Está en la página 1de 58

JOSUÉ

y su vecino Ruse
JOSUÉ
y su vecino Ruse

Historias del libro de Josué 8:30 – 10:43

Kitty Anna Griffiths


Editado por Gerald B. Griffiths
Ilustrado por “Willy”
Coloreado por Eileen Lucas

1
Josué y su Vecino Ruse
© A Visit with Mrs. G. Ministries Inc.
Primera impresión en inglés 1993
Edición revisada en inglés 2018
Traducido y adaptado al español en 2019

Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción o


transmisión total o parcial, por cualquier medio, sin permiso
escrito de los publicadores.

A menos que se indique lo contrario. Todas las referencias


bíblicas tomadas de la Reina Valera Actualizada 2015,
Copyright © 2015 de Editorial Mundo Hispano

A Visit with Mrs. G Ministries


2851 St. Clair Ave. East, Toronto, Ontario, Canada, M4B 1N4
Teléfono: 416 755 5918
Correo electrónico: mrsg@biblestoriesalive.org
www.biblestoriesalive.org

2
Para mi bisnieta Sarah,
con amor

3
HISTORIAS

1 Una Promesa Cumplida ....................................................... 5


2 Confirmando el Pacto ........................................................ 15
3 Engañado en una Alianza de Paz ....................................... 26
4 El Sol se Detiene ............................................................... 35
5 Una Boda muy Especial .................................................... 42

Preguntas de Discusión ........................................................... 54

4
1
Una Promesa Cumplida

“¡Así que este es Betel!” Zarad le dijo a Aghat y a Dan’el,


mientras el pueblo de Israel viajaba hacia el norte. Ellos iban de
camino hacia los dos montes que estaban cerca de Siquem para
tener una ceremonia especial. “Este es Betel, el lugar donde
Jacob nuestro ancestro durmió muchos años atrás cuando huía
de su casa”.

5
“Él estaba aterrado”, interrumpió Evie. “Jacob estaba
huyendo de su casa porque había engañado a su hermano Esaú
robándole su primogenitura. Por esta razón Esaú declaró que
mataría a Jacob, así que Jacob no tuvo más que huir por su vida.
Cuando llegó a Betel ya estaba obscureciendo, por lo que se
acostó a dormir bajo las estrellas. Jacob tomó una piedra que
había por allí, y la usó como almohada”.
“¡Evie!”, dijo Zarad. “Por favor no me interrumpas. Estoy
tratando de decir algo muy importante.
“Aghat, Dan’el”, Zarad se dirigió a sus dos nuevos amigos
diciéndoles, “este es Betel, donde el SEÑOR nuestro Dios le
hizo una promesa solemne a Jacob, nuestro ancestro, cientos de
años atrás. Dios, nuestro SEÑOR, le dijo a Jacob lo siguiente:
‘Esta será tu tierra, la tierra de tus—’ ”
“Zarad, te olvidaste de decirle a Aghat y a Dan’el
sobre la escalera que Jacob vio a la media noche
cuando estuvo allí”.
“¿Una escalera?” dijo Aghat.
“Sí”. Y Evie desvió la conversación
nuevamente. “Cuando Jacob estaba
dormido, él tuvo una visión y el SEÑOR
nuestro Dios le mostró una hermosa
escalera que llegaba hasta el cielo, Evie
apuntó al suelo y después parándose de
puntitas estiró su brazo con un dedo
hacia el cielo. “¡Hasta allá! ¡Hasta
allá!”, dijo ella.

6
Los ángeles todos resplandecientes subían y bajaban por la
escalera. Ellos bajaron hasta donde estaba Jacob dormido.
Evie apuntó nuevamente al cielo parándose de puntitas
“justo allá, en la parte superior de la escalera, es donde el
SEÑOR nuestro Dios estaba parado.
Él le dijo a Jacob, ‘Yo soy el SEÑOR, el Dios de tu abuelo
Abraham, y de tu padre Isaac. ‘La tierra en la que estás acostado
te la daré a ti y a tu descendencia’.1
“ ‘¡Su descendencia!’ ” exclamó Evie. “¡Esos somos
nosotros, Zarad! Me puedo imaginar al SEÑOR nuestro Dios
diciéndonos a ti y a mí, ‘Esta tierra será suya si me obedecen y
cumplen mis mandamientos’ ”
“Sí”, dijo Zarad, “esta es nuestra tierra. Lo que el SEÑOR le
había prometió a Jacob se está cumpliendo. Y cuando lleguemos
a Siquem, le prometeremos que obedeceremos sus
mandamientos todo el tiempo que vivamos en la tierra que Él
nos está dando”.
Aghat y Dan’el se quedaron callados. Ellos se miraron uno
al otro sintiéndose excluidos. Entonces Aghat dijo, “Evie y
Zarad, ustedes nacieron israelitas, pero nosotros no. Nosotros no
sabemos nada de escalera ni de la promesa de parte de su Dios”.
“Ah, pero ahora ustedes son parte de nuestro pueblo”, dijo
Evie presurosamente. “Ustedes ahora creen en nuestro Dios. Eso
es lo que importa realmente. No en el lugar en que naciste”.
“Aghat y Dan’el, claro que ustedes son parte de nuestro
pueblo, del pueblo de Dios, dijo Zarad. “Ustedes fueron
rescatados de Jericó y ahora son parte del pueblo de Israel. ¿No

1
Génesis 28:11-17

7
se acuerdan cuando ustedes, Rahab y su
familia fueron recibidos?”
“Sí, pero nosotros no sabemos todo
lo que tú y Evie saben”, dijo Aghat. “No
te preocupes, pronto lo sabrán”, dijo
Zarad. “El sacerdote Azarías les visitará
y les contará todo”.
“El sacerdote Azarías me cae muy
bien”, interrumpió Evie. “El nos cuenta
buenas historias”.
“Zarad, tú también nos dices buenas historias”, dijo Dan’el.
“Cuando escucho las historias que nos cuentas sobre tu
maravilloso Dios me haces olvidar todas las cosas terribles sobre
los detestables dioses que solíamos adorar en Jericó”.
*****
El viaje a Siquem tomó varios días. El pueblo israelita viajó
lentamente en consideración de los niños pequeños y de los
animales ya que tenían que pararse a graznar durante el camino.

