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MANCHA PARDA DE TANGERINAS Y SUS HIBRIDOS

OCASIONADA POR Alternaria alternata EN EL PERU*

Julio Marín Horna**

INTRODUCCIÓN

El cultivo de tangerinas o mandarinas y sus híbridos, como los tangelos constituye una de
los rubros más importantes dentro de la citricultura en el Perú, especialmente en la Selva
Central y Costa Central, con un gran potencial de desarrollo en otras áreas de estas zonas.

La mancha parda o mancha marrón de tangerinas y sus híbridos fue observada inicialmente
en el país en la provincia de Satipo el año 2003, ocasionando una disminución significativa
de los rendimientos y calidad de la fruta, que determinaron pérdidas económicas
cuantiosas, situación que llevó al Ministerio de Agricultura, a través del Servicio Nacional
de Sanidad Agraria – SENASA a declarar en emergencia a los cultivos de cítricos de las
provincias de Satipo y Chanchamayo, iniciándose una serie de acciones para su control. El
presente artículo presenta la situación actual de este problema en el Perú, así como las
perspectivas de control.

HISTORIA Y DISTRIBUCIÓN GEOGRAFICA

La mancha parda o mancha marrón de los cítricos fue descrita por primera vez afectando
mandarina Emperor en Australia, el año 1,903 y reportada en Sudáfrica el año 1,929. Fue
observada en Israel sobre tangelo Minneola el año 1,989 y el 1,974 en el estado de Florida
de los Estados Unidos de América en tangerina Dancy. Fue reportada en Colombia el año
1,994 y el año 1,995 en México. Este mismo año se la observó en Turquía afectando
tangelo Minneola. En España fue detectada en la provincia de Valencia sobre mandarina
Fortune el año 1,998, en Brasil el 2,001 y en Argentina el 2,003. Adicionalmente, la
mancha parda ha sido reportada en Cuba e Italia. El año 2002 fue observada en Iran, siendo
reportada el 2006.

En el Perú se la observó inicialmente en los distritos de San Martín de Pangoa y Mazamari


de la provincia de Satipo, Región de Junín, en Agosto del 2,003, siendo confirmada en
Agosto del 2,004, identificando a Alternaria alternata como el agente causal. Este mismo
mes el problema se observó en el distrito de San Luis de Shuaro de la provincia de
Chanchamayo, lo que indicaba su dispersión a la zona más alejada de esta importante
cuenca productora de cítricos. En setiembre de este año se la observó en el Valle del río
Apurímac, distritos de Santa Rosa y Ayna, provincia de La Mar de la región Ayacucho y
distritos de Pichari y Kimbiri, provincia de La Convención, región Cusco. En Noviembre
se la encontró en los distritos de Rupa Rupa (Tingo María) y José Crespo y Castillo
(Aucayacu) de la provincia de Leoncio Prado, región Huánuco. Este mes fue observado
también en el distrito de Echarati, Valle de la Convención, otra zona departamento del
Cusco. En febrero del 2005 se confirmó su presencia en la provincia de Oxapampa de la
región Pasco.
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*Actualización: Junio del 2007
**: Fitopatólogo. Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) - Perú
AGENTE CAUSAL

La mancha parda de tangerinas y sus híbridos es producida por una variante del hongo
Alternaria alternata (Fr.) Keissler que tiene la capacidad de producir toxinas específicas
para estos cítricos, siendo la principal la ACT. La nomenclatura o nombre de este patógeno
as aún motivo de discusión. El hongo ha sido designado Alternaria citri, A. alternata pv.
citri y actualmente se acepta la propuesta de denominarlo patotipo de tangerinas de
Alternaria alternata. No se conoce el estadío sexual o perfecto de este patógeno.

