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RUDDUCK y HOPKINS seleccionan en este volumen

un numeroso y repres:.;;ntativo conjunto de trabajos


de STENHOUSE, para damos a conocer su pensa-
miento pedagógico '1 su actividad práctica. El autor
es una de las principales personalidades de la
corriente surgida en torno a la investigación y el
desarrollo curricuiar durante la década de los 70.
Su línea de pensamiento le llevó a colaborar con los
profesor.es en su trabajo de aula, dando un nuevo
enfoque al modo de elaborar, desarrollar y aplicar
prácticamente el currículum, de manera que éste
constituya un elemento clave, tahto ·para el apren-
dizaje del alumno, como para la continua formación
del docente.
La obra es una invitación paia comenzar a practi-
car, ya, el método de investigación en la acción y el
modelo procesual de curriculum en nuestras escue-
las, como medio idóneo de diversificar y adaptar
propuestas y, en consecuencia, de elevar la calidad
educativa.
Creo que si algún momento ha podido ser favora-
ble para la introducción en nuestro sistema educa-
tivo de una concepción del diseño curricular como
la que estamos considerando, es é~1e.
Resumiendo: la innovación educativa, la elevación
de la calidad de la enseñanza, la permanente actua-
lización del profesorado y la autonomía de funcio-
namiento de los centros escolares hacen que no
sólo sea apiicable, sino necesario ... y hasta impres-
cindiblé, que la propuesta de STENHOUSE, aquí y
ahora, sea un hecho.
M.a Antonia Casanova
del Prólogo a la edición española

1997
EDICIONES MORA TA, S. A.
Mejía Lequerica, 12. 28004· Madrid ORIGINAL INGLES: 1985
¿Qué es investigación 7 29

go, un músico y un novelista. Pero semejante lista de nombres


proporciona a la investigación una impronta prometeica: son
los santos y los mártires del almanaque de la investigación. La
investigación es ahora una tarea cotidiana: una industria, una
herramienta y un pasatiempo. Por donde cayó Icaro, el Boeing
traslada ahora al linguista con un problema de investigación
sobre dialectos del Oriente Medio, al hombre de negocios encar-
gado de investigar los mercados de Oriente Medio, al novelista
que va a investigar en tierras del Oriente Medio los lugares en
donde se desarrollará su próxima obra y al anticuario que trata
de proporcionar un contexto a su pequeña colección de cerá-
¿QUE ES INVESTIGACION?* mica del Oriente Medio.
No siempre fue así. Las gentes con preguntas y problemas
recurr ían -como muchos aún hacen- a las respuestas de la re-
velación divina, a la autoridad de una casta instruida, al saber
tradicional o a la opinión admitida. Y la curiosidad es siempre
peligrosa porque conduce a la innovación intelectual que arras-
Empezaré por aventurar una definición m ínima: la investiga- tra tras de sí una presión en pro del cambio social. Para aquellos
ción es una indagación sistemática y autocrítica. - que anhelan el respaldo de la fe, de la autoridad y de la tradi-
Como indagación, se halla basada en la curiosidad y en un ción, la investigación presenta una amenaza de herej ía. Pero sin
deseo de comprender; pero se trata de una curiosidad estable, la prosecución organizada de la curiosidad no podríamos man-
no fugaz, sistemática en el sentido de hallarse respaldada por tener nuestra vida social.
una estrategia. Cuando Jane GOODALL puso un chimpancé La utilidad de la investigación evoca generalmente en las
frente a un espejo, el animal, tras gesticular ante SLi propia ima- mentes de los hombres la sólida ciencia que radica tras los elec-
gen, tocó el espejo por detrás con el propósito -digámoslo li- trodomésticos de su cocina o del televisor, pero mi patria es la
bremente- de comprender la situación; pero al cabo de unos historia y así, como Carl BECKER (1931) o como Jacques BAR-
momentos se dedicó a otras actividades. No es éste el caso del ZUN y Henry GRAFF (1977), yo concibo la historia como el ar-
investigador que denota una persistencia en la indagación se- quetipo de la investigación utilitaria. BARZUN y GRAFF la lla-
cuencial a través de la curiosidad además de la paciencia. Y maron "el Gran Baúl". Se encuentra tras nuestros libros de co-
fundamental en esa persistencia en la indagación es un temple cina más que nuestras cacerolas. Mientras que las ciencias puras
escéptico fortalecido por principios críticos, una duda no sólo producen nuestro hardware, la historia produce nuestro soft-
respecto de las respuestas obten idas y cómodas, sino también ware: éste es la expresión de una indagación crítica y sistemática
acerca de las hipótesis propias. sobre los frutos de nuestra experiencia. En el sentido más am-
El espíritu investigador se manifiesta en TUCIDIDES, Pedro plio, las ciencias físicas y biológicas realizan la investigación en
ABELARDo, GALlLEO, Samuel JOHNSON, David HUME, George el contexto de la experiencia; la historia se ocupa -también en
STUBBS,Charles DARwIN, Max WEBER, Igor STRAVINSKV y James el sentido más amplio- de la investigación sobre el contenido
JOVCE, por nombrar sólo un historiador, un teólogo, un físico, de la experiencia.
un lexicógrafo, un filósofo, un pintor, un biólogo, un sociólo- Advertirán que yo no estoy empleando el término historia
en el sentido estricto a veces adoptado en escuelas y universi-
dades. Como aquellos autores a quienes he de referirme, estoy
*"What counts as research"? British }oumal of Educational 5tudies. 29. 2 de distinguiendo entre las investigaciones de la ciencia, que de
Junio de 1981
modo caracter ístico buscan leyes o teorías no estrechamente
¿Qué es investigación? 31
30 La investigación como base de la enseñanza

