Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
Publicado por la
Asociación Venezolana
Alquimia. El difícil arte de la transmutación . . . . . . . . . . . . . 3
de Psicología Analítica (AVPA)
Trudy Bendayan
Idea Editorial
Los Joker: 4 visiones de nuestro mal desde la psicología y Coordinación General:
arquetipal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 Laura Morandini
Luis Bond
Comité Editorial:
Maria Carolina Concha
La maldad. Una aproximación arquetipal . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Sylvia Cova
Carolina Chirinos
Laura Morandini
El útero desubicado: La histeria y lo femenino . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Diana Rísquez
Calle Orinoco con Cali.
Edf. Las Teresas PB . Apt 01
Urb. Las Mercedes. Caracas.
Telf: 0212 9919773
0212 3684854
Email: revaletheia1@gmail.com
Aletheia
Aληθεια. Compuesta por α (a = sin) y ληθεια (letheia =
ocultar), unidos forman el concepto de "des-ocultamiento".
La acción de desvelar, correr el velo para que aparezca lo que
está oculto. El término está asociado con (lethe = olvido) que
da nombre al río del Hades, el Leteo. Beber las aguas del
Leteo provocaba un olvido completo, la verdad es lo
olvidado. Y como nos dice Platón, conocer la verdad no es
más que recordar. En portada
Acuarela siglo XVII
Manuscrito Biblioteca Cívica
Trieste, Italia
2
Trudy ALQUIMIA: El DIVINO ARTE DE LA TRANSMUTACIÓN
3
poción capaz de curar todas las enfermedades y conferirle
inmortalidad al afortunado alquimista. Otros estimaban que
podría servir para revelar los misterios del espíritu. Además de
ser una forma primitiva de la química, la alquimia est aba repleta
de un sistema de símbolos que, a manera críptica o esotérica,
ilustraban el proceso u opus alquímico.
El psicoanalista vienés Herbert Silberer – perteneciente a l
círculo de S. Freud - en su obra Hidden Symbolism of A lche my and
the Occult Arts (1917), seguido por el psiquiatra suizo Carl Gustav
Jung quienes intuyeron e l va lor psicológico de las arcana s
imágenes y estimaron que el anhelado tesoro consistía en la
autorrealización espiritual.
La alquimia no fue objeto de estudio para Jung hasta final es
de 1920 cuando comenzó a interesarse seriamente después de
haber leído El Secreto de la Flor Dor ada, un antiguo texto
alquímico traducido por Richard Wilhelm, especialista en cultura
china y traductor del antiguo texto ora cula r conocido I Ching.
Además de ser una Este trabajo despertó el interés de Jung en esa materia y, como
resultado de su lectura, comenzó a recolectar antiguos escritos
forma primitiva de alquímicos. Sus investigaciones lo condu jeron al descubrimient o
de que la alquimia se había anticipado a sus propios estudios
la química, la sobre el inconsciente. Los alquimista s habían descrito los
desarrollos y conflictos psicológicos en su propio lenguaje. Jung
alquimia e staba
había percibido que ellos se habían anticipado intuitivamente a
repleta de un los mismos y los habían proyectado de manera imaginativa sobre
la materia. Aurum nostrum non est aurum vulgi , e l oro nuestro n o
siste ma de es el oro vulgar, refiere que los alqui mistas buscaban el oro
espiritual, metáfora de la mencionada autorrealización
símbolos que , a (individuación).
manera críp tica o Jung estimaba que el simbolismo alquí mico, a diferencia de
las expresiones asexuadas y represivas del cr istianismo
esotéric a, medieval, nos ofrece una rica y vitalista imaginería resultante de
la activación de la psique inconsciente: “ La alquimia se esfuerz a
ilustr aban el en llenar las brechas dejad as abiertas p or la tensión cristiana de
los opuest os” 1.
proceso u opus
El psiquiatra suizo, a consecuencia de exhaustivos estudios
alquímico en el tema, constató una realidad: no era la materia la que se
transformaba, más bien, lo hacia el propio operador quien
1
Jung, C.G,. Collected Works . Sir Read, H., Fordham, M., Adler, G. and McGuire, W. (eds.)., 20
vol. Princeton: Princeton University Press (1979) 5:26
4
percibía un cambio como resultante de las proyecciones de s u
propia psique sobre la materia:
“La naturaleza real de la materia era desconocida por el
alquimista... Durante su intento de exploración, el alquimista
proyectaba su propio inconsciente en la oscuridad de la materia
a fin de iluminarla... Mientras trabajaba en sus experimentos
químicos, el operador tenía ciertas experiencias psíquicas las
cuales eran percibidas por él como un comportamiento
particular del proceso químico. Debido a que era resultado de
una proyección, él estaba naturalmente inconsciente del hecho
de que esas experiencias que creía observar en la materia no
tenían que ver con la misma. El alqui mista experimentaba s u
propia proyección a modo de una cualidad de la materia; sin
embargo, lo que en realidad estaba experimentando era su
propio inconsciente ” 2.
Jung se consagró al estudio de las imágenes alquímicas y
halló que todo el entramado imaginal no era más que la “propia
agua” de la psique y, por ende, la profundización en la s
enigmáticas representaciones le permitieron emplearlas para
una mayor compre nsión de los complejos contenidos psíquicos .
El alquimista En su escrito autobiográfico Recuerdos, sueños y pensamiento s ,
leemos:
experimentaba su
“Pronto me d i cuenta de que la psicología analítica coincid ía ,
propia proyección de la mane ra más curiosa, con la alquimia. Las experiencias de los
alquimistas eran, en cie rto sent ido, mis p rop ias experie ncias y su
a modo de una mund o, mi mundo. Por supuest o, esto fue para mí un important e
descubrimient o: había t ropezad o con la contraparte histórica d e
cualidad de l a
mi psicología de l inconscie nte. La posibilidad de comparación co n
materia… la alquimia...me sirvió de base para mi p sicología. Cuando revis é
esos vie jos textos t odo cayó en su lugar: las imágenes de fantasía ,
el material e mpírico reunid o de mi p ráctica y las conclusiones q ue
saqué en base de ello. C omencé a comprender lo que esos
contenidos psíquicos s ignificaban cuando son vistos desde s u
perspectiva histórica ” 3.