8
Mientras Zarad y Evie y Aghat y Dan’el caminaban juntos,
Zarad dijo, “Miren, creo que hoy llagaremos a Siquem. ¿Pueden
ver esos dos montes?” Zarad apuntó hacia el monte Ebal y hacia
el monte Gerizim, “José vio estas mismas montañas cientos de
años atrás”. “¿Quién es José?” preguntó Dan’el.
“Recuerdas que ayer hablamos sobre Jacob y la escalera”,
dijo Zarad. “Bueno, pasado el tiempo, él tuvo doce hijos, y José
era el segundo más joven de ellos. Y un día Jacob, el padre de
José, lo mandó a buscar a sus hermanos en Siquem para ver
como estaban.
“Verás, los hermanos de José habían ido a Siquem a buscar
pastos verdes para su ganado durante el verano, porque al sur,
donde ellos vivían, estaba todo seco — cuando veo toda esta
hierba verde me recuerdo de esta historia. ¡Pobre José! Él no
sabía lo que le acontecería”.
“Oh, esa-esa ha de ser una historia muy interesante”, dijo
Dan’el. “Nos la podrás contar, por favor”. “¡Claro que sí se las
contaré! dijo Evie y comenzó. “Bueno José no podía encontrar a
sus hermanos en Siquem, porque las cabras y las ovejas se
habían comido toda la hierba que había allí y sus hermanos
decidieron irse más al norte rumbo a Dotán.
“José llevaba puesta una hermosa túnica de colores que su
padre Jacob, le había mandado hacer especialmente para él. José
era el hijo favorito de Jacob y sus hermanos estaban celos de él.
Cuando ellos lo vieron venir a la distancia, ellos se confabularon
diciendo, ‘¡Vamos a matarlo!’
Entonces “Ellos le arrancaron la túnica y lo aventaron a un
pozo de agua. Este pozo estaba seco, y lo abandonaron ahí para

9
que se muriera de hambre y de sed. Entonces unos comerciantes
que iban de camino para Egipto pasaron por ahí, y sus crueles
hermanos sacaron a José del pozo y se lo vendieron a esos
comerciantes por veinte monedas de plata. ¡Sí, ellos vendieron a
José, a su propio hermano!
“Después ellos tomando la hermosa túnica la mojaron con la
sangre de un cordero y mintiéndole a su padre le contaron una
mentira. Ellos le dijeron que habían encontrado la hermosa
túnica de colores cubierta en sangre — para que pareciera que
José estaba muerto, y que un animal lo había matado. Jacob, su
padre, les creyó la mentira y les dijo que moriría de tristeza, y
que su corazón estaba destrozado. Pero eso no sucedió así.
“José no estaba muerto. Los comerciantes lo llevaron a
Egipto y lo vendieron como esclavo. Pero Dios estaba con él.
Tiempo después José interpretó los sueños que tuvo el rey de
Egipto. José le dijo al rey el significado de los dos sueños que
tuvo — que habría siete años de abundantes cosechas y luego
vendrían siete años de hambre. El rey vio que José era un hombre
sabio y lo hizo gobernador de
Egipto. José estuvo
almacenando el trigo durante
los años de abundancia, y
cuando llegó la terrible sequía
José salvó al pueblo de Egipto
de morir de hambre.
“Esta sequía también se
dejó sentir en otros lugares, por
lo que los hermanos de José

10
vinieron a comprar grano. Al verlos, José los reconoció, sabía
que eran sus hermanos. Pero ellos no lo pudieron reconocer a él,
ya que José estaba vestido como una persona muy distinguida,
muy importante de Egipto, como si fuera un rey, como el faraón
mismo.
“Al principio, José no les reveló su identidad a sus hermanos.
No al principio. Él fingió estar enojado con ellos. Él hizo esto
con el propósito de saber si seguían siendo los mismos hombres
crueles que lo habían vendido como esclavo.
“Pero cuando los hermanos regresaron tiempo después a
comprar más grano, José les reveló su identidad. Él los perdonó
por lo que le habían dicho y hecho. ‘Regresen a casa y díganle a
mi padre que Dios me ha hecho gobernador de Egipto. Díganle
que se venga a vivir conmigo aquí, yo me encargaré de cuidarlos
a todos ustedes’.

11
“Entonces Jacob, su padre, y toda su familia se fueron a vivir
a Egipto, y se salvaron de morir de hambre. 2
“¡Y ellos formaron nuestra familia! ¡Ellos son nuestros
ancestros!
“Te lo he contado todo rapidísimo”, terminó Evie, casi sin
aliento.
“Es una historia maravillosa”, dijo Dan’el.
“Sí”, dijo Zarad, “pero a Evie se le olvido contar la parte más
interesante — cuando José se estaba muriendo.
“José sabía que Dios le había prometido a Abraham que le
daría la tierra de Canaán por herencia a nuestra gente. Así que
antes de morir en Egipto, José le dijo a su familia, ‘Un día Dios
los sacará de la tierra de Egipto y los llevará a Canaán.
Prométanme que tomarán mi cuerpo y lo llevarán de regreso con
ustedes y me enterrarán allá’ ”.
“Oh”, dijo Aghat, “así que ustedes — quiero decir, su gente,
los israelitas — ahora han venido a la tierra que Dios les
prometió darles hace mucho tiempo”.
“Es correcto”, dijo Zarad. “El cuerpo de José fue
embalsamado y puesto en un sarcófago en Egipto. Tiempo
después, los egipcios esclavizaron a todo el pueblo de Israel. Y
cuando el SEÑOR nuestro Dios los sacó de la tierra de Egipto,
nuestra gente acarreó el sarcófago de José con ellos.3 El
sarcófago esta con nosotros ahora y cuando nos establezcamos
en nuestra tierra enterraremos el cuerpo de José en Siquem en la
tierra que le dio su padre, Jacob”.

2
Génesis 37:12-36, 39:1-47:11
3
Génesis 50:24-26

12
“¡Esto es increíble!” exclamó Aghat. “Todo lo que está
pasando ahora fue prometido cientos de años atrás por el
SEÑOR, su Dios, y nuestro Dios”.
“Sí”, dijo Zarad, “el SEÑOR siempre mantiene sus
promesas”.

En este momento José dio una orden. “¡Acamparemos aquí


por la noche! Mañana temprano todos subiremos al monte Ebal
y al monte Gerizim para tener nuestra ceremonia especial.
“Zarad, ¿de que se trata la ceremonia que tendremos
mañana? preguntó Aghat.
“No tengo mucho tiempo para contarte ahora”, respondió
Zarad. “Pero mañana ven y reúnete con nuestra familia, Dan’el
y tú. Nos encontraremos aquí después del desayuno”.

13
Las familias — que habían estado dispersas la mayor parte
del día mientras caminaban y conversaban con sus amigos —
estaban reunidas otra vez.
“¡Tengo hambre!” dijeron los niños. “Mamá, ¿qué hay de
cenar?” Después de la cena, todo estaba en silencio. Ese día
habían caminado por muchas horas, y en poco tiempo toda la
gente del campamento estaba dormida.

Ahora vaya a las “Preguntas de Discusión” del capítulo 1


encontradas al final del libro.

14
2
Confirmando el Pacto

“¡Zarad, levántate!”, dijo Evie. “Esta mañana tendremos la


ceremonia especial en el monte Ebal y en el monte Gerizim”.
“Ya se, Evie”, dijo Zarad, mientras se levantaba.
Durante el desayuno Zarad dijo, “Invité a Aghat y a Dan’el
para que se reúnan con nosotros para la ceremonia — ¿está
bien?”
“Sí, es una idea maravillosa”, dijo su padre Elead. “Nosotros
les explicaremos la ceremonia de hoy. En la ceremonia
repetiremos el pacto que el SEÑOR hizo con nosotros, los
israelitas, en el Monte Sinaí hace cuarenta años atrás — yo era
solo un niño en ese entonces”.
“Padre, ¿por que es que tenemos que repetir el pacto?”
preguntó Evie.

