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Editor general:
Jorge Galli
EIRENE Argentina
VIDEO 01
EL MATRIMONIO Y EL AMOR ERÓTIC O
LIC. CLAUDIA DODDO
introducciÓn
_ el entorno
_ Los estímulos
_ Los ritmos
_ conclusión
_ no hay rutinas
.9
2. La excLusividad de La pareja
_ respeto y confianza
_ pertenencia y seguridad
_ renunciar a seducir
10.
_ conclusión
3. cuidar La intimidad
• el casamiento
• Los hijos
• La mediana edad
_ intimidad y autoestima
_ conclusión
concLusiones integradoras
12.
CLASE 1
eL MAtRiMonio
Y eL AMoR eRÓtico
(eros)
«POR ENcIMA DE TODO, víSTANSE DE AMOR, qUE ES EL víNcULO
PERFEcTO». cOLOSENSES 3.14 (NvI)
vida matrimonial y a los modos vinculares dentro de ella (1 Juan 4.7 expresa: «…
porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce»,
NVI). Al hablar del amor erótico desde la perspectiva bíblica es necesario
remitirnos al libro de Cantares, que relata dicha clase de amor en su máximo
esplendor.
Es importante notar que, por momentos, los modos en que se solicitan estos
deseos de acercamiento suelen indicar suavidad y lentitud, así como mayor
EL MATRIMONIO Y EL AMOR ERÓTICO (EROS)cLase 1 .15
apresuramiento, aludiendo a imágenes de la naturaleza. Cada encuentro recorrerá
su propio trayecto, con distintos ritmos.
El clima emocional del libro es de total fluidez; nada aparece como forzado.
El recorrido de las descripciones sensoriales aporta al clima de sensualidad en el
marco de la pareja marital. Pleno de imágenes cinésicas, gustativas, visuales,
olfativas, auditivas, táctiles, se involucran todos los sentidos dentro de la
relación sexual y el encuentro íntimo. Es una intimidad que trasciende el
atractivo físico, un espacio y una experiencia donde hay confianza (evidente en
el diálogo y la comunicación de pedidos), respeto (los tiempos no se aceleran ni
tampoco se retrasan, por momentos se apresuran para ajustarse cuando hay
desencuentros), admiración (con descripciones explícitas de ella hacia él y de él
hacia ella, lo que indica simetría en esta disposición), exaltación de los atributos
femeninos (su belleza, modo de actuar, disposición sensual) y masculinos
(destreza como amante, virilidad), y pertenencia y exclusividad en el vínculo
(«…mi amado es mío y yo suya…» 2.16; «…yo soy de mi amado, y mi amado
es mío…» 6.3.).
Asimismo, en medio del idilio como pareja se muestra la realidad del cuidado
de este amor. Se manifiesta a modo de advertencia el hecho de cuidarse de las
16. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
«zorras», como símbolo de un factor que ocasiona daños en los viñedos en flor
(2.15). Esto ocurre principalmente en los inicios de la relación: representan
peligros pequeños que roen, lastiman, impiden echar raíces, socaban lo
plantado/conseguido hasta ese momento. Pero este cuidado vale considerarlo y
activarlo no solo al inicio de la relación sino que también durante toda la vida. Si
bien los motivos de atención se modificarán a lo largo del tiempo cada momento
evolutivo tendrá sus propias «zorras» y no siempre vendrán de afuera; podrían
surgir del interior de cada uno, por ejemplo: orgullo, egoísmo, soberbia,
subestima (propia y del otro/a), celos, terquedad, seducción sensual (fuera de la
pareja, aunque no se consumara) y una lista propia, que cada pareja podrá
visualizar de acuerdo a la propia vulnerabilidad de las tentaciones particulares.
Saber que estas realidades existen y que seguirán allí nos permite estar alerta
y poner atención cotidiana a fin de prevenir males que se podrían instalarse
para aniquilar el matrimonio. Aun las crisis evolutivas tienen mejor pronóstico
cuando existe un vínculo de confianza consolidado donde ambos integrantes se
comprometen para la superación de los conflictos.
En otras palabras, elaborar la vida que nos sucede mientras corremos según
el paradigma sociocultural de nuestro tiempo. El estrés, por ejemplo, es un
enemigo bajo el que la sociedad actual vive sometida. Atenta en forma directa
contra las relaciones de pareja y sobre todo produce desgano ante el posible
encuentro sexual.
• Biológica: Reproductiva
• Fisiológica: Generación de placer
• Social: Desarrollo de intimidad
• Psicológica: Edificación de autoestima
Por otro lado, Romanos 1.25 señala: «Cambiaron la verdad de Dios por la
mentira, adorando y sirviendo a los seres creados antes que al Creador, quien es
bendito por siempre. Amén». (NVI)
EJERCICIOS
1. Mencione tres roles que los cónyuges desempeñan en su relación mutua.
6. Exprese dos motivos externos y dos internos (en relación a la pareja) que
podrían perjudicar el matrimonio.
VIDEO 02
EL MATRIMONIO Y EL AMOR DEL SERVICI O
LIC. CLAUDIA DODDO
introducciÓn
_ el sostén y el suplir
_ conclusión
.21
2. sostener para ser sostenidos
_ sostén y plataforma
_
conclusion
3. equidad y dedicaciÓn
_ conclusion
concLusiones integradoras
CLASE 2
eL MAtRiMonio Y eL
AMoR de SeRVicio
(ágape)
«AMADOS, AMéMONOS UNOS A OTROS, PORqUE EL AMOR ES DE DIOS. TODO AqUEL
qUE AMA, hA NAcIDO DE DIOS y cONOcE A
DIOS. EL qUE NO AMA, NO hA cONOcIDO A DIOS, PORqUE DIOS
ES AMOR […]. AMADOS, SI DIOS NOS hA AMADO ASí, NOSOTROS
TAMbIéN DEbEMOS AMARNOS UNOS A OTROS [...]. SI NOS AMAMOS
UNOS A OTROS, DIOS PERMANEcE EN NOSOTROS, y SU AMOR SE PERFEccIONA EN
NOSOTROS». (1JUAN 4.7-8; 11-12, Rvc)
El ágape es el tipo de amor cristiano por excelencia, el que nos une entre nosotros por el
amor de Dios en nuestras vidas. Nos une a la distancia, en cercanía, es heterogéneo en
cuanto a grupos sociales, raciales, de género y etarios. Se manifiesta en multiplicidad de
personas de la misma manera. Nos une y sentimos fraternidad de un modo sobrenatural
porque procede de Dios. Es necesariamente expresable: no hay amor si no se manifiesta, si
no se hace visible. Sea en forma positiva, de lo que hablamos aquí, o en forma negativa (el
desamor), se pondrá en evidencia aquello que sea genuino.
«No hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada oculto que no llegue a
conocerse públicamente» (Lucas 8.17, NVI).
28. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
Este amor se manifiesta en el aspecto fraternal que une a los cónyuges, amor que
los insta a estar juntos y compartir la vida. Es lo que impulsa al servicio mutuo y esto
en cuanto a las dos acepciones del verbo «servir»: servicio y utilidad hacia quien
tenemos a nuestro lado. Pero esta acción de dar es mucho más que ofrecer algo en
términos de cosas o acciones. Es dar amor entregándose uno mismo, dándose de lleno
al vínculo sin esperar retribución ni agradecimiento.
El amor ágape solo es posible luego de recibir el amor de Dios en nuestra vida. Es
un fruto del Espíritu, algo sobrenatural, y únicamente puede experimentarse si dicho
amor nos ha alcanzado. Lejos de la transformación que Dios obra en las vidas, es
prácticamente imposible sostenerlo.
sentir esta hermandad y compañerismo, será mejor asumir el rol de apoyo, lugar que
seguramente más tarde ocupará la otra parte. Al respecto, Eclesiastés 4.9-12 señala:
«Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el
éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo,
ese sí que está en problemas. Del mismo modo, si dos personas se recuestan juntas,
pueden brindarse calor mutuamente; pero ¿cómo hace uno solo para entrar en calor?
Alguien que está solo puede ser atacado y vencido, pero si son dos, se ponen de
espalda con espalda y vencen; mejor todavía si son tres, porque una cuerda triple no
se corta fácilmente» (NTV).
La transmisión de este sentir, que definimos como una entrega total (o lo más total
de lo que somos capaces), se expresa con todo el ser. Se comunica verbalmente, es
cierto, pero lo que decimos se afianza con todo el cuerpo. Si digo «te amo», el tono de
voz debe ser acorde a lo dicho y también la postura corporal (por ejemplo, invitar al
abrazo). Muchas veces el lenguaje es mecánico porque decimos las cosas por mera
formalidad y no porque procede del corazón (como habitáculo del sentir).
• Físicas, de salud;
• Emocionales, cuando atraviesa algún tipo de crisis;
• Sociales, en cuanto al crecimiento personal y el esparcimiento;
• Y sobre todo espirituales, en principio al asociarnos para buscar juntos a Dios
como guía y respuesta de toda problemática pero también al procurar de forma
activa ser la persona idónea (que Él mismo eligió) para el cónyuge, siempre de
manera recíproca.
Por otra parte, cabe preguntarnos si este «llevar [...] las cargas» es equitativo, para
ambos, o solo para uno de los dos mientras que el otro se acomoda a la situación. A lo
largo del tiempo compartido ¿ambos pudimos eventualmente encontrar apoyo en el otro?
30. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
¿Pude ser contenido, alentado, consolado, aconsejado por mi cónyuge? ¿Pude llorar en su
abrazo (tanto mujeres como hombres)? Si las respuestas fueran negativas, siempre podemos
reflexionar en ello, como primer paso, y luego obrar para revertir lo incorrecto y añadir esta
actitud a nuestro matrimonio.
«Así que aliéntense y edifíquense unos a otros, tal como ya lo hacen» (1 Tesalonicenses
5.11, NTV). Quizá si consideráramos tener estas mismas actitudes con nuestros amigos o
nuestros hijos, no nos costaría pensarlas ni llevarlas a cabo, pero con nuestro cónyuge, con
quien convivimos y tenemos roces cotidianos, nos costaría más o aparecerían como
desvirtuadas u omitidas.
En Proverbios 31.10-31 el escritor habla de una mujer que reúne tantas cualidades
y habilidades que distintas traducciones la denominan como «mujer virtuosa». Se la
describe como alguien que despliega un gran potencial. Pero si nos detenemos en los
versículos 28 y 29 probablemente hallemos la clave de esta vida plena de entusiasmo,
energía y talento:
Estos modos de proceder parten del amor ágape; solo al haber recibido este amor,
del Supremo Amor que es Dios mismo. De otra manera es muy difícil, sino
imposible, que se pueda querer vivir de esta manera y luego sostener la decisión a lo
largo de la vida. Únicamente podemos lograrlo mediante el fruto que el Espíritu
Santo produce:
«En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor,
alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen
leyes contra esas cosas!» (Gálatas 5.22, NTV)
El amor es la necesidad humana más básica y Dios estableció que nos nutriéramos de él
a través de las diferentes formas de amor que se manifiestan y superponen en el vínculo
matrimonial. Necesidades como ser escuchados y respetados hablan de ser aceptados más
allá de las diferencias individuales. Es el espacio donde las debilidades de cada uno no
escandalizan ni dejan a la deriva la relación sino que ambos las sobre-
Este amor, a modo de «plataforma de despegue», es desde donde los hijos lograrán
independizarse y tendrán deseos de construir un matrimonio pues vivieron el gusto
por este tipo de vida. Es dar dedicación para ver los resultados a corto mediano y a
largo plazo:
El sacerdote Louis Évely, en su libro El amor adulto, explica esta clase de amor:
«… es precisamente un amor que ama al otro y no a sí mismo. Es un amor que puede
cargar con las dificultades y los defectos del otro. Es un amor que acepta sufrir […].
Este amor es el que saca del corazón todo aquello de lo que somos capaces».
El amor ágape es la aceptación del otro con todo su ser. Lo más genuino solo
aparece cuando hay aceptación. Es más que un sentimiento: hay renuncia a lo propio para
32. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
ser «de y para» los dos. Aun los logros individuales, al reconocerse como equipo, son
alegremente compartidos.
Esta forma de amar, este amor ágape, irradia y predica la buena noticia del evangelio
desde el matrimonio hacia la sociedad.
EJERCICICOS
1. ¿Es posible sentir amor por alguien sin expresarlo?
4. Una vez alcanzada la armonía y el equilibrio relacional entre los cónyuges, ¿es
adquirida para siempre?
5. ¿Qué importancia tiene el tono de voz con que decimos cosas valiosas a nuestro
cónyuge?
