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La naturaleza es una unidad indivisible, en donde los elementos naturales, el suelo, el agua, la
vegetación, la fauna, el clima y el hombre, con sus valores, su cultura, sus costumbres, su propia
historia y las características de la sociedad, se encuentran íntimamente relacionados. Una cuenca
hidrográfica es una unidad morfológica integral, que se define en un territorio donde las aguas
superficiales convergen hacia un cauce o unidad natural delimitada por la existencia de la divisoria
de las aguas, las cuales fluyen al mar a través de una red de cauces principales. Además se incluye
toda la estructura hidrogeológica subterránea del acuífero como un todo, conformando un
sistema integral, constituyendo un conjunto de componentes que están conectados e interactúan
formando una unidad. La estabilidad y permanencia de todos sus componentes estructurales son
propiedades y formas de comportamiento del sistema.
Definir el concepto de cuenca hídrica, se lo debe hacer como un concepto global, son unidades
morfológicas integrales definidas por la existencia de la divisoria de las aguas en un territorio
dado. Estas incluyen las existencias superficiales como las subterráneas abarcando a un acuífero
como un todo. Las cuencas pueden subdividirse en tres zonas de funcionamiento hídrico
principales: Zona de cabecera y captación de las cuencas hidrográficas, zonas de almacenamiento
de agua, y zona de descarga de agua. La zona de captación garantiza la captación inicial de las
aguas y el suministro de las mismas a las zonas inferiores durante todo el año. Los procesos en las
partes altas de las cuencas tienen repercusiones en la parte baja dado el flujo unidireccional del
agua, y por lo tanto toda la cuenca debe ser administrada como una sola unidad.
El almacenamiento de las aguas se produce de diversas maneras (lagunas, glaciares, etc.) y por un
espacio de tiempo determinado; mientras que la zona de descarga del agua se produce como
escurrimiento. Además las cuencas tienen una función ecológica y socioeconómica. La función
ecológica, se puede resumir en la provisión de sitios y rutas a lo largo de las cuales se llevan a cabo
interacciones entre las características de calidad física y química del agua y en la de proveer un
hábitat para la flora y la fauna. Mientras que la función socioeconómica, es la de suministrar los
recursos naturales para el desarrollo de actividades productivas que dan sustento a la población.
De igual manera provee de un espacio para el desarrollo social y cultural de la sociedad.
Entre los servicios que brindan las cuencas se destacan: agricultura, industria, agua potable,
generación de electricidad, etc.
PRINCIPALES CONCEPTOS:
Cuenca Hidrográfica: Conformada por el área geográfica con base orográfica en donde las aguas
confluyen hacia un mismo punto. Caracterizada y delimitada por lo que se da en llamar aquarum
o divorcios de agua, punto en donde las aguas se escurren hacia uno u otro lado.
Cuenca Hídrica: Conformada además de los aportes originados por los escurrimientos
superficiales (cuenca hidrográfica) por los aportes hídricos procedentes del subsuelo sea este por
afloramiento o por constituir una unidad física con el agua superficial sin que su movimiento y/o
aporte responda necesariamente a los principios de aquarum o tendencia regional fijados en el
concepto de cuenca hidrográfica.
En síntesis, las cuencas hidrográficas son unidades físicas que sirven como marco práctico objetivo
para la planificación y gestión del desarrollo sustentable, donde la disponibilidad de recursos
hídrico, -biológico y edáfico en una cuenca hidrográfica depende de: a) La tendencia dinámica de
funcionamiento espacio - temporal; b) La influencia de tratamientos integrados de producción y
protección regionales, según elementos sociales, económicos; c) El grado de alteración ambiental
y/o social.
O Hidrológica: captar agua de las diferentes fuentes de precipitación para formar el escurrimiento
de manantiales, ríos y arroyos, almacenamiento del agua en sus diferentes formas y tiempos de
duración y al mismo tiempo genera descarga del agua como escurrimiento.
