Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Las enzimas (peso molecular 13-150 kDa) forman 80-90% de los venenos de viperidos y
25-70% de los venenos de elápidos: hidrolasas digestivas, L-aminoácido oxidasa,
fosfolipasas, pro-coagulantes parecidas a trombina, al igual que proteasas de
serina parecidas a calicreína y metaloproteinas (hemorraginos), que afectan el
endotelio vascular. Toxinas polipeptídicas (peso molecular 5-10 kDa) son
citotoxinas, cardiotoxinas, y neurotoxinas postsinápticas (por ejemplo, α-
Bungarotoxina y α-Cobratoxina), que se unen a los receptores de acetilcolina en las
uniones neuromusculares. Entre los compuestos de bajo peso molecular (hasta 1,5
kDa) se incluye metales, péptidos, lípidos, hidratos de carbono, nucleósidos,
aminas, y oligopéptidos, que inhiben la enzima convertidora de angiotensina (ACE) y
potencian la bradicinina (BPP). La variación inter- e intra-especie en la
composición química del veneno es geográfica y ontogénica.3Las fosfodiesterasas
interfieren con el sistema cardíaco de la presa, sobre todo para bajar la presión
arterial. La fosfolipasa A2 causa hemólisis por lisis de las membranas celulares
fosfolípidos de las células rojas de la sangre.6Aminoácido oxidasa y proteasa se
utilizan para la digestión. Aminoácido oxidasa también activa algunas otras enzimas
y es responsable del color amarillo del veneno de algunas especies. Hialuronidasa
aumenta la permeabilidad del tejido para acelerar la absorción de otras enzimas en
los tejidos. Algunos venenos de serpiente contienen fascículos, como el de la mamba
(Dendroaspis), que inhiben la colinesterasa
Neurotoxinas
Estructura de un típico sinapsis químico
Synapse Illustration unlabeled.svgDensidad
postsinápticaCanales de Ca++
dependientes
de voltajeVesícula
sinápticaBomba
recaptadora de
neurotransmisoresReceptorNeurotransmisorAxón terminalEspacio sinápticoDendrita
Inicio de un nuevo impulso nervioso normal:
Fasciculinos:
Dendrotoxinas:
α-neurotoxinas:
Citotoxinas
Membrana funcional.
Fosfolipasas:
Membrana destruida.
Cardiotoxinas:
Ejemplo de serpientes: cobra real, Mambas, y algunos miembros del género Naja
Hemotoxinas:
Ejemplo de serpientes: la mayoría de los viperídos y los miembros del género Naja
Evolución
Anteriormente se creía que la presencia de enzimas en el veneno de serpientes era
una adaptación para ayudar a la digestión. Sin embargo, estudios del crótalo
diamante occidental, una serpiente con veneno altamente proteolítico, muestran que
el veneno no influye el tiempo requerido para que el alimento pase por el
intestino. Se necesitan estudios adicionales para determinar las presiones
selectivas que resultan en la evolución del veneno y de los mecanismos de entrega
de veneno.10
En un estudio realizado por Bryan Fry, investigador del Australian Venom Research
Unit de la escuela de medicina de la Universidad de Melbourne en Australia, se
analizó el origen y la evolución del veneno de las serpientes, incluyendo un
análisis filogenético de las secuencias de aminoácidos presentes en las toxinas y
las proteínas relacionadas. Las toxinas de las serpientes resultaron de eventos de
reclutamiento de genes dentro de las familias proteicas: acetilcolinesterasa, ADAM
(desintegrina/metaloproteasa), AVIT, complemento C3, crotasina, defensina,
cistaina, endotelina, entre otros. Estos eventos de reclutamiento en las toxinas
ocurrieron al menos unas 24 veces en la evolución del veneno en las serpientes. Dos
de estas derivaciones tóxicas parecen ser más bien el resultado de modificaciones
en proteínas salivares, que eventos génicos de reclutamiento. Por último este
estudio demostró que los tipos de toxinas en las cuales la proteína ancestral forma
una extensiva retícula con cisteína, eran las que llegaban a ser nuevas familias de
toxinas multigénicas, funcionalmente diversas.11
Inyección
Vipéridos
Entre las serpientes venenosas, los vipéridos tienen el aparato de entrega de
veneno más desarrollado. La glándula del veneno es muy grande y está rodeada por el
músculo masetero o músculo temporal, que consiste en dos bandas, el superior se
extiende de detrás del ojo, el inferior se extiende desde la glándula de la
mandíbula. Un conducto lleva el veneno de la glándula al colmillo. En los vipéridos
y elápidos, esta ranura está completamente encerrada, y es algo semejante al tubo
de una aguja hipodérmica. En otras especies, las ranuras no están cubiertas, o sólo
parcialmente cubiertas. Desde el extremo anterior de la glándula, el conducto pasa
por debajo del ojo y por encima del hueso maxilar, al orificio basal del colmillo
de veneno, que está envainado en un pliegue grueso de membrana mucosa. Por medio
del hueso maxilar móvil, articulado al hueso prefrontal y conectado con el hueso
transversal el cual es empujado hacia adelante por los músculos que entran en
acción al abrir la boca, el colmillo se erige y el veneno se descarga a través del
orificio distal. Cuando la serpiente muerde, las mandíbulas se cierran, los
músculos que rodean la glándula de veneno se contraen, y el veneno es expulsado por
los colmillos.
