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-Dt-me usted un disco con la pieza de muda.
-Llévese éste; no se oye otra cosa.
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GRAN CONCURSO
EN PREMIOS
DE LA RENOMBRADA
GINEBRA
ICl (lia 5 lie J\iiii() ppdo., según acta levan-
tada ¡)or los cscriliaiios señores MaL;an y
I^ópez y en ])reseiRÍa de numeroso público,
so procedió á llenar con granos de arroz gla-
cé, sin ser contados, un porrón de los de ba-
rro (|ue se eni))lean para envase de ('.incl)ra
«Bols».
i,Ol> -un
(Dirccc OH
M )'..-• A c o i i l p tfll ••1' i:i c o n •S|K lUll u\,v C i n l l l a V cscríbiisr •Olí I r t m i-MUA
Otra vez tenemos que iniciar la crónica de la se- cierto», que puso en escena Rogelio Juárez en la
mana con una nota triste: el fallecimiento del maes- Comedia.
tro concertador y compositor Francisco Rodríguez Para boy se anuncia en el Nuevo, una comedia
Máiqucz. Hace pocos dias saludábamos su reapa- en tres actos de Federico Mcrtens, titulada «Un
rición en el teatro de la Comedia dirigiendo un arre- buen partido».
Rio orquestral de ilíl barbero de Sevilla». Máiqucz, — Las representaciones de Novelli tocan á su
st: había retirado de la vida escénica, para dedicarse término y se espera la llegada do Guitry que no.?
<^ dar lecciones particulares; luego ganó por con- anuncia varios estrenos de importancia y entre
curso el puesto de director de la banda militar del ellos (I'rimcrose», uno de sus ídtimos triunfos en
7-" de infantería, que estuvo desempeñando hasta I'aris.
'mes del mes pasado en cjuo resolvió contratarse — fin cuanto al teatro nacional, del que se es-
'le nuevo como maestro concertador en el teatro peraba grandes éxitos en la temporada, nada to-
'le la Comedia. davía. A excepción de algunos estrenos en el Nuevo,
Su campaña artística más seria la hizo en el que lograron interesar en las primeras representa-
Odcón, cuando el memorable estreno de «La Do- ciones, lo demás (jue ha tenido los honores de subir
lores», por la Bourman, Constantino y Siguoretti. á escena es bastante mediano. La cinpresa del Tea-
1-uego dirigió también aquella compañía de zar- tro Nacional, quo era la única criolla quo funcio-
-íucla de la quo formaban parto tíonifacio Pinedo, naba por secciones, en vista de su escaso éxito vol-
Las tiples PUiír Pérez, Dionisia Lahera, Amalia Isaura, María Falou y Julia Galiana, en las «cocottes», de «Las mujeres de Don Juan", levistu
de FerrÍD y Palacios y el maestro Calleja, que se representa con gran éxito en el Teatro de Apolo, de Madrid.
líanquells, Cebrián y Perdiguero y la tiple Matilde vió á hacerlo por función entera, pero parece que
Prelcl. Por aquel entonces se vio entremezclado volverá al sistema con que inició sus espectáculos.
á una de las aventuras sentimentales más resonan- La razón de esta indicación, obedece al poco cré-
tes en los entretclones de los teatros del río de la dito que gozan los autores, pues las obras que ha
Plata. estrenado liasta ahora, salvo el interés de la noclie
Fué además un compositor de rica vena y un de estreno, no han llamado concurrencia.
eficaz colalwrador de las zarzuelas nacionales. Des- — Algo parecido ocurre en el llamado género
tácanse entre su vasta producción, <Los devotos», chico. La mayoría do las obras que han dado á
con libro de Nemesio Trejo; (Amor y Claustro», de conocer al público, no eran de autores como para
Ezequiel Soria, i líl Españoleto» y «El Toledano», inspirar confianza, y tanto la Comedia, el Mayo,
con Maximino Fernández. y el San Martín se defienden más por el buen con-
Ha fallecido relativamente joven, pues apenas junto de compañía que por las obras que sostie-
tenía cincuenta años. nen en el cartel. La Avenida, es el teatro más con-
— La actualidad teatral de la última semana ha currido, pues explota un género agridulce, á base
sido pobrísima en novedades de importancia. do decorados vistosos y de atreccrla. El sastre es
Las oliras estrenadas apenas alcanzaron un éxito el principal colaborador de esta clase cl<; espec-
«de estima». Solamente se destaca «El porvenir in- táculos.
r EAT Ro S
Cómo pelciibnu autiioiamGQto. El cuadro de la Edad Media, en un espectáculo de caridad celebrado en Londres, y cuyo programa con-
sistía en la reconütrucci&n de la manera de luchar de los distintas épocas históricas.
IPERBIOTINA
:|o MALESCI
es, desde hace muchos años, el remedio único é ideal para estos casos.
El tónico nervino y purificador de la sangre que ha llevado salud á
todos los confines del mundo, y que en tocias partes" es bien cono-
cido y apreciado. •.*:•..•.
Es la preparación sin igual que rápidamente devolverá, á su espíritu
la alegría perdida. ; . •••^ -,••:.'/; ;-- ?';t: e: v
Preparación patentada del
Establecimiento Químico Dr. Malesci - Firenze (Italia).
Lord LoDsdale examinaudo los caballos de lo<) Capitulo de la orden de la Jar.eliera, celebrado en Windsor el 16 de junio. — El rey
vehículos que tomaron parte en la carrera de y la reina, con los preseas de la orden, saliendo de la capilla después de los oücios, en
Maratón, pnin cocli(>i<, en Ricbmond. los que se consagró á nuevos caballeros de la orden.
iHHm^^A
• •'-'^'-'•^gf^r^m
IDI
•A ^'*
Los establos de los 30 caballos de Miss Mona Dunn, Los reyes de Inglaterra, llegando en su carroza al campo de carreras de Ascot,
en la exposición de Londres. el dia 18 de junio último.
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Arboles frutales,
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y para cercos;
Bacteriológica^ Plantas, Rosales,
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Hnchai'd, el cminento hombro de ciencia fian-
cís, elduiando el agua, observa Habiamcnte;
"(|u'il ue faiit pus volr ce qu'i^llo iipportc,
«|u'll luut volr !<iirloul co i|u'cllc cniporle".
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Un episodio de !a Lalulln de Znnzur. - El ataque i la bayoneta para contiuisiar el marabnt de Sidi-nbd-el gMil.
Hayor Fa^oli, héroe de Mayor general Antonio Almirante Borea Ricci Mayor general L u c a s Teniente general Vitto-
la acci6a de Lebda. Giardina, jele de la se- d'Olmo, primer gober- Montori, que se distin- rio Camerana, jefe d >
i; u n d a brigada, en nador de Trípoli. guió con su brigada en la división desemba-
Zanzur. Zanzur. cada en Misrata.
Jji ucciún Uu It'ilia on Tr-poli toca íi un período decisivo, no liste centro polítir-o, á pesar de haber vencido no pocas djfi-
sólo iV causa de la decidida y \a|iTosa fuerza do avance de lo» ita- eultadcs, pasaba por alguna» nniy azarosas, pero luí logrado s .-
liano?, sino debido A que la jiolitica interna de Turquía ha llega- hrex'lvlr á la crisis actual, «til elemento mAs serio con <iue cuenta
do il una Biluaciún do lamentable y casi puede decirse Inmediato la oposición y que cada día nUqnIere mayores proiMireluncs — de-
derrumbe. clan esas noticias — es el de la liga militar eompui*stn por jóvenes
l l u o i>oeos días, decía un diarlo de VIenn, que se tenia < n aque- militares, que lian Jurado aliaiidonar la política lome liatamentu
lla capital eonoelniknlo, |x)r cartas rccllildas de.sde lu frontera después de lialii-r obtenido amplias sal isfaeeioiies ¡V su demanda,
turen, que la KÍtuaeión del imperto otoinan<} era sumamenle es d«lr, un gobierno que merezca la confianza de Europa, la di-
grave, notán<lose un ¡KKleroso movimiento contra la organiza- solución de las cámaras y la convocatoria ¡\ nuevas elecciones
ción central del eomitó Unión y Progreso, que luolm fles.\spcrn- que renuevín il anibiinle viciado por las tropelías do loj
damenle jior inaiitenir.-c en il poder. actuales gotiernantes'.
lAlSmArPIEDRAS
! BOEMOS AIRES
•3^;-!^ :•;//••••: .•.
La guerra ítalo=turca
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El acusado Ceccarooi, conducido al tribunal. El túnel donde lué apuñaleado el ingeniera Arvedi.
En diciembre <lo 1907, en de 1908 la familia
el tren directo á Termi, fuó del campesino Fi-
encontrado asesinado el in- denzi hizo impor-
geniero Arvedi. Se hallaba tantes declaracio-
en un vagón de primera nes confesando que
clase y tenía el pineal me- las ropas encontra-
tido en la herida. El inge- das con manchas
niero Arvedi, que era perso- de sangre les ha- El presidente del El fiscal Salaces
na muy conocida, llevaba bían sido regala- tribunal.
consigo una importante su- das por un tal Pie-
ma de dinero. Del horrible tro Proietti, el cual habla pagado con cien liras su
delito se ocupó toda la silencio. Pero la familia en cuestión desmintió más
l)rcnsa, pero las indagacio- tarde todo lo dicho, temerosa de una vendetta. Sin
lia señora de Fideazi y su nes que se hicieron resul-
niña de 11 meses, que embargo, su confesión sirvió para llevar á los cul-
taron inlructuosas. Se logró pables ante los tribunales de Spoleto, do donde uno
reveló á la justicia quien establecer, únicamente, que
eta el asesina. de ellos, Ceccaroni, parece ser que saldrá conde-
el delito había sido come-
nado á muerte. Una hija de Eidenzi, de once me-
tido al pasar cl tren por un túnel y que el asesino
ses de edad, fué quien reconoció á Ceccaroni y dijo
se había arrojado del coche internándose en un
cercano bosque. Un día se encontró algunos obje- que le había oído confesar su delito á su papá, pi-
tos pertenecientes al finado. En el mes de agosto diéndole que, si no quería perderle, no dijese na-
da sobre el crimen.
¡ Qué i&ciUnen-
te pueden con-
seguir ahora,
todas las ma-
La mesa directiva del primer condeso de la Unión Ferroviaria. — Los nacionalistas de Vizcaya, de percirrinación, el 9 de junio, ante
El seSor Barrio, presidente: señor Sanz, vicepresidente, y seño- el histórico árbol de Quemica.—Los peregrinos cantaran trente
res Cordoncillo y Menéndéz. secretarios. al árbol el lamoso himno de Iparrairuírre.
FLOREÍNA
Crema de Belleza
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POLVOS FLOREÍNA
JABÓN FLOREÍNA
fr"^ i^i^riltartfl^^H^^^^^H ra •
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LA "COMPAÑÍA NACIONAL
DE VIÑEDOS DEL SUD"
Autorizada por decreto de 25 de Noviembre
de 1911, esta Compañía se ha organizado con un Las últimas
iX capital de
"Compañía Nacional
'Z^ de ¡912.
de Viñedos del S u d " Pido á Vds., se sirvan anotar mi nombre en el registro de accio-
nistas de la Compañía Nacional de Viñedos del Sud, con
C. PELLEORim, 14 acciones.
Adjunto al efecto $ lO por acción, y me obligo á abonar en sus
Ó á la AGENCIA JOHNSON oficinas ó donde Vds. me lo indiquen, $ 10 mjn., del 1." al 10 de cada
mes, hasta completar la suma de $ loo por acción.
FLORIDA. 230 - Bs. Aires Firma
Profesión ;
Se ruega
escribir claro Domicilio ce.
^i^^O
Kn otros tiempos, antipiuimcnte, n u t s l i o mun-
do femenino selecto, abominaba hasta del nombre
del Casino; pero la hábil 6 inteligente dirección de
este music-hall, que desde hace pocos años rocayi'i
resultando ahora que las
funciones de los jueves y
sábados, se ven frecuen-
tadas por la élilc de nues-
en manos de cxpeiimentnda y culta pcrsonalida<l, tras familias y la gran
supo y pudo lofírar tan radical translormncióii en sala del Casino, en esas
la lorma y en el fondo de los espectáculos del Ca- matinécs, se ve convertida
sino, que actualmcnto-sus niatinécs son un Verda- en un' magnífico hoñqv.rl:
dero punto de cita para numerosas y selectas la- tal y tan selecta es la
niilias. " •' concurrencia de dania'í.
Inicióse esta plausible evolución eon las mati- El mundo infantil tie-
nées de los domingos, en las que el selecto mundo ne igualmente su rcsiu-
femenino, fué llenando paulatinamente la amplia tabie legión de pcíineñus
sala, á la que semana á semana retornaba con más admiradores del Casino,
preferencia y más entusiasmo, pues se había po- y es realmente curioso el
dido comprobar que los programas eran, no tan bello y animado conjunto
sólo cultos y atraycntes, sino cpic además, ofrecían • que al iniciárselas mati-
una amenidad exenta de cansadoras repeticiones nécs do sábados y jue-
en que tanto se suele incurrir. Así fué creciendo el ves, ofrece este music-
crédito y el justo renombre de las funciones de la hall, con aquel mundo de
tarde los domingos, llegando á tal extremo la abun- espectadores tan diferen-
dancia de selecto público que la empresa so vio tes al que lo frecuenta por • '
casi obligada á organizar matinécs los jueves, pero las noches. Es un mere- • .
esto no fué bastante, innumerables familias so cido y plausil)le é.\ito más de la empresa, que ha
veían privadas de gustar la amable atracción del sabido armonizar cultislmamente los espectáculos
Casino y, ante repetidas instancias, la empresa divertidos y alegres, sin incvurir en extremos vi-
tuvo que dedicar las tardes de los sábados para tuperables.
responder á la predilección que se la otorgaba. Prosiguen los debuts semanales en las funciones
nocturnas, los que una
vez. sancionados por el
éxito, pasan selecciona-
dos á formar parte de
los programas de las
matinécs; y continúan
obteniendo aplausos me-
recidos, en funciones de
tarde y por la noche,
los eximios bailarines
transformistás SoUi Diin
cuyo trabajo es admi-
rable y variadísimo: Pa-
lermo-Chefalo, en sus
sorprendentes pruebas
de ilusionismo, gusta ca-
da vez más; el gran ex-
céntrico inglés Gcoyge
Koss, ofrece en cada
programa algo nuevo é
inmensamente humorís-
tico; los Scali - Scali, se
hacen aplaudir sin can-
sancio en sus ejercicios
cómicos - acróbatas y el
ingeniosísimo I-red 13er-
nardi, con sus interesan-
tísimas imitaciones de
instrumentos y aves de
todo género, reanudan
en cada función los
triunfos cpic han sabido
obtener desde su presen-
tación ante nuestro pí\-
blico.
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Instituto Musical "G. Verdi" María H. Laguarda, Rosa Mcrlini, Mercedes Mon--
tebruno y Ana Fuscaldo.
Este importante instituto, fundado hace 12 afios La correcta ejecución de las alumnas de piano
y dirigido por el profesor Arturo Falcni, se ha es- del profesor Arturo Faleni, tanto por su mecanis-
tablecido en la calle Alvarez, 1926, en el edificio mo como por la interpretación esmerada de las pie-
de su propiedad, que, reprcKlucimos. zas que constituían el importante programa, pu-
En la noche del 10 de este mes, tuvo lugar el sieron de manifiesto su inteligente y abnegada la-
26." concierto de suS alumnos, en el salón l'rincc bor artística.
Georges, con un éxito muy satisfactorio, distin- F.l píiblico, selecto y numerosísimo, retribuyó
guiéndose especialmente la señorita l'clisa K.Lynch, con frecuentes y calurosos aplausos las difíciles
en la «Rhapsodíe Hongroise», de Lis/.t; la niña pruebas superadas por los alumnos, aplausos (juc
r> -«i B i a n c a Epifanio, expresaban al distinguido profesor Faleni la admi-
- -V en ¡a « A m b a d c » , ración y el aprecio de que se habla hecho acreedor.
de Mezzacapo
( m a n d o l í n ) ; el
^ ' ' " ^ ^ niño C. P u g l i s i , Conservatorio Musical "Beethoven"
v i o l i n i s t a , en el
« M o t o Perpetuo», El 25." concierto de alumnos de este conservato-
de Bohm; las seño- rio so realizó el 14, en el salón Prince Georgcs. Su
ritas J. M. G e o-
ghegan, en la mar- éxito fué comjjlcto. Las alumnas que tomaron parte
cha del «Tannhau- en él fueron: señoritas Menzutti, Vieiro, Salas, De la
ser», y Margarita Barrera, D'Ursi Borbón (María Luisa y Lina), Pa-
L. Suárez, e n e 1 zos y Russo (piano); señorita Debadié y señor Co-
«Saltcrelle Caprice»,
de Lacle. rallo, alumnas de A. Ploceo (canto); señoritas Voro-
Estuvieron muy novitzh y Berrueta, alumnas del profesor Salotto
bien en sus r e s- (violin); señor Mazzarelli (violoncello).
pectivos números Este concierto ha comprobado una vez más la
las alumnas J u a n a
Edilicio del Instituto Musical «G. Verdi» M. Schlegel, María buena enseñanza que se comparte en este conserva-
A. de Tullio, Orfilia Marinetti, Elvira Giardini, Celi- torio, bajo la dirección del profesor Lorenzo Sca-
na T. Frumento, Clelia A. Bardi, Julia J. Doldati lesc.
8-' niTCE-
FLORIDA
De Francia
El monumento á Camoens, ol Grupo de concurrentes al banquete que la Cimara de Comercio Argentina celebr!) el 15 de junio último,
lamoso poeta portumiés, au- bajo la presidencia del ministro de la República Argentina en París, y coa asistencia do eran
lor de 'Las Luishdasi, inau- número de argentinos residentes y de paso por París y no grupo de personalidades políticas
Kurado hoce poco en París. y financieras de Francia.
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El cinematógrafo simplificado
tógraío tiene, han de hacer que este nuevo aparato
se popularice muy pronto entre los aficionados que
relegarán al olvido la instantánea privada de movi-
miento.