O Ecológica: proveer de hábitat para la flora y fauna constituyendo los elementos biológicos del
ecosistema y manteniendo interacciones entre las características físicas y biológicas del agua.
Continuando con esta observación, se define que la actividad hidrológica también presenta
actividad diferencial según la posición en la cuenca. Por ejemplo, en la cabecera predomina la
producción de sedimentos, en la garganta el transporte en conjunción con la emisión y deposición
(aunque estos dos en menor medida) y en la salida de la cuenca se expresa principalmente la
deposición de materiales sólidos. En relación a la estabilidad de la unidad hidrológica es baja en
donde se genera el mayor movimiento, principalmente por acción gravitatoria, que es en la
cabecera, y aumenta cuando se estabiliza el movimiento hacia la desembocadura. Este efecto es
muy variable en relación al relieve y posición de la cuenca, por ello hay que diferenciar cuencas de
llanura y de montaña, según los criterios básicos, como se presentan en la Tabla 2.
• Desde el ámbito de competencia de las políticas hídricas y obras hidráulicas, las cuencas hídricas
representan el área de captación y convergencia del agua, donde prevalece un enfoque
sustentado en el conocimiento del sistema hidrológico (con sus estructuras superficiales y
subterráneas), el uso múltiple y la administración del agua con criterio de sustentabilidad.
• Se visualiza a la cuenca como la unidad de gestión integrada del recurso hídrico, ya sea dentro de
una misma jurisdicción, como así también para administrar recursos hídricos compartidos
(interjurisdiccionales). La institucionalización de la cuenca a través de organismos de cuencas,
efectiviza la coordinación intersectorial e interjurisdiccional por el uso del agua y la organización
de sus usuarios, así como la vinculación de éstos con la autoridad hídrica provincial o nacional,
según la Subsecretaria de Recursos Hídricos de la Nación (2002).
• Desde el ámbito de competencia con la conservación y uso sustentable de los recursos naturales,
se sostiene la visión del manejo del territorio tomando a la cuenca hidrográfica como unidad
natural para la planificación y gestión participativa, construida desde lo micro a lo macro,
incorporando las 10 consideraciones ambientales, económico-productivas, de identidad
sociocultural y de protagonismo de los actores involucrados en el desarrollo.
Esta nueva tendencia presenta un perfil con base a disminuir la degradación del ambiente en una
cuenca hidrográfica, por medio de controlar y/o manejar la alteración al medio físico que incide
sobre las actividades antrópicas, y a la sociedad en general, específicamente en su tendencia
positiva de desarrollo. Evidentemente la recuperación física del ambiente, deberá pasar
obligatoriamente por una recuperación social y económica del hombre y de la sociedad, lo que en
última instancia, es una decisión de tipo político y de carácter educativo. Considerando la
evolución de los conceptos en relación al manejo de cuencas hidrográficas como consecuencia de
la aplicación de políticas integradoras, se genera una planificación y gestión para el desarrollo
sostenible, que forma parte de la base indispensable para la comprensión y aplicación del
concepto de estabilidad en el buen uso y manejo de los recursos naturales y establecer una
metodología para la elaboración de un Plan de Ordenamiento Territorial.
A nivel nacional la República Argentina tiene un sistema de gobierno federal compuesto por 23
provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Según la Constitución Nacional, a las provincias
les corresponde el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio. Existen
también poderes concurrentes, cuyo ejercicio corresponde indistinta y simultáneamente al
gobierno nacional y provincial. Argentina dispone de una oferta hídrica media anual por habitante
sumamente importante. La misma es superior a los 22.500 m3 por habitante, muy por encima del
umbral de stress hídrico adoptado por el PNUD equivalente a una disponibilidad de 1000 m3 por
habitante. No obstante la distribución de la oferta es muy irregular, por lo que en varias provincias
de la región árida la disponibilidad de agua se ubica bien por debajo de ese valor. Así, dos tercios
de la superficie del País se encuentran bajo condiciones climáticas áridas o semiáridas La Tabla 3
presenta un resumen de los aportes por vertiente hídrica en la República Argentina, teniendo en
cuenta que el caudal medio incluye el 100% del caudal del río Uruguay y la superficie consignada
es el total de la cuenca de aporte, siendo en territorio nacional esta última es 918.00 km2 y que no
incluye arroyos de la Puna. Fuente: Balance Hídrico de la República Argentina. INCYTH-CONAPHI,
1994.
