuchado. Gracias a la enciclopedia virtual
Wikipedia, pude saber que la Orden de Predicadores fue fundada hacia
1215 por un santo español de nombre Santo Domingo de Guzmán,
(Dominicus en latín), durante la cruzada albigense y confirmada por el
Papa Honorio III el 22 de diciembre de 1216. También se le conoce
como Orden Dominica; que dominico significa de Dios; y dominicano,
de acuerdo a una etimología apócrifa, viene del latín “Dominicanis”,
cuyo significado es el de “perros del Señor” o “vigilantes de la viña del
Señor”. Su lema es Laudare, (alabar), Benedicere (bendecir) y
Praedicare (predicar).

La Orden Tercera o Terciarios Dominicos, es la designación de la rama


laical de la Orden de Predicadores y se originó en las Hermandades de
la Penitencia de Santo Domingo como respuesta al deseo de seglares de
vivir según el carisma de la Orden. Tuvo su origen en el siglo XIII y le
fue conferida su primera regla de vida por Fray Munio de Zamora, 7mo
Maestro de la Orden, en 1285. Cabe resaltar la importancia del trabajo
misionero, de predicación y los grados de santidad que alcanzaron
muchos laicos dominicos, entre los que podemos mencionar a Santa
Catalina de Siena y Santa Rosa de Lima. Próximamente se cumplirán
728 años de la fundación de la Venerable Orden Tercera de Santo
Domingo que actualmente se conoce como Fraternidad Laical
Dominicana.

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Mi Camino Dominico

Pero había una sorpresa mayor que fue el enterarme del apostolado y
eje principal que caracteriza la doctrina de la Orden Dominica: ¡El
Santo Rosario! Este fue entregado por la Virgen María a Santo
Domingo en 1214 como antídoto contra la herejía y el pecado. ¡Santo
Domingo fue el fundador del rosario y el responsable de su institución
en la iglesia!, ¿qué tenía que ver el rosario con todo aquello?, ¿cuál era
la relación entre una cosa y otra? Operaba una vez más lo que yo llamo
“las casualidades de Dios”, pues a través del rosario me había acercado
“coincidentemente” a una iglesia que “casualmente” resultó ser un
convento de Frailes Dominicos de la provincia de Bética, España y a
establecer contacto directo con Sacerdotes y Laicos de la Orden de
Predicadores. Ya la Santísima Virgen tenía un plan trazado para mí y
me tomaba de la mano para aceptarme como hijo suyo y guiarme a los
brazos de la Orden.

EL ESTADO DE GRACIA Y LA INDULGENCIA PLENARIA


POR LAS ALMAS BENDITAS DEL PURGATORIO

A medida que mi fe se iba renovando procuré estar el mayor tiempo


posible limpio de faltas y pecados graves. Comencé a asistir a Misa
diariamente, a confesarme con más frecuencia y recibir la comunión
para permanecer en estado de gracia. Consentí escuchar Misa por mis
seres queridos que ya habían fallecido hace tiempo, mis padrinos Sixto
y Julia, mis abuelos paternos, demás familiares, amigos y conocidos.
Hubo un evento trágico que me impulsó mucho más a buscar el estado
de gracia: el suicidio de mi hermana de crianza, Rosa Aponte, quien en

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Mi Camino Dominico

realidad era ahijada de mi madre, pero fue criada por ella en su


infancia.

Es posible ganar una indulgencia plenaria para un alma y liberarla del


purgatorio siempre y cuando se esté en estado de gracia. Esto es:
debidamente confesado, ofrecer y rezar de rodillas ante el Santísimo
un rosario por el alma de la persona que deseamos favorecer, escuchar
la Misa por esa persona y finalmente ofrecer la Eucaristía por ella.

Mi hermana Rosa se suicidó hace unos cuatro años. Sufría de


esquizofrenia y en una de sus crisis se quitó la vida el día que su hija
menor Kimberling, se graduaba de bachiller. La muchacha, al regresar
de la fiesta de graduación, se encontró con el trágico cuadro al
conseguir colgada a su enferma madre.

Cuando mi mamá llamó llorando un sábado a mi casa para informarme


del hecho, lo primero que me vino a la mente fue que Rosa se había
condenado, me torturaba el pensar que una mujer tan joven, bonita y
con una vida por delante, se hubiera arrojado al abismo sin tomar en
cuenta las oportunidades y gracias que Dios le brindaba. Ella tenía una
fe muy débil y hasta llegó a creer que la santería afrocubana la podía
ayudar. Mi madre, quien desde hace unos quince años es protestante,
oraba mucho por ella. Sin embargo poco fue lo que pudo hacer por
Rosa.

Un día asistí a Misa y me confesé con fray Julián García del Castillo a
quien le participé que, aunque no tenía pecados mortales en mi haber,
quería estar en estado de gracia para ganar una indulgencia plenaria en

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Mi Camino Dominico

sufragio por el alma de mi hermana Rosa. Le pregunté si habiéndose


ella suicidado en una crisis esquizofrénica estaba condenada, y él me
respondió que una persona que padece una enfermedad mental y se
quita la vida no puede estar perdida porque en ese momento no es
responsable de sus actos, que Dios es infinitamente misericordioso y le
habría salvado, aunque ella estaría en el purgatorio. Me alegré mucho
porque entonces sí valdría aplicar la indulgencia plenaria por su alma.

¿FANATISMO RELIGIOSO O MANIFESTACIONES REALES?


MIS CONFIDENCIAS CON LA VIRGEN

Una vez recibido el sacramento de la reconciliación, me dispuse rezar


con devoción un rosario de rodillas ante el Santísimo pidiéndole me
concediera esa indulgencia plenaria en sufragio por el alma de mi
hermana Rosa. Escuché la Misa por ella y ofrecí devotamente la
sagrada Eucaristía pidiendo su liberación del purgatorio. Solicité a
Dios y a la Virgen me dieran una señal para saber si la indulgencia me
había sido concedida y había podido ayudar a Rosa.

Lo que a continuación les narro podrá parecer para muchos la


alucinación de un fanático religioso aferrado a un deseo o como
quieran llamarlo, no obstante les puedo asegurar que me envolvió una
sensación de paz, confianza plena y gratitud una vez hube comulgado.
Me puse de rodillas frente al Santísimo para dar gracias, abrí mis ojos y
miré hacia la imagen de la Virgen del Rosario y vi claramente el brillo

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Mi Camino Dominico

azul que irradiaba de una de las doce estrellas que coronan su cabeza.
¡Era la señal que la Santísima Virgen María me enviaba para
confirmarme que Rosa había sido liberada!

En ese momento la “razón”, lógicamente influida por el maligno, me


hizo banalizar aquello, pensé que se trataba de un simple reflejo del
cristal de la corona de la Virgen al coincidir con el reflector de luz que
ilumina la imagen. Recordé lo acontecido el 17 de mayo cuando dudé
en comprar la camándula porque consideré inicialmente que todo era
una coincidencia y sin embargo perseveré y renové mi fe. Así que
preferí creer y hoy creo firmemente que el brillo de esa estrella regalada
a mí por la Santísima Virgen la mañana de ese día, fue la señal que
solicité de certificación de esa gracia.

Asumí un particular cariño y devoción por las almas del purgatorio,


siempre rezaría por ellas la oración de Santa Gertrudis para liberar mil
almas, ofrecería mis rosarios y Eucaristías en sufragio de ellas y su
pronta libertad para que pudieran entrar en el cielo.

Hay un asunto muy curioso en esto, pues yo comencé mi camino


dominico un 17 de mayo de 2011. Ese mismo día, un 17 de mayo del año
1220, se celebraba en Bolonia el primer Capítulo General de la Orden
de Predicadores donde aparte de encomendar la enseñanza de la
Sagrada Escritura a los Frailes de París, también se invitaba a la
intercesión por las almas benditas del purgatorio, ¿casualidades de
Dios?, ¡claro que no! ¡La Orden me tenía sujeto a ella! Esto llegué a
comentárselo a Andreina quien me dijo cariñosamente y algo
sorprendida:

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Mi Camino Dominico

-¡Muchacho, la Orden te tiene amarrado por todos lados!

MI PRIMER ROSARIO EN EL AMBÓN

Un día nos reunimos en la sacristía: Raúl, Andreina y yo, mientras fray


Celerino se quitaba el alba y la estola y bromeaba un poco con nosotros
luego de celebrar Misa. Andreina, como Presidente de la Fraternidad
Laical, estableció los días que debíamos rezar el rosario. En virtud que
una señora llamada Lucía lo rezaba los martes y estaba de vacaciones,
me asignaron a mí hacerle la suplencia.

El día martes siguiente pedí a Raúl me acompañara en el altar mientras


rezaba mi primer rosario a fin que me indicara cuáles eran las
jaculatorias y demás oraciones que se debían rezar para no
equivocarme. Al principio estaba bastante nervioso, pero al comenzar
las Ave Marías sentí una gran placidez como si de un arrullo en brazos
de mi madre se tratase.

El anunciar los misterios, rezar el padre nuestro con los ojos cerrados y
a viva voz amplificada por el micrófono, te hace sentir una conexión
más directa con Dios, el Espíritu Santo te sosiega y hace que sea tu
corazón el que se exprese a través de tu boca para que la oración suba a
Dios como “incienso en su presencia”.

PARTE VII

LA SANTÍSIMA VIRGEN ME TIENE OTRAS SORPRESAS

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Mi Camino Dominico

El 30 de septiembre de 2011 tuve que viajar a la ciudad de


Barquisimeto a cumplir un compromiso académico como facilitador de
diplomado de Criminalística en el Proceso Penal Venezolano dictado
por el Instituto Universitario de Policía Científica y la Escuela Nacional
de Fiscales del Ministerio Público.

El avión donde debía viajar en horas de la noche presentó un


desperfecto y la aerolínea nos envió por vía terrestre. Llegué a
Barquisimeto a las 2 A.M., procedí a dirigirme al hotel donde
descansaría para levantarme a las 6 A.M. Al día siguiente cumplí
satisfactoriamente con mi labor docente y compré un pasaje por vía
terrestre para el día 03 de octubre en la tarde porque no quería irme
por avión temiendo otro desperfecto de la aeronave, además deseaba
conocer la advocación de la Virgen de la Divina Pastora. El día
domingo 03 de octubre, me levanté muy temprano, tomé un taxi y pedí
me trasladara al pueblo de Santa Rosa.

Al llegar a Santa Rosa ingresé al templo para conocer la milagrosa


imagen de la Divina Pastora y escuché la Misa de las 7 A.M., no
comulgué porque no me había confesado, así que recé un rosario en el
Santísimo y me confesé con un Sacerdote muy joven que me dio la
remisión de mis pecados. Escuché la Misa de 8 A.M. y ofrecí
nuevamente la Eucaristía, pero esta vez lo hice pidiendo el retorno de
mi madre a la Santa Iglesia Católica. Miré hacia la imagen de la Divina
Pastora y “nuevamente” la Virgen me regalaba una estrella azul de su
cabeza.

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Mi Camino Dominico

Al observar la estrella y dejarme envolver por el sobrecogimiento y la


gratitud, hubo un acontecimiento que enseguida me vino a la mente, lo
curioso es que yo jamás me había acordado de ello, pues fue un evento
que ocurrió cuando yo tenía cinco años de edad. ¿Cómo podía yo
recordar con lujo de detalles, el lugar, el acontecimiento, las acciones,
las personas y las palabras dichas si yo apenas era un niño tan
pequeño?

EL MILAGRO QUE LA VIRGEN ME HACE RECORDAR: EL


NIÑO PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO

Era el año de 1971. Mi mamá Lelis nos llevaba a mi hermano Antonio


José y a mí a un evento hermoso que se llamaba el “Festival del Niño”.
Había payasos, algodón de azúcar, cotufas, helados, atracciones
mecánicas, juegos, magos, globos, juguetes y libros de cuentos
totalmente gratis para todos.

Mi mamá llevaba un guante, un bate y una pelota para cada uno de


nosotros y también un lindo libro de cuentos y poemas infantiles que
nos regalaron, era un libro grande, empastado, de color verde, ilustrado
con una mariposa morada en la portada. Fue el primer libro que llegó a
nuestras manos.

Muchos de los poemas que figuraban en el libro correspondían a una


poetisa venezolana llamada Conchita Osío de Bello. Hubo uno de su
autoría que leí y me aprendí, pues yo comencé a leer a los cuatro años

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Mi Camino Dominico

de edad. Mi primera poesía aprendida era “casualmente” una hermosa


composición dedicada a la Virgen María y el Niño Jesús:

¡Qué bella la Virgen Pura!


¡Qué bello el Niño Jesús!
¡Éste, pozo de ternura!
¡Ella, Manantial de luz!
En el festival había muchísimos niños acompañados de sus padres,
nunca había visto tanta gente, y estábamos lejos de casa. Nosotros
vivíamos ese año en el barrio Guaicaipuro I de Catia. Mientras mi
mamá hacía la cola para recoger los juguetes para nosotros me pidió
estar pendiente de mi hermano de tres años quien se le soltó de la
mano. Ella lo desatendió por unos momentos y al voltear me preguntó
por él y le dije que no sabía dónde estaba. Mi madre comenzó a
buscarlo, a preguntar a las personas y nadie pudo decirle nada. ¡Mi
hermanito de tres años se había perdido! Acompañé a mi mamá a
solicitar ayuda al personal de seguridad del lugar y a pesar que hicieron
todo el esfuerzo posible por encontrarlo anunciando por los parlantes y
dando su descripción, mi hermano no apareció. Presa de los nervios, la
impotencia y la desesperación mi mamá comenzó a llorar
desconsoladamente mientras regresábamos a casa y yo no entendía qué
estaba pasando. Le pregunté:

-Mami ¿por qué lloras?


Ella desconsolada me dijo envuelta en llanto:

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Mi Camino Dominico

- ¡Hijo tu hermanito se perdió! ¡Me descuidé y se me perdió entre la


gente!
Yo entonces comencé a llorar también, mientras decía:
- ¡Me quedé solito!
Mi madre, mientras iba caminando y llorando amargamente comenzó a
rezar diciendo lo siguiente:
- ¡Virgen Santísima, acuérdate de tu hijo Jesús que se perdió y lo
hallaste en el templo! ¡Así como lo hallaste a él encuéntrame a
Joseíto, encuéntrame a mi muchachito!

Eran esas las palabras que mi madre, desesperada, no cesó de repetir


durante todo el camino. Al llegar a la casa, estaba mi hermanito de tres
años sentado y quitándose los zapatos, con los cachetes rojitos por el
sol y sudado. Mi mamá cayó de rodillas y lo abrazó mientras lloraba de
alegría y daba gracias a la Virgen Santísima y a Dios. Lo besó y le dijo:

- ¡Hijito perdóname por haberte dejado sólito!


