Está en la página 1de 14

XI Congreso Iberoamericano de Psicología

XVII Congreso de Psicología


Córdoba – Argentina
2018

Título: Derecho a ser niñxs: experiencias contadas desde adentro

Autores:
Bellone Cecchin, María Eugenia. DNI: 32629589 Mail:
eugeniabellone@hotmail.com. Grupo D.A.R (Ferreyra)
Espeche, María Victoria. DNI: 31646964 Mail:
mavictoriaespeche@gmail.com Grupo D.A.R (Ferreyra)

Eje temático para el cual se propone: Actualidad en salud mental y


derechos. Derechos de niños, niñas y adolescentes.

Palabras clave: derechos de niños, niñas y jóvenes – producción colectiva


- participación - juego

Resumen:

Desde la aprobación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los


Derechos del Niño y la Niña en 1989, la participación de esta amplísima
población mundial en diferentes aspectos de la vida social es un tema muy
discutido. Las ideas que se asocian a “participación” son tan variadas y
diferentes que resulta difícil reunirlas bajo un denominador común. Pero sí
podemos acordar que fomentar la participación de los niños, niñas y
jóvenes en el espacio social, se convierte en un avance sobre terreno
pedregoso cuando con ella se cuestionan relaciones de poder y privilegios
reservados a otros grupos. Esto es porque la participación de los niños,
niñas y jóvenes rompe con el paternalismo que históricamente ha
condicionado las relaciones entre aquellxs considerados adultos y aquellos
1
considerados menores dentro de una sociedad. Por ello nos preguntamos
sobre la posibilidad de una participación que no esté basada en la
benevolencia y buena voluntad de los adultos sino en la democratización
de las prácticas y la horizontalidad de las relaciones.
Hoy por hoy, niños, niñas y jóvenes saben que tienen derechos, pero
¿cuáles? ¿Quién los determina y cómo se accede a ellos? ¿Qué
participación tiene este colectivo en la construcción de sus derechos? En
este sentido, el espacio que conformamos en Barrio Ferreyra, que
actualmente aloja una Editorial Cartonera Accesible, pretende, mediante la
producción, edición y puesta en circulación de textos, reconocer
genuinamente a los niños, niñas y jóvenes como actores con voz dentro de
su comunidad y construir de forma conjunta nuevas significaciones en
torno a los derechos.

Introducción

El colectivo de Actividades Didácticas y Recreativas (D.A.R), dio inicio a


sus actividades en el año 2005, en Barrio Ferreyra. Se trataba en aquel
momento de un espacio libre y gratuito vinculado al apoyo escolar para
niños, niñas y jóvenes de entre 5 y 16 años aproximadamente. Con el paso
del tiempo y la puesta en juego de diferentes ideas, este espacio ha ido
transformándose, mutando y creciendo.
Aceptamos, como colectivo, el desafío de que este espacio social pudiera
interrogarse sobre las prácticas que se asocian a los grupos de niños, niñas
y jóvenes en espacios recreativos o escolares; e intentar, a partir de esos
interrogantes, la construcción de un lugar que aloje sujetos desde una
perspectiva de derechos, que sea también sustentable, sostenible y
accesible.
En ese marco, venimos llevando adelante diversas actividades y proyectos,
entre los que destacamos el último: una Editorial Cartonera Accesible.
Nos proponemos en el recorrido por este escrito, abrir puertas hacia el
mundo que habitamos, desarrollando actividades, asumiendo riesgos y
desafiando aquellas normatividades que nos obstaculizan el vínculo con
otrxs, con quienes compartimos nuestro espacio vital común.