ELEMENTOS DE HIDROLOGÍA
CICLO HIDROLÓGICO
El funcionamiento de una cuenca se basa en los principios del ciclo del agua y sus relaciones con el
suelo, la cobertura y uso de la vegetación, la topografía y el agua, en tiempo y espacio. Debido a
ello, al estudiar una cuenca hidrográfica se analiza y trata de describir el comportamiento del agua
superficial. El conocimiento particular del movimiento del agua en una cuenca permite organizar,
ordenar y planificar la misma. Por ello la caracterización del ciclo hidrológico generará un
diagnóstico básico para todo estudio en esta unidad hidrológica.
Abarca gran parte del sur, del sudeste y del centro-oeste de Brasil; el SO de Bolivia; gran parte de
Uruguay; todo el Paraguay y casi todo el norte, la Mesopotamia y la pampa húmeda de la
Argentina.
Es una de las cuencas más extensas del mundo con una superficie aproximada de 3.100.000 km2,
equivalente al 17 % de la superficie de América del Sur. Por su extensión es la segunda después de
la amazónica en esta parte del continente y constituye el área donde se concentra una importante
actividad económica y la mayor densidad de población.
La mayor parte de esta área de drenaje se encuentra en Brasil, donde alcanza 1.415.000 km 2,
luego le sigue la Argentina, 920.000 km2, Paraguay, 410.000 km2, Bolivia, 205.000 km2 y Uruguay
150.000 km2.
Teniendo en cuenta que la región tiene sus coordenadas extremas entre los paralelos 14° y 38° S y
los meridianos 67° y 43° 30´ O, es fácil advertir que existe una gran variación de características y
condiciones físicas y ambientales, además de los factores culturales, económicos y sociales en
estrecha interrelación con aquellos. Abarca desde el altiplano de Bolivia al Océano Atlántico, y
desde la Chapada de Parecís en el planalto, que la separa de la hoya amazónica, hasta el Atlántico.
Relieve
Desde el punto de vista del relieve sobresale el claro predominio de las llanuras. A grandes rasgos,
en la Cuenca del Plata se pueden considerar dos estructuras dispuestas de norte a sur: por el este
se encuentra el macizo matogrosense algo deprimido en su parte NO y al oeste la llanura
pampeano-chaqueña, una vasta región casi plana. En medio de ambas, el umbral central, que
incluye el Pantanal. El relieve con alturas más importantes se encuentra en los bordes. A lo largo
del borde oriental hay un cinturón orogénico rico en yacimientos minerales y en el occidental, las
sierras pampeanas y andinas.
Clima
De forma muy general se puede decir que las mayores lluvias coinciden con las nacientes de los
ríos Paraguay, Paraná y Uruguay y que el registro medio anual de las precipitaciones decrece de
norte a sur y de este a oeste.
Las temperaturas están influidas tanto por la latitud como por el relieve. Sin entrar en mayor
detalle se puede afirmar que las temperaturas disminuyen de norte a sur. El trópico de Capricornio
atraviesa la cuenca desde la ciudad de São Paulo en Brasil hasta la provincia de Jujuy en la
Argentina, con lo que el 40 % pertenece al cinturón tropical. En la mayor parte de la cuenca las
temperaturas anuales suelen ser de más de 20 ° C.
Suelos
Desde el punto de vista edáfico, la Cuenca del Plata concentra la mayor parte de los suelos con
mejor capacidad de producción en América del Sur. No sólo en cuanto a la extensión actualmente
en uso, sino porque muchas áreas se pueden incorporar o aumentar en su rendimiento agrícola-
ganadero con el empleo de técnicas de manejo adecuadas.