- ¡Gracias Dios mío, gracias Santísima Virgen!
Mi hermanito le decía:
-¡Maaami canchao! Y hacía el ademán de estar exhausto
-¡Mami la pishina! Decía abriendo sus ojitos.
Resultaba ser que camino a casa había una construcción y un tanque de
agua que no tenía tapa, esa era la “pishina” a la que se refería mi
hermanito.
Mi mamá se acercó a la casa de la vecina, una señora andina muy
buena y querida por nosotros llamada Concha y le preguntó quién

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Mi Camino Dominico

había llevado a mi hermano a la casa. La señora Concha le contestó


que no había visto a nadie con el niño y que cuando lo vio solito en el
porche de la casa le pareció extraño, se acercó a él y le preguntó por su
mamá y Joseíto sólo le dijo:
-¡La “cheñora”!
Y ella no entendía qué quería decir el niño.
Mi mamá preguntó entonces a mi hermanito quién lo había llevado a
casa
Su respuesta fue:
- ¡Mami, mami una cheñora linda, me agarró la mano y me trajo, sí
mami, la cheñora muuuy liiinda! Decía mi hermanito sonriendo en su
media lengua, moviendo sus manitos y abriendo los ojos.

¿Cómo podía yo recordar tan precisamente todos estos


acontecimientos con lujo de detalles y después de tanto tiempo? La
Santísima Virgen, en su advocación de la Divina Pastora, en su templo
de Santa Rosa, cuando le pedí regresara a mi madre al seno de la Santa
Iglesia Católica, me dijo:

- Recuérdale esto: ¡El Niño perdido y hallado en el templo!


-Cuando me pidió le encontrara a su hijo José. Ella pidió mi
intercesión para el milagro de encontrar al niño, así como yo
encontré a mi hijo Jesús, ¡recuérdaselo!

Me volvió todo aquello a la memoria como si lo acabase de vivir y


retumbaba como eco en mi cabeza. Miré la imagen de la Divina Pastora

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Mi Camino Dominico

y nuevamente, sin yo haber pedido ninguna señal, la Virgen me


regalaba otra vez el brillo de una estrella azul de su coronada cabeza.
¿Casualidades de Dios?, ¡pues no!, ¡yo tengo plena confianza en que mi
madre, en algún momento regresará a la única y verdadera Iglesia, sólo
debo tener paciencia!

MI PRUDENCIA AL HABLAR DE LO SAGRADO Y LA


CONFIRMACIÓN DE MI AMIGA MILAGROS CON LA
VIRGEN DE LOURDES

El diálogo interior entre fe y razón que sostenía al presentarme esos


signos “casuales” de Dios, había dado como resultado en todo este
tiempo la victoria a favor de la fe. Esto es algo que no siempre se puede
conversar con cualquier persona porque podemos pasar por locos,
fanáticos u obsesionados. De allí mi prudencia al conversar acerca de
estas manifestaciones que ahora hago públicas. Yo no soy ningún
beato, tampoco un vidente ni mucho menos un elegido. Sólo soy un
pecador más que renovó su fe y está decidido a mantenerse en la
dirección correcta que lleva a la santidad. Una vez nos dijo Andreina:
- “Santidad es amistad con Dios, nosotros queremos ser sus amigos y
para eso hay que trabajar duro y cumplir los mandamientos”.

Así pues, la santidad no significa asumir una conducta pacata y


escandalizarse por cualquier cosa. Es seguir un camino recto con claros
principios y valores morales y éticos dentro de una perspectiva

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Mi Camino Dominico

cristiana. Eso lleva a cambiar nuestro proceder y a convertirnos en


espejo para otras personas cuya meta común sea la amistad con Dios.
Las manifestaciones de la Virgen eran para mí algo que necesitaba
hablarlo con alguien que no fuera a burlarse y pensara que yo me
estaba volviendo loco o me había obsesionado o convertido en fanático
religioso. Conversé entonces con mi amiga Milagros a quien le
comenté los dos eventos acaecidos donde creí que la Virgen me
regalaba una estrella de su cabeza.
Milagros vive en Maracay y asiste con regularidad a Misa. Esa semana
estuvimos comunicándonos vía chat en el Facebook cuando me escribió
evidentemente emocionada:

- ¡Willy la Virgen me mostró tu estrella!


- ¿Sí?, ¿seguro?, ¿cómo fue eso? Decía yo emocionado, pero con cierta
incredulidad.

Yo prefiero que sean sus propias palabras las que describan lo que ella
vio. Este es su testimonio: “El día miércoles 9 de febrero de 2012 me
encontraba en mi parroquia Nuestra Señora de Lourdes, orando frente
a la Virgen. A mí me había llamado la atención lo que me contó mi
amigo Willy acerca de las estrellas que ésta le regalaba, así que le
pregunté:

-Virgencita, ¿cómo es eso de las estrellas que tú le regalas a Willy? y


luego me retiré.

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Mi Camino Dominico

Al día siguiente, cuando me puse de pie frente a la imagen de la Virgen


de Lourdes, vi claramente entre sus manos, una estrella azul grande,
entonces exclamé: -¡Aaah como esa es la estrella que le regalas a
Willy!”
La Santísima Virgen en persona había confirmado los regalos
otorgados a este indigno pecador por medio de Milagros Pulgar. ¡Por
fin yo podía estar tranquilo porque ya sabía que no estaba obsesionado
y mucho menos loco!

MES DE OCTUBRE DE 2011. SE ACERCA LA CELEBRACIÓN


DEL DÍA DE LA VIRGEN DEL ROSARIO

Ya se acerca el mes de octubre cuyo día 07 se celebra a la Virgen del


Rosario. Su fiesta fue instituida por el Papa San Pío V el 7 de octubre,
aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la Batalla naval
de Lepanto en 1571, atribuida a la Madre de Dios, invocada por la
oración del rosario. La celebración de este día es una invitación para
todos a meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen
María, que estuvo asociada de un modo especialísimo a la encarnación,
la pasión y la gloria de la resurrección del Hijo de Dios.

Un jueves del mes de septiembre de 2011, después de escuchar Misa,


Daniel y Eleazar, el primero postulante a la Fraternidad Laical
Dominica y Laico Dominico el segundo, solicitaron mi ayuda para sacar
la carroza de la Virgen del Rosario y colocarla dentro de la Iglesia. Con

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Mi Camino Dominico

agrado los ayudé e hice sin saberlo, mi primer servicio a la Santísima


Virgen María.

PARTE VIII
INVITACIÓN A UN COMPARTIR FRATERNO DE FAMILIA
DOMINICA. DIOS ME MUESTRA UNA VEZ MÁS Y CON
COMPLETA CLARIDAD SUS “CASUALIDADES”

El día 23 de mayo de 2012, Daniel Rodríguez, me invitó a asistir en


compañía de nuestro amigo Raúl Gómez, a un compartir fraterno con
miembros de la Orden Dominica que se celebraría el día sábado
siguiente en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, ubicada en los
Magallanes de Catia. Eleazar, quien se desempeña como Acólito en el
altar, lamentó no poder asistir por tener trabajo que hacer.

Cuando Daniel me dijo dónde sería la actividad, me causó cierta


sorpresa y mucha curiosidad que “coincidentemente”, yo había sido
bautizado en esa misma iglesia, el 24 de diciembre de 1971.

A mi mente vino la siguiente pregunta:

Hummm... ¿Será otra de esas…“casualidades de Dios”?

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Mi Camino Dominico

Acordamos asistir temprano y encontrarnos en la Iglesia del Sagrado


Corazón de Jesús. El día sábado, asistí a Misa y me reuní con Raúl y
Daniel en las afueras del templo. Nos fuimos en metro a Catia y al
llegar pregunté por qué íbamos en otra dirección distinta a la de la
iglesia de Nuestra Señora del Carmen, Daniel me contestó que el
compartir sería en otra Iglesia.

Al llegar al templo donde se realizaría el encuentro con los miembros


de la Orden Dominica de la Provincia del Rosario, no pude contener la
emoción: Asistía, luego de 42 años, a la Iglesia de Nuestra Señora de los
Dolores, en los Magallanes de Catia.

Nuestra Señora de los Dolores, fue la primera Iglesia que visité en mi


vida, el templo de mi infancia, donde en semana santa, siendo un niño
de 4 o 5 años, me asustaba con la dramática imagen de la Virgen
dolorosa vestida de terciopelo negro con apliques dorados y con
muchos puñales atravesándole el corazón. Allí asistí a mi primera
procesión en compañía de mi mamá y mi madrina. Fue la iglesia donde
tuve mi primera catequesis de comunión en 1977 en compañía de mi
hermano menor Antonio José.

¡Tantos vívidos recuerdos venían a mi mente y yo no podía creer


aquello y contener la emoción que me embargaba! ¿Acaso otra
“casualidad de Dios”? Les comenté a Raúl y Daniel lo que me acababa
de ocurrir. Raúl se sorprendió muchísimo y no profirió palabra alguna,
en cambio Daniel me dijo:

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Mi Camino Dominico

- ¡Hermano Willy todo lo que proviene de Dios es providencial, nada


es casual!

¿“COINCIDENCIA” O PROVIDENCIA? ¡DIOS ME LLAMA


DIRECTAMENTE CON SUS BRAZOS ABIERTOS!

Estaba en el compartir fraterno con los Frailes y Laicos de la Orden


Dominicana de la Provincia del Rosario. En Venezuela existen dos
provincias: la de Bética a la que pertenecen los Frailes del convento de
San Jacinto de Polonia, ubicado en la iglesia el Sagrado Corazón de
Jesús, y la Provincia del Rosario, situada en la iglesia de Nuestra
Señora de los Dolores, en los Magallanes de Catia, funciona también
allí el estudiantado para los novicios de la Orden de Predicadores.

Fuimos recibidos con mucho cariño por Fray Nelson Rodríguez y Fray
José Gregorio Lobo, religiosas, novicios y Laicos Dominicos. Una
hermana nos preguntó quiénes éramos y de dónde veníamos; Daniel
refirió que éramos postulantes a la Orden Tercera. ¡Yo seguía sin
entender nada! La religiosa expresó:

- ¡Caramba qué bien!, ¿y por qué no se preparan como Diáconos?


¡Anímense, porque pueden ser Diáconos permanentes, necesitamos
muchas vocaciones religiosas!

A Raúl, Daniel y a mí nos causó mucha gracia esa invitación al servicio.


Raúl casi llegó a ser Diácono, así que le dije que aún estaba a tiempo de
retomar los hábitos y ordenarse. Él me replicó en su acento maracucho:

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Mi Camino Dominico

- ¡Calláaate!

Mientras nos reíamos los tres de mi ocurrencia. Yo imaginaba a Raúl


acostado boca abajo enfrente del altar de la iglesia con sus brazos en
cruz mientras se escuchaba a coro el Ora Pro Nobis de la letanía de los
santos.

En el interior del templo nos esperaba para la presentación Sor Fanny,


una religiosa Dominica de nacionalidad colombiana, miembro directivo
de la Confederación de Dominicas de América Latina y el Caribe,
CODALC. Nos invitó cariñosamente a sentarnos en los bancos que
estaban dispuestos en círculo alrededor de la mesa donde ella estaba.

Cuando hube tomado asiento subí la mirada y me encontré cara a cara


con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús con sus brazos abiertos.
Enseguida, como por arte de magia, ¡sentí la sensación de estar
viviendo en el momento presente cosas que me ocurrieron en el
pasado, un completo déjà vu! No sé por cuanto tiempo, me vi a mí
mismo de unos seis o siete años, sentado en la cocina de la casa de mi
madrina en la calle la Ladera de los Magallanes de Catia, lugar donde
pasé los mejores años de mi infancia y viví felizmente hasta los siete
años.

Recordé el olor y el aspecto de la cocina de kerosene de mi madrina


Julia con el altar donde tenía la imagen de yeso del Sagrado Corazón de
Jesús, ¡la misma imagen que me miraba con amor cuando niño y ahora
me invitaba, con ese mismo amor, a abrazar mi fe y la Iglesia! Agradecí
mil veces a Dios la madrina que me dio, ella me inició en la oración, en

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Mi Camino Dominico

la fe y el rezo del rosario en horas de la noche, cuando después de orar


con ella, permanecía contemplando la imagen del Sagrado Corazón de
Jesús, sin decir nada, sólo sintiendo cómo me envolvía su abrazo cálido
y su paz, como llamándome y bendiciéndome.

Mi amada madrina Julia era también miembro de la cofradía del


Sagrado Corazón de Jesús y en su casa llevaban una imagen en una caja
de madera y le hacían la novena. Yo asisto ahora a la iglesia del Sagrado
Corazón de Jesús y fue el rosario el instrumento que utilizó la Virgen
para guiarme allí. Me pregunté entonces: ¿será otra “casualidad” más?,
¿estaban acaso mi madrina Julia y la Virgen guiándome?, ¡Sí, por
supuesto, claro que sí! Era otra……”casualidad de Dios”. No pude
contener el nudo que se me hizo en la garganta por la emoción y un par
de lágrimas rodaron por mis mejillas. ¡No podía yo con tantas
“casualidades o coincidencias” juntas!

No sé durante cuánto tiempo estuve abstraído, rememorando aquellos


momentos felices, sólo sé que, al volver al presente, dirigí la mirada
hacia la imagen y expresé desde el fondo de mi corazón: ¡Señor aquí
estoy, aquí me trajiste, específicamente a esta Iglesia, me hiciste
recordar todo esto, haz lo que quieras de mí, yo quiero servirte!
Disimuladamente me enjugué las lágrimas y sentí que el corazón se me
iba a salir del pecho de tanta emoción ¡Me envolvía un sentimiento
indescriptible de gratitud! Dios me había mostrado por fin, el carisma,
la Orden, el apostolado que había de abrazar y el camino a seguir toda
mi vida: Laudare, Benedicere, Praedicare, Ordo Praedicatorum O.P.
y Sanctus Rosarium.

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Mi Camino Dominico

Sí, mis queridos hermanos que en este momento leen este relato, fue a
partir del deseo de rezar el rosario, animado por la Virgen Santísima
aquella tarde del martes 17 de mayo de 2011, lo que me llevó poquito a
poco, pasito a pasito, a los amorosos brazos de la Orden de los
Dominicos, una de las principales columnas que a través de los siglos
ha sostenido a nuestra Santa Iglesia y Fe Católicas, una Orden de
Santos, Mártires, Beatos y sabios Doctores de la Iglesia, estaba pues
conociendo la mejor Orden del mundo.

