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Costos Ambientales
Costos Ambientales
Las teorías organizaciones al interiorizar el medio ambiente, lo han hecho con dos
dimensiones: la primera como una variable de eficiencia y la segunda como una
variable de supervivencia en la continuidad operativa: De forma que: Como variable de
eficiencia cualquier emisión o residuo al medio ambiente es un costo de falla o de no
calidad, y la meta es disminuir el impacto ambiental a partir de reducir las emisiones de
los procesos. Como variable de supervivencia, el enfoque ambiental se centra en la
racionalidad de la explotación de los recursos para evitar que estos se escaseen,
deterioren o desaparezcan y limiten o detengan la actividad.
Activos Ambientales
Por lo tanto, se puede concluir que los activos ambientales son aquellos elementos que
pueden ser incorporados al estado financiero de la entidad con el objeto de ser utilizados
de forma duradera en su actividad, cuya finalidad principal sea la minimización del
impacto medioambiente y la protección y mejora del medio ambiente, incluyendo la
reducción o eliminación de la contaminación futura de las operaciones de la entidad.
Esto son bienes propiedad de la empresa e inversiones realizadas con el propósito de
preservar y proteger el ambiente, así como minimizar los daños que se le pudieran
ocasionar, los cuales pueden estar representados por las siguientes partidas:
Auditoría Ambiental
-Estudiar los documentos del Sistema de Gestión Ambiental para establecer si se ajustan
a las normas de las referencias correspondientes.
- Verificar los departamentos y los niveles de la empresa que deben seguir dichos
procedimientos e instrucciones técnicas que se han establecidos.
Costos ambientales
Ecoeficiencia
La ecoeficiencia viene definida como la capacidad para producir bienes o servicios que
satisfaga las necesidades de los clientes y, de forma paralela, reduzca los impactos
ambientales negativos, el consumo de los recursos, y los costos. Por lo tanto, la
ecoeficiencia significa producir más bienes y servicios utilizando menos materiales y
recursos tales como energía, agua, y reducir con ello los desperdicios de estos
materiales. Esta prevención de la contaminación, así como la capacidad para reducir los
desperdicios no solo es económicamente benéfico, sino que demuestra que es posible
hacer más con menos. Lo anterior se ve complementado por lo que se conoce como
desarrollo sustentable. El desarrollo sustentable se define como aquel que satisface las
necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las generaciones futuras para
satisfacer sus propias necesidades.
Competencia
En el caso de este paradigma, existen dos enfoques al respecto: 1-) El primero es que la
entidad debe tener una administración cumplidora. La administración cumplidora es
lograr el desempeño ambiental mínimo requerido por las disposiciones y hacerlo de la
forma más económica; 2-) El segundo enfoque es a través de lo que se conoce como
ecoeficiencia guiada. La ecoeficiencia guiada establece que se requiere una
intervención una intervención regulatoria, porque los administradores tienen una
racionalidad restringida y si se le deja a su criterio entonces no emprenderán de forma
voluntaria las acciones necesarias para mejorar el desempeño.
En base a lo anterior, se puede establecer una analogía con los costos de calidad, ya que
los costos ambientales tienen su origen bien sea por que existe o puede existir una
calidad ambiental deficiente.
Clasificación de los costos ambientales
En este reporte los costos ambientales son expresados como un porcen-taje de los costos
de operación totales, muchas entidades sólo prestaran atención a este monto si
representa un cantidad significativa pero ha si-do demostrado que varias entidades han
ahorrado millones de dólares con la reducción o eliminación de impactos ambientales
significativos asociados con sus cadenas de suministros, otras, han producido ahorros
significativos al haber mejorado de forma simultánea el desempeño am-biental y la
eficiencia operativa. Por lo que según afirman Hanssen y Mohen parece ser que la
reducción de los costos ambientales mediante el mejoramiento del desempeño ambiental
puede mejorar de manera sig-nificativa la rentabilidad de una empresa.
De acuerdo con las cifras del reporte ambiental de Verde Corporation. los costos
ambientales representan el 30% de los costos de operación, lo cual implica que forman
una porción significativa de los costos de operación del año. En el reporte, los costos
ambientales fueron agrupados en costos de prevención, costos de detección, costos de
fallas internas y costos de fallas externas de acuerdo con sus características, estos son
totalizados para cada categoría y al sumarlos obtendremos el total de costos
ambientales, adicionalmente, el total de cada categoría representará un porcentaje de los
costos totales con el cual podremos analizar cuál tipo de costo ambiental generó
mayores costos y tomar decisiones. Para el periodo 2007 la mayoría de los costos
incurridos fueron costos de fallas externas, los cuales representan 60% de los costos
ambientales, estos originan daños tanto al medio ambiente como a los individuos, por lo
que el próximo periodo se deberían incrementar los costos de prevención para disminuir
los costos de fallas externas.
