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INTRODUCCIÓN
El cultivo de tangerinas o mandarinas y sus híbridos, como los tangelos constituye una de
los rubros más importantes dentro de la citricultura en el Perú, especialmente en la Selva
Central y Costa Central, con un gran potencial de desarrollo en otras áreas de estas zonas.
La mancha parda o mancha marrón de tangerinas y sus híbridos fue observada inicialmente
en el país en la provincia de Satipo el año 2003, ocasionando una disminución significativa
de los rendimientos y calidad de la fruta, que determinaron pérdidas económicas
cuantiosas, situación que llevó al Ministerio de Agricultura, a través del Servicio Nacional
de Sanidad Agraria – SENASA a declarar en emergencia a los cultivos de cítricos de las
provincias de Satipo y Chanchamayo, iniciándose una serie de acciones para su control. El
presente artículo presenta la situación actual de este problema en el Perú, así como las
perspectivas de control.
La mancha parda o mancha marrón de los cítricos fue descrita por primera vez afectando
mandarina Emperor en Australia, el año 1,903 y reportada en Sudáfrica el año 1,929. Fue
observada en Israel sobre tangelo Minneola el año 1,989 y el 1,974 en el estado de Florida
de los Estados Unidos de América en tangerina Dancy. Fue reportada en Colombia el año
1,994 y el año 1,995 en México. Este mismo año se la observó en Turquía afectando
tangelo Minneola. En España fue detectada en la provincia de Valencia sobre mandarina
Fortune el año 1,998, en Brasil el 2,001 y en Argentina el 2,003. Adicionalmente, la
mancha parda ha sido reportada en Cuba e Italia. El año 2002 fue observada en Iran, siendo
reportada el 2006.
La mancha parda de tangerinas y sus híbridos es producida por una variante del hongo
Alternaria alternata (Fr.) Keissler que tiene la capacidad de producir toxinas específicas
para estos cítricos, siendo la principal la ACT. La nomenclatura o nombre de este patógeno
as aún motivo de discusión. El hongo ha sido designado Alternaria citri, A. alternata pv.
citri y actualmente se acepta la propuesta de denominarlo patotipo de tangerinas de
Alternaria alternata. No se conoce el estadío sexual o perfecto de este patógeno.
Otra variante de A. alternata, pero que produce una toxina diferente (ACR) ocasiona la
mancha de la hoja y del fruto en limón rugoso (Citrus jambhiri) y lima Rangpur (C.
limonia). Una tercera variante, que produce enzimas pectinolíticas ocasiona la pudrición
negra, que es básicamente una enfermedad de poscosecha de los cítricos. Una especie
morfológicamente diferente, Alternaria limicola causa la “Mancha foliar” de lima
mexicana (Citrus aurantifolia) en México, ausente en otras regiones del mundo.
Síntomas en hojas. Se inician como puntos de color marrón o pardo oscuro, que crecen
formando lesiones irregulares de diferente tamaño, generalmente rodeadas por un halo
amarillento. En una hoja se pueden desarrollar una o varias lesiones cuando existe gran
cantidad de inóculo en el campo.
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El síntoma más característico de la mancha parda en las hojas es la necrosis de las
nervaduras, que es ocasionada por la acción de la toxina específica del patógeno. Otra
característica sintomatológica de la mancha parda es la deformación de hojas debido a que
las lesiones impiden el crecimiento normal de los tejidos.
Las hojas afectadas pueden caerse ocasionando la defoliación de los brotes, la cual puede
ser total, en cuyo caso se observa la acumulación de gran cantidad de hojas en el suelo. La
defoliación puede determinar la muerte del brote, que se inicia como muerte regresiva (del
ápice o de la punta hacia abajo) y termina afectándolo totalmente.
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Síntomas en brotes. Se observan lesiones similares a las formadas en las hojas que se
inician como pequeños puntos oscuros y posteriormente alcanzan diferente tamaño, de
modo que al unirse pueden comprometer a todo el brote. Este último síntoma puede ser el
resultado conjunto de la defoliación y la infección por el hongo.
Izquierda: Lesiones pequeñas en brotes de tangelo Minneola. Derecha: Brote de tangerina Dancy
afectado totalmente por la mancha parda.