MI CAMINO DOMINICO. EL PRIMER PASO

El entusiasmo que causó en mí la experiencia del compartir fraterno


con la familia dominicana y la invitación amorosa del Sagrado Corazón
de Jesús a servirle, me llevó a conversar con Andreina y preguntarle
acerca de las condiciones y requisitos previos para pertenecer a la
Orden de Predicadores. Me informó que debía tener los sacramentos
de bautismo, confirmación y no pertenecer a otra Orden o movimiento
dentro de la iglesia, además de asumir seriamente el compromiso con
la Orden Dominica. Yo cumplía con los sacramentos y sumaba uno
más, el del matrimonio, soy felizmente casado por la iglesia desde hace
15 años con Ana Belén Santamaría, Ingeniero Industrial de profesión,
tengo un lindo hijo y mi familia es católica.

Las reuniones se hacen los primeros viernes de cada mes a las 3 de la


tarde y allí se trabaja en pro de predicar, como laicos que somos, desde
nuestros propios espacios de acción. Conocí entonces a la mamá de
Andreina, la Sra. Gladys Guerra de Carradini, una encantadora
persona, enamorada del Espíritu Santo que la anima, a pesar de sus

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Mi Camino Dominico

adversidades y contratiempos de salud, a amar profundamente a Dios,


la Virgen y la Orden. Ella dice siempre con humildad y cariño: ¡Soy
Terciaria Dominica!

En la Fraternidad Laical conocí también a la Dra. Omaira Amador


López, Bioanalista de profesión, que hace su apostolado particular de
predicación con los enfermos en el hospital donde labora. Omaira es
una mujer muy piadosa, presidenta también de la Cofradía del Rosario
Perpetuo, otra devoción Dominica, que coordina los servicios del altar y
el rezo del rosario en el horario de la tarde.

Integra también la fraternidad la Sra. María Aguilera de Romero, ella


es postulante dominica y miembro directivo de la Cofradía del Rosario
Perpetuo. María al igual que Omaira es una activa colaboradora de la
Iglesia con una fe a prueba de todo. Cariñosamente le decimos Marííta.

Dios y la Virgen me llevaron a reunirme con personas valiosísimas que


me ayudarían a crecer en la fe y fortalecer mis lazos con la iglesia y la
Orden de Predicadores. Asistieron también a la reunión: Eleazar,
Daniel y Raúl, mis otros hermanos de la fraternidad. Nos acompañó en
esa oportunidad Fray Antonio Quintanilla González, como diría él
jocosamente: ¡González, porque tuve madre!

Nuestro querido Fray Antonio es uno de los cuatro Sacerdotes de la


parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, los otros Frailes son: Celerino
Anciano Mata, Julián García del Castillo y José María Bueno, todos
ellos de nacionalidad española, hombres de Dios, que, con sus virtudes
y defectos, guían la feligresía aportando lo mejor de sí mismos.

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Mi Camino Dominico

Aprendí entonces que la orden dominicana es un camino de amor y


entrega a Dios y la iglesia bajo el amparo de la Santísima Virgen María,
llevando como apostolado el rezo del Santo Rosario y guiados en el
ejemplo de nuestro padre fundador Santo Domingo de Guzmán. Había
dado con firmeza mi primer paso dentro de la orden más hermosa de la
Santa Iglesia Católica, la Orden de Predicadores.

RAÚL ME HABLA POR PRIMERA VEZ DE LA COFRADÍA


DEL ROSARIO

Un día mi amigo Raúl Gómez me habló acerca de la cofradía del rosario


y me mostró una medalla que guardaba en su billetera. Yo seguía sin
saber nada de cofradías, ignorante totalmente acerca de las cosas
religiosas, así que dispuse documentarme sobre ello. Una vez más tuve
una agradable sorpresa, la cofradía del rosario es un movimiento
católico de la Orden de Predicadores cuyo apostolado es el Santo
Rosario y las alabanzas a la Santísima Virgen María.

Todos los miembros de la Fraternidad Laical igualmente pertenecían a


la Cofradía del Rosario y complementaban así su apostolado y labor de
predicación. La Presidenta de la cofradía es la Dra. Omaira una
Dominica de sólida fe y dilatado servicio dentro de la Orden.

Los integrantes de la cofradía se reúnen los primeros domingos de cada


mes para alabar a la Virgen y adorar al Santísimo Sacramento del altar.
Sus miembros se comprometen de por vida a rezar el rosario y
prometen a la Virgen hacer una guardia de honor que consiste en
escoger un día y una hora de la semana específicos para rezar la corona

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Mi Camino Dominico

completa, es decir las cuatro partes del rosario, con sus veinte
misterios, veinte padres nuestros y doscientas aves Marías con sus
letanías y jaculatorias. Un serio pero hermoso compromiso para el
bien de la humanidad y la Santa Iglesia.

PARTE IX
EL SÍNDROME DE GUILLAIN BARRÉ PONE A PRUEBA MI
RECIÉN RENOVADA FE

Es el mes de enero de 2012, ya pasó el día de reyes y en mi casa


procedíamos a quitar los adornos de navidad. Mi hijo Daniel Alejandro
ayudaba a su mamá recogiendo y guardando en una caja, las bolas que
ella iba quitando de las guirnaldas. Daniel estaba sentado en el piso y se
desplazaba deslizándose por el suelo con la caja. Al ver esto mi esposa
Ana le regañó diciéndole que se levantara del piso y yo la secundé
pidiéndole a Danielito que dejara la flojera. Ninguno de los tres sabía
que estábamos por comenzar un duro calvario donde nuestra fe sería
puesta a prueba.

Danielito comenzó a quejarse de sentir cansancio en las piernas y le


costaba levantarse. El 27 de diciembre él fue invitado a patinar en el
paseo los próceres con nuestros vecinos: Ximena, Mauricio y su hijo
Sebastián. Durante la patinata sufrió una caída y se golpeó la espalda,
así que pensamos que podría ser la inflamación de algún nervio de la
columna.

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Mi Camino Dominico

Poco a poco mi hijo fue sintiendo que le costaba levantarse y se cayó en


dos oportunidades. Como se acercaba el inicio de clases, pensamos que
podía ser una manera de llamar la atención para no asistir al colegio.
Pero aun así lo llevamos a consulta médica. Acudimos a la clínica
sanitas y la doctora nos remitió a un neurólogo en la clínica la floresta.

Al llegar a la clínica la floresta nos atendió una neuróloga que al


examinar a mi hijo manifestó que él no tenía nada, que todo era
producto de su imaginación porque lo apreciaba como un niño
fantasioso. En razón que pensó que todo era psicológico, le mandó a
agacharse y levantarse del piso, cosa que Daniel ya no podía hacer bien.
Luego lo hizo subir y bajar un escalón y mi hijo se cayó ¡No
entendíamos qué pasaba! La neuróloga nos recomendó, a manera
opcional y restándole importancia al asunto, realizarle una
electromiografía en el centro médico San Bernardino. Nos dijo
textualmente:

- ¡Bueno si ustedes quieren se lo hacen!

Nos llevamos a nuestro hijo a la casa y lo acostamos entre nosotros dos.


En la mañana Daniel quería ir al baño y yo, le dije que se levantara de
la cama. Mi hijo no podía sino arrastrarse por el colchón y al llegar al
borde no pudo sostenerse. Lo llevé al baño y mi esposa llamó a la
pediatra que enseguida pidió lo lleváramos a la clínica para ingresarlo
por emergencia.

Danielito fue atendido por su pediatra, la Dra. Yajaira Díaz quien lo


sometió a una gran cantidad de exámenes para descartar esclerosis

pág. 67
Mi Camino Dominico

múltiple, meningitis, entre otras enfermedades. Finalmente nos indicó


llevarlo al centro médico San Bernardino a realizarle la
electromiografía.

Al llegar al centro médico fue atendido por el Dr. Krikor Postalian,


quien en cinco minutos nos reveló que Danielito tenía una
polineuropatía desmielianizante aguda conocida como síndrome de
Guillain Barré. ¡Sentí que se me debilitaban las piernas! Enseguida
escribí a mi compadre Neptalí y este me calmó diciéndome que la
recuperación era lenta pero que la enfermedad era tratable. Pedí a Dios
me diera fuerzas para afrontar lo que se nos venía encima.

Esta enfermedad es un trastorno autoimunitario que puede surgir por


un proceso infeccioso menor o por molestias gastrointestinales. El
sistema inmune confunde la mielina que recubre los nervios con un
virus y los ataca, dejando éstos sin membrana y sin conexión eléctrica.
Así que ocurre una parálisis de los músculos que comienza desde las
extremidades inferiores. ¡Mi hijo Danielito estaba entonces postrado en
una cama sin poder moverse! Esta es una rara enfermedad que se
presenta generalmente en adultos a partir de los 30 años, aunque
puede atacar también a los niños, pero es muy raro que ocurra. Mi
esposa y yo nos preguntábamos ¿Por qué nos pasaba esto?

LA SOLIDEZ DE LA FE HACE LLEVADERA LA CRUZ DE LA


ENFERMEDAD DE DANIELITO. EL PODER DEL SANTO
ROSARIO Y LA ORACIÓN

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Mi Camino Dominico

Mi hijo Danielito tiene una gran fe en Dios, recibió la primera


comunión hace dos años. Yo le enseñé desde que era chiquito a rezar
antes de dormir, a pedir a Dios y a su ángel de la guarda. También le
instruí en el rezo de la coronilla de la divina misericordia a las tres de la
tarde y de vez en cuando lo invitaba a que me acompañara a rezar el
rosario. Daniel, a pesar de estar postrado en una cama, jamás perdió el
ánimo. Sí llegó a preguntarse por qué le había sucedido eso a él. Yo le
dije que Dios nos da cruces, pero también nos fortalece para llevarlas y
no nos da más carga que la que podemos soportar. Así que saldríamos
pronto de ese trance.

Me aferré al rosario y pedí a Dios y a la Santísima Virgen, nos librara


pronto de esta tragedia. Acudí diariamente a Misa y ofrecí mis
Eucaristías por la salud de mi hijo Danielito. Mi esposa y yo nos
turnábamos para quedarnos con él en la clínica. La Sra. Victoria
Gallardo de Santamaría, abuela de Daniel, una devota católica, hizo con
sus amigas cadenas de oración por su salud. Luego me enteré que la
hermana Sor Francisca de los Ángeles, una dominica de Maracaibo con
fama de santidad, también había orado por él.

Por su parte mi mamá también hizo sus cadenas de oración en su


congregación protestante. Cuando me tocaba a mí, rezaba la mayor
cantidad de rosarios y a las tres de la tarde, la coronilla de la divina
misericordia. Danielito me acompañó en uno que otro rosario, él
prefería que rezáramos la coronilla porque es más corta.

Los medicamentos lo ponían somnoliento y a veces se quedaba


dormido rezando conmigo. En la noche me acostaba a su lado y lo

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Mi Camino Dominico

abrazaba. Yo no podía dormir bien, me desvelaba, entonces tomaba mi


camándula y rezaba un rosario por mi hijo. Solicité a las almas benditas
del purgatorio que, así como yo diariamente rezaba por ellas, ahora
intercedieran y rezaran por él y por mí. Vale decir que, a pesar de lo
delicado de la situación, siempre me invadió una sensación de
confianza plena, yo sabía que saldríamos triunfantes y fortalecidos del
trágico trance.

Una tarde le dije a Daniel que había que pedirle mucha ayuda al
Espíritu Santo. En el techo de una de las estructuras de la clínica se
posó una paloma blanca y Daniel me preguntó si ese era el Espíritu
Santo. Le contesté que no lo podía saber, pero si él quería creer que lo
era, entonces que lo creyera. Me sorprendió sobremanera lo que mi
hijo me dijo a continuación:

- “Papi, yo sé que me voy a poner bien, sé que no me puedo mover ni


caminar, pero esto que yo tengo no es nada comparado con lo que
Jesucristo sufrió por nosotros”.

¡Me quedé sin palabras! lo abracé y se me salieron las lágrimas. Mi


confianza estaba puesta en Dios, le pedí mucho al Santísimo y la
Virgen. A pesar de las vicisitudes, sabía que el Señor había fortalecido
mis piernas y las de mi esposa Ana para soportar la cruz que nos tocaba
llevar en esta oportunidad. Ni hablar de Danielito, quien nunca perdió
el ánimo ni su sentido del humor, llegó hasta bromear con su
enfermedad y era él quien nos daba ánimo. Nos decía:

- ¡No se preocupen, yo me voy a poner bien!

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Mi Camino Dominico

Y SIGUEN LAS “CASUALIDADES DE DIOS”. ESTA VEZ


INTERCEDE LA DIVINA PASTORA

Danielito es un niño muy querido por todos. Mi vecina Helena Rojas lo


fue a visitar en compañía de una amiga suya llamada Aymara. Danielito
hacía un par de días que había comenzado el duro tratamiento con
inmunoglobulinas. Mi hijo podía mover las piernas con mucha
dificultad, pero no podía ponerse de pie. La señora Aymara había
estado en la procesión de la Divina Pastora y le trajo un escapulario de
la Virgen y se lo colocó en el cuello.

Al día siguiente, por primera vez, a Daniel no hubo que cargarlo en


peso para sentarlo y llevarlo al baño. Esa mañana pudo sostenerse y
colocarse de pie por sus propios medios. Dios hacía su milagro a través
de la intercesión de la Santísima Virgen María, se evidenciaba otra de
las “casualidades de Dios” de manera clara.

El síndrome de Guillain Barré fue atacado a tiempo y Danielito no llegó


a perder la sensibilidad ni la movilidad en sus extremidades y se colocó
el tratamiento oportunamente. Sin embargo, fueron las muchas
cadenas de oración de todos los familiares y amigos realizadas con
constancia, los muchos rosarios y Eucaristías que remitieron
totalmente la enfermedad y mi hijo gracias a Dios se recuperó
favorablemente. ¡La salud de mi hijo y el poder afrontar con temple la
adversidad, es una razón más para agradecer a Dios todos los días!

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Mi Camino Dominico

¡Quedaba demostrada la efectividad de la oración y el ilimitado poder


del Santísimo Rosario rezado desde el corazón con devoción y fe!

LA FE DE MI DANIELITO MÁS GRANDE QUE UN GRANO DE


MOSTAZA

Fueron tres meses de fisioterapia para que Daniel lograra restablecer la


movilidad de sus extremidades y fortalecer sus músculos. Pasito a
pasito se fue recuperando. Mi hijo ahora cargaba en su cuello la
camándula que le regalaron cuando hizo la primera comunión y rezaba
la coronilla de la divina misericordia a las tres de la tarde.

Su recuperación fue tal que pudo incorporarse a sus clases de karate


do, un arte marcial que practica desde los tres años de edad. Su
maestro, el Shihan Manuel Pazos, no sabía realmente qué enfermedad
había padecido Daniel, nosotros le explicamos y se sorprendió mucho.
A pesar que en el dojo donde entrena se tuvo con Danielito una
consideración especial, él entrenó fuertemente hasta llegar a ser
seleccionado para representar al país en un torneo que se celebraría el
20 de mayo en la ciudad de New York.