15
“El SEÑOR lo ha ordenado”, contestó Elead. Después del
desayuno, Elead y Shera, su esposa, Zarad y Evie se reunieron
con Aghat y Dan’el. Ellos se juntaron con el resto de la gente
que iba hacia el monte Ebal y al monte Gerizim.
Estos montes estaban a la par, Ebal estaba en el lado norte y
Gerizim en el lado sur.
“Padre, mira cómo los montes se inclinan suavemente uno
hacia el otro. Casi se unen en el fondo, ¿cierto?”
“Sí Zarad”, dijo su padre. “Y debido a que estos dos montes
están muy juntos, podremos ver y escuchar todo.
EL SEÑOR nos ha indicado el lugar perfecto para la
ceremonia de hoy”.
Algunos de los israelitas subieron al monte Ebal y otros al
monte Gerizim. Cada uno de ellos sabía a cuál tenía que subir.
Moisés le s indicó a cada tribu al monte que debían subir, seis
tribus fueron al monte Ebal y las otras seis al monte Gerizim.1

1 Deuteronomio 27:12-13

16
La familia de Elead pertenecía a la tribu de Efraín, así que
subieron al monte Gerizim. Aun faltaba mucho tiempo para que
la ceremonia comenzara, así que subieron más alto para ver el
paisaje. A medio camino, Evie se detuvo y dijo”. “Se puede ver
kilómetros y kilómetros a la distancia. Miren los pastos verdes,
y los plantíos de trigo, y las ovejas y el ganado, los viñedos en
las colinas. Esas viñas pronto estarán cargadas de uvas
deliciosas. Me encantan las uvas. ¡Qué tierra tan fértil nos ha
dado el SEÑOR!”
Después la familia descendió a un punto más abajo en el
monte Gerizim, donde ellos podrían ver y escuchar todo.

17
Elead señaló hacia el monte Ebal. “Aghat y Dan’el, ¿pueden
ver el altar que está en la otra montaña y al hombre que está
parado a su lado?”
“Sí”, respondieron los jóvenes.
“Ese hombre es Josué”, dijo Elead. “Él construyó el altar
para esta ceremonia. Pronto se harán sacrificios allí para el
SEÑOR, ofrendas quemadas y ofrendas de paz”.
“Padre, ¿es cierto que Abraham construyó un altar cerca de
aquí, en Siquem?”
“Sí, hijo mío. Fue el primer altar que construyó Abraham
para alabar al SEÑOR cuando llegó a esta tierra”, dijo Elead.
¿Sabes por qué Abraham construyó un altar?”
¡Yo se! ¡yo se!, dijo Evie. “Abraham lo construyó porque el
SEÑOR le apareció y le dijo, ‘te daré esta tierra a ti y a tus
descendientes’. 2
Nosotros somos descendientes de Abraham y — ¡eso es
maravilloso! — ahora estamos viviendo en su tierra. Dios ha
cumplido la promesa que le hizo a Abraham cientos de años
atrás”.
“¿Pueden ver lo que Josué está haciendo en el monte Ebal?
Preguntó Elead. “Ayer Josué puso una sustancia blanca sobre
dos piedras grandes y planas, y hoy él está escribiendo sobre
ellas con tinta negra”.
“¿Qué es lo que Josué está escribiendo?” preguntó Dan’el.
“Él está escribiendo una copia de la Ley de Dios”, respondió
Elead.

2 Génesis 12:7

18
“Pero, padre”, dijo Evie, “pero desde aquí es imposible que
alcances a ver hasta el otro monte lo que Josué está escribiendo”.
“No, Evie, claro que no puedo ver”, pero se lo que Josué está
escribiendo porque Moisés nos dijo que, en la ceremonia de hoy,
la Ley de Dios se escribirá sobre las piedras talladas. 3
Finalmente, Josué había terminado de escribirlas. “Miren”,
dijo Elead, “Josué está erigiendo las tabletas de piedra como un
monumento”.
“¿Para qué es ese monumento?” preguntó Dan’el.
Elead le respondió, “Este monumento se levantará aquí, en
el corazón de nuestro país, para recordarnos a todos los
mandamientos del SEÑOR que debemos obedecer, y este
monumento será como testimonio a todos los extranjeros —
“Esta tierra le pertenece al SEÑOR, el Dios de toda la tierra, y
todos deben guardar esas leyes’ ”.
*****
“¡ATENCION!” Josué, con voz de mando detuvo toda
conversación, haciendo el siguiente anuncio: Los mandamientos
de Dios serán leídos en alta voz alta — cada uno de ellos”.
Un silencio cayó sobre la gran asamblea en ambas montañas.
Líderes, jueces, sacerdotes, levitas, israelitas, extranjeros,
hombres, mujeres y niños — todos tenían que escuchar las leyes
que deberían obedecer para vivir como el pueblo de Dios en la
tierra de Dios.
Josué comenzó.

3
Génesis 27:1-8

19
Los israelitas escucharon los mandamientos de Dios, uno tras
otro. Los famosos Diez Mandamientos y los dos más
importantes mandamientos son: “Amarás al SEÑOR tu Dios con
todo tu corazón, con todas tus fuerzas y con todo tu ser”, 4 y
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. 5
Y las leyes sobre la adoración, sobre el trabajo, sobre el
matrimonio, sobre la familia, sobre el comportamiento adecuado
entre hombres y mujeres, sobre la propiedad, la justicia y muchas
otras cosas. El libro de la Ley de Dios les indicó a los israelitas
la forma que tenían que vivir y agradar a Dios.
*****
“Ahora”, dijo Elead, “los levitas dirán algo, y todos nosotros
les responderemos. Los levitas dirán unísonos, que todos los que
hacen el mal serán maldecidos por Dios, es decir castigados por
Dios. Y nosotros diremos ‘Amén’. Amén significa, ‘Que así
sea’. ‘Nosotros estamos de acuerdo en que los hacedores del mal
deben ser castigados’ ”.
Entonces esa parte de la ceremonia comenzó. Los levitas
unísonos dijeron lo siguiente:

“¡Maldito todos los que hacen un ídolo y lo guarda en


secreto! Jehová odia los ídolos.

Y todo el pueblo respondió, “¡Amén!”

4
Deuteronomio 6:5
5
Levítico 19:18

20
“¡Maldito el que trate con desprecio a su padre o a su
madre!”

Y todo el pueblo respondió, “¡Amén!”

“¡Maldito el que haga errar al ciego en el camino!”

Y todo el pueblo respondió, “¡Amén!”

“Hacer eso ha de ser horrible,” dijo Evie, “engañar a una


persona que no puede ver”.

“¡Malditos todos los que roban la propiedad de otra


persona!”

21
Y todo el pueblo respondió, “¡Amén!”

“¡Maldito el que pervierta el derecho del forastero, del


huérfano y de la viuda!”

Y todo el pueblo respondió, “¡Amén!” 6

Evie codeó a Dan’el y a Aghat y les susurró, “ ‘Extranjero’—


ves, Dan’el y Aghat, el SEÑOR nos dice a todos los de Israel
que debemos ser amables y justos con ustedes”.
*****

Cuando los levitas terminaron, Josué proclamó las


bendiciones que Dios les daría a Israel si obedecían sus leyes.

