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ALETHEIA

REVISTA DE LA ASOCIACIÓN VENEZOLANA DE PSICOLOGÍA ANALÍTICA

ALQUIMIA: EL DIFÍCIL ARTE DE LA


TRANSMUTACIÓN
LOS JOKER: 4 VISIONES DE NUESTRO MAL
LA MALDAD: UNA APROXIMACIÓ N ARQUETIPAL
EL ÚTERO DESUBICADO: LA HISTERIA Y LO
FEMENINO

Año III Num 11


ALETHEIA
Año III. Num 11

Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
Publicado por la
Asociación Venezolana
Alquimia. El difícil arte de la transmutación . . . . . . . . . . . . . 3
de Psicología Analítica (AVPA)
Trudy Bendayan
Idea Editorial
Los Joker: 4 visiones de nuestro mal desde la psicología y Coordinación General:
arquetipal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 Laura Morandini
Luis Bond
Comité Editorial:
Maria Carolina Concha
La maldad. Una aproximación arquetipal . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Sylvia Cova
Carolina Chirinos
Laura Morandini
El útero desubicado: La histeria y lo femenino . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Diana Rísquez 
Calle Orinoco con Cali.
Edf. Las Teresas PB . Apt 01
Urb. Las Mercedes. Caracas.
Telf: 0212 9919773
0212 3684854
Email: revaletheia1@gmail.com
Aletheia


Aληθεια. Compuesta por α (a = sin) y ληθεια (letheia =
ocultar), unidos forman el concepto de "des-ocultamiento".
La acción de desvelar, correr el velo para que aparezca lo que
está oculto. El término está asociado con (lethe = olvido) que
da nombre al río del Hades, el Leteo. Beber las aguas del
Leteo provocaba un olvido completo, la verdad es lo
olvidado. Y como nos dice Platón, conocer la verdad no es
más que recordar. En portada
Acuarela siglo XVII
 Manuscrito Biblioteca Cívica
Trieste, Italia

Depósito Legal: DC2017001349 1


Dic/enero/feb 2020
EDITORIAL

Despedimos este año 2019 con nuestr o número 11 de


Revista Aletheia. Hemos recorrido un camino de
crecimiento compartido mucho más largo de lo que
pudimos imaginar al iniciar este proye cto en Junio de
2017. Es por esto q ue agradecemos en nombre del equipo
editorial a nuestros colaboradores y lectores. Sonará a
lugar común, pero sin ellos, sin su s aportes sería
imposible seguir funcionando en medio del caos en que
nos encontramos, confirmándonos que es el trabajo en
conjunto el que nos permite permanecer.
En este número nos pasearemos por los intri ncados
caminos de la alquimia excepcionalmente descritos por
Trudy Bendayan, un texto c laro y fluido que nos estimula
a seguir adentrándonos en el hermético mundo del solve
et coa gula.
Gracias a Carolina Chirinos y Luis Bond exploramos el
problema del mal a través del análisis fílmico de “Una
historia sin fin” y e l “Joker”. Ambas películas ta n
distantes en tiempo, narrativa y conte nido, pero cada
una con su estilo tocando el tema de la sombra.

Para finalizar Diana Rísquez a través de la clínica


arquetipal y su experiencia terapéutica nos entrega un
texto profundo sobre la histeria como sí mbolo y síntoma ,
pero también como posibilidad de resolución de lo
femenino reprimido en la cultura, relegado al
inconsciente.
Reiteramos nuestro agradecimiento a todos los lectores
que nos han apoyado desde nuestros inicios.
¡Feliz Año Nuevo!

2
Trudy ALQUIMIA: El DIVINO ARTE DE LA TRANSMUTACIÓN

Ostfeld Habentibus symbolum facilis est transitus


Teniendo el símbolo se facilita el tránsito
de Bendayan -Proverbio alquímico

A la palabra “alquimia” se le ha atribuido una etimología


dual. Por una parte, se ha descrito como un vocablo árabe
derivado del griego Khyma, y referi da a una “mezcla de
líquidos”. Por otra, se dec lara provenir de la palabra khem,
utilizada para designar la tierra negra del fértil delta del río Nilo .
En ambos casos, la génesis geográfica apunta a Egipto, cuna de
numerosas formas de misticismo y magia. Hermes Trimegistus
“El tres veces grande” siempr e fue consi derado el padre egipcio
de la tradición alquímica quien, a su vez, procedía del originario
dios Thot. Posteriormente la literatura ocultista ha relacionado
al autor de la Tabla Esmeraldina con el Mercurio descrito en el
Ph.D en Estudios medioevo: Mercurius ter M aximus.
Psicoanalíticos
En general, la alquimia puede ser defini da como el “arte d e
Magister en Filosofía la transmutación o transformación.” La meta de tal antigua
Farmacéutica práctica y disciplina filosófica consistía en un sostenido intent o
de transmutar metales básicos –p lomo, por ej. - en meta le s
Autora de 5 libros
Dedicada a la práctica
nobles como el oro. El movimiento alqui mista alcanzó su apogeo
privada, enseñanza y durante la Edad Media en Europa. Descubrimientos recientes han
supervisión revelado la importancia que tuvo la tradición de la alquimia del
médico y astrólogo suizo conocido como Paracelso en e l
trudybendayan@gmail.com
desarrollo de la medicina y la farmacia.
Si bien en el siglo XVIII se produjo el divorcio entre la
alquimia y la química, el aspecto espiritual y místico de la
tradición persistió a través del tiempo y tu vo una fuerte
influencia en los insignes poetas W.B. Ye ats y W. Blake. Newton,
el afamado físico inglés, fue un reconocido adepto hermético, tal
como también lo fue el poeta, novelista y dramaturgo alemán, J.
W. Goethe, quien nos legó e l cuento alquímico titu lado La
serpiente verde.
Los alquimistas estaban preocupados en el descubrimiento
de una sustancia misteriosa a la que denominaron -entre mucho s
otros nombres- la “piedra filosofal” y, con la cual se realizaba la
anhelada transmutación. También se afanaron en la búsqueda
del llamado “elíxir de la vida” o quinta esse ntia: una poderosa

3
poción capaz de curar todas las enfermedades y conferirle
inmortalidad al afortunado alquimista. Otros estimaban que
podría servir para revelar los misterios del espíritu. Además de
ser una forma primitiva de la química, la alquimia est aba repleta
de un sistema de símbolos que, a manera críptica o esotérica,
ilustraban el proceso u opus alquímico.
El psicoanalista vienés Herbert Silberer – perteneciente a l
círculo de S. Freud - en su obra Hidden Symbolism of A lche my and
the Occult Arts (1917), seguido por el psiquiatra suizo Carl Gustav
Jung quienes intuyeron e l va lor psicológico de las arcana s
imágenes y estimaron que el anhelado tesoro consistía en la
autorrealización espiritual.
La alquimia no fue objeto de estudio para Jung hasta final es
de 1920 cuando comenzó a interesarse seriamente después de
haber leído El Secreto de la Flor Dor ada, un antiguo texto
alquímico traducido por Richard Wilhelm, especialista en cultura
china y traductor del antiguo texto ora cula r conocido I Ching.
Además de ser una Este trabajo despertó el interés de Jung en esa materia y, como
resultado de su lectura, comenzó a recolectar antiguos escritos
forma primitiva de alquímicos. Sus investigaciones lo condu jeron al descubrimient o
de que la alquimia se había anticipado a sus propios estudios
la química, la sobre el inconsciente. Los alquimista s habían descrito los
desarrollos y conflictos psicológicos en su propio lenguaje. Jung
alquimia e staba
había percibido que ellos se habían anticipado intuitivamente a
repleta de un los mismos y los habían proyectado de manera imaginativa sobre
la materia. Aurum nostrum non est aurum vulgi , e l oro nuestro n o
siste ma de es el oro vulgar, refiere que los alqui mistas buscaban el oro
espiritual, metáfora de la mencionada autorrealización
símbolos que , a (individuación).

manera críp tica o Jung estimaba que el simbolismo alquí mico, a diferencia de
las expresiones asexuadas y represivas del cr istianismo
esotéric a, medieval, nos ofrece una rica y vitalista imaginería resultante de
la activación de la psique inconsciente: “ La alquimia se esfuerz a
ilustr aban el en llenar las brechas dejad as abiertas p or la tensión cristiana de
los opuest os” 1.
proceso u opus
El psiquiatra suizo, a consecuencia de exhaustivos estudios
alquímico en el tema, constató una realidad: no era la materia la que se
transformaba, más bien, lo hacia el propio operador quien

1
Jung, C.G,. Collected Works . Sir Read, H., Fordham, M., Adler, G. and McGuire, W. (eds.)., 20
vol. Princeton: Princeton University Press (1979) 5:26
4
percibía un cambio como resultante de las proyecciones de s u
propia psique sobre la materia:
“La naturaleza real de la materia era desconocida por el
alquimista... Durante su intento de exploración, el alquimista
proyectaba su propio inconsciente en la oscuridad de la materia
a fin de iluminarla... Mientras trabajaba en sus experimentos
químicos, el operador tenía ciertas experiencias psíquicas las
cuales eran percibidas por él como un comportamiento
particular del proceso químico. Debido a que era resultado de
una proyección, él estaba naturalmente inconsciente del hecho
de que esas experiencias que creía observar en la materia no
tenían que ver con la misma. El alqui mista experimentaba s u
propia proyección a modo de una cualidad de la materia; sin
embargo, lo que en realidad estaba experimentando era su
propio inconsciente ” 2.
Jung se consagró al estudio de las imágenes alquímicas y
halló que todo el entramado imaginal no era más que la “propia
agua” de la psique y, por ende, la profundización en la s
enigmáticas representaciones le permitieron emplearlas para
una mayor compre nsión de los complejos contenidos psíquicos .
El alquimista En su escrito autobiográfico Recuerdos, sueños y pensamiento s ,
leemos:
experimentaba su
“Pronto me d i cuenta de que la psicología analítica coincid ía ,
propia proyección de la mane ra más curiosa, con la alquimia. Las experiencias de los
alquimistas eran, en cie rto sent ido, mis p rop ias experie ncias y su
a modo de una mund o, mi mundo. Por supuest o, esto fue para mí un important e
descubrimient o: había t ropezad o con la contraparte histórica d e
cualidad de l a
mi psicología de l inconscie nte. La posibilidad de comparación co n
materia… la alquimia...me sirvió de base para mi p sicología. Cuando revis é
esos vie jos textos t odo cayó en su lugar: las imágenes de fantasía ,
el material e mpírico reunid o de mi p ráctica y las conclusiones q ue
saqué en base de ello. C omencé a comprender lo que esos
contenidos psíquicos s ignificaban cuando son vistos desde s u
perspectiva histórica ” 3.
Al fina l de su obra Mysterium Coniunc tionis, el psiquiatra
suizo resumió el significado de la alquimia de la siguiente
manera:

2
Ibidem 12:345 y siguientes
3
Jung, C, G. (2001). Recuerdos, sueños y pensamientos. Ed Seix Barral. Barcelona
5
“Tod o e l p rocedimient o alquímico... puede, así mis mo,
representar de manera fided igna e l p roces o psíquico de un
individuo, a pesar de una dife rencia... ningún individ uo es capa z
de lograr la riqueza y e l alcance de todo el simbolismo alquím ic o
pues el inconsciente, como el mar, result a ser inagotable p a ra la
conciencia”. Sin embargo, el verdadero valor de la individuación
reside en la manera cómo el individuo se va relacionando con lo
que vaya ocurriendo durante el camino de su desarrollo . Por ello ,
Jung concluye que si bien la meta es importante “sólo como idea :
lo esencial es el op us que conduce a la meta: ése es el objet ivo d e
toda una vida 4.
Es importante destacar que para los a lquimistas e l
macrocosmos y el microcosmos son reflejo uno del otro. Desde
la perspectiva alquímica podemos concluir que el ho mbre está
hecho del mismo material de las estrellas: somos polvo d e
estrellas. “Como arriba, abajo” es el conocido adagio alquimista
y mutando mutandis, “como adentro afuera.” Un principio qu e
coincide con la naturaleza transgresiva de los arquetipos. Es
decir, los arquetipos no sólo se encuentran de forma exclusiva
en la esfera psíquica, sino que, en muchas circunstancias, son
falibles de activarse o constelizarse en situaciones no psíquicas,
es decir, en el mundo físico. Por ello Ju ng concluye en su obr a
Aion: “La norma psicológica dice que cuando una situación interna
no se hace consciente ocurre afue ra como destino ”
…para l os
Tanto la obra alquímica como la práctica analítica requieren
alquimistas el de infinita paciencia, tolerancia a los engaños, capacidad de
lidiar con la de cepción y los fracasos, una profunda humildad y
macrocosmos y el
un espíritu crítico abierto al cambio y a la reflexión.
microcosmos son En virtud de los magní ficos estudios existentes sobre e l
tema 5 , mi objetivo de este ensay o está e nfocado principalment e
reflejo uno del
a un intento de ofrecer una cla ra distinción entre los estadio s
otro alquímicos y las operaciones con particular énfasis en los
primeros. Tal proyecto responde a una dificultad con la que m e
he topado reiterativamente durante las diversas ocasiones en la s
que he impartido seminarios sobre el te ma que nos ocupa.