Recuerdo que al salir del hotel hacia el lugar donde se desarrollaría la


competencia, Danielito rezó besando la cruz de su camándula: ¡Diosito
dame la victoria!, ¡y vaya qué victoria tan emocionante le proporcionó
Dios! La competencia de karate do en New York fue muy reñida,
Danielito hizo una demostración excelente en kata, pero el niño que
compitió con él lo hizo mejor, aun así mi hijo logró una actuación por

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Mi Camino Dominico

demás meritoria y una medalla de bronce en kobudo (manejo de


armas) que para todos nosotros equivalía a una presea de oro.

También realizó cuatro duros combates y desempeñó un excelente


papel. Mi esposa Ana, su maestro Manuel Pazos y yo, no cabíamos en
nuestros pechos henchidos de orgullo por el esfuerzo titánico realizado
por mi hijo después de haber sufrido el calvario que significó padecer el
síndrome de Guillain Barré.

A Danielito le gusta llevar su camándula al cuello. La de su primera


comunión la perdió y se puso muy triste cuando no la encontró. Pero
asumió que seguramente le hacía más falta a la persona que la
consiguiera. En un viaje de vacaciones a Margarita, fuimos a visitar a la
Virgen del Valle y en las afueras de la iglesia, le compramos otra
camándula que él escogió. Al llegar a Caracas, la mandé a bendecir con
fray Antonio. Danielito me ha dicho que el rosario lo hace sentir más
seguro y protegido de peligros. Así que, en las mañanas, al vestirse
para ir al colegio, se coloca su rosario al cuello.

PARTE X
UN REGALO PARA PROFUNDIZAR EN LA FE

Mi amigo Raúl es una persona de una gran espiritualidad, estudió tres


años de filosofía en el seminario diocesano de Palmira, estado Táchira y
tres años de teología en el Seminario Interdiocesano Cristo Sacerdote,
en Medellín-Colombia. No llegó a ordenarse Diácono transitorio ni
mucho menos Sacerdote, pero eso no lo apartó de los caminos de Papá

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Mi Camino Dominico

Dios, como el cariñosamente le llama. Raúl ha sido uno de los


instrumentos que Dios ha usado para guiarme en el camino de la fe. El
día lunes 7 de mayo me obsequió el libro Encuentro, del Sacerdote
Ignacio Larrañaga, un manual para profundizar en la oración, fue el
primero de otros hermosos y trascendentales libros que pondría Raúl
en mi mano para enriquecer mi conocimiento del misterio de Dios.

FRAY CELERINO ME BAUTIZA

En el campeonato de karate do realizado el 20 de mayo en New York


nuestra selección obtuvo 38 medallas: 11 de oro, 14 de plata y 13 de
bronce en las diferentes categorías y especialidades. Una de las
medallas de bronce fue de Danielito y dos fueron ganadas por mí. Yo
también practico karate do porque cuando inscribí a mi hijo en el dojo,
el 5 de febrero de 2003, él era aún muy chiquito, le faltaba un mes para
cumplir los tres años, así que dispuse acompañarlo y tomé también las
clases de karate.

El día martes 22 de mayo de 2012, al regresar a Venezuela, asistí a Misa


para dar gracias a Dios por todas las gracias y favores concedidos. Llevé
las medallas obtenidas para enseñárselas a Fray Celerino. Una vez
finalizada la Misa me acerqué a la sacristía en compañía de Raúl.

Como siempre, fray Celerino, acompañado de su inseparable Andreina,


reía y bromeaba con nosotros. Le conté acerca de la actuación de
Danielito y le mostré las tres medallas ganadas. Fray Celerino se
sorprendió porque no sabía que yo hacía artes marciales. Le expliqué

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Mi Camino Dominico

que practicaba artes marciales desde 1979 y que no sólo hacía karate
sino también kung fu. El anciano Sacerdote Jugaba conmigo dándome
pequeños golpes en el cuello y me decía:

- ¿Te duele?

Respondí sonriendo:

-Padre siento un ligero masaje

Fray Celerino se rio mucho. Luego siguió bromeando:

- ¡Caramba yo pegándole a este muchacho sin acordarme que es


karateka, pero él no debe pegarle a un Sacerdote porque lo
excomulgo!

Fray Celerino me bautizó ese día cariñosamente como Fray Kung Fu,
apodo por el que ahora me llaman Daniel y Raúl.

INVESTIGANDO MÁS SOBRE LA ORDEN DE


PREDICADORES

Mi fortalecida fe me llevó a buscar más información sobre la Orden de


Predicadores, su carisma, teología, santos, beatos, mártires y doctores
de la iglesia. Aún continúo investigando y aprendiendo más sobre esta
orden donde me ha colocado Dios a través de la Virgen. Cabe
mencionar que mi desaparecida madrina Julia siempre estuvo
relacionada con la Virgen, el rosario y el corazón de Jesús. ¿Tendría
algo que ver mi madrina con mi llamado?, pues ¡yo creo que sí!

pág. 75
Mi Camino Dominico

Es muy posible que las coincidencias ocurran en algunas


circunstancias, pero cuando se trata de los asuntos de fe, esas
coincidencias pasan a ser señales, se convierten en el vocabulario que
emplea Dios para dar a conocer su mensaje, dicho de otra forma: son
los signos de Dios. Unas veces es una voz que con dulzura nos habla
desde adentro, es difícil describirlo, la voz no se escucha, sino que se
“siente” directamente desde nuestro corazón. Otras veces son hechos
correlacionados que tratamos de demostrar o justificar desde nuestra
pobre y limitada razón humana.

Es a estas señales o signos lo que yo he llamado “las casualidades de


Dios”. En nuestra vida de fe, una vez que aparece una de estas
“casualidades”, seguirán floreciendo en la medida en que crezca
nuestra confianza en la voluntad de Dios y en la determinación a seguir
un camino de amistad con Él. ¿Y por qué no ser santo si es una
amorosa invitación que nos hace Dios?

MIS DUDAS ACERCA DE LOS MINISTROS DE LA


EUCARISTÍA. DIOS ME CONFRONTA

Investigando cada día sobre nuestros dogmas de fe, las verdades de la


Iglesia y los cambios a los que ha tenido que adaptarse en el devenir de
los tiempos, me conseguí con la figura de los ministros de la Eucaristía.
Estos son laicos comprometidos con formación en los asuntos de fe,
principalmente en la administración y distribución de la Eucaristía,
ministerio que desempeñan para ayudar en Misa al Sacerdote de la

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Mi Camino Dominico

parroquia a la que pertenezcan, así como también llevar el viático a los


enfermos que lo necesiten.

Conversé con mi amigo, el Presbítero Miguel Marín, acerca de estos


ministros y él me señaló que habían sido aprobados por el Concilio
Vaticano II. Yo le manifesté que no estaba de acuerdo con los
ministros de la Eucaristía porque sólo una persona cuyas manos
estaban consagradas, es decir un Diácono o un Sacerdote, podían a mi
entender, administrar la Eucaristía, pues sus manos estaban ungidas
para ello mientras las manos de un laico no eran aptas para tocar el
cuerpo de nuestro Señor Jesucristo. Miguel me dijo que entendía mi
postura, pero que la iglesia en su sabiduría, había aprobado esa figura y
yo debía aceptarla porque era un ministerio totalmente válido el de
administrar la Eucaristía bien fuera ayudando al Sacerdote en Misa o
llevándola a los enfermos.

A finales del mes de mayo, después de haber ayudado con el ministerio


de lectura en la Misa de 8 A.M., estando en la sacristía con Raúl, nos
llamó fray Celerino en presencia de Andreina, haciendo un ademán con
los dedos índice y medio diciéndonos: “Vengan acá los dos pajaritos”.
Al acercarnos, mirándonos fijamente a los ojos, nos comunicó con su
voz grave, lo siguiente:

- “He pensado en hacerlos ministros de la Eucaristía, así que pronto


iniciará un curso en la parroquia, sólo falta acordar con la monja que
lo dictará, el día que comenzará y qué es lo que ella necesita”.

pág. 77
Mi Camino Dominico

Andreina se contentó y sorprendió de la noticia. Raúl se emocionó


muchísimo, no cabía en sí de su alegría. Por lo contrario, a mí me
recorría la espalda un frío glacial, palidecí, mis piernas no me
sostenían, enmudecí y no salía de mi sorpresa. ¡Dios mismo, a través de
fray Celerino, me había escogido a mí personalmente para convertirme
en una figura en la que yo no creía y de la que no hablaba bien!, ¡sentí
que era el mismo Dios hablándome, confrontándome, a través de la
boca del santo Fraile!

El sentimiento que experimenté fue de reprensión. En mi mente


retumbaron estas frases:

- ¿No estás de acuerdo con mis ministros de la Eucaristía?

- ¡Pues, ahora quiero que tú te conviertas en uno de ellos! .....

Raúl se dio cuenta de mi reacción y me preguntó:

¿Qué te pasa, no estás contento?

Yo le dije:

-Raúl yo no estoy contento, ¡lo que estoy es verdaderamente asustado,


muy asustado!

Esa mezcla de sentimientos de incertidumbre, miedo y hasta la


incredulidad que me invadió, me duraron todo el día. Estuve
preocupado y avergonzado. ¿Por qué yo?, ¿por qué a mí si yo no estoy
de acuerdo con que un laico toque su cuerpo?, ¡Si yo evito en lo posible

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Mi Camino Dominico

comulgar de manos de un laico!, ¿por qué yo? Me repetía en mis


adentros.

Cuando llegué a mi casa en la noche, hablé con Dios y le pedí perdón


abandonándome a su voluntad. ¡Si Él quería que yo fuera ministro,
entonces así sería!, ¡yo cambiaría mi opinión! Una vez le dije sí a la
Virgen, ahora era al propio Jesús de quien debía aceptar la invitación
¡Era un sí o sí, y yo elegí la primera opción!

PARTE XI

LA LITURGIA DE LAS HORAS. EL MEJOR REGALO

Considero que aun no sé orar bien, a veces lo siento desde el corazón,


otras veces como una repetición vocal o mental sin ninguna
repercusión interior. Pero no abandono la oración porque es lo que me
conecta con Dios. El lunes 4 de junio mi amigo Raúl me obsequió el
mejor regalo que he podido recibir: un libro de la liturgia de las horas
para los fieles. Yo no sabía de qué se trataba, para qué servía ni cómo se
utilizaba. Lo tuve guardado durante un buen tiempo en la gaveta de mi
escritorio hasta que Raúl acordó un día enseñarme cómo usarlo.

El conversó con fray Celerino acerca de hacerme ese regalo y el fraile


estuvo muy agradado con que me enseñara, así que bendijo
solemnemente el libro que había de entregarme Raúl.

La liturgia de las horas (en latín: Liturgia horarum) es la unión con


toda la iglesia orante a nivel mundial y con Cristo, cabeza de ésta, como
sumo Sacerdote. Constituye el conjunto de oraciones oficiales del rito

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Mi Camino Dominico

latino de la Santa Iglesia Católica organizadas en torno a las horas


canónicas mayores y menores: oficio de lectura, laudes y vísperas; hora
intermedia, tercia, sexta, nona, y completas. También es conocida como
Oficio Divino, el cual es observado principalmente por las comunidades
monásticas que expresan todo su amor a Dios alabándole y
glorificándole. El mundo está en caos como consecuencia de la
secularización. Es función pues de la iglesia, orar sin desfallecer para
que esas bendiciones suban a Dios y contrarresten todo el mal que
abunda en la tierra.

De acuerdo a lo que he investigado, los laicos, como bautizados que


somos, conformamos una parte importante del cuerpo de la iglesia; por
lo tanto, también es función nuestra el rezo de la liturgia de las horas y
no únicamente de los clérigos, monjes y personas de vida consagrada.

Un día jueves en horas de la tarde, Raúl y yo nos dirigimos a la


parroquia. El me instruiría en el rezo del Oficio Divino. Nos
conseguimos a Andreina que estaba retirando unos documentos, libros
y otras cosas. Cuando nos vio allí, preguntó:

- ¿Qué hacen aquí?

-Voy a decirle cómo se hace la liturgia de las horas. Contestó Raúl

- ¡Ah qué bueno, me parece excelente!

Al cabo de un rato nos sorprendió riéndonos de nuestros chistes y nos


increpó:

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Mi Camino Dominico

-Ah bueno ¿y entonces? ¡pónganse a hacer la liturgia de las horas!


¡Dejen el bochinche!

Raúl se enserió y comenzó mi instrucción. Al principio yo no entendía


muy bien.

-Todo es cuestión de práctica. Dijo Raúl

-Bueno iré poco a poco. Respondí yo

Entendí cómo se hacía el Oficio Divino, a veces tenía dudas y me perdía


con los salmos y cánticos, entonces llamaba a Raúl para aclararlas y él
cordialmente me orientaba.

Pronto asumí la costumbre de rezar el oficio divino, unirme a la iglesia


orante y santificar diariamente mi jornada. Mi mayor sorpresa fue un
día cuando rezaba, me topé con el salmo 8 que comenzaba con la
alabanza: “Señor dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda
la tierra!”, me emocionó sobremanera porque era la misma que había
quedado en mi memoria cuando viví la experiencia del encuentro de
promoción juvenil. También me encontré con la oración conclusiva del
jueves que también había aprendido. Allí comprendí que, en el
encuentro, sin decírnoslo explícitamente, habíamos estado haciendo el
oficio divino, rezando laudes, vísperas y completas.

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Mi Camino Dominico

LA CHINITA. GRAN DEVOCIÓN MARABINA

Es el viernes 08 de junio de 2012. Viajé a la ciudad de Maracaibo para


dictar una clase a los fiscales del ministerio público correspondiente al
diplomado de criminalística en el proceso penal venezolano.
Aproveché para hacer mi labor de apostolado pidiéndole a Raúl unos
marca libros con la oración al Sagrado Corazón de Jesús que regalé a
los fiscales una vez terminé la instrucción. La mañana de ese día, Raúl
me obsequió otro libro, esta vez del Padre Gastón Courtois para que lo
leyera durante el viaje: “Cuando el Señor habla al corazón”. Un texto
hermoso que permite saber, de acuerdo a lo que preguntes a Dios, su
amorosa respuesta.

Días antes, fray Celerino no se había sentido bien y fray Antonio tuvo
que oficiar la Misa por él. Estando en Maracaibo llamé por teléfono a
Raúl y me informó que afortunadamente fray Celerino se había
mejorado y pudo oficiar la misa de adoración al Santísimo Sacramento
del Altar el día domingo, también me contó que hubo procesión
solemne con la custodia y que la ceremonia había sido muy concurrida
y por demás hermosa.