condicionadas en el tiempo y aquellas investigaciones moldea- La relevancia de la Ciencia y de la Historia para la práctica
das en una perspectiva histórica, que reconocen el tiempo co-
Los científicos tratan de explicar la consistencia de un acon-
mo una variable esencial en las explicaciones que proporcionan.
tecimiento o de la conjunción de acontecimientos a lo largo
Una vez que nos hallamos en el tiempo, no existe explicación
del presente. Como BARZUN y GRAFF (1977: 5) advierten, "la del tiempo o los hechos que son considerados como resultados
descripción del presente es, en realidad, una descripción del inevitables de causas precedentes. 0, por decirlo de otro modo,
pasado, por reciente que sea; se trata, sin embargo, de una mi- los científicos se interesan por el poder de leyes y teorías que
rada hacia atrás". Tanto la ciencia como la historia son dadas a son generales y tienen un carácter de predicción para organi-
la generalización -pese a lo que digan algunos historiadores-, zar y resumir los datos derivados de las observaciones. No ne-
pero la ciencia aspira a generalizaciones que predicen y son cesitamos preocupamos por el momento, junto con muchas
universales, mientras que la generalización histórica es retros- otras controversias, de si estas leyes de la Ciencia son inventa-
pectiva y resume una experiencia dentro de las fronteras del das por la mente o descubiertas en la Naturaleza.
tiempo y del espacio. La aplicación primera y más obvia de la Ciencia a la práctica
La posición que he esbozado es claramente problemática en reside en la capacidad de predicciones para proporcionamos
una información acerca del contexto de la acción. Expresándo-
muchos puntos, pero debo seleccionar en grado muy conside-
rable los problemas que asuma. Como todos se hallan unidos lo crudamente, yo puedo proyectar mis cultivos sobre la predic-
-supongo- por un interés en la relevancia de la investigación ción de que habrá estaciones o mi navegación sobre la predicción
para la actividad práctica de la educación, debo formular algu- de que habrá mareas. Tales predicciones no me orientan dicién-
nas preguntas acerca de la relevancia de la ciencia y de la histo- dome exactamente lo que he de hacer, aunque quizá me digan
con bastante claridad lo que no debo hacer. Una simple mane-
ria para la práctica y, por implicación, para la práctica futura.
y sólo puedo apuntar algunas respuestas a estas preguntas. ra de expresarlo es decir que fijan las condiciones del juego:
Luego, he de observar las "ciencias humanas" de la psicolog ía son el campo de juego y quizá las reglasen su forma más simple.
La segunda aplicación de la Ciencia a la práctica opera a tra-
y de la sociolog ía para localizarlas en la imagen más amplia de
la investigación. Finalmente, me dedicaré a los problemas de vés de la posibilidad de aplicar leyes generales al problema de
valores e intereses en la investigación. predecir los resu Itados de actos espec íficos. Esto me permite
concebir actos sobre la base de una estimación más o menos
He de confesar que, hasta este punto, he estado ocultando
fiable de su resultado: calcular que mi puente resistirá o que
un problema que se refiere a mi simple definición de la investi-
gación y que ahora desvelo citando un epígrafe de BARZUN y mi pegamento no se desprenderá.
GRAFF: "La actitud histórica subyacente a la investigación y a Estas dos aplicaciones de la Ciencia fortalecen, pero no re-
la información': En un trabajo anterior (STENHOUSE, 1979) emplazan, al sentido común. No nos dicen si debemos construir
describ í la investigación como "una indagación sistemática nuestro puente, porque todo lo que predicen es que el tráfico
hecha pública': ¿Cuál es el papel de la información en la inves- fluirá y nos aseguran que podemos construir un puente que re-
sistirá.
tigación? ¿Cuál es el rango de la acción basada en la investiga-
ción? ¿Cuál es la relación de la información con el raciocinio y La Historia tiene una aplicación próxima a la primera apli-
cación de la Ciencia antes indicada. Ayuda a definir las condi-
la práctica? Estas preguntas. así como las que señaléenel párra-
ciones de la acción resumiendo la experiencia de modo que
fo anterior, requieren al menos una mirada antes de dedicarme
indica las consideraciones que habremos de tener en cuenta
al problema práctico que imagino como el programa oculto
entre las líneas de la carta con la que se me invitaba a contri- cuando hagamos juicios sobre la forma de actuar. Hemos de
tratar de entender la compleja red de variables sociales que
llldl r.On este trabajo: ¿qué fuerza de verosimilitud podemos
contextualizan nuestras acciones e influyen en los resultados.
t,llltlllll ql loma, el profesor como investigador?
Los análisis históricos que respaldan tal comprensión son 1ll(I',
útiles a lo largo del tiempo de lo que a veces se ror.OIlIWI" 111
32 La investigación como base de la enseñanza ¿Qué es investigación? 33