_ conclusión
_ conclusión
.31
_ conclusión
38.
concLusiones integradoras
40. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
CLASE 3
eL MAtRiMonio
Y eL AMoR deL
PeRdÓn (caris)
«EN ESTO cONSISTE EL AMOR: NO EN qUE NOSOTROS hAyAMOS AMADO A DIOS,
SINO EN qUE éL NOS AMÓ y ENvIÓ A SU hIJO
PARA qUE FUERA OFREcIDO cOMO SAcRIFIcIO POR EL PERDÓN DE NUESTROS
PEcADOS» (1 JUAN 4.10, NvI)
Amor y perdón son indivisibles del mensaje del Evangelio. Al proponernos describir el
amor del perdón desde el matrimonio cristiano encontramos que el compromiso de
perdonar en el vínculo matrimonial nos permite ver la interdependencia de los otros amores
descritos hasta aquí (eros y ágape) también como indivisibles. Porque todas las formas de
relacionarnos mediante los distintos roles o funciones que ejercemos en nuestra pareja
necesariamente generarán motivos de perdonar al otro.
Para formar una pareja hay que estar decidido a perdonar. La elección de «caminar
juntos» es simultánea a perdonar de forma cotidiana. Forma parte del amor maduro,
comprometido; el romanticismo no alcanza para soslayar la necesidad de perdonarse
mutuamente.
Los cristianos somos personas reales, no ideales, y vivimos como el resto, atravesados
por diversas exigencias que muchas veces nos hacen cargar expectativas desmedidas en el
otro. Tomar la decisión de perdonar es un buen antídoto para esta realidad.
«… quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan
fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha
puesto por delante» (Hebreos 12.1, NTV)
La falta de perdón hacia las personas de quienes procedemos (padre, madre, hermanos,
abuelos y familia ampliada, como tíos y primos) podría retenernos en el desarrollo de la
familia que fundamos con nuestro cónyuge. Lo mejor que podemos crear es una familia
libre, sin rencores que nos aten al pasado ni nos hagan repetir conductas que detestamos:
«Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán un solo
ser» (Génesis 2.24, RVC).
La forma real de «dejar» y no seguir ligados, atados ni sujetos a los padres y, a la vez,
formar un solo ser con el cónyuge, es mediante el perdón de todas las heridas recibidas
(porque aun como buenos padres, bienintencionados, siempre habrá dolores generados
por la convivencia). Cabría mencionar que desde el lugar de padres es un momento
óptimo para hacer una revisión y también liberar a los hijos.
Esta afirmación podría parecer exagerada o mágica, sin embargo la falta de perdón
hace que coloquemos a la persona en una cárcel simbólica (de la que nunca tal vez se
entere) pero para mantenerla allí, una parte de nosotros también estará encarcelada con
ella. Entonces, queremos ser libres y disfrutar de la libertad con que Cristo nos hizo
libres, pero muchas veces seguimos aferrados a tener bien guardados, cuidados y hasta
justificados estos rencores. No se trata de atenuar las razones justificables de castigo, pero
no está en nosotros efectuar dicha justicia: «Y los que procuran la paz sembrarán semillas
de paz y recogerán una cosecha de justicia» (Santiago 3.18, NTV). Dios es quien obra
justicia y podemos confiar en su sabiduría: «Él juzgará a cada uno según lo que haya
hecho» (Romanos 2.6, NTV). Por ello, en tanto hagamos nuestra parte (soltar, dar libertad,
perdonar), tendremos más libertad y salud espiritual y emocional.
Y con el paso del tiempo, ¿ha cambiado el otro? ¿He cambiado yo? ¿O acaso no hemos
visto lo más real de cada uno?
En este recorrido del perdón es necesario recordar si alguna vez pasó por nuestro
pensamiento el perdonarnos a nosotros mismos. Podría ocurrir que admitamos el perdón
de Dios en nuestra vida pero no perdonarnos por hechos que vuelven una y otra vez en el
recuerdo. Nuestra personalidad, todas las áreas de la vida, están expuestas al dolor
continuo si no decidimos ser misericordiosos con nosotros mismos.
Los pensamientos cuya sede es el corazón son quienes primeramente nos inducirán
(intención, tendencia a) y luego se expresarán en los actos que generen, para bien o para
mal. Quiere decir que si cuidamos nuestros pensamientos, los elegimos, los decidimos
mediante el dominio propio prevendremos actos negativos o, mejor aún, promoveremos
actos buenos.
Por otra parte, es bueno saber que el perdonar puede convertirse en hábito. Cuando
nuestras actividades pasan a la categoría de hábito, provocan menos esfuerzo. Porque
sostener el resentimiento quita energía: «Luego Pedro se le acercó y preguntó: —Señor,
¿cuántas veces debo perdonar a alguien que peca contra mí? ¿Siete veces? —No siete
veces —respondió Jesús—, sino setenta veces siete» (Mateo 18.21-22, NTV).
En la relación de pareja cada día surgen motivos para perdonar y ser perdonados, y
muchas veces la entrega hacia el otro puede darse con escasez, por temor a sufrir, como si
el sobreprotegernos nos garantizara cierto bienestar. Dar crédito es confiar que nuestra
relación puede ser cada vez mejor, más armónica, más plena, con más amor. En definitiva
se trata de creer en fe que si Dios está en medio de nosotros todo lo bueno es posible. El
texto de Eclesiastés 11.4 y 6 nos alienta en esta dirección: «El agricultor que espera el clima
perfecto nunca siembra; si contempla cada nube, nunca cosecha. Siembra tu semilla por la
mañana, y por la tarde no dejes de trabajar porque no sabes si la ganancia vendrá de una
actividad o de la otra, o quizás de ambas» (NTV).
No significa que en nuestra vida conyugal no haya enojos sino que cuando surjan
podamos posponer la conversación hasta estar más aplacados. Pero hablar para deshacer el
enojo siempre será imprescindible: «Si se enojan, no pequen. No dejen que el sol se
ponga estando aún enojados» (Efesios 4.26, NVI).
En otras palabras, es necesario resolver la situación del enojo lo más pronto posible,
porque en cuanto nos descuidamos, ¡la amargura echa raíces!
En las discusiones, uno de los dos tiene que ceder, aunque sea mediante una palabra
que descomprima el enojo: «La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa
leña al fuego» (Proverbios 15.1, NVI).
El cónyuge nunca puede estar por encima de Dios con respecto a la adoración, pero
tampoco en cuanto a desviarse de su consejo: «Sométanse unos a otros por reverencia a
Cristo» (Efesios 5.21, NTV).
Dios me amó, aprendí a amarme, amé a mi cónyuge, pero no puedo amarlo más de lo
que amo a Dios. Ese es el orden, y así el control del matrimonio no lo tendrá ninguna
persona aparte del Señor.
44. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
Por otro lado, en cuanto a las palabras dichas o no dichas, Gálatas 6.7 afirma: «Siempre
se cosecha lo que se siembra». Y si bien se siembra con hechos, las palabras también lo
son: son hechos porque los generan.
El libro de Proverbios abunda en consejos sobre cuidar las palabras que usamos. Por
ejemplo: «Hay gente cuyas palabras son puñaladas, pero la lengua de los sabios sana las
heridas» (Proverbios 12.18, RVC).
En la relación con nuestro cónyuge debemos (y podemos) elegir a cada momento qué
palabras evitar para no lastimar. Porque al prevenir situaciones en las que el otro tendrá
que perdonarnos impediremos que su corazón se cierre a que la relación crezca por miedo
a sufrir nuevamente: «El hermano ofendido es más impenetrable que una ciudad
amurallada; persisten más los pleitos entre hermanos que los cerrojos de una fortaleza»
(Proverbios 18.19, RVC).
Al hablar la verdad con amor para restaurar, no para ganar peleas ni tener razón, no
debemos perder la motivación primera: permanecer y crecer juntos.
Nos cuesta perdonar por orgullo y egoísmo. El rencor enfervoriza y el dolor se padece.
Por este motivo es más fácil permitirse sentir resentimiento o ira en lugar de dolor y
sufrimiento, cuando en realidad son las dos caras de una misma moneda. La Palabra dice:
«No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto
fueron llamados, para heredar una bendición» (1 Pedro 3.9, NVI)
Solo Jesucristo pudo pagar la deuda por nuestra libertad ¡y pagó de forma completa!
No nos metamos en prisiones emocionales ni encarcelemos allí a nuestros seres queridos
ni a nadie: «En él tenemos la redención por medio de su sangre, el perdón de los pecados
según las riquezas de su gracia» (Efesios 1.7, RVC).
EJERCICIOS:
1. ¿Quiénes son las personas que debemos perdonar?
BiBLioGRAFÍA
(UnidAd 1)
Andiñach, P. R. (1997). Cantar de los cantares, el fuego y la ternura. Buenos Aires,
Argentina: Editorial Lumen.
Beck, A. T. (2011). Con el amor no basta. Madrid, España: Editorial Paidós.
Cook, J. (1981). Amor, aceptación y perdón. Miami, EE. UU.: Editorial Vida.
Ceberio, M. R. (2006). La Buena Comunicación. Barcelona, España: Editorial Paidós.
Dillow, J. C. (1981). Cantar de los cantares, una guía matrimonial. Miami, EE. UU.:
Editorial Logoi.
Evely, L. (1983). Amor Adulto. Salamanca, España: Ediciones Sígueme.
Leman, K. (2003). Música entre las sábanas. Miami, EE. UU.: Editorial Unilit.
Lewis, C. S. (1960, 2012). Los cuatro amores. Madrid, España: Ediciones Rialp.
Nuevo diccionario bíblico Certeza (2003). Buenos Aires, Argentina: Ediciones Certeza.
Smalley, G. y Trent, J. (1990). El amor es una decisión. Miami, EE. UU.: Editorial Betania.
Stanley, C. (1991). La paz del perdón. Miami, EE. UU.: Editorial Betania.
Wheat, E. y Wheat, G. (1980). El placer sexual ordenado por Dios. Miami, EE. UU.:
Editorial Betania.
REFERENCIAS BÍBLICAS:
NTV: La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010.
Todos los derechos reservados.
RVC: Reina Valera Contemporánea. Copyright © 2009, 2011 por Sociedades Bíblicas
Unidas.
48. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
intRodUcciÓn
Las comunidades de fe están integradas por matrimonios que pese a haber enfrentado crisis,
problemas y conflictos no solo han logrado superarlos sino que también han salido
fortalecidos, enriquecidos y consolidados. ¿Qué es lo que permite que estas parejas
resuelvan sus conflictos y salgan victoriosas? Sin duda los valores cristianos que dirigen
su relación, los cuales constituyen el gran recurso de apoyo y sostén para triunfar en los
conflictos. El amor, la paciencia, el perdón y la reconciliación, el compromiso y aun el
humor pueden ser nuestros aliados a la hora de enfrentar las diferencias matrimoniales.
Pero en ocasiones estos valores pueden estar relegados, olvidados o postergados por los
antivalores, el desánimo, el cansancio, el fastidio y hasta la crispación. Cuando un
matrimonio enfrenta sus conflictos desde los antivalores podemos pronosticar (con alto
grado de certeza) que no solo ambos cónyuges terminarán derrotados sino que además el
vínculo quedará resentido.
Esta unidad se compone de tres clases en las que nos proponemos elaborar un análisis
de los conflictos en el matrimonio y la intervención del consejero pastoral. Cada clase está
compuesta por una reflexión que nos aporta una perspectiva bíblica y un abordaje
científico del tema. Este abordaje lo haremos desde los aportes de Carl Rogers y John
Gottman.
VIDEO 04
ANáLISIS DE CONFLICTO
LIC. FEDERICO MASSONE
introducciÓn
.47
concLusiones integradoras
_ Hablar los conflictos es sanador
CLASE 4
AnÁLiSiS de conFLicto
A fin de prestar un servicio eficiente es menester acotar nuestro campo de acción. En esta
clase y las dos siguientes haremos referencia al servicio hacia los matrimonios que desean
recibir ayuda. Es decir, trataremos los malentendidos y los conflictos surgidos en torno a
los aspectos comunicacionales y emocionales.
Pero antes debemos hacer una advertencia: damos por entendido que las personas a
quienes servimos desean solucionar sus problemas a fin de recomponer el vínculo y por ello
están dispuestas a revisar y cambiar sus pautas comunicacionales o de pensamiento si fuera
necesario. Jesús mismo preguntó: «¿Quieres ser sano?».
En efecto, el análisis de los pasajes señalados nos enfrenta con una realidad muy
humana: la necedad. Es lo contrario a la sabiduría. Es distinta de la ignorancia dado que el
necio no es alguien que «no sabe». También es distinta de la torpeza en tanto que quien
incurre en esta última lo hace contra su propio deseo.