Las escenas de familia, los juegos de los chicos, los
mil momentos de animación y actividad que pueden
interesar en la vida de las personas, podrán, gracias
á CSC cinematógrafo sencillo, fácil de manejar y bara-
to, formar parte de interesantes colecciones que los
aficionados conservarán con todo cariño porque serán
documentos infinidad de veces más valiosos que todas
las mejores instantáneas, cuadros, al fin y al cabo, por
bellos que puedan ser, sin movimiento alguno. Se com-
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Les (locíft f?i una de mis causcrii'S, que \in soplo de sentido comfm
y de buen misto había inspirado en cuta efilación i\ In soberana moda
y A sufl interpretes, nuestros grandes modistos. Sin embarco, no todos
lo acatan, pues sij de unos cuantos de nuiebo renombre q\U' iiu trabajiiu
más q u e . . . en darnos modelos i\ cual mfis extravagantes los unos ((uo
los otros. Pero, en cambio, otros reúnen lo cliic, la eleganeia y lo prac-
tico. .lamAs trajt^ y abrigos de invierno lian reunido tai conjnnto, y
nos han resultado tan económicos, ¡)U('s con un poco de buen gusto,
BC puedo usar ei mismo traje eón varias combinaciones de
túnicas lisas, drapeadas, etc., hasta los mismos opaniers»,
que tan de moda son en estos momentos, fácünu'ntc pue-
de uno usarlos sobre un traje de reunión (|ue tenga un
«fourrcau» liso. Como tienen la ventaja de ser postizos, se
montan sobre una pequeña cintura que se cose ó liljvana
en un momento sobro el «fourreuu» de seda «clmrmcuse*,
etcítera. Y ya tienen ustedes, queridas lectoras, un traje
no solamente modernizado, aino d<! última creación de la
moda. Me dlrAn ¿y el corpino? lilen sencillo es: un trozo
de encaje antiguo, un pañuelo, un cuello, en fin, las anti-
guas reliquias que de seguro tendrán guardadas como re-
cuerdos antiguos, i\ las mil maravillas les servirAn para
este fin, con un fleco de cristal, unas cuantas flores colo-
cadas con gusto y . . . ya tienen resuelto el problema, >
donde luclrAn sus dls[>osiclones de mujer no solamente
económica, sino de buen gusto y como mujer chic y elegante.
.Como traje prActlco, y para que les sirva de ejemplo, es
este de paRo de seda, estilo Directorio, en color toi», y con
fondo de raso en lo bajo de la falda, que va •coulissó», ó
fruncida en tres hileras. En el corpino, un gran cuello, re-
vfs en encaje de Vcnecia, sobre un fondo de muselina color
turquesa y con una tira do piel de blson. El cuello reví-s va cruzado en
forma de fichú, cliato, liso y termina con dos pequeñas rosas rococó
P a r a este adorno
p u od en, queridas
lectoras, titilizar los
antiguos encajes ya
nombra<los. La fal-
da de este líndisimo
trajo cstA formada
con dos paños cuya
a m p l i t u d viene
fruncida en la cin-
tíira detrAs y sobre
las caderas, dejando
la delantera com-
pletamente l i s a .
1)03 hileras de pc-
({neños botones ter-
minan el adorno. Si
M' quiere u n traje
mAs sencillo, se pue-
de suprimir la tira
de piel, y no perde-
rá nada de su gra-
cia y ganarAn en
economía, pues no siempre se jiucde gastar en unos precios algo crecidos, como es(&
sucediendo este Invierno con las pieles.
IIELENE
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Los señores Pini Hnos. y Cía., deseosos de recompensar en algo la bondad
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de los señores PIN! Hnos. y Cía., Avenida de Mayo, 1061, donde además del premio será devnelta la cédula inutilizada
y válida para tomar parle en este Concurso.
Los últimos modelos de la moda de París
Si se lia de liablar del sombrero moderno hay que perderse en un
dúdalo do formas distintas, f;ranílcs y chicas, en un eclecticismo
que permite todos los gua-
tos y todas las extravagan-
cias. Buscando la linca ge-
neral se encuentra que el
sombrero pequeño, más au-
daz, se reserva para las
niñas ó para acom])añar los
trajes muy sencillos; mien-
tras que el grande reclama
sus prerrogativas para las
Kran<lcs ocasiones.
]in la forma son, casi
todos, de ala levantada, lo
que les vulgariza bastante
y hace que las elegantes lo-;
rechacen, del mismo mod"
que al tricornio, ya ilcmodí
por el demasiado abuso.
I.a nota imperante es la
altura y sencillez en el
adorno.
Un sim])Ie terciopelo ó un
penacho de ])lumas, puesto
nniy alto y muy hacia di
lante.
Las mujeres de buen gii
to se niegan á llevar sobii
las cabezas esas canastillas
de llores y de telas tornasol
Uua loilcUc de Ins que más UaniaroD la atención que aún se ven, y aceptan,
en Longchamps. á lo sumo, las pequeñas
guirnaldas de rositas rodeando la copa. Modelo de última novedad, con adornos de tul
Se prefiere la paja gruesa y la espartcina de aspecto tosco. obscuro.
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DE ESTILOS CLÁSICOS
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THOMPSON
• ; 380 - CARLOS PELLEGRINl - 380
Los últimos modelos de la moda de París
N o f a l t a n m o d e l o s deliciosos q u e , c o m o el q u e n o s o t r o s p r e s e n t a m o s , se a p a r t a n
<Ie la V11 Igarielad, y t r a e n u n a e s p e c i a l n o t a ile d i s t i n c i ó n en su sencillez.
Son e s t o s l i n d o s s o m b r e r o s c u -
b i e r t o s d e p r e c i o s o s pnradisos que
i('|)rustMit,'in u n c a p i l a l .
J a m á s h a n s i d o t a n c o s t o s o s los
s o m b r e r o s , á p e s a r d e las i m i t a c i o -
nes, c o m o a h o r a , e n q u e lo m á s
elcfíanto es e m p l e a r los paradisos
y sprit.
\!n s o m b r e r o p u e d e , sin fíran
o s t e n t a c i ó n , v a l e r d e mil á mil q u i -
n i e n t o s n a c i o n a l e s , ó su e q u i v a l i n -
Ic. Y no p o r eso p a r e c e r á m á s bello.
ICn los t r a j e s , el laillcur es i n s n s -
l i t u í b l o p a r a los d e m a ñ a n a .
Su e n c a n t o e s t á en el c o r t e p e r -
fecto y en l a s i m p l i c i d a d d e la t e l a
y d e la f o r m a ; a u n ( | u e a h o r a se
com])lica con las faldas, q u e r e c u e r -
d a n los panicrs y las túnicas.
I J o m i n a n las l e v i t a s c o r t a s con
los g r a n d e s c u e l l o s givonditios y
un.'i j^rofusión d e a d o r n o s d e l e n c e -
ría, ligeros y v a j i o r o s o s , q u e los
relrescan y renuevan.
Todo el lujo q u e se e s c a s e a en \,\
c a l l e se l l e v a e n los s a l o n e s .
L o s t r a j e s d e soirce se h a c e n con
preferencia e n las telas camaleón,
q u e c o n s u s reflejos i m i t a n los \ i
El sombrero pantalla, tal co-
lados, que s e abandonan
mo lo presenta la última
moda. sustituyéndolos p o r el encaje
Tres vestidos de novedad, dos de los cuales con laida ple-
Fot. (le nuestro corirsponsnl en París, gada, que vuelvo & ser popular entre la itente "Cliio».
Di^eLCon nosotras:
del doctor Kdunrdo Fruina. ITcmindr, con 2 mrdnlujj dr oro en la Exi>o»iciúii uc JliUin 1900. Ailoptadii pur el cstabitcimionto quim'co
fnrmncfutioo de Cnrlo lirbn, do Milán, y en vorlos liospitaics de Italia.
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\ _
^uxJváulJd. urna
la/^úüáuCLdz
<, LEY DE RIEGO.-Ley N." 370
Otorgada por el Superior Qo-
, bicrno de la Froyincia de Men-
^; doza el 16 de enero
de 1906. Registrada bajo
el número 17910 del
Padrón General de Irri-
gación.
^^^^^^
^^í^^^
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'"iiiiji
El mar de asfalto, maravilla de la naturaleza
Pocos regalos de boda
pueden compararse al (jue
hizo, hace cerca de Ireiiita
años, el entonces presidente
de la república de Venezue-
la á un in(i;lós llamado Ho-
racio Hamilton, al contraer
matrimonio con una sobri-
na de aquél.
El tal regalo consistía en
un permiso para la explo-
tación exclusiva de las pro-
ducciones naturales del es-
tado venezolano de Ber-
nn'idez. Entre estos produc-
tos naturales iba incluida
una de las mayores mara-
villas ([uc ha producido la
naturaleza sobre la madre
tierra, un inmenso lago de
asfalto.
Al principio nadie fijó la El lago (le asfalto 'Je Eermúdcz. - Aspeclo de la superlicie del asfaUlo, con sub charcos de agua
atención en este lago; Ha- calléate.
milton sólo pensó en la exijortíición de maderas esqueletos de fieras que delataban la presencia de
raras, muy abundantes en las selvas del estado de huéspedes terribles cp aquellos lugares.
liermúdez; pero como ese negocio no diese un re- El lago es inmenso, como que su diámetro no
sultado en relación con lo importante del privilegio, baja de cuatro kilómetros.
se buscó un ingeniero para que examinase aquel Dos ó tres meses tardó el ingeniero en explorarlo,
terreno y viese si de él podía sacarse algún otro saliendo de allí convencido de que aquello podía
provecho. explotarse industrialmente.
Sin embargo, la cosa era imposible por
el lado norte, ó sea por donde había pene-
trado Mr. Carner. Había ([ue buscar otro
camino más fácil, y se recurrió al río Gua-
noco, que atravesaba por en medio de in-
mensos bosques de una vegetación incom-
parable.
En una nueva expedición pudo remon-
tarse el Guanoco con un vaporcito.
El viaje fué muy accidentado. Indios
salvajes que por primera vez veían hom-
bres blancos y contemplaban un vapor
navegando en las misma.s aguas donde sus
antepasados hablan venido remando siglos
y siglos en sus frágiles canoas, huían asus-
tados á buscar refugio en los matorrales,
ó bien, ocultos entre los árboles, atisbaban
sobrecogidos de terror, al buque y sus pa-
sajeros.
Hubo que captarse las simpatías de
La explotación del osfallo. - Ua muelle para cargar los trenes con las vagonetas aquellos salvajes, hubo que pactar con
procedentes del lago.
ellos, hubo que vencer dificultades sin nú-
Honry Carncr, que asi se llamaba el ingeniero, mero, pero al fin la industria y el trabajo triunfaron
observó que los indios del país empleaban asfalto sobre aquella naturaleza al parecer indómita.
para reparar las grietas de sus canoas, y averiguó Una de las obras más difíciles para la fundación
hasta saber que por allí había un considerable de- del que más tarde habla de llamarse establecimiento
pósito de alfalto. Para penetrar en el interior de las de Guanoco, fué la construcción de un ferrocarril
selvas, no había otro camino que el río Guariquen, á través de la selva.
y siguiendo su curso penetró el ingeniero con algu- Los indios, unidos A centenares de obreros negros
nos compañeros, y con auxilio de un gula indio hasta y venezolanos, abrieron el camino en la espesura,
llegar al depósito de asfalto. y en seguida se procedió á cons-
El lago apareció á la vista de truir un piso firme para el ferro-
los exploradores como una gran carril, en una distancia de más
llanura en medio de los bosques, de diez kilómetros.
llanura de forma casi circular, Fué preciso cegar grandes pan-
salpicada acá y allá de matorra- tanos formando como un tupido
les que crecían sobre el asfalto colchón con los restos de los ár-
sólido. De vez en cuando veíanse boles (jue se hablan cortado, y
grandes ampollas formadas por extender encima una capa de
los gases interiores, alternando ])icdra picada, llevada desde la
con grupos de palmeras y con lejana serranía.
charcos de agua que cortaban la La explotación del asfalto se
superficie blanda del asfalto. Pe- comenzó después y se hace desde
gados á la misma, encontráronse Un paraje tropical üe la zona de Guanaco, entonces con gran actividad.
:^;íí-
»
Para que todo le sonría.
Para que el mundo no pierda para
Vd. sus goces. Para que la vida se deslice dán-
dole la mayor suma de felicidad posible, debe pro-
curar, primeramente, mantener en todo su apogeo
el vigor de su cuerpo y de su mente. Bastan tres
===== copifas diarias del =====
Extracto de Pabst
para que el cuerpo en breve se fortifique; para que
este gran tónico, este alimento líquido que no re-
quiere esfuerzos digestivos, convierta en fuerte al
débil y haga del raquitismo, robustez.
EN FARMACIAS =
= Y ALMACENES.
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~-- De un larlo los chacareros que ahandoiiaii el traba)o. Del otro yo que tampoco hago nada.
iLo contonto que estará el país al ver uu MuiisUo de Agricultura marcliando tan de acuerdo con los
*6ncultoresl
¡M. dé ViUtloios.
Nu íiuiero decir qxw mventado todo eso por higiene, sino i)or
los carruajes abiertos solidaridad gremial, ó de clase» como aho-
tengan la culpa de todas ra se estila, ya ipic siendo ellos y sus cole-
las enfermedades de la esta- gas, médicos, ó. ellos y ú. sus colegas les con-
ción, pero si que la tienen de viene (pie haya muchos corizas, congestio-
un noventa y nueve por cien- nes y inilmonías, que les representen el doble de las
to de las tales. visitas necesarias para el tratamiento, sin contar las
No quiero sostener que el innecesarias, (pie son el doble justo de las otra.s.
j intendente, que al fin y al cabo No puedo concebir, tampoco, que gente seria v
se ha metido en una diagonal crecida y formal y de barba y de bigote sostenga,
sin salida, tenga la culpíi total, en alta voz y ante (lersonas (•xtrañas, que no hay
sino la mitad, de (]UÜ ruetlen medio de convencer á los aurigas, cuando los hay,
en pleno siglo xx, en plena ciu- y tantos y tan diversos, jiara los envenenadores,
dad civilizada y en jjieno invierno, e.stos abicrtisinios por ejemi)lo, (pie no son menos microbios enjaula-
carromatos tan admirablemente refrescantes. dos (pie los del pescante.
No quiero afirmar ipie el muy honorable Concejo Ni pretendo probar con documentos históricos
Deliberante, que se empeña en transformarse en nn que el defender la vida de nosotros sea la principal
Congreso de papel mascado con interpelaciones á l.i |ireocupación de los otros, por(pie sé y me consta
minuta, tenga también «lue éstos permiten que
toda la culpa de lo mismo, ac|uéllos nos ahoguemos
desde el momento que só- en las calles adoquinadas,
lo dispone de la otra mi- cuando cae agua del ciclo.
tad que le deja el inten- y fallezcamos en las no
dente. adoquinadas, cuando caen
No quiero jurar ijue to- tajos y palizas del infierno
das las notas que llegan al y ])asan balas |)or las bo-
D. li., vengan de donde (acalles. ¿Qué extraño es
vinieren, se pulvericen en que los que nosdejanatro-
el archivo apolillador y ¡jcllar con velocidad máxi-
mueran ignoradas y sin ma por los automóviles,
dejar prole, pero puedo toleren la impune victoria
asegurar que este triste íle plaza, fábrica patenta-
fin, y no otro alguno, tu- da de tisis tan galopante
vieron dos ijuc conocí en como sus propi(js jamelgos?
vida, cjue con acopio de datos científicos y desespe- ICn fin, no (juieni denunciar á nadie ni hablar
rados argumentos de jjrotesta contra los placeros mal de t(jdos, y me limito á confesar en público
frigoríficos, fueron enviadas allí mismo: la primera ipie yo no tomo jamás un coche abierto en invicr-
por el Director de la Asistencia Pública, doctor l'en- rui. auiupie pierda lo que no tengo, que considero
na al Intendente Guiráldez, y la segunda, por el suicidas á los (jiie lo toman, criminales natos á los
ídem, ídem, ídem, doctor Semprún, al ídem (jue (|ue los conducen y ci'imphces y encubridores pro-
todavía tenemos. fesionales á Ins (pie. Iludiendo evitar este espectácu-
lo patógeno, dejan liacer, dej.in pasar, dejan mo-
No quiero acusar á todos los higienistas como rir, dejan matar, mientras liman edificantes dis-
culpables exclusivos del estado calamito.so de la i tirsos para la posteridad, tal vez porque creen
salud pública, pero puedo muy bien declarar que que debiendo ser clh'S lujiulires inmortales no de-
ellos, con desconocidas excepciones, han hecho con ben ]iro(M'iiparse de la mortalidnd de los hombres.
sus semejantes tantos experimentos peligrosos, que
han largado enfermos á los unos y débiles á los
otros y contrahechos ó torcidos á los que no son ni Josii BALSAMO.
los unos ni los otros. Y no ha sido .seguramente el
menor mal que les han infligido la cosa ésa de cpie Dih. r/í- Ralolhlú
los microbios, como los perros, en-
jaulados se vuelven fieras y son
mansitos cuando andan sueltos.
De aquí nació la famosa escuela de
los plencristas de laboratorio, crea-
dores del sistema del Ü/JCH cloor, que
en su artículo 2893 proscribía el
coche cerrado, que es, al parecer
y sin embargo, el único coche en
que puede viajar un ser humano
cuando no hay ningún grado en el
termómetro y sopla el del sudeste
contra las narices.
Es cierto que algunos autores y
comentaristas aducen la atenuan-
te de que los higienistas no han ¿,
Las fiestas francesas
Comida, en <1 Faris Hotel, de los Veteranas des Armes*, celebrando la (ecba nac¡}nal IruDCCüO.
• o él Hospital Itanote, l u aociedades al pie del monamento á Alsocia y Lorena, El piesidenle d" la <!ooie<l!ul •Pairíe-, U. Piene Sale»-
oyeado á los oradora. im. icv".-.'•• •'ivnr "-.
mff^m^
r. ..
"^ • fe
fe- -
9 ministro de rruucía, M. Tliiivs, el barón Prosper de Baranto y Oyendo la t larsellesa en la misma plaza. — El ministro Fowjuét
oooiisión de fiestas, al pie del monumento de la plaza de Francia. Uupurc y la comisión.
SJ.AÍ i i JTti
r
Ueóda ddl niiaistro de Francia i ronmióD IIL U^^^ . a la Sociedad Las sociedades Irancesai llegando á la explanada de la RuraL
-• , '/BuraL
La visita al Hospital Franrc^f donde so hizo patria al ron sus banderas al solemne acto, que amenizaron al-
pie (lol momimciito do Alsacia y Lorena, revistió el as- gunas bandas de música.
pecto do iimv manifestación magna, en la que viliraba En algunos centros so hizo distribución de víveres á
el alma do la tierra lejana. Todas livs sociedades lleva- los pobres.