Al fina l de su obra Mysterium Coniunc tionis, el psiquiatra
suizo resumió el significado de la alquimia de la siguiente
manera:
2
Ibidem 12:345 y siguientes
3
Jung, C, G. (2001). Recuerdos, sueños y pensamientos. Ed Seix Barral. Barcelona
5
“Tod o e l p rocedimient o alquímico... puede, así mis mo,
representar de manera fided igna e l p roces o psíquico de un
individuo, a pesar de una dife rencia... ningún individ uo es capa z
de lograr la riqueza y e l alcance de todo el simbolismo alquím ic o
pues el inconsciente, como el mar, result a ser inagotable p a ra la
conciencia”. Sin embargo, el verdadero valor de la individuación
reside en la manera cómo el individuo se va relacionando con lo
que vaya ocurriendo durante el camino de su desarrollo . Por ello ,
Jung concluye que si bien la meta es importante “sólo como idea :
lo esencial es el op us que conduce a la meta: ése es el objet ivo d e
toda una vida 4.
Es importante destacar que para los a lquimistas e l
macrocosmos y el microcosmos son reflejo uno del otro. Desde
la perspectiva alquímica podemos concluir que el ho mbre está
hecho del mismo material de las estrellas: somos polvo d e
estrellas. “Como arriba, abajo” es el conocido adagio alquimista
y mutando mutandis, “como adentro afuera.” Un principio qu e
coincide con la naturaleza transgresiva de los arquetipos. Es
decir, los arquetipos no sólo se encuentran de forma exclusiva
en la esfera psíquica, sino que, en muchas circunstancias, son
falibles de activarse o constelizarse en situaciones no psíquicas,
es decir, en el mundo físico. Por ello Ju ng concluye en su obr a
Aion: “La norma psicológica dice que cuando una situación interna
no se hace consciente ocurre afue ra como destino ”
…para l os
Tanto la obra alquímica como la práctica analítica requieren
alquimistas el de infinita paciencia, tolerancia a los engaños, capacidad de
lidiar con la de cepción y los fracasos, una profunda humildad y
macrocosmos y el
un espíritu crítico abierto al cambio y a la reflexión.
microcosmos son En virtud de los magní ficos estudios existentes sobre e l
tema 5 , mi objetivo de este ensay o está e nfocado principalment e
reflejo uno del
a un intento de ofrecer una cla ra distinción entre los estadio s
otro alquímicos y las operaciones con particular énfasis en los
primeros. Tal proyecto responde a una dificultad con la que m e
he topado reiterativamente durante las diversas ocasiones en la s
que he impartido seminarios sobre el te ma que nos ocupa.
4
Ibidem 16:400
5
cf. C.G. Jung, E. F. Edinger, J. Hillman
6
Prima Materia
Antes de dar comienzo a una descripción de los principales
estadios y operaciones alquímicas estimo relevante destacar que
no hay trabajo alquímico a lguno si no está presente la prim a
materia. La materia inicial no es a l go q ue se fabrica, más bien,
debe ser descubierta. Tal empresa es valorada como el logro má s
grande del Opus magnum. Existen innu merables nombres de la
materia prima 6. Si bien también las descripciones resulta n
abundantes, en general los alquimistas coincide n que la mism a
se halla en todas partes y tiene la potencialidad de ser vista por
todos, aunque sólo los iniciados serán capaces de reconocer el
valor intrínseco de algo que aparentemente resulta despreciable
y vil para el vulgo. Jung esti ma que la prima m ateria es realmente
“una sustancia en el inconsciente que resulta necesaria para la
encarnación del dios” 7. Traducir este vital descubrimiento en
términos psicológicos representaría el develamiento del motivo
Existen real de la consulta o de la neurosis, el descub rimiento y
confrontación con la sombra o el sostenimiento adecuado de la
innumer able s
confusión inicial o paradojal que embarga a un paciente .
nombres de l a
6
cf. Ruland. 1612. En su obra Lexicón alchemia, nos ofrece más de cincuenta sinónimos
7
Jung, C. G. (1998). Nietzsche’s Zarathustra: Notes from the Seminar Given in 1934-1939
(SNZ), 2 vol. Jarret, J. L. (ed.). Princeton: Princeton University Press. 2:886
7
alteraciones en el material de nuestra alma ” 8 . Por su parte, el
analista Thomas Moore estima lo siguiente al respecto:
“La alquimia nos muestra que existen muchos colores que se
suceden unos a los otros, no en un orden establecid o, pe ro acord e
a la dinámica que se está lle vand o a cabo. Un humor negro p ued e
ser cond ucido a un humor blanco después de haber pasad o p or
otros colores. En nuestro proceso de trasformación s iempre
resulta útil conocer la alquimia de nuestros humores o estados d e
ánimo. Ent onces, llegare mos a saber q ue un estad o de ánimo no
dura para s iempre y que tiene un trabajo q ue realizar e n el proces o
de transformación…. Un estado de ánimo es como el clima: viene
inexorablemente acorde a su prop ia agenda y afecta a tod o 9.
El opus alquímico consiste fundamentalmente en tres
estadios: nigredo o melanosis (el enne grecimiento), albedo o
leukosis (el b lanqueamiento) y rubedo o iosis (e l
enrojecimiento). Anteriormente se describían tres estadios
intermedios más: viriditas, etapa que seguía inmediatamente al
nigredo. El retorno de la muerte adquiere un tinte vegetativo
Es una e stadio representado en el color de la naturaleza: el verde. El otro
estado intermedio es conocido como cauda pavonis (cola del
iridiscente o pavo real). Es una estadio iridiscente o multicolor. A lg uno s
autores lo sitúan antes del albedo y, a semejanza del mític o
multicol or. arcoíris, anuncia el fin de un período marcado por las tinieblas.