Se afirma que los costos ambientales más bajos se alcanzarán en el punto de cero daños,
las soluciones ecoeficientes se enfocan en prevenir basándose en que la prevención es
más económica que el remedio. El nivel de daños cero será el nivel más bajo de costos
ambientales, por lo que la degradación cero sería el punto de costos más bajo para las
actividades contaminantes
Tal como se explicó con anterioridad, toda entidad debe concentrar sus esfuerzos en
incrementar las actividades de prevención y detección ya que, análogamente con los
costos de calidad, estos ayudan a reducir de forma significativa los costos por fallas
ambientales. Esto porque la prevención, a largo plazo, trae más beneficios que corregir
el daño.
En los sistemas tradicionales, los costos ambientales están ocultos dentro de los costos
indirectos. Al utilizar las definiciones de costos ambientales y el marco de clasificación
que se acaba de desarrollar, los costos ambientales deben separarse primero en una
agrupación de costos ambientales. Una vez que se han separado dentro de su propia
agrupación, el costeo basado en unidades asignaría estos costos a los productos
individuales utilizando generadores a nivel de unidad, tales como las horas de mano de
obra directa y las horas máquina. Este enfoque funciona bien en un ambiente de
productos homogéneo; sin embargo, en el caso de una empresa con productos múltiples,
la cual tenga una diversidad de productos, una asignación basada en unidad puede
producir distorsiones de costos.
Es necesario recalcar que, el ciclo de vida del producto combina los puntos de vista del
proveedor (que es el que tiene el control de la materia prima), del producto y del cliente
(que es el consumidor final), por lo tanto se requiere considerar tantos los vínculos
internos como externos para evaluar las consecuencias ambientales de diferentes
productos, de diseño de productos y de diseño de procesos.
Etapas de evaluación
La evaluación del ciclo de vida se define por medio de tres etapas formales:
1) Análisis de inventario
Especifica los tipos y las cantidades de materiales y de insumos de energía necesaria y
las liberaciones ambientales resultantes bajo la forma de residuos sólidos líquidos y
gaseosos.
2) Análisis de impacto
3) Análisis de mejoramiento
Tiene el objetivo de reducir los impactos ambientales revelados por la etapa del
inventario y del impacto. En otras palabras, el análisis de mejoramiento está pendiente
de que los entes antes mencionados no decaigan
Esta perspectiva tiene, por lo menos, cinco objetivos básicos: (1) minimizar el uso de las
materias primas, producto terminado de otra industria o de las que se encuentran en
estado natural; (2) minimizar el uso de los materiales peligrosos; (3) minimizar los
requerimientos de energía para la producción y el uso del producto; (4) minimizar la
liberación de residuos sólidos, líquidos y gaseosos; y (5) maximizar las oportunidades
para el reciclado.
Las actividades sin valor agregado son aquellas que no son necesarias si la empresa
estuviera operando en un estado óptimo desde el punto de vista de la eficiencia
ambiental. De manera interesante, Porter y van der Linde argumentan que la
contaminación ambiental es equivalente a la ineficiencia económica. Si la producción de
contaminantes es equivalente a la eficiencia económica como ellos lo reclaman,
entonces todas las actividades de fallas deben denominarse actividades sin valor
agregado. La adopción de un paradigma de ecoeficiencia implica que siempre existirán
actividades que puedan prevenir de manera simultánea la degradación ambiental y
producir un estado de eficiencia económica mejor al del estado actual. Por supuesto, las
actividades de fallas, tales como la inspección, también son actividades sin valor
agregado.
Los costos ambientales sin valor agregado son los costos de las actividades sin valor
agregado. Estos costos representan los beneficios que pueden capturarse mediante el
mejoramiento
del desempeño ambiental. La clave para la captura de estos beneficios es identificar las
causas
básicas para las actividades sin valor agregado y después rediseñar los productos y
procesos para minimizar y eliminar en última instancia esas actividades sin valor
agregado.