4
Ibidem 16:400
5
cf. C.G. Jung, E. F. Edinger, J. Hillman
6
Prima Materia
Antes de dar comienzo a una descripción de los principales
estadios y operaciones alquímicas estimo relevante destacar que
no hay trabajo alquímico a lguno si no está presente la prim a
materia. La materia inicial no es a l go q ue se fabrica, más bien,
debe ser descubierta. Tal empresa es valorada como el logro má s
grande del Opus magnum. Existen innu merables nombres de la
materia prima 6. Si bien también las descripciones resulta n
abundantes, en general los alquimistas coincide n que la mism a
se halla en todas partes y tiene la potencialidad de ser vista por
todos, aunque sólo los iniciados serán capaces de reconocer el
valor intrínseco de algo que aparentemente resulta despreciable
y vil para el vulgo. Jung esti ma que la prima m ateria es realmente
“una sustancia en el inconsciente que resulta necesaria para la
encarnación del dios” 7. Traducir este vital descubrimiento en
términos psicológicos representaría el develamiento del motivo
Existen real de la consulta o de la neurosis, el descub rimiento y
confrontación con la sombra o el sostenimiento adecuado de la
innumer able s
confusión inicial o paradojal que embarga a un paciente .
nombres de l a

materia prima Estadios o fases del proceso alqu ím ico


En la transmutación de una sustancia a otra, los alqui mista s
observaban cambios de color en la materia. Tales transiciones
indicaban que tanto el material como la esencia del propi o
alquimista se han transformado. A través de la correlación de la
alquimia con el proceso de individuación, los cambios de colo r
pueden ser comprendidos como los indi cadores primordiales de
los movimientos de un estado de conciencia a otro. Los colore s
particulares pueden simbolizar tanto estadios dentro de l
proceso de cambio, así como estados emocionales particulares
del individuo en transformación. Cada vez que el color cambie en
un sueño, en una historia, en nuestro propio gusto podría estar
reflejando un movimie nto psicológic o. El arquetipalista J .
Hillman señala a l respecto: “ Las trans iciones de color en nuestros
estados de ánimo, gustos, pe rsonajes oníricos r ef leja n

6
cf. Ruland. 1612. En su obra Lexicón alchemia, nos ofrece más de cincuenta sinónimos
7
Jung, C. G. (1998). Nietzsche’s Zarathustra: Notes from the Seminar Given in 1934-1939
(SNZ), 2 vol. Jarret, J. L. (ed.). Princeton: Princeton University Press. 2:886
7
alteraciones en el material de nuestra alma ” 8 . Por su parte, el
analista Thomas Moore estima lo siguiente al respecto:
“La alquimia nos muestra que existen muchos colores que se
suceden unos a los otros, no en un orden establecid o, pe ro acord e
a la dinámica que se está lle vand o a cabo. Un humor negro p ued e
ser cond ucido a un humor blanco después de haber pasad o p or
otros colores. En nuestro proceso de trasformación s iempre
resulta útil conocer la alquimia de nuestros humores o estados d e
ánimo. Ent onces, llegare mos a saber q ue un estad o de ánimo no
dura para s iempre y que tiene un trabajo q ue realizar e n el proces o
de transformación…. Un estado de ánimo es como el clima: viene
inexorablemente acorde a su prop ia agenda y afecta a tod o 9.
El opus alquímico consiste fundamentalmente en tres
estadios: nigredo o melanosis (el enne grecimiento), albedo o
leukosis (el b lanqueamiento) y rubedo o iosis (e l
enrojecimiento). Anteriormente se describían tres estadios
intermedios más: viriditas, etapa que seguía inmediatamente al
nigredo. El retorno de la muerte adquiere un tinte vegetativo
Es una e stadio representado en el color de la naturaleza: el verde. El otro
estado intermedio es conocido como cauda pavonis (cola del
iridiscente o pavo real). Es una estadio iridiscente o multicolor. A lg uno s
autores lo sitúan antes del albedo y, a semejanza del mític o
multicol or. arcoíris, anuncia el fin de un período marcado por las tinieblas.
Sin embargo, otros estudiosos lo i nmediatamente posterior a la
Algunos autore s lo
fase de albedo. El último estadio anterior a la finalización de l
sitúan antes del opus es conocido como citrinitas o xanthosis (el amari llo), etap a
que precedía al rubedo o iosis (que va del rojo rubí al rojo
albe do y, a granada). Sin embargo, a partir del siglo XV -XVI, se redujeron a
tres estadios fundamentales. El albedo se corresponde con l a
semej anza del obtención de la plata (etapa lunar) mientras que el rubedo
alcanzaba la transformación del plomo e n oro. El rojo y el blanc o
mítico arcoír is,
se asocian con el Rey y la Reina que deben celebrar su
anuncia el fin de matrimonio alquímico (coniunctio o unión de opuestos) en la
última etapa. Los participantes de la "boda alquímica", son
un período descritos como hermano y hermana, ma dre e hijo, etc. Su unió n
es un incesto, este aspecto tiene la finalidad de hacernos
marc ado por las conscientes la proyección. Nos obliga a darnos cuenta de una
verdad: en último término, s e trata de una íntima unión de los
tinie bl as
8
Hillman, J. (2014). Alchemycal Psychology. Nueva York: Spring Publications. p.132
9
Moore, T.(1974). “Interview with Thomas Moore” en Spring Journal. Nueva York: Spring
Publications. p. 130
8
componentes de nuestra propia personalidad, de un "desposorio
espiritual" como vivencia interior no proyectada. Alude a la
unificación de los contrarios en el Sí mismo
Como bien lo hemos mencionado, puesto que los colore s se
corresponden a diferentes estados de ánimo, podemo s
utilizarlos a modo de materia prima sobre la cual favorecer
nuestro trabajo psíquico. Al respecto sugiere T. Moore:
“Si estás poses o por un humor s ombrío, escucha música
melancólica. Habla con un amig o que es capaz de se guir una
conversación respetando ese estado de ánimo. En la mayoría de los
casos, se aconseja seguir al estado de ánimo o humor y no ir e n
contra de l mismo. Si vas en su contra nunca pod rás usarlo com o
un re curs o. Si un estad o de ánimo se muestra extremadame nt e
tenaz sería me jor que p robaras hacer algo constructivo con e l
mismo en lugar de combat irlo. Usa tu depresión (negra o azul), ha z
algo que permita darle exp resión a tu ira (roja), permite q ue t u
sentimient o de pureza o inocencia (b lanca) te conduzca ha cia la
espiritualid ad. Si usas e l material de tu estado de ánimo p odrá
Si usas el mater ial
libe rarte de tu opresión. Pero esto no es lo mismo que decir “ve a
actuar tu estado de ánimo o dale rienda suelta a tu humor:
de tu estado de
doblegarte a la depresión, vent ilar p o r d oquier t u ira, volverse un
ánimo podrá fanático re ligios o nunca te conducirá a la anhela d a
transformación ” 10.
liber arte de tu

opresión Nigredo o Melanosis

La noche oscura del alma


Cuando veas tu materia ennegrecer,
Regocíjate: pues es el c omienzo d el trab ajo .
-Adagio alqu ímico

Los estados de ánimo sombríos tales como los de la tristeza,


opresión, decepción, mortificación, derrota, angustia,
confusión; desesperación y temores de abandono y locura ;
pensamientos de enfermedad, fracaso y muerte; las obsesiones ,
fijaciones, pérdidas y dependen cias; los sentimientos nihi listas ,
de venganza, de odio y crueldad , así como las ideacione s

10
Ibidem
9
suicidas, ideas paranoicas, la pérdida de sentido y de toda
esperanza, son propios del estadio alquímico de nigredo.
Jung sugiere que esta primera fase o nigred o corresponde
con la confrontación e integración de l aspecto "oscuro" de la
psique humana al que denominó “sombra”. Término que abarca
aquellas emociones, intuiciones, percepciones y pensamient o s
que se han rechazado, negado o reprimido por considerarlos
inapropiados o indeseables para la consciencia pues atentan
contra nuestro ideal del Yo. Son aspectos que nos avergüenza n
y deseamos esconder a toda costa. La sombra, por ello, es u n
complejo opuesto al de la “persona”, nuestra máscara social. Sin
embargo, esos aspectos no reconocidos por el ego tienden a se r
proyectados sobre los demás. Convertimos al otro, así, e n
portador de nuestro Yo despreciado. Ocurre también que
algunos de estos aspectos sombríos nunca han llegado a hacerse
Jung sug iere que
conscientes. Dormitan en nuestra interioridad a modo de
esta primer a fase potencialidades. Las mismas pueden ser positivas o negativa s
dependiendo del cauce de expresión que el ego pueda ofrecerle
o nigr edo una vez que “saltan” a la conciencia. Por razón de ello, también
podríamos definir la sombra como la v ida no vivida. La
corresponde con confrontación de la sombra imp lica para el ego una derrota d e
su autoimagen. Se requiere de fortaleza, humildad,
la confr ontación perseverancia y madurez para ser capaces de recoger nuestras
proyecciones de sombra y asumir las como aspectos propios d e
e inte gración del
nuestra personalidad. Tal actitud se constituye en un deber
aspecto "oscuro" ético. Cabe destacar que Jung incluye en el ámbito de lo sombrí o
nuestra función inferior que debe ser impulsada a se r
de l a psique desarrollada.

humana al que También estima que el nigredo corresponde a la “disolución


de las defensas a un nivel psíquico y corporal a fin de que u na
denominó nueva estructura psíquica pueda ser creada” 11.

“sombra” Por su parte, James Hillman 12 en su ensayo La seducción del


negro, considera lo siguiente respecto a la fase de nigredo:
“Cada momento de negritud es un anuncio de inminent e
cambio, de descubrimiento invis ible, de disolución de apegos ha cia
todo aquello que hemos estimad o como verdadero o como lo que
es la realidad, hechos duros o virtude s dogmáticas. El ne gr o

11
Jung, C.G. (1997). The Interpretations of Visions: Notes on the Seminar Given in 1930-1934.
2 vol. p 229
12
Hillman, J. (2014). Alchemycal Psychology. Nueva York: Spring Publications. p.89
10
permite oscurecer y sof isticar la mirada a f in de ver a través d e
muchas cosas. Por ello, e l negro, con fre cuencia, es el ropaje de l
inframund o, de la sofisticación urbana y d e los ancianos que ya ha n
visto mucho en la vida. Puesto que e l negro rompe con los
paradigmas, es e l color p referid o por los ref ormistas y los
marginales: ad olescentes, p iratas, damas de la noche, adeptos a
los cult os, satanistas, puritanos, anarquistas, curas y maland ros ,
todos e llos son unos inconformistas que quedan atrapad os en s u
prop ia ide ntificación con la ne gritud conf u ndiendo así un estadi o
de ser con un estado de ser. Pues el ne gro no es un parad igma ,
por e l contrario, el ne gro indica la ruptura de paradigmas ”.
En virtud de ello, el nigredo ocupa un lugar como fase o
estadio dentro del proceso de colores y aparece una y otra vez
en la vida a fin de ir deconstruyendo lo que llega comportarse
como una identidad fija.
Sin embargo, Hillman aclara que no todo lo negro resulta
equivalente a nigredo. El único color negro que puede ser
considerado nigredo es aquel que encarna “la esencia arquetipa l
de la oscuridad en sí” 13 .

…el negr o, más Es relevante señalar que el nigredo y la prima materia no son
términos intercambiables. El nigredo se alcanza después de
negro que el negr o, haber descubierto y actuado sobre la prima materia.
Generalmente acudimos a terapia e n un estado de ánimo
es tr aducido en una sombrío, sin embargo, luego de haberse abocado al trabajo de
develar la prima materia, es que habremos alcanzado esa esencia
encarnada l ucha
arquetipal referida por Hillman. Jung, p or su parte, estima: “El
librada por l a magnum opus debe comenzar en este punto [nigr edo]” 14 . Ese
estado o logro obtenido a fuerza de trabajo y sufrimien to, el
psique atr apada en nigrum, nigrius, nigro –el negro, más negro que el negro, es
traducido en una encarnada lucha librada por la psique atrapada
la mater ial idad en la materialidad (literalización). Me nte y materia se ha n
separado durante este primer estadio y se vivencian a modo d e
opuestos irreconciliables.

13
Ibidem p.92
14
Jung, C.G,. Collected Works . Sir Read, H., Fordham, M., Adler, G. and McGuire, W. (eds.)., 20
vol. Princeton: Princeton University Press (1979) 14:708
11
Albedo, Alabatio o Leukosis
(Blanqueamiento o lu nificación):

Mundus imaginalis
La luna me sedujo
con sus arcanos misterios ….