Nuestros sportmen
Estación Poiauá, cabeoeía del F. C. K R., llave de la coneiíión La estación Ck>rrientes del N. E. A., paso obligado para llegar al
por aboro. Central Faiaguayok
!IÍ;S de Entre Ríos y Co- cudida política busca hoy
ntentes, cuya vida riquí- rehacer sus f i n a n z a s
sima y expansiva no tiene abriendo á la explotación
en suíicicncia hoy, todos todas sus riquezas, esta
aquellos recursos c|ue los unión de sus lineas de fe-
transportes bien adminis- rrocarril con las nuestras
trados pueden dar. le será de indiscutible be-
Los inmigrantes que neficio, y afianzará más la
desembarcan en nuestros política de franca cordia-
i)uertos con ansias de sol, lidad entre las dos repú-
de inmensidad, y de labor blicas.
íructífera, aprovecharán El Paraguay, que tiene
los advenimientos de las en su suelo productos pro-
nuevas lineas ferrovia- pios, encontrará mayores
MF Farciuard, á duien se rias para acelerar la vida facilidades, una vez que
de los pueblos y engran- las necesidades de la nue- El representante del F. C. R.
atribuye uai iüítereacia di- á Fto. B., ingeniero Bustoe
recta en la gran operación. decer el país. va empresa la lleven á Morón,
La provincia
de Entre Ríos, por su situación geográfica
privilegiada, por su clima suave y por sus
campos riquísimos, ha sido y es actualmen-
te uno de los estados más prósperos. Con la
nueva combinación ferroviaria, con el em-
puje de los capitales nuevos, desarrollará
indudablemente otras fuentes de riqueza,
y sus productos, encontrando fácil salida
locomotora trocha media, osada en el N. K Argen- A medida ane disminnye el tt' >co, el aspecto de los materialia sa hace mena
tino, para trenes locales. interesante. — Un tren del Central Faiaeuajo.
La gris-perla de nuestro primer mandatario, es cuentra en cualquier parte; tiene
una galerita que se ha puesto en tren de populari- una antifjü'.'dad acreditada; por eso
dad, y presidencial, que no es lo mismo, y está lla- la cuida tanto su dueño, por el va-
mada á ocupar una página de nuestra historia lor histórico que tiene. . . y más lo
patria. tendrá á través del tiempo, si -S. E. continúa
I Pretensiosa la galerita! Nada menos que un cubriendo su testa con esa perla de sombrerería.
tren ofuial tuvo que echar máquina atrás para No es de ahora, que nuestros políticos se sin-
que la fueran á buscar á la estación Aldarctc con gularizan por la galera que tiene el alto honor
todos los honores del protocolo, dejando plantada de cubrir sus venerables cabezas. El sombrero de
á la comisión oli( ial de l'ucu- Adolfo Alsina llegó á gozar de tanta celebridad,
mán, con el gobernador al que halló poetas que lo inmortalizasen, milon-
frente, y haciendo que la ar- gueros cjue lo cantasen y hasta
tillería gastase pólvora en un autor que die.se á una obra el
salvas al divino botón. título de: El sombrero de don
No sabemos lo que puede Adolfo». ¿Qué alsinista no recuer-
valer la cabeza de nuestro pre- da aquel sombrero? Pero, ¿y el ga-
sidente, pero por mucho que puedacostar una gris lerón ceniza con los pelos de punta del gencraV
perla, no valdrá más de treinta pesos, á menos de Wansilla.' ¡Cómo llamó la atención de los porte-
que no haya sido comprada de liquidación y no ños! ¿ y la galera en forma de budinera de Vá-
tenga más mérito que el que le fia estar posada rela? ¿Y el jipijapa de Sarmiento? Aquel som-
sobre la más alta cabeza del presupuesto. brero enorme clcl que decían los maldicientes
Pero lo que sf podemos asegurar, es que en car- que se lo había mandado fabricar Sarmiento con
bón para irla á buscar gastó la má(|uina más de juncos de la isla de Cara]5achay. ¡Cuándo podrá
veinte pesos; cpie sumados á los tres cañonazos enorgullecerse la galerita de S. E. de un honor
chingados, representa bien cien pe- tan grande!
sos; es decir, que el galerín de nues- ¿Y cuándo podrá adqui-
tro presi<lente ha pesado sobre las rir la popularidad colosal
finanzas del estado por cien de la del modesto chambergo de
nación. Mitre, que tiene el honor de
¡Pretensiosa la galerita! ¡Cómo su- ser guardado como reli-
po ponerse en tren de protocolo! |Y quia en el Museo Histórico? (Nuncal Desengá-
cónn) la quiere su patrón! Pretirió demorar los ho- ñese la pretensiosa galerita, si un sombrero ad-
nores que dian á tributarle en la capital más dulce quiere pe pnlaridad, no es por lo que vale, sino
de la República,á presentarse sin su tapadera gris por lo que c u b r e . . . y hasta ahora no se ha des-
perla tapado S. E. por su manía de lucirte dema-
Con qué emoción recibió S. E. el mimado gale- siado, galerita gris-perla.
rín, lomo lo acariiió con la Y no vale ponerse orgu-
manga antes de posarlo sobre Uosa porque te hayas en-
su aristocrático cráneo |Ni (¡ue caramado á una cabeza
se tratase ile una corona! Y tan alta, ni porque haya»
aJ hacer nuestro presidente su sido objeto del culto pro-
entrada triunlal en la ciudad, tocolar de S. E., porque no
mientras toda la comitiva esta- hay bien ni mal que c ien
ba en cabeza, luciendo unas años dure, ni galera que no
calvas más ó menos venerables, pase de moda; alguna co-
ella, la gris-perla, se ostentaba nozco yo que brilló du-
en el mate de S. K., orgidlosa rante una presidencia y
como si se le hubieran subido á des|5ués fué á dar con su
la cabeza todos los humos de su pellejo á un cambalache, y
poseedor. algunas otras, cjue después
La debilidad de nuestro pre- de haber pasado algunos
8t<lente por la ya famosa ga- años guardadas como va-
lera, tendría su ex])liiai ion si liosa reli(¡uia, cayeron en
fuera labri. ante de sombreros manos de los niños de la
y quisiera acreditar la marca... casa v. des]iiiés de servir-
pero las galeras cuadradas, por les de juguete durante un
má-s gris-perla que sean, pasa- carnaval, terminaron su
ron de moda. Lo que hay. es vida en el cajón de la ba-
que el presidente siempre cpiie- sura, ó quedaron en medio
re tener algo en la cabeza, y en de la calle, aplastadas y
esta ocasicni, para epatar á los deshec has.
tucumaiios, en vez de discursos ¡Dios mío! ¡Horroriza
patrióticos, como lo pedía el a'> pensar lo que hubiera pa-
to de la visita á la casa históri- sado, si para castigar la
ca, le basta con el galerón pasa- vanidad de la galerita pre-
do de moda. sidencial, don Frías se le
Porque hay que decirlo todo-, sienta encima!
a n a galera como ésa no se en- EDUARDO MARTHUR.
Damas tucumanas de la comisión de festejos al Presidente
»SIT»
o fllock t«a> ofrecido por la comisión central do la Pro I'afriii, á liui comisiones rrovinciales une vinieron á entregar las bandera! i los :
daatroyara «Córdoba», «Catamarcv y <Jujuy>. — En iazulo; la conmiOn c«alr<U. J
Crónicas de Madrid.—Chulos de carne y hueso
Contra esas locas ti'iKlciui.is \ui>- lor lie cuadros y documentos de
ilernistas que paireen haberse pro- su época.
puesto desligiirarlo todo en aras de Los alliañiles, los organilleros,
un nial llamado litcratismo (jue les los golfos, las modistillas, las ciga-
afana por ver lo que no se ve y les rreras y las chulas son sus vecinos
lleva á pintar lo (pie no existe, el en el barrio del l<astro,|donde vive,
jurado de la i'dtima ICxposkión do y eso es lo tpio conoce mejor y lo
Ik'llas Artes, celebrada en Madrid, |ue siente y pinta, inmortalizando
ha fallado muy á satisíací ion del liguras que siendo hoy lo tí]nco de
gran público. !ns l)arrios bajos madrileños, no
I-as primeras medallas lian sido: perdurarán mucho tiempo en la vi-
Kusiñol, por sus ya célebres jardi- lla y corte, dada la rápida tran.s-
nes, esos que, set;ún {•\, son la Na- fonnación que se va experimen-
turaleza iniesta en verso; Martínez tando en las costumbres y en los
Cubells, por sus imponderables ma- gustos de nuestras clases populares.
rinas, y Salavcrría, un iirinciiiian- Para muestra damos tres boto-
te que de sacristán do un luimilde El rintor Luis Huitlobro. nes. Son chulos de carne y hueso,
pueblo de Guipúzcoa lia saltado, tan copiados del natural madrile-
en pocos años, á ser uno de nues- ño, como lo son de Sevilla las csce-
11
Es un escritor que describe no puede tener más espíritu, ni
lo que ve y un pintor que pinta mas expresión, ni más vida, sin
los tipos cpic todos vemos. Sus (juo para ello tuviera necesidad
obras serán cada vez de más de alargarle la cara la omnipo-
valor porque tendrán, como los tencia del pincel de Urbino.
saínetes de I{am6n de la Cruz
y de Ricardo de la Vega, el va- Luis Huidobro, en su estudio. MARIANO M I G U E L D E V A I ,
Temor fundado
H ( . •
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_t .• *-:•.. j . .
^ "nr^^^^^B^Tl
iMMn^jH^S^^^^H
Los ióvenes explonidoree se adiestran en el manejo de loe utensilios de ambulancia y en preatar ios vnmtnua su,i>,nn uraulcos en casoa de
accidentes.
m r u n herido, p r e p a r a r u n a comida, elegir un c a m p a - 4." — Será cortés con todos, sin distinción d e claset
m e n t o , es decir, poseer todos los h á b i t o s d e un buen sociales.
8olila<lo capaz ptir sf mismo de afrontar y hacer cual-
quier t r a b a j o en l i vida. .5." — Será intréiiido, alegro y vivo, y j a m á s a n d a r á
con la cabeza inelinaila. .
Nuestros grabiulos m u e s t r a n en acción á los s i m p a
ticos muchaeho.s. (i." — H a r á el bien |x)r el bien, sin pensar en pre-
B tnte.'éa despertado por los •scout boys* lo demuestra la concurrencia que, curiosa y satislecha, asiste & sus maniobras y conctirsos.
Como DO SOD raios los casos de persouas que se ahoKan roraue quien» rresencian el actidenle no suben cámo salvailas, los <«cout boy»
arrenden & iiestuí auxilios elicaces en tales casos.
mios ó recompen-
BOtl.
7." — Se (listin-
giilift por la co-
ireecií'iii ile .-^ii len-
guaje y [lor el l^^^oo
do su pcrsorm.
8." — OIKMICCO-
rá las óri lenes ile
sus superiiires, sin
disculiilfus,
!)."> — Sorá tra-
bajador y econó-
mico.
10.' — Amará
la natnnilcza y
protegerá los aní-
malos y liui plan-
ta.s.
Rsto hortiosisi-
mo decál g > muea-
tr i 1 n t d i su
grand z i 11 b- l l i
y d.g'ia inini iti-
bnen eiemplo don los muchachos llevando alimento! VI 'leí d u c t o r A la puerta de uu bozar de pobres, otrecie .do los
& los polre;. Moreno. olimenioiL
^ 4?iles y vigorosos «cout boy»- descamou; pero «st¿u haloa para iiui-iar & la (itiin«ra mu. de ouuulo, s u ejeioaon y concuños d* i
veno orden.
Una entrevista veridica
Con el presidente uruguayo
El hombro cjiíp Ko^iiüiita el llrii(»imy «*«, I»'! en fnises; sólo tuvo las justas, Ins nocesariua
muchos sontidoa y bajo divt-rsos iispocto&, [:i sobrí' tópicos bien aparte de la política nacio-
antítesis (io mnrhos, Tnn aniitro de cjeciitnr nal y de la admini.stracjón pública. Jlabló de
como ciioiniKO do todii exhibición, y anl seme- (leiH)rtes. (ííínteinplaniio un reñiilo match de
ja en cierto modo h un ermitaño labrador, al fuotbail en la cancha qUe existe dentro de su
que no bastan á f^acarlc del retiro de su clans- propiedad entre el IMednis Itlancas I''ootball
tro los ecoft del mundanal mido. Xo qnierc (.'hilí y el Club Artigas, hizo breves conside-
8ÍRniflear esto que el señor líatllo y Ordóñc/, raciones solire lo (pie representan lo" juegfj*
soa nn Rolitjirio, y mal estaría en dejarlo si- al aire libre del punto de vista de la cultura
quiera HUpoiiet. Todít lo eontraru). Cumple eo- risica, y demás c-stá decir que eran sus conclu-
mo todo-j eon el ritual palatino y somí-tese eo- siones las muy atinadas del hombre A quien
mo los demAs A las exigeneias |)rotoeolares, preocupa la educación muscular de su pueble,
pero i-u modo aluuno pospone el Instante des- poniue ella entraña todo un verdadero pro-
tinado al et>tiidio y ú la meditación para pre blema nacional.
fcrlrle utia hora de boato soeial. Ksji aiitipntia Kl presidenti' uruguayo revela en su vida
que tiene el presidente uruguayo por la ext"- iiilinia c.-a earaetiristiea (pie le hace conside
rioridud la demuestra aun en los detalles más i,-ir por nnicho< <'onio inclinado al socialismo.
insiiínificantei* de su vi(hi, y tiene uu niíis grave Si nf) es precisamente socialista, el señor Itatlle
expresión para nosotros los periodistas en la -impatiza al menos con las tendencía.s colccti-
irreductible resistencia A dejarse entrevistar \istas, según parece desprenderse del amor
y en ponerse ante el objt tivo. > la solicitud (\\u) pone en <>1 cuidado do una
ror el domicilio del presidente urujínayo Ultimo retrato del presidente tiruguayo pequeña eohneiia. Como un hAbil apicultor
han desfilado perioilistas de todas nacionali- que fuera al mismo timipo uu Innnanlstn,
dades y fütóprafos de todo jaez, y si aquéllos al abaiuhmailo lle- atiende A sus abejas experimentando una verdadera fruición «n
vaban su carnet en blanco, éstos conservaban Intaetjis y virgenes hacerles próspera su existencia gregaria.
lae placas. Todos lian escolindo por ijíual en su empresa, imper- Kl forastero que logra salvar el dintel de su mansión, so da iii-
térrito el señor Itatlle y Ordóñcz en su actitud defensiva. Pero, nu'dlatamente cucTita que el presidíante uruguayo es, en lo físict»
como es natural, para nosotros esta negativa rotmida no hacía vomo en lo moral, una expresión rotunda de la fraiupicza, y si no
shio exarcerbar nuestros deseos de llegar hasta el hombre y, mAs tentiéramos faltar A los debidos respetos, diriamos de una fran-
afortunado-í que otros colegas, hemos conseguido al fin acogernos queza algo ruda. Como lo es sólo la franqueza verdadera. Su talla,
á su favor. VA señor Uatllc su bonbonda, pandeen con-
y Ordóñez ha posado para cordar, y no se puede con-
CAHAS Y CAKI;T\S, hacién- cebirle de otro modo; ae
dola objeto, como se ve, nos ocurre que necesjirla-
d(' una deferencia especla- nn-nte debe ser asi, que no
llsinia. I'X sin duda algu- p(ulrian lógicamente alo-
na, un triunfo del que pue- jarse en otro cuerpo sa-í
de cnvaueccrsi* i-sa revista etnidiciones de carácter.
que tanto-j éxitos tiem- su- que hombre y tempera-
mados: su repórter lia sido mento estAn armonizados.
el primero en qm*hrar la .Alguien dijo al trazar una
resistencia del nitnidatario semblanza de Itatlle, que
uruguayo, obtenicn<lo do c-uando da la mano, ten-
(I la amable coticesjón do diéndola reciamente, so da
que se le fotografiara. Pe- todo, y en esta expresión
r o . . . nada de reportajes. hay por cierto algo niA:^
En este capitulóse ha mos- que tnia simple figura re-
trado lnl'lexil>le el señor tóiiea, encierra la síntr.slrf
Ilatlle y Ordórtez. Perio- misma de la idiosincrasia
dista, sabe y lo dice, que d<l gobernanto...
por regla general los re- 'I'ali-s r.aille y Ordóñez.
porters no publican lo quu No pudo i-l repórter con-
Be les refiere, sino lo que seguir con hal)ll:dade»má.'?
roidmente conviene íi su de lo que buenamente ob-
objeto, aun descontatla la £1 señor Batlle y Ordóñez en su despacho, en «pose» para CARAS 7 CARETAS. tuvo; pero en los rápidos
sinceridad, pues en el ufan de hacer interesantes los resultjuloa de trazos de la plunni y en las reprodin-ciones fotogiAficas cree darlo
la entrevistji, no reparan en poner adietivo aipil, figura alli'i, qui' á conocer, sino bien, algo mejor al menos de lo que se le conoce
comprometen niiiehas veces el significado de una (h'claraeión. Y ahora en cate pal-;.
al señor UtUe y Ordóñez se le han hecho decir en los diarios ver-
doílens monstruosidades que minea salieron de sus iobios, pero
qu(í los l•(•^^orte^8 hall.iron modo de adjudicarle. AIlCHYTAti.
Hontovideo, julio de 101 •¿.
No fué, iK>r conpigniente. el ¡lustre mandatario muy abundante
El célebre vegetariano, al siguiente dia de haberse inoculado dos centímetros cúbicos de bocilus de la tuberculosis, acompañado de su
discípulo seior Belomo.
Es en realidad a(lmiral)!c el estoicismo y el valor No debe causar extrañeza ninguna que la sim-
de este hombre bueno que, llevado por sus ideas, patía de sus comprovincianos de Mendoza lo haya
no trepida un instante en someter su cuerpo á una acompañado en todo momento, por(|iic acjuí inismo
tortura, inyectándose bajo la piel un esputo tu- en la capital, se ha seguido con un interés vivísimo
berculoso, buscando el desarrollo de la
i;on razón ó sin ella, prueba, y 'a noticia
probar (jue su siste- de que estaba lucra
ma vegeteriano lo de peligro, causó un
pone á cubierto de sentimiento de ali-
toda infección. vio en el público.
Se necesita tener lín nuestro sentir,
una comi)leta fe y el buen Astorga no
"na alma altruista y debe ya seguir sus
Srandc para some- peligrosas experien-
•^«^rse ¿ una prueba cias, porque su cuer-
tan peligrosa, v la po debilitado pide
''Rura de Astorga es descanso y la lorta-
jespctable aun para loKa de su alma y su
'°'' que no creen ni inquebrantable fe ya
pueden creer en sus la ha demostrado
"teorías absolutas. hasta el sacrificio.