Elápidos
En los elápidos, los colmillos son tubulares, pero son cortos y no poseen la
movilidad que se observa en los vipéridos.
Colúbridos
Algunos colúbridos tienen dientes agrandados y acanalados situados en el extremo
posterior de la maxilar, donde una pequeña porción posterior de la glándula salival
o labial superior produce veneno.
Mecánica de la mordedura
Vipera berus, un colmillo con una pequeña mancha de veneno en el guante, el otro
todavía en su lugar.
Varios géneros de serpientes, entre ellos Calliophis, Atractaspis y causus, son
notables por tener glándulas de veneno excepcionalmente largas, que se extienden a
lo largo de cada lado del cuerpo, en algunos casos se extienden posteriormente
hasta la altura del corazón. En lugar de que los músculos de la región temporal
sirven para presionar el veneno en el conducto, esta acción se realiza por los
músculos laterales del cuerpo.
Mecánica de escupir
Cobras escupidoras de los géneros Naja y Hemachatus, pueden expulsar o "escupir"
veneno a una distancia de 1,2 a 2,5 metros cuando se sienten irritados o
amenazados. Estas serpientes tienen colmillos modificados que permiten escupir: el
conducto dentro de los colmillos hace una curva de noventa grados en la parte
delantera inferior. Tras escupir varias veces serpientes escupidoras aún pueden
infligir una mordedura fatal.
Algunos efectos
Hay cuatro tipos diferentes de veneno que actúan sobre el cuerpo de manera
diferente.
Serpientes proteroglifos
Véase también: Emponzoñamiento micrúrico
El veneno de serpientes con colmillos proteroglifos (Hydrophiinae, Bungarus,
Dendroaspis, Elaps, Pseudechis, Notechis, Acanthophis) actúa principalmente en el
sistema nervioso. La parálisis respiratoria se produce rápidamente cuando el veneno
entra en contacto con el mecanismo nervioso central que controla la respiración;
por lo general, el dolor y la inflamación local no son severos. El veneno de todos
los elápidos proteroglifos, incluso el de los más pequeños y más gentiles, como las
serpientes de coral, pueden ser fatales para los humanos.
Víboras
Véanse también: Emponzoñamiento bothrópico, Emponzoñamiento crotálico y
Emponzoñamiento lachésico.
El veneno de víboras (Daboia, Echis, Lachesis, Crotalus) actúa más en el sistema
vascular, dando lugar a la coagulación de la sangre y la coagulación de las
arterias pulmonares; su actuación sobre el sistema nervioso no es muy grande;
ningún grupo de células nerviosas específico parece ser afectado y el efecto sobre
la respiración no es tan directa; la influencia sobre la circulación explica la
gran depresión, que es un síntoma del envenenamiento viperino. El dolor de la
herida es severo y es rápidamente seguido por hinchazón y decoloración. Los
síntomas producidos por la mordedura de las víboras europeas se describen así por
Martin y Lamb:13
Los venenos de Dispholidus y Thelotornis son tóxicos para las células de la sangre
(hemotóxico) y diluyen la sangre (hemorrágico). Los primeros síntomas incluyen
dolor de cabeza, náuseas, diarrea, letargo, desorientación mental, hematomas y
sangrado en el lugar de la mordedura y en todos los orificios del cuerpo.
Desangrado es la principal causa de muerte por una mordedura involucrando a este
tipo de veneno, o muerte por hemorragia cerebral o insuficiencia respiratoria
Serpientes aglifas
Experimentos realizados con la secreción de la glándula parótida de Tropidonotus y
Zamenis han demostrado que incluso serpientes aglifas no son totalmente
desprovistas de veneno, y apuntan a la conclusión de que la diferencia fisiológica
entre las serpientes llamadas inofensivas y las venenosas es sólo una diferencia
gradual, así como existen varias fases en la transformación de una glándula
parótida normal en una glándula de veneno, o de un diente sólido en un colmillo
tubular o ranurado.
Inmunidad
Entre serpientes
La cuestión de si una serpiente es inmune a su propio veneno aún no está
definitivamente resuelta, aunque existe un caso conocido de una cobra que se
envenenó a sí misma, resultando en un gran absceso que requirió intervención
quirúrgica, pero que no mostró ninguno de los demás efectos que habrían sido
letales en sus presas o en los seres humanos.14 Por otra parte, ciertas especies
inofensivas, como el Lampropeltis getula norteamericano y Rhacidelus brazili de
Brasil, han demostrado que pueden resistir al veneno de los crotalinos que habitan
las mismas zonas, y que son capaces de someterlos y de comerlos. Experimentos han
demostrado que la culebra de collar, una serpiente inofensiva bastante común en
Eurasia, no es afectada por la mordedura de Vipera berus y Vipera aspis. Esto se
debe a la presencia en la sangre de la culebra de principios tóxicos secretados por
sus glándulas parótidas y labiales, que son análogos a los del veneno de estas
víboras.