Síntomas en frutos. Los frutos son susceptibles desde la caída de los pétalos, hasta que
tienen 3 a 4 meses, edad en que alcanzan un tamaño de 5 cm de diámetro. Posteriormente
se vuelven más resistentes.
Los frutos recién cuajados presentan lesiones pequeñas en forma de puntos negros o se
necrosan totalmente. También se observa amarillamiento y deformaciones en aquellos
frutos que logran desarrollar. Los frutos infectados se pueden caer, dando como resultados
pérdidas importantes en la producción de fruta.
Síntomas de mancha parda en frutos jóvenes de tangelo Minneola: puntos oscuros, lesiones hundidas y
amarillamiento
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En frutos de mayor edad, los síntomas son manchas deprimidas de color marrón a negro,
de diferente tamaño que pueden estar rodeadas por un halo o zona amarillenta. También se
observan erupciones corchosas, las cuales se desprenden fácilmente dejando cicatrices
hundidas en la cáscara del fruto, sin comprometer a su parte interna. La presencia de
lesiones reduce la calidad comercial de la fruta y por lo tanto su precio.
El inóculo de la mancha parda son las conidias o esporas asexuales, las cuales son
producidas por el hongo en las lesiones de hojas caídas al suelo o que se mantienen en la
copa de la planta y en los brotes muertos por el patógeno. Recientemente se ha observado
que las conidias también se forman en los frutos después de 70 días de la aparición de
síntomas y solamente por pocos días.
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forma ilegal materiales de propagación de cítricos susceptibles infectados por la mancha
parda, procedentes de países donde ocurre la enfermedad.
Las plantaciones y copas de los árboles muy densas también favorecen a la mancha parda,
debido a que impiden la circulación del aire y por lo tanto las hojas se mantienen mojadas
por un mayor tiempo.
Los sistemas de riego que mojan la copa de los árboles crean condiciones favorables a la
germinación y penetración de las conidias del patógeno. Esto también ocurre en zonas
lluviosas como la selva.
El estado nutricional de las plantas es otro factor importante, porque que condiciona su
respuesta al ataque de las enfermedades. La fertilización excesiva con nitrógeno induce el
brotamiento profuso y determina el desarrollo de tejidos y órganos con mayor
susceptibilidad al patógeno. Por otro lado, las aplicaciones de potasio y calcio permiten
una mejor defensa de las plantas.
El patrón empleado no ejerce una acción directa sobre el hongo que causa la mancha parda,
pero tiene una influencia indirecta en la enfermedad al determinar el grado en que brotan
las plantas injertadas sobre ellos. La mandarina Cleopatra condiciona un brotamiento poco
profuso de los cítricos injertados sobre ella, condición que determinará que la enfermedad
ocasione sea menos severa.
En la Selva Central del Perú los cítricos más cultivados son la naranja Valencia (Citrus
sinensis), la tangerina Dancy (C. reticulata) y el tangelo Minneola (C. reticulata x C.
paradisi). Cítricos como el tangor Murcott, toronja y otros, existen en áreas muy pequeñas.
En la costa del Perú, las áreas citrícolas más importantes se encuentran en las regiones de
Lima e Ica. Son importantes la naranja Washington Navel, el tangelo Minneola, las
mandarinas (tangerina) Fortune, Nova y Satsuma y el tangor Murcott.
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De los cítricos mencionados, el tangelo Minneola es el más susceptible, siendo afectados la
tangerinas y sus híbridos (Dancy, Nova, Fortune, Sunburst, Emperor, Robinson, Osceola,
Minneola, Orlando, el tangor Murcott y otros).
En la selva peruana los daños que ocasiona la mancha parda son cuantiosos en tangelo
Minneola, tangerina Dancy y en el tangor Murcott. En España la enfermedad es
importante sobre Fortune. En Israel ocurren daños importantes en tangelo Minneola, en
condiciones semiáridas similares a las de la costa peruana. En Brasil es importante en
tangelo Minneola, tangor Murcott y tangerinas como. En Argentina se presenta en tangelo
Minneola, Fortune y Nova. Importante recordar que las naranjas, mandarina Satsuma y
clementinas no son afectadas por la mancha parda.