í' todo un carác- Con la experien-
ter"
y Su entereza mo- cia icalizada por el
ral ••^un en los nio- a))óstol del vegeta-
^V"°« ^" MI"-- la rismo, demostró que
fiebre parecía doble- es hombre de volun-
gar su cuerpo y apa- tad firme, y que si el
Sar su espíritu, no ré,i;imcii que sigue le
ha tenido ni un des- pone á cubierto de
enfermedades, tam-
lalkrimjento, resig-
bién es hombre teso-
"•"ifio á su suerte, no nero (¡ue r e a l i z a
ha abdicado ni un so- cuanto promete.
'o momento, ni ha El profesor Santori (X), acompañado del señor Belomo, que íué á pedirle expli-
cacioaes en nombre del señor Valeatin Arenas, discípulo de Astorga, por no No es do ahora,
laqueado su fe
haberse inoculado el bacilo de la tuberculosis como habla otrecido. que Astorga realiza
El comandante, en uno de ios momentos de reposo. Los enfermeros de Astoriia, sus discípulos seño-
res Luis P. Belomo,
proezas para de- Valentín Arenas y
m o s t r a r con el Avelino Caslro. en
la puerta de h< ho-
h e c h o lo q\ie di-
b 11 a c I ó n donde
cen sus palabras. aquél se asiste
L a prueba q u e
realizó en la azo- la Sociedad Hl-
t e a de nuestra liica, d o n d e de-
casa, pasándose mostró una re.sis-
seis horas a c o s t a - teniia increíble
d o sobre una c h a - cecon i e n d o s e -
senta leguas sin
pa de cinc, e x -
descansar De no
p u e s t o á los ra-
haberlo presen-
y o s de un sol de ciado parecería
enero.fué heroica, que estos hechos
c o m o t a m b i é n la llevados á cabo
q u e llevó á r a b > H público inlormándose del estado de AstorKa en la pizona de la Sud-Amérioa. en cuyo por Astorga, luc-
e n el s t a d i u m de local se asiste. ran fantasías de
a l g ú n héroe.
La humedad en Buenos Aires
El que mucho abarca poco aprieta
I')! diluir lllliril^ ...Jlll- ( I r SU CHSJt Ir III .1111. C u y o , y (1<-»I-IIIMIO .NMIH ft liiK píH-i)'* ritorririilos cjiír <! paviiiiiiitAi n'i.lHilJt, uUlli-
Urdar tMiuiito iinlii. n I» AvfiiiUu dt Muyo, Hiit udvtrrtlr el twt4iUo rlf^ricloMf ñ loH IxitiiM*!* iinit |»i.-*|ji oltMcuru y Jatwiiosa, que le im-
del plMi, t'iiiplf7.u A cariilimr. plüt' mover \nii picnuit* f^ v<jluiiliul.
'AL'I 1
^—^-
•J—p_i»^—t^tt^-'*-jr~r-'.\.*^z^ '.'
A lu nifdni honi dv iiuLrrhii. ve con sorintiyi i|ih- Uu- r*iilK*t4in- — il'iu-f, «urtor — ri-tn-xionu — i:iMiin nu riu; vii.lvu Uc tvpal-
clo/' r<'sl)al(iHAH qih- riivuclvcti <>l culzudo, no .Holanifíilu tt' han doa y uprieu el paso, uu veo el metliu de llegará dunde dcacol
lii)|M><][(l(i \U-iiiu h la Avenida, sitio que lia rclruccdldu y Be eu-
ouuutra proxiiuo & Corrientes. Düj. de Málaga GrtnH,
La última proeza
Al ciaiour el ilia, sontiiilo soljio el miu'.iU.'m dol miio- .-\l dar cni\ él, dcipués do rebuscar entro innúmera-
Hc, viendo iilejarsc las iaiidias al rmpiiju del hieliei-o hic-i y deteriorados útiles «Icpo-iaa, volvióse á Melita
ó tomliílos los reinos á la boga, sintii) el vii-jr> ptscador y, tomándole do una mano, marchivron juntos, en di-
i'cerudecer, en su iiiteiior, el disgusto que lo pioducii rección á la mariíma, á la pjsca del pulpo, por la playa
su estal>ili>lad en ticna, el no poder paitlf á liv posea. tie amarillent.a arciia que i-esplandocia, cual un espejo,
eii conii>añí;i dií sus eaniai'adat de faena- bajo los rayos del sol mañanero.
Ilequemaljn, de antiguo, al tío Rascásio un profundo Mientras caminaban, el viejo iba pensando, con in-
<lcspecho eontni los patrones de las barcas; contra tima satisfacción, en la envidia que causaría á sus an-
aquellos desagradecidos á quienes él enseñara de pe- tiguos compañeros si, al regreso de ellos á la tarde, el
queñuelos su rudo olieio y <|ue, abora, porque era viejo pudiera mo.strailcs, jactancioso, su trofeo: ¡un pulpo
y eareeía de agilidatl para recoger un trasmallo, repleto gigantesco!
de sardinas, eondcnábanlo á consumirse en tierra, sin — Cuatro brazadas á lo menos ticni; el pulpo — de-
ofrecerle soldada. cíale, siempre admira-
Vociferaba en su do, el muchacho.-^-Yo
atalaya el fio Uascá- lo vide enfurruñar los
sio llamándolos de: rejos fuera de la p(!ña
«tunantes, dcsagrade- p i chupar agua de los
cid(»s, ladrones^, en- eharcos... Ki vide. . .
señáljales, en su impo- lo vide.
tencia, 1 o s cerrados — Pos pa' jalla va-
jiufios, mientras las mos, Melita — respon-
íaucbas, al esfuerzo de dióle el abuelo.—-Tú d
sus gai-i'idos remeros, mirar y yo, á teiider-
sordos ii lo.; denuesto ; lo ¿sabes, n i ñ o ? . . .
del misero, balancea-, mas luego, á la dcn-
ban.se ritmieas, este- trada <lel sol, cuando
lando, R u a V e m e nte, güelvan de la pesca,
las linfas salitro.sas tío hipe, mi compa-
del gran piélago. dre Panehona y Ma-
¡ (; ó m o r<!Cordaba, merto, el patrón del
en estos instantes de «Lucero <l lalba», le
afligen te contempla- mentas el caso^ ))a
ción, los años pasados que rabeen de envi-
Sobre el mar! ¡(%mo dia. .. Si os ansí do
aquellos (lias de tem- tamaño el pulpo, co-
porales <pie corriera, mo tú dieis, ya verás
empuñando con scre- i^ómo la trabaja el pá
nidail y maestría la Raseásio... l)o una
caña del limón, para zambullida se meto
esquivar las recias <lrento la cueva y. . .
marejadas!... Y pla- ¡zas!, ¡zas!: tieso cl
ñía el pescador á esta eondenao. ;
recordación mordien-
do su negru/.ca pipa; Llegaron. La bajamar
lloraba oyendo el cha- les jMirmitió avanzar
poteo isócrono do los ."obre la marisma.
remos en el agua, pre- Paráronse un mi-
senciando a(piel des- nuto. Señaló el nieto
tile lento de las ipn'- con el dedo el punto
ridas emliareacioncs en que viera al pulpo
q u e, m a r adentro, y quedó.se tt distan-
majestuosas, e m p e - cia, á presenciar aque-
queñecian.sc por gra- lla singular pesca en
dos. la (pu! resueltamente
JJespués de un lar- habíase empeñado su
;o rato, calmada yn abuelo, ))ara su honra
f a angustia del loljo y provecho.
marino, calóse, éste, basta las orejas, la gorra de lana Kl tío Ha.seásio (•mprendió la faena hurgando con
terminada por una borla que le caía á uti costado, el chuzo bajo la ])eña, ])uesto en cuclillas sobre la ver-
encendió la pii)a de jeso y, largando un salivazo, por degantc marisma: ¡Nada!
entre los colmillos, pau-^adamente, tomó rumbo li su Como volviera varias veces á efectuar la misma ope-
easucha, á remendar las redes;,.únieo trabajo tpie ¡xxlia ración, por diferentes partes, sin obtener un positivo
ejecutar en su calma chicha en tieria. resultado, desnudóse, zambulléndole en el agua; na-
<lando de uno á otro lado ha.sta que, en una de las mu-
ICncoulrándose ima mañana el lio Hascásío remen- chas tentativas notó, satisfecho, que el chuzo se hun-
dando una red, presentó: ele todo asombrado, en su día, se hundía en una masa resbaladiza y fofa.
busca, fU nieto Milita, diciéndol.', á la par que le tiro- Ue pronto, antes que el viejo pudiera darse cuenta
neaba del raido chaquetón. dol peligro (|ue corría; antes de que pudiera apres-
— iSi vicredcs pá Ra^eásio. Allá, en la marisma baja, tarse á la defensa, .salió de su cueva cl puliKj, ennegre-
Vide un pul))!), ansí de g r a n d e . . . ¡ansí!-—y abrió el ció con su tinta el agua y revolviéndose herido, cris-
l'pqueñnelo los brazos en cruz, para indicar á su abuelo pando los enormes tiuitáculos asió, fuertemente, entre
el tamaño. ellos,, al incauto tío Raseásio.
Kl pescador, al oir las palabras del muchacho, alzóse .\I .sentirse preso pilguaba cl misero viejo por ha-
apresuradamente de la banqueta en ((ue estaba, ciñén- llaile la cabeza, envuelta en la gelatinosa masa; pug-
dose ccm un liñ\U'lo los panlaloner. que se le caían y, naba en vano por aquella frágil cabeza del animal, en
mirando, incréilnlo, á su nieto, interrogóle: forma de gorro, en la que radica su vida y que, al serlo
— P e r o . . . jno son marrullerías tuyas, Melila?... tocada inip:isibíl¡taIo de toda acción.
¡Endeveras que es ansí de grande el pulpo que vides? líl <lc.;emace fué rápiílo, trágico y brutal. Roncaba
— Por la virgen, pá Raseásio, que no es coluda — el viejo con estertores de agonía, gritaba acobardado
rei)licólc el pcípieño, besando la señal de la cruz, para el nieto; mas. en la paz de la playa, lejos del caserío,
mái confirmación á s\is palabras. nadie sus gritos oyó, y el ))ulpo herido, iJcro vencedor,
_ Ante esta nueva eontestaeión de su nieto, el jieseador, ahogó al abuelo entro sus múltiples tentáculos do innu-
•^"1 poder contenerse, por efecto del gozo que experi- merables ventosas.
mentaba, comenzó, con inaudita actividad, á buscar G3RMAN B A U T I S T A MARTIN.
Un chuzo por los rincones de su vivienda. I)ib íU Molina IVí\:
CARICATURAS CONTEMPORÁNTiAS
JÍ°(^%10 i ^ i ^ f ^ ^ ^ v ¡^¡^P^i
í^^^^m^'
Ataqae de la tercera divisióD del 2.° caerpo de ejército, á las órdenes del coronel Cesáreo Domlnüuez, á la Irincliera paraKuava del Bodng-
lún de Filis (batalla del -Sauce» de los paraguayas). — Cuadro de F. Fortuoy, tomada de un crotuis del álbum del general J, 1. GaimendU.
Educación de sordo^mudos
Niinicrnsos lilántiopos y nefactor de los sordo-mudos,
abnegados eduondoro.s debie- fué lamentada universalmen-
ron siici'ilicar sus energías te, y la Asamblea Nacional
durante varios Hielos para de- Li'gi.-lativa do 1701, no sólo
m istrar experimcntalinento subvencionó el instituto fun-
la posibilidad de instruir y dado por él, sino que resol-
caducar á los sordo-mudos, 4 vió que su nondire fuera es-
los cuales los hombrea do írrito i'Mtrií los de los ciudada-
ciencia y do gobierno consi- nos (pie haljian merecido bitsn
ileraban desprovistos do inte- de la i)atria y ]a humanidad.
ligencia, negándoles toda pro- La generalización ile los
tección y dejándolos en el institutos de sordo-mudos
mayor abandono y aisla- durante el siglo pasado, dio
miento. ocasión á los educadores para
El director del instituto, señor A;role, de- Enseñanza de U letra •b>.—Tomando como base La letra «r> obtenida por las vibiMioiiea it
partiendo con un alnmno adelantado. el rumor gutural. la cabeza.
remiirsc en congresos y discutir en
ellos los métodos y procedimientos
eni|)lea(los en la enseñanza.
Kn América correspondió la prime-
ra iniciativa, á principios del ultimo
siglo, á los JCstaclos Unidos, abriendo
una escuela de sordo-mudos bajo la
dirección técnica de un alumno de
L'lípée y úv su sucesor Sicard, llama-
do Ijaureiit C'lerc, sordo-mudo; y en
la América- del Sud, á la Ropúolica
Argentina, en el oño 18r>7, con un ins-
tituto privado que más tardo subven-
cionó el gobierno y lueg) sirvió de basi>
|iaia la (rcneión del Instituto Nacional.
(MI 1885. sk'iiclo su piiinii dinctor olicial il canónigo Serafín Uiile.slia, conocido en Kuropii como uno de los más
entusiastas i)ropngandisliis del método oral.
I Su rápido paso por la diicí-ción impidió al instituto desenvolver una acción progresista y hionliet^hora, hasta
(|ue en 181)2, duiaiitcí la presidencia del doctor Pellegrini, fué reorganizado, ])oniéndose á su frente el señor JloHino,
profesor contratado en Italia. ICn atinella época fundóse, asimismo, la primera esencia normal ])ara la formación
de maestros argentinos de sordo-nuulos. De su |)rimer curso egresó el actual director, señor Ayroio, (piien ocupa
diclio cargo desde 18!U, feclia en (jue rei^mi)ta/.ó al señor Mollino.
En 18í)8 el señor Ayroio consiguió la creación de un depiutamcnto anexo para niñas sordo-mudas y durante
el ministerio del doctor Magnasco, en IflOt), dielia si'cción sirvió tic plantel para la fundación del Instituto .Nacio-
nal de Sordo-Mudas, siendo nomlirada ilireelora la señora Ana Mac Cotter de Madrazo. [^ ,'• ' •''
Ue desear seria quo el go- • '"' • , '
liierno dispensara >ma aten-
ción preferente á estos insti- IIIUk'''Í^i'SHi ' 'tv MUÍ
tutos, dotándolos de un local
^iy ^ B ^ H I apropiado y de los elementos
^^ ^L ^ ^ ^ ^ H necesarios para que la abne-
'^^^^^^^^^^^_ •M'wl gada tarea de sus ¡¡rofcsores
R^é|
^ "^f**^^***^^^^ HE'lkl diera resultados más positi-
vos de los que hoy celebra-
mos.
Este género de cnscnau/.a,
tan paciento y especial, que
reclama maestros entusias-
tas, capacres de prodigar á sus
pobres alumnos generosida- ^^v;>V...' "^ m
vlW T ü ^ ^
des y cariños, esto es, maes-
tros tan dotados de cerebro
e(uno de corazón, debiera
^p :Y ; -J^B^^^^^
ofrecer il los mismos, á miis ^•j
de la recompensa moral que ^^H^i ^W*^.^^^^^^^^^!
brinda la satisfacción de una
En su olicio.
o))ra humanitaria y noble, la recom-
pensa material que les permita aten-
der holgadamente las exigencias cada
día más costosas de la vida.
La naciente sociedad do sordo-
mudos, que presido el señor Joto
A. Terry, realizará en otra esfera
de acción una labor protectora muy
eficiente.
Trabajos de carpinlerio. J. JOUMET. Coniando un modelo eo «i tall«r de nintun.
Y a c o m o emblema de dis-
tinción y (le noble alcurnia,
ya como símbolo religioso, ya
como marca que denunciaba
el carácter de esclavo en
quien lo llevaba consigo, ya
como distintivo de un gremio
ó de una clase cualquiera, el
tatuaje fu6 siempre usado,
desde tiempos remotísimos.
Nos lo dicen así, las referen-
cias de los más antiguos es-
critores. Y la costumbre per-
dura, aunque sin una signifi-
cación precisa, como perdu-
ran tantas ccstumbres atávi-
cas, que encuentran, en las
naturalezas retardadas, cam-
po fecundo para su floreci-
miento.
Homicida y lodriu. — Tatuaje amorosa. No es de extrañar, enton-
ces, que los criminales osten-
ten, con frecuencia, en distintas partes del cuerpo, dibujos puntillados. Son,
á veces, verdaderas obras do arte. Su autor suele ser el mismo tatuado. El
caso no es común, sin embargo: la operación requiere una habilidad especial
y hay quienes hacen de ella un medio ordinario de vida. Se titulan profesores» Recuerdo de veuRauza.
y firman sus trabajos, como lo haría un pintor inspirado, satisfecho de su pro-
ducción. Kntre los presos jamás falta un tatuador, que, claro está, es objeto do consideraciones especiales
de parte de sus compañeros. No hay uno sólo, en la categoría de los rcincidentes, que no desee llevar sobre
su pecho 6 en sus brazos, un ornamento cualquiera, un recuerdo, un lema. Su tendencia imitativa es irre-
sistible, constituyendo una de sus características psicológicas. Y luego, la vanidad, el ocio, el hastío de la
vida carcelaria, hacen nacer en ellos aquel deseo y lo realizan.
El tatuaje de los delincuentes no es una simple curiosidad superficial. Revela modalidades de su alma,
casi siempre. La historia de sus crímenes suele estar sintetizada
en un jeroglífico cualquiera, en una fecha, en una inicial. En tales
casos lo contemplan, en sus horas de encierro, con una voluptuo-
sidad morbosa y lo exhiben, orgullosamente, á quienes quieren
verlo. Asi demuestran la ausencia de todo remordimiento. Un mu-
chacho muy joven, casi un niño, mató á una mujer porque no quería
seguirlo. 'Ahora está siempre conmigot,,—nos dice, y nos hace ver
un pretendido retrato de ella, tatuado por Él mismo, sobre el pe-
cho, cerca de su corazón perverso. En uno de sus brazos aparece
la efigie de otra mujer, á quien intentó asesinar porque no le daba
dinero; al lado, el puñal
indócil, que no llegó hasta
donde quería l l e v a r l o . . .
Una mariposa, dibujada
en el mismo brazo, repre-
senta, según dice, á su
propia persona. '¿Cómo
así?, le p r e g u n t a m o s .
"Porque los ladrones y los
asesinos recorremos las
cárceles como las maripo-
sas recorren las flores».
