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EXPOSICION A AGENTES BIOLOGICOS

El Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los


trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a
agentes biológicos durante el trabajo establece las disposiciones
mínimas aplicables a las actividades en las que los trabajadores están
o pueden estar expuestos a agentes biológicos.
El presente documento, realizado por el Instituto Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo, es la actualización de la Guía
Técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relacionados
con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo y su objetivo
es facilitar la aplicación e interpretación del citado real decreto.
El Real Decreto 664/1997 regula la exposición de los trabajadores a
los riesgos que se derivan de los agentes biológicos presentes en el
lugar de trabajo. En él se incluyen todos los escenarios posibles en los
que puede existir exposición laboral a dichos agentes. En un intento
de reducir esta variedad de escenarios de exposición el real decreto
los agrupa en dos situaciones: actividades en las que existe intención
deliberada de manipular agentes biológicos, en las que el agente
biológico forma parte y es objeto principal del trabajo, y actividades en
las que no hay intención deliberada de manipular agentes biológicos,
pero en las que, dada la naturaleza de la actividad, es posible su
presencia y la exposición.

EXPOSICION A AGENTES BILOGICOS: Se entiende por exposición a


agentes biológicos la presencia de estos en el entorno laboral que
implica el contacto de dichos agentes con el trabajador por cualquiera
de las vías de entrada al organismo.
Se entiende por riesgo biológico la posibilidad de que un trabajador
pueda sufrir infecciones, intoxicaciones o procesos alérgicos de origen
no químico, como consecuencia de la exposición a microorganismos,
incluidos los modificados genéticamente, los cultivos celulares y los
endoparásitos humanos, y que la normativa vigente engloba como
“agentes biológicos”. La valoración del riesgo biológico dependerá
fundamentalmente de la probabilidad y la duración de la exposición,
así como del riesgo intrínseco del agente biológico implicado.

Existen dos tipos de exposición Biológico:


1.- Exposición derivada de una actividad laboral con intención
deliberada de utilizar o manipular un agente biológico, lo que
constituye el propósito principal del trabajo. Es decir, el cultivo, la
manipulación o la concentración de agentes biológicos ya sea a
niveles industriales o experimentales, o con fines de investigación,
comercial o terapéutico.
Son actividades de este tipo: los laboratorios de diagnóstico
microbiológico, las instituciones y laboratorios de investigación (sobre
los propios agentes biológicos o sobre sus efectos a través de su uso
en animales deliberadamente infectados), las industrias
biotecnológicas (farmacéutica, alimentaria, etc.), así como aquellas
actividades que utilizan agentes biológicos para la biodegradación de
grasas, la depuración de efluentes o la recuperación de suelos
contaminados.
2.- Exposición derivada de una actividad laboral que no implica una
intención deliberada de utilizar o de manipular un agente biológico,
pero que puede conducir a la exposición. En estos casos se trata de
una exposición potencial a agentes biológicos ya que la exposición es
incidental al propósito principal del trabajo. Los agentes biológicos no
forman parte del proceso productivo, pero pueden ir asociados al
mismo debido a la naturaleza de la actividad (sanitaria, contacto con
animales, etc.) o a las condiciones en que se desarrolla la actividad
(temperatura, humedad, disponibilidad de nutrientes, etc.), que
favorecen su proliferación.
No se consideran dentro del ámbito de aplicación de este real decreto
las exposiciones a agentes biológicos que no se derivan de la
actividad laboral, por ejemplo el contagio de infecciones respiratorias
(resfriados, gripe) entre compañeros de trabajo.
La definición reglamentaria de agente biológico comprende las
siguientes categorías:
• Microorganismos: entidades microbiológicas, celulares o no, capaces
de reproducirse o de transferir su material genético. Se incluyen en
esta categoría los virus, las bacterias, los hongos filamentosos, las
levaduras y los agentes transmisibles no convencionales (priones).
• Microorganismos modificados genéticamente: cualquier
microorganismo cuyo material genético ha sido modificado de una
manera que no se produce de forma natural en el apareamiento o la
recombinación natural (ver apéndice 1 “Riesgo biológico en la
utilización confinada de organismos modificados genéticamente”).
• Cultivo celular: es el resultado del crecimiento in vitro de células
aisladas de organismos pluricelulares. Su inclusión en la definición de
agente biológico responde básicamente a su capacidad de permitir el
crecimiento y propagación de otros microorganismos patógenos
(principalmente virus), ya sea de forma conocida o inadvertida (ver
apéndice 2 “Riesgos derivados del trabajo con cultivos celulares”).
• Endoparásitos humanos: organismos unicelulares o pluricelulares
que desarrollan parte o todo su ciclo vital en el interior de uno o varios
huéspedes. En esta categoría se incluyen los protozoos y los
helmintos (gusanos).
Asimismo, la definición contiene los efectos adversos para la salud
que pueden ser ocasionados por la exposición a los agentes
biológicos y que se enumeran a continuación:
• Infección: comprende el proceso de colonización y multiplicación de
un agente biológico en un organismo vivo, ya sea tejido, líquido
corporal o en la superficie de la piel o de las mucosas, pudiendo
causar una enfermedad. Cuando la infección está provocada por
endoparásitos se denomina infestación.
• Alergia: reacción del sistema inmunitario inducida por ciertas
sustancias denominadas alérgenos o sensibilizantes que, en caso de
exposición laboral, se manifiesta principalmente con alteraciones en el
sistema respiratorio como son: la rinitis, el asma o la alveolitis alérgica.
• Toxicidad: efecto relacionado con ciertos microorganismos o, más
concretamente, con la presencia de una o varias toxinas producidas
por algunos agentes biológicos. Se pueden distinguir tres tipos de
toxinas:
- Exotoxinas: son moléculas bioactivas, generalmente proteínas,
producidas y liberadas por bacterias, en su mayoría Gram positivo,
durante su crecimiento o durante la lisis bacteriana. Generalmente
están asociadas a enfermedades infecciosas. Algunos ejemplos son la
toxina botulínica y la tetanospasmina, neurotoxinas producidas por la
bacteria Clostridium botulinum y C. tetani, respectivamente.
- Endotoxinas: son componentes de la pared celular de las bacterias
Gram negativo, que pueden pasar al ambiente durante la división
celular o tras la muerte de las bacterias.
- Micotoxinas: son metabolitos secundarios producidos por algunos
hongos (por ejemplo Aspergillus, Penicillium y Fusarium) bajo
determinadas condiciones de humedad y temperatura. Entre las más
relevantes se encuentran las aflatoxinas o las ocratoxinas.
Clasificación de los agentes biológicos:
Los agentes biológicos se clasifican, en función del riesgo de
infección, en cuatro grupos:
a) Agente biológico del grupo 1: aquél que resulta poco probable que
cause una enfermedad en el hombre.
b) Agente biológico del grupo 2: aquél que puede causar una
enfermedad en el hombre y puede suponer un peligro para los
trabajadores, siendo poco probable que se propague a la colectividad