discursos en pro y en contra de la guerra en la Historia de la Gue- en la confianza de que la acción humana es lícitamente previsi-
rra del Peloponeso de TucíDIDES no son una mala introducción a ble, resultaría completamente injusto cargar con esta experien-
un entendimiento de las reglas del juego en el presente conflicto cia a la ciencia social contemporánea. En la práctica, la ciencia
entre Irán e Irak. Cabe hallar juicios de relevancia para nuestra social experimental y anal ítica trata de desembarazarse en
actuación en cualqu ier caso dado en tareas de realización de cuanto le es posible del supuesto de una previsión fiable, mien-
inventario, en esos informes "sobre el estado de la nación", que tras que la ciencia social de observación y naturalista intenta
son "historias contemporáneas" en el sentido de que constitu- operar en áreas en donde parece más intenso el supuesto de
yen explicaciones de un pasado muy próximo a nuestropresente una previsión escasa. No hay, en definitiva, nada contradicto-
-o quizá fuera mejor decir, a nuestro futuro-o cuando podamos rio en mordisquear esta cinta por sus dos cabos.
realizarlas. La aplicación del trabajo de los experimentalistas analíticos
La Historia es también capaz de resumir la experiencia de la a la práctica se realiza en dos niveles que se corresponden en
acción de modo que fortalezca el juicio y su revisión en la pla- términos generales con dos tradiciones de la investigación. Una
nificación de actos. Nos permite hacer predicciones de criterio tradición de laboratorio busca leyes y teorías generales que re-
sobre cómo se desarrollarán los acontecimientos y revisar esas sulten análogas a las de ciertas áreas de las ciencias naturales.
predicciones frente a la sorpresa a través de nuevas y rápidas El área de la teoría del aprendizaje es un buen ejemplo de este
estimaciones. Paradójicamente, la Historia a la vez predice que tipo de trabajo. Conceptos tales como los de novedad, frecuen-
unos acontecimientos serán sustancialmente imprevisibles y cia, reforzamiento, inhibición proactiva y retroactiva, etc., se
respalda nuestros intentos de reducir los límites de lo imprevi- hallan muy afirmados y contribuyen a la teoría sintética. En
sible, tanto por predicciones de criterio como por planes de mi opinión, el interés de este tipo de trabajo actualmente es
contingencia. Además, nos invita a adiestrarnos en la lectura ubestimado por los educadores, pero su relevancia para la
de la significación de lo inesperado ya reaccionar astutamente práctica estriba más bien en definir las reglas de juego que en
ante esto. Nos ayuda a jugar lo que, por analog ía con el aje- discriminar la acción. Llama la atención hacia algunas de las va-
drez, podemos denominar el "medio juego". riables que operan en una situación compleja multivariada, pe-
La Ciencia y la Historia tienen en común mucho más de lo que ro en tales situaciones ello no nos permite predecir resultados.
generalmente se cree: ambas contribuyen a definir el contexto En parte, este inconveniente es el que acucia al especialista
en el que las personas actúan y ambas ayudan a anticipar los re- CHl ciencias sociales a abandonar su laboratorio y acometer una
sultados de la acción. Pero, cuando aplicamos la Ciencia, senta- Ilvostigación de campo de un 1:ipo que hace frente a situacio-
mos las premisas de una previsión considerable y cuando aplica- IlOS reales con su plena complejidad multivariada. Por lo co-
mos la Historia sentamos las premisas de una previsión inferior. mún, los diseños cuasi-experimentales (CAMPBELL y STANLEY,
Creo que los actos y los pensamientos de cada uno de los seres '963) son aplicados directamente a la práctica para tratar de
humanos contienen elementos esenciales imprevisibles por obra predecir los efectos de acciones, siendo los instrumentos cru-
de la capacidad humana para la resolución creativa de problemas <:loles los procedimientos estad ísticos que nos permiten lograr
y la creación de significaciones. Desde luego, habrá otros que es- stimaciones de fiabilidad, de validez interna y externa, y el
timen la imposibilidad de previsión en la acción humana como el mpleo del análisis de la varianza y las técnicas correlaciona-
desierto que se extiende más allá de las fronterasen expansión de das. Esta tradición del experimento de campo, en la que GAL-
las ciencias sociales, un desierto que ha de ser colonizado en el roN y F ISHER son figuras clave, no consigue discriminar los
futuro. fectos de acciones específicas en casos específicos (HAMILToN,
1980). Lo que proporciona son indicaciones de tendencias,
decir, unas predicciones de actuación respecto de las po-
Ciencia social y práctica
blaciones; y con frecuencia estas predicciones presentan en la
Aunque la ciencia social comienza con un intento de aplicar Investigación educativa una validez externa débil. Por ejem-
métodos de las ciencias naturales a los fenómenos sociales, plo, la obra de BENNETTen Teaching Styles and Pupil Progress
34 La investigación como base de la enseñanza
I( hlll (JS investigación? 35

