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Terrorismo y democracia a principios del siglo XXI.

Reflexión sobre el estado de la


libertad y seguridad en la era del youtube.

Vidal Antonio Sánchez Blancas.

Main words:
Estado, Democracia, Terrorismo, Libertad.

Abstract:

En pleno inicio del siglo XXI existe un tema que a todo el mundo le interesa, el
terrorismo. Este es un problema para las naciones, recordaremos los atentados del 11 de
septiembre del 2001 fecha en la cual las torres gemelas de la Cd de New York sufrieron
impactos de aviones que provocaron su caída o el ataque al pentágono la misma fecha,
recordaremos también los ataques en el metro de España tiempo más tarde. El terrorismo es
un problema para las naciones, porque le hace frente al poder de las mismas ya sea con
ataques que afecten la vida de la sociedad, ataques que provoquen en el pueblo la difusión
de un miedo terrible, y el problema en las naciones es el simple hecho que quedan en una
humillación clara ante quienes provocan estos ataques sobre el verdadero liderazgo y poder.
Queda claro que la seguridad comienza a contemplarse con un significado utópico ya que la
sociedad tiene presente que el hecho de vivir sea donde sea, puede ser víctima de algún
atentado, convirtiéndose en una sociedad de miedo, y con desconfianza plena ante el Estado
por las respuestas de los terroristas, que a base de violencia imponen sus ideas ante las
naciones y las decisiones que toman sobre el pueblo, un pueblo que es influenciado,
convencido de que el Estado prácticamente va perdiendo poder.
En el siglo XXI la democracia es una de las principales formas de gobiernos en los
países. En una democracia el poder cae en el pueblo.

Podemos así llegar a una primerísima definición, con muchas lagunas y ciertamente
arcaica, según la cual por democracia debemos entender, a la letra, el poder (krátos) de
tomar decisiones colectivas, es decir, vinculantes para todos los ciudadanos en el pueblo
(dêmos), es decir por la asamblea de todos los ciudadanos en cuando miembros del dêmos,
mediante (la suma de) libres decisiones individuales.1

Siendo así la democracia es el pueblo, ¿pero realmente el pueblo ejerce ese poder?
Prácticamente el poder que tiene el pueblo solamente es la elección de sus representantes,
elecciones que actualmente son una competencia por ver quien llega al poder, nuestra
democracia termina siendo una partidocracia donde elegimos a los mejores partidos y sus
candidatos. Y les brindamos el poder, poder que ellos manipulan, y nosotros, el pueblo nos
convertimos en espectadores. Ya que nuestros representantes mandan propuestas de leyes,
estas las valoran y las someten a debata para saber si son convenientes al pueblo, después
tal vez sea aprobada o no, pero es ahí donde me pregunto, ¿y la autoridad del pueblo?

El pueblo vive sometido a los reglamentos que los gobernantes dictaminan, para la
preservación de los derechos del hombre, así como las obligaciones que tienen los mismos
con el gobierno; el pueblo responde a ellos debido a que son obligatorios, si en algún
momento existe una oposición, es Estado responde como solo él sabe hacerlo, imponiendo
su autoridad, ejerciendo el poder de la violencia, o de la justicia constitucional, aplicando
sanciones.

Según el pensamiento político del siglo XVII, sólo podía escapar el hombre mediante el
establecimiento de un gobierno que, con el monopolio de poder y de la violencia, aboliera
la “guerra de todos contra todos”, “manteniéndolos horrorizados”. Por el contrario, el
concepto de gobernar y ser gobernado, de gobierno y poder en el sentido en que lo
entendemos, así como el regulado orden que lo acompaña, se tenía por pre político y propio
de la esfera privada más que de la pública.2

El ciudadano tiene intereses, intereses que el estado debe contemplar, estos son
divididos en dos, los públicos y los privados, que surgen a partir de la vida que tiene un
1
M. Bovero, Una gramática de la democracia, Roma-Bari, Editorial Trotta, 2002, p. 17
2
H. Arendt, La condición humana, Barcelona, Paidós, 1993. P38

2
ciudadano, una vita activda, partiendo de ella surgen tres fundamentos, los cuales son labor,
trabajo y acción, estos tres fundamentos son lo que han dado al hombre la vida en la tierra
que tiene.3