Por el contrario, el necio no lo es por desconocimiento ni por torpe sino por efecto de su
propia voluntad. Así vemos como en el Salmo 32 el mismo Dios ofrece su enseñanza y
requiere que el ser humano se haga dócil a ella. Dios exhorta al ser humano a prestar
atención y no ser como el caballo o el mulo que deben ser forzados a obedecer mediante el
freno o el cabestro. Así también vemos que en los primeros capítulos del libro de
Proverbios se ofrece la Sabiduría y clama ser escuchada. Esto nos dice que está siempre
58. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
disponible y no es difícil hallarla (ver Proverbios 1.20 y 21). El asunto es que el corazón
humano no quiere buscarla.
Para pecar de cualquier manera y en cualquier ámbito de la vida es necesario ser un poco
necio. La necedad, por decirlo de algún modo, es el «aspecto cognitivo» del pecado. El
libro de Proverbios presenta al pecado como una falta contra la sabiduría. Ser sabio es tener
temor de Dios, lo que significa ser dócil de corazón.
Es necesario que las personas que deseamos ayudar tengan esto en claro. ¿Quieren
ser ayudadas? ¿Realmente lo desean? ¿Su corazón es sincero? ¿Están dispuestas a
renunciar a lo que se aferran y ser sinceras con Dios, ellas mismas y su cónyuge?
¿Están dispuestas a escuchar al otro y hacer un análisis honesto de sus propias
motivaciones? Este autoanálisis de las motivaciones por parte de cada cónyuge es
fundamental e ineludible para determinar los pasos a seguir y las estrategias del
trabajo de consejería.
Ahora bien ¿cuál debe ser la actitud pastoral para atender aun a quienes no quieren
ser ayudados? Muchas veces «no queremos» recibir ayuda porque tal vez perdimos la
esperanza o estamos muy cansados. A veces hay que trabajar un poco como auxiliar
hasta llegar al punto en que la persona se abra a la ayuda.
Una vez establecido el hecho de que quienes están en conflicto desean recibir
asistencia podremos cooperar. En ese caso, comenzamos por describir la estructura
de la situación conflictiva.
La situación
Comenzaremos por presentar una descripción de la situación de conflicto. Lo
haremos basándonos en los aportes de las observaciones de John Gottman y la teoría
del proceso de convertirse en persona de Carl Rogers.
«Los matrimonios felices están basados en una profunda amistad. Los cónyuges se
conocen íntimamente, conocen los gustos, la personalidad, las esperanzas y los sueños
de su pareja. Muestran gran consideración el uno por el otro y expresan su amor no
solo con grandes gestos sino también con pequeños detalles cotidianos».
B. «Los cuatro jinetes del Apocalipsis»: son cuatro formas de expresión tan
negativas que, si no se controlan, resultan letales para la relación:
1. Las críticas: son distintas de las quejas en tanto que, a diferencia de estas
últimas, no se relacionan con hechos puntuales ni acciones específicas en
las que el cónyuge se haya equivocado sino que se refieren al carácter
mismo de su persona incluyendo la difamación.
indefensa, de modo que haría cualquier cosa por evitar la réplica. Quien tiene este
sentimiento solo puede pensar en protegerse de la agresión y el mecanismo para
lograrlo es distanciarse emocionalmente de la relación.
¿Cómo llegamos a este estado de cosas? Tendríamos que decir que los mensajes de
amor condicional que recibimos desde nuestra más tierna infancia, es decir, mensajes del
tipo «papá te va a querer si te comportas bien», producen un efecto alienante
cLase 4
EJERCICIOS
1. Es posible tratar con un matrimonio en el que alguno de los cónyuges, por alguna
razón que no puede revelar a su pareja, no quiera realmente solucionar el confl
icto. ¿Cómo debería intervenir el consejero?
62. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
2. ¿Puede recordar alguna situación de confl icto en la que haya asistido pastoralmente a
un matrimonio? ¿Se ajusta dicha situación a la descripción de Gottman?
VIDEO 05
ASPECTOS SUBJETIVOS DEL CONFLICT O
LIC. FEDERICO MASSONE
1. perspectiva bíbLica deL confLicto
concLusiones integradoras
70. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
CLASE 5
ASPectoS
SUBJetiVoS deL conFLicto
En esta clase trataremos la situación de conflicto desde el punto de
vista vincular y el punto de vista subjetivo. Procuraremos abordar
los siete principios de Gottman para vivir en pareja. Esto nos
permitirá orientarnos en el orden de los pasos estratégicos a seguir
para lograr un proceso de acompañamiento eficaz. Luego
volveremos a la teoría de Rogers para destacar algunas pautas de
comunicación a tener en cuenta en el acompañamiento y en la
consejería pastoral, con miras a facilitar la expresión de significados
personales, sentimientos y aspiraciones dentro de la pareja.
Este relato posee una gran riqueza simbólica y son muchísimos los elementos típicos y
los temas que se abordan. Entre otras cosas se nos habla de Dios, la fe, la tentación, la duda,
la culpa, el diablo, la vergüenza, la justificación y la redención. En esta clase hablaremos de
un elemento central: la gracia.
Más allá de esta aclaración, consideramos que si en algún sentido esa frase es cierta no lo
será porque Dios no quiera encontrarse con la humanidad. Por el contrario, Él sale al
encuentro del ser humano. Es la humanidad quien ya no está allí (Génesis 3.8-9), quien
decide huir. ¡Y he aquí la barrera! Se trata de la barrera de la culpa y la vergüenza y es el
ser humano quien erige este impedimento.
3. Acercarse al otro
Acercarse de forma cotidiana también es sustancial. Pero Gottman se
interesa por aclarar que este acercamiento cotidiano no implica
necesariamente un diálogo siempre profundo sobre algún tema existencial o
alguna situación dramática. Por el contrario, Gottman le da mucho valor a
las «trivialidades cotidianas» que cada pareja comparte. Por ejemplo:
palabras que tienen significado solo para los cónyuges, recuerdos o
anécdotas graciosas que les agrada repetir, actividades diarias triviales
compartidas, etc. Estos elementos incrementan la «cuenta bancaria
emocional» entendida como el caudal de experiencias compartidas que
generan una disposición afectiva y emocional favorable para resistir la
aparición de los «cuatro jinetes». Este principio conlleva preguntas como:
¿Qué cosas recuerdan con cariño de su pareja? ¿Qué cosas sienten como
propias y de nadie más? ¿Qué cosas entienden que nadie más comprendería?
5.Manejo de losconflictos
Según Gottman si hay una buena reserva en la «cuenta bancaria emocional» entonces
es posible que la pareja pueda sobrellevar los grandes conflictos, aquellos que parecen
irresolubles. Y sobrellevarlos no significa necesariamente resolverlos. Las parejas
felices pueden aprender a vivir con esos problemas que no pueden solucionar y generar
mecanismos que eviten que esas situaciones empeoren. Las parejas que no tengan
reservas en esa «cuenta» quedarán estancadas en los problemas. Por otro lado, existen
aquellos problemas que sí tienen solución, los cuales son tratados con mayor fluidez y
eficiencia cuando hay reservas y recursos emocionales. Este principio implica preguntas
como: ¿En qué puntos importantes están en desacuerdo? ¿Pueden llegar a un acuerdo o
pueden vivir unidos sin llegar a ese acuerdo? ¿Qué problemas consideran que tienen
solución? ¿Cómo solucionarlos? ¿Cuándo lo harán?
y rituales (por ejemplo, costumbres como el brindis y las palabras del padre de
familia en navidad, etc.). Aquí podríamos agregar, desde el punto de vista cristiano,
la importancia de compartir momentos de culto familiar, meditación bíblica y
oportunidades de servicio conjunto. Este principio comporta preguntas como:
¿Alguna vez se plantearon el hecho de que la pareja tenga una función más allá de
la propia satisfacción? ¿Han descubierto una causa o un propósito para la pareja?
Al repasar este esquema de análisis, advertimos que los siete principios están
ordenados de modo que cada uno sea condición de posibilidad para el siguiente. Así,
por ejemplo, para lograr una disposición que permita acercarse al otro (principio tres) es
necesario que, previamente, se genere el «mapa del amor» (principio uno) y cultivar
cariño y admiración (principio dos), en ese orden. Desde luego, el lector podrá advertir
que nadie objetaría la idea de que este tipo de análisis deba leerse y aplicarse con
flexibilidad y sin dogmatismos.
En este punto nuevamente viene Carl Rogers a nuestro auxilio para ayudarnos a hilar un
poco más fino en la comunicación de la pareja. Su enfoque es perfectamente compatible y
complementario con los puntos centrales del análisis de Gottman y aporta elementos
sumamente valiosos para la comprensión del conflicto interpersonal. Haremos referencia a
una serie de factores que Rogers pone de relieve y que formulamos de la siguiente
manera:
• Cuando las personas advierten que en una disputa alguien está dispuesto a hacer el
esfuerzo por comprender y no juzgar, sus afi rmaciones tienden a ser menos
exageradas, absolutas y defensivas, y así «desaparece la necesidad de aferrarse a la
idea de que “yo tengo la razón y tú estás completamente errado”». Es decir, la
discusión toma el rumbo de búsqueda de la verdad y no de una simple disputa por el
poder.
• Cuando durante un confl icto alguien advierte que su interlocutor está dispuesto a
hacer el esfuerzo por entender y no juzgar, tiende a ser más auténtico y así resulta
posible eliminar las hipocresías, por lo que el encuentro se torna más profundo. Dice
Rogers: «Si una de las partes logra despojarse de sus defensas, ello induce a la otra a
imitarla».
El amor condicionado aliena mientras que el amor incondicional integra a las personas
y a los vínculos. Procuraremos abordar este asunto en detalle durante la próxima clase.
EJERCICIOS
1. ¿Cuál es el primer objetivo que debemos plantear en una estrategia de
acompañamiento durante un confl icto de pareja?
3. ¿Cómo deberíamos proceder si notamos que los cónyuges están demasiado alterados a
nivel emocional?
76. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
Buscando el rumbo
78.
introducciÓn
VIDEO 06
LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJER O
LIC. FEDERICO MASSONE
1. perspectiva bíbLica deL confLicto
LA inteRVenciÓn deL
conSeJeRo PAStoRAL
En esta clase nos ocuparemos específicamente de las entrevistas en el
proceso de acompañamiento en situaciones de conflicto conyugal.
Comenzaremos con la base bíblica para establecer un punto fundamental
de la consejería en situación de conflicto. Se trata de la lógica de la ética
de la gracia que supera a la «justicia de los fariseos». Continuaremos con
las actitudes que el consejero debe sostener en las entrevistas
individuales y de pareja con vistas a que los cónyuges las asimilen como
pautas estables para enriquecer sus propios vínculos. Por último
abordaremos el vínculo entre la teoría de Gottman y la de Rogers.
Uno de los temas principales de la enseñanza de Jesús es su postura en relación a la ley mosaica.
Esta postura se manifiesta especialmente en el Sermón del Monte (Mateo 5,6 y 7) y en la famosa
controversia que sostenía con la secta de los fariseos. Una buena manera de comprender este
asunto es interiorizarse en esa disputa.
70. mÓduLo 02
Es cierto que pagaron un precio caro por ello. Crearon un complejísimo sistema legal
que resultó esclavizante.
La justicia de la persona que sigue a Jesús no puede conformarse con cumplir la letra
de la ley. Por lo expuesto, el fariseo mantiene una lógica moral que consiste en cumplir
aquello que es estrictamente obligatorio. De ese modo encuentra que puede hacer lo que
se le da la gana con aquello sobre lo cual existe un «vacío legal», y así la voluntad del
hombre encuentra un espacio de cumplimiento por fuera de la voluntad de Dios
amparándose en la propia ley divina.
Los seguidores de Jesús, al igual que su maestro, deben procurar ir más allá de lo que
es estrictamente obligatorio. La lógica del amor al prójimo perdona infinitamente más de
lo que es obligatorio, ama al enemigo y da sin medida al necesitado.
La lógica de la gracia y del amor de Jesús supera la lógica moral del fariseo en el hecho
de que el creyente, al igual que su maestro, no busca defensa y refugio en su propio
derecho ni lo toma como algo a lo cual aferrarse. Podría dejar de perdonar si así lo
quisiera. También podría dejar de amar o de dar porque nadie lo obliga a ello. Pero lo
hace porque tiene incorporada la lógica del amor.
Cuando surge un conflicto matrimonial y una pareja pide consejo, no es raro que
lleguen al encuentro del consejero o el pastor instalados en la lógica «farisaica». Es
decir, que cada uno llegue por su lado con el objetivo de hacer valer sus propios
derechos y razones. Por lo general las razones que exponen son válidas por igual y, si
fuera el caso, aparentemente nos encontramos ante un dilema irresoluble.
Hasta aquí hemos desarrollado algunos aportes de John Gottman y Carl Rogers para
la comprensión de las relaciones interpersonales y las situaciones de conflicto en el
matrimonio. Procuraremos ahora introducirnos en el modo de intervenir y aconsejar en
estas situaciones basándonos en los aportes de los mismos autores.