(1976)* no consiguió controlar como variable la LEA (autori-


dad local de educación), mientras que el experimento de estilo (Ion social contemporánea. He escrito en otro lugar sobre el
docente del Humanities Project reveló a la LEA como un fac- ilsllnto y no procede explorarlo aqu í detenidamente. Pero una
tor crucia!. Más aún, cuando se llega al problema de la forma llcstión posee relevancia vital: el rango de la teoría.
de actuar como profesor aislado a la luz de la investigación de La Historia, aunque no totalmente ateórica, se muestra em-
BENNETT, no resulta claro si uno debería adoptar el estilo for- poro parca con la teoría. En particular, el historiador señala
mal que dió los mejores resultados medios o el estilo no formal Cllostiones tan frecuentemente por su ambiguedad como por la
que proporcionó un resultado excelente y, quizá el mejor, lormulación de hipótesis. Como su explicación no es visible-
aislado. Illun te teórica, el historiador toma la mayoría de su léxico de
En suma, parece que, si bien la ciencia social aplicada a la ',liS temas. Así, el historiador del parlamento empleará los tér-
educación puede proporcionar resu Itados que nos ayuden a en- ,,,inos de los parlamentarios, el historiador de la música los
It'H minos de los músicos, etc. Una gran fuerza de la Historia
tender las reglas del juego de la acción, no puede proporcionar-
nos la base para una tecnolog ía de la enseñanza que brinde al luside en el hecho de que su vocabulario resulta accesible a to-
profesor una orientación fiable. Las predicciones basadas en ni- dos los que se hallan interesados en el asunto de que trata.
veles estad ísticos de confianza son aplicables a la acción sólo os especialistas en ciencias sociales, incluso los científicos
cuando haya que aplicar el mismo tratamiento a toda la pobla- ,ociales naturalistas, se muestran mucho más interesados por la
ción. Esta condición no sirve en educación. Al profesor le in- lOada que los historiadores. Aun cuando no se hallan persi-
cumbe diferenciar los tratamientos. Illicndo ávidamente unas leyes, retienen su inclinación por la
El reconocimiento de este problema es, en parte, lo que ex- luoría porque buscan generalizaciones que superen las fronte-
plica la difusión del interés por los estilos naturalistas o etno- l/IS de los intereses humanos y, por eso, los vocabularios liga-
gráficos de investigación educativa. La descripción de los casos dos a unos intereses. Simplificando un tanto la cuestión, cabe
sirve para informar el criterio de los actores -directores, profe- c10cir que están interesados en la conducta humana, social y
sores, alumnos o padres- más bien conforme al modo de la poi ftica más que en la conducta de los parlamentarios o de los
Historia, exponiendo las explicaciones de la investigación al 111l'ISicoso de los apicultores o de los profesores. En sí mismos,
reconocimiento y a la comparación y, por eso, a las críticas a lo'¡ cient íficos sociales constituyen un grupo con su propio le n-
la luz de la experiencia. Un refinamiento tal del criterio prácti- IlIlIjO (al que con frecuencia otros califican de jerga), que no
co experimentado elude el modelo psicoestadístico que despo- (',lo disponen su mundo para poder comunicarse entre sí, sino
ja a los datos de características reconocibles y de su contexto y qllU también relacionan el raciocinio con las acciones. Pero el
presenta "hallazgos" o "resultados" que sólo son accesibles a 11;10 con el que se relaciona el raciocinio es fundamentalmente
111 acto investigador de la ciencia social. La disciplina de la cien-
las críticas a través de la duplicación o mediante un ataque téc-
nico al diseño o a la realización de la investigación. 1:ld social, expresada en el lenguaje de la ciencia social, organiza
Pero los estilos naturalistas de investigación social, en con- u\ conocimiento de la ciencia social de tal modo que apunte
traste con los experimentos de laboratorio o de campo, pare- l1.lcia las líneas prometedoras de la investigación y organice el
cen aceptar el tiempo real como una dimensión y se suscita la ntendimiento de la metodología y el método para sustentar la
pregunta: ¿es simple y necesariamente Historia la investiga- planificación del acto investigador. La aplicación de la ciencia
ción naturalista? 'locial a la enseñanza exige generalmente una traducción, y bas-
En mi opinión, el grado en el que los estudios naturalistas l.lnte difícil, para que los investigadores anhelen en el consumi-
deberían recurrir a las tradiciones de la Historia o de la ciencia dor una mayor dotación en lo que se refiere a los conocimien
social es una de las cuestiones más importantes en la investiga- los elementales.
Se suscita la pregunta: ¿podríamos tener una ciencia educa-
tiva? Es una pregunta que cabe formular de muchas maneras
"Traducción española: Estilos de enseñanza y progreso de los alumnos, Madrid, puro aqu í quiero decir: ¿podríamos contar con un estudio de
MOr(llti, 1979. IN, del R.l
los fenómenos educativos que no optara ni por el lenguaje co-
36 La investigación como base de la enseñanza ¿Qué es investigación? 37