Estos fundamentos propician la vida en sociedad, toda persona desde nacimiento es


social, nadie puede apartarse de ella, por así decirlo, todos dependemos de todos, aunque
cada quien llegue a ser autosuficiente e independiente, la vida social impulsa a que exista
una adaptación, y un tipo de organización.4

Aunque la sociedad no esté fundada sobre un contrato, y aunque nada bueno consiga
inventando un contrato para saber las obligaciones sociales de él, todo el que recibe la
protección de la sociedad debe una compensación por este beneficio, y el hecho de vivir en
sociedad hace indispensable que cada uno se obligue a observar una línea de conducta con
los demás. Esta conducta consiste, en primer lugar, en no perjudicar los intereses de los
demás; o más bien algunos intereses, que, por expresa declaración legal o por tácito
entendimiento, se debe considerar como derechos; y, en segundo lugar, en tomar cada uno
su parte (fijada, según un principio de equidad) en los trabajos y sacrificios necesarios para
defender a la sociedad o sus miembros de todo daño o vejación.5

Retomemos el tema principal de este ensayo el cual es el terrorismo, con la


definición anterior sobre la vida en sociedad, se muestra que existe una brecha abierta sobre
si realmente la sociedad cuida de la sociedad. Claro está que al existir fallas dentro de la
sociedad el humano también tiende a fallar en ella, ya sea por razones económicas, de
resentimiento, por simple desahogo, exigencia o únicamente el interés de influenciar,
provocar en la sociedad una crisis de contrato social.

Para ello el poder de ejercer la justicia se transforma en una equidad, aplicando una
fuerza, que con base en las leyes, esta se legitima ya que es representada, un poder más allá
del social, el político queda como el representante de esta fuera; pero solamente es
aplicable si es para la vida en común de los hombres, debe ser mantenida por hombres o
grupos de hombres.6

3
H. Arendt, La condición humana, Barcelona, Paidós, 1993.p 21
4
J. Stuart Mill, Ensay sobre la libertad, Editorial Mestas, p. 134
5
J. Stuart Mill, Ensay sobre la libertad, Editorial Mestas, p.126
6
E. W. Böckenforde, Estudios sobre el estado de derecho y la democracia, Madrid, Editorial Trotta, 2000,
p162

3
El poder que tiene el estado de utilizar el monopolio de la violencia de forma
legítima y justa queda por debajo del terrorismo. Al parecer, el querer difundir el miedo
para lograr conseguir, ante el estado, demandas que tal vez no sean posibles, sin embargo
estos ataques obligan a que la sociedad y a el estado que se encuentre en la situación de
elegir entre acceder o negar tales demandas y enfrentar a los atacantes (que claro los
atacantes pueden ser miembros del ambiente político y ocupan el terrorismo para persuadir
a la sociedad con tal de salir beneficiados).

Es prudente preguntarse ¿qué sucedió que el estado haya perdido el poder de la


violencia y la ejerzan terceros con el fin de pasar por encima del estado? el hombre además
de ser un animal sociales o zoom politikon, llega a la tendencia de perjudicar, pasando por
encima de lo moral y lo equitativo el hombre puede ser malicioso.

La tendencia a la crueldad, la malicia y la naturaleza mala, la más odiosa y antisocial de


todas las pasiones, la envidia, el disimulo y la insinceridad: la irascibilidad sin causa
suficiente y el sentimiento desproporcionado a la provocación, el ansia de dominación
sobre los demás, el deseo de acaparar más que la propia parte en las ventajas, el orgullo que
se complace en el rebajamiento de los demás, y decide a su favor todas las cuestiones
dudosas son otros tantos vicios morales que constituyen un carácter moral malo y odioso.7

Es claro que el terror esta difundido en la sociedad, un miedo que provoca una
estabilidad, por así decirlo, el estado provoca el miedo para que el pueblo este en un
control, recordemos en la época del comunismo el miedo que existía, una inseguridad tan
extrema que provoca una estabilidad. 8 Pero esta estabilidad se ha perdido poco a poco, la
libertad del ser humano es una de las principales razones, además del tipo de gobierno, por
ejemplo, vivimos en un sistema de gobierno capitalista, el cual, se tiene ingresos, se es
parte de la producción y consumo, situaciones que en el hombre provocan que vaya
perdiendo el interés por la situación en la cual es manejado por el ambiente, que no se
percate de las condiciones del mundo que le rodean, por así decirle, no se da cuenta en lo
que el mundo lo va convirtiendo9.