2
Construir un espacio para todxs, para cualquiera, para quien quiera
(yo)

Al igual que cuando empezábamos a incursionar en Ferreyra, compartimos


con Andruetto (2017) la idea de que en el país en que vivimos, muchas
veces resulta difícil generar acuerdos que nos incluyan a todxs. A pesar de
ello, hacia fines del año 2005 hicimos el intento y nos propusimos hacer
otro uso del espacio social del barrio generando talleres (gratuitos y
abiertos a toda la comunidad) de teatro, plástica, música, lectura, baile,
deportes, talleres afines a los saberes ‘amateurs’ de estudiantes que recién
ingresábamos al mundo universitario. Si bien, inicialmente se pretendía ir
conformando un espacio de ‘apoyo escolar’, no tardó en llegar la
posibilidad de asumir como desafío el trabajo con contenidos
socioeducativos desde actividades culturales y de recreación, dando lugar a
algunos proyectos más ambiciosos.
Luego de transitar en esta dirección algunos años, fuimos considerando la
posibilidad de trabajar no solo con niños, niñas y jóvenes sino también con
sus familias. A pesar de la gran convocatoria y de las reiteradas
sugerencias a los integrantes para que invitaran a sus allegados, la
propuesta no causó grandes impactos en la comunidad. Fue así como de
esta experiencia decantó un primer aprendizaje, quizás, sobre lo que nos
estaba configurando como colectivo: reconocer que este era un espacio de
niñxs, construido por y para niñxs.
Entonces ¿cuál era el lugar de quienes nos incluimos ahí? Precisamente, no
solo reconocer a los participantes como sujetos de derecho sino de
enmarcar un espacio que permita el advenimiento de ellxs como tales; es
decir, proponernos subvertir la lógica de que los derechos deben
‘brindarse’.
Apuntalados por la Convención de las Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño y la Niña (CDN), en la que se reconoce a todo ser
humano menor de dieciocho años como sujeto con derechos: derecho a la
libertad de expresión, a la libertad de pensamiento, a la libertad de
asociación y reunión, derecho de lxs niñxs al descanso y el esparcimiento,
al juego y a las actividades recreativas propias de su edad, a participar
libremente en la vida cultural y en las artes; fuimos en cada encuentro
ensayando nuevas formas de acuerdos y disposiciones que propicie la
deconstrucción de estos derechos, resignificándolos para poder ejercerlos.
3
El desafío fue, es y será sostener ese espacio, no desde una normatividad
estática, sino que tal como se desprende del trabajo con sujetos dinámicos,
moviéndonos al ritmo de lo que cada quien propone; garantizando
condiciones para que las actividades, encuentros y desencuentros tengan
lugar.
Sostenemos, con Paulo Freire (2014), que el mundo llega a conocerse
mediante la intervención que en él se realiza. Conocer el mundo es una
praxis que se genera y promueve de manera colectiva y dialógica, y en el
cual se juegan sentimientos y deseos. De esta manera, acompañamos la
construcción de un espacio que se define cada vez por el uso y
participación de sus integrantes, donde cabe cada quien con sus ganas, sus
ideas, sus particularidades.

Un espacio y sus otros

Pensar en sujetos jóvenes, por lo general implica pensarlos en relación con


su familia, en relación con otrxs adultxs, con otras instituciones y con sus
representantes (educadores, profesionales psi, médicos), especialmente
cuando no se ajustan a algunas normatividades sociales referidas a lo
vincular, los aprendizajes ‘acordes a su edad’, etc.
‘El niño’, ‘el adolescente’ son tomados hoy como objetos de la cultura. Sin
embargo, al margen de nombrar niño, niña o joven, no nos detenemos en la
cronología, sino que suponemos en cada sujeto, un sujeto del inconsciente
y la manera singular de habitar su cuerpo, la manera como ese sujeto es
pensado, tratado, educado, escuchado, también da cuenta de la manera de
como quienes habitamos el espacio social, lo habilitamos para que se
encuentre con eso que le es propio.
Por ello, una de las consecuencias de la conformación de este espacio (un
espacio ‘de’ niñxs y jóvenes, no ‘para’ niñxs y jóvenes), un espacio que les
y nos pertenezca, es que las lógicas que lo sostienen no sean sencillas de
definir. Lo que a primera vista sí se puede advertir es que el mismo intenta
despegarse de las lógicas adultocéntricas (Rodulfo, 2015): tomando la
afirmación de Freud sobre las profesiones imposibles, no se pretende allí
educar, curar, ni gobernar. Chicos y chicas llegan con ideas y relatos que
se encuentran: se enseñan lo que saben, aprenden lo que a cada quien le
interesa, se organizan en torno a intereses y ganas.