rriente de la educación ni por el lenguaje de la teoría de la construcción de un buen puente nos resu Ita ventajosa, no sólo
ciencia social, sino por una teoría que se relacionase directa- en el sentido primario de que nos permita cruzar el río, sino
mente con la práctica educativa? No una Sociología ni una Psi- también en el aspecto secundario de que una realización con
cología, sino una Pedagogía. éxito nos gratifica en términos de reputación, de pago mate-
Por el momento dejaré pendiente esta pregunta. rial y de oportunidades futuras. En la mayoría de los casos, es-
tos intereses no nos impulsan a falsificar nuestras fórmulas y
construir puentes que se desplomen. El hundimiento de un
Valores e intereses en la investigación puente resulta difícil de ocultar: no desvirtuamos nuestro pro-
ceso cuando es imposible falsificar el resultado.
Necesito abordar la cuestión de la objetividad en la investi- El primer problema de los intereses (y valores) en la investi-
gación social y no es éste un tema para el que me halle bien gación es éste: cuando las comprobaciones de nuestras hipóte-
preparado, en parte porque, personalmente, no me ha pertur- sis o interpretaciones no son rigurosas, surge la tentación de
bado el problema. Me satisface que la investigación humana y presentar reivindicaciones dudosas que aparecerán probable-
social (y probablemente también toda investigación que se in- mente para promover nuestra reputación, incrementar nuestras
terese por la interpretación o por la teoría más que por los sim- ganancias materiales, mejorar las perspectivas de nuestro futuro
ples hechos en bruto) deba dirigirse a orientar el raciocinio e o respaldar alguna poi ítica a la que nos hallamos consagrado al
intersubjetividades formales. Para mí, las disciplinas del cono- margen de la investigación.
cimiento o complejos de investigación se hallan basados en Todos los investigadores se sienten acuciados por las tenta-
"aprehensiones de la experiencia" (OAKESHOTT, 1933), limita- iones de intereses que pueden desviarles de su camino. El pro-
ciones de aspiración que nos permiten ordenar la experiencia blema crucial es la fuerza del proceso cr ítico que controle tales
dentro de límites condicionales. Nombrar algo es, en cualquier lontaciones, y semejante proceso cr ítico es esencialmente social
caso, hacerlo accesible al debate a expensas tanto de simplifi- y metodológico. El caso de Cyri I Burt es instructivo. La perso-
carlo excesivamente como de tornarlO ambiguo. 1101 que resulta demasiado poderosa para ser interrogada -como
Es corriente que una investigación sea atacada sobre la base 111 que es demasiado inteligente para ser entendida- no puede
de que el responsable de la misma ha permitido la intrusión de ·'11 controlada por la adopción de métodos que implican un
sus valores. Contribuirá a mi análisis, al tiempo que se acomo- 11)1,1 ,uido de la objetividad.