y existiendo generalmente profilaxis o tratamiento eficaz.
c) Agente biológico del grupo 3: aquél que puede causar una
enfermedad grave en el hombre y presenta un serio peligro para los
trabajadores, con riesgo de que se propague a la colectividad y
existiendo generalmente una profilaxis o tratamiento eficaz.
d) Agente biológico del grupo 4: aquél que causando una enfermedad
grave en el hombre supone un serio peligro para los trabajadores, con
muchas probabilidades de que se propague a la colectividad y sin que
exista generalmente una profilaxis o un tratamiento eficaz.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Las medidas preventivas a aplicar con objeto de eliminar o minimizar
los riesgos por agentes biológicos, se aplicarán preferentemente en el
origen, de tal forma cuando ello no sea suficiente, deberán adoptarse
medidas adicionales en el ámbito de los posibles medios de difusión
de dichos agentes y de los trabajadores.
A NIVEL DE LA FUENTE DE CONTAMINACIÓN: Se entiende como
fuente de contaminación tanto el agente biológico implicado como la
tarea o proceso que puede liberarlo. Entre las medidas preventivas
que actúan a este nivel se pueden citar: La sustitución de los agentes
biológicos peligrosos para la salud del trabajador, por otros que no
sean peligrosos o que lo sean en menor grado, en caso de que la
naturaleza de la actividad lo permita. Señalización de las zonas de
trabajo con riesgo biológico y control de acceso al personal no
autorizado.
La implantación de: • Procedimientos de trabajo y la utilización de
medidas técnicas que eviten o minimicen la liberación de agentes
biológicos en el lugar de trabajo, como pueda ser la utilización de
recintos de contención en aquellos procesos que generen
bioaerosoles o salpicaduras.
• Planes de limpieza, desinfección y mantenimiento de instalaciones y
equipos.
• Procedimientos de actuación en caso de accidentes o incidentes en
los que se vean implicados agentes biológicos.
• Programas de gestión de residuos que establezcan la recogida,
almacenamiento y evacuación de residuos biopeligrosos en
contenedores normalizados
• Programas de gestión de plagas.
A NIVEL DEL MEDIO DE DIFUSIÓN: Si la liberación del agente
biológico no se ha podido evitar, deben adoptarse medidas que limiten
tanto su permanencia en el área de trabajo, como su salida al
ambiente externo.
En este nivel de actuación son importantes todas las actuaciones
sobre el diseño y mantenimiento de la instalación, entre las cuales
están:
Disponer de superficies de trabajo, suelos y paredes impermeables y
resistentes a los desinfectantes.
Adecuar los sistemas de ventilación, de tal forma que se favorezca la
sobrepresión desde las zonas más limpias hacia las más
contaminadas y el aire de salida se filtre convenientemente.
Habilitar suficientes instalaciones sanitarias dotadas de toallas
desechables, desinfectantes, antisépticos para la piel y productos
lavaojos.
Disponer de taquillas separadas para la ropa de trabajo y la ropa de
calle.
A NIVEL DEL TRABAJADOR: Deberá recibir formación e información
específicas, relativas a su exposición laboral a los agentes biológicos y
a las medidas preventivas implantadas para la reducción del riesgo
derivado de la acción de estos agentes. Deberá someterse a los
controles periódicos de su salud previstos por la reglamentación
aplicable (RD 664/1997), que incluye los siguientes aspectos:
• La vigilancia sanitaria de los trabajadores deberá realizarse de
acuerdo con los principios y prácticas de la medicina laboral.
• Se deberán poner a disposición de los trabajadores vacunas
eficaces.
• Deberá establecerse una lista de los trabajadores expuestos a los
agentes clasificados en los grupos de riesgo 3 y 4, que se conservará
durante un plazo mínimo de diez años. Deberá utilizar los equipos de
protección individual (E.P.I´s) que le facilite su empresa, y mantenerlos
en perfecto estado de uso.
LEGISLACIÓN: Real Decreto 664/97, de 12 de mayo, sobre protección
de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a
agentes biológicos durante el trabajo. Este Real Decreto establece las
disposiciones mínimas aplicables a las actividades en las que los
trabajadores estén (1) o puedan estar (2) expuestos a agentes
biológicos debido a la naturaleza de su actividad laboral. (1) Al hablar
de ACTIVIDADES “… en las que los trabajadores estén expuestos
a…”, se está haciendo referencia a aquéllas en las que los
trabajadores deben manipular algún agente biológico de forma
voluntaria, como por ejemplo:
• Laboratorios de investigación que impliquen manipulación de
agentes biológicos.
• Fabricación de vacunas.
• Utilización de levaduras en procesos de fermentación. (2) Al hablar
de ACTIVIDADES “… en las que los trabajadores puedan estar
expuestos a…”, se está haciendo referencia a aquéllas en las que los
trabajadores deben manipular materiales que podrían contener algún
agente biológico, como puedan ser:
• Industrias de la alimentación.
• Agricultura y ganadería.
• Actividades sanitarias.
• Fabricación y manipulación de abonos orgánicos.
• Estaciones depuradoras de aguas residuales.
• Trabajos de eliminación de residuos.

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