Otra variante de A. alternata, pero que produce una toxina diferente (ACR) ocasiona la
mancha de la hoja y del fruto en limón rugoso (Citrus jambhiri) y lima Rangpur (C.
limonia). Una tercera variante, que produce enzimas pectinolíticas ocasiona la pudrición
negra, que es básicamente una enfermedad de poscosecha de los cítricos. Una especie
morfológicamente diferente, Alternaria limicola causa la “Mancha foliar” de lima
mexicana (Citrus aurantifolia) en México, ausente en otras regiones del mundo.

CÍTRICOS AFECTADOS POR LA MANCHA PARDA

El patotipo de A. alternata de tangerinas y sus híbridos afecta tangerinas, especialmente


Dancy y sus híbridos, entre ellos los tangelos Minneola, Orlando, Nova y Fortune. Además
ataca a la tangerinas Sunsburt, Nova y Lee y a las mandarinas Emperor, Ponkan y al tangor
Murcott. También se han reportado daños en toronja y pomelo. Las clementinas y la
mandarina Cleopatra no son afectadas por esta enfermedad. Los cítricos más afectados en
nuestro país son el tangelo Minneola y la tangerina Dancy, siendo también afectado el
tangor Murcott. En costa se han observado daños en Minneola y Fortune, pero la severidad
es baja.

SÍNTOMAS DE LA MANCHA PARDA

La mancha parda infecta tejidos jóvenes: brotes, hojas y frutos en crecimiento.

Síntomas en hojas. Se inician como puntos de color marrón o pardo oscuro, que crecen
formando lesiones irregulares de diferente tamaño, generalmente rodeadas por un halo
amarillento. En una hoja se pueden desarrollar una o varias lesiones cuando existe gran
cantidad de inóculo en el campo.

El síntoma más característico es el progreso de la necrosis a través de las venas o


nervaduras de la hoja, debido a que la toxina que ocasiona la muerte de tejidos avanza a
través de ellas, aún cuando el hongo no se encuentre presente en los tejidos afectados. Las
lesiones crecen y forman áreas necróticas que pueden afectar a una gran porción de la hoja.

Puntos y lesiones necróticos con halo amarillo en hojas de tangelo Minneola

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El síntoma más característico de la mancha parda en las hojas es la necrosis de las
nervaduras, que es ocasionada por la acción de la toxina específica del patógeno. Otra
característica sintomatológica de la mancha parda es la deformación de hojas debido a que
las lesiones impiden el crecimiento normal de los tejidos.

Necrosis de venas (Derecha) y deformación de hojas (Derecha) en tangelo Minneola

Las hojas afectadas pueden caerse ocasionando la defoliación de los brotes, la cual puede
ser total, en cuyo caso se observa la acumulación de gran cantidad de hojas en el suelo. La
defoliación puede determinar la muerte del brote, que se inicia como muerte regresiva (del
ápice o de la punta hacia abajo) y termina afectándolo totalmente.

Defoliación en brotes de Tangerina Dancy (izquierda) y tangelo Minneola (derecha)

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Síntomas en brotes. Se observan lesiones similares a las formadas en las hojas que se
inician como pequeños puntos oscuros y posteriormente alcanzan diferente tamaño, de
modo que al unirse pueden comprometer a todo el brote. Este último síntoma puede ser el
resultado conjunto de la defoliación y la infección por el hongo.

Izquierda: Lesiones pequeñas en brotes de tangelo Minneola. Derecha: Brote de tangerina Dancy
afectado totalmente por la mancha parda.

Síntomas en frutos. Los frutos son susceptibles desde la caída de los pétalos, hasta que
tienen 3 a 4 meses, edad en que alcanzan un tamaño de 5 cm de diámetro. Posteriormente
se vuelven más resistentes.

Los frutos recién cuajados presentan lesiones pequeñas en forma de puntos negros o se
necrosan totalmente. También se observa amarillamiento y deformaciones en aquellos
frutos que logran desarrollar. Los frutos infectados se pueden caer, dando como resultados
pérdidas importantes en la producción de fruta.