da a mis inclinaciones, el hecho de que considere las perspecti- 111 indagación puede pasar como investigación en el grado
vas otorgadas a una investigación, no por los valores del investi- IH 1 que sea sistemática, pero aún más en el grado en que pueda
gador, sino por su interés. Empleo la palabra interés en dos d Ir ITlOrque resulta conscientemente autocrítica.
acepciones que se hallan claramente relacionadas: "sentirse
preocupado o afectado respecto de una ventaja o detrimento"
y "sentimiento de preocupación o de curiosidad por una perso- I ptufosor-investigador
na o cosa". Ahora resulta claro que la segunda de estas defini-
ciones se acomoda muy estrechamente con lo que he señalado I I di !Iumento básico para situar a profesores en el meollo
que es el impulso que existe tras toda investigación --curiosi- dol plOCOSOde la investigación educativa puede ser formulado
dad- y opino que semejante curiosidad se halla casi inevitable- Illplllll1onte. Los profesores se hallan a cargo de las aulas. Des-
mente asociada con consideraciones sobre ventajas o detri- d, 1I1 IHUlIO de vista del experimentalista, las aulas constituyen
mentos. lO· IlIlHllHlorios ideales para la comprobación de la teoría edu-
Habría que advertir especialmente que el interés aparece de COllvu llUMlo el punto de vista del investigador, .cuyo interés
un modo destacado en las ciencias aplicadas: construimos un r!t~llc][. 1111 111 observación naturalista, el profesor es un observa-
puente porque nos resulta ventajoso hacerlo y esa ventaja de- Iljl 1'11111111),11110 potencial en las aulas y las escuelas. Desde
termina una curiosidad respecto a los puentes. Además, la 1fil'llillll 1111111110on que consideremos la investigación nos re-
¿Qué es investigación? 39
38 La investigación como base de la enseñanza

ce que surgen más tergiversaciones de las batallas académicas


sultará difícil negar que el profesor se halla rodeado por abun-
que de los intereses prácticos. Pero tengo que admitir que exis-
dantes oportunidades de investigar.
ten áreas prohibidas para la mayoría de los profesores-investi-
Por añadidura, son escasas en el campo de investigación las
gadores y que éstas son fundamentalmente aquéllas en donde
teorías de las que pueda fiarse el profesor sin comprobación.
se hallan en juego la situación de las personas y las relaciones
Muchos de los descubrimientos de la investigación están basa-
personales. En general, empero, el investigador profesional me
dos en experimentos en pequeña escala o de laboratorio que a
parece más vulnerable en razón de su distancia de la práctica
menudo no se repiten o que no cabe aplicar con éxito en las
y de su falta de responsabilidad por ella que el profesor por
aulas. Muchos son probabilistas y de actuación y si han de ser
virtud de su implicación en la práctica.
empleados aisladamente por el profesor, requieren una com- Los investigadores consideran a veces a los profesores como
probación en la situación. La aplicación de percepciones reco-
teóricamente inocentes. Pero gran parte de la investigación
gidas de estudios de casos naturalistas a la situación de un pro-
profesional que determina, si no alimenta, las disciplinas es
fesor depende de la calidad del análisis de su propio caso por también teóricamente inocente. Esto es verdad respecto de la
parte del enseñante. Emplear la investigación significa realizar-
mayor ía de las encuestas, experimentos de campo y eva luacio-
la. El profesor tiene una base de motivación para la experimen-
nes. Cabe detectarlos, en parte, por el signo de que toda la
tación. Nosotros, los investigadores, tenemos razones para
obra teórica de sus autores es metodológica. Por otro lado, al-
suscitar esa motivación: sin una reacción investigadora de los
gunos profesores son teóricos, con un doctorado reciente, o
profesores nuestra investigación no puede ser utilizada.
han desarrollado de modo no formal algunos intereses teóri-
Y, después de todo, gran parte de la investigación médica,
cos. Lo que más a menudo falta a los profesores es confianza
incluso en las universidades, se realiza por investigadores en
y experiencia en relacionar la teoría con el diseño y en la reali-
ejercicio. Les pagamos más y les llamamos cl ínicos.
¡ación del trabajo de investigación.
Existe, sin embargo, cierto número de objeciones al profe-
El impedimento más serio para el desarrollo de los profeso-
sor como investigador.
En primer lugar, se dice que los tests de precisión de las
I us como investigadores -y desde luego como artistas de la en-
.oilanza- es, sencillamente, la escasez de tiempo. En este país
automanifestaciones de los profesores indican que éstos no sa-
lo'; profesores enseñan demasiado. En consecuencia, la inves-
ben lo que hacen. Aunque este defecto pueda ser exagerado,
'lqllCión realizada por profesores es una actividad minorita-
contiene un fondo de verdad. Un profesor establece la base de
su capacidad de investigación médiante el desarrollo de estrate-
,l••, corrientemente estimulada y respaldada por unas estruc-
II" ••S académicas formales en el nivel de la licenciatura y del
gias de auto-observación. El efecto no es diferente al del paso, doctorado o por la participación en un proyecto de investiga-
del actor aficionado al profesional. Mediante la auto-observa-
11011 que incluye el concepto de investigación docente. En es-
ción, el profesor se troca en artista consciente. A través de un 111'1.1'; personas se mantienen el interés y la actividad. En cierto
arte consciente es capaz de utilizarse a sí mismo como un ins-
IlIlllloro de casos la investigación docente se desarrolla cuando
trumento de su investigación. IhlldlJl1 se sumerge en un trabajo como respuesta a una pérdida
En ségundo lugar, se ha afirmado que la implicación en la
,IIII'lIhlo o a otras crisis. Resulta claro que es mucho lo necesa-
acción de la escuela y del aula proporciona a los profesores un
lln p.1I iI aliviar la carga del profesor dispuesto a embarcarse en
interés por la tendencia de los descubrimientos de la investiga- Iu I pr llqrama de investigación y desarrollo.
ción y les condena a ser parciales. Esta no es, en mi opinión,
una objeción sólida. Según mi experiencia, la dedicación de los
investigadores profesionales a sus teorías es una fuente más
grave de parcialidad que la dedicación de los profesores a su
práctica. Profesores cuyo trabajo he examinado yo en el nivel 1\1 e de este trabajo, mencioné que una definición
011111)111.0
de licenciatura y de doctorado habían logrado, en mi opinión, ,.111111'111111 do lo investigación pod ía incluir la calificación de
valoraciones notablemente serenas y desapasionadas. Me pare-
40 La investigación como base de la enseñanza . 41
¿Qué es investigación?