Generalmente, el blanqueami ento o a lbedo es precedido por


el estadio de viriditas (enverdecimiento) 15. Un movimiento qu e
señala la salida del ennegrecimiento de su estado de paralizante
inercia. A modo de ejemplos i lustrativos podríamos menciona r
imágenes oníricas tales como el crec imiento de musgo sobre u n
tronco muerto o el surgimiento de un retoño de hierba en medio
de un paraje estéril.
El albedo podría describirse como una fase intermedia entre
el nigredo y el rubedo: “entre la desesperación y la pasión”
(Hillman). De la peniten cia a la purificación. El iniciado ya no
posee el desequilibrio psíquico/emocional padecido durante la
…sucede el nigredo y, no obstante, aún no ha alcanzado el estadio necesario
para lograr la fijeza propia de la autorrealización (individuación).
encuentro del ego
La plata, la luna, el blanquecimiento o albedo, dentro de este
con el inconscie nte contexto, resultan ser términos equivalentes. También se le
denomina estadio lunar: sucede el encuentro del ego con el
o las “aguas de l a inconsciente o las “aguas de la vida” que permiten al individuo
ir trascendiendo el plano ter renal (egótico) para alcanzar el
vida” que permiten plano espiritual o arquetipal (trascendencia y meta del opus). El
ego se halla en fascinante, aunque p eligrosa, proximidad al
al individuo ir
inconsciente: “la tierra y la lu na coinciden durante el albedo” 16.
trasce ndiendo el El opus Lunae resulta fascinant e en el sentido de que lo s
contenidos del inconsciente colectivo son falibles d e
plano terrenal constelizarse (activarse) e irrumpir en la consciencia. Nuestra
imaginación se exalta, no s sentimos “conectados con el má s
para alcanzar el
15
James Hillman describe un estado intermedio entre el nigredo y el viriditas y que identifica
plano e spiritual o como de color azul. Al respecto escribe: “Después del negro viene el azul -no cínico, sino triste-
no duro ni listo, sino lento. El azul trae de vuelta al cuerpo con una sensación renovada. Cabeza
arque tipal y cuerpo unidos…. El azul le da voz al estadio del nigredo y la voz unifica la cabeza con el cuerpo.
La oscuridad es imaginada como una luz invisible, como una sombra azul que está detrás y
dentro de todas las cosas” (2014, p. 94). Personalmente estimo que este color – y su expresión
“being blue” tiene mayor sentido para la psique anglosajona que utilizan expresiones tales como
“feeling blue”, para describir un estado de tristeza. También denominaron como “blues” a un
género musical al que le es propio un aire melancólico
16
Ibidem 14:154
12
allá”, la intuición se exacerba, así como lo hacen l as
sincronicidades y los sueños arquetipales o “grandes” sueños .
Las musas vierten sus abundantes cornuc opias traducidas en una
creatividad desbordante y la poesía l írica mana como de un
manantial inagotable. Nos transformamos en seres oraculares .
Dioses, diosas, sabios, brujos, hechiceros, ángeles, demonios,
diablos, profetas y otros seres sobrenaturales o espirituale s
(arquetipales) nos visitan en los sueños, estados hipnagógicos,
fantasías o visiones. El universo par eciera “conspirar con
nosotros”. Se e xa lta nuestra se nsibilidad estética y
simbólica/imagina l. Me atrevería describir el ánimo
concomitante a la terra alba como el arrobamiento propio de la
posesión amorosa. La he experimentad o con algunos paciente s
y personalmente: los sueños que describo en mi libro “A nim a
mundi” son el resultado de algunos de los tránsitos por e l
blanqueamiento.
Con todo, como lo mencioné anteriormente, es una etapa
potencialmente peligrosa. Puesto qu e la tierra y la luna
coinciden durante el estadio de albedo, es decir, e n término s
…la tierra y l a
psicológicos: el ego y el inconsciente entran en directa
luna coincide n comunicación, las cosas terrenales adquieren el blanqueamiento
de lo lunático despertando sentimientos similares a las qu e
dur ante el suscitan las apariciones. Durante el blanq ueamiento entramos e n
el universo de lo fantasmagórico. Al respecto escribe Hillman:
estadio de
“Estamos e n e l ámbit o de las voces… la mente escuchándose a
albe do, es decir, sí misma, s onando e n las p rofundid ades, oyendo su naturalez a
esencial a seme janza de un coro d e voces d iscordantes,
en tér minos antifónicas, sensib les. Las almas mue rtas que nos habitan hablan,
así como lo hacen los fantasmas meciénd ose en nuestros á rbole s
psicológicos: el genealógicos y los no nacid os agrupad os en la luna. Tod o suena ;
hablan a través de nuestras voces y nos escuchamos a la vez .
ego y el
Alucinat orio ” 17
inconscie nte Por otra parte, las cosas lunáticas (psíquicas/espirituales)
adquieren la materialidad terrena y las asumimos como reales .
entran e n directa
Imaginación y fantasía se pueden llegar a confundir con la
comunic ación… realidad adquiriendo una certeza similar a todo lo tangible.
La activación d e contenidos del inc onsciente objetivo
conlleva el riesgo de una inflación. Nos sentimos elegidos por lo s

17
Ibid p.150
13
dioses (arquetipos) o receptores de profecías con las grave s
consecuencias implícitas. También podemos sufrir de un delir i o
paranoico y un estado de despersonalización dependiendo de la
fortaleza del ego. Una aguda capacidad discriminatoria resulta
imperativa durante el blanqueamiento.
Lamentablemente, los pacientes sue len abandonar e l
proceso terapéutico durante esta fase. Se sienten vigorizados y
fascinados. No hay que olvidar que la fascinación impide la
reflexión. El a lbedo es un estadio totalmente despersonalizado
y frio como la plata. El témenos terapéutico debe ser capaz de
seguir alimentado el fuego necesario para el opus. El
alma/psique blanca , no se ha reunido nu evamente con el cuerpo.
Es decir, no se ha encarnado. Estamos en el ámbito arquetipal -
el de los dioses- y no en el humano. Por ende, al “esfumarse” la
embriaguez lunar no habremos logrado la anhe lada ampliación
de la consciencia. Y es to sería el mejor de los panoramas
negativos inherentes al albedo.

Recuerdo el caso de dos pacientes quienes atravesaron el


estadio de blanqueamiento. El primero, comenzó a percibir con
nitidez la aparición de una sombra que se agazapaba detrás de
Sólo el blanco él cada que vez entraba a su casa y, la segunda, la súbit a
sensación de la presencia de un fantasmita al estilo de Gasparín,
del albe do e stá
aunque no tan amigable. Fue relevante para el curso de la terapia
referido a l a la visión de tales fantasmagorías. En el primer caso, el paciente
había negado su propia sombra y ésta se le había convertido e n
plata al química destino. Y, en el segundo, una memoria reprimida desde la
infancia había irrumpido en la consciencia: la muerte de s u
como un estado hermanito recién nacido y los sentimientos de culp a
inconscientes suscitados por el deseo de su desaparición (celos
de l a concie ncia
filiales en conjunción con el pensamiento omnipotente infanti l).
que no es algo En virtud de ello, el reconocido arquetipalista advierte: “La
negrura ha desapare cid o totalmente. En nuestra calidad d e
dado… clínicos sabemos que los riesgo s de un impulso suicida p ueden se r
mayores cuand o se sale de la depres ión y se entra en una fase
maniaca o defensiva que estand o en la melancolía p rop iamente .
Por e llo, cada blanqueamiento requiere d e una inspección clínica 18
Es relevante, aco rde a Hillman, distinguir entre el blanc o
virginal o inmaculado -como es el caso del inge nuo sueño d e

18
Ibidem p.169
14
Endimión-, del blanco resultante de las torturas violentas de la
materia, de la paciencia y del fuego inte nso. No todos los blanco s
son iguales. Sólo e l b lanco del albedo está referido a la plat a
alquímica como un estado de la conciencia que no es a lgo dado,
sino, más bien, es el resultado del trabajo que hemos realizado
sobre nuestro nigredo y de esa negrura -con el sufrimiento
concomitante - es que surge e l segundo blanco, el blanco de la
terra alba. Además del color blanco, el plateado y los objeto s
elaborados en plata, asociados con la luna, también suelen
aparecer durante esta fase ya sea en sueños, en la imaginación o
a través de una novedosa atracción por objetos de ese color en
particular o elaborados con el mencionado metal. “El plateado
también puede aparecer en el cielo: naves aéreas, formas
blancas, misiles.” 19, según Hillman esto es debido a que “ si el
elemento de aire es la base y el lugar de la vida mental, entonces
la mente está proyectando nuevas direcciones, moldeando
nuevas formas y ofreciendo especulaciones exploratorias.
Podría desear alcanzar la Luna, pero no simplemente par a
escaparse de la tierra ”

Rubedo o Iosis
La Luna ha par ido

al Sol , es decir ,
Si l as puertas de la percepción se purific asen
una nueva forma Cada cosa aparecer ía al hombre com o es, infinit a.
- Wil liam Bl ake
de consciencia

La última fase del opus alquímico es la de rubedo. El estadio


de enrojecimiento anticipa la figura emergente a partir de la
síntesis de elementos conscientes e inc onscientes. Por ello, e s
un símbolo unificador por la citrinitas o xanthosis (amarillo o
dorado): “la condición lunar … es e levad a a l a cond ición solar” .
La Luna ha parido al Sol, es decir, una nue va forma de consciencia.
El Sol, durante la rubed o representa tanto al ego como a l Si -
mismo. A difere ncia de Luna, con s u f orma siemp re cambia nte, l a
forma del Sol es de una fijeza inmutable ”.
El Sol es una imagen luminosa, cálida, armoniosa y de
apertura. Sus rayos simbolizan las influencias celesti ale s

19
Ibidem p. 163
15
[espirituales/arquetipales] y proporcionan alegría después de las
brumosas incertidumbres traídas por la Luna… El Sol nos brind a
la luz dorada, citrinitas, la vivificación de la materia. No es
posible alcanzar el estadio alquímico de r ubedo, meta del opus…
sin pasar por la transición representada por citrinitas 20 .
Durante esta fase se logra una amp liación de la consciencia:
se ha adquirido una comprensión de la existencia de un orden
superior (el Si-mismo), en virtud de ello representa la primera
manifestación de la totalidad psíquica que se aspira alcanzar
durante la fase de rubedo. Tal estado es reconocido en primer
lugar por el inconsciente por ello, nuestros sueños nos advierten
que estamos en el camino de la iluminaci ón 21 .
Imágenes tales como o bjetos amarillos o dorados (girasoles,
naranjas, joyas de oro, etc.), suelen aparecer en sueños y
fantasías durante la fase de citrinitas. Así como también, las
figuras de héroes con atributos solares e imágenes de niños o
embarazos. Pues el niño encarna n uevas potencialidades en la
persona que ha sido sometida a duras pruebas y a muertes
…las figuras de simbólicas, para transformarse en un ser humano de mayor
plenitud. Al respecto escribe Jung:
héroes con
“El “niño” pavimenta e l camino para un cambio futuro de l a
atributos personalidad. En e l proceso de individ uación anticipa la f igura
emergente a partir de la síntesis de e lement os conscientes e
solares… inconscientes. Por e llo, es un símbolo unificador de los opuestos ;
un med iad or, un p ortad or de sanación ” 22.
Al alcanzar este último estadio del opus alquímico, el verbo
se hizo carne: se ha psicologizado o p ersonalizado la vivenci a
impersonal/arquetipal propia del albedo. Jung lo describe de la
siguiente manera:
“En el estad o de “blanqueamient o” la p ersona no vive en el
sentido estricto de la palabra pu es se trata de una especie d e
estado abstracto, ideal. A fin de que cobre vida de be posee r
‘sangre’. Debe tener lo que los alquimistas denominaron e l rubedo,
el ‘enrojecimiento’ de la vida. Solo una ex periencia total de l ser e s
capaz de transf ormar este es tado ideal e n un mod o de ex istencia
comp letamente humano. La sangre de p or sí puede reanimar u n

20
Bendayan, G.(2011). Anima mundi. Editorial Pomaire . Caracas. . pp.340-341
21
cf Jung CW 14: 307
22
Ibidem 8:278
16
glorios o estado de consciencia en e l cual el ultimo resto de negrura
queda disue lto. Ya el d iablo no p oseerá una existencia autónoma,
sino que pasa a f ormar pa rte de la unid ad profund a de la psique.
Es ent onces que el opus magnum habrá f inalizado y el alma huma na
estará completame nte integrada ” 23
Con la celebración del matrimonio sagrado (coniunctio) de
los opuestos Sol- Luna.
Sol ind iget ut gallus gallina : el So l necesita de la Luna com o
el gallo de la gallina (Atalanta fugiens). La Luna volátil y
mercurial es exaltada al grado sublime del Sol para lugar una
reunión perdurable. El Sol…carece virtualmente de valor. Po r
otra parte, la Luna sin e l Sol es vil y despr eciable. Su unión con
el Sol es vi l y despreciable. Su unión con el Sol [durante e l
rubedo] otorga esplendor, fuerza y dignidad a la materia
inferior. Tal reunión se traduce en la firmeza de cuerpo y alma 24
Jung escribe al respecto:
Rubedo El creciente e nrojecimiento (rubedo)… d enota un increme nt o
del calor y luz proveniente de l Sol, es decir, de la consciencia. Est o
se corresponde con un incre mento en la participación de la
conciencia, que ahora comienza a reaccionar de manera e mociona l
a los contenid os provenie n tes del inconsciente. En un comienz o e l
proces o de integración puede vivenciarse como un conflict o
‘fogos o’. Sin embargo, grad ualmente conducir á a… la s íntesis d e
los opuest o 25.
Lo opuestos, consciente e inconsciente, se han reunido
nuevamente, en un estado superior. En otras palabras, se ha
logrado la amp liación de la consciencia mediante la integració n
dialéctica entre los contenidos conscientes e inconscientes
(función trascendente).
La conciencia ampliada ya no es aquello montón de deseo s
personales, de miedos, de esperanzas y ambiciones que siempre
deben compensar y corregir las tendencias contrarias del
inconsciente. En su lugar existe una relación con el mundo de lo s

23
Eliade, M. (2017). El vuelo mágico. Ed Siruela. Madrid. Pag 229
24
Bendayan, G.(2011). Anima mundi. Caracas: Editorial Pomaire. pp.340-341
25
Jung, C.G,. Collected Works . Sir Read, H., Fordham, M., Adler, G. and McGuire, W. (eds.)., 20
vol. Princeton: Princeton University Press (1979) 14:307
17
objetos; ella llevara al individuo hacia lo absoluto, ligándolo e n
toda su amplitu d con el mundo 26.
En la hermenéutica junguiana se corresponde con el logro d e
la totalidad o individuación.