Síntomas de mancha parda en frutos jóvenes de tangelo Minneola: puntos oscuros, lesiones hundidas y
amarillamiento

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En frutos de mayor edad, los síntomas son manchas deprimidas de color marrón a negro,
de diferente tamaño que pueden estar rodeadas por un halo o zona amarillenta. También se
observan erupciones corchosas, las cuales se desprenden fácilmente dejando cicatrices
hundidas en la cáscara del fruto, sin comprometer a su parte interna. La presencia de
lesiones reduce la calidad comercial de la fruta y por lo tanto su precio.

Lesiones deprimidas y erupciones corchosas en frutos de tangelo Minneola (Izquierda y Centro) y


tangerina Dancy.(Derecha).

ASPECTOS EPIDEMIOLOGICOS DE LA MANCHA PARDA DE LOS CITRICOS

Condiciones ambientales. La temperatura óptima para la infección es de 25 a 27 ºC, sin


embargo, la enfermedad se puede desarrollar entre 20 y 32 ºC.

La enfermedad requiere alta humedad ambiental o la ocurrencia de lluvias, siendo


necesario que la superficie de la hoja se mantenga mojada por al menos 10 horas para que
se produzcan niveles altos de infección.

El inóculo de la mancha parda son las conidias o esporas asexuales, las cuales son
producidas por el hongo en las lesiones de hojas caídas al suelo o que se mantienen en la
copa de la planta y en los brotes muertos por el patógeno. Recientemente se ha observado
que las conidias también se forman en los frutos después de 70 días de la aparición de
síntomas y solamente por pocos días.

La producción de conidias de Alternaria alternata es mayor en hojas infectadas mojadas o


que se mantienen en ambientes con una humedad relativa cercana al 100 %. La liberación
de las conidias es inducida por las lluvias o por cambios bruscos (incremento o
disminución) de la humedad relativa. El transporte de las conidias se produce por acción
del viento y por la lluvia y al ser depositadas sobre hojas, brotes y frutos jóvenes, cuando
ocurren condiciones ambientales favorables, especialmente la presencia de una película de
agua sobre la superficie de los órganos y temperaturas entre 20 y 28 ºC, se producirá la
germinación, penetración a través de los estomas y la infección y posterior desarrollo de
síntomas.

A grandes distancias, la enfermedad es diseminada cuando se transportan materiales de


propagación como plantones, ramas o yemas desde regiones infestadas a las áreas libres.
Esta ha sido probablemente la forma en la que llegó al Perú, al haberse introducido en

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forma ilegal materiales de propagación de cítricos susceptibles infectados por la mancha
parda, procedentes de países donde ocurre la enfermedad.

Influencia de las Condiciones culturales. Las plantaciones de cítricos que influyen en la


severidad de la mancha parda son la edad del cultivo, siendo más severa cuando son
menores de cinco años debido a que brotan continuamente en forma profusa, presentando
gran cantidad de tejido susceptible. Esto también ocurre si se aplican riegos frecuentes que
inducen brotaciones múltiples.

Las plantaciones y copas de los árboles muy densas también favorecen a la mancha parda,
debido a que impiden la circulación del aire y por lo tanto las hojas se mantienen mojadas
por un mayor tiempo.

Los sistemas de riego que mojan la copa de los árboles crean condiciones favorables a la
germinación y penetración de las conidias del patógeno. Esto también ocurre en zonas
lluviosas como la selva.

El estado nutricional de las plantas es otro factor importante, porque que condiciona su
respuesta al ataque de las enfermedades. La fertilización excesiva con nitrógeno induce el
brotamiento profuso y determina el desarrollo de tejidos y órganos con mayor
susceptibilidad al patógeno. Por otro lado, las aplicaciones de potasio y calcio permiten
una mejor defensa de las plantas.