4
Pero no por ello la oferta en juego es menor. Quienes acompañamos estas
experiencias, pensamos y diseñamos actividades tomadas de
construcciones conjuntas sobre lo que nos proponemos como colectivo.
Pueden fracasar las propuestas, pueden fracasar los intentos de
producciones colectivas, pero creemos que lo importante es que no
fracasen lxs niñxs en su oficio de ser niñxs.
Además, el espacio apuesta a otras lógicas no-mercantilistas que
revaloricen los procesos, los encuentros, los vínculos comunitarios.
Nuestra economía se sostiene en el intercambio y el interjuego constante,
en la articulación de redes con espacios y organizaciones que colaboren a
que el proyecto pueda mantenerse en pie.
Ofrecemos y ponemos en circulación objetos, palabras, imágenes,
recorridos, en sentido de acercar algunos sentidos y sinsentidos de la
cultura con los cuales ir armando el mundo propio, abriendo un espacio
donde poder detenerse a crear y jugar.
Señala Freud en El creador literario y el fantaseo (1908 [1907]) que la
ocupación más intensa y preferida por el niño es el juego. Allí
“simplemente hay un niño que juega con el mundo. Esa es la importancia
del juego. El juego es una experiencia que los niños viven a nivel
espontáneo, no hace falta enseñarlo y jugando tienen la primera relación
con el mundo” (Tonucci, 2014).
El juego y el jugar implican desafíos, sorpresas, encuentros y
desencuentros, aventuras, pero, como toda experiencia, también conlleva
riesgos. La nuestra es una práctica que asume los riesgos, incluso ligados
al error y, como señala Freire (2018), a la “aventura intelectual” sin la cual
no habría lugar para la creatividad.