26
Jung, C.G (1997) The Interpretations of Visions: Notes on the Seminar Given in 1930-1934. 2
vol.
18
Luis LOS JOKER: 4 VISIONES DE NUESTRO MAL DESDE LA
PSICOLOGÍA ARQUETIPAL
Bond
Hace unos cuantos años, el gran Jean-Claude Carrière
(guionista de clásicos como El discreto e ncanto de la burguesía y
Ese oscuro objet o de l deseo), declaró que la filmografía de un país
era el reflejo de su sociedad. Parafraseándolo, me atrevería a ir
más lejos y asegurar que las historias que consumimos en la
actualidad —y la forma en la que lo hacemos— son un reflejo d e
nuestra época. Vivimos en tiempos “líq uidos” (como lo exp lica
el filósofo moderno Zygmunt Bauman), donde nos diluimos por
completo en el colectivo y, en paralelo, nos hacemos más
narcisistas: el caldo de cultivo ideal para que florezca la
psicopatía. La opinión púb lica se polariz a en discursos estérile s
gracias a la corrección política, víctimas y victimarios
Director, guionista
intercambian roles al hacerse portadores de la verdad y propicia n
cacerías de brujas por doquier. En un mundo sumido en e l caos ,
y crítico de cine
no es de extrañarnos que un personaje capaz de hacer y decir lo
Profesor Universitario que muchos callan —pero que nadie se atreve a admitir— genere
una fascinación tan grande hasta e l punto de volverse un icon o
luisbond@gmail.com de la cultura pop. Por supuesto, me refiero al Joker.

Creado en 194 0 (aunque desarrollado a profundidad a partir


de los años 50), el Joker es el antagoni sta por antonomasia de
Batman. Mientras que el primero encarna la locura y el caos, el
segundo intenta imponer la racionalid ad y el orden; parece
imposible hab lar de uno sin tener en cuenta al otro. En su s
múltiples versiones, el Joker se ha esforzado en sumir a todos en
su demencia, logrando quebrar en más d e una ocasión a Batman.
A pesar de tener casi 70 años de existenc ia, en la actualidad este
terrorífico payaso nos sigue sorprendiendo más y más en cada
encarnación, transformándose en un em blema de la sombra de l
hombre moderno (caos, locura, violencia, humor retorcido y
vacío existencial).

Aprovechando el estreno de Joker en la cartelera (película


que marca un hito dentro de la historia de este icono), he
decidido revisar 4 versiones en la pa ntalla grande de este

19
personaje. Desde la psicología arquetipal, intentaré establecer
las diferencias que han hecho de cada encarnación algo especial,
usando como hilo conductor el pilar que le da cuerpo a este
emblemático payaso: su locura y la cara oculta que refleja de la
modernidad.

El ciclo de la violencia: Zeus y el complejo del poder

Nuestra primera parada comienza con la caracterización del


laureado Jack Nicholson de la mano del director de culto Ti m
Burton en Batman ( 1989). Esta versión representa uno de lo s
miedos del colectivo de la época: la indefensión frente a l pode r
de la mafia y la corrupción. Esta es una de las pocas
encarnaciones donde conocemos el origen del Joker, inclu yend o
su nombre real. En esta historia, Jack Napier asesina a los padres
de Bruce Wayne a sangre fría, hecho que —como ya es harto
conocido— marca el nacimiento de Ba tman. Tiempo después,
Jack es interceptado por su Némesis durante un robo y termina
cayendo en un tanque lleno de químicos. Gracias a esto —y una
Poderoso y mala praxis— quedó desfigurado y con la cara pintada como
payaso para siempre, transformándose en el Joker (y perdiend o
temido, Zeus la escasa cordura que le quedaba). Más allá de la exce lent e
interpretación de Nicholson (que parec e haber nacido para el
siempre impone
papel, por su histrionismo y risa perenne ), este Joker se aleja de
su justicia y su predecesor (Cesar Romero) al encarnar a un psicópata
obsesionado con ser el dueño y señor de Ciudad Gótica. Un
fulmina con su setting que le hace constelizar características oscuras del
arquetipo de Zeus que se manifiestan desde su complejo del
rayo a aquel que
poder (“Grupo de ideas emocionalmente intensas asociadas co n
lo desobe dece un act itud que trata de s ubordinar t odas las influe ncias y
experiencias a la suprema cía del ego pers onal” 27).

En la mitología griega, Zeus es el dueño y señor del Olimpo .


Se enfrentó a los titanes (que lo superaban con creces),
haciendo alianzas estratégicas con sus “tíos” rechazados. Una
vez alcanzada la paz, estableció el patriarcado, distribuyó con
sus hermanos mayores el mundo, quedándose con lo que hay
entre cielo y tierra para mandar a sus anchas. Tuvo una serie de

27
Sharp, D.; Lexicon Junguiano. Editorial Cuatro Vientos. Santiago de Chile (1997). Pag. 39
20
hijos y matrimonios para tener el control sobre muchas fuerzas
primordiales. Al igual que su padre Cronos, cuando supo que un
hijo podría destronarlo tomó medidas al respecto: devoró a su
esposa (Metis) mientras gestaba su embarazo. Tiene la habilidad
de metamorfosearse para engañar a cualquiera y obtener lo que
desea. Poderoso y temido, Zeus siempre impone su justicia y
fulmina con su rayo a aquel que lo desobedece. Está
acostumbrado a gobernar y no está dispuesto a doblegarse ante
nadie.

Motivado por su resentimiento, este Joker desea deformar a


toda Ciudad Gótica y mandar sobre ella. Por su ingenio y ausencia
total de escrúpulos, rápidamente se erige como el jefe criminal
más temido del lugar y pone en aprietos a Batman. Tomado por
el complejo del poder, este Joker nos permite acercarnos a l
concepto del psicópata del tipo paranoide con “necesidades de
dominio y sujeción. Desconfiad o y suspicaz acude a la
manip ulación y al engaño, a la persuas ió n, la intriga y el cá lcul o
Tomado por el para lograr sus propós itos (…) en la psicopat ía hay una
incapacidad moral p ara sentir culpa, por lo cual se presenta l a
complejo del
seguridad y confianza en sí mismo. Una inf lación t itánica de l
poder, e ste Joker ego” 28. Gracias a esta patología, la sob erbia nubló su juicio ,
haciéndole perder función de realidad en su confrontación fina l
nos permite contra Batman, costándole la vida (curiosamente, cayendo desde
lo alto de una catedral, metáfora de esa Némesis que le deparó
acercarnos al
su ego inflado y alienado).
concepto del
La destrucció n del status quo: el anarquista y el jueg o
psicópata del tipo especular de Hermes

paranoide
Hablar del Joker que personificó Heath Ledger en The Dar k
Knight (2008) es una tarea complicada por toda la leyenda que
gira alrededor de él. Más allá de representar el cenit de la trilogía
de Batman de Christopher Nolan ( uno de los cineasta s
contemporáneos más aclamados por el público), su
interpretación —que dejó a todos boquiabiertos— le terminó
costando la vida. Oscar póstumo y demá s honores lo ensalzaro n

28
Villalobos, M. Hilaturas, Hebras Arquetipales 2. Editoral Tiqué. Caracas, Venezuela (2010).
Pág. 76
21
en la cultura popular como “el mejor Joker de la historia”.
Marcando una distancia enorme con el histrionismo d e
Nicholson, Ledger le da vida a un antagonista más real. Este
Joker se aleja muchísimo del tono “caricaturesco” de sus
predecesores cambiando los “quími cos fantasiosos” p o r
maquillaje resquebrajado que el personaje se coloca para tapar
unas aterradoras cicatrices cuyo origen jamás descubrimos.
Mientras que Nicholson o Romero trabajaban con varios
secuaces bajo su mando y con objetivos definidos, en la otra
antípoda, Ledger trabaja solo, sembrando la destrucción por
doquier, encarnando uno de los ma yores miedos del mund o
moderno: el terrorismo.

Lo que más nos cautiva de este Joker es su inteligencia y


perversidad. Al no tener orígenes definidos, representa un
misterio que nos atrapa. Parece hijo del mismo caos que encarna:
sin fecha de comienzo ni fin, acechando en cada esquina.
Curiosamente, este Joker no busca matar a Batman, solo desea
quebrarlo psíquica y moralmente para demostrarle que ambos
son dos caras de la misma moneda. Sumiendo en la anarquía a
Parece hijo del mismo Ciudad Gótica, pero generando una fascinación inexplicable e n
el público, este personaje nos sirve para ilustrar e l concepto de
caos que encarna… la zona de inferiorid ad psicopática. La psiquiatra y analist a
Jungiana Magaly Villalobos, define esta área como ”un sector
oscuro y desconocido de la pe rsonalidad en el que el a lma n o
funciona a pesar de las muchas otras virtudes y cualidade s
positivas que puedan tener las pers onas o cole ctividades, un a
especie de vacío o fa lta que produce un es tado de posesión cuand o
entramos bajo su inf lujo” 29. Es así c omo las artimañas e
inteligencia de un psicópata como el Jo ker nos obnubi lan hast a
el punto de admirarlo en algunos mome ntos de la historia.

Evadiendo el enfrentamiento cuerpo a cuerpo con Batman,


con un verbo incendiario y una capacidad casi oracular para
predecir los movimientos de sus enemi gos, este Joker conste liza
características del arquetipo de Hermes. En la mitología est e
Dios es venerado como la deidad de los ladrones y comerciantes,
mostrándose como ambiguo, amigable y amoral. Es rápido en su s

29
Ibidem Pág. 77
22
movimientos y pensamientos, evasivo e inclasificable: no tiene
centro, está en todos lados y a l mismo tiempo. Encantador y
cínico, maestro del engaño y las i lusi ones. Es escurridizo y
mentiroso, maneja la retórica a su antoj o. En su boca, la verdad
y la mentira se desdibujan, puede seducir a cualquiera para
embaucarlo y salirse con la suya. Es imposible adivinar sus plane s
ni conocer sus motivaciones. Para él no hay verdades absolutas,
la realidad es maleable en sus manos. Genera conexiones e
intercambios que parecen imposibles. Cada vez que corre
peligro, le da la vue lta a la si tuación para salir bien librado, e s
imposible de atrapar.

Gracias a su configuración arquetipal, este Joker establece


una dinámica casi lúdica con Batman: jugando al gato y a l ratón,
colocándole trampas y pruebas para engañarlo en tod o
momento. De hecho, toda la trama de la película es conducida
por él gracias a los di lemas perversos q ue crea y las vueltas d e
tuerca que se desprenden de ellos. Desde el robo que nos lo
presenta en la historia, las ejecuciones públicas para que Bruce
revele su identidad secreta, el secuestro de Rachel y Harvey Dent
A difere ncia de (e intercambiarlos de sitio cuando Batman eligiera a quien iba a
salvar), el Setting de colocar a los civiles y presos a juzgarse
sus antecesores,
entre ellos, hasta “crear” a Dos Caras al manipular la psiqu e
este Joker no resquebrajada de su propia víctima. Elementos que revelan s u
naturaleza titánica: “Una mentalid ad que debe ser califica da ,
persigue un fin incuestionableme nte, como titánica implica toda clase d e
estratagemas, desde la mentira hasta la ideación de las má s
último, posee un
geniales invenciones, aun cuand o éstas siempre denotan un a
gran vacío, carencia e n e l mod o de vida de l e mbaucador” 30.

carente de al ma y A diferencia de sus antecesores, este Joker no persigue u n


fin último, posee un gran vacío, carente de alma y fantasías, solo
fantasías
funciona como imagen especular de Batman y en función a él. Al
final, termina de cabeza, capturado por su Némesis y
trastocando la visión del mundo de todos. Como cualquier titán
—imposible de frenar—, logra su cometido al destruir la imagen
pública del hombre murciélago, asesinando a su amor platónico
y al hombre que podía reconstruir Ciudad Gótica, sumiendo a

30
Kerenyi, K; Los dioses griegos. Monte Ávila Editores. Caracas, Venezuela (1997). Pág. 37
23
Bruce en una profunda depresión que lo llevó a colgar la capa
durante años.