Recursos naturales
Hoy en día la producción agropecuaria y la industria que genera, continúa siendo en gran medida
la base de la economía. Esto se advierte en el impacto que tienen en el comercio mundial algunos
de los principales productos de la región, como el café, la carne y los cereales y en el papel que
este tipo de productos juega en la balanza de pagos de los países.
La extensión dedicada a estos cultivos representa una parte pequeña del total del área de la
cuenca, aunque hay una marcada tendencia a la extensión de la zona de cultivos, con la
incorporación de áreas de borde mediante el uso de modernas técnicas de manejo agrícola, tal es
el caso del cerrado en Brasil y de las zonas semiáridas en la Argentina.
Los recursos forestales son importantes en el área que comprende el sur de Brasil, el este del
Paraguay y el NE de la Argentina, donde no sólo son más ricos sino también más explotados. Hay,
además, grandes áreas en Paraguay, el oriente de Bolivia y el oeste de Brasil donde la magnitud de
las posibilidades de aprovechamiento todavía no está bien determinada. La presión de la
búsqueda de nuevas tierras para la agricultura, la demanda de ciertos tipos de madera, las
prácticas de desmonte y quema de la vegetación han sido causa de un agudo problema de
deforestación. Todos los países de la cuenca han hecho estudios en plantaciones forestales y han
encarado programas de reforestación.
La producción mineral ocupa un lugar importante entre las actividades económicas de los países
de la región, aunque no es un área altamente productora de minerales. Bolivia, si bien tiene
dentro de la cuenca poca extensión de territorio, tiene depósitos de hierro y manganeso muy
cerca de Puerto Suárez. En los bordes de la franja andina existen reservas importantes de gas y
petróleo. Bolivia y la Argentina producen la mayor cantidad de petróleo de la región.
En las serranías costeras de Brasil abundan el hierro y el carbón y, si bien algunas de las zonas más
importantes quedan fuera de sus límites, de todos modos se produce una gran cantidad
de minerales. Los minerales proporcionan una importante cantidad de materia prima para la
industria local.
El Río de la Plata constituye el umbral sobre el Océano Atlántico de la segunda cuenca fluvial de
América del Sur: la Cuenca del Plata (cerca de 3,1 millones de km2).
Más del 97 % del ingreso de agua dulce al Río de la Plata proviene de los ríos Paraná y Uruguay.
Una veintena de ríos menores y más de un centenar de arroyos aportan sus aguas a lo largo de
ambas márgenes del río.
El Río de la Plata tiene altas concentraciones de sedimentos en suspensión, una zona de turbidez
máxima pronunciada, corrientes de marea, una circulación gravitacional en dos estratos, y en la
región intermedia presencia de corrientes transversales al eje del Río.
Características Generales
Superficie = 30.362 km2
Ancho en la desembocadura = 230 km
Profundidad media = 10 metros
Caudal promedio de ingreso= 22.000 m3/s
Mareas = semidiurnas con grandes desigualdades diurnas
Rango de mareas semidiurnas = 0,3 - 1,0 m
Gradiente de salinidad = 0 - 34 ups.
Concentración de material en suspensión = 50 a 300 mg/lt.
Buenos Aires creció entre dos planicies, la de la pampa y la del Río de la Plata, que se
relacionaban por una barranca irregular posible aun de imaginar en el Parque Lezama, la Plaza San
Martín o las Barrancas de Belgrano.
La matriz de crecimiento en sentido este-oeste fue, condicionada por esta situación, mucho más
fácil hacia la pampa debido a la abundancia de territorio y más comprometida hacia el este debido
a la presencia del Río de la Plata.