Nuestra Editorial yo

La Editorial Cartonera Accesible nació en 2014 y continúa hasta hoy


fomentando la construcción de significados y prácticas novedosas en torno
a la cultura (particularmente la lectoescritura). Desde este proyecto, se
intenta brindar a lxs niñxs y jóvenes, los medios necesarios para la
producción, edición y difusión de creaciones textuales en su medio local,
considerándolos interlocutores legítimos con voz protagónica dentro la
comunidad. Desde un enfoque participativo conforme a la Convención
5
sobre los Derechos del niño, la niña y los adolescentes, se pretende
fomentar participaciones genuinas de ejercicio de la ciudadanía en el
escenario cultural, espacio configurador de formas de ser y expresarse,
sustrato de significados, símbolos e imaginarios que constituyen la
diversidad ciudadana. Esta participación implica el trazado de prácticas
que favorezcan el descubrimiento y la conquista de sí, de modo que
advengan del proceso sujetos artífices de su propio destino, autores de sus
biografías y de las historias que se desarrollan en su lugar.
Partimos de la idea global de que para las generaciones nativas digitales,
habituadas a la inmediatez de la red a través de un número cada vez más
grande de dispositivos, la relación con el libro físico tiende a disminuir. En
este sentido, libros electrónicos y dispositivos específicos de lectura digital
pueden considerarse como competencia del libro impreso en el mercado
global de textos. Sin embargo, la alfabetización digital del planeta es
relativamente escasa: la mayor parte de la población mundial, por
diferentes motivos, no tiene acceso a este tipo de tecnologías.
Ahora bien, no quisiéramos establecer a priori la importancia del libro
tradicional en desmedro de otras formas de acceso a la lectura, sino que
intentamos destacar, por una parte, la potencialidad del libro en sociedades
altamente desiguales en cuanto al acceso a la tecnología -como lo son la
mayoría de los grupos sociales latinoamericanos – y, por otra, cómo las
experiencias de promoción de la lectoescritura, al estilo de las editoriales
cartoneras, pueden mantenerlo vigente al mismo tiempo que democratizan
su acceso.
Queremos poner de relieve la incidencia que estas experiencias de
editoriales ‘alternativas’ (como las cartoneras) tienen en cuanto a la
promoción de procesos de lectoescritura, ya que representan una
herramienta comunitaria activa y creativa a la hora de acercar a niños,
niñas y jóvenes a la lectura y escritura, involucrando a aquellxs que
habitualmente están excluidos del circuito.
“Hoy vine con ganas de escribir una historia” comenta un integrante de 11
años cruzando las puertas de entrada del Salón de usos múltiples del barrio
(Rizzi, 2017). Ante la pregunta por las actividades que realizamos, una de
las niñas señala: “me gusta escribir y contar lo que imagino. Pero en el
colegio me parece aburrido, en cambio acá escribo lo que tengo ganas y
lo hacemos libro” (Vía Córdoba, 2017). El escribir con otrxs, el
experimentar la lectura, la escritura, el dibujo en sus diferentes formatos
6
(tinta, braille, LSA, ilustraciones en relieve) abre a nuevos vínculos
creativos con la cultura. Concebimos la producción editorial como un
espacio donde se encuentran quien escribe y quien lee, dos subjetividades
a veces de diferentes lugares, de distintas culturas, de distintas lenguas
(Andruetto, 2017). Escuchar el grito de una niña al ver que un hada
madrina transformó a su compañera, temblar de miedo al encontrarse con
monstruos que habitan nuestras casas, o encontrarse un superhéroe a la
vuelta de la esquina, son los encuentros que nos permiten nuestros libros.
La Editorial Cartonera Accesible reúne el arte (mediante la creación
textual y la confección de tapas), el cuidado del medio ambiente (vía
reciclado y reutilización de materiales de desecho) y la participación de
personas con y sin discapacidad (los libros se confeccionan en un formato
accesible que incluye braille, ilustraciones en relieve, audio-libros, cuentos
en Lengua de Señas Argentina). “Me encanta escribir Braille. En el
colegio les enseño a mis compañeros. Además yo sé que todos tenemos
derecho a leer”, señala otra de las niñas que integran el colectivo (Vía
Córdoba, 2017).
Nuestra editorial se inicia con la necesidad de proponer otro tipo de
vínculo entre lo cotidiano de las actividades del espacio y la producción de
textos. La apuesta se sostiene en que lxs lectorxs puedan participar de
diversas maneras y orientados por su deseo, en la producción del objeto
que mediará en las prácticas literarias. Como señalamos en otro lugar “los
procesos de lecto-escritura devienen en objeto de deseo en la medida en
que eluden toda imposición, en la medida en que escapan al imperio de
las idealizaciones hegemónicas que los sacralizan y fetichizan en un
mismo movimiento. Un movimiento normalizador que a su vez los despoja
de su aspecto libre y libertario, acaso el más atractivo y deseable” (Rizzi,
2017).
Desde los primeros pasos de nuestra editorial, venimos entendiendo
algunos procesos en los que se naturaliza el contacto con los textos en
general: lxs niñxs y jóvenes encuentran que entre el inmenso repertorio de
literatura disponible, hay una infinidad de sentidos, preguntas y palabras
que nos mueven a seguir tejiendo con ellas. Encontramos que nuestro
espacio se alimenta de los relatos que nuestra misma sociedad genera. Esta
reflexión en torno a la recuperación de lo que se dice y lo que se cuenta,
transforma las maneras de concebir, valorar, imaginar, sentir, utilizar y
compartir la literatura.
7
Con ello queremos destacar que no privilegiamos la escritura por sobre
otras formas de producción de sentidos. Consideramos que quienes
participan del espacio son grandes productores semióticos a partir del
juego, el modelado, el dibujo, el baile, el corte y pegue y otras formas
particulares que cada quien se gestiona para poner su palabra en
circulación.

Escribir armando redes

Si bien en los inicios del grupo D.A.R las ideas rondaban en torno a sortear
dificultades que entendíamos como producto de la escasez de actividades
culturales y de esparcimiento destinadas a la población infanto-juvenil
(población que, además, es la mayoritaria en la zona de Ferreyra, Los
cuarenta y El Trencito), en los últimos años las dificultades estuvieron
mayormente ligadas al sostenimiento del espacio. No solo la situación
económica y laboral actual de nuestro país es desfavorable para muchos de
los coordinadores de las actividades que no pueden sostener su
participación, sino también para muchos participantes niñxs y jóvenes.
Considerando esta problemática y con la intención de poder sostener la
editorial, se logró poner en circulación algunas redes. En el año 2017,
realizamos un trabajo conjunto con estudiantes de la Universidad
Provincial de Córdoba de la Práctica Profesionalizante V de la
Licenciatura en Psicopedagogía.
Cada vez que el grupo recibió y recibe compañerxs, resulta difícil ponerle
palabras a la “lógica interna” con la que el mismo se desarrolla. A veces,
puede ser desconcertante para quien ingresa (y para el grupo mismo) que
no haya una propuesta estructurada previamente, que esta vaya armándose
a lo largo de cada encuentro. Esto se debe a que no se trata de prácticas
escolarizadoras ni de control, sino de un espacio abierto, en el cual cada
quien puede entrar y salir cuando quiera, lo cual no implica desinterés por
quienes no asisten de forma regular. Se piensa la presencia y la ausencia de
los participantes como parte de la configuración de un grupo distinto cada
sábado. Acordamos con lo que Bolsegui y Fuguet (2006) llaman
metodología emergente y en cascada, esto es, una forma de trabajo flexible
que da lugar al cuestionamiento y reformulación constante de las