El vampiro psíquico: el rapto de Core, Narciso y su Eco

De toda la lista, sin duda alguna, el bemol es el Joker de Jared


Leto en la fallida Suicide Squad (2016). Para ser justos, debemos
ponerlo en contexto. Dejando a un lado las expectativas del
público al enfrentarse a la leyenda de Ledger (lo cual no
representa un problema, al ser Leto un grandioso actor), el talón
de Aquiles de esta versión fue el poco desarrollo de su personaje
en pantalla y las expectativas que se generaron alrededor de él
(vendiéndolo en lo s trailers como pieza clave de la película) .
Hasta la fecha, en todos los largometrajes de Batman donde el
Joker aparecía como antagonista éste era el único al que s e
enfrentaba el hombre murciélago, dándole a los gui onistas la
posibilidad de explorarlo a fondo. Por si fuera poco, Leto
encarna a un Joker que es un personaje secundario y que termina
Omitie ndo sus completamente opacado por Harley Quinn ( la verdadera
protagonista de la historia junto con De adshot).
evide ntes

desequilibrios A pesar de su breve aparición, este Joker nos permit e


entrever en su dinámica con su pareja características
mentales, esta arquetipales bastante interesantes. Al principio, se nos present a
a Harley Quinn como la psiquiatra del Joker, conste lizand o
versión de Joker características del arquetipo de Core ( la doncella, carente de
se muestr a como malicia, fácilmente manipulab le y con un comp let o
desconocimiento de lo oscuro). Frente a ella, su paciente fung e
un narcisista que como una suerte de Hades (Dios del i nframundo, misterioso ,
violento y deseoso de raptarla para transformarla en su esposa
establece una oscura). Es gracias a esta “simetría” q ue la psiquiatra se deja
relación manipular por su paciente, enamorándose perdidamente de él,
seducida por su sombra y entregándose a una relación prohibida
patológica con con una pasión intensa (donde la inmine ncia de una tragedia los
une, una dinámica que es experimentada por Harley Quinn co m o
Harley Quinn las fuerzas Eros-Thanatos).

Omitiendo sus evidentes desequilibrios mentales, esta


versión de Joker se muestra como un narcisista que establece
una relación patológica con Harley Quinn. Según los mito s
24
griegos, Narciso era un joven tan apuesto que era cortejado por
todo el mundo, pero nadie conseguía co nquistarlo. La ninfa Ec o
se enamoró perdidamente de él y llamó su atención repitiendo -
-como una caja de resonancia- todo lo qu e el joven decía. Narciso
se entregó a la delicia de escucharse, pero al descubrir que era
la ninfa quien replicaba su voz la despr eció. Eco se marchitó y
quedó condenada a ser un “eco” mientras que Narciso, tiempo
después, se descubrió en el reflejo del agua, enamorándose
perdidamente de sí mismo, hasta el punto de caer en el río y
morir ahogado.

Como nos lo muestra el mito, este Joker representa bastante


bien lo que podríamos llamar una personalidad narcisista
(alguien con una sobrevaloración tan alta de sí mismo que se
desconecta por completo del otro). Este tipo de egos tan
inflados, atraen a egos débiles haciendo que sus parejas
constelicen a una “Eco” que vive en función de alabarlos. En
Suicide Squad lo vemos c laramente cuando el Joker le exige a
Harley Quinn que debe transformarse en una versión femenina
de él. Es así como la joven accede a ser sometida a electroshocks
y que la arrojen a los químicos que cr earon al Joker para así
Como nos lo transformarse en una copia fidedigna de su amado. Como lo dice
la doctora Villalobos: “un rasgo narcis ista, es la impos ibilidad d e
muestra el mito,
sentir algo que les sea ajeno (…) El narcisismo no tie ne alma. El
este Joker alma se reduce a un eco de nuestros pe nsamient os, Narcis o no
responde o lo hace d istors ionadamente p orque tamp oco capta l o
representa exterior, vive, para un eros propio, el alma e ncerrada en s í
misma” 31. Joker y Harley Quinn, ensalzados por la cultura pop
bastante bie n lo
como una pareja “cool”, sirven como reflejo de algunas
que podríamos dinámicas “tóxicas” que abundan en la modernidad. Modelos de
dependencia cada vez más normalizados por el mundo 2.0, dond e
llamar una “Narcisos y Ecos” parecen sacados del mismo molde física y
psíquicamente. Aunque al fina l de Suicid e Squad e l Joker y Harle y
personal idad
Quinn terminan ju ntos “para siempre”, sabemos —gracias a lo s
narcisista adelantos de Birds of Prey— que la dinámica patológica entre
ambos se terminó.

31
Villalobos, M; Hilaturas, Hebras Arquetipales 2. Editoral Tiqué. Caracas, Venezuela (2010).
Pág. 47
25
El chivo expiatorio: la sombra del colectivo y Hefesto

El Joker de Phoenix marca un punto y aparte en esta lista.


Más allá de lo obvio (no es una película de Batman donde funge
como antagonista y es u n trabajo insp irado libremente en e l
personaje de DC) esta encarnación tiene unos orígenes
completamente diferentes a sus predecesores. Lejos de ser u n
tipo brillante, narcisista y titánico, este Joker da vida a uno de
los mayores —y más comunes— terror es de la actualidad: el
miedo a ser marginado.

Joker (2019) nos presenta a Arthur Fleck. Un cuarentón


desaliñado con una serie de patologías que van desde la
bipolaridad, pasando por esquizofrenia hasta la “epi lepsi a
gelástica” (condición que le genera episodios de risas
incontrolables y do lorosos). Con u n tr abajo como payaso ma l
remunerado, abandonado por el sistema de salud y execrado por
la sociedad, Arthur vive en condiciones paupérrimas con s u
madre enferma (física y mentalmente) en una Ciudad Gótica
sucia, violenta y corrupta a todo nive l. A pesar de esto, nuestro
A difere ncia de protagonista sueña con ser un comediante famoso y tener la
aprobación del colectivo.
sus

predecesores, A diferencia de sus predecesores, Arthur pareciera tener


capacidad de conectar con otros. De hecho, cada vez que se
Arthur acerca a alguien lo hace buscando amor: desea salir con su
vecina, juguetea con los niños pequeños en el transport e
pareciera tener público, quiere hacer feliz a la ge nte con su trabajo, le demuestr a
capacidad de afecto a su compañero enano (el único personaje que le
demostró empatía al ser un “freak” y marginado como él) y
conectar con proyecta su figura paterna ausente en el conductor del Tal k
Show que ve en las noches —imaginando que recibe cariño y
otros validación de él. Lastimosamente, las patologías que sufre e l
protagonista sumado a su incapacidad de socializar y su co ntext o
social transforman sus fantasías en delir ios irrealizables.

La historia comienza a avanzar y poco a poco Arthur va


perdiendo los pocos víncu los emoci onales que poseía, la
posibilidad de adquirir medicamentos para su condición y, con
todo eso, su función de realidad: lo despiden del trabajo,
26
descubre una espantosa verdad sobre sus orígenes, revive
traumas de su niñez, comete un crimen en defensa propia y e s
rechazado por las pocas personas que lo apreciaban. Esto,
sumado a una ciudad a punto de un estallido social azuzado por
una lucha de clases y políticas ineficie ntes, lleva a Arthur po r
derroteros muy oscuros, arrastrándolo a un espiral de locura y
violencia, transformándolo en una encarnación del Joker que,
hasta la fecha, ni siquiera podíamos imaginar.

Con su andar encorvado, su actitud introvertida y su


deformidad física y psíquica, Arthur Fle ck consteliza e lemento s
del arquetipo de Hefesto (Dios de los artesanos y la única deidad
fea del Olimpo). Rechazado por su padre Zeus y su madre Hera,
es arrojado a la tierra cuando era pequeño, causándole una
cojera perenne convirtiéndose en e l hazmerreír de todos. Su
relación con lo femenino es compleja —técnicamente
inexistente—, no sabe lidiar con su anima ni expresar lo que
siente de forma fluida. Contiene dentro de sí una gran violenci a
y sed de venganza, haciéndolo un volcán a punto de estallar. No
obstante, Hefesto resarce sus carencias a través de su trabajo en
la forja, concediéndole un lugar úti l en e l panteón griego… ¿qu é
pasaría si alguien tomado por este arquetipo no tuviese es a
Este Joker se nos
capacidad de compensación y contención en la labor que hace ?
presenta como un La respuesta nos la da Joke r.

ser humano Arthur Fleck carece por completo de propósito,


deambulando en la historia presa de su locura, pasando de
dañado: alguien
víctima a victimario, desatando a su paso muerte y destrucció n
tan real que sin siquiera tener conciencia de ello. Este Joker se nos presenta
como un ser humano dañado: alguien tan real que podríamos
podríamos conseguirlo en cualquier esquina, un reflejo de nuestra sociedad
desalmada, despojando al personaje de cualquier reminiscencia
conseguirlo e n
que pudiese tener del mundo del cómic. Arthur es la viva imagen
cualquier esquina de la cara oculta del colectivo, exponiendo su sombra: “la
experiencia arquetipal del ot ro, quien por raro o desconocido
siempre es sospechos o. Es la necesidad arquetipal de un chiv o
expiatorio, de alguien a quie n culp ar y atacar, para as í
reivind icarnos y justificarnos a nos otros mismos, es la experiencia
arquetipal de l ene migo, la culpa que siempre se atribuye al otro y a
que nosotros estamos bajo la ilus ión de autoconocernos y, por l o
27
tanto, de afrontar adecuadame nte nuestros proble mas. Es decir,
que en la medida en que yo tengo que ser “correcto y bueno”, é l,
ella o e llos se convierten en los p ortad ore s de tod o lo “malo” que
no logro reconocer dentro de mí” 32

El radicalismo, la verborrea de los po líticos, el bombardeo de


los medios de comunicación, la ausencia de empatía y el crimen
El resul tado e s ver desmedido nos confrontan con nuestro día a día a través de los
ojos del Joker. El payaso, lejos de agitar a las masas, nace de
desnudos e n ellas, de la demencia y perversión latente en cada esquina,
transformándose en el chivo expiatori o de nuestros terrores .
pantalla los
Todo esto contado a través de una narración fragmentada
miedos del hombre donde, al igual que su protagonista, nos perdemos entre la
realidad y la fantasía, la locura y la violencia, el caos y la
contempor áneo ingenuidad mientras más nos adentramos en la psique de Arthur.
El resu ltado es ver desnudos en pantalla los miedos del hombr e
con una crudeza
contemporáneo con una crudeza que nos sacude, Joker nos pone
que nos sacude frente al “mal” del que nos hablan Zygmunt Bauman y Leonida s
Donskis: “hay algo nue vo e n e l tip o de maldad que caracteriz a
nuestro mund o contemporáne o líquido- moderno. El mal se h a
vuelt o más pe netrante, me nos visible, se oculta e n e l te jid o mismo
de la convive ncia huma na y en e l curs o de su rutina y reproducción
cotid iana. En s u forma presente, el ma l es d ifícil de detectar,
desenmascarar y resistir. Nos seduce por su ordinariez y lue go
salta sin pre vio aviso, golpeand o aparentemente a l azar. El
resultad o es un mund o social que es comparable a un camp o
minad o: sabemos que está lleno de explos ivos y que la s
explosiones ocurrirán tarde o temprano, pero no tenemos ni ide a
de cuándo ni d ónde ocurrirán. 33”

Este “mal” del que hablamos se mater ializa en la película


como las patologías que sufre su protagonista y la reacción del
colectivo frente a ellas. Como bien lo dice Arthur Fleck “la pe or
parte de tener una enfe rmedad mental es que la gente espera que
te comp ortes como s i no la tuvieses”, frase dolorosa al ver cómo
el personaje se pierde en la locura al no poder “encajar” en la
sociedad. La doctora Villalobos se refie re a la psicopatía como

