DETECCION Y CORRECCION DE LA

ACIDEZ DE LOS SUELOS

Nicasio Rodríguez S. 1, Emilio Ruz J.2, Jorge Chavarría R. 3•

1. INTRODUCCION

La intensificación de la agricultura en la región centro sur, a través

del uso continuado del suelo en cultivos con mayor aplicación de
fertilizantes amoniacales. ha generado un aumento de acidez total
(Hidrógeno+ Aluminio), que se refleja en la disminución de los
valores de pH. Recordamos al lector que a menor pH corresponde
mayor acidez.

Determinaciones realizadas en el Laboratorio de Servicio de

Análisis de Suelo de la Estación Experimental Quilamapu, indican
una disminución de los valores de pH en la mayoría de los suelos
agrícolas. La excepción a esta tendencia se observa en predios
que tienen incluída la remolacha en la rotación de cultivos y en los
cuales se incorpora regularmente carbonato de calcio al suelo.

2. CAPACIDAD DE INTERCAMBIO DE CATIONES DE LOS

SUELOS

En el suelo existen abundantes cantidades de arcillas y de humus,

las cuales tienen cargas negativa, en las cuales quedan retenidos
los cationes de intercambio, Hidrógeno y Aluminio.

Cuando los suelos tienen valores de pH 6. 5 a 7. O, los cationes que

tienen mayor concentración en el suelo son el calcio (Ca), el
magnesio (Mg) y el potasio (K).

Cuando los suelos tienen reacción ácida (pH menor de 5.5) los
cationes Ca, Mg y K han sido reemplazadas en gran proporción
11ng. Agrónomo M.S. Programa Fertilidad por cationes que le trasmiten propiedades ácidas como son el
de Suelos Hidrógeno y el Aluminio (ver esquema siguiente).
z1ng. Agrónomo Ph.D. Programa Ecologfa
y Producción
3 lng. Agrónomo, Programa Transferencia

Tecnológica

IPA QUILAMAPU N11 57, 1993

 Ca M K
Acidificación
Ca ---~
tf-----
Encaladura
Mg K Ca
3. ENCALADO
Los materiales que se usan comúnmente como
enmiendas calcárea son: carbonato de calcio,
óxido de calcio, hidróxido de calcio y otros tales
como dolomita (material que contiene magnesio).
Al aplicar cal (CaC03) al suelo, se producen 2
efectos: 1) aporte de calcio y 11) un aumento en el
pH del suelo, debido a la reacción alcalina que
tiene este compuesto.
La reacción básica del carbonato de calcio en un
suelo húmedo se ilustra en el siguiente esquema:
CaC03 + H20 -------->Ca+++ HCO· 3 +OH·
H+ + OH·--------) Hp
Del mismo modo el AIH+ activo reacciona con el
OH· liberado de la reacción anterior y precipita
como hidróxido de aluminio.
Efectos del encalado
La neutralización del aluminio y reducción de la
fijación de fósforo ayuda a mejorar la eficiencia
del uso de los fertilizantes fosfatados.
La recomendación de encaladura deberá estar
basada en la acidez intercambiable medida a
través del pH en el suelo. En la mayoría de los
suelos minerales la adición de cal para llegar a un
valor de pH entre 5.8 y 6.2 es suficiente para
neutralizar el aluminio presente.
La adición de cal en cantidades mayores que la
IPA QUILAMAPU N2 57, 1993
Al
H Ca K
necesaria para neutralizar el 85% del Al inter-
cambiable no incrementa el rendimiento de la
mayoría de los cultivos, y puede conducir a un
desbalance con otros cationes (deficiencia de
Magnesio y Potasio).
Disponibilidad de molibdeno (Mo)
La solubilidad y disponibilidad del molibdeno es
baja en suelos acidos y se incrementa considera-
blemente con el encalado. Este aspecto es muy
importante porque el molibdeno es esencial para
la fijación simbiótica de nitrógeno de las legumi-
nosas. En condiciones de alta acidez muestra
claramente su deficiencia. La mayoría de los
microorganismos nitrificantes que convierten el
NH4+ en N03· requieren adecuadas cantidades
de calcio activo. Aplicaciones de cal que cambian
el pH del suelo a un valor cercano a 6.2 - 6.5
mejoran considerablemente el proceso de
nitrificación. También la descomposición de re-
siduos de cosecha y de la materia orgánica del
suelo es más rápida en este rango de pH y lenta
en suelos ácidos.
Pérdida de potasio intercambiable
Cuando la acidez del suelo es alta existe mayor
posibilidad que el potasio no esté en los sitios de
intercambio. Al estar libre en la solución del
suelo, se expone a pérdidas por lixiviación, espe-
cialmente en sectores de alta pluviometría. El
potasio es el catión que se pierde más fácilmente
por lixiviación. Este tipo de proceso es altamente
significativo para la agricultura en suelos donde
las reservas de potasio son bajas, como ocurre
en los suelos trumaos.
4. RELACIONES ENTRE EL pH Y CATIONES
DE INTERCAMBIO EN SUELOS CON De este modo, el pH refleja una serie de relacio-
DIFERENTES GRADOS DE nes que tienen gran importancia en la dinámica
INTENSIFICACION de nutrientes en el suelo.