El símil nos pareció tan
extraño que no atinamos
á responder. I£l homicida,
en tanto, nos miraba des-
deñosamente y su boca
procaz 3 ontraía para
disimular la risa. Muchos
llevan tatuada la fecha de
^Bomeoaje póstomo á la madre. su ingreso en la prisión. Tatuaje cabalimóso».
otros, fantasías que sólo ellos comprenden y que se niegan á explicar; en algunos se encuentran alegorías
morales, sarcásticamente colocadas junto á la reproducción de escenas de inenarrable obscenidad. Serpientes,
anclas, estrellas, frases pornográficas y expresiones de venganza, constituyen frecuentes temas de tatuaje.
Muy á menudo se encuentra
la imagen del Cristo Reden-
tor, ó la de un santo, ó la
cruz. Esto, en los ladrones,
especialmente. Son místicos.
Tanto, que al acometer sus
siniestras empresas, suelen
encomendarse á la santísima
virgen. Uno se ha hecho ta-
tuar una cruz cubierta de
flores, con la inscripción In
Memoriam. Todas las maña-
nas, al despertar, la besa. Es
la tumba de la madre. Res-
petémosla . . . j,
EusEBlo GÓMEZ, Racaerdo de amor.
^. A..
Aspecto del Salón XX Septiembre, dorante la velada. Niñaa qne tuvieroo á su cargo loa númeroi de música.
En el Teatro Ateneo
Los discos flamencos son el deleite de los farrucos. La ópera en toda su grandiosidad, es el placer de
los lustrabotas.
No hay napolitano de conventillo que no se de- Ni un inglés al que no encanten los estilos de la
leite con un disco bien compadre. Pampa.
Y mientras en los bailongos orilleros piden el En los salones, las niñas chic se despepitan por
vals acrobático de «La Viuda Alegre»... los tangos compadrones.
Dib. ,lc Redondo.
L a lotería ilu l i o n a s do la Pro-
vincia (le Buenos Aires ó, p a r a lla-
marla por su verdadero n o m b r e ,
poríjue el «lUe antetuule es el nmr-
Ijeti! p o p i d a r con (|iie el vulgo ha
baulizatlo á la institución: la Caja
P o p u l a r tle Ahorros de la Provin-
cia es, d e n t r o <le la eategoria á ^\uv
pertenece todo c u n n t > tiene (puí
ver con el juejio, lo i\nf menos me-
rece la condenación de los mora-
listas. I,a (,'aja Poi)ular hace u n a
emisión c a d a s e m a n a y s\is Ijille-
tes, que tienen el d e n o m i n a t i v o de
ccertilicados <!(• depnsilo» c\u'stan,
scuún bca la i m p o r t a n c i a del pre-
mio mayor. Kl sorteo del ]',i de
julio, por ejemplo, fué de ÓO.OOO pe-
sos. Cada certilieado valia diez ))e-
S03, OH decir, <los (¡esos c a d a quin- tízación a n u a l y a c u m u l a t i v o , en
t o . . . do certilieado. líl sorteo se sus oficina.s d e L a P l a t a ó cu las del
verilica en la ciudad de l,a 1 h t a , Uanco de la Provincia en la capital
con todos lo i reípii.itos légale; y, y en c a m p a ñ a . Uesulta do esto que
|)ara seguir c i t a n d o d a t o s (•onsolándosc el j u g a d o r con aquello
m i s m a extracción, salen prenna- il(í «del lobo un pelo» c u a n d o no aah)
dos 5000 ccrtilicados. (jue(ian, co- premiado, por lo mcn()s la m i t a d <U:
mo es consiguiente, muchos ceiti- lo ])agado h; da li ",', c a d a año. Lu
licados .sin preniio-i, pero esos ei'r- existencia de esa institución h a croa-
ti(ica<los, esos q u i n t o s de lotería do en L a P l a t a mi gremio do ven-
no pierden su valor sino á medias. dedores q u e exclnsivamento so de-
La Caja P o p u l a r de Ahorros los dican á ofrecer al |íúblico los nuevos
billetes con las eorrcspondientos se-
g u r i d a d e s <le que los suyos Kon los
destinados á .ser p r e m i a d o s sin vuul-
LflS GUfíie&lTflS
En medio de la llanura desierta, estos dos capu- mos á las míseras gentes del campo una tosquedad
llos animados se prestan mutua amistad. La niñita, despreciable, somos injustos sobremanera. Bajo
además, le ha concedido su protección al amiguito. una corteza rústica, el alma campesina guarda te-
Ks su guachila, como se dice en términos criollos. soros de honda delicadeza.
¿No conocéis la costumbre?. . . Sucede á veces Será bueno que recuerden, aquéllos que dan á
que un ternerito se convierte en huérfano; se le mu- la energía del egoísmo una virtud todopoderosa,
rió la madre, y el pobre queda desvalido, sin el am- que todos los seres necesitamos apoyarnos en la
paro de la ubre y de las cálidas caricias maternales, generosidad altruista de las otras almas. El hom-
líntonccs un niño cualquiera de la estancia toma bre sólo es el verdaderamente fuerte, se ha dicho
bajo su protección al huérfano, lo adopta, le pone con gran énfasis: pero no olvidemos que ninguna
un nombre, le mima, lo lleva al prado llorido y fir- cosa prosperaría si le faltase la piedad de sus seme-
ma con él una amistad que suele durar hasta la jantes. El mismo proceso infantil del ser humano
muerte. nos enseña á respetar el valor de la piedad: el ser
He ahí una costumbre pastoril adornada de una humano es impotente é incapaz de bastarse á si
incomparable ternura. Ternura ingenua y primiti- mismo d u r a n t e la tercera parte de su vida. Hasta
va si se quiere, pero que significa un fondo de veraz muy entrada la juventud, dependemos del apoyo
sentimentalismo. Los inocentes animalillos, ¿no se do los padres. Ni siquiei'a podemos, como muchos
merecen acaso el amparo de la adopción? Para los , animales, comer y volar desde que salimos del vien-
huérfanos humanos existen hospicios y nodrizas tre materno. Nos han de nutrir y llevar de la mano,
diligentes; los huérfanos del rebaño ¿habían de y el amor, sólo el amor, nos introduce en los cam-
quedar sin las dulzuras de una tierna protección? pos de la vida. Por eso al nacer contraemos los
Hay en el mundo, sin duda, más bondad de lo que hombres una grave responsabilidad con todos nues-
se presume. De repente nos vemos sorprendidos tros semejantes. El amor y el apoyo que nos pres-
por ejemplos que la naturaleza pone ante nuestros taron cuando éramos niños, nos compromete des-
ojos de una manera viva y elocuente. Estos ejem- pués á no ser avaros de nuestros tesoros cordiales.
plos nos tonifican, como tonifica al espíritu todo
aquello que representa bondad. Y cuando atribuí- Josí; M. SALAVERRÍA.
Ilusl. de- l'ilíi y PniíU'i,.
mo fuó cjue h.
actitud (!e su
esposo fíc \v tu-
zo sospccliosa
y ((IIÍHO avt'ii-
i;iinr el motivo
<U'- un tlesasii-
i<ii';;o raro qur
notara <1 ü .s liu
hacia un mes
i.'ti Aguirri'.
La luna de
miel h a b l a
traiiscur r i d <i
(MI una cspccij
d c ni a I; i a^
(• x a 11 a d a y
(lulco á la voz,
con - arrebatuij
irrefrónablrs y
lafgob'-.M i 1 e n^
cioS' románli:
^•1. tu loM iicpuKulos vt'hportinos. Ambos eran maestros eü
la ixpriwión (le palabras que fueran adorables caricias y asi
el encanto í;é multiplicaba en el acendrailo cariño y la deli-
cadeza jle, la emoción, "i' *
Pero, jKKo ¡i poc(), notó Sara, la joven eípooa, que As"hi>'
la eonteinpl.U)a con ojos lunaños y timi los, entre iracundos
por pensamientos ocultos y suplicantes á la vez. i
Kn ocasiones se ausentaba por largas horas, él, que tra-
bajaba en su propia casa para no apaitar.se un minuto de sii
querida mujercita..Otras veces se encerraba en su despaclui
y escribía,' ^cscribia Binrho, guardando lo.i manuscritos en
el propio bufete, baj^llavi; v^-• . ' ;
Y la maliiaceión de^Sararfué apodi;rar.-ie de e3a llave, cor
metiendo un verdadero jjbbo en las'ropas de Aguirte, mienr
tras éste Airmia.
Con paso' cauteloso se dirigió al estudio, abrió el cajó¿
del escritorio y sumió sus manos temblorosas en los i)apeles
ansiatlos. j i
.^1 lin conoceria el misterio de la extraña conducta de srji
bienamado. ..» !
No eran muy extensos los documentos. Se conocía por
' <1 distinto color de la tinta que cada frase le había costadi
una lai¿(jí>n)editación. ¿: ^
.Ajreri'aij, Saia comenzó á leerlo», una scnsacióli djO'.íinguf
tia se dJw'ñó en sus extraños ojos color caoba. "Y 8,41 cent
linó, ))ál¡'di¡2¿on el corazón suspendido y un temblor cons-
tante en su» i)iancas y alarj^adas mano.s. . I
A' JiÉ,^»/(wiá«,!j.'¡'j¿ü.,/iiKiWii4Já^ níS:¡l¡ü'''ír'
rpre Agrnr'i'e escr'il)ier"a .sobre el estado rlc su alma:
«Hace cinco meses que me he casado y hasta hoy no he
.sentido la necesidad de estar algún illa solo. ¿Me habré can-
sado del amor? ;.Ks posible aburrirse al lado de una gentil
compañera que no tiene ojos ni [¡ensamientos más que para
nno'( Yo sé que la quií'ro intensamente, que mi afecto no
ha disminuido, que su desdicha compbrtáEÍaí*iIÍMnfclici(Tad
y, sin embargo, su cterrui compañía rae causa mortal has-
tio».
<dOs el amor- que se ha ido. ¡Pobre Sara! Le tengo el cariño
de un hermano, de un ])adre, no sé bien, pero ya no la amo;
sirs besos, que eran para mi el rocío en una flor, me hastian
por momentos y mi gran temor es que ella llegue il saberlo,
yo moriría de vergüenza».
Ea iteaeral, á bordo del •Koenig WiUielm 11', rodeada de las Drimerii peraonalidades brasUeüas «oe lueroQ & saludarle en nombre
del gobierno.
t":.^'
^^^ IME'IS
^HÉJ
\ 'íjl^
"^wH
BW*iH|
En el Hotel de Exlranjeros: el general'boca y el Dr. Lucero HflUet, ministro brasile&o de R. E. (en el sola); & la derecha del fceneral,
Quintino Bocayuva, el eminente estadista recientemente fallecido, y el secretario de la lettación argentina. A la izquierda del doctor
Hiiller, el representante del Presidente de la República del Brasil.
El geneial, en el lé oirecído en el palacio de Sao Luis, á los miembros del Congreso Fanamerioano de Jurissonsultos.
Concntiencia prescncinana, en Botatogo, las cegatas organizadas Canoa de oualro remos, ganadora del premia •Qeaecal Roca*, 9n las
en bonor del representante argentino, regatas.
|;iktfc>
Broma tucumana
Era la per?onalidml más snliontc de nqucl pueblo, pcr-
diilo entre las sienas de Tuciimán, y ya es sabido que
ser personaje lleva aparejada, á varios privilegios/una
regular serie de pejigueras. en otras oartes darla resultado, pero nlll no podría apli-
Por eso lo cayó á don Liaandro el nombramiento, si carse tlicno recurso.
bien algo honorífico, en cambio completamente hono- No habían pasado quince días y el señor jofo aparece
rario, de inspector local de la Defensa Agrícola, allá por on casa de don Lisandro:
la época en que empezaba á organizarse la lucha contra — jEs posible que aquí no acierten á matar la lan-
la langosta. gosta, como le he ex))lica(loV No hay más que agarra»
Aquel año habla bastante, que llegaba del Chaco on el tronco y sacudirlo fuerte. Para que se dé cuenta, yo
mangas interminables; y el jefe regional, residente on el mismo voy á enseñarle, y usted verá. iQulere que haga-
Rosario, tenía puesta toda su atención en las comisarías mos mañana la prueba?
é inspecciones del Norte, á las que consideraba algo así — iCómo no! Lo voy A llevar A im sitio donde ha caído
como fortines avanzados, frente á la vanguardia del ene- ayer una manguita, Vo creo que no va á conseguir nada;
migo. Sólo que don Lisandro no daba noticias satisfac- pero tampoco se pierde nada con ir.
torias sobre el éxito de su campaña; y un día contestó
á la comunicación número mil, nianifestando.se fastidia- Al (lia .siguiente, allá se fueron don Lisandro, el jef.>
do. ¿Qué diablos iba á hacer él con dos peones, única V los dos peones, jirovistos de unos metros de arpillera,
hueste puesta á su disposición por el mezquino pre- Echaron pío á tierra on una loraita poblada, no do ár-
supuesto? boles, sino de numerosos cardos do eandoloro, única
vegetación alta de a(|ueIlos pagos, cubiertos ciertamoii-
Nueva carta del jefe llamándole la atención sobre el to de los peisoguidos acridios, poro también de las for-
pliego impreso de instrucciones que lo enviaba, entre las midables espinas que los caracterizan y revisten com-
cuales había uñado, seguramente, eficaz aplicación en su pletaraente.
caso. Debía atender espeeialmente á destruir la langosta
que 80 posa en los árboles porque, saeiuliendo "enérgica- Al ver^ los cardos el señor jefe regional do la Defensa
mente los troncos con las manos, de mañana temprano, Agricola'se quedó estupefacto y miró al túcumano que
cuando están todavía entumeciilas por el frío de la no- socarrona'inente y con la tonadita provinciana, lo decía,
che, caon fácilmente al suelo, donde si so han extendido señaHndole loa pincho?: ,. _..
previamente unas arpilleras, pueden recogerse y matar- — ¡Saácúda, pues!
60 muchas, con un personal muy reducido. C. VILLALOBOS.
A esto contestó don Lisandro (lando la opinión de que Dib. del mismo.
La visita del Presidente á Tucumán
El banquete oñcial
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La sala, durante el baaquete en la casa de gobierno, en honor del Presidente de la El doctor Snenz Fcñii contestando el discurso del go-
Nación. bemador Frías Silva.
Visita al ingenio "Mercedes"
La seDora del miaistro Boicb y damas (aODmaoai, llegando al Llegada al ingenio de los mlnislios del lutcrior y do Guerra.
Ingenio.
En los campamentos
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y^-l^ ^^KÍn^P^^HBH
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S^WwH
Presentación de jefes y oticiales al doctor Sácoz l'eu,\, rti el laiu- Eí Presidente felicitando al general O'Donoell, por el estado de las
pamento. tropas de su comando.
Banquete de la industria y el comercio
Aspecto de los palcos durante el banquete en el teatro Personal del hotel, aguardando el paso del tranvía para llevar el servicio del ban-
Alberdi, ofrecido al Presidente por la industria y el qnete, al local del teatro,
comercio.
vista general del teatro, durante el banquete de las delegaciones industriales y comerciales. El ministro de Agricultura, doctor Huiioa,
contestando los discursos.
BISIPW
r , '^fi
iS^J(^¡^HN
p^p
Descenso del Presidente y comitiva, en la estación San Pablo. S. E., con su esposa y el ministro del Interior, admirando los ca*
ñavcrales.
Llegada de la comitiva al pie de las obras del rio Loles. Recorriendo las obras del Loles.
•"•••-* '•''«t
/"
•P^?5P*WH1KS
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E^m^ 1" '^
la seAora del Presidente en el ascenso
á la meseta.
nos del Presidente, una solicitud para un pasaje
á España, que le Iu¿ acordado.
i
El gobernador de TucumAu, ayuíluudo ú £1 obrero Juan Ramírez Gutiérrez, entregando en ma- El Presidente coa el iogcnicro Flcining
director de las obras, ascendiendo en
el luniculai.
Los juegos florales
Aspecto del tealio Odeán, durnale ia celebración de los juegos La reina del torneo, señorita Eduarda Bares, y la corte de amor,
llórales.
Excursión á " L a F l o r i d a "
El Presidente y comitiva en «La Florida', viendo ejecutar bailes Parejas criollas bailando cuecas aute la comitiva oliciaL
reiiíonales.
• . ,
i?'
^ L ^i ^
ía comisión de caballeros y señoritos, inaugurando su local, con Los señores Fació Hcbequcr, Eclm^Ue, ARüero, R099Í, Velloso y
motivo de la visita del primer magistrado. Hamilton, después del banquete con que les obsequió el director
•; ,. de <E1 Orden-, señor Rossenvald.
1 V '*? • ^ m
i
El doctor Sáenz Peña al llegar á la capital federal, eo su repentino regreso del ingenia Santa Ana.
La conferencia de Astorga
(DUenleta Gaillermo VilliDuevs, maeilo el 15 eo Nuestro ministro, doctor Eariiiue Maraña, en la legación, con U canu;i6n del Centn
Londres. AiKentino, que fué íi saludarlo en el aniversario patín.
'''>]--. i r ' ^ j r f l B í l
^ * ijp^^y
t^'-ll^ ník Jm
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1 ^-^
partidos fiolemnemen-
to hace pocos díaH. Y lO.'j ui'ios, y s\i hija
es s i n g u l a r m e n t e odi- Elisa' Viana de D a m -
ficanto el espect.'ícul:) brosio, (|ue obtuvuí-
que ofrecen las abne- Comisión de señoras y señoritas de la sociedad Entre Nous , que tuvieron á su ron el premie al aitior
g a d a s mujeres pre- •• cargo la repartición de los premios. V ia constancia.
Señoras Natividad Escobar de Viana y Elisa Grupo de abnegadas muieres que fueron a{;racíadas con premios en razón de sus méritos
Viana de Dambrosio. y de su espíritu de virtud.
Mesa cabecera y vista Reaeral del banquete ofrecido por la colectividad francesa, con asistencia del ministro, en el Hotel Pirámides.