32
Villalobos, M. La dupla Victima-Victimario. Editoral Tiqué. Caracas, Venezuela (2017)
33
Bauman, Z. - Donksis, L. Maldad líquida. Editorial Paidós. España (2019)
28
“la viva expresión de algunas pers onas que no tie nen nada por
dentro. Tod o proviene de afuera, prestad o (…) en este mimetism o
del mundo exterior, la personalidad psicopática o e l comp onent e
psicopát ico se adapta a l event o que se le p resente. Tod o
necesitamos cie rto grad o de mimetismo y quizás p or es o la
naturaleza nos d otó de é l 34”. Lastimosamente, Arthur ni siquier a
puede ser un psicópata funcional, no logra mimetizarse con su
entorno ni “aprender” a actuar como alguien “normal”. Los
resultados infructíferos de esta búsqueda solo terminan po r
marginarlo más y más. Al finalizar la película, el público lo
juzgará desde el rechazo o la lásti ma, pero lo ú nico innegab le e s
que Joker nos confronta con nuestros miedos. Como termina
Villalobos el ensayo antes citado: “Hacer contact o con nuestra
psicopat ía nos fue rza a mirar la ingenuidad de nuestra image n de l
ser humano y de l progreso, imagen que t iene también una fuert e
influencia e n la psicología mode rna (…) expeler la arrogancia d e
nuestras expectativas de l paraís o, nos confronta con el monstru o
Arthur ni en y ce rca de nosot ros. Aceptar esta monstruosidad y la de otros
siquiera p uede es tal vez una tarea de Eros (conexió n)” 35.

ser un psicópata El mito de Sís ifo y el ete rno reto rno del payaso a l a
modernidad
funcional , no

logra Gracias a sus múltiples encarnaciones, arquetipos y


complejos, el J oker será por siempre u n espejo donde podremos
mimetizar se con observar nuestra locura. Vivimos tiempos donde —cada vez
más— la sociedad normaliza la patologí a en la rutina del día a
su entorno ni día. Nos hemos acostumbrados a vivir como titanes ,
desconectados del otro y de nuestra alma. Desde esta ausencia
“aprender” a
de Eros, no es de extrañarnos que el colectivo sienta tant a
actuar como afinidad por personajes ególatras y titánicos. Monstruos
encantadores e inteligentes que siempre se salen con la suya y
alguien “nor mal que encarnan la fantasía del mundo moderno. En su ensayo
Conciencia de f racaso, Rafael López Pe draza (arquetipalista y
profesor de mitología de la UCV) nos habla acerca de la
civilización occidental y su obsesión por el éxito: “Demandamos

34
Villalobos, Magaly - El alma desierta. El desalmado. El arquetipo del inválido. Editoral Tiqué.
Caracas, Venezuela (2017)
35
Ibidem
29
triunf o y esta demanda es tan imperiosa que debe triunfar cueste
lo que cueste, saltand o las barreras que haya que saltar (…) e l
triunf o está dispuesto a convert irse en cons igna y automatism o
psíquico que deviene en comple jo autónomo” 36. Cersei Lannister ,
Frank Underwood, Walter White, Hannibal Lecter y, por
supuesto, el Joker, son algu nos de los no mbres podemos asociar
a esta última frase.

Cada encarnación del Joker desnuda a la sociedad, exponiendo


aquello que no desea ver, algo importa ntísimo pues Lopez nos
recuerda que el Titán, a diferencia del Arquetipo, no posee imágenes.
“Encadenar al t itán e qu ivale a reflexionar sobre nuestra nat uralez a
titán ica. Se trata de una tarea que debe rea lizarse n o sol o una vez; el
encadenamien to debe ser const ante porque es neces ario refrenar es a
parte aceleradamente t itán ica de nuestra n aturaleza, a la cu al es cas i
imposible condu cir hacia la re flexión ” 37. El teórico y script-doctor
Robert Mckee, cuando le preguntaron por el futuro del storytellin g
en la modernidad respondió en una entrevista hace un par de años:
“he estad o ob servando que las películas es tán mirand o h acia el lad o
más os curo de la vida (…) y, s i lo analizamos , nos darem os cuenta qu e
Ellos nos ésta es la dirección que s igue el mundo ”. Es por eso que, aunque
parezca paradójico, debemos agradecer la labor de los Jokers e n
obligan a mir ar pantalla. Ellos nos obligan a mirar al abismo y confrontarnos con él,
solo así podremos dar forma a nuestros demonios para integrarlos y
al abismo y
tener la posibilidad de llevar luz a nuestras zo nas oscuras. Quisier a
terminar este ensayo con una cita de la autobiografía de Jung 38,
confrontar nos
esperando que esta resuene con el alma del lector: "Mi propio
con él… con ocimient o es el ún ico y el m áx imo tesoro que p oseo. C ierto que e s
inf initamente peque ño y fr ágil frente al pode r de las tin ieblas, pero un a
luz al fin y al cab o, m i prop ia lu z” -



36
López Pedraza, R.; Ansiedad Cultural. Ed. Festina Lente. Caracas, Venezuela (2000). Pág. 42
37
Ibidem Pág. 20
38
Jung, C.G. Recuerdos, sueños y pensamientos. Ed Seix Barral. Barcelona (2001)
30
LA MALDAD. UNA APROXIMACIÓN ARQUETIPAL
Carolina
Chirinos ¡Hoy me levanto como de costumbre muy temprano y m e
asomo a la ventana de mi cuarto a contemplar el amanecer del
día y la inmensidad del paisaje que me regala Dios en esos breve s
minutos, ¡ver los colores del alba, parejas de guacamayas surcar
ese pedazo de cielo que veo, y algunos pájaros y guacharacas
parloteando desde muy temprano! El ritual que día a día me
inspira, ¡me da fuerza, e speranza y energía para apropiarme del
hacer cotidiano, el cual se hace cada vez más cuesta arriba en
esta Venezuela mía! Hoy, a diferencia de otros días, nada de ello
contempla mi vista, solo una gris y espesa neblina que se
apoderaba de mi espacio sagrad o, ¡me aturdí! Me tomo de
sorpresa y una tristeza se adueñó de mi ser. ¿Qué está pasando?
¿Por qué esta neblina? Si estoy e n p leno verano, con amaneceres
Psicólogo UCAB nítidos y brillantes, con una brisa cálida mañanera, con una
Maestría Desarrollo
claridad que deslumbra mi vista, ¿será qu e esto también me lo
Humano UCAB
van a quitar, como tantas otras cosas que me han arrebatado?
Dra Ciencias Sociales UCV
Y en cosa de segundos evoco en mi pensamiento la palabra
Coach Ontológico ¡Nada! Si, la ¡Nada!, ¡la Nada! ¡De la película de La Historia sin
fin!! Y me digo a mi misma: la Nada es la Maldad, la Maldad
Psicoterapeuta Gestalt existe, la Nada es la Maldad.
Analista Junguiana SVAJ
Este recuerdo me llevó a buscar apresuradamente la película,
Miembro IAAP
dentro de la colección de las películas preferidas de mis hijos
Docente, analista y cuando eran pequeños y verla nuevamente. ¡Entro en mí,
psicoterapeuta emoción, curiosidad, interés, como s i de un oráculo se tratara
que me daría respuesta a esta epifanía que había tenido y a l
Carolinachirinosangel@gmail.
com oscuro sentimiento que atrapó mi ser!

La película en cuestión es la Historia sin Fin, basada en el


libro Historia Interminab le (1979), del autor alemán Michae l
Enden (197 9). Dirigida por Wolfgang Petersen (1984).

La historia comienza con u n ni ño del mundo real, Sebastián


huérfano de madre y solitario, que entra a una tienda de libros
viejos, para esconderse de unos niños de su clase, que lo
persiguen constantemente hasta tirarlo dentro de un

31
contenedor de basura, después de agredirlo y burlarse de él. En
la tienda, Sebastián le cuenta al viejo librero lo sucedido,
iniciándose una charla entre ellos. Sebastián se percata de la
lectura que está haciendo el viejo de un libr o que tiene en sus
manos y el cual encubre sigilosamente ante la mirada del niño.
… el bien y el mal,
Sebastián le pregunta sobre el libro y el viejo le responde de
la mal dad y l a
forma terminante que ese libro no es par a él. Aprovechando una
bondad, la llamada telefónica que recibe el librero, Sebast ián, tomado por
la curiosidad, se lleva el libro furtivamente: La Historia
esperanz a y l a Interminable, el cual le llama la atención a causa de su llam ativo
aspecto, con el Áuryn 39 en la portada.
desesper anz a
Sebastián escondido en una bohardilla inicia la lectura del
misterioso libro que narra la hi storia de Fantasía, y para quien la
historia se torna cada vez más real.

Esa historia comienza con un mundo, Fantasía, que poco a


poco está desapareciendo. Que hay una especie de Nada, que
crece a cada instante, que lo está destruyendo todo y est á
sucediendo en todas partes, poniendo a Fantasía en peligro d e
desaparecer. Todos esperan impacientes de la Emperatriz
infantil su ayuda, pero la Emperatriz sufre una morta l
enfermedad, parece que existe una misteriosa relación entre s u
enfermedad y la Nada y morirá. Sin embargo, existe una
esperanza, buscar en la planicie purp ura, donde habitan lo s
cazadores de búfalos purpuras, un guerrero que puede luchar
contra la Nada y podría salvar a la Emperatriz, su nombre Atreyu
quien lle vara con él la espe ranza de toda Fantasía. Su valentía le
llevara a los lugares más insondables, oscuros y amenazadores
donde enfrentara todo tipo de peligros y hazañas en busca de la
cura para la Emperatriz y la salvación de Fantasía. La cura de la
Emperatriz estará cuando un niño humano le dé un nombre.

El tema que nos trae la pelícu la La Hi storia sin Fin, es e l


enfrentamiento sostenido de dos fuerzas ancestrales de la vid a
en constante oposición que yacen en el arquetipo de la sombra,
ya sea esta individual o colectiva: el bien y el ma l, la ma ldad y la
bondad, la esperanza y la desesperanza. Estos aspectos en s u

39
Talismán fantástico, representa el Poder Divino
32
fuerte carga oscura y destructiva es un fenómeno anímico socia l
que repetidamente ha estado presente en la historia de la s
civilizaciones del mundo y su aparecer n unca deja de
…la sombra asombrarnos y enfrentarnos ante nuestra propia mirada de la
potencialidad que tenemos como seres humanos para engendrar
personal , que l a
el mal.
llevamos todos con
El camino que abordare en este ensayo para intentar u n
nuestros deseos acercamiento reflexivo a las imágenes que nos trae el relato ,
tomará la vía simbólica, siguiendo el camino de la psicología
reprimidos, analítica. El símbolo, como nos dice C. G. Jung representa algo
vago, desconocido y misterioso, que muestra y oculta a la vez, y
frustr aciones,
que se constituye como una notable forma de expresión de
miedos, realidades anímicas parcialmente intuidas 40

resentimie ntos, En este sentido abordaremos la maldad como un aspect o


polar de la diada maldad - bondad presente ineludiblement e
egoísmos, envidia cuando hablamos de la sombra.

y motivaciones Jung diferenció en su arquetipo de la sombra dos niveles, la


primera es la sombra personal, que la llevamos todos con
morales inferiores
nuestros deseos reprimidos, frustraciones, miedos,
resentimientos, egoísmos, envidia y motivaciones morales
inferiores, etc. Sin embargo, también estaría un segundo nivel,
la que Jung llamo sombra colectiva, que ap arece como arquetipo
“es un fenómeno de masas que hace que naciones enteras se
vean poseídas por la fuerza arquetípica del mal. Esto puede
explicarse por un proceso inconsciente denominado
particip ation mystique, un proceso mediante el cual lo s
individuos o los grupos se identifican emocionalmente con u n
objeto, una persona o una idea y dejan de lado cualquier tipo de
razonamiento lógico o moral. Este fenómeno colectivo es el que
sustenta la identificación con una ideología o un líder que da
cauce de expresión a los miedos o sentimientos de inferioridad
de toda una colectividad. A menudo esta situación asume formas
colectivas fanáticas y da lugar a fenómenos tales como la
persecución religiosa, política, intolerancia racial y de clases
sociales, fenómeno del chivo e xpiatorio, la caza de brujas o e l

40
JUNG, Carlos Gustavo (1976). El hombre y sus símbolos. Biblioteca Universal Contemporánea.
Barcelona
33
odio genocida. De este modo, cuando la sombra reprimida por
toda una sociedad se proyecta sobre una minoría se activa
considerablemente el potencial para el mal de esa colectividad”
(…) “los pocos que no quedan at rapados en tal fenómeno
masivo de participat ion mystique corren el peligro de convertirs e
La Nada simboliza
en víctimas de él” 41
la disol ución, la
El lado oscuro, la maldad, asume numerosos disfraces, la
desinte gración, l a Nada es uno de ellos que ayudada por la presencia de Gmorr
quien está a su servicio, va destruyendo Fantasía. La Nada
muerte , l as fuerzas simboliza la disolución, la desintegración, la muerte, las fuerzas
del mal que se alimentan y nutren e n generar carencia de
del mal que se
imaginación en los seres humanos del mundo real, suscitando
alime ntan y nutren que éstos ya no crean, no sientan, no sueñ en, solo sufran
dejando la esperanza a un lado. Esto lo podemos ver cuand o
en ge nerar c arencia observamos que la ma ldad humana como sombra colectiva, no s
ha atrapado, exigiendo y demandando todo el tiempo nuestra
de imaginación en
atención a resolver constantemente las dificultades básicas del
los seres humanos vivir inmediato: la falta de luz, agua, med icinas, salud, seguridad,
educación, gente deambulando por las calles en busca d e
del mundo re al … conseguir algo, lo que sea para comer, no importa si es de un
camión de basura o de los desechos que quedan atrapados en las
bolsas de basura de un restaurante, un edificio o una casa. Niños
recién nacidos o personas mayores, abandonados en alguna calle
del país o muertos entre bolsas y mator rales o muriendo en lo s
hospitales.