A estas condiciones naturales del paisaje del estuario se agrega el sentimiento de inmensidad
propio de los paisajes marinos, y no tanto de los fluviales, reforzado con la inmensidad del paisaje
pampeano sin accidentes geográficos significativos. El lugar de encuentro de dos horizontes, uno
verde y otro pardo. El río definió el emplazamiento y ciudad y puerto tuvieron un mismo origen:
puerta y puerto. Esta vocación portuaria condicionó no sólo el desarrollo económico –del puerto
como fuente de recursos– y social –con la inmigración de millones de personas– sino también la
traza y el paisaje urbano caracterizado por la empinada barranca y los sucesivos avances de la
ciudad sobre el río. Buenos Aires se ha ido conformando históricamente con la progresiva
urbanización de los terrenos ganados al río transformando la barranca original en nuevas líneas de
borde artificial.
Tradicionalmente la costa era percibida como un lugar de trabajo, dejando así de lado las
consideraciones estéticas o proyectuales con que se connotaba al paisaje. La zona de la barranca,
que garantizaba una distancia prudencial con las áreas de trabajo, fue en cambio codiciada en
tanto permitía disfrutar de la brisa, de la vegetación y de las vistas largas sobre el río.
Desde el punto de vista histórico la relación entre el puerto, el río y la ciudad representó
sucesivamente las luchas entre ciudad, territorio y nación. Particularmente el sector central de la
ribera como frente este del área central ejemplifica una lucha aún mayor de intereses, reflejada en
los distintos proyectos construidos: la Alameda de Vértiz como bulevar virreinal, el Paseo de Julio
ejecutado sobre la anterior traza con el murallón de defensa complementario y sus recovas,
la construcción de Puerto Madero, la Costanera Sur y la Reserva Ecológica.
Esta variada gama de proyectos con denominadores comunes –su localización privilegiada, la
posibilidad de ir creando nueva tierra sobre la base de rellenos (en muchos casos con un status
jurídico ambiguo) y la liberación de la rigidez de la cuadrícula colonial y de las normas
urbanísticas– fue alejando al río de la ciudad y casi siempre generando oportunidades de negocios
y de experimentación proyectual, constituyéndose en un área única para iluminar sobre los
distintos pensamientos que se materializaron en la ciudad. Un verdadero observatorio de las
transformaciones del paisaje costero.
El objetivo de esta teórica es explorar algunas de las transformaciones en la conformación del
espacio urbano y el desarrollo metropolitano, en relación a la historia de las ideas y
representaciones como construcción social del paisaje. Este espacio, donde se entrecruzan
tendencias contradictorias marcadas por líneas de ruptura respecto de los modelos instalados y
donde los dilemas o desafíos que se abordan tienen sus propias limitaciones, nos permite indagar
sobre la relación entre los planes globales formulados y las propuestas de intervención ejecutadas
impactando en la configuración final del borde de la ciudad.
Podemos señalar una primera etapa, en la cual se producen pequeñas intervenciones, que se
extiende desde la fundación hasta aproximadamente 1880 incluyendo en ésta la formulación de
los distintos proyectos de puertos que no se concretaron. La transformación de Buenos Aires en el
centro de un área de producción agropecuaria, destinada fundamentalmente a la exportación,
requirió del desarrollo de infraestructura portuaria, razón por la cual la dinámica urbana avanzó
sobre el río.
Las primeras ideas para comunicar la costa y la ciudad se plantearon con el primer virrey y su
ejecución se extendería durante largos años, inaugurándose recién con Vértiz una calle arbolada
de 182 metros de largo. La ejecución de este paseo de carácter simbólico, conocido como La
Alameda, nos anticipa el rol que asumiría la ciudad en la segunda mitad del siglo.
Desde el punto de vista paisajístico, se han generado nuevos espacios públicos con una oferta
contemporánea de usos recreativos, se ha aprovechado la calidad de paisaje de los espejos de
agua y se han recuperado viejos espacios públicos como la antigua costanera.
Sin embargo, esta última acción no ha tenido la capacidad de regenerar el borde fluvial por la
imposibilidad de integrar funcionalmente la Reserva Ecológica. (Este ha sido siempre un tema
polémico con intereses contrapuestos y un pobre debate público que, como otros temas de la
ribera, termina inhibiendo toda posibilidad de redefinición de sus características de uso e
integración). De esta forma, no sólo se resignificó un ámbito con identidad y memoria, sino que se
ha creado un nuevo paisaje de espacios públicos que evocan la barranca y complementan el
carácter popular del área.