Sin embargo, otros estudiosos lo i nmediatamente posterior a la
Algunos autore s lo
fase de albedo. El último estadio anterior a la finalización de l
sitúan antes del opus es conocido como citrinitas o xanthosis (el amari llo), etap a
que precedía al rubedo o iosis (que va del rojo rubí al rojo
albe do y, a granada). Sin embargo, a partir del siglo XV -XVI, se redujeron a
tres estadios fundamentales. El albedo se corresponde con l a
semej anza del obtención de la plata (etapa lunar) mientras que el rubedo
alcanzaba la transformación del plomo e n oro. El rojo y el blanc o
mítico arcoír is,
se asocian con el Rey y la Reina que deben celebrar su
anuncia el fin de matrimonio alquímico (coniunctio o unión de opuestos) en la
última etapa. Los participantes de la "boda alquímica", son
un período descritos como hermano y hermana, ma dre e hijo, etc. Su unió n
es un incesto, este aspecto tiene la finalidad de hacernos
marc ado por las conscientes la proyección. Nos obliga a darnos cuenta de una
verdad: en último término, s e trata de una íntima unión de los
tinie bl as
8
Hillman, J. (2014). Alchemycal Psychology. Nueva York: Spring Publications. p.132
9
Moore, T.(1974). “Interview with Thomas Moore” en Spring Journal. Nueva York: Spring
Publications. p. 130
8
componentes de nuestra propia personalidad, de un "desposorio
espiritual" como vivencia interior no proyectada. Alude a la
unificación de los contrarios en el Sí mismo
Como bien lo hemos mencionado, puesto que los colore s se
corresponden a diferentes estados de ánimo, podemo s
utilizarlos a modo de materia prima sobre la cual favorecer
nuestro trabajo psíquico. Al respecto sugiere T. Moore:
“Si estás poses o por un humor s ombrío, escucha música
melancólica. Habla con un amig o que es capaz de se guir una
conversación respetando ese estado de ánimo. En la mayoría de los
casos, se aconseja seguir al estado de ánimo o humor y no ir e n
contra de l mismo. Si vas en su contra nunca pod rás usarlo com o
un re curs o. Si un estad o de ánimo se muestra extremadame nt e
tenaz sería me jor que p robaras hacer algo constructivo con e l
mismo en lugar de combat irlo. Usa tu depresión (negra o azul), ha z
algo que permita darle exp resión a tu ira (roja), permite q ue t u
sentimient o de pureza o inocencia (b lanca) te conduzca ha cia la
espiritualid ad. Si usas e l material de tu estado de ánimo p odrá
Si usas el mater ial
libe rarte de tu opresión. Pero esto no es lo mismo que decir “ve a
actuar tu estado de ánimo o dale rienda suelta a tu humor:
de tu estado de
doblegarte a la depresión, vent ilar p o r d oquier t u ira, volverse un
ánimo podrá fanático re ligios o nunca te conducirá a la anhela d a
transformación ” 10.
liber arte de tu
10
Ibidem
9
suicidas, ideas paranoicas, la pérdida de sentido y de toda
esperanza, son propios del estadio alquímico de nigredo.
Jung sugiere que esta primera fase o nigred o corresponde
con la confrontación e integración de l aspecto "oscuro" de la
psique humana al que denominó “sombra”. Término que abarca
aquellas emociones, intuiciones, percepciones y pensamient o s
que se han rechazado, negado o reprimido por considerarlos
inapropiados o indeseables para la consciencia pues atentan
contra nuestro ideal del Yo. Son aspectos que nos avergüenza n
y deseamos esconder a toda costa. La sombra, por ello, es u n
complejo opuesto al de la “persona”, nuestra máscara social. Sin
embargo, esos aspectos no reconocidos por el ego tienden a se r
proyectados sobre los demás. Convertimos al otro, así, e n
portador de nuestro Yo despreciado. Ocurre también que
algunos de estos aspectos sombríos nunca han llegado a hacerse
Jung sug iere que
conscientes. Dormitan en nuestra interioridad a modo de
esta primer a fase potencialidades. Las mismas pueden ser positivas o negativa s
dependiendo del cauce de expresión que el ego pueda ofrecerle
o nigr edo una vez que “saltan” a la conciencia. Por razón de ello, también
podríamos definir la sombra como la v ida no vivida. La
corresponde con confrontación de la sombra imp lica para el ego una derrota d e
su autoimagen. Se requiere de fortaleza, humildad,
la confr ontación perseverancia y madurez para ser capaces de recoger nuestras
proyecciones de sombra y asumir las como aspectos propios d e
e inte gración del
nuestra personalidad. Tal actitud se constituye en un deber
aspecto "oscuro" ético. Cabe destacar que Jung incluye en el ámbito de lo sombrí o
nuestra función inferior que debe ser impulsada a se r
de l a psique desarrollada.
11
Jung, C.G. (1997). The Interpretations of Visions: Notes on the Seminar Given in 1930-1934.
2 vol. p 229
12
Hillman, J. (2014). Alchemycal Psychology. Nueva York: Spring Publications. p.89
10
permite oscurecer y sof isticar la mirada a f in de ver a través d e
muchas cosas. Por ello, e l negro, con fre cuencia, es el ropaje de l
inframund o, de la sofisticación urbana y d e los ancianos que ya ha n
visto mucho en la vida. Puesto que e l negro rompe con los
paradigmas, es e l color p referid o por los ref ormistas y los
marginales: ad olescentes, p iratas, damas de la noche, adeptos a
los cult os, satanistas, puritanos, anarquistas, curas y maland ros ,
todos e llos son unos inconformistas que quedan atrapad os en s u
prop ia ide ntificación con la ne gritud conf u ndiendo así un estadi o
de ser con un estado de ser. Pues el ne gro no es un parad igma ,
por e l contrario, el ne gro indica la ruptura de paradigmas ”.