Calles, autopistas, edificios, casas, centros comerciales ,


bancos, escuelas, hospitales, morgues, ciudades enteras
arropadas de una oscuridad absoluta y una sequedad del líquido
vital: el agua, por horas, días, ¡semanas!

Esta ideología del siglo XXI en que nos han secuestrado y


atrapado, nos ha forzado a ser tes tigos y actores de este
dantesco espectáculo. No hay modo de eludir el espantoso y
sombrío fantasma del fracaso de un país, ante la imposición d e
un modelo político -ideológico que se ha sustentado en la
corrupción, en pervertir la misión de las i nstitucion es del Estado ,

41
C.G. Jung, J. Campbell, K. Wilber, y otros. Encuentro con la Sombra. El poder del lado oscuro
de la naturaleza humana (1993). Editorial Kairos Numancia, 117-121 08029 Barcelona
34
el fanatismo, la mentira, e l miedo, la pob reza, la dependencia de
un pueblo que se le ha llevado a la humi llación y a la ignominia .
De este modo, vivimos paradojas que nos hacen vivir situaciones
que se hacen difíciles de entender, donde mu chas personas o
grupos viven los beneficios de esta ideología, y otras so n
arrastradas por los estragos de la misma.

La Nada en Fantasía, al igual que este país, se nutre del


pesimismo de la humanidad, la apatía, la desesperanza, la
pérdida de la imaginaci ón, es decir del i nstinto creador, lo cual,
en cierto sentido, nos conduce a la muerte. Jung nos dice en
referencia a este instinto que en él radica la fuerza que tiene e l
La Nada en
hombre para crear algo nuevo.
Fantasía, al igual
Hoy en día vivimos una realidad de país en la cual est amo s
que este país, se abrumados por las noticias radiales, televisivas, por las redes
sociales, por las imágenes que nos llegan, por las experiencias a
nutre del la que nos enfrentamos día a día, los q ue aún creemos en este
país donde colisionamos cara a cara con los aspectos má s
pesimismo de l a
tenebrosos de nuestra naturaleza humana.
humanidad, l a
Los mensajes, imágenes e historias que recibimos a diario a
apatía, l a través de las redes sociales, que se han convertido en un testigo
activo-hablante de todo lo que vivimos diariamente nos pone
desesper anz a, l a inevitablemente a ver, conocer, sentir, pensar y actuar ante las
consecuencias de la sombra colectiva. Venezuela se ha
pérdida de l a
convertido hoy, en un país re conocido nacional e
imaginación… internacionalmente, como el escenario activo y dinámico de la
sombra colectiva a diferencia de épocas anteriores que ér amos
reconocidos por ser un país pujante, de avanzada y de referencia
de progreso en Latinoamérica y el Caribe, de impresionantes
bellezas naturales, por nuestro petróleo, por nuestro gentilici o
y por nuestras mujeres bellas!! Nuevamente entramos en lo s
aspectos duales de la vida: Luz y Sombra.

En la película encontramos un i nteresante y reflexivo dialogo


entre Atreyu, el guerrero y Gmorr, el lobo, la criatura de las
tinieblas:

Atreyu: ¿Quién eres realmente?

35
Gmorr: yo soy parte del poder que fortalece a la Nada

Atreyu: ¿por qué Fantasía está muriendo?

Gmorr: Porque los humanos están perdiendo sus esperanzas


y olvidando sus sueños, así es como la nada se ha vuelto más
fuerte
Dar un nuevo
Atreyu: ¿Qué es la nada?
nombre nos
Gmorr: La nada es el vacío que queda, la desolación que
introduce e n el destruye este mundo
orden psíquico Atreyu: ¿Por qué?
simbólico, donde
Gmorr: Porque el hombre sin esperanza es fácil de controlar
emerge el y aquel que tenga el control tendrá el poder.

nacimiento o el El diálogo anterior nos muestra que el antídoto frente al mal


es la esperanza, solo ella movi liza la posi bilidad de enfrentarla y
renacimiento de neutralizarla. Ello queda plasmado en la s palabras que Atreyu le
dirige a Artax, el caballo b lanco, que le acompaña cuando se
una nueva vida, de
queda atrapado en el pantano de la tristeza y la desesperanza:
crear una nueva “No permitas que se apodere de tu corazón la tristez a, si no t e
mueves morirás, pelea por tu vida, no desistas, no te entregues”.
historia
La película también nos presenta a Seb astián, el niño hu mano
que tiene como responsabilidad salvar a la Emperatriz de la
extraña enfermedad que le aqueja, cuando éste le dé un nu evo
nombre.

Dar un nuevo nombre nos introduce en el orden psíquico


simbólico, donde emerge el nacimiento o el renacimiento de una
nueva vida, de crear una nueva historia, de tener una nueva
oportunidad, luego de pasar por una etapa deplorable, que no s
lleva a un proceso de morir para renacer. Este nuevo
renacimiento implica, la muerte de una ideología que sustenta
un régimen agotado y desafortunado, que exige la cesión de la
negligencia que emana de u n estado y su ideología política qu e
ha subyugado y paralizado la potencialidad de las capacidades
de un pueblo, manteniéndose disociado de las realidades y
necesidades de este.

36
Es salir de un estado paternalista, que ha paralizado el
desarrollo y crecimiento de un país y sus recursos humanos,
geográficos, mate riales, económicos, espirituales, morales,
educativos, etc. Y luego está, que este nuevo renacer nos lleve a
conjugar, el aprendizaje de las experiencias y vivencias que se
han tenido con la i ntención de que c ada habitante de esta
geografía, sea capaz de r eflexionar y aprender de sus errores,
desaciertos y sombras para encaminarnos a una existencia más
adulta, madura y responsable en la cual, cada ciudadano asuma
un sentido de compromiso individual ante sus acciones
conscientes, y de sus efectos y repercusi ones, ya sea en la
construcción o destrucción del país al que pertenece.

Nos dice Jung “Para que cambie la psicología de las naciones,


antes tiene que cambiar la psicología de los individ uos. Los
grandes p roblemas de la humanidad no han sid o jamá s
solucionad os p or leyes generales, sino única y exclusivame nte p or
la renovación de la act itud de los ind ividuos .” 42
Para que c ambie
Finalmente, el sacrificio, muerte y transformación, de un
la psicología de egocentrismo desmedido en sus líderes que los llevó a se r
capaces de estar por encima de u n pueblo, de un país.
las naciones, antes
Cierro diciendo que el nuevo nombre a dar a la Emperatriz,
tiene que c ambiar por parte de Sebastián, para lograr su cura, se constituye en el
poder creador y pujante por el renacer de una nueva Venezuela.
la psicología de
Su nombre ¡LIBERTAD!
los individuos



42
Jung, C. G. (2007). Dos Escritos de la Psicología Analítica. Vol.7.Madrid. Editorial Trotta
37
Diana EL ÚTERO DESUBICADO: LA HISTERIA Y LO FEMENINO 43

Rísquez
Pero de hec ho s iempre fuimos as í,
sin raíces, d esmembradas: sabiendo
que esta es la diferencia .
El nacim iento nos desp oj ó de nuestro derec ho natural,
Nos arrancó de una mujer, de l as mujeres,
de nosotras mismas, tan pr ont o y desde ento nces.
Y todo el c oro zumbando en nuestros oídos
como mosquitos, no nos d ijo nada.
Nada sobre nuestro s orígenes,
nada de lo que neces itábamos saber,
nada que pud iera hacernos recodar ...
.
Ad rie ne Ric h , “ T ra s cend ent a l E t ud e”
Médico Psiquiatra
Analista Junguiana Dicen los Inuit (esquimales), que en esa ensenada no hay
peces. Quién sabe desde cuá ndo, allí permanece el aterrador
Miembro AVPA IAAP
esqueleto de una joven, que quedó sumergida, dando vueltas y
Profesora asistente UCV vueltas, dislocada, al desafiar a su padre. En una tormenta
Jefe de Servicio causada por el dios Cuervo, pretendiente rechazado por la joven,
Psiquiatría HUC el padre para no naufragar, cortó los dedos de ambas manos de
su hija. De sus cercenados dedos surgieron todas las criaturas
dianarisquez@gm ail.com marinas, con las que el pueblo se a lime nta. Así ella se convirti ó
en la Gran Madre. Cada cierto tiempo la hermosa cabelle ra de
Sedna, que así se llama, se llena de suciedad y de pecados que
los hombres por descuido, arrojan al mar. Ella disgustada, deja
de generar las criaturas marinas y el pueblo pasa hambre.
Entonces debe bajar un chamán, que , con su tambor sagrad o
realiza el viaje, enfrenta con revere ncia y cuidado la faz
aterradora de la Señora y aplaca su ira. Con un peine, limpia y
luego trenza la cabellera de la Madre. Satisfecha y contenta, la
Diosa Esqueleto vue lve a enviar sus criaturas marinas y el pueblo
se salva.

Lilia, 35 años, soltera, homosexual, consulta porque siente


gran tristeza e ideas suicidas al ser abandonada por su pareja,
con quién mantenía una relación estable de unos cinco años.

43
Trabajo presentado en el Congreso Venezolano de Psicoanálisis. Junio 2005. Caracas.
Venezuela
38
Antonia de carác ter fuerte, le había dado sen tido a su vida llena
de soledad. Sentía que su madre no la c omprendía; para ella era
una figura débil, sometida a los designios de su padre, hombre
distante, descalificador y frío, que nunca vivió con e llas y só lo s e
casó con su madre al salir embarazada de Lilia. Sueña que s u
madre desorientada y con los ojos desorbitados, daba vueltas si n
llegar a ningún lugar. Trae una imagen del cuadro, La Columna
Rota de Frida Kahlo y me comenta que ella y su madre son así,
rotas.

Innana, Reina y Gran Madre Sumeria, deja provisionalment e


el trono a su amado esposo Dummuzi; debe descender a los
infiernos para encontrarse con su herma na oscura Ereshkiga l, la
Terrible, quien sola p orque perdió a su consorte, se halla
inconforme, iracunda y des consolada; amenazando con crear
zozobra en la superficie de la tierra. En su descenso, Innana debe
despojarse paulatinamente de sus siete símbolos de poder y por
último ya en el inframundo, su hermana la retiene guindando su
piel putrefacta en un gancho, i mpidiéndole el retorno a la
superficie. Inanna logra negociar su retorno, prometiéndole a su
hermana que su propio consorte tomaría su lugar en lo s
En su de scenso, infiernos. Al regresar a la tierra, se encuentra que su amante
esposo usurpó su trono y se niega a descender . Para resolver e l
Innana debe conflicto, permite que su consorte quede en mejores
condiciones de poder y envía a su fiel sirvienta al i nframundo,
despoj arse
restableciendo así, el orden y la paz en Sumeria.
paulatinamente de
Camila, 18 años, estudiante uni versitaria y escritora e n
sus siete símbolos ciernes, es llevada por su madre angustiada y enojada, al
descubrir que Camila presentaba un trastorno de alimentación:
de poder…
restringía lo que comía y luego vomitab a. La joven se presenta
vestida con pantalones negros y cami sa blanca con corbata,
fumando y hablando del femi nismo. Su escrito, Barbie Premio
Nobel, dice así:

“Cuand o creces, ya no jue gas con barbie s, lo que era normal


como comer d ulces o atragantarte de chocolate se convierte en un
campo de batalla d onde siemp re los terceros te harán saber que
las muñecas y e l chocolate se fue ron a volar, ahora qued as tú, el

39
espejo, tu cuerp o, lo curvo, la comida y la deformación de l sueñ o
Barbie....
...En este decálogo nadie nunca dice: cómprele a su hija un
juego de papel y lápiz para construir su propia biografía, nad ie
patentó la idea de la Barbie premio Nóbe l...
....Lo que tanto odié y aborrecí como CUERPO, se convirtió e n
un NO-CUERPO... Cada silueta de mis hoyos negros se fue abriend o,
de ella se deslizaron mis angustias, entre mord isco y mordisco s e
fue construyend o una maqueta perfecta de lo que una vida debía
ser: Una t ierra árida, un rectángulo d ivino, una succió n
incontrolable. A partir de los 13 años me t ocó descubrir que mi N O
CUERPO era más agradable que MI CUER PO, mucho más controlable
y sobre t odo, formaría par te de una ficción donde las únicas regla s
válidas serían las que y o impusiese .”