'ki¥^^-:t^'r*i Gente conocida
La naturaleza, en su proceso de diversificación, cha greco-romana con el firme propósito de adue-
ha conseguido él milagro de que sus millones de ñarse del Cinturón de Oro, que estará sustituido,
criaturas no so parezcan entre si; aun en los más como novedad, por una banda presidencial nucvecita
semejantes hay rasgos diferenciales que los indi- y luminosa. Dúdase, sin embargo, del éxito, piies
vidualizan. Los mellizos, por otra los conocedores de este arte asegu-
parte, á pesar de ser tales, no pre- ran que hay otros luchadores de
sentan sino una aparente uniformi- exterior menos imponente que es-
<Iad, pues observados en detalle tán, sin embargo, en toda su forma,
acusan algunas características nota- y que se dedican diariamente á un
liles, y en cuanto á los Sosias, no Iraimting eficacísimo. Piz que se
a'bundan, y su parecido es igualmen- especializan en el podismo y que
te aproximativo, si puede decirse así. todas las mai'^anas se dirigen á Pie-
Pero si fisicamchtc la diferencia dras Blancas, á buen paso. . . ¡In-
es absoluta, lo.es mucho más del dudablemente será de ver este en-
punto de vista moral. A poco que se cuentro de colosos tipos y de tipos
observe, íesulta hasta increíble la colosales.. .1
variedad del temperamento huma- . En la cámara de representantes
no. A aumentarla contribuyen luego el tipo singular es el doctor Francis-
la manera de ser natural de cada co Soca, excelente médico, verda-
uno, sus hábitos, sus gustos, sus mo- dero hombre de ciencia.
dalidades, ocurriendo por consiguien- Pero'. . . este facultativo sapiente,
guicnte que la diversidad se acentúa <|iic honra á Montevideo y á quien
y se amplía. En todo ser humano Luchador que toma parte en el campeo- le consideran maestro muchos de
hay <un tipo», dicho sea sin irreve- uato presidencial.
sus eminentes colegas cxtrSnjerosi
rencia. . . En algunos se acusa con rasgos persona- cayó en el pecado original de la política. En la Cá-
llsimos, mientras en los más permanece oculto, de- mara es un despreocupado, calla siempre como si el
bido acaso á que su cxteriorización es poco singu- imperativo del secreto profesional lo condenara
lar. Hay los tipos nobles, los tipos mediocres, los á perpetuo silencio. El día, sin embargo, en que haga
pobres tipos y los ricos tipos, con las variedades oir su voz deleitará al auditorio. Porque sus pala-
correspondientes á cada especie. bras son una m ú s i c a . . .
Nuestra inventiva 6 nuestro deseo ¡Su señoría, el introductor de di-
de particularizar á algunos nos ha plomáticos y jefe del protocolo, don
llevado asimismo á la formación do Fermín Carlos de Yércgui. (Esta
un núcleo nuevo: el de los tipos forma palatina de anuncio la im-
conocidos. . . En esta definición ca- ponen las circunstancias y el hom-
ben por igual los nobles, como los bre). Es un tipo simpático, de ama-
mediocres, los pobres y los ricns )le trato. Resumen de Chambelán
tipos. No caeremos nosotros en el de corte y de clerc de un despacho
pecado de extraer algunos del mon- notarial. Tiene figura aristocrática,
tón para mostrarlos á la ávida cu- pero rompe en parte su armonía
riosidad de los lectores. Nada de eso. la servietle oficinesca, que es un ad-
Seleccionaremos, escogeremos de en- minículo imprescindible para nues-
tre él uiia serie de los que realmente tro hombre.
|morccen el calificativo de tipos ó de jj^j^^ silencioso, Su sombrero de copa alta, su levi-
gente conocida, porque en esta ori- t a de elegante corte, sus guantes
!na del Plata se distinguen, sea por su figuración gris perla y sus polainas café con leche no riman con
¡social ó política, sea por su mentalidad 6 sus acti- él aclminículo modesto en que pone todo su cariño
vidades. y sus cuidados. Los asuntos del protocolo riñen coa
En eí campo político abundan los t i p o s . . . y los la línea protocolar. Su señoría tiene algunos rasgos
prototipos, y los arquetipos. Únicos y exclusivos, originales. Habla francés, cosa que resulta franca-
có'ino ciertos productos de privilegio comercial. No mente excesiva en un hombre que lo dice todo con
es por cierto entre la expresión del rostro, los ademanes de la mano,
los más vulgares y las actitudes del
del buzo, el hermé- cuerpo. . . P a r a
tico, el acomoda- colmo de singula-
ticio, el adulón y el ridad hace sus vi-
oportunista, donde sitas en carruaje,
buscaremos nues- con el consiguiente
tro ejemplar. Mos- estupor de los mon-
traremos un tipo tev i d é a n o s que
de excepción, fuer- consideran esa lo-
t e y redondo, co- comoción p u p t o
mo una columna menos que inac-
milenaria algo obe- cesible.
sa, sostén del Esta- El m i l itarismo
do. Este pingüe es cosa de apostu-
personaje es el pre- ras y de posturas.
sidente del Senado, Quien más dice en-
don Feliciano Vie- tre nosotros sobre
ra, abogado y mi- esa modalidad <(lc
litar á ratos. . . Se cuerpo» es sin dis-
ti iápone .aho.ra.a_tp- p u t a el coronel Ro-
El rival de Sa,vealr«D?nmrchi(o9n por-.,™ar -Part?., eii el sendo F o r r e ira.
táíóliiw). 'campeonato de l u - tíüy que verle pa- Alftulen «uoconliima qaé la tierra gln
r-rr?^ y y;'
De Santa Fe
Enlace — Baile — Mmifestación
1 'l:\
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1
Enlace i:«ue;iitc^y-iriajju. - u>j uei,ii>iaJjj y seaantai üei cor- uraijo ae asuiejiej ui ÜUUÍ que lu/o iu<.u en el uiuu aei orJea,
teio en oaaa de la novii, después de la ceremonia. en celebración del 9 de julio.
Cabeza de la procesión cWlca,or{aniiadi parla juventud estudiosa, £a U plau San Miriin, en donde se colocó una placa simbólioa
en la tarde del 9 de julio. en la estatua del libertador.
Señor (iapeliari, del Colegio Seüor Juan F. Lauzntti. Señor F. Ramos O, Señor AJcides Homero, uoiveis
Haolonal. delegados de los estudiantes de La Plata, átario santaleoino.
Jóvenes oradores que diiigieron la palabra al público en la plaza San Martin.
La delegación de estudiantes de La Plata, en la universidad, coa el rector, el jeto político, el intendente, otras autoridades y estudiantes.
, ,, . . , . santateoinos. .^ ,, , . .. • *, -•-; .„ . -.
Recepción en el consolado banoés, el 14 de julio, con asistencia dei intendente y otras autoridades y numerosos representantes de la colec-
tividad rrancesa. ,
Aspecto del foyer del teatro Colón, durante el baile organizado po: la colonia Irancesa.
£1 gobernador, señor Menchaca, el intendente, el cura párraco y Mesa de honor en la cena de la kermesse orüanizada por las damas
otros, saludando al pueblo, al salir del Tedeum, el 9 de julio. tosaiinas, en la noche del B.
La huelga de chacareros
' ^ \ • • • • . • (
'1 1 1 1 i . 1
— ¡d j
Asistentes & la reunión de propietarios de campos y arrendatarios, celebrada en el Rosario, oyendo la exposición del doctor Francisco Bue-
na (X) en favor de los chacareros declarados en huelga. i
;• V-.; .¡v,. ::-.v 'i g j doctor Jtisto en Santa Teresa ';•'•''.• ^ ';•' "VÍ¿-
El diputado nacional doctor Justo, dirigiéndose k la asamblea de Colonos huelguistas, esperando el momento de entrar A la misma
chacareros, en Santa Teresa. asamblea.
.ri-.:;:Aí> = ;:-:>;*í^::?-
£3 doctor Justo, hablando ea la Aceptación, por los huelguistas, del rroyecto de impuesto sobre el mayor valor de la tierra, presentado
asamblea. por el Gobierno Nacional al Congreso.
Almuerzo ofrecido por los colonos de Santa Teresa al diputado niicioaal doctor Justo.
Francisco Bulgoni y Francisco Fe- Comitión de colonos que tomó á su cargo la organización de la huelga de tus colegas en otros ptm-
niginl, colonos que iniciaroa la tot, como Clubis, Fimat, etc., y que alcanzó pleno izito én sn misión.
huelga en Santa Teresa.
Enlaces. — Bodas de piafa
Señor Juaa MiwJfffli', Los esposos don Eruesto M. de Torres y doña Rosalii Dolores Ma.zano, rodeadoA Señor Lindolfo Deber-
de BUS hijos, ea la tiesta intima del día de sus bodas de plata. uordis.
Fiesta Norteamericana
EB el hall del templo amerioano, durante la liesta. — El ministro, Mi. Qatret, «eñora y algunos conouirentos.
Las nuevos peritos na<:ionales en Agricultura y Ganadería
Don Vicente Vigoole. Don Ourval S. Espindola. Don Florencio Aubone. Don Sem Moyano.
Conlerencia del ingeniero Carlos Ruiz, sobre nuevos métodos para la medición de las distanbia?.
Banquete ofrecido al doctor David 3. Spinetto, presidente del Centro de Estudiantes de Medicina.
Uesa directiva del Centro, señores A. M. Oindara, presidente; V. AiÍ9t«nt«|.i iA iiutlKUCSCÍ6n del Centro, realizada en el local de la
Franco, vico; E. Slrieker, tesorero: A. Foulard. secretario. , v- t », _ -,- : oalle Florida,
^ •.''> •
Necrología
La muorto do este La república do •
oBclarccido brasilu- Chile acaba do per-
ño, ha conmovido 4 der á una de sus pcr-
todo el continente sonaiidades más dis
poique fué una jxir- tinguidas en la raa-
Momuitlníl <k: iriadiu- riiiii, el estado, la
ción culminante, y política, y la socie-
su labor en la pren dad: el almirante
sa, en el parlamento Juan José Latorrc.
y en el Estado, llevó fiem- Figuró des<le muy joven er.
|)re un S(Í!1O de elevado cri- livH brillantes campañas de
terio y de amplias aspira- su país. Fue legislador, mi-
ciones en bien acl engrande- nistro y cabeza del partido
cimiento del país que lo liberal-democrático. El so- Almirante J. J. Latorre,
Doctor QuiulíDO Bocayu- contó como hijo suyo, y do polio do BUS reatos fué un
va, tallecido en Rio de gran duelo nacional. tallecido en Santiago d«
la América toda. ChUe.
Janeiro.
Capitán Francisco R. Maiquez. Seüor R. Hartinan. Señor Pedro Oiapar. Señor Pedro M. G¿moz Señor Felipe Parera.
Visita del Vicepresidente á los nuevos destroyers
Si doctor de la l'Mza, con los ministros de liacienda y marina y el doctor Figneroa AI- El Vicepresidente, llegando al «Córdoba-
corta, dirigiéndose á los destroyers.
Recorriendo con los ministros la cubiciu» >U1 toidoba'>. Después de la visita, disponiéndose á subir al crucero «Buenos
Aires», para el almuetio, '
Festival en ta Casa del Niñt
Grupo de asilados y '^scouts boys-' que usiiuürou u la tiuiía. — iiiii)octo del sxloa durante lA ejecucioa de los diversos Dúmoroi aue loraiubaa
el protrrama.
ívuil'aiu Utí L^vu\* macea y AJO..ÍÍ-I,O ^. Los paürüj ÜÜ i.i oa.eajaujrA, vyaLai.a-» U^UÍ-^Ü y
ODaado contrajeron enlace. Francisco Maoclii, con sui nietecito), y el subcomi-
Carlos Simón SaUi, sario Feyre y oficial inspector Torre], que descu-
amante é instigador. brieron el crimen.
Un crimen, que en principio pudo muy bien quedar cabo ante la justicia, la quo no ha ccjtdo en su empe-
impune, dn<Ias los ciroun.stiinc¡a.s en que so cometió, ño de esclarecer el crimen un solo momento, hasta verlo
ha sido descubierto rápidament?, mediante l,i inter- coronado por el más completo éxito.
vención de la comisaría de; investigaciones. Elvira, para conitítor «u repugnante delito, no ha
Nos referirnos al envenenamiento do quo fuó víc- tonillo en cuenta para nada la existencia do sus hijitos,
tima Domingo Davcgnino, por su esposa Elvira Mac- ni la de sus padres, dos pobres viejocitos; no ha tenido
chi, instigada por su amante, (Jarlos Simón Saisi, quio en c u n t í más quo el capricho por un hombro que,
nes lograron primeramente, con sus rotunilas negati- como recompensa á su saerilieio— no deja do serlo —
vas, casi ponerse á salvo do la responsabilidad que les ha dicho quo jamás la había vi^to.
En defensa de sa honor
ICn la vecina ciudad de
Avellancila ocurrió un hecho
de sangre, del cual fuer.jn
|>rotagonistas la joven espa-
iÜ
ñola Kduarda Ksniarce y el
.sujeto .Antonio Naveira, de la
CooooBeo úm poeteDi
Un señor pregunta ¿ un niño:
— iC'uántos años tienes?
— Cinco.
— ^Y el año pasado?
—CUiatro.
— Pues tienes nuevo, porque cuatro
y cinco son nueve.
Comprendió ol niño la broma y pregun-
ta á su int(!rloeutor:
— Y usted, ¿cuántas piernas tiene?
— Dos.
— y el año pasado, ¿cuántas tenia?
— Dos, natuialmentc.
— Pues entonces, es usted un borrico
porque dos y dos son cuatro.
M. ARAÜOOnEN.
Demc un par de botines que
no me liagiin (hiño en la eabeza. ICn un examen do geografía:
~ iCómo?... — Niño, ¿dóndo está situada Ingla-
—• Sí, señor; porque mi mujer terra?
tiene la costumbre tío tirármi'Iosi — Debo estar [wr mi barrio, porque
¿ la cabeza.. cada vez que llaman á la puerta do mi
J. LIMA. casa dice mi papá: ¡icUn inglés!! ¡un
inglós!» IJO ([tío nos envidia
S. V. T. Francia no es Meliya ni
Un individuo muy afieionado & la Adrogué. las chumberas del Rif,sino
bebida, según lo atestigua el color do el jaleo y el garbo que ella
BU nariz, ilecia diu.s atrás á una mujer • Entro vccino.s: no tendrá en todos los
hermosa: — Dígame, vecino: ¿so pono usted á dins de zu vía!...
— Le juro il usted que sus mira- leer algún lil)ro chistoso cuando se
J. LOSANTOS.
das me embriagan. acuesta?
— Confiese usted que si siemjire — No, señor. ¿Por qué mo pregunta
80 hubiese embriagado con las mira- eso?
das de las mnjeri", no tendría u8to<l — Porque todas las noches le oigo reír á carcajadas.
la nariz tan encarnada. — Es que, al sacarme las medias, rae hago muchas cosquillas.
ELENA FILISETTI. ANTONIO GADCIA.
liosa rio.
Ayer de madrugada me encontró on una situación bien difícil,
dice un marido á otro.
— ¿(!ümo fué eso?
.— Muy .sencillo; volví á casa tarde, mi mujer me oyó y dijo;
—('¿.luán, ([110 hora es?»
— Las doce, querida, contesté y o , y o n aquel momento el mal-
dito reloj (le cuco se pu.so á cantar tres voces.
— ¿Y cómo te arreglaste?
— ¡Pues tuve que (luedarme allí y cantar yo las nueve restantes.
EDUARDO MOXTICELLO.
: . • ' • • •
^^^^- -^wp
Uno que se las echa de sabio, decía en una tertulia: ^ ^^THÍ -^•
.'r^ .'. .-C
— Yo soy como Sócrates: «Sé que no sé nada».
— Por desdicha — ezolamó un contertulio — «también lo Peonza sin múeica.
Babemoa nosotros». p. QARCIA.
. . . . • » L. M A B T K K Z .
Dos escultores que vuelven
Acaban do regresar al país dos escultores que tienen
1)ien ganada fama, aquí y en el extranjero. Torcuato
Tasso es autor de muchas obras delicadas y do algunos
monumentos importantes que acreditan el poder de
su talento y el vigor de su cincel. A Martin (,'asals, so
tleljen, asimismo, trabajos de aliento, como el monu-
mento al padre Benavonte, y obras de otro género,
]5ero también do gran valor artístico, como el cofre
|)ara la bandera (le guerra destinada ol crucero «Tucu-
nHÍn>>, bajorrelieves, medallas, etc.
Radicados en el país, ambos escultores contribuyen
elicaz y brillantemente al desarrollo del arte y á la ifor-
niación de eso ambiente do amplia y ecléctica cultura
artística, (jue está colocando á Buenos Aires entre las
Torcuato Tasso. grandes ciudades amantes do la belleza. Hartia Cuals.
Fiestas sociales
La mesa central en el banquete oigaaizaila por el «Orleó Catalá>, eo honor del ex presidente señor Faosto Casáis.
Alumnos del Colegio Fueyrredón, que cantaron el himno nacional Concurrencia á la fiesta organizada en el Colegia Fueyrredón, con
en la tiesta realizada el sábado último. motivo de la inauguración de una estatua.
Asistentes i la tiesta danzante celebrada el 13 del presente por el centro recreativo y lilodiamático «Arte e Natura-.
Una escena de la pieza representada en el Orfeón Español, en la velada social realizada el sábado último.
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Concurrencia i ia liesía social celebrada en el salón de la sociedad «Juventud Riojana Española', el sábado 13.
•ÍVI^HÍ
Asistentes á la Inación teatral, seguida de baile, organizada por la sociedad de Israelitas Argentinos, el 13 del presente, en el salón de la
.„_ .,,, yocie(la4.<lago di Como".
Kl ininistro de lii.stniccióii Pi'il)lica se.liii jiasiulo una Es <lecir, que l)or irla á buscar si^ gastó en carbón
tomporailtt en r\ Igim/.ú, contemplando liis famosas ca- más que lo quo valía.
taratan. Pero todo lo justifica el hecho de quo el Presidente
Eso descanso, ()iio para honrar á la patria, so ha no quería perder su cabeza en un acto tan solemne
tomado el doctor Girro, nos lo vuelve apto para el como la entrada á Tucumán.
trabajo. Y bien en la Suprema Corte, ó en el minis- Pues no es un grano do anis
terio de Justicia, esíil dispuesto á desarrollar jtlancs para nuestro Presidente . , .
nuevos, porque los aires puros do la selva misionera exhibirse ante la gente
lo han dado nuevas l'ucr/.as para reponer la bilis per- sin su galerita gris.
dida con los sueltos de los diarios.
.Mil, resf;uarda<lo de los fríos invernales, ha com- * « •
prendido lo que val(^ el calor de un ministerial. líl nuevo proyecto sobre reformas á la ley do quie-
Y don Juan Jlamerto G uro bras está redactado con un propósito poco tranquili-
dcspuós de esta nueva andanza zailor ])ara el eimicrcio.
hará aljií'in ])lan do enseñanza Por él no se e.scajja ni el dactilógrafo, ni el portero,
«luo de lijo será mi barro. de ir á la <iíreel en caso de que sus patrones se presen-
» ** ten c\\ quiebra.
líl gobierno norteamericano ha invitado al Departa- J)e seguro, que el jiroyccto ha sido inspirado en esos
mento Nacional de llicienc para quo envié represen- avisos tan comunes (|ue empiezan: «No más quiebras».
tación ul Confíreso del Opio, quo so celebrará esto año ** *
en Nueva York. Las obreras de las fábricas de camisas do Taunton
Rntro los candidatos pro)iuestos, parece que el más se declararon en huelga.