que fuese hecha pública. A nuestros fines, la investigación par- dáctico impuesto por la necesidad de combatir los hábitos de la proli-
ticular no cuenta como investigación. Por un lado, ello es debido jidad, la declamación y los sofismas creados por la oratoria ...
a que la investigación inédita no se beneficia de las críticas. Por
otro, obedece a que consideramos las investigaciones como un La publicación posee dos funciones. Abre un trabajo a la
esfuerzo comunitario y las no publicadas tienen escasa utilidad crítica y en consecuencia al perfeccionamiento; y también di-
para los demás. Lo que me parece más importante es que la in- funde los frutos de la investigación y, por eso, hace posible la
vestigación se convierta en parte de una comunidad de expre- acumulación de conocimientos. Cuando la indagación sistemá-
sión crítica. Pero se publica quizá demasiada para el mundo y tica es compartida en grupos cuyo carácter se aproxima al del
muy poca para la aldea. Necesitamos cooperativas y publica- colegio deliberante de GRAMSCI, disfruta de la ventaja de la crí-
ciones locales tanto como conferencias y boletines internacio- tica, pero eso no lo difunde necesariamente fuera del círculo
nales. Y, en cualquier caso, precisamos de una mayor expre- colegial. En mi opinión, el trabajo acometido en tal contexto
sión cara a cara. Es tal vez una lástima que en este país el doc- debe contar como investigación. Desde luego, el proceso crí-
torado no sea defendido públicamente. ticoen el grupo puede actuar ventajosamente como filtro. Si
He aqu í una descripción de un modelo específico de comu- la publicación fuese más selectiva, correríamos menos peligro
nidad crítica (GRAMSCI, 1967): de acumular lo redundante o lo efímero.
Existe. sin embargo, una implicación menos obvia de la idea
Describí en otro lugar un tipo de colegio deliberante que trate de de GRAMSCI. Su colegio deliberante se halla consagrado a la
incorpdrar la necesaria competencia técnica al trabajo realista, cuando acción (en este caso llevar un periódico). En esto podría com-
hablaba de lo que sucede en los consejos editoriales de ciertas revis- pararse con una escuela, con un grupo de un centro de profe-
tas, que funcionan como circulos culturales al tiempo que como con- sores, con una compañ ía de ópera o con el taller de una coo-
sejos editoriales. El círculo critica de un modo colegiado y contribuye perativa. Se suscita la pregunta: ¿cabe expresar la investiga-
así al desarrollo del trabajo de cada uno de los miembros del equipo ión en rendimiento o acciones? Creo que es posible si su fuer-
editorial cuya propia tarea se halla organizada conforme a un plan y /a estriba en tornar hipotética o problemática la acción. En el
a una división del trabajo racionalmente elaborados.
qrado en que una acción sustantiva es una expresión de una
El nivel medio de cada individuo se eleva a través del debate y de
las críticas conjuntas (consistentes en sugerencias, consejos, indicacio- illdagación investigadora, comprueba el resultado hipotético de
nes de método y crítica constructiva orientada hacia u n aprendizaje 111 indagación y éste es un entendimiento de la investigación
mutuo) por medio de los cuales cada hombre opera como un especia- I¡;<:Í ón.
lista en su propia materia para mejorar la competencia colectiva. Al- Junto a nuestra noción académica reconocida de lo que
canza la altura de la capacidad del mejor adiestrado y asegura no sólo mnstituye una publicación, creo que debemos permitir que la
la revisión de las aportaciones mejor seleccionadas y orgánicas sino Ilvostigación pueda hallar otras 'manifestaciones -en grupos
que además crea las condiciones para que surja u n grupo homogéneo «'Ilticos o en...la acción- que puedan ser materia de disciplinas
de intelectuales diestros en la producción regular y metódica de una qlH) confirmen sus afirmaciones. Estas podrían ser, desde lue-
actividad literaria (no sólo en livres d'occasion y en estudios parciales, 1111, el punto débil de gran parte de la investigación en educa-
sino también en obras generales orgánicas).
111111, insuficientemente comprobada en la acción y harto fácil-
Indudablemente, en este tipo de actividad colectiva cada puesto
produce la capacidad y la posibilidad para una nueva tarea porque crea 111111110 aceptada por su simple supervivencia en el debate aca-
condiciones aún más orgánicas de trabajo: ficheros, notas bibliográfi-
dlJllllco.
cas, colecciones de obras especializadas básicas, etc. Se requiere una ri-
gurosa pugna contra los hábitos del diletantismo, la improvisación y
las soluciones retóricas y declamatorias. Es importante que los infor- '( lit 11 MI considera investigación educativa?
mes, y esto se aplica a las cr.íticas, vengan redactados en forma de no-
tas sucintas. Ello puede asegurarse mediante la distribución de mate- 1,11 Illvu~ti9ación, ya lo he señalado, es una indagación siste-
rial a tiempo, etc. La redacción de notas y críticas es un principio di- IT1(llku y /1101Henida, planificada y autocrítica, que se halla so-
¿Qué es investigación? 43
42 La investigación como base de la enseñanza