Para comenzar digamos que las entrevistas deben reunir una serie de condiciones
importantes. Destacaremos algunas que consideramos con mayor relevancia. Las
entrevistas requieren que el consejero presente tres actitudes fundamentales, a saber:
Si el entrevistador pudiera demostrar estas tres actitudes cuando una pareja busque su
consejo y acuda a él para contar sus problemas, liberaría entonces poderosas fuerzas de
cambio. ¿Por qué? Porque estas actitudes inducen al otro a reproducirlas. De ese modo
generan un clima de comprensión que permite un acercamiento de las posturas.
72. mÓduLo 02
PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
Cada uno puede escuchar al otro mientras describe sus propias sensaciones desde lo
profundo del corazón y eso facilita el entendimiento mutuo.
En este contexto se da otro fenómeno interesante. La clase anterior observamos que cuando la
situación de conflicto se encuentra en un punto crítico y la afectividad está muy
exacerbada, es poco probable llegar a un acuerdo o conversar sobre su posibilidad. Más
bien se observa que cada quien busca aferrarse a su postura con mayor empeño y las
comunicaciones suelen ser absolutas, exageradas y sin lugar para matices de ningún tipo.
En esos casos podemos escuchar frases del tipo: «Eres de tal o cual manera». Esa clase de
comunicación parece describir «hechos» que no dan lugar a opiniones contrarias. En ese
sentido decimos que son absolutas.
Vemos que ahora no insulta ni crítica al otro, lo cual no genera una reacción violenta ni
alimenta una escalada simétrica. Además expresa sus sentimientos, lo que permite que el
otro comprenda y se ponga en su lugar. Por otro lado, no expresa un hecho sino una
experiencia y, contra esto, no hay posibilidad de negación o contraofensiva, lo que de por
sí quiebra el ciclo de escalada simétrica.
Decíamos que el esquema de siete principios de Gottman está ordenado de tal forma
que cada principio logrado es la condición de posibilidad del avance sobre el siguiente.
De modo que los encuentros con la pareja en crisis deben apuntar a recomponer esos principios.
Y, por lógica, los encuentros deberían programarse con el orden de objetivos a cumplir que
describimos en la clase anterior. Gottman recomienda ejercicios específicos para abordar cada
principio (para un mayor detalle, ver Siete reglas de oro para vivir en pareja). En la clase
anterior, al explicar los principios, agregamos preguntas que pueden servir como disparadores
para la reflexión de la pareja.
EJERCICIOS
Por cuestiones de espacio no podemos desarrollar todos los factores que Gottman
tomó en cuenta para realizar dicha predicción, pero solo para dar un ejemplo transcri-
biremos una frase que Dara le dice a Oliver en relación a las tareas de la casa: «Para ti
no existen».
2. ¿Cómo podríamos facilitar que surja una forma de comunicación que, en vez de
aumentar el conflicto, favoreciera la posibilidad de una solución?
BiBLioGRAFÍA
(UnidAd 2)
Gottman, J. (2010). Siete reglas de oro para vivir en pareja. Madrid, España: Debolsillo.
Rogers, C. R. (2010). El proceso de convertirse en persona. Barcelona, España: Paidós.
Küng, H. (1996). Ser cristiano. Madrid, España: Trotta.
Tatángelo, E. Manual de Antiguo Testamento II. Buenos Aires, Argentina: IBBA.
REFERENCIAS BÍBLICAS:
NVI: La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1999 por Biblica,
Inc.® Usada con permiso. Todos los derechos reservados.
Buscando el balance
78.
VIDEO 07
LA COMUNICACIÓN ASERTIV A
LIC. GUSTAVO VALIÑO
introducciÓn:
01. La comunicaciÓn
_ forma y contenido:
_ preguntas para refl exionar:
.79
2. La asertividad
asertivas:
_ personas
agresivas:
_ personas asertivas:
3. comunicaciÓn y espirituaLidad
CLASE 7
LA coMUnicAciÓn
ASeRtiVA
INTRODUccIÓN: DESDE LA TORRE DE bAbEL EN ADELANTE, LOS
SERES hUMANOS INTENTAMOS DISTINTAS SOLUcIONES (SIEMPRE
PARcIALES) AL PRObLEMA DE LA cOMUNIcAcIÓN. y NO SE
TRATA SOLO DE IDIOMAS DIFERENTES: AUNqUE hAbLEMOS EL MISMO
LENGUAJE NO LOGRAMOS ENTENDERNOS. TODOS hEMOS vIvIDO (y
vIvIREMOS) ESTA SITUAcIÓN. PAREcIERA UNA RAREzA ENcONTRAR GENTE
qUE «SE ENTIENDE»...
definamos «comunicación»
Todos le damos significado a nuestras experiencias cotidianas. La buena
comunicación es la habilidad de transmitir el significado que la experiencia tiene
para nosotros y recibir los significados que los demás dan a las cosas.
Dos desafíos: entender el significado de lo que expresa la otra persona y
respetarnos mutuamente al comunicarnos.
En las últimas décadas surgió una preocupación creciente por el estudio de las
relaciones interpersonales: el ser humano se desarrolla en el intercambio con su
medio social y el tipo de vínculo que logre establecer, lo que le permite alcanzar
un crecimiento armonioso o discordante. Así se desarrolló una investigación
LA COMUNICACIÓN ASERTIVA
cLase 7
.97
intensa sobre las relaciones saludables bajo el concepto de asertividad:1 capacidad
de comunicarse respetándose y, al mismo tiempo, respetando a los demás.
«Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo que
rebosa, la fuente de la sabiduría». (Proverbios 18.4, RVR60)
• Falta la palabra cotidiana, con su simpleza, que nos hace saber que
quienes amamos «están allí» y que podemos compartir la vida con ellos.
1 Castanyer, O. (1996). Capítulos 2, 5 y 6 en La asertividad: expresión de una sana autoestima. Bilbao, España: Editorial
Desclée de Brouwer.
98. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
hablan de otros modos: por sus adicciones, por sus enfermedades orgánicas, por
sus trastornos depresivos o ansiosos, por sus divorcios... Hablan mal, pero hablan.
«La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor».
(Proverbios 15.1, RVR60)
Como el hablar mal causa impacto, creemos que debemos seguir haciéndolo,
porque así nos prestarán atención y las heridas que se producen «hay que
tomarlas como lamentables daños colaterales».
Los demás oyen nuestro maltrato pero no llegan a entender nuestras razones
porque los hemos herido y alejado de nosotros con violencia verbal,
descalificaciones o gritos. Lo primero que escuchan no es el contenido sino
nuestra mala manera de hablar; y así ya no escuchan el resto de nuestras palabras.
LA COMUNICACIÓN ASERTIVA
cLase 7
.99
Entonces sentimos frustración y una profunda sensación de soledad, porque «no
nos entienden».
¿qué comunicamos?
Es tan así que el relato de la creación, expresa: «... y Dios dijo [...] y fue
hecho...».
• Cada vez que un político dice: «Les hablo con toda sinceridad», pareciera
que en realidad nos miente.
• Cada vez que una empresa de servicios nos llama por teléfono para
ofrecernos «un beneficio», lo primero que se nos ocurre pensar es: «¡Otra
vez quieren cobrarme más caro!».
• Cada vez que en los programas populares de televisión cuentan lo bien que
la pasan trabajando juntos, pensamos en la cantidad de insultos y gritos
que deben escucharse en los cortes publicitarios, sobre todo si el programa
de otro canal tiene mayor audiencia.
Leamos de nuevo los seis puntos anteriores y echemos mano de ellos para
entablar un diálogo con Dios, profundo y transparente. Merece la pena que
tomemos este modelo y lo apliquemos a nuestra vida cotidiana.
«Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, Lento para la ira, y grande en
misericordia y verdad, Mírame, y ten misericordia de mí». (Salmo 86.15-16,
RVR60)
2 Craw, L. (1992). De adentro hacia afuera. Miami, EE. UU.: Editorial Unilit, p. 36.
Personas no asertivas: son aquellas que no defienden sus derechos
personales, por tanto, respetan a los demás pero no se respetan a sí mismas. Son
personas inseguras, que tratan de evitar los conflictos y se considera como
«sacrificadas» en función de los demás, con una gran necesidad de aceptación
por parte de su entorno pero también, en ocasiones, con la sensación de ser
manipulados por otros. Sienten impotencia, culpabilidad y baja autoestima.
Ante situaciones críticas se bloquean o se sobreadaptan con altos niveles de
ansiedad.
Tenemos una idea más o menos clara de lo que deberíamos hacer a modo de
respuesta, pero a la hora de concretarlo vuelven a aparecer los antiguos
patrones de conducta arraigados desde nuestra infancia. Entonces apelamos, en
el mejor de los casos, al intento de cambio espiritual, porque aprendimos que si
nos aferramos a Dios y creemos en sus promesas, Él hará nuevas todas las
cosas.
Jeremías 18.6: «Ustedes están en mis manos. Yo puedo hacer con ustedes lo
mismo que este alfarero hace con el barro» (TLA).
Este modelo no suele ser de nuestro agrado. ¿Dónde quedan el poder de Dios
y sus milagros? Debemos recordar que la mayoría de los milagros no son
espectaculares ni estruendosos. En cambio suelen realizarse en el silencio de
corazones cambiados donde el Espíritu Santo entra y genera vida.
no sea espontánea no implica que sea artificial. Es algo que hacemos por la
persona que amamos, para agradarle y mostrarle nuestro interés. Es un acto
de entrega, de renunciamiento, de rechazar el egoísmo natural y
disponernos a hacerle un bien a nuestro cónyuge. Lo espontáneo es fácil y
no cuesta esfuerzo.
nes y críticas hacia los pastores o líderes. Por otra parte, en ocasiones
nuestros hijos ven que realizamos nuestro servicio a desgano y después
reclamamos que tengan responsabilidad y compromiso.
a manera de conclusión
Al revisar los conceptos que hemos abordado tal vez sintamos frustración. La
distancia entre nuestra realidad y un modelo saludable puede parecernos
abismal, inalcanzable. ¡Pero no lo es! Todo depende de nuestra entrega, del
compromiso y, sin lugar a dudas, de una enorme cuota de humildad personal.
EJERCICIOS
1. La definición clásica de comunicación refiere a la interacción entre un
emisor y un receptor. Analice las diferencias entre ese modelo y otro que
involucre «el significado de la experiencia» como centro de la
comunicación.
LA COMUNICACIÓN ASERTIVA
cLase 7
.107
2. Describa las implicaciones que tiene «la forma» de comunicar el mensaje
respecto del «contenido» que se comunica.
VIDEO 08
LA ESCUCHA ACTIVA
LIC. GUSTAVO VALIÑO
introducciÓn
_ el silencio no es salud
• prestar atención
.95
2. recursos básicos de La escucHa activa_ ¿qué debe evitarse en la escucha activa?
concLusiones integradoras
LA eScUcHA ActiVA
«JEhOvá EL SEñOR ME DIO LENGUA DE SAbIOS, PARA SAbER hAbLAR PALAbRAS AL
cANSADO; DESPERTARá MAñANA TRAS
MAñANA, DESPERTARá MI OíDO PARA qUE OIGA cOMO LOS
SAbIOS». (ISAíAS 50.4, RvR60)
Así dijo el profeta sobre el Mesías varios siglos antes de que Jesús viniera a vivir entre los
seres humanos. Puso de manifiesto a la escucha como un elemento condicionante para el
desarrollo de su tarea redentora. Pareciera que la sabiduría en las palabras está supeditada a
la sabiduría en la escucha. En otros términos: no hay palabras sabias sin escucha sabia.
La idea de comunicar nos lleva casi intuitivamente al concepto de decir algo. Sin
embargo, el texto bíblico nos ayuda a pensar las cosas de otra manera: para decir primero
hay que escuchar. Por ejemplo, quien haya leído los Evangelios conocerá la sabiduría de
Jesús: transmitía con todo acierto en sus palabras el mensaje que necesitaban quienes
LA ESCUCHA ACTIVA
cLase 8
.115
se acercaban a Él. Las multitudes que participaban de su enseñanza pública y las
personas que tenían conversaciones íntimas coincidían en lo maravilloso de su
manera de generar un vínculo y transmitir consuelo, desafío, esperanza, perdón y
misericordia. Cambiaba la perspectiva de las cosas, ayudaba a ver lo que nunca
habían visto.
No obstante las palabras sabias solo se hacen posibles a partir de oídos sabios.
Hace falta escuchar como oyen los sabios para luego ser capaces de comunicar
descanso. Hará falta, entonces, que demos importancia a la escucha.
Pero en más de una ocasión sentimos que tenemos «tanto para decir», que es
tan importante que los demás «nos escuchen», que «tenemos derecho» a ser
escuchados... y así priorizamos nuestra palabra antes que nuestro oído.