Como se mencionó con anterioridad, las NIIF Las NIIF, que de algún modo abordan la
contabilidad medioambiental son: NIC 1 (Presentación de estados financieros), NIC 2
(Inventarios), NIC 16 (Propiedades, planta y equipo), NIC 36 (Deterioro del valor de los
activos) y NIC 37 (Provisiones, activos contingentes y pasivos contingentes) de la
siguiente forma:
NIC 37: Las obligaciones por los costos contabilizados según la NIC 16 se reconocerán
y medirán de acuerdo con la NIC 37 Provisiones, Pasivos Contingentes y Activos
Contingentes.
NIC 38: Los activos intangibles que poseen una relación directa derivados de
actividades de impacto significativo en el ambiente, como las concesiones petroleras,
mineras, explotación forestal, etc., se tratan contablemente por la NIC 38
Legislación Venezolana
La Ley orgánica del ambiente tiene por objeto establecer dentro de la política del
desarrollo integral de la Nación, los principios rectores para la conservación, defensa y
mejoramiento del ambiente en beneficio de la calidad de la vida. Consta de 37 artículos
divididos en 8 capítulos en donde se establecen las disposiciones y los principios
rectores para la gestión del ambiente y las normas que desarrollan las garantías y
derechos constitucionales a un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado.
La ley penal del ambiente tipifica como delito los hechos atentatorios contra los
recursos naturales y el ambiente e impone las sanciones penales en la República
Bolivariana de Venezuela. Asimismo, determina las medidas precautelativas, de
restitución y de reparación a que haya lugar y las disposiciones de carácter procesal
derivadas de la especificidad de los asuntos ambientales. Se prevé la aplicación de ley a
las personas naturales y jurídicas por los delitos cometidos tanto en el espacio
geográfico de la República como en país extranjero, si los daños o riesgos del hecho se
producen en Venezuela. De todo delito contra el ambiente nace acción penal para el
castigo del culpable. También nace acción civil para el efecto de las restituciones y
reparaciones a que se refiere esta Ley. La acción penal que surja en virtud de la
comisión de hechos previstos en la presente Ley como delitos, es pública y procede por
denuncia o de oficio.
Dentro de Las sanciones aplicables que establece la ley penal del ambiente están:
1.- La prisión.
2.- El arresto.
4.- La multa.
Conferencia de las naciones unidas sobre el desarrollo sostenible, Río de janeiro 1992:
En 1992 se realizó en Río de Janeiro la primera Conferencia sobre Medio Ambiente y
Desarrollo Sostenible, y el documento más importante en la materia es la
Recomendación de las Comunidades Europeas, ya que tiene el valor de “norma” en
oposición a las anteriores que sólo tenían un valor declaratorio. Esta Recomendación
utiliza las siguientes definiciones:
Gasto medioambiental, “el concepto engloba el costo de las medidas adoptadas por una
empresa o por otra, en nombre de estas, para evitar, reducir o reparar daños al medio
ambiente que resulten de sus actividades ordinarias. Estos gastos incluyen, entre otros,
la gestión de residuos, la protección del suelo y de las aguas superficiales y
subterráneas, la protección del aire libre y el clima, la reducción del ruido y la
protección de la biodiversidad y el paisaje”. Asimismo, señala la norma, quedarán
excluidas de dicha definición aquellos costos que si bien, puedan influir favorablemente
en el medio ambiente, se destinen principalmente a cubrir otras necesidades, tales como:
“incrementar la rentabilidad, las relativas a la seguridad e higiene del trabajo, el uso
seguro de los productos de la empresa o la eficacia de la producción”. También,
quedarán excluidos de la definición mencionada “los costos en que se haya incurrido
como consecuencia de sanciones o multas por inobservancias de la normativa
medioambiental y compensación a terceros por pérdidas o perjuicios causados por la
contaminación ambiental generada”, ya que, aunque están relacionadas con la actividad
medioambiental de la empresa, no tienen como finalidad evitar, reducir o reparar el
daño causado al medio ambiente.
Tratado de Kioto
El Protocolo de Kyoto, al igual que la Convención, también tiene por objeto ayudar a
los países a adaptarse a los efectos adversos del cambio climático. Facilita el desarrollo
y el despliegue de tecnologías que pueden ayudar a aumentar la resistencia a los
impactos del cambio climático.
Caso Venezolano
Las NIIF, cuyo proceso de adopción se inició en Venezuela desde el año 2004, de
acuerdo con lo establecido por la FCCPV, no consideran lo relacionado con la emisión
de informes medioambientales, lo cual queda claramente establecido en la NIC 1, donde
el IFRS (2011a) señala expresamente que los informes medioambientales quedan fuera
del alcance de las NIIF.