8
propuestas, tomando lo que emerge de la situación, para planificar las
actividades cada vez.
Los meses de trabajo en conjunto con las practicantes, el ingreso de otrxs
participantes y la emergencia de nuevas preguntas, llevaron a realizar
diferentes actividades, originando un libro cartonero muy novedoso.

Nuestro libro yo

“Hay alguien acá adentro” fue la forma y el nombre que encontramos para
titular esta experiencia, un modo de hacer visibles los ‘alguienes’ que
habitan adentro de ese espacio. Por un lado la idea de lo que se quería
mostrar estaba clara: miedo, terror; cosas terribles, maravillosas y
extraordinarias. Por otro lado, fue la manera espontánea en la que un niño
de 6 años vino a contar sobre las cosas que a él le dan miedo: hay alguien.
Señala Serrone (1998) que a través de la creación literaria el terror deja de
ser terror, ya que se puede denunciar, armar, fantasear y disfrutar en lugar
de padecerlo.
En el devenir de esta experiencia, pudo leerse la necesidad de crear
condiciones para una propia producción, por parte de lxs niñxs y jóvenes.
La posibilidad de habilitar una escritura colectiva, un escribir con otrxs,
está dada por una posición abierta a las indagaciones, a las curiosidades, a
la circulación del deseo. El respeto del otro, como cargado de saberes, nos
abrió a pensar en espacios de producción que implicaban la sumatoria de
aportes propios de las trayectorias recorridas, de las emociones, los
sentimientos puestos en juego. Se puso así en movimiento una praxis ética,
en la que los dichos y los actos confluyeron dando lugar a la producción de
subjetividades historizadas en un tiempo, en un lugar.
La presencia, los aportes y el soporte de lxs participantes permitieron
situar cierta lógica del funcionamiento interno que dinamiza el espacio. Y
fue así que se decidió dar cuerpo a un libro que pudiera contener y
recuperar ese dinamismo. Por primera vez los textos se reflejaron tal cual
fueron producidos, lo cual generó grandes impactos en lectores tanto niñxs
como adultxs.
La edición de este libro tuvo tres grandes apuestas. En primera instancia el
libro fue el resultado de la compilación de muchos relatos. Segundo, esas
historias estuvieron impresas tal cual se armaron y surgieron en el espacio,

9
convirtiéndose en página cada producción original, mediante la fotografía
del escrito y su impresión a color. Por último, la encuadernación fue cosida
a mano en formato de ‘hoja suelta’, con cubierta entelada (tela pintada a
mano de forma colectiva).
Estas muchas historias se fueron agrupando en torno a palabras con las que
se jugaba en el momento de esa producción: “Alguien que asusta”,
“Halgunos somos héroes”, historias sin fin, versiones de “La Rapulzel”,
historietas de niños, animales y escuelas (muchas de ellas basadas en
hechos reales), instrucciones para hacer algo o simplemente “Marañas”
(que entendemos como mezcla de letras o mamás arañas; en fin, nuestras
marañas). El tejido es tan intenso como heterogéneo, porque está
compuesto de diferentes singularidades inicialmente plasmadas en
maquetas, collages, disfraces, máscaras, muñecos, juegos y experimentos,
que, aunque no necesitaban de un papel y un lápiz para ser contadas,
decidimos volcarlas en forma de libro.
Y así fue como “Hay alguien acá adentro” se transformó en un compartir
lo que estuvo pasando adentro de nuestro barrio, adentro de nuestro
espacio y, principalmente, adentro de cada uno y cada una de quienes
integramos y damos color y movimiento a esta Editorial Cartonera.
Cada libro, cada escrito, contiene una lectura del mundo, y leer lo que fue
escrito es también ingresar al registro de la memoria de un grupo, de una
parte de nuestra sociedad, o de lo que como parte de esta sociedad
consideramos importante y valioso. Podemos decir que contar la historia
de nuestras historias, es también un modo de contar la historia de la
subjetividad de quienes escriben y de las condiciones materiales y
simbólicas en las que esa subjetividad se desplegó (Andruetto, 2017).
Como refiere María Teresa Andruetto (2017):