• Creer que soy lo suficientemente importante como para que otros tengan
que aprender de mí y sean iluminados por mis palabras.
• Considerar que lo que tengo para decir es distinto y mejor que los demás.
Romanos 12.3: «Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está
entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino
que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada
uno» (RVR60).
Filipenses 2.3-4: «Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con
humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros»
(RVR60).
El primero texto bíblico está inserto en el marco del desafío que el apóstol hace
a favor de un nuevo estilo de vida, que se diferencia de la cultura imperante y es
coherente con la transformación espiritual a la que somos convocados por nuestra
experiencia en Cristo.
116. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
A veces hemos dado a estas verdades espirituales tanta altisonancia que se han
convertido en meras abstracciones. Sin embargo, la transformación espiritual se
traduce en la vida cotidiana transformada. Sin esto no somos muy distintos del
fariseísmo que Jesús condenó, religión formalista y vaciada de contenido.
La vida que no ha sido atravesada por la conversión tiene otros valores donde
la sabiduría y la humildad no son prioritarias. Todo lo contrario.
Pero ¿qué tiene de activo la escucha? Estamos allí, frente a otra persona que
hace algo (hablar); en el mejor de los casos, escuchamos con paciencia y
atendemos lo que dice. Pareciera que eso no es algo activo pero si lo hacemos de
modo correcto, la escucha sí es activa.
La escucha activa nos previene del monólogo y nos abre a lo que diga nuestro
cónyuge y a su experiencia. Podemos expresar nuestro interés por su persona,
mostrar valoración por ella y sus dichos, y generar espacios de diálogo profundo.
más. Sin embargo, el buen decir y la escucha activa pueden ayudarnos a que esto
sea de otra forma.
No pretendemos ser utópicos en nuestro abordaje. Hay cosas que no nos gustan
escuchar, que duelen y otras con las que no estamos de acuerdo. Pero es
importante recordar que el silencio no es salud. En el mejor de los casos será una
tregua sostenida en el tiempo, a veces casi permanente, que de vez en cuando
explota en nuevas hostilidades. ¡Pero no es salud!
Michael Rost la definió como «un término genérico para identificar a una serie
de comportamientos y actitudes que preparan al receptor para escuchar,
concentrarse en la persona que habla y dar respuestas».3
La escucha activa implica una actitud que nos lleva a hablar solo lo necesario,
emplear frases abiertas que inviten al cónyuge a ampliar sus explicaciones,
LA ESCUCHA ACTIVA
cLase 8
.119
expresar el contenido de su mensaje con mayor espacio y hacerle notar que es
escuchado con autenticidad.
3 Stapleton, L. M. (2008) (en inglés). Toward Present Listening: Practices and Verbal Response Patterns in Small
Groups of Teacher Candidates and University Supervisors. ProQuest. En Google Books. Consultado el 21 de julio de
2015, p. 15.
Es fácil que el emisor no diga exactamente lo que desea transmitir; el ruido del
ambiente o las distracciones hacen que los receptores no oigan íntegramente lo
que se ha dicho. Así, una parte de lo que se oye suele no ser comprendida y parte
de lo que se comprende puede ser olvidado a los pocos instantes.
• Generar un clima emocional acogedor. Así como Dios una y otra vez
verbaliza su amor por nosotros en las Escrituras, es necesario que lo hagamos
en la intimidad de la pareja, con palabras y acciones. Escuchar a mi pareja
activamente es una muestra de amor.
120. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
¿Tenía sentido que Jesús le preguntara a un ciego «qué quieres que te haga»?
Desde esta perspectiva consideramos que sí. Para Jesús es importante la
experiencia de cada persona, sus necesidades y la mirada que las mismas
personas tienen de esas necesidades.
• Qué significa ser aceptados por Dios y cómo se alcanza esa aceptación
Es claro que cada familia tiene su propio modelo donde estos elementos
adquieren relativa importancia propia y tiene significados particulares. También
en el modelo familiar se consolidan formas de dar significado que serán la
influencia sobre nosotros.
Historia y pareja
4 Grotberg, E. (1997). La resiliencia en acción. Trabajo presentado en el Seminario Internacional sobre Aplicación del
Concepto de Resiliencia en Proyectos Sociales, Universidad Nacional de Lanús, Fundación Van Leer.
En definitiva, escuchar la historia es acercarnos a estas cuestiones para
encontrar caminos alternativos, tal como nos indica la resiliencia: enfrentar
situaciones adversas (que también implica entenderlas), superarlas y ser
transformados positivamente por ellas.
4. Cuando en una pareja uno gana, ¡los dos pierden! Es muy difícil decir
«te amo» en medio de una discusión acalorada. Pero no deberíamos
olvidarnos que discutimos con la persona que amamos. La idea de ser «una
sola carne» no tiene que ver solamente con el aspecto sexual sino también
con la construcción de una vida en común, con llevar adelante la vida y
vivir juntos cada día mejor. Si le «gano» a mi pareja, y somos uno,
entonces es una parte de mí la que pierde.
VIDEO 09
EL DESARROLLO DE LA INTIMIDA D
LIC. GUSTAVO VALIÑO
introducciÓn
• intimidad emocional
• intimidad sexual
• intimidad intelectual
• intimidad estética
• intimidad creativa
• intimidad recreacional
.113
• intimidad de trabajado
• intimidad espiritual
_ cotidianeidad
_ proyectos en común
_ sexualidad
_ tendencia monogámica
_ el contacto físico
_ La atención concentrada
concLusiones integradoras
CLASE 9
eL deSARRoLLo de LA
intiMidAd
hAy EXPERIENcIAS hUMANAS qUE SON IMPOSIbLES DE AbARcAR
cON LAS PALAbRAS. LA INTIMIDAD ES UNA DE ELLAS. PODEMOS AcERcARNOS A SU
SIGNIFIcADO cON EXPRESIONES cOMO
AMISTAD, cOMPAñERISMO, cOMUNIÓN EN LO MáS PROFUNDO DEL SER, ETc. PERO
TODAS NOS DEJAN SAbOR A POcO.
Mucho peor es cuando usamos la palabra «intimidad» para definir una acción de un modo
«más elegante»: decimos que tuvieron intimidad cuando lo que queremos expresar es que
tuvieron relaciones sexuales. ¡Pero a veces la práctica sexual ni se acerca a la intimidad!
Como los ideales son solamente eso, ideales, la realidad nos marca las
dificultades y las limitaciones que todas las parejas tienen por la simple razón de
estar constituidas por personas limitadas. Pero el reconocimiento de esa misma
condición puede ser el punto de partida de un cambio. ¡Convertir la resignación
en un desafío!
EL DESARROLLO DE LA INTIMIDAD
cLase 9
.137
5 Clinebell, H. y Clinebell, C. (1973, 1991). Intimidad: claves para la plenitud de la pareja. Buenos Aires, Argentina:
Editorial La Aurora, pp. 67-71.
sarrollo de una intimidad que hasta este momento no se alcanzó. Para tal fin
echamos mano del libro Psicoanálisis de la pareja matrimonial, de Puget y
Berenstein,6 publicado en 1989. Muchas cosas han sucedido desde aquel
momento, entre otras, diversos cambios de paradigmas. Por ejemplo, la llamada
sociedad posmoderna ha avanzado y nos ha puesto en una situación que requiere
que ejerzamos una reflexión continua. Es probable que hoy en día varios
conceptos expresados en el libro serían revisados por sus autores porque los
modelos de pareja y familia se han redefinido (estemos o no de acuerdo con
tales cambios).
«El término “pareja matrimonial” designa una estructura vincular entre dos
personas de diferente sexo desde un momento dado, cuando establecen el
compromiso de formarla en toda su amplitud, lo puedan cumplir o no».7
Pero quiero centrar la atención en tres aspectos que los autores enfatizaron:
• Esa estructura entra en vigencia a partir del momento en que los cónyuges
establecen el compromiso de formarla en toda su amplitud.
tan seguros de que sea algo obsoleto. Es cierto que hoy es más difícil sostener
vínculos estables pero eso no significa que no se deseen.
En muchas ocasiones hemos escuchado desde los púlpitos plantear que la gente
se separa «por falta de compromiso» o «porque elije lo más fácil». También nos
parece una simplificación errónea. Una separación nunca es fácil porque implica
en sí misma
6 Puget, J. y Berenstein, I. (1989). Psicoanálisis de la pareja matrimonial. Buenos Aires, Argentina: Editorial
Paidós, p. 13. 7 Ibidem.
una pérdida y toda pérdida acarrea dolor. En ocasiones, las parejas no agotan las
alternativas para la búsqueda de soluciones, pero eso no implica que no sufran.
donde estaban los documentos ahora están las herramientas, es una inconstancia
que genera caos.
Pero no todo debe ser constancia. Las variaciones adecuadas hacen al disfrute
de la vida y ayudan a que una pareja se refresque y renueve, sin caer en una
rutina donde todo es predecible, siempre igual, sin oportunidades.
De algún modo hemos aprendido que la pareja es algo que puede postergarse.
Está mal y lo sabemos.
• Hablan de las cosas: los temas son externos a ellas, desde la condición del
clima hasta el intercambio de ideas y opiniones sobre temas diversos.
Puede ser charlas enriquecedoras pero no íntimas.
• Hablan de «nosotros»: esto posibilita ir más allá de los temas que tienen en
común para entrar en el diálogo sobre ellos mismos, es decir, cómo se ven,
qué necesitan, qué sienten y qué deben cambiar. También está en este
espacio el disfrute compartido.
Puede ser que uno en la pareja sea «el actor principal» en determinado
proyecto, pero para lograr el éxito se requiere el esfuerzo de ambos. Puede
tratarse de proyectos financieros, profesionales, materiales, académicos, de
servicio espiritual, etc. Son la mejor forma de construir compañerismo. Y es el
compañerismo lo que lleva a la intimidad y, a la vez, la alimenta. En algunas
cosas trabajan juntos, ahorran juntos o planifican juntos. En otras, uno apoya al
otro.
EL DESARROLLO DE LA INTIMIDAD
cLase 9
.141
Por ejemplo, cursar una carrera de estudios puede verse como un proyecto
propio, y lo es, pero también puede constituirse como un proyecto en común
cuando el cónyuge acompaña, aguarda en la puerta de la institución educativa al
que estudia para salir a comer juntos o prepara la cena y cuida a los hijos mientras
el otro no está.
Las corporaciones se llenan la boca para hablar del trabajo en equipo, pero con
el doble discurso de animarnos a competir con los demás. Es un discurso
perverso: cooperamos o competimos. ¿Y en el matrimonio? ¿Competimos con
nuestra pareja? ¿Qué necesitamos demostrar?
Vivimos en una época visual. El consumo se hace por los ojos y se pretende
que el amor también. Eso induce a que queden fuera de la plenitud sexual las
personas menos agraciadas físicamente, las que tienen las marcas del paso de los
años en su cuerpo, etc. ¡Nada más lejos de la verdad! Porque la verdadera
sexualidad excede la vista y también la juventud.
Por otra parte están las deformaciones de la sexualidad como producto de los
abusos y las violencias, que dejan el sello de malo o perverso a cualquier
acercamiento a la libertad del disfrute. Desgraciadamente los abusos deforman y
arruinan lo saludable; por definición, alejan a quien los sufre de cualquier
intimidad posible. Se vive como amenaza porque es en los espacios íntimos pero
deformados donde se producen los actos abusivos. En palabras del papa
Francisco: «Las huellas del abuso en las víctimas son para llorar a gritos».8
Es importante notar, por cierto, que este modelo de sexualidad no es apto para
narcisistas: si solo nos miramos a nosotros, nuestras necesidades, gustos y placer,
probablemente tendremos un acto sexual solitario, donde el cónyuge ocupe el
mero rol de objeto. No es de sorprenderse que parejas así sean insostenibles en el
tiempo.
La vida sexual en la pareja debe vivirse con plena libertad, alegría e interés.
Dedicarle tiempo debe ser una prioridad para los cónyuges. En tal sentido, las
dificultades sexuales no tienen por qué ocultarse ni mantenerse debido a la
vergüenza. Esto produce un daño doloroso en la pareja.
9 Clinebell, H. y Clinebell, C. (1973, 1991). Intimidad: claves para la plenitud de la pareja. Buenos Aires, Argentina:
Editorial La Aurora, pp. 62-63.
144. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
Que una persona no «elija» la monogamia no hace que sea alguien antinatural;
más bien, habla de su modo humano de elegir como también del modo humano de
elegir: la decisión de optar por la fidelidad y la exclusividad de pareja. Ambas son
opciones; si algo queda claro en la Biblia es que Dios respeta nuestras elecciones,
esté o no de acuerdo con ellas.
Pero muchas veces la decisión es cualquier cosa menos una verdadera elección.