Yo por mi parte asistí el domingo a la basílica de Nuestra Señora de la


Chiquinquirá y recé por la salud de nuestro querido fraile. Me
impresionó mucho la enorme devoción del pueblo marabino por su
patrona, ¡no cabía un alfiler en el templo!, tuve que esperar la segunda
misa para poder sentarme apretujado en uno de los bancos enfrente del
Santísimo. Me acordé de las referencias que me había dado Raúl sobre

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Mi Camino Dominico

la basílica de la Chinita, como cariñosamente llaman a la Virgen los


maracuchos. Me dijo:

- ¡Vas a conocer la basílica, es un templo tipo rococó en el que no cabe


un adorno más, es muy linda y exagerada; pero al fin y al cabo así
como somos nosotros los maracuchos, exagerados!

- ¡Lo más cómico es que las imágenes tienen peluca!

Me decía Raúl mientras soltaba una sonora carcajada.

Cuando entré a la basílica vi lo hermoso de su arquitectura y


decoración, de verdad estaba muy adornada y hasta los bancos eran un
estilo cuasi rococó, muy originales y llamativos. Lo primero que busqué
fue las imágenes que me había referido Raúl. ¡Efectivamente tenían
peluca!, ¡me acordé de la cara de Raúl contándome aquello y no pude
contener la risa! Sin embargo, escuché la Misa con mucha devoción,
puede subir las escaleras para saludar la imagen de la Virgen de
Chiquinquirá, pedí por la salud de fray Celerino, di las gracias por estar
allí y salí gozoso y renovado para regresar a Caracas. Sentí que iba por
buen camino.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS EN INTIMIDAD CON DIOS

Hubo un hecho curioso que me sucedió durante las noches de los días
viernes 8 y sábado 9 de junio. Estaba en la habitación del hotel en
Maracaibo y después de haber rezado el rosario y leído un versículo de

pág. 83
Mi Camino Dominico

la Sagrada Escritura, tomé el libro que me había regalado Raúl y me


dispuse a leerlo.

Raúl me había acompañado a la librería San Pablo y allí compró el


libro “Cuando el Señor Habla al Corazón”, del Sacerdote Gastón
Courtois. Me dijo:

-Hijo, este libro no es para leerlo como cualquier otro, después que
ores, cierra los ojos y pregúntale a Dios acerca del mensaje que tiene
para ti.

-Dile: ¿Qué me quieres decir Señor?

Yo contesté:

-Ok, entiendo

-Luego lo abres al azar y lee el mensaje que nuestro Señor tiene para
ti

-¡Ok, de acuerdo!

Estando en el hotel, después de orar, tomé el libro y pregunté a Dios


por el mensaje que tenía para mí.

Al abrirlo, me salió la página 87. Fue tan significativo y personal el


mensaje que marqué la página. A continuación transcribo un pequeño
extracto de un par de párrafos con lo allí expresado:

“Recapitula en ti a la humanidad dolorosa y carga en Mi toda


la miseria del mundo. Así me permites darles utilidad y abrir
muchos corazones herméticamente cerrados. Tengo a mi

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Mi Camino Dominico

disposición todos los medios para invadir, para penetrar,


para sanar, pero no los quiero utilizar sino con vuestra
colaboración” …… (p.87)

“El tiempo de crear, de organizar, de realizar, no es para ti.


Mas Yo te reservo una misión oculta de la que se beneficiarán
los más jóvenes pues ella fomentará su dinamismo. Esta
misión interior consiste en establecer un contacto entre Yo y
ellos- en conseguirles los carismas indispensables para un
apostolado verdaderamente eficaz” …… (p.88)

Hubo otro mensaje que Dios me comunicó en ese texto. Pregunté dos
veces, como si no estuviera seguro de lo que me decía, me invadía la
duda. En las dos oportunidades que abrí el libro me salió la misma
página, como diciendo: ¡Ya te respondí!, ¿es que no entiendes?

Sólo transcribiré su título que se explica por sí solo:

SUPLICA MÁS A MARÍA (p.159)

Me impactó tanto el libro que compré un ejemplar y se lo regalé a


nuestra dominica in pectore, Milagros Pulgar Piñero.

FRAY CELERINO SE DESPIDE. SE NOS VA EL SANTO AL


CIELO

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Mi Camino Dominico

Regresé a Caracas y continué ayudando como lector en la Misa de 8


A.M. e involucrándome más con el quehacer diario de los Dominicos.
Hice muy buena amistad también con fray Antonio Quintanilla, quien a
veces nos acompañaba en las reuniones mensuales de la Fraternidad
Laical Dominicana.

El día jueves 21 de junio, a tempranas horas de la mañana recibí una


llamada telefónica de parte de Raúl para darme la triste noticia del
fallecimiento de fray Celerino Anciano durante la madrugada del día 20
de junio a causa de un infarto al miocardio. Sentí un gran vacío, pero al
mismo tiempo cierta complacencia y conformidad porque Dios lo había
llamado. Pregunté detalles acerca del funeral y quedamos de acuerdo
en encontrarnos en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús al día
siguiente.

Tomé mi rosario y me fui a la sala de mi apartamento donde tengo una


imagen de la Rosa Mística repujada por mi esposa. Me arrodillé y recé
un rosario por el eterno descanso del alma del querido fraile. Me sentía
triste porque yo no había podido intimar con él ¡Eran tantas las cosas
que yo le quería contar acerca de cómo llegué a la iglesia del Sagrado
Corazón de Jesús, todas estas “casualidades” correlacionadas!, así que
se las conté allí, al pie de la imagen de la Virgen, después que recé el
rosario.

Me sobrevino entonces una mezcla de sentimientos de tristeza,


nostalgia, gratitud y serenidad, pues en la parte derecha de la corona de
12 estrellas de la Virgen, una brillaba con un azul intenso. Sentí y asumí
que Fray Celerino era esa estrella. Nuestro amado fraile había sido

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Mi Camino Dominico

llamado para coronar la cabeza de nuestra Santísima madre por toda la


eternidad. ¡Se nos acababa de ir el Santo al cielo!

Me cambié de ropa y me dispuse asistir a los funerales de Fray Celerino


para darle el último adiós y agradecerle lo mucho que me brindó entre
lo poco que pude compartir con él. ¡A partir de ese día lo asumí como
mi director espiritual en el cielo!

PARTE XII

MISA DE CUERPO PRESENTE. LA FELIGRESÍA Y


AUTORIDADES DEL CLERO MUESTRAN SU AMOR A FRAY
CELERINO ANCIANO

Es viernes 22 de junio de 2012. El cuerpo de fray Celerino Anciano ya


llevaba un día expuesto en el pasillo de la nave central de la Iglesia en
espera de los servicios fúnebres que se realizarían ese día. Yo asistí
muy temprano y lo vi en su ataúd, con su cara serena, durmiendo
plácidamente el sueño eterno.

Cuando se va alguien querido, el egoísmo invade nuestro corazón,


persisten los apegos fraternales por aquella persona, nos entristecemos
y muchas veces nos enojamos con Dios por habérselo llevado. Con
Fray Celerino era diferente, en mí había sentimientos encontrados de
tristeza y conformidad. Tristeza porque ya no estaría con nosotros, ya
no bromearíamos después de la Misa ni escucharíamos la oración alma

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Mi Camino Dominico

de Cristo al finalizar la Eucaristía, y conformidad porque había partido


en santa paz a la casa del Padre.

Me senté en el mismo puesto del banco frente al Santísimo y comencé a


rezar por él. Me venían recuerdos y preguntas a mi memoria. ¿Por qué
conocí a este fraile tan especial?, ¡caramba, quise decirle tantas cosas
que me habían ocurrido y ahora se había ido para siempre!, ¡qué
tristeza tan grande sentía!, ¡un nudo en la garganta me impedía
articular palabra alguna!

Al cabo de un rato llegó Raúl cuyo rostro reflejaba también mucha


tristeza, me abrazó y entonces comencé a llorar penosamente pues
necesitaba desahogarme. Luego apareció Daniel y me invitó a rezar el
rosario con él en el ambón. Tuve que armarme de valor para que mi voz
no se quebrara mientras arrullábamos a fray Celerino con el Santo
Rosario.

Era inconcebible para mí que a quien acepté en mi corazón como mi


director espiritual, ya no estaba. Asumí que aún lo era, solo que en un
plano superior. ¡Ese sentido rosario fue mi último regalo para él!

Terminado el rosario, me acerqué donde estaba Andreina para


ofrecerle mis condolencias. Me abrazó y dijo:

- ¡Ahora tenemos un Santo en el cielo!

Andreina, toda apesadumbrada por el dolor exclamó:

- ¡Ay Willy y pensar que él quería hacerte ministro de la Eucaristía,


pero no le alcanzó el tiempo!

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Mi Camino Dominico

Yo le contesté:

- ¡Andreina estamos muy tristes, pero no importa, allá arriba están


de fiesta porque llegó un Santo al cielo!

La Misa de cuerpo presente fue presidida por su Eminencia Cardenal


Jorge Urosa Sabino, en compañía del Nuncio Apostólico de su
Santidad, Monseñor Pietro Parolin y una multitud de frailes Dominicos
de las provincias de Bética, del Rosario y del estudiantado de esta
última. Fray José María Bueno, hoy párroco de la Iglesia el Sagrado
Corazón de Jesús, cantó con todo el corazón, acompañado de una
guitarra, el salmo 32:

“Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los


buenos. Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor
el arpa de diez cuerdas” …

¡No pude contener la emoción y nuevamente me invadió el llanto!

¿Cómo podía llorar yo con tanto sentimiento por una persona que
apenas conocía?, ¿cómo podía dolerme tanto su muerte?, ¡y pensar que
la última fotografía que se tomó en vida fue a mi lado con Andreina!
¿Acaso era una simple coincidencia aquello?, ¡sí, claro era otra
“casualidad de Dios” el haber tomado la última fotografía de Fray
Celerino Anciano Mata!

Sentí que lo conocía y quería de toda la vida a pesar que apenas


intercambiamos pocas palabras durante el breve tiempo que nos
conocimos. Pensé entonces que ese es el amor que siembra Dios en los

pág. 89
Mi Camino Dominico

corazones por las personas buenas, por los santos y humildes de


corazón como ese amado fraile. No había persona que no tuviera una
palabra de cariño por su persona y a quien no le doliera su partida.

Se me acercó una de las señoras de la cofradía del rosario, me abrazó y


consolándome dijo:

- ¡Calma hermano, hay que tener conformidad!

Yo aún seguía muy triste, pero sereno. Recordé la última vez que hablé
con él donde le comenté brevemente mi experiencia en el compartir
Dominico con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Entonces me
enseñó una oración que debía decirle. Ahora, cada vez que recibo la
comunión, después de cada Eucaristía ofrecida, rezo desde mi corazón
la oración alma de Cristo, así como su petición al Señor para que nos dé
muchos y Santos Sacerdotes, las jaculatorias al Sagrado Corazón de
Jesús y María; y finalizo con la última oración que en vida me enseñó:
¡Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo!
En todas ellas aún escucho su voz grave y amorosa.

Una fila interminable de fieles se despidió de él. Yo lo vi dos veces, le


coloqué dos estampitas del Nazareno de San Pablo y la Virgen de
Coromoto en la tapa del ataúd. Besé el cristal y le dije: ¡buen viaje mi
querido amigo!

LA MISIÓN FACED’DIOS. DEFENSA DE LA FE CATÓLICA

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Mi Camino Dominico

Los días 14 y 15 de julio se celebró en la parroquia de la Anunciación,


ubicada en la urbanización Juan Pablo II, el Primer Taller de Defensa
de la Fe, Misión Faced’ Dios, dirigida por el Sacerdote Salesiano Héctor
Pernía. Acudí durante los dos días a una bonita experiencia que me
daría más herramientas para contrarrestar el fenómeno que yo llamé
“inmediatez de la fe”.

Siempre he asumido que no podemos defender ni mucho menos


querer lo que no conocemos, por lo tanto, es menester tomar una
postura seria en cuanto a no pecar de ignorancia y profundizar en los
dogmas y misterios de nuestra religión católica, pues mientras más
aprendemos, queremos más a la iglesia. Al finalizar el taller solicité
unas diez guías de apologética para llevarlas a mis queridos hermanos
de la Orden Dominica. El Padre Héctor casualmente es también amigo
de mi amigo Sacerdote Miguel Marín, él cariñosamente le llama
“Miguelito”.

Una de las cosas que más me dio risa fue la manera en que el Padre
Héctor hacía referencia a los hermanos separados, decía:

-Los protestantes utilizan la biblia Mum Bolita, la cargan siempre


debajo del brazo como un desodorante.

- ¡Hermanos, los católicos debemos conocer nuestra fe para


defendernos de los que utilizan la biblia Mum Bolita!

Lo que más me agradó del taller fue el hecho que nos hicieran averiguar
la fecha de nuestro bautismo, quién había sido el Presbítero que nos
bautizó y el nombre de nuestros padrinos. El Padre Héctor también

pág. 91
Mi Camino Dominico

nos recomendó leer Introducción a la vida devota, de San Francisco de


Sales. No perdí la oportunidad de ir a la librería San Pablo y adquirirlo.
¡Es una joya de libro que recomiendo ampliamente! Llamé por
teléfono a mi mamá para preguntarle. Al día siguiente recibí de parte
de mi papá la información:

-Hijo, tú fuiste bautizado el 24 de diciembre de 1971

¡Fui bautizado en vísperas de Navidad! y la otra información de quiénes


fueron mis padrinos sería el colmo que se me olvidara: Julia Herminia
Valladares de Fajardo y Sixto Fajardo.

En mi casa tengo una copia de mi fe de bautismo, allí leí que el


Sacerdote quien ofició el servicio fue el Presbítero Salvador Gálvez.
Ahora ¡Jamás lo olvidaría!

LA VIRGEN ME ENLAZA CON EL ROSARIO. MI INGRESO


EN LA COFRADÍA

Después de haberlo meditado durante un tiempo, solicité ingresar en la


Cofradía del Rosario asumiendo el compromiso de hacer mi guardia de
honor a la Virgen los días 17 de cada mes a las 8 A.M. Asistí a la Misa
solemne que se celebró el domingo 5 de agosto de 2012, por ser primer
domingo de mes correspondía la reunión de la Cofradía del Rosario y la
adoración al Santísimo Sacramento del Altar. La hermosa ceremonia
fue oficiada por nuestro querido fray Antonio Quintanilla González.
¡Sí, González, como diría él, porque tuvo madre!

pág. 92
Mi Camino Dominico

Casi finalizando la Misa, el Sacerdote me pide acercarme a los


escalones cercanos al altar mayor, me arrodillo y entonces éste formula
en latín, las palabras de consagración de la medalla de la Cofradía, la
rocía con agua bendita, me rocía a mí y me impone la medalla. ¡Sentí
una alegría inmensa! Como si la Virgen me hubiera dicho:

-¡Ajá, por fin te agarré!