Indliadi) para reiiresentar á nuestro país en el Congrc- ^lo se sabe si el conilicto se prolongará mucho tiem-
fco dc;l Opio podría ser el doctor G irro. po; ¡lero, si asi sucede, es de temer que en el (jucblo
.\l abrirse las sesiones, seria el ¡¡rimero en sentir los de Taunton hasta los más aristocráticos habitantes so
efectos del tema puesto á debate y estarla cómodo. conviertan en tlescamimdon.
l'odría acompañarli^ su amigo el doctor Agote, quien Y en este caso, no fuera
demostraría fácilmente <pio un discurso es más cticaz cosa de tomarlo á risa,
quo el opio para ))roducu' el sueño.
el ver, por la vez primera,
Uno y otro nombramiento ¡todo un pueblo sin camisa!
serian a cual niils propio
Apote, por soñoliento; ¡Y tendría (pie ver quo una huelga ocasionara lo quo
y G.xiro, porque da el opio. no ha podido conseguir ningún ministro do hacienda,
* * * á pesar de sus buenos deseos',
La Union Nacional do la provincia de Buenos Aires » **
ha resuelto separarse de la Unión Nacional do la Ca- El Prcaidento no quiso trasladarse á Salta á causa
pital. do quo el vagón blatico, símbolo do su lohongrinesco
Con esta resolución protocolo, no podía correr por trocha angosta, y hacer-
parece muy natural lo en un vagón vulgar, y estrecho por añadidura, no
quo so convierta la Unión es para gobernantes do su volumen. Hubiera resultado
on «Desunión Nacional». un pasajero con más ó menos equipaje.
Y por más que so despejo Esta vez la casualidad, velando por el presupuesto
el horizonte, el partido do la provincia do Salta, la ha librado del gasto ele mu-
será lo que siempre ha sido chos miles de pesos.
un p a r t i d o . . . por el eje. So dice quo varias provincias piensan cambiar do
trocha.
La historia anecdótica del país ha inmortalizado
sombreros ciuo pertenecieron ¿' varonc.«! ilustres. El Publicaciones recibidas:
chambergo cic don ]5artolo, y la galera de don Adolfo «Lecciones de Psicología», por el doctor Martin Do-
faxlavia conservan su tradición. deu. Es una obra de indudable utilidad por ser la única
El chambergo del general Mitre tieno el honor do que so ajusta á los programas do los colegios nacio-
exhibirse on el Museo Histórico por haber resguardado nales. Los teina.s que desariolla están presentados en
la venerable cabeza del procer, pero con tocio eso, la lenguaje sencillo y contieno numerosas citas y notas
alera gris ilcl actual presidente, puedo vana<|loriarso que la hacen muy recomendable, no sólo para los alum-
S o haber hecho volver atrás al tren ¡¡residencial para
quo la sneaian de su protocolar sombrerera.
nos, sino para los quo so dedican á la enseñanza do la
Psicología.
JUGODEUVA
"Trapiche
BtMECASHnOSyC'
5anñartin 420.
9* A-
F O L L E T I N E S D E "CARAS Y CARETAS'- (8)
— C ó m o . . . todavía so ignora — repuso el juez con hacer confusiones... vamos, ¡que ofenden, que deni-
singular expresión — pero espero que usted, mejor en- gran! Eso, señor juez, no lo puedo tolerar.
terado quo los demás, pueda darnos algunos datos al — Se equivoca usted — contostómo al punto: — na-
respecto. jNo es así? die ha hecho confusiones. Sé, conozco porfectamonto
— ¿Yot — contestó mirándolo atónitamente. — jY todo cuanto ataño á usted como protagonista amoroso.
qué puedo saber yo do csoV No .sé por q u é . . . Nada ignoro. Hace algún tiempo, excitado sin duda por
— Vamos, le voy á a y u d a r . . . jNo lo parece á usted el ardor do su sangro juvenil, dio usted on la m a n í a . . .
una coincidencia muy significativa, que la desapari- — si, es la palabra... — la manía do flirtear á cuanta
ción (le Natividad ocurriese, precisamente, el mismo jovenoita so le mostraba dócil á sus requerimientos
día del crimen? ¿No pudo ser ella la asaltante, ó mejor de cortejante. Tres do esas jovencitas — ya ve usted
dicho, la concurrente á la BÍ estoy bion enterado —
pieza, y .sor, por lo tanto, la fueron las quo más tiempo
víctima? La huella deaiiue- ocuparon su atención...
lla m a n o ensangrentadii, Aunque sé los nombres do
impresa .sobre la colcha, es, esas tres precoces Julietas,
por su pequenez, la de una no creo del caso, por inne-
m a n o femenina; y, scRÚn cesario, recordarlos aquí. Y
referencias autorizadas, Na- fué on aquel entonces quo,
tividad, no obstante su du- airastratlo indudablemente
ro oficio, era de mano chica. iior celos inscn.satos, formu-
Sinforosa, que debe saber- ló usted amenazas do muer-
lo, lo ha atesligundo, expre- te contra su rival (que era ol
sándose típicamente a s í : joven Mario Bonilla), con-
«¡Una mano, mismo, de se- tra «ella», la pérfida, y con-
ñorita do lujo!» tra usted mismo. Vaya, dos
— E s o es cierto — dije homicidios y u n suicidio,
yo sinceramente: — mano como quien dice, «en vere-
grande no t e n í a . . . mos». ¡Sin embargo, la cau-
— jVo u s t e d ? . . . Ahora, sante de esa hecatombe «ad
lo q'ie nos hace falta ocla- futunim», no era, no, ningu-
rar— prosiguió el juez con na de esas tres jovencitas:
precisa lentitud — son lo.s cía una cuarta Julieta igno-
motivos quo condujeron á rada, clandestina, por la
Natividad al cuarto de us- cual sentía usted un amor
ted, y por qué se la mató... no tan platónico, no tan
jAcaso estaba usted enamo- ideal; debía de ser una de
rado do ella? o.'«is pasiones carnales, in-
—¿Enamorado do ella?— vencibles, que transforman
repuso en el colmo del estu- al hombro en una criatura
l)or y del escándalo.—¡Ena- iiRonscionte, ciega, b r u -
morado de una mulata!... lal. . . ;.10h, no es asi?
— No importa: conteste — ¡No, señor! — repliqué
á la pregunta. con viveza. — Aquella ame-
—¡Pero de una mulata!... naza loca, estúpida.. . en
— Bah, bah: ¡no so exal- lili, como usted ()uiora Ua-
to usted tanto, amiguilo' iiiaila, hlzomela formular
La debilidad humana es la hija d o . . . d o . . . do un
grande, y sobre gustos... .iMor. ¡No hubo por medio
ror otra parte, Natividad J ninguna otra mujer!
era una mulata clara, joven — Inútil os quo usted se
y do muy «buen ver», se- Fijé la visla en lo escrito, y quédeme absorto, helado. orapcñe en disimular la ver-
gún dicen. Nada de extraño dad! — contestóme severa-
tendría quo usted se hubiera apasionado do ella... mente. — Ni osa niña, ni ninguna de las otras dos,
¡Oh! Cosas j)eoros so han v i s t o . . . ¡Ya lo creo! podían impulsarlo á talos excesos. Hijas do familiaa
Bajé loa ojos confundido, aterrado. ¿Era iX)siblo que honorables, sus flirteos con usted no serian más que
un juez, quo todo un respetable señor juez, pudiese ad- los consabidos coloquios, las archiviojas chiquilladas
mitir, como cosa natural y decentó, que un hombro que empiezan ó terminan sin ningún motivo serio,
blanco, do familia distinguida, se enamorase do una sin nada trascendental. ¡Se hubiera usted guardado
mulata? Con la inexperiencia, la candidez de mi ju- muy bien—añatlió removiéndose en ol asiento — de
ventud, supuso quo aquel magistrado dobía s e r . . . jcó- prometer balazos á ninguna de aquellas niñas Sólo
mo d i r é ? . . . un poco sinvergüenza. ¡Pareoorlo bion las el recuerdo del padre, lo habría hecho ternblar.
mulatas!... — E s o . . . ¡quién sabe! — repuso ofendido do quo
— Soñor juez — respondí destempladamente: — ¡yo se dudase tan ligcramento de mi valor.
sé cuál es el lugar que me corresponde on la sociedad! — ¡Oh! Déjese usted do fanfarronadas — respon-
Y no me parece quo mi conducta pueda hacer creíbles dióme. — La causante do sus amenazas ora — diga lo
semejantes imposturas... ¡Gracias á Dios, todavía no que usted quiera — mujer do otra oategoría, raujeí
ho perdido la dignidad! de otra calaña. Esa fué mi creencia primordial; y si
El juez irguió la cabeza. no le di importancia ulterior al asunto, motivólo son-
— Sepa usted, Arroyo — dijo con altiva mesura — oillamente la convicción do quo todo ello no había sido
que yo no ho hecho ninguna suposición aventurada. más quo palabras, palabras... Poro, al producirse la
No soy yo quien lo acusa á usted: ¡son los hechos, los desaparición de Natividad, cambió do ospooto la cues-
hoohosl tión. Verdad es quo la causa de esa desaparición podía
— Pero el que yo haya estado enamorado.., algu- sor, i)or ejemplo, la fuga d© Natividad con un novio
nas veces — respondí un poco vacilante al confesaü 6 con un amanto.
mi actuación como Borneo — no habilita &, nadie para — ¡Eso, nunca! — protestó yo con irracional bidaU
Riiía. — N a t i v i d a d ora lina iiiiichacha iiuiy juiciosa, . ¿Nosotros dos? ^ e x c l a m é )ierplejo. — ¡Yo n o
m u y di<ína, que (Uí.sprociaha á los iiondu'CH. T a n i-s asi, (engo nada (pie ver con (wo! Si él es un sinvergüenza,
í c ñ o r juez, que t>n v.krtíí ocasión le oí proiiuiiciar u n a ;la respon.saliilidad es s u y a , no mía! X a t u r a l m e n t c . . .
frase n m y c.\])rcsiva. Uslcd d i s p e n s o . . . peio ella dijo: — N a t u r a l m e n t e — repitió el juez con intención —
«¡Ix)S homl)i'es! ¡Los hoinl)ics! N o sirven ni p a r a barrer se a r g u y e que, si en 1» desaparición do N a t i v i d a d ])arto
el iní¡ern()'>. le toca li Bonilla, o t r a ])art(! debe eorrespondcrlc á
Sonrióse el juez y contestóme; u s t e d . . . ¡No olvide los a n t e c e d e n t e s del hecho, que
— Ksa frase no tiene la trascendencia ((ue iistod le son a b r u m a d o r e s ! Recapacite usted, y t a l vez recuer-
da. P u e d e m u y bien ser el desahogo d e la envidia ó del d e... /.Qué consigne usted con negar?
despecho: no p r u e b a na<la, n a d a . . . Pero las pei'sonas f e r r é los ojos a n g u s t i a d o , como si m e doliese el ce-
mejor informadas, no d a b a n á Niitividail ninfíún cor- rebro.
((ajante e o n o e i d o . . . Ksto e r a lo por mí averifrnado. -— N a d a t e n c o qué decir, señor — rc^pnse con serena
De mutlo que, reehazando esa causal i>ara justificar alfivez. — N a d a . . . ¡Soy un h o m b r e h o n r a d o !
su desaparición, foiv.tisamcnto t u v e que d e t e n e r m e en l'or m á s (¡ue debiera i r r i t a r m e a(iiiella obstúiación
o t r a que ofrecía mayores ca- del juez para que yo confe-
rncteristicas de o p o r t u n i d a d sii.sc un (lelito quo en ningu-
y l ó g i c a . . . líecordé cuton- na l'orina h a b í a c o m e t i d o ,
CCH la famosa amena/.a d(^ me s(Mifía, por el c o n t r a r i o ,
usted; y la de.saimrición de casi propenso á d e c l a r a r m e
Nativiílad, coincidiendo con cnljiable, en fin, ¡á decir «sí»
aquella huella ensangrenta- á todo! ¡De tal m o d o , ami-
d a de tnia m a n o d<^ nnijer, gos m i o s , torturábame
y, por último, el halla/.^io de a(jiiella e t e r n a investiga-
un d o c u m e n t o lirniado ))or ción, plagada de a b s u n l a s
.Mario Bonilla (su rival), (lió- sosiicclias y desesperantes
me, cu eonjuiito, la iKM'sua- evidencias! L a inexplicable
Sión clara, indubitable, (|ue (lesa])arieión de N a t i v i d a d ,
.se h a b í a despejado el en ij;- que j ' o no podía díísmentir,
ma. ¡Usted y.Mario Bonilla u n i d a á aquella h u m i l l a n t e
eran, sin discusión, los (¡ue c a r t a d e Mario B o n i l l a , t a m -
luchaban por con(|UÍslar los bién reveladora, q u i t a b a n
favoies de N a t i v i d a d ! Y á mi á n i m o t o d a s sus fuer-
ella fué la sacrificada. zas d e lucha y vindicación.
— Señor juez — dije yo. .Menos dueño de mi inocen-
a l a r d e a n d o toilavia de Qiii cia, y poco seguro v a d e m i
jot». — Conozco bien á Sl;i irrcsponsabílicrad, di enton-
rio Bonilla y no lo eren ces cii buscar factores quo
t a m p Q C o c a p a z . d e enamo- pudieran h a b e r m e a r r a s t r a -
rarse de u n a n u d a t a . ¡Iv- do al delito ¡nconscient(!-
u n mozo nniy decente! m c n t e , sin quererlo yo. Y
— Lo será —respondió el líense que en mi niñez ha-
juez; — sin e m b a r g o , tengo bía ])a(lecido de sonaiiibu-
en mi poder lui d o e u m e n l o li ino, y que m u y bien po-
que acredita f[ue él preten- dría ser (¡ue en eso e s t a d o
dia á N a t i v i d a d . Ksa ¡irur a n o r m a l h u b i e r a interveni-
b a fué h a l l a d a en el e n a l t o do en aquel d r a m a san-
d e ésta; y un emiileado de L:riento... C o m p r e n d o quo
jxilieia, qiu^ ha sido etuiipa- • sto ora d i s p a r a t a d o y ri-
fiero d e Bonilla en el telé ; liieulo; a h o r a lo c o m p r e n d o
grafo, reconoció la letra co- i asi; m a s entonces pareció-
mo suya. T r a t é en seguida ! ni(' b a s t a n t e razonabI(5' y
d e interrogar á ]!onilla so- ' xplicatívo, y si nó llegue á
bre CSC p u n t o ; m a s no )iu<le 1 .s presarlo en t é r m i n o s con-
hacerlo. Por aviso de no se y ^^ aquel monicolo solemne, de indescriptible amargura, en cretos, no fué, c i e r t a m e n t e ,
sabe quien, enteróse a ticm- ,ue buscaba absurdamente la muerte... por decisión mía, sino por-
po que la justicia le busca- (lueel juez, c a n s a d o ó abti-
ba, y se h a escondiílo. Se le e n c o n l i a r á , es n a t u i a l ; pero, rrido, sin d u d a , d(^ t a n t o bregar en v a n o , suspendií»
e n t r e t a n t o , h a s t a su propio padiií reconoce sin vacilar el interrogatorio y ordiMió me reintegrasen á la pri-
la l e t r a . . . Usted, que es su amigo, ¿se a t r e v e r í a á sión. .Al r e t o r n a r á ella, e n c o n t r é m e ¡ay! con u n a con-
decir, en coneícncia, si es ó no d e c\ la letra del docu- movedora novedad: era lili t e l e g r a m a d e mí p o b r e p a -
mento? dre. Deeiame texfualniente; «Desgraciado m u c h a o n o ,
— Sí, señor •— respondí con firmeza. — L a conozco ;,(|iié es lo (¡ue lias lieelio? No lo desesperes; voy en
perfectamente; sobre t o d o las «erres) y las <tes» son tu auxilio en seguida. T e a b r a z a . . . »
inconfundibles. — ¡Y el viejo te salvó, es claro! — i n t e r r u m p i ó Nú-
— Muy bien; a q u í tieno usted el d o c u m e n t o . . . ñez con r e d u n d a n t e a d e m á n .
Y e n t r e g ó m e el juez un p e q u e ñ o trozo ile pajiil. Kijé — Mí p a d r e — respondílo — hizónie el más g r a n d e ,
la vista en lo escrito, y quédeme absorto, helado, ¡Kiii, el m á s inmenso de los favores. P e r o . . . sigamos con el
sin lugar á d u d a alguna, la letra de .Mario Bonilla! Decía hilo del osuiilo. . \ q u e l telegrama (naturalísimo, por
así aquel ])apel: «Natividad: M a ñ a n a , á las seis <U\ la cierto), produjo, no o b s t a n t e , en mi espíritu singular
t a r d e , y a safies dónde te espero. No faltes por n a d a . p e r t u r b a c i ó n . Antojí'iscme algo inesperado, extraordi-
T e quiere siem|ire, M...» nario, terrible, que llegaba h a s t a mí con t o d o s los re-
— Señor juez — contesté a t a r u g a d o por la derro- proches y condenaciones d e un justiciero, y no con el
t a : — esta letra es la do Mario Bonilla; no se p u e d e cariño, ía ansiedad, el fervoro.so anhelo do un p a d r e
negar; pero y o no tongo la culpa que él s e a . . . t a n sin- (|uc corre á salvar li su hijo e s t r e c h a d o por g r a v e s pe-
vergüenza. ligros.
— P e r f e c t a m e n t e . . . m u y bien — respondió el juez
con vi.sible satisl'acción. •— Jíso es lo quo yo deseaba: {Coiilinuará).
la. comprobación de la l e t r a . . . ¿Y c u á n t o t i e m p o
hoce — añadió — que p r e t e n d í a n ustedes dos á Na- Dib. de Eiiscvi.
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y los fabricantes de BU-BÚ obsequiarán á los 5 maestros y 5 maestras que
resulten con la mayor cantidad de votos, con:
Al maestro y maestra que obtenga el mayor número de - > .
votos, cada uno $ 1.000 $ 2 . 0 0 0
Al maestro y maestra que le siga en número, c/u. " 200 " 400
A los tres maestros y maestras siguientes, c/u. " 100 " 600
$ 3.000
Cada niño en la República tiene el derecho de votar tantas veces quiera,
siempre que cada voto venga acompañado por un Cupón de BU-BÚ , que
contiene cada lata.