El patrón empleado no ejerce una acción directa sobre el hongo que causa la mancha parda,
pero tiene una influencia indirecta en la enfermedad al determinar el grado en que brotan
las plantas injertadas sobre ellos. La mandarina Cleopatra condiciona un brotamiento poco
profuso de los cítricos injertados sobre ella, condición que determinará que la enfermedad
ocasione sea menos severa.

Finalmente es importante citar la ubicación de las plantaciones. En aquellas localizadas en


partes bajas, donde la humedad es mayor, la enfermedad se presenta con mayor severidad
en comparación a las instaladas en zonas de ladera o en las partes altas.

CARACTERÍSTICAS DE LA PRODUCCIÓN DE TANGERINAS Y SUS


HÍBRIDOS EN EL PERU EN RELACIÓN A LA PRESENCIA DE LA MANCHA
PARDA DE TANGERINAS Y SUS HÍBRIDOS

En la Selva Central del Perú los cítricos más cultivados son la naranja Valencia (Citrus
sinensis), la tangerina Dancy (C. reticulata) y el tangelo Minneola (C. reticulata x C.
paradisi). Cítricos como el tangor Murcott, toronja y otros, existen en áreas muy pequeñas.

En la costa del Perú, las áreas citrícolas más importantes se encuentran en las regiones de
Lima e Ica. Son importantes la naranja Washington Navel, el tangelo Minneola, las
mandarinas (tangerina) Fortune, Nova y Satsuma y el tangor Murcott.

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De los cítricos mencionados, el tangelo Minneola es el más susceptible, siendo afectados la
tangerinas y sus híbridos (Dancy, Nova, Fortune, Sunburst, Emperor, Robinson, Osceola,
Minneola, Orlando, el tangor Murcott y otros).

En la selva peruana los daños que ocasiona la mancha parda son cuantiosos en tangelo
Minneola, tangerina Dancy y en el tangor Murcott. En España la enfermedad es
importante sobre Fortune. En Israel ocurren daños importantes en tangelo Minneola, en
condiciones semiáridas similares a las de la costa peruana. En Brasil es importante en
tangelo Minneola, tangor Murcott y tangerinas como. En Argentina se presenta en tangelo
Minneola, Fortune y Nova. Importante recordar que las naranjas, mandarina Satsuma y
clementinas no son afectadas por la mancha parda.

Clima. Las condiciones de humedad y temperatura de la selva Peruana son favorables a la


mancha parda, por lo cual la severidad de esta enfermedad es muy alta, especialmente
sobre tangelo Minneola. Las lluvias están concentradas entre los meses de octubre a marzo,
pero pueden ocurrir esporádicamente en cualquier época, induciendo el brotamiento y
floración continuos, lo que asegura la disponibilidad de tejido susceptible, produciéndose
infecciones durante todo el año, lo que dificulta el control del problema.

En las áreas citrícolas de la costa peruana ubicadas en de Lima e Ica, el clima se


caracteriza por una temporada calurosa, pero con muy baja humedad ambiental y otra con
días templados y noches relativamente frías y mayor humedad ambiental. La posibilidad de
la ocurrencia de la mancha parda en la costa dependerá de que confluyan una alta humedad
que determine que el follaje se mantenga mojado por al menos 8 horas y temperaturas
entre 20 y 28 ºC en el periodo en el que se presentan tejidos susceptibles, lo que ocurre
durante el brotamiento, floración y desarrollo inicial de los frutos, en los meses de agosto a
octubre.

Manejo de las plantaciones. Las plantaciones de cítricos en la Selva central, son en su


mayoría pequeñas, entre 0.5 y 2 ha. La tecnología aplicada es muy baja. No se realiza una
fertilización adecuada que esté basada en análisis de suelos o foliares, sino en la
disponibilidad de recursos del productor. Esta situación, junto con las lluvias ocasionales
que ocurren aún en la época seca (Abril a Setiembre), determinan brotamientos y floración
durante todo el año, con picos en dos épocas: entre marzo y abril y entre Agosto y
Setiembre. Esto determina que se coseche durante todo el año, también con dos picos
claramente marcados: entre setiembre y octubre y entre enero y febrero. Para el productor
esta situación puede resultar ventajosa, porque le permite vender el producto durante todo
el año, pero obliga a aplicar medidas de control de la mancha parda durante todo el año.