CAMPBELL, D. T. y STANLEY, J. C. (1963).' "Experimental and quasi-experi-


metida a la crítica pública y a las comprobaciones empíricas mental designs for research on teaching" en N. L. Gage (ed.). A Handbook of
en donde éstas resulten adecuadas. Cuando no sean apropiadas, Research on Teaching, Chicago: Rand McNally.
la expresión crítica recurrirá al juicio de la evidencia: el test, el
GRAMSCI, A. (1967). "The organization of education and culture" en The Mo-
documento, la observación, el registro. En la investigación apli- dern Prince and Other Writings, Nueva York: International Publishers.
cada o investigación en la acción la comprobación puede ser
obra de una acción sustantiva, es decir, una acción que se halle HALPIN, A. W. (1966). Theory and Research in Administration, Collier/Macmillan.
justificada en términos diferentes a los de la investigación. HAMI LTON, D. (1980), "Educational research and the shadows of Francis Galton
and Ronald Fisher" en W. B. Dockrell y D. Hamilton (eds). Rethinking Educa-
Concluyo preguntando: ¿qué se entiende por investigación
tional Research, Hodder and Stoughton.
en educación? Yo considero investigación en educación, la in-
vestigación realizada dentro del proyecto educativo y enriquece- OAKESHOTT, M. (1933). Experience and its Modes, Cambridge University Press.
dora de la empresa educativa. Existe, desde luego, en la Histo-
ria, la Filosofía, la Psicología y la Sociología, una investiga- STENHOUSE, L. (1979), "Research as a basis for teaching", lección inaugural,
ción sobre la educación efectuada desde el punto de vista de Universidad de East Anglia, 1979; publicada en L. Stenhouse (1983). Authority,
Education and Emancipation, Heinemann Educational Books.
las disciplinas que, acaso incidentalmente, realiza una contri-
bución a la empresa educativa. Cabría decir que ésta es inves-
tigación educativa sólo en el sentido que DURKHEIM nos dio
de una investigación suicida.
La investigación es educativa en el grado en que puede re-
lacionarse con la práctica de la educación. Queda abierta la
cuestión de si esta relación ha de establecerse mediante una
teoría de la pedagog ía en algún nivel de generalización o por
una ampliación de la experiencia que informa la práctica o
proporcionando el marco para la investigación en la acción co-
mo un instrumento para explorar las características de deter-
minadas situaciones o por todas estas. Pero me parecen claros
dos puntos: primero, los profesores deben hallarse íntimamente
implicados en el proceso investigador y segundo, los investiga-
dores deben justificarse ante los docentes y no los docentes
ante los investigadores.

Bibliografía

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York: Harcourt Brace Jovanovich.
BECKER, C. (1931). "Everyman his own historian". Conferencia pronunciada en
la American Historical Association en Minneapolis, 29 Diciembre, 1931; publica-
da en C. Becker (1966). Everyman His Own Historian, Chicago: Quadrangle
Books. (Edición original Nueva York: Crofts 1935.)
BENNETT, N. (1976). Teaching Styles and Pupil Progresss, Open Books. Traduc-
ción española. Estilos de enseñanza y progreso de los alumnos, Madrid, Morata,
1979.

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