Soñó que un día entraba a su habitación y se daba cuenta de


que en un gancho de ropa guindaba el cuerpo imposiblement e
delgado de una anciana que parecía una mujer antigua, el la la
miraba con unos ojos grandísimos y magnéticos que le
transmitían que no era de este mundo; su expresión muy intensa ,
La Madre, era de amor y sufrimiento. Asustada la dobla como una camis a
en papel de revelado. Nunca había oído el mito de Innana.
afligida y
En la antigua Grecia se cuenta que Demeter, la diosa madre,
disgustada, pide
dadora de cosechas, y su divina hija Kore, la semilla, se
a Ze us le sea encontraban en la tierra un día y en un descuido de su madre,
Kore es raptada al abrirse la tierra, mientras observaba fascinada
devuel ta su hija y un narciso de cien pét alos. Esta era la carnada acordada por
Hades (Dios del submundo), su padre Ze us (Dios Supremo) y s u
ame naz a con
abuela Gea (madre primordial). Allí en el submundo, permanece
enviar un asustada, inmóvil y sin poder comer. Demeter inicia una
búsqueda desesperada. Por fin Hecate ( la Bruja) le dice que
invier no tal, que escuchó gritos de auxilio desde su cueva y se ofrece a
acompañarla. Helios (el sol), que todo lo ve, le informa cómo y
acabar ía con l as
quién la raptó. La Madre, afligida y disgustada, pide a Zeus le sea
cosechas y con l a devuelta su hija y amenaza con enviar un invier no tal, que
acabaría con las cosechas y con la raza humana. Al no ser
raza humana escuchada, lo hace. Hades previendo que iba a perder a su
prometida, le ofrece un opíparo banquete de despedida que ella
rechaza, con excepción de una pequeña semilla de granada. Al
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comer, Kore queda eternamente ligada al submundo y a Hades,
ahora su esposo. Se transforma incluso de nombre: ahora se
llama Perséfone (La terrible, La Reina del Inframundo). La
amenaza del exterminio humano y del orden universa l
establecido, se resuelve medi ante una ne gociación de Hermes (El
mensajero, astuto y diplomático). Este determina que Perséfone
pasará un tercio del año con su marido (invierno), un tercio con
su madre (primavera y verano) y u n terci o en el Olimp o lugar de
los dioses, ya como Diosa adu lta. La sa bia Hécate, se vuelve su
compañera inseparable.

Miriam, 36 años, soltera, hija de un padre muy dominante,


consulta con una crisis de ansiedad muy severa al conocer a
Carlos quién le gustaba muchísimo, pero sentía muy por encima
de ella. Sentía m iedo y asombro, ya q ue él parecía leerle e l
pensamiento. Después de varios intentos de olvidarlo, deciden
Un día, ve l a casarse.

imagen de “La Carlos colapsa económicamente y sufre de depresión severa,


Miriam permanece con él aún pasando dificultades. Su relación
Columna Rota” de
se ve muy afectada . En una discusión sin importancia él se retrae
Frida Kahl o, y manipula un arma, apuntándola a ella y a sí mismo
alternativamente. Miriam sale de allí por pocos días. Regresa
que dando porque siente que su vida no tiene sentido sin él.

impresionada y
Sueña estar suspendida con arneses como u na piñata y
conmovida porque halada hacia arriba y abajo por Carlos. Vestida con corsé, medias
negras y liguero; él la hacía presenciar como hacía el amor con
la asocia con su otro hombre. Sus sentimientos eran de indefensión e
indignación. Un día, ve la imagen de “La Columna Rota” de Frid a
sueño.
Kahlo, quedando impresionada y conmovida porque la asocia con
su sueño.

Los mitos relatados anteriormente, hablan de cómo se mueve


lo femenino, tanto en la mujer como el hombre, en la cu ltura y
en el interior de nuestra psique. En todos estos mitos lo
femenino debe descender al inframundo (Inconsciente),
transformarse y luego negociar su r etorno a la supe rfici e
(Consciente). Mientras má s antiguo el mito (Innana), más
poderosa la figura femenina y por ende más completo es s u
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retorno. En el mito Inuit, má s reciente, vemos como la figur a
Así las pacie ntes
femenina es divinizada pero permanece esquelética y sin dedo s
que hoy he lo que imposibilita hasta el cuidado de sí misma y con ello de la
humanidad.
presentado,
Los mi tos son esenciales en la comprensión de la psique, ya
parecen quedarse
que ellos reflejan medi ante imágenes, las más arcaicas
dete nidas en el estructuras de nuestra psique. Es por ello que con pequeñas
variantes culturales, se repiten los mismos motivos de una
mome nto de cultura a otra. A partir de esta premisa, podríamos ver nuestr o
desarrollo psicológico a través del desar rollo de nuestra
inte grar su
civilización. Describe Bachofen , que las má s antiguas
esencia fe menina civilizaciones eran matriarcales, por lo q ue el principio femenino
gobernaba. Así mismo, en nuestros primeros años de vida,
y lo mascul ino predomina lo materno arquetipal y personal. Con la evolución d e
nuestra civilización occidental, al apa recer la agricultura, la
inconscie nte , el
escritura y el sedentarismo, surge la necesidad de establecer
Animus propiedad y herencia (paterna, porque la materna es obvia), así
gradualmente cambia la relación con la divinidad y lo dominante
es lo masculino. En nuestro desarrollo el padre adquiere
predominio. Este dominio patriarcal prevalece en nuestros días,
por ello lo femenino desplazado sufre. Así las pacientes que hoy
he presentado, parecen quedarse detenidas en el momento d e
integrar su esencia femenina y lo masculino inconsciente, e l
Animus. La cultura en la que están inmer sas, agrava su situación.
Planteo que este sufrimiento personal y cultural de lo femenino ,
podría ser representado a través de la evolución del concepto y
visión de la histeria:

Papiros egipcios del año 1900 antes de Cristo, describen la


histeria como “perturbaciones del útero”. Su origen era sexual y
específicamente femenino. La enfermedad se desencadenaba
porque éste se hallaba en estado de ina nición. Como no tení a lo
que deseaba, manifestaba su descontento al desplazarse
intempestivamente, reinvindicador y fisgón, con una especie d e
ansiedad motriz que empujaba los demás órganos a su paso:
aplastaba los pulmones y con e llo desencadenaba sofocación y
sudores; golpe aba el corazón y producía palpitaciones; se subía
a la garganta y formaba como u na “ bola”, provocando
convulsiones y agitación durante las crisis. Las medidas
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terapéuticas consistían en dar sustancias repugnantes por vía
oral y tentar con aromas exquisito s y pe queños falos en la zona
vaginal, con el fin de que recuperase su lugar. Dado el escas o
conocimiento anatómico y fisiológico de los antiguos, lo
importante aquí es la explicación imaginativa, casi mítica que
podría proporcionarnos una metáfora clínica de lo femenino
errante en búsqueda de su lugar perdido.

En la edad media se exterminó buena p arte de la població n


femenina europea a fuerza de exorcizar “brujas” que sufrían
ataques similares y que eran supuestamente poseídas por
demonios o íncubos. Cha rcot escribió y realizó dramáticas
demostraciones a finales del siglo XIX. Fueron presenciadas por
Freud, quien producto de sus propias observaciones clínicas,
establece que el problema es la represión al inconsciente de
contenidos inaceptables de naturale za sexual e incestuosa ;
…la otra en el formulando así su revolucionario Complejo de Edipo, donde
plantea entre otras cosas, que la mujer a fuerza de carecer de
inconscie nte , pene, lo envidia. ¡Có mo no envidiar un falo que tie ne todas la
prerrogativas! Es má s, es mejor SERLO. Como imag en esto e s
oscura, sufrida y
todavía más impactante, porque ya el concepto no incluye la
sumer gida; cuando desubicación del útero o lo que es lo mismo de lo femenino, sino
que ahora está perdido, ya no es importante. Lo dominant e
emerge , lo hace ahora, es ese visible órgano de poder masculino y el problem a
será la carencia, su consecuente envidia y necesidad de
como complejo
identificarse con lo que falta: lo masculi no.
histérico,
Retomando los mitos de iniciación rela tados, vemos que la
clamando feminidad pierde su dinamis al no haber regreso del submundo y
por tanto permanece disociada: una en la superficie, aceptada
discor dante mente
como la madre, la mujer asexuada, la masculinizada, la virgen o
por ser la seductora, que es pura persona o máscara. La otra en el
inconsciente, oscura, sufrida y sumergi da; cuando emerge, lo
reconocido, e n hace como complejo histérico, clamando di scordantemente por
ser reconocido, en forma de síntoma. Al no ser consciente, no s e
forma de síntoma
integra y por ende aparece como inmaduro e infantil.

Así, Innana, queda prendida de un gancho, descarnada.


Sedna permanece sumergida, esquelética e inerme en la s
profundid ades del mar. Kore se mantiene infantil, s i n
43
transformarse, padeciendo hambre eternamente. Por ello la ta n
estudiada y desconcertante Histeria, la polimorfa, la gran
simuladora, aparece bajo múltiples formas en nuestros días:

.- Crisis de angustia, fobi as y pánico que son la superficie de


una psique que se halla desarraigada y plena de imágenes
contradictorias, que asustan por lo oscura y extrañas que nos
lucen, como hijas de esta cultura.

.- Depresiones o trastornos bipolares, triunfos y fracasos en


serie y una tremenda sensación de incapacidad subyacente
porque la masculina fórmula del éxito no funcionó.

.- Trastornos de alimentación, intentos de ser perfectas y


“completas” en u n mundo que no nos ofrece en su plano
consciente imágenes variadas de lo femenino y que cuando la
alternativa aparece, generalmente en forma de síntoma o en
imágenes sombrías y extrañas, a veces inaceptables.
Trastornos de
Examinemos ahora nuestra cultura, vemos una sociedad
alime ntación,
cada vez más alejada de los sentimi entos y la humanidad.
inte ntos de ser Observamos como emergen frecuentemente la violencia, la
anomia y la psicopatía. Nada es lo que parece. Se han perdido los
perfectas y puntos de referencia. Los antiguos guiones establecidos para lo
femenino y lo masculi no y por tanto para el hombre y la mujer,
“completas” en un
no nos son útiles. Los antigu os valores morales y reli giosos, no s
mundo que no nos lucen sin sentido. El terror nos toma con la imagen culmi nant e
del alba de nuestro siglo, e l colapso de las Torres Gemelas e n
ofrece en su plano Nueva York. Ellos, verdaderos falos y centros de poder,
representan el derrumb e de los íconos de nuestra civilización.
consciente

imágene s variadas En estas patologías y acontecimientos, se observa una


desubicación de nuestra feminidad y la hipertrofia fálica de lo
de lo feme nino masculino. De esta polaridad irreconciliable, se deriva la
necesidad de que surja un arquetipo q ue organice. Esto pareciera
realizarse a través de la emergencia del complejo de la histeri a
que tiene en su centro el arquetipo de la Gran Madre, la antigua
Diosa, que es nutricia y destructora a la vez. Lo hace como
síntoma y símbolo que muestra el suf rimiento, pero a la vez la
salida.
44
Por todo lo anterior, es importante que reflexionemos est e
sufrimiento desde una nueva perspectiva, que sin excluir lo
masculino, consid ere lo femenino integr ado como esencial. Este
arquetipo se aprecia en nuestra cultu ra y en nuestros sueños co n
la aparición de un hombre con ma yor “carga” femeni na.
Ejemplos actuales y algo disonantes de ello son el hombre
“metrosexual”, la bisexual idad o simplemente de hombres má s
ligados al sentimiento. Un hombre que c omprende que no t iene
que ser el en solitario e l que cargue con todo el peso individual,
familiar y social; así atender y desarrollar má s sus aspectos
femeninos internos. Una mujer que conectada con la sabiduría
femenina, comprenda que para ser ella misma, no tiene qu e
identificarse con el hombre y así hipertrofiar su masculinidad,
perdiéndose aún má s de su esencia. O quedarse viendo su propio
reflejo en un espejo más amigable y fácil.

Eduard Whitmont 44 en su libro El Retor no de la Diosa:

“La D iosa vuelve. Ne gada y rep ri mida d urante miles de años


de dominación masculina, aparece en un moment o de extrema d a
necesidad. Caminamos p or e l valle de las sombras de la
Si le otorgamos lo aniquilación nuclear y tememos al mal. La diosa vue lve e ntre
que le e s debido, gigantescos cambios y cataclismos. Si nos negamos a r econocerla ,
nos guiará puede desatar fue rzas destructoras. Si le ot orgamos lo que le e s
debido, nos guiará misericordiosa hacia la transformación.
misericor diosa
hacia la ...Los conflictos pers onales y sociales d e hoy plantean una
transformación revolución de los p oderes primordiales del sentimient o, la
conciencia y la emoción. El Rey Celestial ha dejad o caer a la tierra
su cetro. H a abandonado el t rono de sus mandamie ntos. En el luga r
en e l que había caíd o e l cetro, brota el torrente de las aguas de la
vida. La d iosa vue lve con su consorte dionis iaco. Su p redeceso r
masculino había re inad o p or med io del “harás” y e l “no harás”. L a
diosa s onríe e nigmáticamente mientras comunica la nueva
cons igna: “Puedes”. En los ojos insondables de la diosa, leemos e l
epílogo admonit orio: Pero sed p rudentes ”.

44
Whitmont C Edward, El Retorno de la Diosa. Paidós. (1998)
45


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Diciembre 2019

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