7
J. Stuart Mill, Ensay sobre la libertad, Editorial Mestas, pp.131-132.
8
G. Sartori, La democracia después del comunismo, Madrid, Alianza Editorial, 1993, p. 109
9
H. Arendt, La condición humana, Barcelona, Paidós, 1993.p 38

4
Las personas pueden ser definidas en razón de lo que se desempeñen, hablando de
una forma económica, en el ambiente en el que se encuentre no precisamente su actitud será
basada en la ética y la moral, dependiendo su condición y al sector que pertenezca, será su
comportamiento, por seguir modelos de conducta a los cuales se encuentran fácilmente
asociados.10

Esto nos muestra que claramente somos influenciados, formados por tradiciones y
costumbres, por ambientes y situación que conllevan al humano a la concepción e
interpretación instintiva del mundo que les tocó percibir, no hay libertad en un mundo
donde eres influenciado y no existe una autonomía, o una soberanía corpórea, la cual las
personas han olvidado, ignoran el hecho de ser originales y no ser reflejo de estereotipos
que a través de tiempo y de experiencia uno desarrolla. Ya sea también por el seguimiento
de ideologías, estas solo provocan que el hombre no piense, y al no pensar se pierde la
esencia humana, las ideologías son las drogas para la mente, además de ser también
maquinas de destrucción destinadas a silenciar nuestros pensamientos. Como diría Hannah
Arendt (1973) en una entrevista: “pensar es peligroso, ya que lo que se piensa se somete a
críticas, pero él no pensar es aun mas peligroso”.

Tantas reglas, tanta critica de lo que está bien y mal limita la libertad el individuo
por no perjudicar a un semejante, pero esta idea surge aparte de tradiciones o costumbres
que impiden el progreso individual.11

El hombre es libre por naturaleza, a partir el nacimiento, entra en la vida social, una
vez dentro cuenta con las capacidades fundamentales: labor, trabajo y acción. Pero cuenta
además con la capacidad de poder cambiar el entorno, debido a la capacidad de acción
digna de los humanos;12 pero depende del desarrollo que a este ser se le dé a lo largo de su
crecimiento y de el razonamiento claro de que es libre.

10
H. Arendt, La condición humana, Barcelona, Paidós, 1993.p 53
11
G. Sartori, La democracia después del comunismo, Madrid, Alianza Editorial, 1993, pp. 96-99
12
H. Arendt, La condición humana, Barcelona, Paidós, 1993.pp. 21-25

5
El ser libre no implica nada más que vivir sin opresión, no se esclavo ni pertenecer
a la servidumbre, poder ejercer el derecho de la libertad implica ser autónomo 13, el ser
autónomo no es más que le poder sobre sí mismo.14

Pero esta libertad llega a ser abusada, uno cree que la libertad es libertinaje, y no es
precisamente libertinaje. Este es considerado como una libertad negativa.

Se indica aquella forma o especie de libertad que consiste en la negación del poder (de
otros). El adjetivo no tiene ningún significado de valor. Este se refiere a la negatividad
lógica, no axiológica de un concepto de libertad que es definido, precisamente, por una
negación; no solo por una doble negación: de acuerdo con este concepto de libertad, una
persona puede ser definida como libre si en la medida en que su conducta no encuentra
impedimentos y no sufre constricciones. Yo soy libre sino estoy impedido para hacer lo que
he decidid hacer lo que quiero, y si no estoy obligado a hacer lo que no quiero, lo que he
decidido no hacer. No-impedimento y no-constricción son las dos condiciones lógicamente
negativas de la libertad, mejor dicho, de aquella libertad que por ello se llama negativa. 15

La libertad permite el desarrollo del hombre, de sus habilidades y pensamiento, por


así decirlo, se sigue elaborando un al homos sapiens, capaz de crear y solucionar los
conflictos que afectan a la sociedad actualmente, ejemplo, el terrorismo y la utilización de
la violencia como herramienta de control.