“Bendito será el fruto de tu vientre, y el fruto de tu


ganado, la cría de tus vacas y ovejas, y el fruto de tu
tierra.

6
Deuteronomio 27:15-26

22
“El SEÑOR bendecirá todo lo que hagas y te dará victoria
sobre tus enemigos.

“El SEÑOR los hará un pueblo santo y serán una gran


nación en la tierra”. 7

Pero Josué aún no había terminado. Solemnemente advirtió


a los israelitas que serían castigados si ellos no obedecían los
mandamientos del SEÑOR. Él les quitaría su tierra.
*****
La ceremonia finalmente llegó a su término y se dispusieron
a tener una buena convivencia. Los Israelitas habían hecho una
promesa; el pacto entre el SEÑOR Dios y su pueblo había sido
renovado. Ahora los israelitas comerían juntos en comunión con
su Dios. Iban a compartir una ofrenda de paz, que era comida, y
disfrutarían platicando juntos en la presencia de Dios.
Cada quién donde se encontraba, se
sentaron por tribus y por familias. Los
sacerdotes y los levitas distribuían trozos de
carne asada de borrego y de carnero.
Todo el campamento de Israel estaba
disfrutando de este tiempo de convivencia. “Yo
no sabía que adorar al SEÑOR hacía que la
gente estuviera tan feliz”, dijo Aghat. “Cuando
adoré a Moloc, a mi me dio miedo”. Aghat se
estremeció.

7
Deuteronomio 28:3-12

23
“Ah”, dijo Elead, “nuestro Dios quiere que nos regocijemos
y alegremos. Mientras obedezcamos sus mandamientos, el
SEÑOR cuidará de nosotros y nos bendecirá”.
“Padre,” dijo Zarad, “¿sabes lo que pensé cuando Josué
estaba leyendo la ley del SEÑOR nuestro Dios?”
“Dime, Zarad,” contestó su padre.
“Pienso que lo que Dios nos dijo sobre que debemos y que
no debemos hacer, ‘es para tener una mejor forma de vivir’ ”.
“Estas en lo correcto hijo mío,” dijo Elead.
Tan pronto Evie, Zarad, Dan’el y Aghat terminaron de comer
salieron corriendo a pasear, ellos prometieron regresar pronto.
Rahab, la hermana de Dan’el y Aghat, se sentó en el pasto
alado de Shera, la mamá de Zarad y Evie. “Shera”, dijo Rahab,
“la ley del SEÑOR nos dice como los hombres y las mujeres
debemos de comportarnos. Me avergüenzo de mi antigua forma
de vivir en Jericó: estaba violando la ley del SEÑOR. Lo siento
mucho. ¿Cómo es que debo comportarme ahora?”

24
“El SEÑOR es compasivo y misericordioso”, 8 dijo Shera.
“Rahab, tu has puesto tu confianza en el SEÑOR, y Él ya te ha
perdonado. Cuando nosotros confesamos nuestros pecados y
ponemos nuestra confianza en Él, Dios nos perdona. 9 Y cuando
Dios perdona, Él se olvida de ellos. El SEÑOR no se acordará
más de nuestros pecados. No se acordará más de los míos”. 10

Por favor lea la historia en la Biblia: Joshua 8:30-35. Ahora


vaya a las “Preguntas de Discusión” del capítulo 2
encontradas al final del libro.

8 Éxodo 34:6-7
9 Salmos 32:5
10 Jeremías 31:34

25
3
Engañado en una Alianza de Paz

“Me pregunto que porción de la tierra le será entregada a


nuestra tribu y cuál nos tocará a nosotros”, expresó Evie cuando
estaba desayunando al día siguiente. Todas las familias de Israel
armaron sus tiendas en Gilgal.
La ceremonia realizada en el monte Ebal y en el monte
Gerizim había sido una experiencia inolvidable para todos, sin
olvidar la grandiosa convivencia al final. Después de esto
cuando bajaron de los montes y regresaron a Gilgal, ellos vieron
más de la maravillosa tierra que el SEÑOR les estaba dando.
“Espero que cuando la tierra se divida entre las doce tribus
de Israel, nuestra tribu, la tribu de Efraín, tenga un área cerca de
Siquem”, dijo Evie mientras bebía su leche de cabra.

26
“¿Evie, por qué te gusta tanto Siquem?”, pregunto su padre.
“Bueno”, Evie contestó mientras dejaba de beber por un minuto:
“Es que me encanta la historia de José, y la tierra de Siquem es
la tierra que su padre Jacob le dio a él. La tierra le pertenece a
José”.
“Bueno, dentro de poco, todos nos moveremos a vivir a la
parte de tierra que se nos asignó a cada uno, porque Josué
conquistará todo el país. Aghat, y Dan’el dicen que los cananeos
y sus reyes tienen temor de los israelitas, porque nuestro Dios es
muy fuerte y no se atreverán a luchar contra nosotros”.
*****
Déjenme decirles que, también había algunos reyes cananeos
que decían, “Por supuesto que no, Josué no nos destruirá.
Nosotros somos los que destruiremos a Josué”.
“¡Vamos!” dijeron estos reyes, “¡unamos nuestros ejércitos
y peleemos contra estos israelitas y expulsémoslos de Canaán!”

27
Debo decirte que cada uno de estos reyes gobernaban sobre
una ciudad o un grupo de ciudades, junto con las villas de sus
alrededores. Estos reyes gobernaban la mayor parte de la tierra
de Canaán”.
“Sí”, todos ellos se pusieron de acuerdo para atacar. Todos
ellos dijeron, “pelearemos contra el ejercito de Josué”. Pero uno
de ellos hizo algo diferente. Te voy a contar lo que hicieron.
La gente que vivía en Gabaón platicando entre sí dijeron:
“Los israelitas tienen un Dios poderoso. Nosotros no tenemos
chance de prevalecer contra ellos. Solo vean como su Dios le
ayudó a Josué a destruir la ciudad de Jericó, y también la ciudad
de Hai. Seamos astutos con ellos. ¡Hagamos esto!”
Y así lo hicieron.

28
La gente de Gabaón organizó un grupo de líderes para ir a
Gilgal y hablar con Josué. Este grupo de líderes pretendieron ser
embajadores de una tierra muy lejana.
Yo me imagino que nunca has visto a un grupo de personas
tan desaliñadas físicamente como los gabaonitas que vinieron a
visitar a Josué. Habían puesto sobre sus asnos costales viejos,
también odres de vino viejos, algunos remendados y otros rotos.
Las sandalias que tenían se rompían de viejas; su ropa estaba
rota. Deberías haber visto la comida que llevaban en sus bolsas
— pan seco, y mohoso.
Vestidos de esta forma tan patética, llegaron al campamento
israelita en Gilgal.
Al llegar al campamento ellos dijeron: ¿En dónde está Josué?
Josué estaba con sus líderes, quienes eran sus consejeros. Los
viajeros gabaonitas dirigiéndose a ellos dijeron: “Señores,
nosotros hemos venido de una tierra lejana. Hemos recorrido un
largo, largo camino para venir a verlos. Hagan pues alianza con
nuestra tierra”.
Los consejeros de Josué, los líderes de Israel dijeron
“¿Mmm, a lo mejor no viven de tan lejos como dicen? ¿A lo
mejor viven entre nosotros? ¿Cómo es que podemos hacer
alianza con ustedes? (La ley del SEÑOR dice que Israel solo
podía hacer alianza con pueblos de tierras lejanas). 1
Entonces este grupo de líderes de Gabaón, quienes estaban
todos desaliñados se volvieron hacia Josué. “O, Señor, somos tus
sirvientes”. “¿Quiénes son?”, preguntó Josué. “¿Y de dónde
vienen?”