En la costa, los sistemas de producción son tecnificados y las unidades productivas son
relativamente grandes. Se aplican fertilizantes en forma adecuada y el riego es tecnificado
siendo común el sistema por goteo. El brotamiento ocurre en periodos mas o menos
definidos, presentándose entre agosto y setiembre. Estas características, junto con las
condiciones ambientales prevalentes, especialmente la ausencia de lluvia, hacen presumir
que la mancha parda sería menos severa y que el control sería menos dificultoso y mas
efectivo en esta zona. Sin embargo, se debe tener en cuenta lo indicado anteriormente
sobre la ocurrencia de la mancha parda en Israel.

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Presencia de otras enfermedades. Las plantaciones de cítricos de toda la selva central
están afectadas seriamente por la gomosis (Phytophtora sp.). Otro problema de gran
importancia es la caída prematura de frutos después de la floración ocasionada por
Colletotrichum acutatum, que se ha observado recientemente y está ocasionando daños
importantes en los diferentes cítricos, agravando la situación generada por la mancha parda
en tangerinas y sus híbridos.

CONTROL DE LA MANCHA PARDA DE TANGERINAS Y SUS HIBRIDOS EN


LA SELVA CENTRAL DEL PERU

Por las características de los sistemas de producción (clima favorable, baja tecnología y
producción de genotipos susceptibles), el control de la mancha parda de tangerinas y
tangelos en la selva peruana es muy difícil. La enfermedad es extremadamente agresiva
sobre tangelo Minneola, en el cual se han observado pérdidas de hasta el 100 %, siendo
importante también sobre tangerina Dancy y tangor Murcott. Si bien el problema se ha
obtenido logros importantes, la enfermedad sigue siendo el principal factor detrimental de
la productividad y calidad de la fruta.

Medidas de exclusión

El Servicio Nacional de Sanidad Agraria, prohibió la movilización de materiales de


propagación como plantones, estacas o yemas de cítricos afectados por la mancha parda,
para evitar su dispersión a otras zonas citrícolas aún libres de ella. La presencia de la
mancha parda en la costa indica dos posibilidades: ii) la enfermedad ha sido introducida
desde la selva peruana ii) ha sido introducida de otro país en forma independiente del brote
de selva.

Manejo integrado en las áreas infestadas

Actualmente, para el manejo de la mancha parda en los cultivos de afectados se basa en la


ejecución de medidas culturales y la aplicación de fungicidas.

Control cultural. Diferentes factores culturales pueden ayudar al manejo de la mancha


parda de tangerinas y tangelos y aunque estas medidas pueden ser insuficientes para lograr
niveles aceptables de control, permitirán reducir el número de aplicaciones de fungicidas y
optimizar su eficiencia. Entre las prácticas culturales más importantes se encuentran las
siguientes.

Evitar la instalación de nuevas plantaciones de tangerinas y tangelos. No es recomendable


instalar nuevas plantaciones de tangelo y tangerinas por su alta susceptibilidad a la mancha
parda. Asimismo, los plantones de tangelo y tangerinas aun en vivero y plantaciones
recientemente instaladas, pueden reinjertarse con cítricos no afectados por la enfermedad.

Sustituir plantaciones de tangelo y tangerinas en áreas con problemas de alta humedad. Las
plantas de tangelo, tangerina y otros cítricos hospedantes ubicadas en las partes bajas y
muy húmedas, son afectadas severamente por la mancha parda y en ellas el control es
difícil y costoso, por lo cual deben sustituirse con plantas de cítricos que no son afectados
por la enfermedad o con otros cultivos.