Otros sectores de la ribera, aunque con menos intensidad, han tenido también confrontaciones,
como la Costanera Norte con la reiterada intención de ampliación de Aeroparque. Esta reiteración
de nuevas infraestructuras de equipamiento o transporte y la necesidad de consolidar nuevos
frentes ribereños como espacios públicos recreativos en forma de paseos, parques, embarcaderos
o balnearios se sigue repitiendo en Buenos Aires.
El análisis de todas estas marcas, propias de los gestos transformadores de la sociedad, permitirá
comprender la convicción en la apropiación territorial resolviendo los problemas de supervivencia
y analizar históricamente la persistencia de las señales en el paisaje como la proyección cultural de
una sociedad sobre un espacio determinado desde la dimensión material, espiritual, ideológica y
simbólica.
El presente
Hoy en día Puerto Madero quedó situado entre la ciudad y la Reserva Ecológica, por lo tanto no
tiene una relación directa con el Río de la Plata y la Costanera no ha recuperado su carácter de
borde de agua, sin embargo no podemos dejar de reconocer que el proyecto es esencial para la
recuperación de la costa de Buenos Aires. Históricamente la zona, como área de oportunidad, ha
sido siempre objeto de tensiones especulativas de inversores privados; como dato singular, ya
existió en 1892 un proyecto de loteo inmobiliario, para financiar el proyecto del puerto que
proponía Madero en el triángulo formado por los diques y la actual costanera.
La progresiva e intensiva urbanización fue moldeando y ocultando una situación geográfica
excepcional y llena de riqueza. Intentar descubrir esos rastros puede permitir encontrar el hilo
civilizador y las distintas huellas de la evolución territorial y urbana. La costa como invariante
territorial aparece permanentemente y es un referente central para observar la apropiación de los
territorios por la población y dar cuenta de los sucesivos modos de habitar.
CAMBIO CLIMÁTICO
Evidencias de un dramático CC a escala planetaria han sido observadas en los últimos cien años. El
Cuarto Informe de Evaluación del Cambio Climático del IPCC muestra que tal cambio se ha
originado principalmente en las actividades antrópicas. La emisión de GEI (gases de efecto
invernadero), la diseminación de grandes cantidades de pequeñas partículas en la atmósfera
(aerosoles) y los cambios en el uso del suelo, generados por acciones humanas son las causas
principales de los cambios climáticos observados. Las emisiones de gases de efecto invernadero
constituyen la base del rápido aumento de la temperatura media del planeta en los últimos 100
años. Se asocian en primer lugar con la quema de combustibles fósiles y en menor medida con las
actividades agropecuarias tales como la agricultura en terrenos inundados, la cría de rumiantes y
la destrucción de bosques. Las emisiones de GEI, al alterar la composición química de la atmósfera,
potencian el efecto invernadero natural. De manera creciente, la opinión pública y los más
prestigiosos líderes mundiales lo consideran uno de los mayores problemas que enfrenta la
humanidad. Ello se debe a los severos impactos económicos, sociales, políticos, y ecológicos que el
CC acarrea y a que su mitigación también afectará el sistema productivo global. Debido a la inercia
del sistema climático y a que las alteraciones en las concentraciones de GEI permanecen por largo
tiempo en la atmósfera, el CC se intensificará en las próximas décadas; en consecuencia, además
de la reducción de las emisiones de GEI, habrá que acordar medidas de adaptación a las nuevas y
cambiantes condiciones climáticas. Del mismo modo, se reconoce que los cambios en la
distribución terrestre de vegetación, suelos y agua resultante de las actividades humanas pueden
afectar el clima regional, alterando el balance de calor y de agua, pese a que el conocimiento
actual sobre las características de ambas influencias es aún bajo e incierto. El CC global trae
consigo variaciones graduales y a largo plazo de parámetros climáticos tales como temperatura y
precipitaciones a nivel regional. A causa de ello muchas condiciones de vida se ven amenazadas;
Argentina no es ni será ajena a las variaciones en los recursos de agua, en la producción agrícola,
en las zonas costeras y en los asentamientos humanos, así como también en la provisión de
energía y en la atención del sector salud. En las últimas décadas han acontecido importantes
cambios climáticos e hidrológicos en la Argentina, con los consiguientes impactos que en su
mayoría, aún requieren medidas de adaptación. Entre los más importantes se mencionan:
El aumento de las precipitaciones medias y extremas anuales en casi toda la Argentina y muy
especialmente en el Noreste y en la zona oeste periférica a la región húmeda tradicional, que ha
favorecido la expansión de la frontera agrícola.