1 Deuteronomio 20:15

29
“Oh, mi señor”, el líder de este grupo respondió: “Hemos
venido de tierras muy lejanas, a causa del renombre del SEÑOR
— tu Dios — por todo lo que hizo por ustedes cuando estaban
en Egipto, y lo que hizo recientemente cuando derrotaron a los
dos reyes de los Amonitas, al este del río Jordán — Séjon rey de
Hesbón, y a Og rey de Basán.
“Por eso nuestros líderes y la gente de nuestra cuidad nos
dijeron, ‘Tomen provisiones para el camino, y vayan con Josué
y sus consejeros y díganles, ‘Nosotros somos tus siervos’. Así
que por favor hagan una alianza amistosa con nosotros.
“Hemos venido de tierra muy lejana”, ellos dijeron. “Miren,
este es nuestro pan. Este pan estaba caliente cuando lo tomamos
de nuestra casa para el viaje, pero ahora está duro y mohoso. Y
estos son nuestros odres. Estaban nuevos cuando los llenamos.

30
Miren, ahora están rotos. Vean pues nuestra ropa y sandalias,
están desgastadas por el largo viaje”.
Josué y los líderes de Israel examinaron el pan.
Efectivamente, estaba duro y mohoso. Josué y los líderes estaban
convencidos de que este grupo de visitantes venían de tierras
lejanas, así que los israelitas podían hacer una alianza con ellos.
Pero Josué y los líderes de Israel hicieron lo incorrecto. La
Biblia dice que ellos no consultaron al SEÑOR para saber que
deberían hacer.
Inmediatamente, Josué hizo una alianza amistosa con ellos y
su gente. Y prometió que les perdonaría la vida. Los líderes de
Israel también prometieron solemnemente, bajo juramento, que
mantendrían la alianza. Entonces el grupo de visitantes se fue.
Pero tres días después, tanto Josué como los líderes de Israel
descubrieron que habían sido engañados. Las personas que se
supone “que vivían lejos” vivían cerca de ellos, como a unos 30
kilómetros de distancia.
¿Ahora que harán?
“El Señor les dijo a los israelitas: “Nunca deberán hacer
alianza con la gente de Canaán”.2 Pero Josué y los líderes habían
hecho una alianza de paz con un grupo de cananeos, los
habitantes de Gabaón, juramentando en el nombre del SEÑOR,
el Dios de Israel, por lo que no podían cumplir la promesa
solemne que Dios les dio.

2 Deuteronomio 7:2

31
El pueblo de Israel escuchó lo que Josué y sus líderes habían
hecho. Que habían sido engañados por falsos embajadores que
supuestamente habían venido de tierras lejanas, con ropas
gastada y pan seco y mohoso. Se molestaron y se quejaron contra
sus líderes.
“¡Cómo fue posible que nuestros líderes fueran engañados
de esta manera!”
“Seguro que esas personas de Gabaón han de ser muy buenos
actores. Ellos fueron muy sagaces y pudieron engañar a Josué”.
“Que lástima que nuestros líderes no consultaron con
SEÑOR lo que debían hacer. ¿No nos dijo Dios que no
deberíamos dejar a ninguno cananeo vivo entre nosotros debido
a que nos enseñarían a imitar y a practicar sus horrendas
costumbres?”3

3 Deuteronomio 20:16-18

32
La gente se quejó. “Ustedes no
deberían haber hecho alianza con los
cananeos. El SEÑOR dijo que los
cananeos son perversos y tienen que ser
destruidos”.
Sus líderes respondieron: “Hemos
hecho una promesa solemne al pueblo se
Gabaón delante de el Dios de Israel, así
que ahora no podemos atacarlos.
Tenemos que dejarlos vivos, porque si rompemos nuestra
promesa el furor del SEÑOR caerá sobre nosotros”.
Josué y su ejército marcharon a la ciudad de Gabaón.
Imagínate cuán asustados estaban las personas que fueron a
engañar a Josué y a sus líderes cuando vieron que se acercaba el
ejército israelita. Josué les ordenó a los líderes de Gabaón que se
presentaran ante él.
“¿Por qué nos jugaron sucio? ¿Por qué fingieron venir de
tierras lejanas, con sus vestidos rotos y su pan endurecido y
mohoso? Nos han engañado. Ahora están bajo una maldición.
De ahora en adelante, ustedes serán nuestros siervos, cortarán
leña y acarrearán agua para la Casa de mi Dios”.
Los líderes de Gabaón le respondieron a Josué: “Señor,
nosotros, tus siervos, hicimos esto porque nos habían dicho que
el SEÑOR tu Dios les había dado toda esta tierra y le había
ordenado a tu siervo Moisés que destruyan a todos los habitantes
de Canaán. Nosotros — nosotros temimos por nuestras vidas, y
— a nosotros — a nosotros se nos ocurrió hacer esto. Señor,

33
nosotros — nosotros estamos en tus manos. Haz con nosotros lo
que te parezca justo y recto”.
Bueno, lo que hizo Josué fue lo siguiente. Él les perdonó la
vida. No permitió que ninguno de sus soldados matara a ningún
gabaonita.
“No morirán”, le dijo Josué al pueblo de Gabaón, “pero serán
nuestros siervos. De ahora en adelante, cortarán leña y
transportarán agua para satisfacer las necesidades del pueblo de
Israel y para el altar del SEÑOR done quiera que Él indique”.
Y el ejército del Israel marchó de regreso a Gilgal.

Por favor lea la historia en la Biblia: Joshua 9:1-27. Ahora


vaya a las “Preguntas de Discusión” del capítulo 3
encontradas al final del libro.

34
4
El Sol se Detiene

“¡Josué, ayúdanos, ayúdanos!” clamó la gente de Gabaón.


Dentro de poco ellos serían atacados por cinco reyes malvados:
el rey de Jerusalén y los cuatro reyes del sur de Canaán. Ellos
estaban asustados y enojados porque la gente de Gabaón había
hecho un pacto amistoso con Josué y los israelitas.
“Gabaón es una ciudad poderosa”, le dijo el rey de Jerusalén
a los otros cuatro reyes. “Sus soldados están entrenados para la
guerra, y están a casi 10 kilómetros de mí. Y si Josué trae su
ejército a Gabaón, él me atacará y a ustedes también. ¡Vamos
unamos nuestros ejércitos para capturar a Gabaón de una vez por
todas!”