En virtud de ello, el nigredo ocupa un lugar como fase o
estadio dentro del proceso de colores y aparece una y otra vez
en la vida a fin de ir deconstruyendo lo que llega comportarse
como una identidad fija.
Sin embargo, Hillman aclara que no todo lo negro resulta
equivalente a nigredo. El único color negro que puede ser
considerado nigredo es aquel que encarna “la esencia arquetipa l
de la oscuridad en sí” 13 .
…el negr o, más Es relevante señalar que el nigredo y la prima materia no son
términos intercambiables. El nigredo se alcanza después de
negro que el negr o, haber descubierto y actuado sobre la prima materia.
Generalmente acudimos a terapia e n un estado de ánimo
es tr aducido en una sombrío, sin embargo, luego de haberse abocado al trabajo de
develar la prima materia, es que habremos alcanzado esa esencia
encarnada l ucha
arquetipal referida por Hillman. Jung, p or su parte, estima: “El
librada por l a magnum opus debe comenzar en este punto [nigr edo]” 14 . Ese
estado o logro obtenido a fuerza de trabajo y sufrimien to, el
psique atr apada en nigrum, nigrius, nigro –el negro, más negro que el negro, es
traducido en una encarnada lucha librada por la psique atrapada
la mater ial idad en la materialidad (literalización). Me nte y materia se ha n
separado durante este primer estadio y se vivencian a modo d e
opuestos irreconciliables.
13
Ibidem p.92
14
Jung, C.G,. Collected Works . Sir Read, H., Fordham, M., Adler, G. and McGuire, W. (eds.)., 20
vol. Princeton: Princeton University Press (1979) 14:708
11
Albedo, Alabatio o Leukosis
(Blanqueamiento o lu nificación):
Mundus imaginalis
La luna me sedujo
con sus arcanos misterios ….
17
Ibid p.150
13
dioses (arquetipos) o receptores de profecías con las grave s
consecuencias implícitas. También podemos sufrir de un delir i o
paranoico y un estado de despersonalización dependiendo de la
fortaleza del ego. Una aguda capacidad discriminatoria resulta
imperativa durante el blanqueamiento.
Lamentablemente, los pacientes sue len abandonar e l
proceso terapéutico durante esta fase. Se sienten vigorizados y
fascinados. No hay que olvidar que la fascinación impide la
reflexión. El a lbedo es un estadio totalmente despersonalizado
y frio como la plata. El témenos terapéutico debe ser capaz de
seguir alimentado el fuego necesario para el opus. El
alma/psique blanca , no se ha reunido nu evamente con el cuerpo.
Es decir, no se ha encarnado. Estamos en el ámbito arquetipal -
el de los dioses- y no en el humano. Por ende, al “esfumarse” la
embriaguez lunar no habremos logrado la anhe lada ampliación
de la consciencia. Y es to sería el mejor de los panoramas
negativos inherentes al albedo.
18
Ibidem p.169
14
Endimión-, del blanco resultante de las torturas violentas de la
materia, de la paciencia y del fuego inte nso. No todos los blanco s
son iguales. Sólo e l b lanco del albedo está referido a la plat a
alquímica como un estado de la conciencia que no es a lgo dado,
sino, más bien, es el resultado del trabajo que hemos realizado
sobre nuestro nigredo y de esa negrura -con el sufrimiento
concomitante - es que surge e l segundo blanco, el blanco de la
terra alba. Además del color blanco, el plateado y los objeto s
elaborados en plata, asociados con la luna, también suelen
aparecer durante esta fase ya sea en sueños, en la imaginación o
a través de una novedosa atracción por objetos de ese color en
particular o elaborados con el mencionado metal. “El plateado
también puede aparecer en el cielo: naves aéreas, formas
blancas, misiles.” 19, según Hillman esto es debido a que “ si el
elemento de aire es la base y el lugar de la vida mental, entonces
la mente está proyectando nuevas direcciones, moldeando
nuevas formas y ofreciendo especulaciones exploratorias.
Podría desear alcanzar la Luna, pero no simplemente par a
escaparse de la tierra ”
Rubedo o Iosis
La Luna ha par ido
al Sol , es decir ,
Si l as puertas de la percepción se purific asen
una nueva forma Cada cosa aparecer ía al hombre com o es, infinit a.
- Wil liam Bl ake
de consciencia
19
Ibidem p. 163
15
[espirituales/arquetipales] y proporcionan alegría después de las
brumosas incertidumbres traídas por la Luna… El Sol nos brind a
la luz dorada, citrinitas, la vivificación de la materia. No es
posible alcanzar el estadio alquímico de r ubedo, meta del opus…
sin pasar por la transición representada por citrinitas 20 .
Durante esta fase se logra una amp liación de la consciencia:
se ha adquirido una comprensión de la existencia de un orden
superior (el Si-mismo), en virtud de ello representa la primera
manifestación de la totalidad psíquica que se aspira alcanzar
durante la fase de rubedo. Tal estado es reconocido en primer
lugar por el inconsciente por ello, nuestros sueños nos advierten
que estamos en el camino de la iluminaci ón 21 .