En esos casos, cuando la pareja se sostiene por comodidad, por resignación, por
las pérdidas económicas que implicaría un divorcio o por los hijos (quienes sufren
el «infierno» de tener padres que no se soportan y son estos mismos hijos,
supuestamente protegidos, quienes luego dicen «lo mejor era que en su momento
se hubieran separado»).
Algunos podrían argumentar que tal postura favorece el dejarse llevar por los
sentimientos. Por el contrario. Insistimos en que sostener la decisión de seguir
juntos es, en muchos momentos, difícil y en apariencia insostenible. Pero en la
lucha por la preservación del matrimonio debe haber un compromiso por
recuperar el contenido del matrimonio: amor, respeto, valoración y
compañerismo. No sirve la batalla por mantener la fachada de un matrimonio.
Jorge Luis Borges tenía una frase lapidaria que bien podría ilustrarnos al
respecto: «No nos une al amor sino el espanto, será por eso que la quiero tanto».10
Hemos conocido parejas sostenidas por «el espanto». No es un modelo saludable
ni tampoco espiritual.
10 Borges, J. (1974). Obras Completas (volumen 1).Buenos Aires, Argentina: Emecé Editores, p. 947.
Y en la intimidad el lenguaje no verbal ocupa un espacio central. Le da a las
palabras sentidos propios, específicos de esa pareja, de «esos» momentos que
ambos decodifican de modo exclusivo y excluyente del resto. Refleja
conocimiento mutuo, complicidad y espacio compartido. Sirve para expresar
sentimientos en «idioma propio de a dos». Porque el lenguaje no verbal puede
comunicar desde el sufrimiento hasta la diversión.
Hay un ejercicio difícil de desarrollar cada día y con el que nos confronta el
ejemplo anterior: por un lado, decir lo que realmente nos ocurre de la forma más
clara posible a favor de nuestra comunicación; por el otro, recuperar el inigualable
sentido de intimidad que produce el lenguaje de pareja, que más allá de las
palabras guarda para sí códigos exclusivos.
Hay tres elementos para destacar con respecto al lenguaje no verbal que han
sido desarrollados por Ross Campbell en su libro Si amas a tu hijo.11 El autor
señala la mirada directa, el contacto físico y la atención concentrada en referencia
a la comunicación de los padres con los hijos. Aun así consideramos que podemos
tomarlos como recursos de intimidad para la pareja. Es más, si se fomentan en la
pareja es muy probable que se expresen luego con mayor efectividad hacia los
hijos.
146. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
11 Campbell, R. (1985). Capítulos 4, 5 y 6 en Si amas a tu hijo. Minneapolis, EE. UU.: Editorial Betania.
EL DESARROLLO DE LA INTIMIDAD
cLase 9
.147
conclusión
Alguna vez leímos estas diez palabras que facilitan mucho una comunicación saludable:
EJERCICIOS
REFERENCIAS BÍBLICAS:
RVR60: Reina-Valera 1960. Copyright © 1960 por American Bible Society.
NTV: La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House
Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.
TLA: Traducción en lenguaje actual. Copyright © 2000 por Sociedades Bíblicas
Unidas.
Una pareja
132.
VIDEO 10
DIMENSIONES DE LA SEXUALIDA D
DRA. LUCÍA PEREZ E ING. CARLOS JACOBS
introducciÓn
1. La cultura
2. La iglesia
3. La experiencia
.133
2. Los faLsos duaLismos
diMenSioneS de
LA SeXUALidAd
Y FASeS de LA
ReLAciÓn SeXUAL
el aporte de la sexología:
Para hablar de sexualidad humana desde una perspectiva actual necesitamos partir
de diversos hallazgos importantes hechos por las ciencias que la estudian y
conforman desde hace 180 años la denominada sexología humana, a saber:
b) Hedonismo. Búsqueda del placer sexual como única razón de ser. Esto
promueve el libertinaje sexual y niega la posibilidad de dirigir la
conducta y las relaciones sexuales de forma responsable.
b) Las pautas culturales sobre lo que significa ser hombre o mujer, es decir,
la definición de masculinidad y feminidad, constituyen el
comportamiento genérico
el aporte de la teología
«Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda
idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y
mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y
de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al
hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi
carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará
el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola
carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban»
(Génesis 2.18, 21-25, RVR60).
En otros casos no nos animamos a decir que la relación dista mucho de ser
satisfactoria y sentimos que la promesa se nos escapa de las manos. Por lo
general se sabe poco del manejo de la sexualidad y del acto sexual (coito) y por
ello nos parece oportuno, a continuación conocer con algún detalle la dinámica
del coito y de su influencia en las diferentes áreas de las personas.
• El tamaño del pene nada tiene que ver con la satisfacción sexual del
hombre ni de la mujer. El pene pequeño duplica su tamaño en erección
mientras que el pene de gran dimensión en flaccidez aumenta poco su
tamaño durante la erección.
Posteriormente en 1979 antepuso a ambas otra fase: la del deseo. Si bien hay
otros modelos descritos, desarrollaremos el modelo trifásico de Helen Kaplan por
considerar que es el más adecuado para una aproximación clínica ya que
proporciona un modelo de normalidad de la respuesta sexual al cual referirse
desde diferentes miradas.
Por otro lado es importante conocer que puede haber una inhibición o una
estimulación del deseo por factores experienciales que establecen una compleja
relación con la biología. El objeto de deseo puede ser condicionado por
experiencias, creencias, pensamientos, normas morales, enseñanzas, así como
por la estructura psíquica y los rasgos de personalidad. Lo que es deseable para
una persona puede ser despreciable para otra. Es de destacar que el ser humano, a
diferencia de los animales, puede comportarse de manera diferente a la que indica
su deseo ya que los mecanismos neurológicos involucrados en la producción del
deseo están bajo el control de estructuras neurológicas superiores, especialmente
de la corteza prefrontal.
La fase del deseo, si es seguida por una eficaz estimulación física (caricias) o
psíquica (un recuerdo, una fantasía, un aroma), da lugar a la fase de excitación
donde fundamentalmente se producen una serie de fenómenos de dilatación y
llenado de sangre de zonas genitales como respuesta a órdenes dadas por el
cerebro a través de la innervación del SNA parasimpático, pasando por centros
medulares sacros. El cuerpo muestra, con su lenguaje, si este proceso se da o no,
lo que es fundamental en la comunicación sexual. Hay un aumento de tensión
sexual primero en todo el cuerpo que luego se localiza en los genitales.
Los estímulos eróticos que hacen posible la erección deben ser eficaces y estar
dentro del registro de cada persona. Suelen ser7:
• Estímulos visuales
• Olfativos y auditivos
• Fantasías eróticas
7 Flores Colombino, A. (1990). Respuesta sexual (4 edición). Montevideo, Uruguay: Editorial Dismar.
La erección es un proceso hidráulico con fluido sanguíneo controlado por el
SNA parasimpático (involuntario) donde hay una congestión de los cuerpos
cavernosos por entrada de sangre arterial y por bloqueo valvular de la salida
venosa. La dilatación de los cuerpos cavernosos está limitada por una cubierta
fibrosa que le da la rigidez al pene.
8 Flores Colombino, A. (1990). Respuesta sexual (4 edición). Montevideo, Uruguay: Editorial Dismar.
9 Kinsey, A,. et al. (1954). Conducta sexual de la mujer. Buenos Aires, Argentina: Editorial Médico-quirúrgica..
emisión está dada por el pasaje de semen en muy pequeña cantidad a la uretra
peniana. Provoca la sensación de inevitabilidad eyaculatoria, que es seguida por
la eyaculación.
Sin embargo, cuando esto ocurre con frecuencia podríamos encontrarnos frente
a una disfunción sexual; ampliaremos este tema en la próxima clase.
Una charla erótica es recomendable para aquellas parejas que deseen mejorar
su vida sexual. Consiste en apartar un tiempo sin interrupciones en el que se
fomenta el diálogo franco y se habla claramente de las necesidades íntimas.
Normalmente la gente cree que el sexo es algo natural y, por ende, tiene que
funcionar naturalmente. Pero eso no es cierto. La ignorancia en materia sexual
suele ser la causa más frecuente de los «matrimonios blancos» o no consumados,
además de los graves desajustes sexuales en la pareja.
12 Estas emociones, las caricias y el deseo de aproximación física placentera parecen relacionarse con la oxitocina
segregada en la etapa de excitación y durante el orgasmo.
13 Flores Colombino, A. (1990). Respuesta sexual (4 edición). Montevideo, Uruguay: Editorial Dismar.
DIMENSIONES DE LA SEXUALIDAD Y FASES DE LA RELACIÓN SEXUALcLase 10 .177
La sexualidad es una expresión más de nuestra espiritualidad. La intimidad sexual es
buena a los ojos de Dios. La dimensión del placer fue creado por Él para que el regocijo y la
alegría surjan en cada encuentro sexual.
EJERCICIOS
1. Diferenciar conceptos de sexo y sexualidad. Explicar brevemente las dimensio-
nes de la sexualidad humana.
2. Imagine que se presenta ante usted una pareja estable que sufre porque, si bien
en otros aspectos la relación marcha bien, los dos se encuentran insatisfechos
con respecto a sus relaciones sexuales. El hombre se queja de que su esposa es
demasiado fría en lo sexual. Ella dice que a él solo le interesa el «sexo express».
Teniendo en cuenta lo que aprendió de las fases de la respuesta sexual humana,
¿qué recomendaciones daría a esta pareja?
3. Seleccione uno de los siguientes grupos y escriba una carta pastoral hablándoles
del tema «sexualidad». Tenga en cuenta lo que aprendió en cuanto a teología de
la sexualidad: adolescentes, parejas de novios o matrimonios.
Pareja distanciada
154.
VIDEO 11
_ sentido de trascendencia
_ desarrollar la afectividad
_ ser responsables con nuestros cuerpos
.155
_ estar dispuestos a hablar
2. La pornografía
3. como prevenir eL abuso sexuaL
CLASE 11
diSFUncioneS
SeXUALeS,
«MAtRiMonio BLAnco»
14 Laumann, E. O., Paik, A. y Rosen, R. C. (1999). Sexual Dysfunction in the United States prevalence and predictors. EE. UUU.:
JAMA, pp. 281, 537-544.
DISFUNCIONES SEXUALES, «MATRIMONIO BLANCO»
cLase 11
.185
un 43% con algún tipo de disfunción o problema sexual. Un estudio más reciente de La
Calle (2006)15 estima que entre las mujeres y según su edad hay una gran variabilidad
de prevalencia y tipo de disfunción sexual: desde los 20 a los 50 años el 11,8% presenta
algún problema, entre los 50 a 55 años el 29,4% (dispareunia un 36%, deseo sexual
inhibido el 22,4%, baja lubricación el 15,2% y anorgasmia un 8%).
En nuestro medio, la Dra. Alicia Casas Gorgal18 reporta que la mitad de las parejas
presenta alguna disfunción sexual a lo largo de su vida. Esto demuestra la
pertinencia de la pastoral familiar, de tener cierto conocimiento de las problemáticas
sexuales, de sus posibles causas y orientaciones para abordar cada situación
particular. Los pastores y los consejeros cristianos pueden desempeñar un rol
importante en la solución de muchas de las disfunciones leves, y esto en tres niveles
claros de intervención:
• Dar permiso. Un primer nivel de intervención está dado por el rol que tiene el
pastor frente a la pareja que consulta por una dificultad sexual. Este es una figura
de autoridad que puede cumplir la función de legitimar o «autorizar» la conducta
sexual adulta en sus manifestaciones saludables, lo que en ocasiones resuelve el
problema. Puede trabajar con las creencias y las cogniciones de la pareja sobre la
sexualidad, intentando dar una perspectiva diferente de la misma, vinculada al
placer, la comunión, la intimidad, etc.
• Dar información. Un segundo nivel, tiene que ver con los conocimientos que el
consejero pueda ofrecer sobre la respuesta sexual humana en el hombre y la
mujer en los diferentes momentos vitales. Muchas veces lo que existe no es una
15 La Calle, P. y otros (2006). Dificultades sexuales en la práctica ginecológica. Sexología Integral; 3 (4): 204-209; Ballester, R y
Gil, M.D. 1995.
16 Estudio epidemiológico sobre la prevalencia de disfunciones sexuales en la Comunidad Valenciana. (2008). Psicotema, vol. 7,
nº 1, 95-14, 12 Guirao. En 15 (mayo 2011)
17 Recuperado de: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/05/21/mujer/1211377785.html
186. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
18 Alicia Casas Gorgal, médica psiquiatra, sexóloga clínica, coordinadora del programa Claves de la Asociación Civil Juventud
para Cristo de Uruguay. El Programa Claves está orientado a la prevención del maltrato y la violencia sexual hacia niños, niñas
y adolescentes y a la promoción de la cultura del buen trato.
disfunción sino la ausencia de conocimiento en cuanto a lo que se requiere para
la existencia de la respuesta sexual.
preguntas válidas
- Incapacidad o
retardo eya-culatorio u
orgasmo masculino inhibido
4. Espasmo de los - Dolor psicógeno - Calambres
músculos genitales eyaculatorio y musculares uterinos
posteyaculatorio.