35
Así que los cinco reyes — el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón,
el rey de Jarmut, el rey de Laquis, y el rey de Eglón — y sus
ejércitos marcharon hacia el muro de la ciudad de Gabaón para
atacarlos.
Los líderes de Gabaón se las ingeniaron para mandarle un
mensaje a Josué. “¡Ven pronto a rescatarnos! Nosotros somos
tus siervos. No dejes que nos destruyan”.
¿Cómo reaccionará Josué con esta noticia?
Los gabaonitas habían engañado a Josué y a los líderes de
Israel para que hicieran un pacto de paz con ellos. Y ahora que
los gabaonitas imploraron por ayuda, Josué no se podía retractar
del este pacto solemne. Así que Josué, al momento, se puso en
marcha desde Gilgal con sus mejores hombres de guerra y todo
su ejercito.
Pero ¿como era posible que Josué junto con todo su ejercito
pelearan contra cinco reyes al mismo tiempo? ¡Esto era
imposible!
Pero el Señor le dijo a Josué: “¡Ve! No tengas miedo de ellos.
A todos te los he entregado en tus manos. Ninguno de ellos te
podrá hacer frente”.

36
Josué y su ejercito marcharon toda la noche. Fue un recorrido
como de 40 kilómetros y aproximadamente otro kilómetro
cuesta arriba. A la mañana siguiente Josué y su ejército hicieron
un ataque sorpresivo a los cinco ejércitos que estaban
acampando a las afueras de los muros de Gabaón. El SEÑOR
hizo que los cananeos tuvieran mucho miedo, que tuvieran
pánico y los israelitas tuvieron una gran victoria. Los cinco reyes
y casi todo su ejército salieron huyendo.
Ellos huyeron hacia el oeste, hasta llegar a un pueblo lejano
y luego bajaron por una colina muy empinada. Josué y su ejército
no los podían alcanzar.
Pero Dios le ayudo a Josué. ¿Quisieras saber lo que Dios
hizo para ayudarle? Él mando una tormenta de granizo, eran
piedras grandes de granizo. Por lo general el granizo no cae
despacito. Cae con violencia y se estrella, y golpea con una
fuerza terrible.

37
¿Te acuerdas de la historia de Job, lo
que Dios dijo sobre el granizo? Él dijo que
tiene el granizo preparado para la batalla. 1
Bueno, éste es un momento en el que Dios
uso el granizo para ayudar a Josué contra
los reyes perversos de Canaán y sus
ejércitos. Las piedras de granizo mataron
más cananeos que los que ellos mataron en
la batalla que hubo alrededor de los muros
de Gabaón. Pero aún así los reyes y
muchos de sus soldados habían huido.
¿Has escuchado a alguien decir, “No
hay suficiente tiempo en el día para
terminar todo lo que tengo que hacer?”
Josué estaba pensando en eso mismo.
“Esta batalla no se ha terminado. El sol pronto se opondrá, y no
podremos pelear en medio de la obscuridad”.

Tú no te imaginarás la petición que hizo Josué.


Él oró. Todo su ejército escuchó la extraña petición. Esta
petición no estaba dirigida a ellos. Ni tampoco estaba dirigida a
ningún ser humano. Ni tampoco parecía que iba dirigida a Dios.
Ellos no podían creer lo que estaban escuchando sus oídos. Josué
le estaba ordenando al sol. ¡Sí, al sol! y también a ¡la luna!
Escuchen lo que dijo Josué:
¡Sol, détente en Gabaón!
¡Y tú luna en el valle de Ajalón!

1 Job 38:22-23

38
¿Y qué pasó después? Esto lo puedes creer si quieres, porque
está escrito en la Biblia.
El sol se detuvo, y también la luna, hasta que Israel
derrotó a sus enemigos. El sol se detuvo en medio del cielo,
y no siguió su curso por casi un día entero.
Dice la Biblia que “El SEÑOR estaba peleando por Israel”.
Él mandó el granizo e hizo que el sol y la luna se detuvieran.
*****
Los cinco reyes estaban bien escondidos, pero alguien
descubrió en donde estaban y fue a reportárselo a Josué. “Los
cinco reyes están escondidos en la cueva de Maceda”.
“Rueden piedras grandes a la entrada de la cueva, y pongan
hombres junto a ella para que los guarden y los reyes no
escapen”, Josué ordenó. “Pero el resto de ustedes no se detengan,
sigan persiguiendo a sus enemigos. Atáquenlos por la
retaguardia, y no dejen que regresen a sus ciudades, porque el
SEÑOR nuestro Dios los ha entregado en sus manos”.
Josué y su ejército destruyeron a los cinco ejércitos del sur.
Solo algunos soldados de ellos lograron escapar a sus ciudades
amuralladas.
Después de esto, Josué y su ejército regresaron
temporalmente a su cuartel general en Maceda.
“Por cierto”, dijo Josué, “traigan a los cinco reyes que están
en a cueva — el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de
Jarmut, el rey de Laquis, y el rey de Eglón”.

39
Josué les dijo a los capitanes de su ejercito, “Vengan, pongan
sus pies sobre el cuello de los reyes”. Y así lo hicieron. Josué
alentó a sus capitanes diciendo: “No tengan miedo, ni pierdan
ánimo. Sena valientes. Esto es lo que el SEÑOR hará con todos
sus enemigos”.
Josué mató a los cinco reyes y les ordenó que los enterraran
en la cueva donde los habían encontraron”. Después, con piedras
enormes, taparon la entrada de la cueva.
Entonces Josué y su ejército pelearon contra las ciudades de
estos cinco reyes y las conquistaron, así como también a los otros
pueblos y a las ciudades al sur de Canaán.
Después de esto, Josué y su ejército regresaron a casa, al
campamento de Israel en Gilgal. Ellos tuvieron la victoria Y

40
ellos sabían por qué. Porque el SEÑOR había peleado por ellos
Él hizo llover granizo del cielo e hizo que el sol se detuviera.
¿Qué es lo que esta historia nos dice? Bueno, nos dice que la
Biblia dice, “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” 2

Por favor lea la historia en la Biblia: Joshua 10:1-43. Ahora


vaya a las “Preguntas de Discusión” del capítulo 4
encontradas al final del libro.

2 Romanos 8:31

41
5
Una Boda muy Especial

“¡Oh, Zarad! ¡Hoy es la boda de mi


amiga Rahab!” dijo Evie.
“Ya lo se Evie. ¿Cómo podría
olvidarlo?”
“Zarad, este es el día más emocionante
de mi vida”, declaró Evie, mientras se
detenía para acariciar el vestido rojo bordado
que su madre le había hecho para que se lo
pusiera en la noche de la boda. El vestido
estaba colgado en un gancho en uno de los
postes de la tienda.
“Niños, vengan para acá, les dijo su
madre. “Su padre ya esta listo para

42
desayunar. Este es un día muy especial. Mi querida amiga Rahab
se va a casar con el príncipe Salmon, el príncipe de la tribu de
Judá”.
Shera conmocionada limpió la
lágrima de alegría que salía de su
ojo. “Mamá”, dijo Evie. “¿Por qué
llamas a Salmon príncipe?”
“Bueno, porque me supongo que
Salmon es el hijo de Naasón, un
hombre muy importante en el pueblo
de Israel. Cuando el SEÑOR puso
jefes sobre las doce tribus, Él
escogió a Naasón como jefe de la
tribu de Judá. 1 Y cuando los jefes
trajeron sus ofrendas para construir el tabernáculo, Naasón fue
el primero. 2 Y cuando partieron del monte Sinaí, la tribu de Judá
fue la que nos dirigió, siendo Naasón su jefe.3 Así que Salmon
es como un príncipe porque es el hijo de Naasón.
“Mamá, eres muy buena para saber quien es quién en las
familias”, dijo Evie.
“Sí, tu mamá es muy buena para eso”, dijo Elead. “Es
maravilloso que el día de hoy Rahab se va a casar con Salmon.
Y Salmon es un hombre afortunado al casarse con una mujer
joven y valiente que tiene una gran fe en el Dios de Israel. Rahab
se merece casar con un príncipe.