Imágenes tales como o bjetos amarillos o dorados (girasoles,
naranjas, joyas de oro, etc.), suelen aparecer en sueños y
fantasías durante la fase de citrinitas. Así como también, las
figuras de héroes con atributos solares e imágenes de niños o
embarazos. Pues el niño encarna n uevas potencialidades en la
persona que ha sido sometida a duras pruebas y a muertes
…las figuras de simbólicas, para transformarse en un ser humano de mayor
plenitud. Al respecto escribe Jung:
héroes con
“El “niño” pavimenta e l camino para un cambio futuro de l a
atributos personalidad. En e l proceso de individ uación anticipa la f igura
emergente a partir de la síntesis de e lement os conscientes e
solares… inconscientes. Por e llo, es un símbolo unificador de los opuestos ;
un med iad or, un p ortad or de sanación ” 22.
Al alcanzar este último estadio del opus alquímico, el verbo
se hizo carne: se ha psicologizado o p ersonalizado la vivenci a
impersonal/arquetipal propia del albedo. Jung lo describe de la
siguiente manera:
“En el estad o de “blanqueamient o” la p ersona no vive en el
sentido estricto de la palabra pu es se trata de una especie d e
estado abstracto, ideal. A fin de que cobre vida de be posee r
‘sangre’. Debe tener lo que los alquimistas denominaron e l rubedo,
el ‘enrojecimiento’ de la vida. Solo una ex periencia total de l ser e s
capaz de transf ormar este es tado ideal e n un mod o de ex istencia
comp letamente humano. La sangre de p or sí puede reanimar u n
20
Bendayan, G.(2011). Anima mundi. Editorial Pomaire . Caracas. . pp.340-341
21
cf Jung CW 14: 307
22
Ibidem 8:278
16
glorios o estado de consciencia en e l cual el ultimo resto de negrura
queda disue lto. Ya el d iablo no p oseerá una existencia autónoma,
sino que pasa a f ormar pa rte de la unid ad profund a de la psique.
Es ent onces que el opus magnum habrá f inalizado y el alma huma na
estará completame nte integrada ” 23
Con la celebración del matrimonio sagrado (coniunctio) de
los opuestos Sol- Luna.
Sol ind iget ut gallus gallina : el So l necesita de la Luna com o
el gallo de la gallina (Atalanta fugiens). La Luna volátil y
mercurial es exaltada al grado sublime del Sol para lugar una
reunión perdurable. El Sol…carece virtualmente de valor. Po r
otra parte, la Luna sin e l Sol es vil y despr eciable. Su unión con
el Sol es vi l y despreciable. Su unión con el Sol [durante e l
rubedo] otorga esplendor, fuerza y dignidad a la materia
inferior. Tal reunión se traduce en la firmeza de cuerpo y alma 24
Jung escribe al respecto:
Rubedo El creciente e nrojecimiento (rubedo)… d enota un increme nt o
del calor y luz proveniente de l Sol, es decir, de la consciencia. Est o
se corresponde con un incre mento en la participación de la
conciencia, que ahora comienza a reaccionar de manera e mociona l
a los contenid os provenie n tes del inconsciente. En un comienz o e l
proces o de integración puede vivenciarse como un conflict o
‘fogos o’. Sin embargo, grad ualmente conducir á a… la s íntesis d e
los opuest o 25.
Lo opuestos, consciente e inconsciente, se han reunido
nuevamente, en un estado superior. En otras palabras, se ha
logrado la amp liación de la consciencia mediante la integració n
dialéctica entre los contenidos conscientes e inconscientes
(función trascendente).
La conciencia ampliada ya no es aquello montón de deseo s
personales, de miedos, de esperanzas y ambiciones que siempre
deben compensar y corregir las tendencias contrarias del
inconsciente. En su lugar existe una relación con el mundo de lo s
23
Eliade, M. (2017). El vuelo mágico. Ed Siruela. Madrid. Pag 229
24
Bendayan, G.(2011). Anima mundi. Caracas: Editorial Pomaire. pp.340-341
25
Jung, C.G,. Collected Works . Sir Read, H., Fordham, M., Adler, G. and McGuire, W. (eds.)., 20
vol. Princeton: Princeton University Press (1979) 14:307
17
objetos; ella llevara al individuo hacia lo absoluto, ligándolo e n
toda su amplitu d con el mundo 26.
En la hermenéutica junguiana se corresponde con el logro d e
la totalidad o individuación.
26
Jung, C.G (1997) The Interpretations of Visions: Notes on the Seminar Given in 1930-1934. 2
vol.
18
Luis LOS JOKER: 4 VISIONES DE NUESTRO MAL DESDE LA
PSICOLOGÍA ARQUETIPAL
Bond
Hace unos cuantos años, el gran Jean-Claude Carrière
(guionista de clásicos como El discreto e ncanto de la burguesía y
Ese oscuro objet o de l deseo), declaró que la filmografía de un país
era el reflejo de su sociedad. Parafraseándolo, me atrevería a ir
más lejos y asegurar que las historias que consumimos en la
actualidad —y la forma en la que lo hacemos— son un reflejo d e
nuestra época. Vivimos en tiempos “líq uidos” (como lo exp lica
el filósofo moderno Zygmunt Bauman), donde nos diluimos por
completo en el colectivo y, en paralelo, nos hacemos más
narcisistas: el caldo de cultivo ideal para que florezca la
psicopatía. La opinión púb lica se polariz a en discursos estérile s
gracias a la corrección política, víctimas y victimarios
Director, guionista
intercambian roles al hacerse portadores de la verdad y propicia n
cacerías de brujas por doquier. En un mundo sumido en e l caos ,
y crítico de cine
no es de extrañarnos que un personaje capaz de hacer y decir lo
Profesor Universitario que muchos callan —pero que nadie se atreve a admitir— genere
una fascinación tan grande hasta e l punto de volverse un icon o
luisbond@gmail.com de la cultura pop. Por supuesto, me refiero al Joker.
19
personaje. Desde la psicología arquetipal, intentaré establecer
las diferencias que han hecho de cada encarnación algo especial,
usando como hilo conductor el pilar que le da cuerpo a este
emblemático payaso: su locura y la cara oculta que refleja de la
modernidad.