Para ilustrar este tipo de relaciones se presentan 5. RECOMENDACIONES DE ENCALADO

a continuación los resultados de análisis de sue-
los de la precordillera que han sido sometidos por
largo tiempo a diferentes grado de intensificación.
Esto es, suelos que se han mantenido bajo
cultivo permanente (muy intensivo), hasta suelos
con poco uso agrícola, preferentemente en gana-
dería extensiva.
Analizando globalmente estos resultados (Figura
1), se aprecia claramente que las muestras de
suelo tomadas en los sectores donde el uso ha
sido poco intensivo, el pH fluctúa alrededor de 5.9
y el calcio·de intercambio alcanza a 9 meq/100 gr.
Sin embargo, las muestras de suelo provenien-
tes de áreas más cultivadas, el pH ha ido decli-
nando gradualmente hasta valores de 5.4. Aso-
ciadas a este cambio se aprecia también una
declinación sustancial del calcio y potasio.
La Figura 2 presenta la relación del pH con
aluminio intercambiable. Invariablemente en las
muestras en que el pH es más bajo, aumenta el
porcentaje de saturación de aluminio en el com-
plejo de intercambio.
Es recomendable aplicar cal (CaC03) e incorpo-
rarla al suelo cuando la acidez total (Al + H)
indiquen limitación en la producción de los dife-
rentes cultivos que el agricultor tenga que esta-
blecer en su rotación de cultivos. La cantidad de
Cal necesaria para la corrección de la acidez está
directamenterelacionada con el cambio de pH
necesario para dejar al suelo sin limitaciones
nutricionales y evitar toxicidad de aluminio.
La cantidad de Cal necesaria para alcanzar el pH
deseado dependerá básicamente de la magnitud
del cambio necesario y def tipo de suelo, los
cuales poseen diferencias apreciables en la
resistencia a modificar la acidez del suelo. La
dosis de Cal puede estimarse conociendo el
poder tampón del suelo.
En general se puede indicar que para cambiar el
pH del suelo en O.1 unidad es necesario incorpo-
rar 800 a 1000 kg de Cal por hectárea en suelos
trumaos, y de 500 a 600 kg en rojos arcillosos y
de transición.

Intensificación del uso del suelo

0.25

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5.9 5.8 5.7 5.6 5.5 5.4

pH del suelo

Figura 1.* Efecto de la intensificación del uso del suelo en la variación del pH y cationes de intercambio.

IPA QUILAMAPU NQ 57, 1993

 15
80

70

60

40

30 c_~~--L-~~---L~~~.l.-~~-l....~~--1~~~-L-~~___J_~~~'--~~~:'90
5-0 5.1 5.2 5.3 5.4 5.5 5.6 5.7 5.8 5.9

Valor de pH (H,P) del suelo

Figura 2.- Relación entre pH del suelo y el porcentaje de saturación de calcio y aluminio intercambiable.

Como regla general y cuando la acidez no es
limitante es necesario aplicar 1 .500 a 2 .000 kg de
cal cada cuatro años cuando se usan fertilizantes
amoniacales en las dosis recomendadas.
6. CONCLUSIONES
El impacto que pueda tener una agricultura inten-
siva, cuando no se consideran las medidas
correctivas apropiadas, puede influir seriamente
en la sustentabilidad de uno de los principales
recursos productivos del agricultor: la fertilidad
de sus suelos.

La información presentada en este articulo pone

en relieve la importancia de los estudios de
fertilidad de suelo y sus relaciones con los siste-
mas productivos en cada zona agroecológica del
país.
Los autores desean agradecer el apoyo a sus colaboradores:
Sr. Ciro Belmar N. Ingeniero de Ejecución Agrícola y Sra.
Carmen Lobos S. Químico Laboratorista, de la Estación Expe-
rimental Quilamapu.

La práctica del encalado es de

bajo costo y tiene grandes ven-
tajas para el agricultor. (Foto P.
Soto).

IPA QUILAMAPU N2 57, 1993

Un buen manejo de la fertilidad
asegura la sustentabílidad del
potencial productivo. (Foto N.
Rodrfguez).

IPA QUILAMAPU N11 57, 1993