1 Números 2:3
2
Números 7:11-12
3 Números 10:14

43
“Ahora, tengo que ir a alimentar a los animales y alistarme
para la boda”, dijo Elead mientras salía de la tienda, y justo
saliendo de la tienda estaba su amigo Jakim.
“¡La paz de Dios sea contigo, Jakim! ¿Qué nuevas te trae
visitarnos tan temprano?”
“Elead, tengo una duda muy grande concerniente a la boda
de hoy”.
“¿Una duda muy grande, Jakim?
“Sí. No entiendo porque Salmon tiene permitido casarse con
Rahab, quien es una mujer cananea. La ley del SEÑOR dice que
un israelita no debe casarse con una cananea. Pero hoy mismo
tendremos una boda donde el líder de la tribu de Judá, la tribu
líder de Israel va a casarse con Rahab, una mujer cananea. ¡Esto
es contra la ley del SEÑOR!”
“Jakim, mi querido amigo”, contestó Elead, “cuando el
SEÑOR dijo que nosotros los israelitas no debemos casarnos con
los cananeos, ¿te acuerdas de la razón que Él nos dio? ‘Porque
ellos desviarán a sus hijos de en pos de Él, y servirán a otros
dioses’. 4

4 Deuteronomio 7:3-4

44
“Como verás, Rahab es una excepción — ella nunca
desviaría a nadie de las ordenanzas del SEÑOR de Israel. Rahab
creía en el SEÑOR cuando vivía en Jericó, esto fue antes que
conociera a nuestros espías. Era tanto lo que ella creía en Él, que
arriesgó su vida para proteger a nuestros espías.
“Y por que Rahab tenía fe en el SEÑOR, Él la adoptó como
parte de su pueblo. Lo que realmente importa es la fe, no la
nacionalidad. Así que es absolutamente correcto que Salmon se
casé con ella”.
“Sí, sí, tienes razón, Elead”, respondió Jakim.
*****
La brisa fresca del atardecer, proveniente del mar
Mediterráneo se hizo sentir en el pueblo de Gilgal. Era tiempo
de arreglarse para la boda, la boda del año. La boda del
“Príncipe” Salmon y Rahab.

45
Evie se vistió con su hermoso vestido bordado, de color rojo.
Su cabello negro estaba rizado. Sus ojos obscuros brillaban. Al
igual que las otras niñas, Evie marcharía en la procesión de la
boda de Rahab. Ella había hecho su propio bouquet de flores, el
cual llevaría durante la procesión esa noche. Ella había
recolectado todo tipo de flores silvestres.
“Zarad, ¿en dónde esta tu antorcha?”, dijo Evie, “te vi
enrollando un pedazo de tela vieja, en forma de antorcha, que
parecía una vela gigante”.
“O, mi antorcha esta con Dan’el y Aghat. Tenemos nuestras
tres antorchas sumergidas en aceite de oliva hasta que las
necesitemos encender para usarlas en la procesión de esta
noche”.

46
Shera, la madre de Evie había ido a la tienda de la familia de
Rahab, para ayudarla a vestirse. El vestido de Rahab era de color
azul, y estaba exquisitamente bordado. Su velo era del mismo
color. En su cuello llevaba una cadena de oro, y sus aretes,
también hechos de oro, estaban decorados con piedras preciosas.
Llevaba un broche de oro fino, y todo esto eran regalos de parte
de Salmon, su prometido.
“Rahab, ¡te ves hermosísima!” exclamó Shera. “Salmon
pronto estará aquí para pedir a su hermosa prometida”.
Rahab estaba emocionada. Ella podía escuchar el son de las
flautas y tamboriles a la distancia, acompañados de cantos y
gritos de júbilo. Ella sabía que su prometido estaba en camino.
Algunos de los miembros de la procesión salieron a su encuentro
y lo condujeron hasta donde estaba Rahab.

47
La procesión había comenzado en la casa del prometido, en
la tribu de Judá, en la tienda que Salmon había preparado para la
boda.
La procesión de la prometida, la novia, estaba formada por
un grupo de mujeres y niñas las cuales eran las amigas cercanas
de Rahab, incluyendo a Evie. Sus vestidos eran de colores vivos
— azules, rojos, verdes, amarillos y morados.
¡Que hermosa procesión! Tanto hombres como muchachos
cargaban antorchas encendidas, entre ellos estaban Zarad, Aghat
y Dan’el. Las antorchas, mantenidas con postes en lo alto,
crepitaban alegremente en la obscuridad, alumbrando a lo largo
del camino. ¡Y la música se oía a la distancia! Las flautas, los
tambores y los tamboriles.
A medida que la procesión avanzaba alegremente, la gente
se unía a ella, hasta que finalmente llegaron a la tienda donde se
realizaría la boda.
Tanto la silla del novio como el de la novia estaban debajo
de un pabellón el cual tenía un estandarte de león, el León de la
tribu de Judá. Esta era una boda muy importante. El sumo
sacerdote estaba ahí, vestido con su hermosa túnica y su pectoral
de piedras preciosas. Josué presidió la ceremonia durante todo el
evento.

48
Los novios se sentaron en su respectiva silla.
La ceremonia matrimonial fue breve.
A Rahab se le preguntó: “¿Aceptas a este hombre para que
sea tu esposo?”
“Sí”, respondió ella.
Salmon también aceptó solemnemente el compromiso.
El Sumo Sacerdote bendijo a la pareja diciendo:
El SEÑOR te bendiga y te guarde. El SEÑOR haga
resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia. El
SEÑOR levante hacia ti su rostro, y ponga en ti paz. 5

La música inició nuevamente. Las antorchas


resplandecían en el cielo. La boca se te hacía agua con el

5 Números 6:24-27

49
aroma de la comida. Todos estaban listos para el manjar de
carne, cordero rostizado, y del pan delicioso recién salidito
del horno, que los meseros ofrecían a los invitados, los
cuales se encontraban sentados en elegantes alfombras
extendidas sobre el suelo. Las mesas estaban servidas con
ensaladas, charolas de dátiles, higos, nueces, almendras,
colmenas de miel, pasas, jarras de miel, y todo tipo de carnes
endulzadas.
Los niños disfrutaban
trayendo las charolas con comida
a los invitados. Evie traía las
pasas, mientras Zarad traía una
charola grande con uvas. La fiesta
duró horas y horas. Había música
y canciones de amor, y discursos.
Luego un líder de la tribu de Judá
se levantó y dijo: “¡Alabado sea
el SEÑOR Dios de Israel! Yo
quiero felicitar a la joven valiente que escondió a nuestros
espías — Quiero darle a Rahab la bienvenida a nuestra tribu,
la tribu de Judá. Hoy recordamos la bendición que Jacob, el
patriarca, pronunció sobre nuestra tribu: De la tribu de Judá
vendrá el Gran Libertador, el Salvador prometido. 6 ¡El
SEÑOR de Israel bendiga a Salmon y Rahab con hijos!”
Cuando la celebración terminó, los esposos fueron
despedidos con gritos y aplausos de alegría y se fueron
felices.