“si nuestra identidad se hace, en buena medida, a traves de


la memoria, esa memoria de todos no es unívoca sino un
tejido hecho por individuos afectados/atravesados de
distintos modos por ciertos hechos. La mirada atenta a un
ayer recuperado en su complejidad y sobre todo en su
diversidad, nos ayuda a comprender que ese trabajo no nos
es ajeno, que podemos formar parte de ese tejido con
nuestras ideas, experiencias y sentimientos, que eso que hoy
consideramos ‘nuestro’ fue realizado alguna vez por un
10
individuo o una comunidad o un sector social y logró
sobrevivir más allá de las fronteras culturales, étnicas o
lingüísticas que lo generaron” (p. 165).

Algunxs alguienes de adentro

Esta experiencia resumida con un nombre que, quisimos invite a indagar


sobre ella, “Hay alguien acá adentro”, resultó también una invitación a
desandar los caminos de la cotidianeidad del espacio que habitamos.
Así, por ejemplo, nos encontramos acompañando a las practicantes y en
ese mismo movimiento dándole palabras a las dinámicas que nos
agrupaban e incluso definían. Desandar nociones tales como la necesidad
de estar sentado para escribir, quieto, solo; y al contrario, entender que
mediante la alfabetización, como señala Freire, uno aprende a leer y
escribir el mundo, fueron parte de los saberes que de alguna manera
decantaron de esta dinámica grupal. Así, fueron lxs autores de las historias
quienes configuraron las posibilidades de escritura.
Insistimos que nuestro lugar allí implica propiciar un espacio por fuera de
la lógica escolarizante de producción de textos y, en tanto eso, un
encuentro con el deseo y con las posibilidades que advengan a partir de
ponerlo en juego con otros en una historia.
Reflejar en los relatos miedos, fantasías, peleas, enojos, destrezas, escenas
cotidianas y anhelos no era solamente una posibilidad de procesar las
vivencias que cada quien tenía, ya que en esa tarea se encontraban otras
posibilidades: la escritura colectiva. La consolidación de esta dinámica y lo
que de ella resultaba, también fue visibilizado en esta articulación.
Reconocerse en el otro, diferenciarse. Aquí es donde los fundamentos de
nuestra editorial cartonera toman solidez, una vez más de la mano de sus
protagonistas. Esta herramienta, que nos incluye en el circuito de
producción editorial, deja al descubierto la práctica que como colectivo
sostenemos: la deconstrucción de muchas formas en que la repartición de
lo común que es lo social y lo cultural, el acceso y la participación, pueden
darse.
A modo de narrar una experiencia, quisimos relatar el encuentro con una
de las niñas del espacio, que con 6 años se incorporaba al grupo. También
sabíamos que cursaba primer grado en nivel primario, en proceso de
11
integración escolar, con muchas resistencias a la lectura, que se
acrecentaban al momento de la escritura. En la relación con sus pares, la
niña mostraba dificultades en acceder a propuestas que no fueran las suyas,
deambulaba y necesitaba de un adulto referente para poder organizarse.
Muchas veces, necesitaba que se la acompañe de forma individual para
sostener tiempos de espera, intercambio de ideas y tolerar que no se hagan
las cosas de la forma en que ella quería.
En un trabajo en conjunto con la acompañante de la institución escolar, la
niña empieza a participar del espacio, intentando mostrar otro sentido a ese
proceso, despegarlo de las reglas del leer y escribir que el espacio escolar
le marcaba. El trabajo tuvo especial énfasis en la adquisición de seguridad
al momento de realizar sus producciones con los fines de fortalecer su
autoestima y promover su autonomía de trabajo y organización.
Finalmente, esta niña no solo presentó un escrito para el libro que se
produjo de manera grupal, sino que paulatinamente fue tomando el
lenguaje para otros usos, como medio de expresión de demandas,
inquietudes y solicitud de ayuda, que le abrió lugar al registro de sus
emociones y sentimientos. Puede vincularse con otros, invitar, proponer
actividades, hacer reir a los demás con un chiste, respetar algunas veces,
los tiempos y ganas de otros. En la escuela, al finalizar el año, recibió un
reconocimiento por su participación en la edición del libro. Ante la
pregunta por el espacio y las actividades en Ferreyra, responde: “Yo voy
porque en mi casa, me aburro. Hago juegos, sline, me divierto.. y además,
no me hacen escribir”.