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Favorecer una buena circulación del aire dentro de las plantaciones. Para evitar la
acumulación de agua sobre las hojas y reducir la germinación de las conidias, la
penetración e infección de las plantas se recomiendan las siguientes medidas:

- Producir tangerinas y su híbridos en terrenos bien ventilados, especialmente en las


partes altas y sin problemas de acumulación de agua.

- Ampliar el distanciamiento entre plantas.

- Mantener la copa de los árboles abierta a través de podas. Es importante considerar


que las podas inducen el brotamiento, por lo cual deben ejecutarse en la época seca,
cuando sea más fácil proteger los nuevos brotes con productos fungicidas. Esta medida
puede ayudar a concentrar el brotamiento, floración y desarrollo inicial de frutos en la
época menos favorable a la enfermedad, facilitando su control.

Empleo de patrones adecuados. Aunque no se recomienda instalar plantaciones nuevas de


cítricos susceptibles a la mancha parda, de decidirse lo contrario, injertar sobre patrones
que determinen un crecimiento poco profuso de la copa, como la mandarina Cleopatra.

Fertilización. Se ha demostrado que en la selva central, no es factible producir tangelo sin


fertilizar, porque en estas condiciones la mancha parda se presenta con extrema severidad,
por lo cual, las plantaciones de cítricos deben ser fertilizadas de acuerdo a resultados de los
análisis de suelo y foliares. Como prácticas de fertilización relacionadas al control de la
mancha parda se recomienda lo siguiente:

- Evitar el exceso de nitrógeno porque predispone a las plantas a brotar


profusamente, condición que favorece el desarrollo de la enfermedad.

- Aplicar potasio, calcio, otros elementos mayores y menores en los niveles


requeridos.

La fertilización puede contribuir también a un adecuado brotamiento y floración,


buscando concentrarlos en épocas definidas, realizándola en fechas que deben
determinarse según la fenología de los cultivos en cada zona y fertilizantes empleados.

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Manejo de las fuentes de inóculo de la enfermedad

Una de las principales preocupaciones en el control de la mancha parda ha sido la


reducción o eliminación de fuentes de inóculo, aspecto en el cual no se han publicado
experiencias de otros países. Esto llevó a recomendaciones difíciles de ejecutar como el
recojo de hojas caídas al suelo, su tratamiento con productos antiesporulantes como la urea
al 15%, caldos minerales (Bordalés, Visosa) y la eliminación de brotes afectados, las
cuales no han sido adoptadas por los productores. Afortunadamente, observaciones y
evaluaciones realizadas en la zona infestada han permitido rescatar algunas alternativas
que han sido aceptadas. La más importante es la instalación de coberturas vegetales.

Uso de coberturas vegetales. Una situación interesante observada frecuentemente es que la


mancha parda es menos severa en
plantaciones donde se han instalado cultivos
de cobertura como el kudzú, centrosema o
mucura, que cubren a la mayor cantidad de
hojas caídas al suelo por efecto de la
enfermedad. Esto podría explicarse por las
siguientes razones: a) la humedad es más
constante dentro de la cobertura, evitándose
los cambios bruscos de humedad que
favorecen la liberación de conidias o
esporas del hongo, b) la cobertura impide el
movimiento de las corrientes de aire,
reduciendo la dispersión de conidias y c) las
poblaciones de microorganismos dentro de
la cobertura descomponen rápidamente las
hojas infectadas y/o ejercen efectos
antagónicos sobre A. alternata.

Para que tenga efecto sobre la mancha


parda, el manejo de la cobertura no es el
tradicional seguido por los productores que
Frutos de tangelo Minneola sanos en parcela con implica el plateo. Por el contrario, la
kudzú como cobertura vegetal. Mazamari, Satipo.
cobertura debe cubrir totalmente el terreno
debajo de la copa de los árboles, que
constituye el área donde se depositan las hojas que caen por efecto de la enfermedad,
debiéndose evitar el coroneo frecuente debajo de la copa de las plantas. Esta práctica se
ejecutará solamente cuando no existan tejidos susceptibles y las condiciones climáticas no
favorezcan a la mancha parda.