En la costa, los sistemas de producción son tecnificados y las unidades productivas son
relativamente grandes. Se aplican fertilizantes en forma adecuada y el riego es tecnificado
siendo común el sistema por goteo. El brotamiento ocurre en periodos mas o menos
definidos, presentándose entre agosto y setiembre. Estas características, junto con las
condiciones ambientales prevalentes, especialmente la ausencia de lluvia, hacen presumir
que la mancha parda sería menos severa y que el control sería menos dificultoso y mas
efectivo en esta zona. Sin embargo, se debe tener en cuenta lo indicado anteriormente
sobre la ocurrencia de la mancha parda en Israel.
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Presencia de otras enfermedades. Las plantaciones de cítricos de toda la selva central
están afectadas seriamente por la gomosis (Phytophtora sp.). Otro problema de gran
importancia es la caída prematura de frutos después de la floración ocasionada por
Colletotrichum acutatum, que se ha observado recientemente y está ocasionando daños
importantes en los diferentes cítricos, agravando la situación generada por la mancha parda
en tangerinas y sus híbridos.
Por las características de los sistemas de producción (clima favorable, baja tecnología y
producción de genotipos susceptibles), el control de la mancha parda de tangerinas y
tangelos en la selva peruana es muy difícil. La enfermedad es extremadamente agresiva
sobre tangelo Minneola, en el cual se han observado pérdidas de hasta el 100 %, siendo
importante también sobre tangerina Dancy y tangor Murcott. Si bien el problema se ha
obtenido logros importantes, la enfermedad sigue siendo el principal factor detrimental de
la productividad y calidad de la fruta.
Medidas de exclusión
Sustituir plantaciones de tangelo y tangerinas en áreas con problemas de alta humedad. Las
plantas de tangelo, tangerina y otros cítricos hospedantes ubicadas en las partes bajas y
muy húmedas, son afectadas severamente por la mancha parda y en ellas el control es
difícil y costoso, por lo cual deben sustituirse con plantas de cítricos que no son afectados
por la enfermedad o con otros cultivos.
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Favorecer una buena circulación del aire dentro de las plantaciones. Para evitar la
acumulación de agua sobre las hojas y reducir la germinación de las conidias, la
penetración e infección de las plantas se recomiendan las siguientes medidas:
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Manejo de las fuentes de inóculo de la enfermedad
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ecológica, sin embargo es necesario demostrar los efectos de la sombra sobre la
enfermedad y sobre la productividad y calidad de la fruta.
Control químico
Una enseñanza muy importante obtenida de las experiencias desarrolladas es que el control
químico tiene mejor efecto si las plantaciones son fertilizadas apropiadamente. Asimismo,
en la estrategia de control químico debe considerarse la aplicación de productos dirigidos a
reducir la incidencia de la caída prematura de frutos ocasionada por el hongo
Colletotrichum acutatum.
El control químico debe ser optimizado para reducir el número de aplicaciones al mínimo
necesario. Esto se puede lograr a través de la validación de sistemas de predicción
climática como el ALTER-RATER, desarrollado en la Universidad de Florida de los
Estados Unidos de América y empleado también en Brasil.
Los trabajos de control químico realizados han permitido establecer que, desde el punto de
vista económico, los productos de contacto son los mas apropiados para el manejo de la
mancha parda en la selva del Perú. En base a ello se propone un programa de aplicación
de fungicidas según el siguiente esquema:
También se observó fototoxicidad del metiram cuando s e aplicó a la dosis de 0.25 a 0.3 %
en forma consecutiva, por lo cual se redujo la dosis a 0.2 y 0.15%.
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aplicarse como máximo en dos oportunidades en cada campaña, alternándolos con
productos de contacto.
El valor relativo de las diferentes prácticas debe ser determinado a través de ensayos
específicos que permitan evaluarlas inicialmente en forma separada y posteriormente
desarrollar un sistema de manejo integrado adaptado a la zona problema.
Evitar el ingreso ilegal al país de materiales que pueden portar plagas. La mancha
parda fue introducida al país probablemente a través de materiales de propagación o
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plantones de cítricos infectados, que ingresaron al país sin cumplir los requisitos
establecidos por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria. Las pérdidas son cuantiosas y se
podrían haber evitado si se hubiera solicitado el PERMISO FITOSANITARIO DE
IMPORTACION, para cuya expedición se realizan los correspondientes análisis de riesgo
de plagas que permiten determinar si los materiales pueden ingresar al país o prohibir su
importación, de acuerdo a la situación sanitaria del cultivo en el país de origen.
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