27
Sharp, D.; Lexicon Junguiano. Editorial Cuatro Vientos. Santiago de Chile (1997). Pag. 39
20
hijos y matrimonios para tener el control sobre muchas fuerzas
primordiales. Al igual que su padre Cronos, cuando supo que un
hijo podría destronarlo tomó medidas al respecto: devoró a su
esposa (Metis) mientras gestaba su embarazo. Tiene la habilidad
de metamorfosearse para engañar a cualquiera y obtener lo que
desea. Poderoso y temido, Zeus siempre impone su justicia y
fulmina con su rayo a aquel que lo desobedece. Está
acostumbrado a gobernar y no está dispuesto a doblegarse ante
nadie.
paranoide
Hablar del Joker que personificó Heath Ledger en The Dar k
Knight (2008) es una tarea complicada por toda la leyenda que
gira alrededor de él. Más allá de representar el cenit de la trilogía
de Batman de Christopher Nolan ( uno de los cineasta s
contemporáneos más aclamados por el público), su
interpretación —que dejó a todos boquiabiertos— le terminó
costando la vida. Oscar póstumo y demá s honores lo ensalzaro n
28
Villalobos, M. Hilaturas, Hebras Arquetipales 2. Editoral Tiqué. Caracas, Venezuela (2010).
Pág. 76
21
en la cultura popular como “el mejor Joker de la historia”.
Marcando una distancia enorme con el histrionismo d e
Nicholson, Ledger le da vida a un antagonista más real. Este
Joker se aleja muchísimo del tono “caricaturesco” de sus
predecesores cambiando los “quími cos fantasiosos” p o r
maquillaje resquebrajado que el personaje se coloca para tapar
unas aterradoras cicatrices cuyo origen jamás descubrimos.
Mientras que Nicholson o Romero trabajaban con varios
secuaces bajo su mando y con objetivos definidos, en la otra
antípoda, Ledger trabaja solo, sembrando la destrucción por
doquier, encarnando uno de los ma yores miedos del mund o
moderno: el terrorismo.
29
Ibidem Pág. 77
22
movimientos y pensamientos, evasivo e inclasificable: no tiene
centro, está en todos lados y a l mismo tiempo. Encantador y
cínico, maestro del engaño y las i lusi ones. Es escurridizo y
mentiroso, maneja la retórica a su antoj o. En su boca, la verdad
y la mentira se desdibujan, puede seducir a cualquiera para
embaucarlo y salirse con la suya. Es imposible adivinar sus plane s
ni conocer sus motivaciones. Para él no hay verdades absolutas,
la realidad es maleable en sus manos. Genera conexiones e
intercambios que parecen imposibles. Cada vez que corre
peligro, le da la vue lta a la si tuación para salir bien librado, e s
imposible de atrapar.
30
Kerenyi, K; Los dioses griegos. Monte Ávila Editores. Caracas, Venezuela (1997). Pág. 37
23
Bruce en una profunda depresión que lo llevó a colgar la capa
durante años.
31
Villalobos, M; Hilaturas, Hebras Arquetipales 2. Editoral Tiqué. Caracas, Venezuela (2010).
Pág. 47
25
El chivo expiatorio: la sombra del colectivo y Hefesto
32
Villalobos, M. La dupla Victima-Victimario. Editoral Tiqué. Caracas, Venezuela (2017)
33
Bauman, Z. - Donksis, L. Maldad líquida. Editorial Paidós. España (2019)
28
“la viva expresión de algunas pers onas que no tie nen nada por
dentro. Tod o proviene de afuera, prestad o (…) en este mimetism o
del mundo exterior, la personalidad psicopática o e l comp onent e
psicopát ico se adapta a l event o que se le p resente. Tod o
necesitamos cie rto grad o de mimetismo y quizás p or es o la
naturaleza nos d otó de é l 34”. Lastimosamente, Arthur ni siquier a
puede ser un psicópata funcional, no logra mimetizarse con su
entorno ni “aprender” a actuar como alguien “normal”. Los
resultados infructíferos de esta búsqueda solo terminan po r
marginarlo más y más. Al finalizar la película, el público lo
juzgará desde el rechazo o la lásti ma, pero lo ú nico innegab le e s
que Joker nos confronta con nuestros miedos. Como termina
Villalobos el ensayo antes citado: “Hacer contact o con nuestra
psicopat ía nos fue rza a mirar la ingenuidad de nuestra image n de l
ser humano y de l progreso, imagen que t iene también una fuert e
influencia e n la psicología mode rna (…) expeler la arrogancia d e
nuestras expectativas de l paraís o, nos confronta con el monstru o
Arthur ni en y ce rca de nosot ros. Aceptar esta monstruosidad y la de otros
siquiera p uede es tal vez una tarea de Eros (conexió n)” 35.
ser un psicópata El mito de Sís ifo y el ete rno reto rno del payaso a l a
modernidad
funcional , no
34
Villalobos, Magaly - El alma desierta. El desalmado. El arquetipo del inválido. Editoral Tiqué.
Caracas, Venezuela (2017)
35
Ibidem
29
triunf o y esta demanda es tan imperiosa que debe triunfar cueste
lo que cueste, saltand o las barreras que haya que saltar (…) e l
triunf o está dispuesto a convert irse en cons igna y automatism o
psíquico que deviene en comple jo autónomo” 36. Cersei Lannister ,
Frank Underwood, Walter White, Hannibal Lecter y, por
supuesto, el Joker, son algu nos de los no mbres podemos asociar
a esta última frase.