Para que ios candidatos conozcan su posición en el Concurso, cada miér-
coles se publicarán en el diario "LA ARGENTINA" los nombres y cantidad
de votos obtenidos por los 5 maestros y maestras más favorecidos. El Concurso
cierra el día 25 de noviembre de 1912; todo voto debe remitirse por escrito á
M. S. Bagley y Cía., Limitada, calle Montes de Oca, 199, mdicándose con clari-
dad el nombre del maestro ó maestra por quien votan y la escuela donde ejerce
sus funciones.
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cura liis varices cuando son recientes; las
mejora y las vuelve inofensivas cuando son
inveteradas. Suprime la debilidad de las pier-
ñas, ia pesadez, el entumecimiento, lo3 doló-
res las incha/.oncs. Previene las úlceras
varicosiis ó las cura (• impide sus frecuentes reproducciones. Tratiraionto fácil y poco coslo.so. Envió gratuito
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La danza sagrada
Las sacerdotizas modernas de la belle- Sano.
za, de la salud, de la juventud, del aseo, Agradable.
han fundido dos religiones en una: La del Atrayente.
Amor y la del Jabón Reuter, que sinte- Simpático
tiza la higiene, y por lo tanto, todas las
calidades y facultades que hacen apta á Perfunado.. .
la persona, para ocuparse del culto del y quién sabe cuántas cosas más.
niño de las flechas de oro. Ño hay jabón en el mundo que pueda
La adoración de estas dos grandes ma- comparársele por su pureza y su bondad
nifestaciones de la vida, da lugar á bellí- El aspecto de salud que ostenta entre
simos actos externos llenos de gracia y de nosotros la mayoría de las gentes, es de-
elegancia, en los que se manifiesta la ale- bido en su mayor parte al uso sistemático
gría y la sana agilidad de las afiliadas. del inapreciable Jabón Reuter.
El Jabón Reuter es cantado en verda- Dentro de poco la teoría de la nueva
deras letanías de entusiastas alabanzas. religión va á transformarse en lema de la
El es puro. humanidad:
Suave. t «No hay Amor, sin Jabón Reuter».
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oiím (liriJBSC al redactor de la «Sección 8 R 1 A R X P y ganan. P X T; C 4 R, P 5 1); C X P A R y el
Ajedrez», de eí*ta revlHtJi, Clmcabuco, 1 5 1 . Nota: (1) SI 5 U 1 D — 11 o U; o II 1 A blanco gana con fneitldad.
— P 7 A, etc. Soluciones. - - Han remitido soluciones
ABANDONAR A DESTIEMPO exactas al i>rol)li'ma número ó. \nr (1. J.
APERTURA BIRD Siater, publicado en el numero 717, lo»
MilchnH vccc« los aflclonadort y aun loa Blancas Negras senores: Honorio llomilneau, civulnd; Un
buenos maestros pecan i>or no sabi^r de- J. R. Capablunca L. L. Labat y C. Rosen que Mancini, ciudad; l.uis ('. Agllie, ciu-
terminar (1 momento psicológico de aban- dad; Juan .Sulleva Roca, Alejo l.edesma,
donar una partida, y así vemos que hay 1 P 4 A k i? 4 D
2 1> 3 11 3 R F, c e . A.; Kduardo lírown, Rosario; Cen-
partidas que duran larRO tiempo despufci tro ajedrecista de Limús.
de estar resueltamente perdidas. Es eno- 3V 3 C D ' 4 A 1>
i A 2 C 3 A R CORREO
josa la obstinación de los que abandonan Eduardo Malm. — Ciudad. — En nues-
cuando d nuite es inevitable; pero hay 5 C 3 A R 3 A
6 P 3 T 1) (a) 3 D tro ronei'iJío, los euiitro mejores maestros
otra forma de aban(ionar á destiempo, de la actualidad son; doctor Emaniu'i l.as
mílfl rara y de mAs trascendentales con- 7 A 3 1) O
8 0 —0 2 1) kcr, .losó Raíil ttopablanca, A. Rubins-
secuencias, que ocurre cuando se dan por
9 1) 1 R I A D tein y doctor S. Tarrasch.
tablas jucROs (junados, lie nqiii un caso
curioso tomado de una partiila de primera 10 C » A 1) P 3 T R PROELGHA Núm. 6, por O. Beathcote
fila entre dos buenos maestro». El juego 11 D 3 C C 2 R Nei^as, 6 piezas
filó declarado tablas, teniendo la jugada 12 C B II (b) A X C
las negras. 13 P X A C 1 R
La i)osiei6n de cada una de las piezas 14 T 2 A P 4 A
era la siguiente; 15 P X P al paso C X P
Blancas (A. Walbrodt): 11 1 A D — 16 T D 1 A R 1 T
P 3 T I) — 1' 4 T 1). (I! piezas). 17 T X C P X T (0)
Neitras (0. Sohlechter): 11 5 D — P 4 18 C X P C XO
T U — 1" O A 1). (3 piezas). 10 I) 6 C I) 2 R
J. H. ])lael<burne, un vetiTano maestro 20 I) X P T -I- 11 1 C ,
del tablero, demostró mAs tarde, que los 21 T 3 A I) 2 C
negras podían haber ganado por este mé- 22 T 3 C T 2 A R
todo harto sencillo: 28 T X D -I- T XT
24 P 4 U
Blanoag Negras Las negras abandonan despulí do al-
(C. Schlcchtcr) (A. Walbrodt guno-s jugadas más.
1 R 4 A Notas: Blauoas, 11 piezas
2 R 1 C R 4 D (a) Para evitar C 5 C 1) después que las Juegati los blancas y dan mate en dos
3 R 1 A R BD blancas hayan jugada A 3 1). do» jugadas.
4 R 2 A (1) R 5 A (b) Kl principio de un ataque formi-
r> II 1 A R 6C dable. Solución al problema nfim. 3, por G. J.
(I R 1 C R XP O T (c) Si T X T; T X T, P X T; C 4 R -1-, Slíitcr, publicado en el nómero 717: T)l R.
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do Mendoza, en el partido jugado el O de julio. Nacional, en el carlido jugado el 8 de julio.
SAN LORENZO
Autoridades locales y jeics del 11." de infantería. El pueblo y los niños de las escuelas, dirigiindose al hislóiico couvcuto paia
oyendo los discursos de las tiestas del 9 de julio. asistii al Tedeum del 9 de julio.
INGENIERO MASCHWITZ
Niños de la escuela uúm. 14, en lormucion para durigicie, el 9 do julio, á la plAza Emilio Mitro.
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El liociur f uirou tosías, auigieudo la palabra al publico eu ai meelinv; del purlida radical, pura prodamai la candidatura del mismo & la
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na s el vicealmirante Oarcia, saliendo del templo después del Damos Vicentinaa.
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Fiesta del arboléala plaza It.ili.i. i:ii I-ÍH;IÜÜ; hi nui.i CV'lii C;uner.iin. diciendo su discurso. Eu el otro; el pruie^ur í'r.iut;isi:o Mullo,
dirigieado la palabra al público.
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No habrá, iiitre nui'stro» lectores, «no á <iulen no se lo haya Los postores do EspaBa
ocurrido un chisto, ó quo no haga un comentario ingenioso sobre tienen derecho al aprivcclia-
Los poces do ciertas especies mionto do las leñas secas pa-
BOn vegetarianos y sólo comen un suceso, ó que no pronuncie una sentencia relacionada con I»
política ó con la vida social, ó que no recuerde una anécdota In- ra el hogar, y so les permito
plantas neuAtleas, pero la ma- cortar las estacas que necesi-
yoría do lo» liabituntt» del agua teresante y graciosa que pueda también desarrollarse en forma
gráfica. Ocurrencias, pensamientos, dibujos qiUí permanecen iní- ten para fijar las redes de sus
son carnívoros. rediles cuando transitan con
ditos y que, tal vez, son dignos do la publicidad, precisan la oca-
sión oportuna y í-sta la ofrecemos ahora á nuestros lectores. sus rebailüs por Ins vins pecua-
£1 almidón Industrial so ex- rias (lo los montes publico?.
trae principalmente de las pa- Desdo esta feehn, «CARAS Y CARETAS* abro un concurso de
tatas, porcino resultji nifis eco- oolalwraclón popular, en el que podrán tomar parto todos los
nómico, ó (le! iirroz. que es unii lectores, con arreglo á las siguientes condiciones: Ijí estación fírrca más alta
semilla casi (•xclusivamcntc for- 1." — Se admitirán chistes, anécdotas, pensamientos, epigramas, del mundo es I» de Jungfrnu-
mada do almidón. máximas. Irises ingeniosas y dibujos, que no ocupen más espacio Iloch, que so halla á 3.480 me-
que el de tuin tarjeta iiostal. tros sobre el nivel del mar.
Inglaterra es quizás el pal? 2.» — Por toda colalmraeión de («e gínoro y extensión, que se
quo poseo más lugares de nom- publique, se abonarán CINCO pesos.
Uis padrinos de una boda
bro bíblico. En sus mapas apa- 3.° — Al fin de cada mes, se elegirá, entro las publicadas, las celebrada en JMÍncola (Estados
rece el nombre de Joricó en tres mejores postales (á juicio de la ndacción), adjudicándose á Unidos), alquilaron dos aero-
seis puntos diferentes, Pitraí- cada una un premio do CINCUENTA pesos. planos para que tirasen arroz
Bo en cinco y Ninivc, Monto 4.» — Ijís postales serán enviadas á la redacción do CARAS y confetti ai cortejo nupcial,
Slón, Monto Ararat y Monte Y CARETAS, firmadas con letra clara. Indicando en ollas el do-
Efrain en tres cada uno. En micilio del remitente.
Bedfordshiro hay un Calvario 5.» — En ningán caso se devolverán los originales que se envíen ÍA población del imperio
y en Daraotshlrc un cerro del para el concurso. ruso aumenta cada año dos
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Descuido, Cantiiclaro, etc., animales que y a lian pues- victoria.
t o d e maniliesto sus bonilades. Nuestros favoritos son: L* carrera, Nápoli; 2.», Ana-
El r e p r e s e n t a n t e del S t u d Caseros, q u e al principio c h o r c t t e ; :{.", L i b e r t y ; 4.", I n s p e c t o r ; 5.a, Carlos X I I ;
do la t e m p o r a d a se destiicó como uno do los mejores fi.", Salteador; 7.», Pagóla; 8.a, Z a r a g a t e r o .
p r o d u c t o s , y q u e en sus últimas presentaciones b a de-
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d i d a t o q u e al parecer reúno m a y o r e s probabilidades
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p a r a la victoria. Como principales adversarios del hijo A las 2.30 p. ni. Distancia: I.COO metros
de Lo S a m a r i t a i n , aparecen C a n t a c l a r o y Siete Hravo. Anacliotcite ks. Penalty 64 ks.
E n el seginulo de los c l á d c o s , ó sea el idirasil», p a r a Bovril • Coock 54 •
caballos, so impono n e t a m e n t e Carlos X I L El defensor Descuido » YouníFcllow 67 »
del S t u d Lowland Hoy h a d e m o s t r a d o ser por hoy Conejo > Slelancolia 52 •
u n caballo insuperable en carreras do velocidad. Como RuRu » Rodil 57 •
principales competidores del hijo de Simonside, a p a r e - Siete Bravo • Cammembeit 51 »
cen Volador, Cliarley y F i s b e r m a n , pero á n i n g u n o do
WalterScott • Britlnico 5t »
El Vicio » Picarón SI »
Inspector • Ficante 54 »
HiPODKomo Z^ReEtiTino Cantaclaro
Cliamberlin
•
•
Dichosa
Trípoli
55 >
54 •
FKoenAmn OFICIAC Cüiton • Cordón Bcrt 54 •
PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN
EN LA CAPITAL EN EL LNTEUlOIl EN EL EXTEIUOK
Trimestre S 2..W Trimestre S 3.00 Trimestre S oro 2 . 0 0
Semestre..,. • 5.00 Semestre 0 00 Semestre • > 4.00
Aílo » O.Oü Año » n.OO
Número pnelto 20 cts. Número suelto 2.'» cts. Aflo ' » 8.00
Número atnmado 40 » Número iitrits-iUo 50 •
PÜECIOS D E ENCUADERNA-
ClON y TAPAS { EncuiídeniJícióii
Topas fuoltas.
ion y tapas de los tomos 2.", 3 ° y 4.", cada t o m o , . S 3.00 m/n.
1.», B.» al 41 Inel. » . . » 2.00 »
. . «1.00 »
No se devuelven los orÍKlnnles ni se priRnn 1 is col <b<>rncinnes no solicitnd.is por la Dirección, aunque so publiquen.
I-os rcportcrs, lotóf^rafos. corredores, coliradoros y iiyentos viajeros, catán provistos do una credencial y se ruega no
atender íi quien no la presente.—ii7, ADMINlSTliAl.'Olt.
AGENCIAS EN EL EXTERIOR
( PARÍS; L. M.iyfnce & l"¡c,, 9, Ruí Trouchet (avisos y venta de ejemplares).
LONDRES: I. Birrier- y Co., 17, Grrcn Street, Leiccster Eqimre .W. C. (venta
ti ••.i^mpl'ícs\
i B í R L l N : RU;51L .Vioss-, J-?rusil'mT Sliass-, 46 (avisos).
^ M3NTEVlDE<i. A v f o i í ) i b de Julio número 75.
T E L E GRAFÍA
^ SIN HILOS
CARAS
EN LA AGENCIA DE LOS SEÑORES
L MAYENCE y Cía.
UN FRANCO
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Gwcuiyx) g e DE
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PRIMER PREMIO.—Un mognilico automóvil •FengeoK curocerla «Doble laeton torpedo*, 16130 H. P^
4 oUlodros, con todos sus accesorios en orden de marclia, cuyo valor es de $ 8.500 mln.
I." — Desde la fecha y hasta las 12 m. del día hombro, valor do S 140 y $ 135, respectivamente.—10.»
8 de octubre del corriente año, queda abierto el Una pulsera, 18 kilates, con reloj, S 120.-17.» 1 reloj,
concurso 22." de CARAS Y CARETAS.
Icpin, 18 kilates, para hombro. 8 95.-18.» y 19.» 2
anillos, con brillantes, S 75y 8 35, respcctivainente..—
2.° — Para tomar parte en este concurso, es in- 20.» y 21.» 2 anillos, con dinmintcs, S 35. cadn uno.—
dispensable llenar el cupón que va al pie de es- 22.0 (jn niiüio con brillante, S 2 5 . - 2 3 . " y 24.» 2 anillos,
tas páginas, escribiendo con claridad el nombre con diamantes, 8 25 cada uno.—25."
y dirección del remitente y la cantidad de granos 1 cigarrera, plata fina, S 25.—26.» al
de maíz que éste calcule contiene la botella del 28.0 3 pulseras, plata, con reloj. S
tónico aperitivo Cbinato Garda (envase nuevo) 24 cada una.—29.» 1 anillo, con dia-
que se ha depositado en la escribanía del señor José mantes, S 18.—30.» 1 cigarrera, pla-
ta, 8 15.—31.» 1 anillo, con diaman-
Resta, calle Maipíi, 462, debidamente lacrada y tes, S 14.—32." al 34.» 3 bilIcteraH,
sellada, con todas las formalidades de práctica y cuero y plata, 8 5 cada una.—35.» 1
cuyo facsímil publicamos en estas píiginas. cigarrera, metal, 8 5.-30.» al 38.» 3
lápices enchapados, S 4 cada uno.—
39." al 42.» 4 boquillas iVmbar, 8 2.50
cada una.—43.o al 52." 10 cortaplumas
de plata, S 2 cada uno.—53." al
66.» 14 lápices de plata, 8 1-50
cada uno.
5.0 — Los sesenta y seis
premios detallados se adjudi-
carán en la forma que so ex-
presa á continuación:
El «Primer Premio^ á la
persona que acierte el núme-
ro exacto de granos de maíz
TERCER PREMIO.—Un collar de perlas linas, cuyo valor es que contenga la botella de
de $ 1200 m/n Chinato Garda.
El «Segundo Premio» á la
3.0 — Pueden, también, enviarse las soluciones persona que más se aproxime
escritas al dorso de las etiquetas de Chinato al número que obtenga el pri-
Garda. mer premio. Y los premios
4.0 — Se adjudicarán los sesenta y seis premios «tercero» hasta el «sesenta y
siguiente.s: seis», ambos inclusive, á quie-
1." Un magnifico automóvil "Peugeot", carrocería nes remitan cupones con ci-
«Doblo faetón torpedo», 16.30 íl. I'., 4 cilindros, fras que sigan en orden apro-
eon todos sus accesorios on orden do marcha, cuyo x i m a t i v o , adjudicándoseles
valor es de $ 8.500.—2." Un collar pcndantif con bri- los premios por el orden que
llantes y diamantes, cuyo valor es do S 1.650.—3.cr. Un se establece.
collar do perlas finas, cuyo valor es tle S 1.200.—4." Una 6.0 — En el caso de que
motociuletíi liviana "Peugeot", 2 i H. P., dos cilindros,
con todos sus accesorios, en orden de marcha, cuyo valor nadie acertase con el número
os de 8 650.—5.° Un reloj sav., 18 k, «U. Nardiu», cuyo exacto de granos de maíz que Facsímil de la botella de
volor ea de S 395.—6." Una pulsera-reloj, oro y platino, contenga la botella de Chi- •Cbinato Qarda- (envase
valor do S 280.—7 " Un anillo con brillantes, valor nato Garda, ios premios so nuevo), que puede con-'
$ 105.—8." y 9." Dos relojcs-pulsoras, oro 18 k., valor adjudicarán á las personas segniíse en los almace-
% 160 y 150 respectivamente.—10.0, 11.», IZ» y 13.'' 4 nes, contiterias y despen-
bicicletas, para hombre ó señora (á elección del into- que más se hubieran aproxi- sas.—Únicos introduo-
resado), de la marca «Pougcot», con todos sus acceso- mado, siguiendo el orden es- tores: Víctor M. Pia^gio
rios, cuyo valor os do $ 160 y 150, rcspoctivamcnto, tablecido en el artículo que y Ola., Perú, 1340,
cada una.—14.° y 15.» 2 relojes oro 18 £., lopin, para precede. Buenos Aires.
m i Hlll rvn n n 1 IIVI ir»l I g ^ V^/1Q
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Gvuñi y OvRETai
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