6
Génesis 49:10

50
Cuando estaban solos en su tienda, Salmon removió el
velo que cubría el rostro de su esposa. Rahab se convirtió en
su esposa.
Esta celebración duró una semana. El “príncipe”
Salmon y la “princesa” Rahab estuvieron ocupados
atendiendo a sus invitados, pero también se dieron tiempo
para estar ellos solos.

A su debido tiempo, Dios bendijo a Salmon y a Rahab con


hijos, y nietos, y bisnietos, y tataranietos.
Rahab y Salmon tuvieron un varoncito. Le llamaron Boaz.7
Ellos se deleitaron de tener este hijo. Y lo criaron
cuidadosamente y le enseñaron a amar al SEÑOR, el único y
verdadero Dios.
7 Mateo 1:5

51
Boaz llegó a poseer muchas tierras en la región de Belén.
Quizás tu recuerdas la historia de Rut, una joven de la tierra de
Moab que vivió como extranjera en
Belén. Y como verás, Boaz, se enamoró
de Rut cuando la vio espigando en uno
de sus campos, durante la cosecha. 8
La boda de Boaz y Rut fue
importante también.
Rut y Boaz tuvieron un hijo varón al
que llamaron Obed. 9
Obed creció y se casó, y él y su
esposa tuvieron un hijo al que llamarón
Isaí. 10
Después, Isaí creció y también se
caso, y tuvo un hijo al que llamó
David. 11 — el mismo David que mató al
gigante Goliat. El mismo David que
llegó a ser el rey mas grande de Israel.
La Biblia nos dice algo importantísimo y trascendental
sobre la familia de Salmon y Rahab. Después de transcurrir
cientos de años, una noche en la ciudad Belén, nació un bebé
muy especial.12 El nombre de su madre fue María.
Este bebé era tan especial que un ángel descendió del cielo
para anunciarle a los pastores, que en esa noche estaban

8
Rut 1:16-4:10
9 Mateo 1:5
10 Mateo 1:5
11 Mateo 1:6
12 Lucas 2:4-7

52
cuidando sus ovejas, que el Salvador del mundo acababa de
nacer en uno de los establos de Belén. 13 El nombre de este bebé
fue Jesús.
Jesús es el hijo de Dios y el hijo de María.
¡La Biblia dice que Jesús era un ta-ta-ta- (muchas veces ta)
ranieto de Salmon y Rahab!14
En realidad, Salmon y Rahab llegaron a ser gente muy
importante en el plan de Dios, ¿no es así?

Ahora vaya a las “Preguntas de Discusión” del capítulo 5


encontradas al final del libro.

13 Lucas 2:8-12
14 Mateo 1:5-16

53
Preguntas de Discusión

Las siguientes preguntas son proporcionadas para el uso de


familias, escuelas dominicales y ministerios de niños. El
objetivo de éstas es ayudar a los oyentes y lectores a recordar
los detalles de la historia y considerar lo que podemos
aprender. Las preguntas de cada capítulo comienzan con una
revisión básica seguida por preguntas de discusión en las que
aumenta su complejidad. La última pregunta de cada capítulo
está dirigida a niños mayores o para una discusión dirigida por
adultos.
La discusión debe ayudar a los participantes a crecer
en amor por Dios y en la habilidad para obedecer su palabra.

Capítulo 1. Una Promesa Cumplida


1. En el camino rumbo a Siquem, lo israelitas tuvieron que
detenerse en Betel. ¿Qué acontecimiento extraño
experimentó Jacob mientras dormía en ese lugar años atrás?
2. ¿Cuál fue la promesa Dios le hizo a Jacob en ese momento?
3. José también sabía de esta promesa, ¿quién era José?

54
4. ¿Qué fue lo que José les dijo que le sucedería al pueblo de
Dios que vivía en Egipto? ¿Qué quería que hicieran con su
cuerpo cuando llegara ese momento? ¿Por qué?
5. ¿Cómo estos acontecimientos nos muestran que las
promesas de Dios siempre se cumplen?

Capítulo 2 Confirmando el Pacto


1. ¿Cuál es el nombre de los dos montes a donde las tribus
subieron para escuchar el pacto?
2. ¿Qué edificó Josué entre los dos montes? ¿Qué fue lo que
declaró allí?
3. ¿Cuáles son algunos de los mandamientos mencionados en
este capítulo? ¿Puedes nombrar los 10 mandamientos?
4. ¿Cómo celebró la gente al final de la ceremonia? ¿Qué es lo
que estaban celebrando?
5. Hoy en día estos mandamientos son también para nosotros.
¿Qué tan probable es que rompamos esos mandamientos?
¿Qué hace Dios cuando le confesamos nuestros pecados y le
pedimos perdón?

Capítulo 3. Engañado en una Alianza de Paz


1. ¿De qué forma los líderes de Gabaón engañaron a Josué?
2. ¿Qué mala decisión hicieron Josué y sus líderes con los
gabaonitas? ¿Qué se supone que debieron haber hecho en
vez de tomar esa mala decisión?

55
3. ¿Qué regla había puesto Dios en relación con hacer
amistades con las naciones de su alrededor? ¿Por qué crees
que Dios estableció esta regla?
4. ¿Por qué Josué no quería romper su promesa? ¿Qué castigo
les dio a los gabaonitas por haberlo engañado?
5. ¿Qué piensa Dios de las personas que engañan a otros o de
los que rompen su promesa? ¿Por qué debemos tener
cuidado cuando le prometemos algo a alguien?

Capítulo 4. El Sol se Detiene


1. ¿Cuál fue la primera cosa que Dios hizo para ayudar a los
Israelitas a salvar a la gente de Gabaón?
2. ¿Cuál fue la sorprendente orden que Josué pronunció, y a
quién iba dirigida?
3. ¿En dónde se escondieron los cinco reyes, y que fue lo que
les pasó?
4. ¿Por qué los israelitas triunfaron sobre estos enemigos?
5. ¿Cuál fue el discurso que dio Josué para alentar a sus
oficiales en mando? Cuándo tenemos que ser ‘fuertes y
valientes’ hoy en día?

Capítulo 5. Una Boda Muy Especial


1. En este capítulo, ¿cuál fue la celebración más importante de
la historia?
2. ¿Cuál es la relación entre el príncipe Salmon y Aarón?

56
3. ¿Por qué Josué le permitió a Salmon, siendo un israelita,
casarse con Rahab? ¿Por qué razón los israelitas no podían
casarse con extranjeros?
4. ¿Cuál fue el nombre que Rahab y Salmon le pusieron a su
hijo?
5. Explica como Rahab y Salmon formaron parte en el gran
plan de salvación que Dios tenía para el mundo.

57

También podría gustarte