36
López Pedraza, R.; Ansiedad Cultural. Ed. Festina Lente. Caracas, Venezuela (2000). Pág. 42
37
Ibidem Pág. 20
38
Jung, C.G. Recuerdos, sueños y pensamientos. Ed Seix Barral. Barcelona (2001)
30
LA MALDAD. UNA APROXIMACIÓN ARQUETIPAL
Carolina
Chirinos ¡Hoy me levanto como de costumbre muy temprano y m e
asomo a la ventana de mi cuarto a contemplar el amanecer del
día y la inmensidad del paisaje que me regala Dios en esos breve s
minutos, ¡ver los colores del alba, parejas de guacamayas surcar
ese pedazo de cielo que veo, y algunos pájaros y guacharacas
parloteando desde muy temprano! El ritual que día a día me
inspira, ¡me da fuerza, e speranza y energía para apropiarme del
hacer cotidiano, el cual se hace cada vez más cuesta arriba en
esta Venezuela mía! Hoy, a diferencia de otros días, nada de ello
contempla mi vista, solo una gris y espesa neblina que se
apoderaba de mi espacio sagrad o, ¡me aturdí! Me tomo de
sorpresa y una tristeza se adueñó de mi ser. ¿Qué está pasando?
¿Por qué esta neblina? Si estoy e n p leno verano, con amaneceres
Psicólogo UCAB nítidos y brillantes, con una brisa cálida mañanera, con una
Maestría Desarrollo
claridad que deslumbra mi vista, ¿será qu e esto también me lo
Humano UCAB
van a quitar, como tantas otras cosas que me han arrebatado?
Dra Ciencias Sociales UCV
Y en cosa de segundos evoco en mi pensamiento la palabra
Coach Ontológico ¡Nada! Si, la ¡Nada!, ¡la Nada! ¡De la película de La Historia sin
fin!! Y me digo a mi misma: la Nada es la Maldad, la Maldad
Psicoterapeuta Gestalt existe, la Nada es la Maldad.
Analista Junguiana SVAJ
Este recuerdo me llevó a buscar apresuradamente la película,
Miembro IAAP
dentro de la colección de las películas preferidas de mis hijos
Docente, analista y cuando eran pequeños y verla nuevamente. ¡Entro en mí,
psicoterapeuta emoción, curiosidad, interés, como s i de un oráculo se tratara
que me daría respuesta a esta epifanía que había tenido y a l
Carolinachirinosangel@gmail.
com oscuro sentimiento que atrapó mi ser!
31
contenedor de basura, después de agredirlo y burlarse de él. En
la tienda, Sebastián le cuenta al viejo librero lo sucedido,
iniciándose una charla entre ellos. Sebastián se percata de la
lectura que está haciendo el viejo de un libr o que tiene en sus
manos y el cual encubre sigilosamente ante la mirada del niño.
… el bien y el mal,
Sebastián le pregunta sobre el libro y el viejo le responde de
la mal dad y l a
forma terminante que ese libro no es par a él. Aprovechando una
bondad, la llamada telefónica que recibe el librero, Sebast ián, tomado por
la curiosidad, se lleva el libro furtivamente: La Historia
esperanz a y l a Interminable, el cual le llama la atención a causa de su llam ativo
aspecto, con el Áuryn 39 en la portada.
desesper anz a
Sebastián escondido en una bohardilla inicia la lectura del
misterioso libro que narra la hi storia de Fantasía, y para quien la
historia se torna cada vez más real.
39
Talismán fantástico, representa el Poder Divino
32
fuerte carga oscura y destructiva es un fenómeno anímico socia l
que repetidamente ha estado presente en la historia de la s
civilizaciones del mundo y su aparecer n unca deja de
…la sombra asombrarnos y enfrentarnos ante nuestra propia mirada de la
potencialidad que tenemos como seres humanos para engendrar
personal , que l a
el mal.
llevamos todos con
El camino que abordare en este ensayo para intentar u n
nuestros deseos acercamiento reflexivo a las imágenes que nos trae el relato ,
tomará la vía simbólica, siguiendo el camino de la psicología
reprimidos, analítica. El símbolo, como nos dice C. G. Jung representa algo
vago, desconocido y misterioso, que muestra y oculta a la vez, y
frustr aciones,
que se constituye como una notable forma de expresión de
miedos, realidades anímicas parcialmente intuidas 40
40
JUNG, Carlos Gustavo (1976). El hombre y sus símbolos. Biblioteca Universal Contemporánea.
Barcelona
33
odio genocida. De este modo, cuando la sombra reprimida por
toda una sociedad se proyecta sobre una minoría se activa
considerablemente el potencial para el mal de esa colectividad”
(…) “los pocos que no quedan at rapados en tal fenómeno
masivo de participat ion mystique corren el peligro de convertirs e
La Nada simboliza
en víctimas de él” 41
la disol ución, la
El lado oscuro, la maldad, asume numerosos disfraces, la
desinte gración, l a Nada es uno de ellos que ayudada por la presencia de Gmorr
quien está a su servicio, va destruyendo Fantasía. La Nada
muerte , l as fuerzas simboliza la disolución, la desintegración, la muerte, las fuerzas
del mal que se alimentan y nutren e n generar carencia de
del mal que se
imaginación en los seres humanos del mundo real, suscitando
alime ntan y nutren que éstos ya no crean, no sientan, no sueñ en, solo sufran
dejando la esperanza a un lado. Esto lo podemos ver cuand o
en ge nerar c arencia observamos que la ma ldad humana como sombra colectiva, no s
ha atrapado, exigiendo y demandando todo el tiempo nuestra
de imaginación en
atención a resolver constantemente las dificultades básicas del
los seres humanos vivir inmediato: la falta de luz, agua, med icinas, salud, seguridad,
educación, gente deambulando por las calles en busca d e
del mundo re al … conseguir algo, lo que sea para comer, no importa si es de un
camión de basura o de los desechos que quedan atrapados en las
bolsas de basura de un restaurante, un edificio o una casa. Niños
recién nacidos o personas mayores, abandonados en alguna calle
del país o muertos entre bolsas y mator rales o muriendo en lo s
hospitales.