Nadie negará que la originalidad constituye un elemento precioso entre los asuntos
humanos. No solo hay necesidad de genes que descubran nuevas verdades o que señalen el
momento preciso en que lo que fue mucho tiempo una verdad dejó de serlo, sino también
de otras personas que comiencen nuevas prácticas, y que den el ejemplo de una conducta
más ilustrada, de mejor gusto y de buen sentido en todas las cuestiones que se puedan
presentar.16

Todo hombre necesita un criterio del cual ejercer sus habilidades y su opinión, estas
diferencias consisten no sólo en la variación de los talentos de la misma clase (variación en
vigor e imaginación, y en cosas por el estilo) sino también en la variedad de los talentos de
diferentes clases.17

13
M. Bovero, Una gramática de la democracia, Roma-Bari, Editorial Trotta, 2002, pp. 74-78
14
M. Bovero, Una gramática de la democracia, Roma-Bari, Editorial Trotta, 2002, p.83
15
M. Bovero, Una gramática de la democracia, Roma-Bari, Editorial Trotta, 2002, p. 78
16
J. Stuart Mill, Ensay sobre la libertad, Editorial Mestas, p. 109
17
J. Rawls, La justicia como equidad, Barcelona, Paidós, 2002. P. 111

6
Está claro que en los inicios del siglo XXI así como el capitalismo, y las
competencias de mercado existente, que proyectan una imagen de lo que la sociedad debe
de ser. ¿Es posible crear una soberanía corpórea cuando unas cuantas personas nos
estipulan como ser en determinado tiempo? la moda por ejemplo, cada temporada algo
nuevo se impone y como somos fácilmente persuadidos y seducidos, caemos en el juego
del consumo y de la proyección. Somos enajenados, completamente influenciados por
nuestra vida activa. Tan débil es el hombre que llega a darse en el una degradación clara,
tan clara que nos volvemos ignorantes.

El humano tiende a formarse dependiendo de todo aquello que le rodea, no existe


una estipulación concreta de cómo un hombre debe formarse, las personas simplemente
son influenciadas y a lo largo de su vida, llegan al costumbrismo, a solo ser parte de lo todo
aquello que las rodea sin siquiera preguntarse el porqué están ahí, en vez de ser creador se
convierte en un herramienta más, transformarse de un homo laborans a un homo fabrer. El
hombre que trabaja, fabrica y construyera un mundo habitado únicamente por el seguiría
siendo un fabricador.18 Para el Estado esta enajenación podría considerarse una de sus
principales razones, el controlar y absorber la razón humana.

Llegando al conformismo, considero que llega a ser el principal problema que


propicia la mediocridad del hombre. Ante el terrorismo un hombre lo llega a contemplar tan
común que sin embargo pierde el interés por su seguridad, dejando todo en las supuestas
manos del Estado quien debe encargarse del cuidado y preservación de la vida del hombre,
en base leyes y acuerdos sociales.

Se llega a pensar que el hecho de existir violencia, ataques, miedo en general, no es


razón suficiente para genera un cambio, al fin, caeremos en la típica idea del a mi no me
sucederá.

Una persona conformista llega a ignorar la importancia del ejercicio del poder,
esperando que todo le llegue a las manos, sólo viviendo para él, preocupado únicamente por
el mañana y que va a comer, dicho así de una manera tan vulgar pero cierta.

18
G. Sartori, La democracia después del comunismo, Madrid, Alianza Editorial, 1993, p. 38

7
No importa de qué manera sea el hombre del siglo XXI ya no tiene un interés
grande por lo que le sucede a su alrededor, vive entre la industria, entre la persuasión y el
conformismo, lo único que cree es en lo que ve, le es difícil poder ver más allá de lo que los
medios le muestran. Nos convertimos en espectadores, un homo viedens únicamente del
mundo, no interpretes en el.