El aumento de la temperatura en la zona cordillerana de la Patagonia y Cuyo que dio lugar al
retroceso de casi todos los glaciares.
El aumento del caudal de los ríos y de las inundaciones en todo el país, excepto en San Juan,
Mendoza, Comahue y norte de la Patagonia.
El retroceso de los caudales de los ríos de origen cordillerano en Cuyo que son el sustento de los
oasis del piedemonte andino Conforme al estado actual del conocimiento, los mayores cambios
proyectados para el período 2020/2040 demandarán la elaboración de políticas y estrategias de
adaptación. Entre ellos se mencionan:
Alteraciones en el caudal de los ríos de la cuenca del Plata.
Aumento del estrés hídrico en todo el Norte y parte del Oeste del país.
Potencial crisis del agua en Mendoza y San Juan.
Disminución de la potencial oferta hidroeléctrica en el Comahue.
Continuación de la alta frecuencia de precipitaciones intensas e inundaciones en las zonas
actualmente afectadas por estos eventos.
Continuación del retroceso de los glaciares.
Afectación de algunos puntos del litoral marítimo y de la costa del Río de la Plata por el
aumento del nivel del mar.
Aumento de las enfermedades infecciosas transmitidas por vectores y resurgimiento de otras
que fueron erradicadas (paludismo, entre otras) En este contexto, la Universidad de Buenos Aires
no puede permanecer ajena, teniendo en cuenta su trayectoria que, desde la transición
democrática, ha estado decididamente orientada a la recuperación de la capacidad de generación
de conocimientos significativos en calidad científica y responsabilidad social, expresados en
Inacayal (1986) y el Acuerdo de Colón (1995). PIUBACC propone, entonces, los siguientes
objetivos:
Contribuir a la elaboración de una visión estratégica de la Argentina en relación a los cambios a
enfrentar en las próximas décadas.
Participar en el fortalecimiento de la posición argentina en la negociación internacional sobre
cambio climático y aspectos relacionados.
Favorecer el desarrollo del conocimiento sobre el cambio climático en Argentina y sus causas,
contribuyendo al proceso de toma de decisiones.
Analizar las consecuencias del cambio climático en las diversas dimensiones de la vida social y
elaborar las correspondientes propuestas de adaptación.
Elaborar escenarios regionales asociados al cambio climático.
Desarrollar propuestas para la reducción de las emisiones y/o captura de GEI y de adaptación al
cambio climático.
Facilitar la adaptación social del conocimiento sobre la problemática del cambio climático.
Desarrollar mecanismos para la transferencia del conocimiento producido, aportando a la
elaboración de programas de educación formal y no formal COMPONENTES DEL PIUBACC. Los
principales componentes del Programa, no excluyentes de otros que se puedan incorporar en el
futuro, son: Escenarios climáticos y socioeconómicos.
Elaboración de escenarios socioeconómicos nacionales como insumo para el desarrollo de
políticas de reducción de emisiones y/o captura de los GEI, de adaptación al CC, de apoyo a la
negociación argentina en el ámbito internacional y para el desarrollo de escenarios de cambio de
uso del suelo.
Desarrollo de nuevos escenarios climáticos del sur de América del Sur incorporando las
características regionales del clima, hidrología, el suelo y la vegetación en los modelos climáticos
regionales para reducir progresivamente los márgenes de incertidumbre de las proyecciones
climáticas y eventos extremos.