41
C.G. Jung, J. Campbell, K. Wilber, y otros. Encuentro con la Sombra. El poder del lado oscuro
de la naturaleza humana (1993). Editorial Kairos Numancia, 117-121 08029 Barcelona
34
el fanatismo, la mentira, e l miedo, la pob reza, la dependencia de
un pueblo que se le ha llevado a la humi llación y a la ignominia .
De este modo, vivimos paradojas que nos hacen vivir situaciones
que se hacen difíciles de entender, donde mu chas personas o
grupos viven los beneficios de esta ideología, y otras so n
arrastradas por los estragos de la misma.
35
Gmorr: yo soy parte del poder que fortalece a la Nada
36
Es salir de un estado paternalista, que ha paralizado el
desarrollo y crecimiento de un país y sus recursos humanos,
geográficos, mate riales, económicos, espirituales, morales,
educativos, etc. Y luego está, que este nuevo renacer nos lleve a
conjugar, el aprendizaje de las experiencias y vivencias que se
han tenido con la i ntención de que c ada habitante de esta
geografía, sea capaz de r eflexionar y aprender de sus errores,
desaciertos y sombras para encaminarnos a una existencia más
adulta, madura y responsable en la cual, cada ciudadano asuma
un sentido de compromiso individual ante sus acciones
conscientes, y de sus efectos y repercusi ones, ya sea en la
construcción o destrucción del país al que pertenece.
42
Jung, C. G. (2007). Dos Escritos de la Psicología Analítica. Vol.7.Madrid. Editorial Trotta
37
Diana EL ÚTERO DESUBICADO: LA HISTERIA Y LO FEMENINO 43
Rísquez
Pero de hec ho s iempre fuimos as í,
sin raíces, d esmembradas: sabiendo
que esta es la diferencia .
El nacim iento nos desp oj ó de nuestro derec ho natural,
Nos arrancó de una mujer, de l as mujeres,
de nosotras mismas, tan pr ont o y desde ento nces.
Y todo el c oro zumbando en nuestros oídos
como mosquitos, no nos d ijo nada.
Nada sobre nuestro s orígenes,
nada de lo que neces itábamos saber,
nada que pud iera hacernos recodar ...
.
Ad rie ne Ric h , “ T ra s cend ent a l E t ud e”
Médico Psiquiatra
Analista Junguiana Dicen los Inuit (esquimales), que en esa ensenada no hay
peces. Quién sabe desde cuá ndo, allí permanece el aterrador
Miembro AVPA IAAP
esqueleto de una joven, que quedó sumergida, dando vueltas y
Profesora asistente UCV vueltas, dislocada, al desafiar a su padre. En una tormenta
Jefe de Servicio causada por el dios Cuervo, pretendiente rechazado por la joven,
Psiquiatría HUC el padre para no naufragar, cortó los dedos de ambas manos de
su hija. De sus cercenados dedos surgieron todas las criaturas
dianarisquez@gm ail.com marinas, con las que el pueblo se a lime nta. Así ella se convirti ó
en la Gran Madre. Cada cierto tiempo la hermosa cabelle ra de
Sedna, que así se llama, se llena de suciedad y de pecados que
los hombres por descuido, arrojan al mar. Ella disgustada, deja
de generar las criaturas marinas y el pueblo pasa hambre.
Entonces debe bajar un chamán, que , con su tambor sagrad o
realiza el viaje, enfrenta con revere ncia y cuidado la faz
aterradora de la Señora y aplaca su ira. Con un peine, limpia y
luego trenza la cabellera de la Madre. Satisfecha y contenta, la
Diosa Esqueleto vue lve a enviar sus criaturas marinas y el pueblo
se salva.
43
Trabajo presentado en el Congreso Venezolano de Psicoanálisis. Junio 2005. Caracas.
Venezuela
38
Antonia de carác ter fuerte, le había dado sen tido a su vida llena
de soledad. Sentía que su madre no la c omprendía; para ella era
una figura débil, sometida a los designios de su padre, hombre
distante, descalificador y frío, que nunca vivió con e llas y só lo s e
casó con su madre al salir embarazada de Lilia. Sueña que s u
madre desorientada y con los ojos desorbitados, daba vueltas si n
llegar a ningún lugar. Trae una imagen del cuadro, La Columna
Rota de Frida Kahlo y me comenta que ella y su madre son así,
rotas.
39
espejo, tu cuerp o, lo curvo, la comida y la deformación de l sueñ o
Barbie....
...En este decálogo nadie nunca dice: cómprele a su hija un
juego de papel y lápiz para construir su propia biografía, nad ie
patentó la idea de la Barbie premio Nóbe l...
....Lo que tanto odié y aborrecí como CUERPO, se convirtió e n
un NO-CUERPO... Cada silueta de mis hoyos negros se fue abriend o,
de ella se deslizaron mis angustias, entre mord isco y mordisco s e
fue construyend o una maqueta perfecta de lo que una vida debía
ser: Una t ierra árida, un rectángulo d ivino, una succió n
incontrolable. A partir de los 13 años me t ocó descubrir que mi N O
CUERPO era más agradable que MI CUER PO, mucho más controlable
y sobre t odo, formaría par te de una ficción donde las únicas regla s
válidas serían las que y o impusiese .”
impresionada y
Sueña estar suspendida con arneses como u na piñata y
conmovida porque halada hacia arriba y abajo por Carlos. Vestida con corsé, medias
negras y liguero; él la hacía presenciar como hacía el amor con
la asocia con su otro hombre. Sus sentimientos eran de indefensión e
indignación. Un día, ve la imagen de “La Columna Rota” de Frid a
sueño.
Kahlo, quedando impresionada y conmovida porque la asocia con
su sueño.
44
Whitmont C Edward, El Retorno de la Diosa. Paidós. (1998)
45
46
Diciembre 2019