Nuestras sociedades se están convirtiendo específicamente en sociedades de expectativas


de derechos y más concretamente en sociedades de expectativas en las cuales los
ciudadanos se sienten titulares de débitos, de cosas que se esperan. Se trata de un gran salto
hacia delante que se comprende dando un paso hacia atrás.19

No existe un compromiso de desarrollo no hay un interés por el mundo, me atrevo


a decir que, a más progreso, el hombre se vuelve más conformista, si a este se le soluciona
la vida, ¿para qué preocuparse? Iniciado en el siglo XX la repartición y aceptación de los
derechos, que poco a poco se volvieron beneficios, derechos a la asistencia médica, a
recibir alimento, educación, subsidios, etc. Bueno exigencia más no contribuciones.20

A la medida que esto continua es fácil manipular al hombre, por así decirlo pasar
por encima de él. La seguridad que le es brindada solamente es para presentarle lo que los
medios le dictaminan debe exigir. Estos medios solo le muestran lo que el Estado le es
conveniente enseñar, claro está que el poder político siempre tiene a la reproducciones de
tipo tiránicas y bajo una base industrial totalitarias. Y el hombre (siendo un homo viedens)
se interesa únicamente por lo mostrado sin saber que tan degradada se encuentra su razón
humana.

Ante el terrorismo uno puede reaccionar a base de lo impactante que pueden


resultar los hechos, sin embargo, este es una competencia por ver quien ejerce el poder, la
violencia genera más violencia, pero la justifica. Está claro que a impartición del miedo y
el poder de quien es superior se ha vuelto una competencia. Bien dice que el hombre es el
lobo del hombre.

19
G. Sartori, La democracia después del comunismo, Madrid, Alianza Editorial, 1993, p. 118
20
G. Sartori, La democracia después del comunismo, Madrid, Alianza Editorial, 1993, pp. 118- 124

8
El terrorismo como su nombre lo dice difunde el miedo para llegar a aspiraciones,
pero es bueno afirmar que el terrorismo puede ser impartido por el gobierno,
transformándolo así en una herramienta política.

Recordaremos como en las campañas electorales del 2006 en México, se utilizaron


propagandas de difusión del miedo sobre lo distintos candidatos, quien no recordaría las
frases celebres utilizadas en los mensajes televisivos que decían “piensa en tu hijos”, “que
futuro les espera a los tuyos”. Ahora la reflexión clara que uno debe de hacerse es como
evitar que la sociedad se trague tanta idea que le es metida en la cabeza, a través de los
medios, de las personas y corrientes que se están dando.

La seguridad se vuelve una utopía, al tener una competencia sobre quien ejerce el
poder, quien domina a quien. La violencia provoca que la sociedad se vuelva vulnerable,
ya que nadie la gusta ver más allá de lo que el Estado permite mostrar. El mismo progreso
vuelve ignorante a la sociedad, es claro que mientras más progreso exista más barbaría el
hombre tiende a reproducir21, por la simple razón de que se deja de ser pensante, para ser
transformado en herramienta.

Ante esto hay una total falla sobre la democracia, convirtiéndola en un tipo de
totalitarismo disfrazado, el por qué lo describo de esta forma simplemente es por como se
ha llevado a la sociedad a una situación tan conformista, que fácilmente el Estado llega a
utilizar su poder para el control del mismo pueblo. Prácticamente en una democracia esta
idea no entraría, sin embargo, es notoria su presencia, el humano solamente llega a poner
ideas al aire, pero casi nadie sabe cómo ponerlas en práctica.

El terrorismo es la herramienta utilizada por el Estado para mantener un control,


mismo que provoca que la sociedad no pretenda imponerse ante las autoridades, ya que si
llega a suceder tal acontecimiento, el Estado puede utilizar su monopolio para defender la
soberanía del mismo.

Como una sociedad puede vivir tanto tiempo ciega de cómo es controlada, de que
las ideologías que persigue y por estrategias de difusión, miedo, convencimiento, entre

21
Apuntes, Derechos humanos, cultura y democracia, 2 de diciembre de 2010.

9
otras; no se percate domo como se pasa por encima de él y poco a poco el Estado va
interviniendo tanto es su vida pública como privada, solamente en la familia pertenece a lo
privado mientras que lo público es referente a todo lo político22.