Existen otros beneficios de las coberturas, como la fijación simbiótica de nitrógeno y el


control de la erosión, especialmente en terrenos con pendiente, en los cuales es común la
producción de cítricos en condiciones de selva.

Sistemas de producción ecológica y diversidad genética. Otra observación importante es


que las plantas de tangelo y tangerinas ubicadas debajo de árboles forestales y frutales
presentan menor incidencia de mancha parda. Esto haría posible la producción de fruta

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ecológica, sin embargo es necesario demostrar los efectos de la sombra sobre la
enfermedad y sobre la productividad y calidad de la fruta.

Asimismo es importante evaluar la factibilidad de cultivos intercalados, empleando otros


cítricos u otros cultivos, medida que favorecería la sustitución de plantaciones de tangelo
en zonas donde la severidad de la enfermedad es alta e incrementar la variabilidad genética
a nivel de finca, tanto del cultivo de cítricos y de los sistemas de producción en general.

Control químico

Siguiendo las experiencias de otros países para el control de A. Alternaria en cítricos, en el


Perú se están empleando fungicidas de contacto, parcialmente sistémicos y activadores de
resistencia. Se han obtenido resultados interesantes con fungicidas de contacto como los
productos a base de mancozeb y cobre, iprodione, clorotalonil, Polyram, y prochloraz y
estrobirulinas, difeconazole, fosfito de potasio y otros; pero la estrategia de control
químico aún no está plenamente definida y es necesario continuar realizando ensayos de
campo y la validación de los resultados con participación de los productores.

Una enseñanza muy importante obtenida de las experiencias desarrolladas es que el control
químico tiene mejor efecto si las plantaciones son fertilizadas apropiadamente. Asimismo,
en la estrategia de control químico debe considerarse la aplicación de productos dirigidos a
reducir la incidencia de la caída prematura de frutos ocasionada por el hongo
Colletotrichum acutatum.

El control químico debe ser optimizado para reducir el número de aplicaciones al mínimo
necesario. Esto se puede lograr a través de la validación de sistemas de predicción
climática como el ALTER-RATER, desarrollado en la Universidad de Florida de los
Estados Unidos de América y empleado también en Brasil.

Los trabajos de control químico realizados han permitido establecer que, desde el punto de
vista económico, los productos de contacto son los mas apropiados para el manejo de la
mancha parda en la selva del Perú. En base a ello se propone un programa de aplicación
de fungicidas según el siguiente esquema:

Brotamiento: cobres, mancozeb, difeconazole.


Floración: difeconazole, iprodione, mancozeb.
Cuajado de frutos: mancozeb, cobres, difeconazole.
Desarrollo de frutos: mancozeb, cobres, difeconazole, clorotalonil, Polyram

Teniendo en consideración su costo, el uso de fungicidas a base de difeconazole


(sistémico) e iprodione no es factible para la mayoría de productores de la selva. No se
aplican productos a base de cobre durante la floración porque que puede ocasionar la caída
de flores y ocasionar problemas de fototoxicidad cuando las temperaturas son muy altas.

También se observó fototoxicidad del metiram cuando s e aplicó a la dosis de 0.25 a 0.3 %
en forma consecutiva, por lo cual se redujo la dosis a 0.2 y 0.15%.

La aplicación de fungicidas sistémicos y de iprodione puede ocasionar la generación de


resistencia del hongo a estos productos, por lo cual, como estrategia antiresistencia, deben

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aplicarse como máximo en dos oportunidades en cada campaña, alternándolos con
productos de contacto.