Yo pensé:

-¡Bueno Virgencita, me enlazaste con el rosario, aquí me tienes!

Se escucharon muchos aplausos en la iglesia, había sido admitido a una


hermosa devoción Dominica, la Cofradía del Santo Rosario.

LA VIRGEN DE MI MADRINA. LA CASUALIDAD DE DIOS


QUE FALTABA

Un día del mes de agosto, después de haber escuchado Misa de 8 A.M.


y ayudado con el ministerio de lectura a fray Antonio, nos sentamos a
conversar en la sacristía. Al cabo de un rato subo la mirada e
interrumpo al fraile:

- ¡Un momentico Padre!, Digo yo en tono de sorpresa

- ¿Qué os pasa?, interroga el Sacerdote

- ¡Fray Ud. no me va a creer!

- ¿Qué es lo que no te voy a creer?

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Mi Camino Dominico

- ¡Fray la imagen!

- ¿Cuál, la de la Virgen del Rosario de Pompeya?

- ¡No sabía que se llamaba así!

-Pues esa es

-Padre, yo cuando la vi, enseguida supe que la había visto en otra


parte, pero no recordaba dónde.

- ¿Ajá y dónde la habéis visto?

- ¡Esa es la imagen de la Virgen que mi madrina Julia tenía colgada


en la sala, es de allí de donde recuerdo haberla visto!

¿Hace falta acaso alguna otra explicación más?, ¡volvía a aparecer otro
signo, otra “casualidad de Dios”, siempre relacionada con la Virgen
Santísima y quien me inició en la fe, mi madrina Julia Herminia
Valladares de Fajardo!

Entre sorpresa y alegría pensé: Caramba… siento como si la Virgen me


estuviera diciendo:

- ¡Hola!, ¿te acuerdas de mí?, ¡yo siempre te he cuidado!

Le dije a fray Antonio:

-Padre esas cosas son lo que yo he llamado las “casualidades de Dios”

- ¡Así habla Él! Respondió el Sacerdote.

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Mi Camino Dominico

Me quedé contemplando extasiado la imagen mientras acudían a mi


memoria los recuerdos de mi infancia. ¡No salía de mi asombro!

Murmuré entre dientes:

- ¡Con razón estoy aquí!

PARTE XIII

8 DE AGOSTO, FIESTA DOMINICA. CELEBRACIÓN DEL DÍA


DE SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

El miércoles 8 de agosto celebramos la fiesta solemne de Santo


Domingo de Guzmán, Padre fundador de la Orden de Predicadores. El
altar del Santo estaba ricamente decorado con flores. fray Julián
García del Castillo contrató la coral polifonía para dar realce a la
ceremonia. Yo estaba pensando desde hace algún tiempo dar un
sencillo pero significativo detalle a las personas que me habían
brindado un abrazo fraterno y la bienvenida a la Familia Dominicana.

Tuve sentimientos encontrados porque ya no estaba nuestro amado


fray Celerino. Milagros y su esposo Víctor hacen diseños para tazas y
yo había conversado con ella desde principios del mes de julio para que
elaborara unas tazas originales con un diseño dominico.

El 19 julio le envié a Milagros los logos del escudo de la Orden de


Predicadores y una imagen de la Virgen del Rosario de Pompeya para el
diseño. Inicialmente yo sólo había pedido colocar el escudo de la

pág. 95
Mi Camino Dominico

Orden, pero ahora había un elemento importantísimo que me


interesaba estuviera presente, la Virgen.

Al día siguiente Milagros tenía el diseño listo para las tazas y me lo


envió para mi aprobación. ¡Más bello no podía quedar! Fueron diez
tazas personalizadas su nombre para regalar a: fray Antonio, fray
Julián, fray José María, Gladys, Andreina, Omaira, Eleazar, Daniel y
Raúl. También mandé hacer una para mí. Fray Julián luego nos invitó
a compartir un sencillo banquete en el salón de reuniones. Al finalizar
la Misa entregué los presentes y todos quedaron encantados, fue mi
pequeñito gesto a quienes me brindaron tanto cariño durante todos
estos meses. Fray Julián estaba muy contento, me llamó fuera de la
sacristía y dijo:

-Espérame aquí

Al cabo de un rato se acercó y me puso algo en la mano:

-Toma, es un intercambio

-Padre, ¿qué es eso?

- ¡Una cruz Dominica, feliz día de Santo Domingo!

Había recibido yo mi hermosa cruz Dominica esmaltada en blanco y


negro. Me acerqué a Andreina y orgulloso se la mostré. Ella me dijo
bromeando:

- ¡Eso es trampa!, ¡No la puedes usar todavía!

pág. 96
Mi Camino Dominico

- ¡No importa! Dije yo. Seguiré utilizando la tau franciscana, además


ésta la bendijo Fray Celerino.

- ¡Te la tienen que imponer! Debes esperar al año que viene en la


fiesta de Santa Rosa de Lima, el 29 de abril.

-Ah, ok, yo no tengo ningún apuro.

¡Me sentí feliz de tener mi cruz de la Orden de Predicadores!

DE MISIÓN CON EL SANTO ROSARIO

Estuve recordando que cada vez que podía, le llevaba a fray Celerino
camándulas, denarios y crucifijos para que los bendijera. Aparte de
obsequiar algunos a Andreina, Raúl y Daniel, también se los daba a
otros amigos y personas que consideraba lo necesitaban. Andreina se
entusiasmó mucho con el apostolado del rosario que mi amiga y yo
habíamos emprendido porque las piezas que elaboraba Milagros le
quedaban preciosas.

Andreina tenía para nosotros una nueva misión que cumpliríamos con
el mayor amor posible. Yo iba con cierta frecuencia a la Casa Católica
San Francisco, una tienda donde venden toda clase de artículos y
ornamentos religiosos, allí conseguía las cuentas de madera, cruces tau,
los crucifijos y los escapularios de la Virgen del Carmen entre otras
cosas.

pág. 97
Mi Camino Dominico

Una vez le pedí a Raúl me acompañara a comprar unas cruces de


madera para los rosarios. En el camino conversé mucho con él y le
comenté que quería documentar mi nueva experiencia de fe a manera
de testimonio y que lo llamaría “Mi Camino Dominico”. A Raúl le
pareció excelente la idea.

Yo intercambiaba con él experiencias donde pude sentir cómo Dios,


una vez que has tocado fondo, te da la mano. Raúl igualmente me
refirió su propia vivencia, sus experiencias en el seminario y el
padecimiento de una dura enfermedad que afortunadamente superó.
Una pesada cruz que pudo cargar gracias a la misericordia de Dios.

Al llegar a la Casa Católica San Francisco, vi unas cruces de madera


con un esmaltado a manera de cristal muy bonitas. Enseguida las
compré para enviárselas a Milagros para la elaboración de camándulas.

Milagros continuaría confeccionando camándulas que de una u otra


manera irían a parar en las manos de quienes las necesitaban. En las
redes sociales conocí a un seminarista Eudista de nombre Carlos Silva,
quien pidió ser mi amigo. El próximamente se ordenaba Diácono
transitorio y cursaba estudios en el ITER, Instituto de Teología para
Religiosos, adscrito a la facultad de teología de la Universidad Católica
Andrés Bello.

Carlos me pidió una colaboración, solicitó que le ayudara con


camándulas misioneras para ser regaladas en Táchira. Llamé a
Milagros y me envió unos diez o doce rosarios que Carlos recibió de
muy buen agrado de nuestra parte. Le ofrecí tenerlo presente siempre

pág. 98
Mi Camino Dominico

en mis oraciones para que Dios y la Virgen lo fortalecieran en su fe.


Me acordé de la petición en Misa de Fray Celerino Anciano:

“Señor danos Sacerdotes


Señor danos santos Sacerdotes
Señor danos muchos y santos Sacerdotes” ….

12 CAMÁNDULAS MISIONERAS VIAJAN A MIAMI

El 19 de octubre Raúl debía viajar a la ciudad de Miami-USA a visitar a


unos familiares. Un día después de Misa me dijo:

-Hermano Willy, te voy a pedir un favor

-Ajá dime

- ¿Tú me podrías vender unos rosarios?

Le dije:

- ¿Y eso para qué?

Raúl me contestó:

-Hermano es que viajo a Miami y allá hay un grupo de oración y


quiero llevarles un presente

- ¿Raúl tú estás loco?, le increpé yo

-Ese es un apostolado que yo tengo con mi amiga de Maracay. ¡Sólo


dime cuántos necesitas, no tienes que pagar nada porque para eso
son esos rosarios, para regalarlos!, ¡así que cuenta con eso!

pág. 99
Mi Camino Dominico

- ¡Ay gracias hermano, Dios te lo pague!

Llamé a Milagros para solicitarle, si era posible, tener listas para el 19


de octubre las camándulas que pudiera. Me dijo que haría todo lo que
estuviera a su alcance. Ella confeccionó 12 hermosas camándulas de
madera con las cruces en madera y esmalte que recientemente le había
enviado. Eran las mismas cruces que compré cuando Raúl me
acompañó a la Casa Católica.

Ahora esas cruces “casualmente” formaban parte de unos rosarios


artesanales, especialmente elaborados a mano, Made In Maracay-
Venezuela, confeccionados por nuestra querida dominica in pectore
Milagros Pulgar.

El jueves 18 de octubre le llevé las camándulas a fray Antonio


Quintanilla quien con el cariño y la solemnidad de siempre, impartió su
bendición sobre ellas y la roció con agua bendita. Las entregué a Raúl
quien viajaría al día siguiente en la mañana. El Santo Rosario se dirigía
a Miami-Florida a ser entregado en manos del grupo de oración de la
Virgen de Guadalupe, para provecho de sus almas. ¡Seguro estoy de que
se escuchó en el cielo una fanfarria de ángeles!

PREPARATIVOS PARA EL DÍA DE LA VIRGEN DEL


ROSARIO

Se acercaba otra vez el 7 de octubre, la celebración del día de la Virgen


del Rosario, no obstante, motivado al evento electoral que se llevaría a

pág. 100
Mi Camino Dominico

cabo ese día, se acordó celebrarlo el domingo 21 del mismo mes.


Andreina quería regalar rosarios benditos a las personas que asistiesen
a Misa.

Milagros asumió el reto de elaborar la mayor cantidad de camándulas


que podía y Andreina nos proporcionó todo el material en acrílico y yo
aporté mi parte con las cruces. Además, Milagros llevaba un tiempo
confeccionando rosarios de madera con otros materiales que yo le
había facilitado.

Tendríamos pues muchas hermosas camándulas benditas para regalar


a manos llenas. El 27 de julio Milagros elaboró la primera camándula
misionera. ¡Le quedó sencillamente hermosa! Ahora lo sería más con
la bendición solemne que haría sobre ellas fray Antonio Quintanilla.
¡Aunque creo que fray Celerino también las bendice desde el cielo!

PARTE XIV

VISITA DEL MAESTRO GENERAL DE LA ORDEN

El 3 de octubre de 2012, Andreina nos informó de una reunión en horas


de la tarde, en el colegio Nuestra Señora de Fátima, con fray Bruno
Cadoré, Maestro General de la Orden de Predicadores, quien quería
establecer contacto con los Laicos Dominicos en Venezuela. ¡Era una
experiencia única el poder estar cerca del sucesor de Santo Domingo de

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Mi Camino Dominico

Guzmán y no me la iba a perder por nada del mundo! Omaira,


Andreina y Gladys ya estaban en el colegio desde tempranas horas.

Al cabo de un rato, llegamos Daniel y yo. El ambiente era muy


agradable, de verdadera familia, cada fraternidad llevó algo para
compartir. Al principio pensé que Fray Bruno sería frío y distante. Era
difícil entender la profundidad de su mensaje, dado los errores de
traducción de algunas palabras, sin embargo, él se esmeró en explicar
qué quería decir. Lo acompañaba fray Javier Pose, de Argentina, su
socio para América Latina y el Caribe.

Al concluir las intervenciones, fuimos invitados a participar de la


hermosa Misa que oficiaría en la capilla del colegio. Su porte
desprendía humildad por doquier, es un hombre de baja estatura, pero
de una gran espiritualidad. Dios, la Virgen y Santo Domingo lo lleven
de la mano para guiar sabiamente a la Orden Dominica.

Al finalizar la Misa fuimos todos a compartir el banquete preparado.


Pude tomar varias fotografías de nuestra fraternidad con Fray Bruno.
¡Todo un honor para nosotros! Lo único que lamenté fue no haberme
acordado de llevar la cruz dominica que me regaló Fray Julián. ¡Y lo
había pensado!

Mi cruz hubiese sido bendecida nada más y nada menos que por el
Maestro General de la Orden de Predicadores. Al final no pudo ser
posible, pero al fin y al cabo Dios sabe por qué hace las cosas, quizás
me iba a sentir la gran cosa por tener una cruz bendecida por Fray
Bruno.

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Mi Camino Dominico

EL CURSO DE FORMACIÓN EUCARÍSTICA. LA VOLUNTAD


DE FRAY CELERINO

En el mes de septiembre de 2012 se dio inicio al curso de formación


eucarística en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, lo dictaba la
Hermana María Letizia Villarreal, de la congregación de las Pías
Discípulas del Divino Maestro, perteneciente a la familia de San Pablo
o Paulinos como mejor se les conoce.

La Hermana Letizia es una persona encantadora que transmite con


suma sencillez los conocimientos sobre la Liturgia de la Palabra y
Liturgia de la Eucaristía. Yo albergaba mis dudas sobre comenzar el
curso, pues no me consideraba digno, siendo un laico y sin tener manos
consagradas, tocar el cuerpo de nuestro Señor. Sin embargo, recordé
las palabras de Fray Celerino Anciano y decidí iniciar el curso. Cambié
el horario de mis clases en la universidad para poder asistir a lo que
significaba mucho más que una enseñanza, al encuentro con el misterio
de Dios.

CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LA VIRGEN DEL ROSARIO

El día 21 de octubre, como estaba previsto, se celebró el día de la Virgen


del Rosario con una Misa oficiada por Fray Antonio. Se rezaron y
meditaron los misterios del Santo Rosario en agradecimiento a la
Virgen, pero esta vez por niños que habían sido preparados por Gaby,

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Mi Camino Dominico

una devota fiel de la parroquia que pertenece al grupo carismático Roca


Viva. Omaira por su parte organizó lo concerniente a gran parte de la
Misa. Las oraciones elevadas a la Virgen por boca de cada uno de los
niños participantes, fue música para los oídos de la Santísima Virgen.