Véase también
Mordedura de serpiente
Antiofídico
Referencias
«Reptile Venom Research». Australian Reptile Park. Archivado desde el original el
2 de febrero de 2010. Consultado el 21 de diciembre de 2010.
(Editado por) Bauchot, Roland (1994). Snakes: A Natural History. New York City,
NY, USA: Sterling Publishing Co., Inc. pp. 194–209. ISBN 1-4027-3181-7.
(editado por) Halliday; Adler, Tim; Kraig (2002). Firefly Encyclopedia of Reptiles
and Amphibians. Toronto, Canadá: Firefly Books Ltd. pp. 202–203. ISBN 1-55297-613-
0.
Bottrall, Joshua L.; Frank Madaras, Christopher D Biven, Michael G Venning, &
Peter J Mirtschin (septiembre de 2010). «Proteolytic activity of Elapid and Viperid
Snake venoms and its implication to digestion». Journal of Venom Research 1 (3):
18-28. PMC 3086185. PMID 3086185. Consultado el 26 de diciembre de 2011.
Mattison, Chris (2007 (first published in 1995)). The New Encyclopedia of Snakes.
New Jersey, USA: Princeton University Press (Princeton and Oxford) first published
in Blandford. p. 117. ISBN 0-691-13295-X.
Condrea, E,.; Devries,A.; Mager, J (febrero de 1964). «Hemolysis and Splitting of
Human Erythrocyte Phospholipids by Snake Venoms». Biochim. Biophys. Acta 84: 60-73.
PMID 14124757.
Rodríguez-Ithurralde, D.; R. Silveira; L. Barbeito; F. Dajas (1983). «Fasciculin,
a powerful anticholinesterase polypeptide from Dendroaspis angusticeps venom».
Neurochemistry International 5 (3): 267-274. doi:10.1016/0197-0186(83)90028-1.
Consultado el 26 de diciembre de 2011.
Hodgson WC, Wickramaratna JC. In vitro neuromuscular activity of snake venoms.
2002.
HE Ying-Ying; LEE Wei-Hui; YUN ZHANG (2004). «Cloning and purification of α-
neurotoxins from king cobra (Ophiophagus hannah)». Toxicon 44 (3): 295-303. ISSN
0041-0101. Archivado desde el original el 21 de septiembre de 2012. Consultado el
15 de mayo de 2012.
M.D. McCue (1 de agosto de 2007). «Prey envenomation does not improve digestive
performance in western diamondback rattlesnakes (Crotalus atrox)». J. Exp. Zool. A.
307a (online early): 568–77. PMID 17671964. doi:10.1002/jez.411.
Fry, Brian G (marzo de 2005). «From genome to "venome": Molecular origin and
evolution of the snake venom proteome inferred from phylogenetic analysis of toxin
sequences and related body proteins». Genome Research. 3 15: 403-420. Consultado el
8 de noviembre de 2012.
Daltry, Jennifer C.; Wuster. Wolfgang, Thorpe. Roger S. (febrero de 1996). «Diet
and snake venom evolution». Nature 379: 537-540.
Martin, Charles James; Lamb, George (1907). «Snake-poison and Snake-bite». En
Allbutt, T.C., Rolleston N.D., ed. A System of Medicine (en inglés). Londres:
MacMillan. pp. 783-821.
«Sterile tail abscess in Naja annulifera - self-envenomation case». Archivado
desde el original el 27 de octubre de 2004. Consultado el 2 de abril de 2009.
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Veneno de serpiente.
Esta obra contiene una traducción derivada de «Snake venom» de Wikipedia en inglés,
publicada por sus editores bajo la Licencia de documentación libre de GNU y la
Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.
Control de autoridades
Proyectos WikimediaWd Datos: Q424200Commonscat Multimedia: Snake venom toxins
IdentificadoresGND: 4179692-5LCCN: sh85103950Microsoft Academic:
2776725428Identificadores médicosMeSH: D012910
Categorías: SerpentesVenenosToxinas de vertebrados
Menú de navegación
No has accedido
Discusión
Contribuciones
Crear una cuenta
Acceder
ArtículoDiscusión
LeerEditarVer historial
Buscar
Buscar en Wikipedia
Portada
Portal de la comunidad
Actualidad
Cambios recientes
Páginas nuevas
Página aleatoria
Ayuda
Donaciones
Notificar un error
Herramientas
Lo que enlaza aquí
Cambios en enlazadas
Subir archivo
Páginas especiales
Enlace permanente
Información de la página
Citar esta página
Elemento de Wikidata
Imprimir/exportar
Crear un libro
Descargar como PDF
Versión para imprimir
En otros proyectos
Wikimedia Commons
En otros idiomas
العربية
Deutsch
English
हिन्दी
Bahasa Indonesia
日本語
Русский
தமிழ்
Türkçe
15 más
Editar enlaces
Esta página se editó por última vez el 27 ago 2021 a las 17:22.
El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribución Compartir
Igual 3.0; pueden aplicarse cláusulas adicionales. Al usar este sitio, usted acepta
nuestros términos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una
organización sin ánimo de lucro.