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La simplicidad de las máquinas utilizadas hasta la Primera Guerra Mundial hacía que no fuera necesario
utilizar otro tipo de mantenimiento más allá del denominado correctivo. Tan solo se requería localizar las averías
cuando se produjeran y repararlas lo antes posible, sin que fuera necesario desarrollar nuevos métodos.
Más tarde, cuando la maquinaria fue volviéndose más compleja, aparecieron otros tipos de
mantenimientos, basados en la prevención más que en esperar a que se produjera la avería para intervenir.
Se trata, como decíamos, de la manera más básica de brindar mantenimiento. Tan solo supones reparar
lo que se ha estropeado, por lo que, simplemente, solo hay que localizar la avería y proceder a corregirla para
que la máquina vuelva a realizar su función correctamente.
Por su propia definición, el mantenimiento correctivo no requiere ningún tipo de planificación, solo
atender día a día las incidencias que se produzcan dentro del proceso de producción. Esto genera, casi siempre,
que sea necesario paralizar el trabajo de la máquina afectada, provocando pérdidas por el tiempo invertido y por
los gastos generados.
Por otra parte, también es importante que la empresa tenga un alto número de recambios en sus
almacenes. Si esto no es así, al tiempo de parada de la máquina habrá que añadir el tiempo necesario para que
llegue la pieza requerida.
Este tipo de mantenimiento correctivo obliga a que la reparación esté terminada en el mínimo tiempo
posible con el fin de reducir al máximo las pérdidas económicas provocadas por la parada.
Al contrario que el anterior, el mantenimiento correctivo programado trata de anticiparse a los posibles
fallos que pueda presentar el equipo en un momento determinado. Para prever esto, los operarios se suelen basar
en su experiencia previa para adelantarse a las posibles averías o a los errores provocados por las piezas
desgastadas.
Este tipo de mantenimiento requiere revisiones generales para diagnosticar el estado de la maquinaria.
De igual forma, permite fijar con cierto tiempo el momento en que se va a realizar dicha revisión, por lo que se
pueden efectuar en horas de menor actividad o de total inactividad, evitando pérdidas.
Cuando la falla es urgente es fundamental aplicar el mantenimiento correctivo crítico. Se trata de actuar
de manera directa, en el menor tiempo posible y con la mejor preparación que permitan las circunstancias.
El mantenimiento correctivo normal es el utilizado con los equipos no fundamentales, aquellos que, al
fallar, no afectan a la seguridad ni a la producción. Esto permite cierto margen para programar su reparación
cuando mejor convenga a la empresa.
El tipo de fallos para los que se utiliza el mantenimiento correctivo emergente son aquellos que ponen en
riesgo la seguridad de los trabajadores o de las instalaciones.
A diferencia del correctivo, el mantenimiento preventivo se produce antes de una avería. Su propósito
es, precisamente, evitar que la maquinaria falle y, así, eliminar la posibilidad de que se tenga que parar la
producción.
Esta prevención se puede realizar aleatoriamente, sin seguimiento real de las máquinas, o puede
planificarse para hacerla regularmente.
De esta forma, la empresa va a conseguir reducir los costes por las operaciones de mantenimiento
correctivo, casi siempre muy costosos.
En cualquier caso, se trata solo de una vía para reducir el mantenimiento correctivo, ya que este nunca se
va a poder eliminar completamente.
Muchas empresas suelen tener un departamento propio destinado al mantenimiento. En ese caso, serán
los trabajadores de dicho departamento los que se hagan cargo de las reparaciones.
Otro caso, también frecuente, es que se haya decidido subcontratar el mantenimiento correctivo. Esta
externalización se produce, mayoritariamente, en los cinco casos siguientes:
Cuando está incluido en el contrato: cuando el servicio de reparaciones está incluido en un contrato de
gran alcance.
Cuando no se tienen los medios o los conocimientos necesarios: los conocimientos de los operarios de
mantenimiento de la empresa no son los suficientes para reparar la falla.
Cuando el equipo está en garantía: en el caso de equipos en garantía se prefiere contar con el servicio
técnico del suministrador para evitar conflictos de responsabilidad
Al finalizar la Primera Guerra Mundial la maquinaria comenzó a hacerse más compleja. Esto llevó a las
empresas a plantearse la necesidad de otro tipo de mantenimiento que fuera más allá de la simple corrección de
averías una vez producidas. El nuevo planteamiento era tratar de adelantarse y evitar que los fallos se
produjeran.
El resultado fue la aparición del Mantenimiento Preventivo. Como su propio nombre indica, está basado
en la prevención en lugar de en la reparación a posteriori.
Como decíamos, la principal diferencia entre ambos tipos de mantenimiento es el momento de actuar
sobre la maquinaria. El preventivo tiene como objetivo evitar los fallos antes de que aparezcan, garantizando la
operatividad y la fiabilidad de los sistemas.
Por su parte, el correctivo solo actúa cuando la avería ya se ha producido, por lo que no evita los parones
en la producción ni la consiguiente pérdida económica ni de tiempo.
Revisiones
La forma de trabajar con el mantenimiento preventivo es mediante revisiones periódicas que controlen el
correcto funcionamiento de los equipos. Esas revisiones darán lugar a una serie de recomendaciones para evitar
los fallos.
Por su parte, el mantenimiento correctivo solo se realiza una vez la maquinaria, el equipo o la
infraestructura presentan funcionamientos anómalos. Por eso, su cometido es reparar los errores para que el ciclo
productivo no se vea afectado o, incluso, paralizado.
REFERENCIAS
[1] Geinbot, «Geinbot,» [En línea]. Available: https://geinfor.com/business/mantenimiento-correctivo/.
[Último acceso: 18 10 2020].