La decisión de aplicar un fungicida debe basarse en la evaluación de las condiciones


climáticas, la severidad de la enfermedad y la presencia de tejidos susceptibles. En las
condiciones de selva, una lluvia puede ser suficiente para el desarrollo de brotes intensos
en cualquier época del año. En forma similar, en zonas bajas con alta humedad, no se
requiere la ocurrencia de lluvias para que la enfermedad se presente con una alta intensidad
en cualquier momento siempre y cuando se presenten tejidos susceptibles. En estas zonas
no es posible producir cítricos susceptibles, especialmente tangelo Minneola en forma
económica debido a que se requieren aplicaciones frecuentes de fungicidas, incluso en
forma semanal, para lograr una productividad aceptable.

Evaluación de nuevos genotipos de cítricos

Como una alternativa a largo plazo, es necesario evaluar la adaptación, productividad,


resistencia a plagas y enfermedades y aceptación por los productores y por el mercado de
otros cítricos, como alternativa a las especies, híbridos y variedades más afectadas por la
mancha parda.

Hacia un manejo integrado de la mancha parda

La integración de las diferentes prácticas podría resumirse en lo siguiente:

- Producción de tangerinas e híbridos susceptibles a la mancha parda en laderas,


zonas altas y lugares bajos con baja intensidad de la enfermedad. Esto implica una
sustitución de genotipos muy susceptibles en lugares donde la severidad de la
enfermedad es alta.

- Manejo cultural óptimo, que permita la concentración del brotamiento y floración,


incluyendo la fertilización, podas y riegos donde sea posible.

- Instalación de coberturas como medida para manejar el inóculo de la mancha parda.

- Fertilización oportuna y de acuerdo a los niveles requerido, de acuerdo al análisis


de suelos y foliares. Considerar las características químicas de los suelos,
especialmente el pH para tomar las medidas correctivas que sean necesarias.

- Control químico tomando decisiones a través de modelos de pronóstico climático


como el ALTER RATER. Complementar con el uso de activadores de resistencia.

El valor relativo de las diferentes prácticas debe ser determinado a través de ensayos
específicos que permitan evaluarlas inicialmente en forma separada y posteriormente
desarrollar un sistema de manejo integrado adaptado a la zona problema.

Lecciones de la presencia de la mancha parda en e Perú

Evitar el ingreso ilegal al país de materiales que pueden portar plagas. La mancha
parda fue introducida al país probablemente a través de materiales de propagación o

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plantones de cítricos infectados, que ingresaron al país sin cumplir los requisitos
establecidos por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria. Las pérdidas son cuantiosas y se
podrían haber evitado si se hubiera solicitado el PERMISO FITOSANITARIO DE
IMPORTACION, para cuya expedición se realizan los correspondientes análisis de riesgo
de plagas que permiten determinar si los materiales pueden ingresar al país o prohibir su
importación, de acuerdo a la situación sanitaria del cultivo en el país de origen.

Mantener la variabilidad genética de los cultivos. En la selva de Junín, muchos


productores están dedicados exclusivamente a la producción de tangelo Minneola, lo cual
constituye una situación de uniformidad genética extrema que ha determinado que los
daños y pérdidas económicas ocasionadas por la mancha parda sean también muy altas.
Para estos productores la situación es desesperante, considerando que la producción de
tangelo es su única fuente de ingreso. El problema es menos grave en fundos donde
además de tangelos y tangerinas se producen otros cítricos u otros cultivos no afectados
por la mancha parda, pues los daños en tangelos y tangerinas son menores a los observados
en monocultivos de tangelo y los ingresos de los otros cultivos amortiguan los efectos de
las pérdidas ocasionadas por la mancha parda. Las condiciones climáticas de nuestra selva
favorecen el desarrollo de enfermedades de plantas ocasionadas por hongos y bacterias,
por lo cual es necesario mantener la mayor variabilidad genética de los sistemas de
producción, como garantía de sostenibilidad y seguridad social, económica y ambiental.

LITERATURA CONSULTADA
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