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Se denomina efecto invernadero al fenómeno por el cual determinados gases, que son

componentes de una atmósfera planetaria, retienen parte de la energía que el suelo emite por haber
sido calentado por la radiación solar. Afecta a todos los cuerpos planetarios dotados de atmósfera.
De acuerdo con el actual consenso científico, el efecto invernadero se está viendo acentuado en la
Tierra por la emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono y el metano, debida a la
actividad económica humana.

Este fenómeno evita que la energía solar recibida constantemente por la Tierra vuelva
inmediatamente al espacio, produciendo a escala planetaria un efecto similar al observado en un
invernadero.

Radiación infrarroja
La Tierra, como todo cuerpo caliente, emite radiación, pero al ser su temperatura mucho menor que
la solar, emite radiación infrarroja de una longitud de onda mucho más larga que la que recibe. Sin
embargo, no toda esta radiación vuelve al espacio, ya que los gases de efecto invernadero
absorben la mayor parte.

La atmósfera transfiere la energía así recibida tanto hacia el espacio (37,5%) como hacia la
superficie de la Tierra (62,5%). Ello representa 324 W/m2, casi la misma cantidad de energía que la
proveniente del Sol, aún sin albedo. De este modo, el equilibrio térmico se establece a una
temperatura superior a la que se obtendría sin este efecto. La importancia de los efectos de
absorción y emisión de radiación en la atmósfera son fundamentales para el desarrollo de la vida
tal y como se conoce. De hecho, si no existiera este efecto la temperatura media de la superficie de
la Tierra sería de unos -22 grados celsius, y gracias al efecto invernadero es de unos 14ºC.

En zonas de la Tierra cuya atmósfera tiene poca proporción de gases de efecto invernadero
(especialmente de vapor de agua), como en los grandes desiertos, las fluctuaciones de temperatura
entre el día (absorción de radiación solar) y la noche (emisión hacia el cielo nocturno) son muy
grandes.

Desde hace unos años el hombre está produciendo un aumento de los gases de efecto invernadero,
con lo que la atmósfera retiene más calor y devuelve a la Tierra aún más energía causando un
desequilibrio del balance radiativo y un calentamiento global.

Gases de efecto invernadero y actividad industrial


Los denominados gases de efecto invernadero o gases invernadero, responsables del efecto
descrito, son:
Vapor de agua.

Dióxido de carbono.

Metano.

Óxidos de nitrógeno.

Ozono.

Clorofluorocarburos.

Si bien todos ellos (salvo los CFCs) son naturales, en tanto que ya existían en la atmósfera antes de
la aparición del hombre, desde la Revolución Industrial y debido principalmente al uso intensivo de
los combustibles fósiles en las actividades industriales y el transporte, se han producido sensibles
incrementos en las cantidades de óxidos de nitrógeno y dióxido de carbono emitidas a la
atmósfera, con el agravante de que otras actividades humanas, como la deforestación, han limitado
la capacidad regenerativa de la atmósfera para eliminar el dióxido de carbono, principal
responsable del efecto invernadero.

Estos cambios causan un paulatino incremento de la temperatura terrestre, el llamado cambio


climático o calentamiento global que, a su vez, es origen de otros problemas ambientales:

Desertización y sequías, que causan hambrunas.

Deforestación, que aumenta aún más el cambio.

Inundación.

Fusión de los casquetes polares y otros glaciares, que causa un ascenso del nivel del mar,
sumergiendo zonas costeras. Sólo influye en dicha variación el hielo apoyado en suelo firme, ya
que el hielo que flota en el mar no aumenta el nivel del agua.

Destrucción de los ecosistemas.

Además, el efecto invernadero es uno de los principales factores que provocan el calentamiento
global de la Tierra, debido a la acumulación de los llamados gases invernadero CO2, H2O, O3, CH4
y CFCs en la atmósfera.

Protocolo de Kioto
El protocolo de Kioto es un convenio internacional que intenta limitar globalmente las emisiones de
gases de efecto invernadero. El protocolo surge de la preocupación internacional por el
calentamiento global que podrían incrementar las emisiones descontroladas de estos gases.
De todos los planetas del Sistema Solar, el planeta Venus es el que tiene un efecto invernadero más
intenso debido a la densidad y composición de su atmósfera, ya que contiene un 96% de CO2 y
tiene una presión superficial de 90 bar. En estas condiciones la superficie alcanza temperaturas de
hasta 460 ºC. Cuando comenzó el estudio de la atmósfera de Venus en las décadas de 1960-70,
surgieron las primeras señales de alarma sobre un posible efecto invernadero en la Tierra
provocado por el aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. Siendo
ambos planetas geológicamente muy similares su principal diferencia se encuentra en la intensidad
del efecto invernadero en Venus.

La Tierra debido a su fuerza de gravedad retiene en su superficie al aire y al agua del mar, y para
poner en movimiento al aire y al mar en relación con la superficie del planeta se necesita la energía
cuya fuente primaria es el Sol, que emite en todas direcciones un flujo de luz visible o próxima a la
radiación visible, en las zonas del ultravioleta y del infrarrojo.

Capitalismo
El sistema capitalista ha sido el mayor responsable por todos estos problemas ya que, no
solamente no hace nada para impedirlos, sino que permite que las empresas no respeten las leyes
que regimentan los temas ambientales.

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Última edición hace 2 años por Argentum 1976

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