La cesta al lado de la imagen de la Virgen del rosario estaba repleta de


hermosas camándulas que serían bendecidas por el Sacerdote al final
de la ceremonia. Primero les fueron entregadas a los niños y luego a los
fieles que entusiasmados no querían perder la oportunidad de tener en
sus manos un rosario tan bonito. ¡Las camándulas misioneras
elaboradas por Milagros con los materiales de Andreina, las cruces que
había aportado yo y la bendición, esta vez de Fray Antonio, habían
llegado a felices manos para ser utilizados en la oración a la Virgen!
Como habría dicho Fray Celerino:

- ¡Ahora sólo depende del trabajo del Espíritu Santo!

¡Caramba, cuánto extrañaba a ese santo Sacerdote!

Ese día 21 de octubre es especialísimo para mí ya que ocurrió un hecho


trascendental. Yo había pedido a fray Antonio me consagrara a mí y a
mi hijo Daniel al Inmaculado Corazón de la Virgen María.
Lamentablemente mi hijo Daniel no pudo asistir. Al finalizar la Misa,
fray Antonio me llamó a la sacristía y pidió que me sentara a su lado.
Luego colocando sus dos manos sobre mi cabeza pronunció una
solemne fórmula de consagración al Inmaculado Corazón de María.
Desde entonces, estoy protegido por el manto de nuestra Madre Santa.

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Mi Camino Dominico

MI PREMIO POR ABRAZAR A LA VIRGEN

El jueves 01 de noviembre como de costumbre ayudé a Fray Antonio en


la Misa de 8 A.M., él estaba por salir de vacaciones en los próximos días
y viajaría a España. Yo le pedí, si no era molestia y estaba a su alcance,
me trajera un breviario propio de la Orden de Predicadores.

Ese mismo día, luego de la Misa de adoración al Santísimo, el fraile me


pidió le ayudase con la imagen de la Virgen del Rosario para subirla a la
capilla privada. Me acerqué y la abracé fuertemente y poco a poco, con
cuidado, subí las escaleras que dan al oratorio de los frailes dominicos
del convento de San Jacinto de Polonia. La coloqué en su pedestal y di
gracias por permitirme cargarla hasta allí. Fray Antonio me mostró
una reliquia de Santo Domingo de Guzmán:

-Mira, dijo

- ¿Qué es Padre?

-Una reliquia

-Sí, sé que es una reliquia, ¿pero de quién es?

-Pues de Santo Domingo, tiene muchos años aquí.

¡Una reliquia de nuestro Padre fundador, ¡Santo Domingo de Guzmán,


y yo la tenía en mis manos! Para mí fue un grande e inesperado honor

Luego Fray Antonio se acercó a la biblioteca de la capilla, de allí tomó


un libro de color negro, lo revisó y me dijo:

-Toma, aquí tenéis

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Mi Camino Dominico

- ¿Fray qué es eso?

-Es la liturgia de las horas, propio de la Orden de Predicadores

-Ajá ¿y para qué?

-Bueno, ¿no me habéis solicitado uno? ¡Es tu premio por cargar a la


Virgen hasta aquí!

¡Di gracias a Dios! Estuve feliz de tener en mis manos un breviario


propio de la Santa Orden de Predicadores pues ya me sentía como un
miembro más de la familia dominicana de esa parroquia.

Le dije a Fray Antonio:

- ¡Muchísimas gracias Fray, Dios se lo pague! ¡Pero eso no es así, me


lo tiene que firmar!

Tomé mi lapicero y se lo ofrecí al Sacerdote quien escribió


cariñosamente:

“Para que seas santo y ames a la verdad”

Enseguida se lo mostré a Omaira, quien se encontraba en la sacristía y


le pedí me orientara en su uso. Ella me dijo:

-Yo tengo uno igual. El mío lo uso sólo para el santoral de la orden,
para el resto del Oficio Divino empleo el otro que viene por tomos.

-Gracias Omairita, lo traeré entonces para que me guíes

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Mi Camino Dominico

-Si quieres podemos hacer las vísperas los miércoles en la tarde.


Además, acordamos hacerlas los viernes cuando tengamos reunión de
la fraternidad

-De acuerdo, ¡gracias!

De ahora en adelante estaría pendiente del santoral de la orden. Poco


tiempo después adquirí el tomo III de la liturgia de las horas en la
librería San Pablo y posteriormente buscaría los tomos I y II. Ya me
había habituado a rezar el oficio divino aun estando en mi oficina.

Los miércoles pasaba por la iglesia a la salida del trabajo y hacía las
vísperas con la Dra. Omaira uniéndome así a alabar y glorificar a Dios,
todos los días, como un miembro más del cuerpo de la iglesia. Ahora
había una diferencia: Yo era y me sentía como un postulante a la Orden
de Predicadores, un aspirante a laico dominico.

PARTE XV

SOMOS RE-BAUTIZADOS

El día viernes 8 de febrero de 2013, antes de carnaval, encontrándonos


Raúl, Daniel, Fray Antonio y yo, enfrente de la iglesia, salió Fray Julián
y nos dijo:

-Ustedes tres allí que están sin hacer nada, ¿no tienen nada que
hacer?, ¡son unos vagos y maleantes!, ¡son unos sinvergüenzas!

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Mi Camino Dominico

Todos estallamos en carcajadas mientras la cara de sorpresa de fray


Antonio era todo un poema.

- ¿Por qué dice eso fray? Preguntó Daniel.

-Ustedes, unos santos dominicos, deberían pintar las estaciones del


vía crucis y he tenido que poner a Lucía, una pecadora, a quitarle el
polvo y pintarlos.

-Le dije yo: ¡pero fray Julián, nosotros no podíamos hacerlo mejor! ¡A
ella le quedaron bellas las estaciones del vía crucis! ¡Además, ¡Dios
sabe por qué hace las cosas, a lo mejor ella necesitaba unas
indulgencias plenarias!

- ¡Bueno es verdad! Dijo fray Julián.

- ¡Ella lo hizo muy bien y con todo cariño, pero perdieron la


oportunidad de hacer ese servicio a la Iglesia! ¡Dizque familia
dominicana, son unos re-sinvergüenzas! Se reía el fraile

No parábamos de reírnos de aquella ocurrencia. ¡Acabábamos de


recibir el re-bautismo!

A partir de ese día, Raúl ya no se llamaría fray Mollejúo, Daniel dejaría


de ser conocido como fray Parcero (amigo en jerga colombiana) y a mí
tampoco me dirían fray Kung Fu, como cariñosamente me decía fray
Celerino. Gracias a la ocurrencia de fray Julián, fuimos re-bautizados
como: fray Vago (Raúl), fray Sinvergüenza (Daniel) y fray Maleante
(yo). ¿Y cómo llamaríamos nosotros a fray Antonio? Bueno fray Alca,
por Al Capone, el jefe de la mafia.

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Mi Camino Dominico

Daniel por su parte llama gordito a fray Antonio y a los otros dos frailes
les dice sus nombres en inglés: fray Julian o Baby Julian y fray Joseph
Mary, respectivamente.

¡No podíamos hablar de la risa que nos causaba todo eso!, ¿y quién dijo
que los dominicos somos aburridos? ¡Pues los dominicos somos
alegres!, fray Antonio ahora es Fray Alca, el jefe de la mafia (nosotros).
Después de todo, nosotros nos decimos Quintanillistas y tenemos un
eslogan original: “Quintanilla es tu costilla”. Todos los días, después de
Misa y rezar el rosario, nos vamos los cuatro a tomar el desayuno ¡Y
cómo nos reímos a montón!

A Fray Quintanilla le encanta el picante, cuando llegamos al lugar


donde vamos a desayunar pide una empanada de carne, la abre por la
mitad y le agrega una buena cantidad de picante, tanto que a medida
que va comiendo se le chorrea y se le desarma la empanada cayéndole
en el crucifijo y en su prominente barriga. Entonces yo le digo:

- Fray le está cayendo picante a nuestro Señor

Y él me contesta con su acento español:

- ¡Hombre, es que él también come!

Allí estallamos todos en sonoras carcajadas, a mí no me queda más que


pedirle el crucifijo, llevármelo a mi casa, para quitarle a Jesús el baño
de picante y pulirle nuevamente hasta dejarlo como nuevo. ¡Pobrecito
nuestro Señor que estando en la cruz ahora también tiene que soportar
que lo bañen en picante!

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Mi Camino Dominico

Poco tiempo después nuestro querido fray Antonio saldría de


vacaciones. Viajaría a Cuba a celebrar sus 25 años de ordenación
sacerdotal y después iría de visita a España. Ni él ni nosotros
sospechábamos que lo dejarían en su tierra natal, en el convento de los
dominicos en Almagro. ¡Fue algo que nos dolió mucho! ¡Él sabe que
nos hace mucha falta y siempre le tenemos presente en nuestras
oraciones y recordamos con especial cariño, especialmente cuando
desayunamos!

¡GRACIAS A DIOS NO SOY EL ÚNICO LOCO!

Hoy es 27 de febrero de 2013. El día de ayer recibí de manos de fray


Julián un ejemplar del libro fray Martín de Porras, escrito por él hace
muchos años durante una estancia en el convento Dominico de la
ciudad de Lima-Perú.

Pude enterarme que el apellido verdadero del santo era Porras y no


Porres como comúnmente se le conoce. Gracias a las investigaciones de
fray Julián en su libro, entendí cómo fue que llegó a conocerse como
Porres y no Porras como habría sido lo correcto.

Fray Julián García del Castillo ha sido premiado en dos oportunidades


con el premio “Monseñor Pellín” por su labor de difusión audiovisual.
También dio clases durante mucho tiempo en la Universidad Católica
Andrés Bello, en la escuela de Comunicación Social.

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Mi Camino Dominico

Pedí a fray Julián firmara el libro, colocó al revés su firma, una forma
original de firmar dijo él; y también colocó la fecha 28 de febrero
mientras me decía bromeando:

-Cuidado porque esta es la firma que uso para el banco

-Tranquilo Padre, no se preocupe que pronto la escanearé para


sacarle todo de la cuenta bancaria. Bromeaba yo también siguiéndole
la corriente.

Me maravilló mucho el hecho que el libro está escrito a manera de


diálogo. Sí, un diálogo imaginario, diría yo, pero Mmmm… ¿Un fraile
escuchando voces?, ¿era verdaderamente la voz de Fray Martín de
Porras la que escuchó fray Julián?, ¡yo creo que sí! fray Julián oye
voces y yo veo estrellas y “casualidades y signos” en todas partes. ¡No
se imaginan el gran alivio que se siente cuando uno se da cuenta de que
no es el único loco!, ¡Pero viva la locura si es Dios quien guía los dedos
de unos para escribir, y a otros el resto de los sentidos para percibirle!

Al día siguiente le dije a fray Julián:

- ¡Fray me encanta el libro! ¿No tendría un ejemplar más para enviarlo


a nuestra dominica in pectore en Maracay? Es la muchacha que hace
los rosarios

-Claro, como no, avísame luego para buscar uno para que se lo envíes

-Gracias fray. ¿Sabe Ud. qué cosa es la que más me agrada del libro?

- ¿Qué es?

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Mi Camino Dominico

- ¡Que pensaba que yo era el único loco en esta Iglesia!, le digo


sonriéndome

- ¿Ah sí? Respondió fray Julián riéndose de mi ocurrencia

-Bueno fray, nos vemos mañana si Dios quiere, ¡La bendición Padre!

-Bueno, hasta luego, ¡Dios te bendiga!

VOLUNTAD CUMPLIDA. AHORA A SERVIR

En horas de la tarde del día miércoles 27 de febrero, asistí a la iglesia


para hacer en solitario las vísperas, una vez finalicé, fray Antonio me
pidió rezar el rosario porque no asistió su comadre a quien le tocaba
realizarlo en la tarde.

- ¿Tienes algo que hacer?

-No fray, ¿en qué le ayudo?

-Quiero que reces el rosario

- ¡Ok, con gusto! ¡Soy disciplinado y obediente! Dije yo saludándolo


militarmente y asumiendo la postura de firme.

Le ayudé con el ministerio de lectura durante la Misa. Luego me dirigí a


la sacristía donde estaba Gabriela Ustariz, del grupo Roca Viva. Gaby,
como cariñosamente se le conoce en la parroquia es una activa
catequista y tiene una intensa labor pastoral aparte de muchos

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Mi Camino Dominico

apostolados en compañía de sus padres y su esposo Fernando De


Sousa. Ella me dijo:

-Hola Willy, necesito conversar contigo

-Hola Gaby, ¿Cómo estás?, ¿qué pasó con el estipendio para la


Hermana Letizia?

-Hoy conversaremos de eso. Porque ella no puede venir

- ¿Qué le pasó?

-En un retiro se torció un tobillo y está para el médico

- Caramba, ¡qué broma!, ¡ojalá se mejore pronto!

-Hoy era la última clase, pero para los Ministros habrá una clase
más. Pero te quiero comunicar algo: ¡quedaste seleccionado como
Ministro de la Eucaristía!

Otra vez sentí las piernas flácidas y el frío recorría mi espalda

-Gaby, te tengo que decir algo. Le dije mirándola a los ojos

- ¡Tengo miedo! Hoy es 27 de febrero a las 5:55 P.M. y me estoy


acordando de fray Celerino

-Sí porque fue su voluntad que se hiciera este curso

-Sí, pero no sólo por eso sino por otra cosa que te voy a contar

-Ajá, dime

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Mi Camino Dominico

-Andreina nos pidió escribir un testimonio para la web dominica y yo


estoy haciendo el mío. Es la historia de cómo llegué aquí a esta
iglesia. Pero hay otra cosa más. Un día fray Celerino nos llamó a
Raúl y a mí y estando él parado allí en esa esquina nos dijo
mirándonos fijamente y haciendo un ademán con los dos dedos:

¡Vengan acá los dos pajaritos!, ¡he pensado en hacerlos


Ministros de la Eucaristía!

-Gaby, yo me asusté mucho porque en esos días había leído sobre los
ministros de la Eucaristía y desde mi postura, no aceptaba el cómo un
laico podía tocar el cuerpo de Cristo si sus manos no estaban
consagradas. Eso inclusive lo discutí con un amigo Sacerdote llamado
Miguel Marín, quien me refirió que en parte tenía razón, pero que la
Santa Iglesia, en el Concilio Vaticano II, había decidido que era válido
y yo debía….

Gaby completa la frase….

-Obedecer

-Sí, obedecer a la Iglesia, así que bueno, aquí estoy, y tengo miedo

-Bueno Willy eso es una bendición de Dios. Él nos elige.