Estamos de acuerdo a que en una democracia deben existir dos esferas importantes
la pública y la privada, lo público es todo aquello que conlleve a una sociedad a las mismas
situaciones, sin embargo, la esfera pública puede vincularse con la esfera de lo privado, por
ejemplo, el matrimonio, este siendo una decisión de tipo privada, el estado lo vuelve
publico por el simple derecho civil, derecho que mantienen al ciudadano en eterna relación
con el Estado.

Pero ¿por que el Estado tiene el interés por enajenar al hombre?, ¿Por qué convertir
al humano en solo un homo fabrer? Actualmente el Estado tiene un deber importante,
preservar la vida de hombre, claro está que en otros ámbitos como el económico, es el
encargado de la repartición de la riqueza, así como su administración y generación para el
desarrollo e impulso del sistema capitalista.

Respondiendo a las preguntas anteriores, el Estado puede enajenar al hombre para


poder conseguir la producción de la riqueza, esta (dentro de un sistema capitalista) repartida
hacia el pueblo, pero esa repartición dentro del sistema no se cien por ciento equitativa.
Habrá quienes salgan bien beneficiados y quienes totalmente lo contrario. Peor es ahí donde
el hombre no percibe la diferencia que se crea, donde el principal fin de preservar la vida
humana, se trasforma en la preservación de la producción de la riqueza a base del hombre,
el cual solamente cae en una degradación.

Claramente en el siglo XXI, existe un progreso evidente, tan acelerado y por


distintos factores tan perjudicial, un ejemplo claro, el acelerado crecimiento demográfico,
problema para el Estado y la sociedad, prácticamente una competencia sobre por el
sobrevivir.

La democracia que vivimos está siendo modificada, pro las personas que llegan al
poder, cambios radicales, que el pueblo quien se supone es el poder, no detecta. Este pueblo

22
H. Arendt, La condición humana, Barcelona, Paidós, 1993, p.41

10
queda al margen de decisiones de sus representantes, mismos que solamente reflejan sus
intereses, en la voz de la mayoría, el interés de uno convertido en supuesto interés de todos.
Manipuladas por estrategias como el terrorismo que mantienen al hombre al margen de lo
que podría ser, lo mantiene retraído, donde solamente con enseñarle que supuestamente hay
una equidad justa, y que la justicia es esencial, su vida puede pasarla en total tranquilidad.

Esta situación es a consecuencia de cómo el mundo ha ido trasformando al hombre,


de cómo este ha perdido su esencia, su razón por la cual desde tiempo antiguos era un ser
social. Pero con el progreso y tanta industrialización capitalista, simplemente le enseñan al
hombre a vivir para producir y no vivir para explicar. Viviendo con idealismos, costumbres,
que no le ayudan avanzar. Convirtiéndolo solo un espectador de un mundo tan común e
igual para todos que tiende a que desaparezca toda originalidad y esencia humana.

En esta era la libertad es algo que todo hombre conoce, sabe su significado pero no
logra percatarse de que esa libertad es manipulada, brindando solamente el espacio que el
hombro demanda, para su simple satisfacción.

Tal vez todo este escrito sea interpretado de una manera tan humanista como sólo
yo la pude interpretar, sin embargo del título del tema a tratar, considero que el terrorismo
solamente es una herramienta de manipulación y control, la democracia se transforma en un
régimen autoritario y competitivo, la libertad existe sin embargo el hombre ya no puede
diferenciarla de su entorno.

BIBLIOGRAFIA:

11
Arendt, Hannah, “La condición humana”, Barcelona, Paidós, 2003.

Böckenförde, Ernst- Wolfgang, “Estudios sobre el Estado de Derecho y la democracia”,


Madrid, editorial Trotta, 2000.

Bovero, Michelangelo, “Una gramátiCa de la democracia contra el gobierno de los


peores”, Madrid, editorial Trotta, 2002.

Rawls, John, “La justCia como equidad: una reformulación”, Barcelona, Paidós, 2002.

Sartori, Giovanni, “La democracia después del comuninismO”, Madrid,


AlianzaEditorial, 1993.

Stuart Mill, John, “Ensayo sobre la libertad”, Madrid, Mestas ediciones, 2006.

12

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