- Vaginismo (ocurre
en todas las fases)
5. Dispareunia Dispareunia Dispareunia
(coito doloroso)
6. Evitación fóbica de Penetración, contacto oral,
la relación sexual /
188. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
1. Causas biológicas
• Efecto de enfermedades: psiquiátricas, renales, vasculares, infecciosas,
hepáticas, metabólicas, hormonales, genitales locales, quirúrgicas,
neurológicas, musculares, etc.
• Agentes químicos: fármacos o drogas de abuso que actúan sobre el cerebro
o los genitales.
2. Causas psíquicas
Para que el funcionamiento sexual sea normal debe darse en un determinado
contexto donde la persona esté tranquila, se entregue a la experiencia y
abandone todo control de la situación así como el miedo. Además debe haber
una apertura y confianza recíproca en la pareja, dándose a la experiencia de
acuerdo a un sistema de valores particular. Los sistemas de valores sexuales
son, según Masters y Johnson, «el conjunto de valores sociales que hacen que
las experiencias sensoriales individuales investidas de un significado erótico,
sean convertibles y aceptables como estímulo sexual». No es posible esperar
una buena respuesta sexual si la persona está en un entorno contrario a los
mismos. Si bien la respuesta sexual tiene un sustrato fisiológico básico, es
interpretado por las sociedades, las religiones y las culturas de manera diferente.
Todo influye sobre esta respuesta sexual que tiene un nivel de vulnerabilidad
mayor que cualquier otro proceso fisiológico. Una visión integradora para la
comprensión de las disfunciones sexuales hace que se puedan reconciliar
abordajes y escuelas diferentes que pueden ser complementarias. Helen Kaplan
DISFUNCIONES SEXUALES, «MATRIMONIO BLANCO»
cLase 11
.189
propone cuatro niveles de comprensión: causas inmediatas, causas
intrapsíquicas, causas diádicas y causas aprendidas.
• Discordia marital: si hay hostilidad, ira contra el otro, temor (no consciente) al
abandono o al rechazo
• Luchas de poder no conscientes (cuando uno percibe que el otro quiere dominar
puede que responda con una disfunción sexual)
• Sabotaje sexual ejercido por uno de los cónyuges, ya sea por presiones y exigencias
por parte del otro, por inoportunidad permanente de este, por burla y desprecio de
los deseos expresados, por fracaso en la comunicación, etc.
DISFUNCIONES SEXUALES, «MATRIMONIO BLANCO»
cLase 11
.191
D. Causas aprendidas. Desde la teoría del aprendizaje, una experiencia sexual
asociada con vivencias negativas (miedo, agresividad, culpa, dolor), determina
un condicionamiento negativo o la inhibición subsiguiente de una parte o de
toda la respuesta sexual.
El deseo es un apetito y un impulso que mueve a la avidez erótica, con búsqueda de una
pareja sexual, galanteo, cortejo, seducción y conquista, que lleva a la intimidad, al coito
o sus sucedáneos. Para que esto ocurra es necesario que el sistema anatómico y
fisiológico este intacto y no existan factores inhibitorios psíquicos para su expresión. El
deseo sexual puede existir a lo largo de toda la vida de una persona sana, pero hay factores
biológicos y culturales que determinan diferencias etarias importantes. Aunque
estadísticamente el pico máximo del deseo sexual se da en torno a los 17 o 18 años, y en la
mujer en torno a los 40 años (por predominio relativo de la testosterona al reducirse
normalmente la concentración de estrógenos), la capacidad de excitarse ante una pareja
atractiva y de sentir deseo sexual en forma espontánea se mantiene de modo constante. Para
la existencia del mismo son importantes la salud física, el estado de ánimo, el enamoramiento
(el mayor afrodisíaco descubierto hasta el momento según Kaplan) y la situación de la pareja
en sus diferentes dimensiones.
Es normal que el deseo fluctúe en una pareja equilibrada pero no que falte por un
tiempo muy prolongado. Es importante no confundir la disfunción del deseo con la
ausencia normal del deseo sexual. Algunas de estas situaciones de ausencia normal del
deseo pueden ser:
• Personas que se sienten cómodas con una frecuencia de deseo muy baja pero que
tienen problemas con una pareja con frecuencia diferente
• Personas que tienen una pareja desaseada, o a quien no se ama o que plantea una
relación destructiva o violenta (sería patológico que el deseo persistiera o
aumentara en estas circunstancias)
• El celibato sano por el cual se suprime el deseo hasta encontrar una pareja
adecuada o debido a tomar una opción religiosa
192. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
Esta disfunción puede estar presente mientras que las otras dos fases de la
respuesta sexual pueden no verse afectadas. Si bien están interconectadas y forman
parte de un proceso unitario con un generador común, cada fase tiene sus propias
implicancias neurofisiológicas y hormonales.
Otra variante es la disfunción del deseo situacional, por ejemplo, cuando no hay
condiciones de comodidad ni de seguridad, o frente a la pareja estable pero no ante una
pareja ocasional, o en el caso de que tener relaciones sexuales sea imposible por
factores externos.
DISFUNCIONES SEXUALES, «MATRIMONIO BLANCO»
cLase 11
.193
Las causas de la disfunción del deseo en varones y mujeres son prácticamente las
mismas, salvo las que dependen de la función testicular. Dentro de las causas de la
inhibición del deseo (que se pueden clasificar en las cuatro categorías mencionadas
anteriormente) se destacan:
La disfunción eréctil
Es la incapacidad persistente de conseguir y mantener una erección suficiente que
permita un rendimiento sexual satisfactorio. Aunque es un trastorno benigno, afecta la
salud física y psicosocial y tiene una repercusión importante en la calidad de vida de
quienes la sufren, de sus parejas y familias. Debe existir un juicio clínico de que el
hombre realiza actividades sexuales que son adecuadas en tipo, intensidad y duración.
La disfunción eréctil es primaria cuando implica la incapacidad permanente y desde el
primer coito: nunca se logró una introducción vaginal ni anal en la relación.
• Genéticas y congénitas
• Urológicas
• Orgánicas generales
En cuanto a las causas psíquicas de la disfunción eréctil, pueden ser aplicados los
cuatro niveles de las causas detalladas al inicio aunque algunas de ellas se registran
con mayor frecuencia. Dentro de estas se destacan:
En cuanto a las causas de excitación sexual inhibida en la mujer, esta puede deberse
a:
Para Gindin y Huguet, «las causas reales de la eyaculación precoz son básicamente
dos: ansiedad y mal aprendizaje. Ambas interactúan y se refuerzan mutuamente». A
su vez, Masters, Johnson y Kolodny concuerdan con dicha afirmación y sugieren que
los elementos más importantes en el desarrollo de la eyaculación prematura son
«experiencias sexuales tempranas que condicionaron una respuesta rápida o ansiedad
que se ve activada por situaciones de naturaleza sexual». Otras causas psicológicas
pueden ser: mensajes antisexuales en la infancia, falta de información sexual, presión
por parte de la pareja, ambiente familiar problemático, estrés, miedo al fracaso y
dificultad en controlar los estímulos.
3. Dispareunia
El coito se halla asociado al dolor genital recurrente y persistente que se produce
justo antes, durante o después del coito, tanto en varones como en mujeres. Es muy
frecuente y las causas orgánicas son múltiples. Requieren de un cuidadoso examen
físico.
4. Fobias sexuales
Es el miedo persistente e irracional y el deseo compulsivo de evitar sensaciones y
experiencias sexuales. El propio individuo reconoce este miedo como excesivo e
irracional. Requieren un tratamiento psiquiátrico específico.
Se define así al trastorno que presenta una pareja que, pese a intentar la realización del
coito de manera regular, no ha podido lograr nunca la penetración intravaginal luego
de un lapso de tiempo establecido arbitrariamente.
El Dr. Gindin postula que esta es una entidad clínica aparte y que debe
diferenciarse de las causas individuales reconocidas como vaginismo, fobias sexuales
o disfunciones sexuales masculinas (eyaculación precoz o disfunción erectiva) ya que
estas pueden coexistir con la posibilidad de coito penetrativo.
19 Davidson, Sh. y Yftach, R. (1976). The therapy of the unconsummated marriage, en Psychotherapy Theory, Research and
Practice, Vol 13 (4), pp.. 418-419.
Su causa puede ser de origen orgánico (por enfermedades o anomalías anatómicas) o
debido a la ansiedad sexual de causa psicosocial, pero siempre abarcando a la pareja
consultante.
1. «La bella durmiente del bosque». Mujer infantil que vive con su marido una
relación fraterna. Son parejas dependientes de los padres y, a menudo, eternos
estudiantes. Estos casos son los más frecuentes.
2. «Brunilda». La relación sexual se vive como una batalla entre sexos con la
angustia de que la feminidad sea un índice de debilidad y pasividad.
3. «La abeja reina». Estas mujeres quieren que el hombre les dé hijos pero rechazan
la sexualidad. El acto sexual es «sucio y humillante», no es más que una penosa
necesidad para quedar embarazadas.
202. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
Nadine Grafeille describe las personalidades de los maridos de las mujeres con
vaginismo como sexualmente inhibidos (impotentes o eyaculadores precoces), con
intenso horror a la castración, homosexualidad latente y una moral de tipo masoquista
como consecuencia de una crianza represiva y de rasgos de carácter de tipo obsesivo.
Otros los describen como monogámicos, fieles y protectores, que representarían el rol
de madre frente a sus esposas. En los varones se descubren impotencias y falta de
deseo, en casos en los que el matrimonio se haya celebrado por razones sociales y con
un propósito exclusivamente reproductor. Se ve en casos de homosexualidad
egodistónica. Estas impotencias tienen un pronóstico muy grave.
Muchas parejas creen que el tiempo resolverá el problema por sí mismo, pero eso
no es verdad. Por lo general acuden cuando desean tener un hijo alrededor de los dos
años de celebrado el matrimonio. En otros casos se han recibido consultas de
matrimonios de quince años de relación. Algunos matrimonios no consumados han
llegado a concebir ya que si bien no existió nunca sexo penetrativo los juegos
sexuales y la eyaculación en la vulva o el introito vaginal permitieron que la mujer
quedara embarazada.
Existe terapia para el matrimonio no consumado, pero la pareja debe buscar ayuda
especializada. La terapia es de corta duración, tiene como base la reeducación,
técnicas de relajación y, en ocasiones, medicación sedante o ansiolítica.
DISFUNCIONES SEXUALES, «MATRIMONIO BLANCO»
cLase 11
.203
EJERCICIOS
1. «La mayoría de las disfunciones sexuales tiene una base orgánica». ¿Esta
afirmación es verdadera o falsa? Justifique y dé ejemplos.
VIDEO 12
1. infertiLidaddilemas éticos
raquel y Lea
Zacarías y elisabet
.179
concLusiones integradoras
CLASE 12
FeRtiLidAd,
FecUndAciÓn Y
RePRodUcciÓn
ASiStidA
«¡qUé DIFícIL SER PADRES!» FREcUENTEMENTE hEMOS
USADO ESTA EXPRESIÓN PARA REFERIRNOS A LAS DIvERSAS
DIFIcULTADES qUE SE PLANTEAN EN LA cRIANzA DE LOS hIJOS,
SEAN PEqUEñOS, ADOLEScENTES O JÓvENES. SIN EMbARGO, EN
ESTA OcASIÓN NOS REFERIREMOS A LA DIFIcULTAD, cONcRETA y REAL,
qUE MUchOS MATRIMONIOS ENcUENTRAN A LA hORA DE cONcEbIR A
SUS hIJOS.
Es claro que no todos los proyectos y los sueños que nos proponemos en la vida
lograr concretarse. Con frecuencia tenemos que resignar algunos, modificar otros
y alcanzar algunos de ellos. Uno de los deseos más profundos e irresistibles (para
la gran mayoría de los seres humanos) es ser madre o padre en algún momento de
la vida. Este deseo responde a una marca que Dios mismo ha impreso en el
corazón de los hombres y las mujeres a través de los tiempos y de las culturas.
«Y los bendijo Dios, y les dijo: fructificad y multiplicaos...» (Génesis 1.28,
RVR60).