Estudio de todos los eventos climáticos e hidrológicos extremos, sus tendencias y proyecciones.
Estrategias sociales de prevención, adaptación y disminución de la vulnerabilidad frente a la
intensificación de los eventos hidro-climáticos extremos.
Definición de estrategias de mitigación de los impactos socio-psicológicos de los desastres.
Desarrollo de recomendaciones para la minimización de los impactos desfavorables.
Estrategias urbanísticas para la adecuación y adaptación de áreas afectadas por desastres
Recursos hídricos e infraestructura.
Impactos del CC y de los cambios en el manejo del suelo sobre los recursos hídricos y sus usos.
Desarrollo de nuevas metodologías para el manejo de los recursos hídricos y el diseño de
infraestructura en el contexto de un clima no estacionario, teniendo en cuenta la energía y
transporte.
Impactos del CC en el consumo de energía y en la generación hidroeléctrica.
Análisis de políticas y medidas de mitigación de emisiones de GEI y de reducción del consumo
de hidrocarburos: energías renovables alternativas, sustitución en los modos del transporte y uso
racional de la energía, actividad agropecuaria y uso de la tierra.
Impactos de los cambios recientes y futuros del clima en el desarrollo agropecuario y sus
consecuencias económicas, sociales y ambientales.
Proyección del impacto del CC en la productividad agropecuaria.
Estudio de eventuales efectos del cambio en el uso del suelo sobre el clima y la hidrología
regional.
Estudio de los ciclos biogeoquímicos relacionados con los GEI en los distintos sistemas
productivos y naturales.
Estrategias de reducción de emisiones en el sistema agropecuario.
Estudios destinados a reducir las incertidumbres en los procesos de captura de carbono en los
sistemas forestales y en los sistemas de manejo del suelo Salud.
Organización sanitaria de respuesta ante catástrofes ambientales (estrés térmico,
inundaciones).
Epidemiología y manejo de enfermedades tropicales emergentes transmitidas por vectores
como dengue, paludismo y otras que pueden resurgir o expandirse bajo formas epidémicas,
teniendo en cuenta los ecosistemas y la biodiversidad.
Identificación de especies y sistemas ecológicos regionales altamente vulnerables al CC.
Efecto del CC en sistemas ecológicos sometidos a otras presiones antrópicas: bosques y selvas
subtropicales, zonas áridas y semiáridas, humedales, zonas costeras y especies marinas
comerciales.
Análisis de las políticas de conservación en el contexto del CC Políticas públicas nacionales.
Desarrollo de una visión integrada de la realidad argentina frente al CC y las opciones de
respuesta.
Negociación internacional para la mitigación y adaptación del CC.
Mecanismos financieros internacionales y nacionales para la mitigación y adaptación al CC.
El cambio climático en la agenda de integración regional.
Marco normativo e institucional: participación ciudadana, acceso a la justicia, responsabilidad
jurídica y conflictos interjurisdiccionales, entre otros.
Política y medidas para la reducción de emisiones en los sectores industriales y de residuos.
Metodologías a través del PIUBACC, coordinación a través de: seguimiento y desarrollo de los
componentes.
Realización de talleres periódicos de discusión y de actualización.
Difusión del Boletín y página WEB con información del PIUBACC en ámbitos nacionales e
internacionales.
Intercambio y cooperación con otras universidades, organismos oficiales, organizaciones no
gubernamentales y otras instituciones del país involucradas en estos temas.
Actividad N 10
Cuestionario:
1) Explique las generalidades y las características de la cuenca del Plata y la del Rio de la
Plata.
2) Explique cómo fue el proceso de transformación de la cuenca del Rio de la Plata.
3) Realice una reflexión acerca de los impactos que sufrió nuestra cuenca del Río de la Plata.
4) Cuando hablamos de hidrología en la cuenca del Río de la Plata….a que nos estamos
refiriendo?