-De aquí sólo quedaron tú, José Gregorio, Alfredo y la reválida a mi


papá. ¡Nadie más!, ¡fray José María, el Párroco no quería a nadie
más!, y no todos serán Ministros de la Eucaristía. Ya hay algunos por
allí, tú sabes, medio molestos, pero hablaré con ellos.

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Mi Camino Dominico

- ¡Bueeh Dios mío, a servir! Dije yo aún con sentimientos encontrados


y mucho susto.

Se cumplió la voluntad de Dios a través del deseo de fray Celerino


Anciano: ¡hoy 27 de febrero a las 5:55 de la tarde, Gaby me informaba
que fui seleccionado para desempeñar el importantísimo Ministerio
Extraordinario de la Eucaristía!

Reunidos en el salón parroquial, Gaby explicó los motivos por los


cuales se ausentó la Hermana Letizia Villarreal:

-La Hermana Letizia no viene porque se cayó en un retiro y se dobló


un tobillo

Luego fue enfática al expresar que no todos serían Ministros de la


Eucaristía, pero que el sólo hecho de haber podido participar del curso
ya era una bendición de Dios, pues era conocimiento que debíamos
impartir al resto de los hermanos católicos que ignoran tantas cosas de
nuestra fe. Y al final era Dios quien designaba sus elegidos.

A José Gregorio Molina, otro miembro de la feligresía, le participó:

-José Gregorio, ¡tú fuiste escogido!

- “Señores, escuchen bien, Dijo Gaby. Los Párrocos fueron quienes


postularon a sus candidatos al Ministerio de la Eucaristía, la
Hermana Letizia tiene la lista y la semana que viene les dirá quiénes
son.

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Mi Camino Dominico

-Ni mi esposo Fernando ni yo seremos ministros, pero tenemos


muchas otras cosas en las cuales servir. ¿Se acuerdan del Evangelio
de hoy? ¿la mujer que pedía a Jesús que colocara a sus dos hijos, uno
a la derecha y otro a la izquierda de Él?

- Jesús le dijo que no dependía de Él sino del Padre. Ella lo que quería
era poder, así que nosotros, independientemente de que no hayamos
sido escogidos Ministros de la Eucaristía, debemos ser humildes y
sentirnos felices por la oportunidad que tuvimos de compartir este
hermoso curso.

- Ahora quiero escuchar su experiencia, que me digan cómo les


pareció este curso” ¿Quieren seguir recibiendo formación?

- ¡Claro que sí! Respondimos todos al unísono.

-José Gregorio, expresó una hermosa frase de la que enseguida tomé


nota y hoy coloco a continuación:

“¡Dios no elige a los preparados, sino que prepara a los


elegidos!”

Varias personas comentaron acerca de cómo les había parecido el


curso. Yo sólo alcancé a decir:

-Me parece que es como un postre muy bueno del que sólo te comes un
pedacito, así que quedas con ganas de comer más y más.

¡Y ahora es que me falta preparación! Pensé yo

Y continué con mis sentimientos encontrados….

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Mi Camino Dominico

MI FAMILIA Y LA VOCACIÓN DOMINICA

Mucho he escrito aquí sobre la forma en que despertó mi aletargada fe


y de las personas que de una u otra forma Dios utilizó para mostrarme
el camino, mi Camino Dominico, ¡así con mayúscula! Sin embargo,
hay un pilar fundamental en mi vida, después de Dios, que constituye
el centro de mi atención y mi razón de ser: Mi familia, constituida por
mi esposa Ana Belén y mi hijo Daniel Alejandro.

Ana es católica, pero no devota, aunque a veces va a Misa los domingos.


Cuando comencé con mis rezos del rosario, las guardias de honor a la
Virgen y el Oficio Divino, le pareció todo aquello muy extraño y hasta
se preocupó de que yo me estuviera volviendo un fanático religioso,
pero el Espíritu Santo poco a poco ha ido haciendo su trabajo,
convenciéndola que Dios no es sólo de los domingos en Misa.

A mi hijo Daniel Alejandro, desde pequeño, le enseñé a rezar, a pedirle


a su ángel de la guarda y a Diosito para que cuide a sus padres,
familiares, seres queridos, a su abuelito difunto y que lo haga un niño
bueno. Gracias a Dios la educación en valores y principios que hemos
impartido en nuestro hogar, reforzados siempre con la fe, ha ido
forjando en Danielito, una persona de bien, una persona de Dios.

Alabar, Bendecir y Predicar, es el lema que con amor identifica hoy mi


vocación dominica, ¿cómo vinculo esto con la familia? Pues, es sencillo:
No invado su espacio de tiempo y doy un justo valor a todos los
momentos y lugares, sobre todo el compartir en Misa. Hay por

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Mi Camino Dominico

supuesto sus bemoles, pues no todo es fácil ni color de rosas, sin


embargo, nunca dejo de invocar al Espíritu Santo y solicitar su
orientación y gracia ¡sólo pido tener una familia santa y llevo 15 años
por buen camino!

PARTE XVI

¿POR QUÉ DOMINICO?

Estando en el salón parroquial, el día miércoles 27, recordé, que al


iniciar el curso, la primera vez que entré allí me senté “casualmente”
enfrente de una imagen del Sagrado Corazón de Jesús que está
colocada a uno de los lados del salón. Rememoré la última oración que
fray Celerino me enseñó delante del Sagrado Corazón de Jesús, cuya
imagen es la que permanece en el pasillo de la recepción de la
parroquia.

Sonó en mi mente una vez más su voz:

“Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón


semejante al tuyo”

La película de “casualidades de Dios” comenzó a rodar en mi cabeza a


velocidad vertiginosa. Vino a mi memoria una de la de las primeras que
experimenté, cuando después de 42 años volví a la iglesia de mi
infancia y estuve sentado “casualmente” frente a la imagen del Sagrado
Corazón de Jesús, viéndome de seis años en la cocina de mi madrina

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Mi Camino Dominico

Julia contemplando, “casualmente”, la misma imagen del Sagrado


Corazón de Jesús.

Hoy soy Dominico seglar y precisamente es la Fraternidad de la Iglesia,


que “casualmente” lleva el mismo nombre. Ahora, para rematar, faltaba
el toque final, la guinda de la torta:

¡Yo había sido escogido para ser Ministro de la Eucaristía! Por el


Párroco, fray José María Bueno Espinar.

¿Será que el Sagrado Corazón de Jesús y la Santísima Virgen tienen


algún plan para mí?

¿Se explica ahora entonces por qué soy dominico y estoy aquí,
justamente, en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús?

Esta es mi historia, este es el relato de cómo llegué a la Santa Orden de


Predicadores. Al Convento Dominico de San Jacinto. Es una narración
verídica, sin adornos fantasiosos. Las cosas narradas aquí ocurrieron
tal y como están descritas. Algunos pensarán que ha sido producto de
una alucinación u obsesión, otros, fanatismo y algunos otros más,
locura, en fin, pueden surgir todas las explicaciones posibles, desde la
perspectiva secularizada, racional y limitada inteligencia terrenal, que
el hombre emplea para banalizar y justificar cualquier acontecimiento
de índole extraordinario en que se presuma la intervención de un ente
divino.

Pero, ¿por qué Dominico?, ¿por qué no Franciscano, Capuchino,


Benedictino, Jesuita, Mercedario, Claretiano, Eudista, Salesiano, del

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Mi Camino Dominico

Opus Dei, Redentorista, Pasionista, Legionario, Agustino, Carmelita,


Cisterciense?... en fin, ¡tantas otras órdenes y congregaciones religiosas
y yo había decidido ser Dominico!

Pues, Dios en verdad nos hizo libres de decidir si queremos seguirle o


no. El sólo nos invita, no nos impone nada, no nos obliga. Yo le
pregunté a Él hace un tiempo ¿Señor, cuál carisma debo seguir?, yo no
estaba planificando nada, era ignorante de todo. ¿Qué es eso de ser
dominico?, preguntaba yo. Pero Dios trazó un camino para mí y tenía
su propio plan en complicidad con la Santísima Virgen.

A lo largo de mi vida, Él puso en mi senda a personas que me guiaron y


siguen guiándome: primeramente, mi madrina Julia, quien colocó la
piedra fundacional de mi fe con el rosario, mi madre Lelis, Monseñor
Moronta, Monseñor Fuenmayor, luego Raúl, Milagros, fray Celerino,
Andreina, fray Antonio, Gladys, Daniel, fray José María, fray Julián,
Omaira, Eleazar, la Hermana Letizia, Gaby y Fernando, Alfredo y los
que aún me falta conocer.

Acontecieron, y siguen aconteciendo, una serie de lo que llamo:


“casualidades de Dios”. Ya me he acostumbrado a ellas y nada me
parece extraño. Ahora entiendo claramente los signos, el lenguaje y el
mensaje. Al final Dios mismo me llevó a ser Dominico. Es un regalo de
su gracia.

La Orden de Predicadores es el privilegio más grande que he tenido en


mi vida, cada día aprendo y me enamoro más de ella. No tengo
palabras para agradecer a Dios el haberme dado la oportunidad y a la

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Mi Camino Dominico

Santísima Virgen de procurarme el valor suficiente para decir al igual


que ella cuando el ángel la visitó:

¡SÍ ACEPTO, AQUÍ ESTOY!

Por fin se acercan dos días importantísimos para mí: El ansiado jueves
08 de agosto, día de nuestro Padre Fundador Santo Domingo de
Guzmán, cuando haré la promesa temporal para mi ingreso formal a la
Orden de Predicadores y luego, el día domingo 22 de septiembre de
2013, en la Iglesia Nuestra Señora de Altagracia, cuando seré instituido
junto con otros hermanos, como Ministro Extraordinario de la
Eucaristía, por parte del Obispo Auxiliar de Caracas, Monseñor Tulio
Ramírez Padilla.

LA CASUALIDAD DEL BROCHE DE ORO

Faltaba una “casualidad de Dios” adicional que considero muy


significativa, tanto, que no podía pasarla por alto. Hoy 06 de
septiembre de 2013, mientras regresaba del trabajo a mi casa, llamé a
Andreina para saludarla, conversar con ella acerca de algunas
inquietudes en torno a la fraternidad y participarle de la ceremonia de
institución de Ministros Extraordinarios de la Eucaristía para pedir que
ella y su madre me acompañaran:

-Andreina, el domingo 22 de septiembre de 2013 a las 10:00 A.M. se


va a celebrar la institución de los Ministros Extraordinarios de la
Eucaristía en la iglesia Nuestra Señora de Altagracia. Por la

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Mi Camino Dominico

parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, estamos tres: El Sr. Carlos,


papá de Gaby, José Gregorio y este servidor. ¿Nos puedes
acompañar?

Andreina, algo sorprendida me dijo:

- ¡El domingo 22 estaría cumpliendo fray Celerino 93 años!

Acostumbrado ya a esas “casualidades” le respondí no menos


sorprendido que ella:

- ¡No puede ser, qué casualidad de Dios! jajajaja

- ¡Cónchale, te tiene de verdad agarrado! Afirmó Andreina

- ¡Pues claro, es mi director espiritual “in pectore”, me guía desde el


cielo! Contesté yo mientras experimentaba un sentimiento de gratitud,
y me imaginaba el rostro sonriente y contento de fray Celerino.

Luego, Reflexioné en silencio: ¡y pensar que aún hay personas que no


creen!

Pareciera como si el propio Fray Celerino Anciano lo hubiese pedido,


¡El día 22 de septiembre, fecha de su cumpleaños número 93, yo sería
instituido como Ministro Extraordinario de la Eucaristía! Las estolas
de ministro extraordinario las mandé a confeccionar con la Hermana
María Letizia Villarreal en el Apostolado Litúrgico. Para hacerlas más
personales, mandé a elaborar unos escudos de la Orden para ser
cosidos en las estolas correspondientes. A una Iglesia y parroquia
Dominica, pues le corresponden Ministros Extraordinarios Dominicos.

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Mi Camino Dominico

Hoy es sábado 7 de septiembre de 2013 a altas horas de la noche. Este


testimonio lo he escrito y reescrito varias veces. En estos momentos
cuando estoy terminando de escribir las últimas letras para darles a
conocer en detalle mi experiencia, no me considero más que un pobre
pecador que cada día pide a Dios mucha más humildad fe y dignidad
para servirle más y mejor.

Sigo repasando una y otra vez, todas las “casualidades” con la que Dios
me habla a diario, sorprendiéndome cada día más y pidiéndole que
jamás permita que me aparte de Él. ¡La santidad está disponible para
todos, pero para alcanzarla debemos ser como Cristo, abandonarnos a
sí mismos, tomar nuestra cruz y seguirle! Yo sé que el camino es
sumamente largo, angosto, tortuoso y lleno de espinas, rocas,
obstáculos, tentaciones y miles de dificultades, pero… ¿Quién dijo que
sería fácil?, ¡al final de todo, el cielo bien vale cualquier esfuerzo!

Como Dominico que ahora soy, trato de procurarme la mejor


formación posible. Aspiro comenzar muy pronto el Diplomado en
Altos Estudios de Teología en el Instituto de Teología para Religiosos
de la Universidad Católica Andrés Bello (ITER-UCAB). ¿Qué me
deparará Dios después de esto? ¡Pues sinceramente no lo sé! Yo sólo
sigo lo que me dicta el corazón, y rezando a diario, la última oración
que Fray Celerino me enseñó: ¡Jesús manso y humilde de
corazón, haz mi corazón semejante al tuyo!

Es apenas el comienzo de mi recorrido en éste: “mi Camino Dominico”,


un testimonio muy personal que inicialmente compartía solamente con
Dios y la Santísima Virgen y del que poco a poco fui comentando con

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Mi Camino Dominico

mis hermanos en la fe algunas cosas apenas para no pasar por fanático,


chalado u obsesionado. Habrá muchas otras que contar en el futuro,
pero prefiero dejarlo hasta aquí y que sea Dios el que poco a poco vaya
trazando el derrotero que tiene para mí.

Este relato, con todos sus errores de estilo, es solo mi pequeño y


sencillo aporte para que otros “locos” como yo, se atrevan a dar el
primer paso y digan un ¡SÍ! mayúsculo para abandonarse a la Santa
voluntad del Señor. Dejemos la timidez a un lado y avancemos sin
miedo sabiendo que al final todo lo que emprendamos para la
construcción del Reino de Dios habrá valido la pena. Los invito a iniciar
esta aventura de transitar su propio Camino Dominico.

¡Espíritu Santo, gracias por inspirarme!


Caracas, sábado 07 de septiembre de 2013
Willy Rafael Rivero Rivero O.P.
Fraternidad Laical San Jacinto de Polonia
Fundada el 04 de agosto de 1899
Iglesia El Sagrado Corazón de Jesús
Convento de PP. Dominicos-Provincia de Bética

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