Cuando una pareja ve frustrado su deseo de tener hijos, el ciclo vital normal
se ve interrumpido. Parece tan fácil y tan «natural» tener hijos, en el tiempo y
con la frecuencia que se decida, que no solemos prepararnos para esta
eventualidad que cambia dramáticamente la vida. Sin embargo, esto no es
excepcional. Por el contrario, un buen porcentaje de parejas no podrá hacer real
este deseo, al menos no sin complicaciones. Se estima que del 10 al 15% de las
parejas (porcentaje que va en aumento en las grandes ciudades) no acceden a la
paternidad/maternidad a pesar de desearlo con intensidad. En algunos casos no
se logra el embarazo y en otros, habiéndolo logrado, resulta inviable y se
pierde. Cabe aclarar que un embarazo que se interrumpe es un hijo que muere
antes de nacer; así lo experimentan los padres. Con frecuencia el entorno no
dimensiona la magnitud de la pérdida.
20 Mamarian, M. E. (2003). Esperanza en medio de ilusiones perdidas, Ediciones Kairos, pp. 127,128.
En estos casos lleva un tiempo reconocer que se está ante una crisis. Como
en toda crisis, se produce una desestabilización, el equilibrio se rompe y es
necesario reordenar pensamientos y sentimientos. «Nunca pensamos que esto
pudiera pasarnos», «¿Por qué nos resulta difícil algo que es tan fácil para
otros?», «¿Por qué Dios no nos bendice con un hijo?», «¿Tenemos que seguir
esperando?», son algunos de los infinitos interrogantes planteados.
Hay todo tipo de ofertas en el «mercado médico», desde las más simples y
económicas hasta las más complejas y onerosas. Inseminación artificial,
fecundación in vitro, ovodonación, donación de esperma, alquiler de vientres,
óvulos congelados... son algunas prácticas que nos suenan lejanas y muy teóricas
cuando no necesitamos usarlas.
Sin embargo, para la pareja que ve frustrada su posibilidad de tener hijos con
naturalidad, es una nueva carga a asumir. Solo a título ilustrativo, mencionaremos
FERTILIDAD, FECUNDACIÓN Y REPRODUCCIÓN ASISTIDAcLase 12 .215
algunas de las preguntas frecuentes en este sentido: «¿Es lícito acudir a cualquier
técnica de reproducción?», «¿Hay límites en el uso de las técnicas disponibles en
el mercado?», «¿Estará bien que aceptemos la ovodonación?», «¿Cuánto dinero
invertiremos (si es que lo tenemos) para acceder a estas prácticas?», «¿Dios
aprueba el método que propusieron los médicos?».
sentimientos en juego
216. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
21 Varios autores (2000). Serie Bioética. Preguntas básicas sobre sexualidad y tecnología reproductiva. Grand Rapids,
EE. UU.: Editorial Portavoz, p. 90.
Su tristeza se acentuaba, además, por la burla y el desprecio de que era
objeto por parte de Peniná, la otra esposa de su marido. Ana tampoco se
calmaba por las palabras ni el consuelo de un esposo amoroso como Elcaná,
quien le decía: «Ana, ¿por qué lloras? ¿Por qué estás triste y no comes?
¿Acaso no soy para ti mejor que diez hijos?» (1 Samuel 1.8, DHH). Ana,
que era una mujer piadosa, le expresa al sacerdote Elí lo siguiente: «... me
siento angustiada y estoy desahogando mi pena delante del Señor. [...] he
estado orando todo este tiempo porque estoy preocupada y afligida» (1
Samuel 1.15-16, DHH). Los creyentes en Cristo no son extraterrestres.
También es normal que experimenten sentimientos de tristeza y aun que
padezcan depresión.
22 Van Regenmorter, J. y S. (2005). Cuando la cuna está vacía. Miami, EE. UU:: Editorial Unilit, p. 40.
23 Eisenman, T. (2000). Trece tentaciones que enfrenta tu familia. Buenos Aires, Argentina: Editorial Certeza, p. 255.
Estas son algunas de muchas preguntas que no siempre esperan una respuesta
lógica (que tampoco sería suficiente). Aunque en algunos casos puede ser la
expresión del desánimo y el enojo, generalmente no expresan rebeldía ni
incredulidad sino que surgen de un corazón dolorido que se dirige a Dios, de
quien, en definitiva, se espera el don de un hijo.24
acompañamiento pastoral
Cada situación humana de dolor nos confronta con nuestros propios sentimientos,
nuestras creencias y nuestros límites.
25 Varios autores (2000). Serie Bioética. Preguntas básicas sobre sexualidad y tecnología reproductiva. Grand Rapids,
EE. UU.: Editorial Portavoz, pp. 21-22
FERTILIDAD, FECUNDACIÓN Y REPRODUCCIÓN ASISTIDAcLase 12 .221
EJERCICIOS
1. Leer el testimonio de Elisa y Fernando incluido a continuación.
5. ¿Cómo se podría ayudar pastoralmente a una pareja que atraviese por una
experiencia parecida?
ELISA Y FERNANDO
COMPARTEN SU EXPERIENCIA:
Esta larga lista de luegos no es más Luego del primer resultado negativo
que el pequeño reflejo, en pocas pasaron cuatro meses para el
líneas, de lo que significa vivir segundo.
durante un lapso de tu vida poniendo
siempre una ilusión por delante para Luego del segundo resultado negativo
poder seguir: pasaron seis meses hasta el tercero.
Luego de un año más comenzamos a Más de una vez nos decíamos que el
poner foco en otras cosas de la vida reloj se había detenido, como que
como sueños o anhelos que teníamos estábamos estancados en una etapa
más allá de los hijos. que no se terminaba jamás.
Luego de siete meses más, en medio Entre tantas cosas tristes, hay otras
del trabajo por lograr estos anhelos, muy buenas que nos pasaron y que no
estar decepcionados del sistema de nos resultaba tan fácil de ver mientras
adopción y a punto de realizar otro esperábamos: cambió nuestra manera
tratamiento más, nos llamaron de un de considerar a los demás y el
juzgado dándonos la noticia de que sufrimiento o la espera ajena.
dos hermanitos, Abigail e Ismael, Simplemente por eso de que vivir la
mellizos de diecisiete meses, estaban misma experiencia te une. Cambió
esperándonos para ser nuestros hijos. nuestra manera de relacionarnos con
Dios: llegamos a puntos de enojo y
En tanto tiempo, nuestras sensaciones reclamos que nos permitieron vivir a
pasaron entre la euforia de que el Dios de cerca en muchas ocasiones.
próximo mes o año nos iba a Entendimos que Él comprende
encontrar con hijos, la desazón total nuestro dolor porque el mismo señor
por un nuevo resultado negativo Jesucristo experimentó el dolor en
(tanto de tratamiento como de carne propia.
adopción), nuestra mezcla de alegría
y dolor cada vez que algún amigo o Tanto fracaso aparente también te
persona cercana nos contaba que saca miedos a jugarte por sueños o
esperaba un hijo (alegría por él pero anhelos que tenías guardados. Te
al mismo tiempo dolor por nosotros), invita a luchar por mejorar áreas de tu
nuestro miedo a que esto nunca vida, cosa que a veces no saldría a la
terminara… porque llega un punto en luz si todo resultara como uno espera.
224. mÓduLo 02PASTORAL DE LA PAREJA MATRIMONIAL
La Biblia de las Américas (LBLA) traduce Génesis 1.28 así: «Y los bendijo
Dios y les dijo: “Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y
sojuzgadla…”». Otra traducción dice: «Y los bendijo Dios; y díjoles Dios:
“Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla...”» (RVA).28
farmacoterapia hasta las cirugías. El personal médico tiene una gran injerencia
sobre la vida sexual de la pareja a tal punto de indicar los días y horarios en
que deben practicar el coito.
Las técnicas de alta complejidad son las que tienen por objeto la unión entre
el óvulo y el espermatozoide por fuera del sistema reproductor femenino,
incluyendo a la fecundación in vitro, entre otras.
Libros:
Carrobles, J. A. y Sanz, A. (1991). Terapia Sexual. Madrid, España: Fundación Universidad-
Empresa.
Kaplan, H. (1975, 2010). Manual ilustrado de terapia sexual. Barcelona, España: Grijalbo.
Olazabal, J. C. (ed.) (1990). Manual de sexualidad en atención primaria. Salamanca, España: Amaru
Ediciones.
Wespes, E. (1992). Ejaculation et ses troubles. Bruxelles, Francia: Editions techniques.
200. mÓduLo 02
BIBLIOgRAFÍA(UNIDAD 4) .201
«Matrimonios sin sexo: Una realidad poco conocida» (28/12/2010): http://www.
guioteca.com/psicologia-y-tendencias/matrimonios-sin-sexo-una-realidadpoco-conocida/
cLase 12:
REFERENcIAS bíbLIcAS:
LBLA: La Biblia de las Américas. Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman
Foundation.
NVI: La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1999 por Biblica,
Inc.® Usada con permiso. Todos los derechos reservados.
RVR60: Reina-Valera 1960. Copyright © 1960 por American Bible Society.
RVA: Reina-Valera Antigua (1909). Copyright de dominio público.
Una copa
CLASE 13
UnA conVeR-
SAciÓn QUe
tRAnSFoRMA A
LA FAMiLiA
TEMA DE LA cLASE:LA IMPORTANcIA DE LA MEDITAcIÓN bíbLIcA EN LA
TRANSFORMAcIÓN DE NUESTRAS FAMILIAS.
ObJETIvOS ESPEcíFIcOS:
Josué 1:8a
Salmo 63:6
Salmo
119:148
Jeremías 15:16
Santiago 1:25
Entendí que la actividad más importante que tenía que hacer era
entregarme a la lectura de la Palabra de Dios y a meditar en
ella, para que así mi corazón fuera confortado, animado,
advertido, amonestado e instruido; y que así, mientras meditara,
mi corazón entrara en comunión experimental con el Señor.
Entonces, comencé a meditar en el Nuevo Testamento…
temprano en la mañana.Lo primero que hice, después de haber
pedido en pocas palabras la bendición del Señor sobre su
preciosa Palabra, fue comenzar a meditar en ella: escudriñando
en cada versículo para recibir una bendición, no para el
ministerio público de la Palabra, sino para obtener el alimento
para mi alma. Casi siempre el resultado que encontré fue que
después de pocos minutos mi alma fue llevada a la confesión, o
a la acción de gracias, o a la intercesión, o a la petición; de
manera que, aunque no comencé con la oración, sino la
meditación, sin embargo, me volví casi inmediatamente a la
oración”.(George Müller, 1805-1898). Fue un predicador y
misionero inglés, destacado por su dependencia total y
exclusiva de Dios para las necesidades de los orfanatos que
estableció a favor de los niños desamparados de Inglaterra.
Con toda razón, cada vez que abrimos nuestra Biblia en el salterio sagrado, el
salmista nos recuerda el inmenso valor de la meditación bíblica en nuestras vidas.
El Dr. Stanford Orth, por muchos años profesor de Vida Espiritual del Seminario
Teológico Centroamericano de Guatemalay escritor de muchas de los conceptos aquí
expresados, sugiere el uso de varias preguntas al texto bíblico mientras meditamos en
él.
a). ¿Qué encontramos en estos versículos que nos enseñan a… y nos llevan a…:
…conocer más a Dios, amarlo, adorarle y agradecerle?
…confesar y arrepentirme de una desobediencia o pecado en particular?
…someter a Dios alguna área de nuestra vida o matrimonio o familia?
…obedecer a Dios en algún aspecto específico?
…tomar una decisión en cuanto a algo que Dios nos está pidiendo?
…hacer cambios en algún aspecto de carácter, actitud, hablar, en nuestra relación
matrimonial, familiar o con terceros?
…aceptar, amar, servir, apoyar o edificar a otro miembro de la familia o alguna
persona cercana, sea cristiana o no cristiana?
…depender más de Dios en una circunstancia de prueba, tentación o desafío en
particular?
¡Al final, oremos al Señor lo que queremos decirle con respecto a cada respuesta!
b) Se pueden utilizar preguntas como las que siguen para profundizar nuestro
aprendizaje del pasaje a meditar. Recordemos que las preguntas sirven de guía
para descubrir mayores profundidades en la Palabra de Dios. También debemos
tomar en cuenta que no todo pasaje tendrá una respuesta a cada pregunta.
• ¿Hay una promesa en la cual debemos confiar?
• ¿Tiene la promesa una condición que necesitamos cumplir?
• ¿Hay un ejemplo que debemos seguir? O ¿Un ejemplo negativo que debemos
evitar?
• ¿Hay una oración en el pasaje que debemos orar como familia?
UNA CONVER-SACIÓN QUE TRANSFORMA A LA FAMILIAcLase 13 .247
• ¿El pasaje enseña una nueva actitud que debemos tomar en cuenta?
• ¿El pasaje indica algo sobre lo cual debemos tomar una decision en familia?
Les animo a ser parte de esta maravillosa conversación que transformará su vida
personal, su matrimonio y su familia. Dios desea conversar con ustedes cada día,
como lo hacía en el principio con la primera parejacuando los visitaba al aire fresco
del día (Gn. 3:8-9) y como nos enseñó a través del ejemplo de su amado Hijo
Jesucristo (Lc. 11:2-12).