Bibliografía:

Andruetto, M. T. (2017). La lectura, otra revolución. En mediodicho N°


36. Córdoba: Publicación anual de la EOL sección Córdoba.
Bolsegui, M., & Fuguet Smith, A (2006). Construcción de un modelo
conceptual a través de la investigación cualitativa. Sapiens, 7(1), 206-232.
Cano, A. (2012). La metodología de taller en los procesos de educación
popular. Revista Latinoamericana de Metodología de las Ciencias
Sociales, 2 (2), 22-51. En Memoria Académica. Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.5653/pr.5653.pdf

12
Cano Reyes, J. (2011) ¿Un nuevo boom latinoamericano?: La explosión
de las editoriales
cartoneras. Universidad Complutense de Madrid.
Capelari et. Al.(2017) Cierre de Prácticas. Barrio Ferreyra. Trabajo final
de práctica Profesionalizante V. Facultad de Educación y Salud.
Universidad Provincial de Córdoba, Argentina (Inédito).
Freud, S. (1986). El creador literario y el fantaseo. Obras Completas:
Sigmund Freud. Buenos Aires: Amorrortu (Trabajo original
publicado en 1908)
Freire, P. (2013) La educación como práctica de la libertad. Bs. As.: Siglo
XXI Editores.
----------- (2014) Pedagogía del oprimido. Bs. As.: Siglo XXI Editores.
----------- (1996). La importancia del acto de leer. Enseñar lengua y
literatura en el Bachillerato. Textos de Didáctica de la Lengua y de la
Literatura, 15, 81-88.
Freire, P. & Faundez, A. (2018). Por una pedagogía de la pregunta.
Crítica a una
educación basada en respuestas a preguntas inexistentes. Bs. As.: Siglo
XXI
Huizinga, J. (2004) Homo Ludens. Madrid: Alianza Editorial.
Grupo de Actividades Didácticas y Recreativas (2017) Editorial
Cartonera accesible: hoy vine con ganas de escribir una historia. La tinta
Disponible [on-line] en: https://latinta.com.ar/tag/editorial-cartonera-
accesible/
Grupo de Actividades Didácticas y Recreativas (2017) Hay alguien acá
adentro. Escritura colectiva. Córdoba, Argentina: Editorial Cartonera de
libros accesibles.
Oury, J. (1998). Libertad de circulación y espacio del decir. Topía.
Disponible on-line en: https://www.topia.com.ar/articulos/libertad-de-
circulaci%C3%B3n-y-espacio-del-decir
Rizzi, N. (2017). Editorial Cartonera Accesible. Hoy vine con ganas de
escribir una historia. Córdoba: La Tinta. Disponible [on-line] en:
https://latinta.com.ar/2017/08/hoy-vine-ganas-escribir-una-historia/
Rodulfo, R. (2013) Los bebés saben jugar. Psicología. Orígenes de la
Espontaneidad.
Disponible en:

13
http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/subnotas/229309-65074-
2013-09-19.html
------------- (2015) Padres e Hijos, en tiempos de retirada de las
oposiciones. Bs. As.: Paidós.
Rodulfo, M. (S/F) Las tesis sobre el jugar. Disponible on-line en:
http://www.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/sitios_catedra
s/electivas/043_ninos_adolescentes/material/borradores_clinica/tesis_sobr
e_jugar.pdf
Serrone, A,; Nadal M,; Turturro, E.; Merlo, D. (1998) Los cuentos de
terror. Sus efectos en el psiquismo infantil. Córdoba, Argentina: Narvaja
editor.
Tonucci, F. (2014). Los niños necesitan menos juguetes y más libertad.
Disponible [on-line] en:
http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/francesco-tonucci-los-ninos-
necesitan-menos-juguetes-y-mas-libertad
Via Córdoba (2017). Historias escritas con el corazón. Disponible [on-
line] en: https://viapais.com.ar/cordoba/263397-historias-escritas-con-el-
corazon/
Winnicott, D. (1971) Juego y Realidad. Disponible on-line en:
http://imago.yolasite.com/resources/WINNICOTT,%20Realidad%20y
%20juego.pdf

14

También podría gustarte