Está en la página 1de 5

Cómo dictar una clase amena

Muchas veces nosotros los profesores o encargados de enseñar a los chicos de hoy
en día, nos resulta dificultoso el tener en la mano el resultado o la fórmula correcta
para hacer que el alumno entienda las clases.
Esto se acabó. Todo depende del profesor o encargado, pues date cuenta que si tú no
incentivas al chico a que sus entrañas extrañen y estén dedicados a resolver
problemas matemáticos o preguntas de letras, estás acabado. Sé tú mismo el que
incentive de muchas formas al chico; aquí algunos consejos para que tu clase no sea
aburrida y sea, por el contrario, amena, divertida, recordada y sobre todo entendida.
Dictar una clase amena no siempre es sencillo. Todo influye en el desarrollo de una
buena clase, desde la materia y el horario de la clase, hasta la situación política del
país. Sin embargo, recae en el profesor utilizar toda su energía e imaginación para
convertir una clase normal y aburrida en un espacio de aprendizaje donde el
estudiante esté siempre dispuesto a volver y a aprender con la misma intensidad
cada vez.

editarPasos
1. 1
Deja atrás el viejo método. La idea de un profesor, sentado en su silla o parado
hablando toda la clase es bastante antigua y es exactamente el tipo de clase que
tienes que evitar.

2. 2
Evita responder todas las preguntas. Deja que algunas respuestas queden en el
aire y deja que ellos mismos descubran las respuestas y ofrécete a responder a las
preguntas si es que nadie llega a una respuesta después de un tiempo. Considera que
si promueves unos estudiantes que aprendan por sí mismos, estos se sentirán mejor
consigo mismos y se alegrarán cada vez que vayan a tu clase al saber que son
capaces de hacer cosas por sí mismos.

3. 3
Organiza el plan académico. Es completamente necesario que sepas los contenidos
de la materia que vas a dictar en el curso y el orden en el que vas a dictarlas. Esto te
permitirá tener una idea de los contenidos que se van a abordar en el curso y evitará
que te vayas por las ramas o empieces a contar anécdotas para matar el tiempo.

4. 4

 Mantener la atención en tu clase tiene mucho que ver con cuańto conoces a tus estudiantes
Trabaja con el factor de atención de tu clase. Este factor puede variar en base a
muchas variables, uno de ellas es la disposición del profesor para realizar una clase
donde los estudiantes se vean envueltos en la materia. Ten en cuenta que los
alumnos tienden a perder el hilo de la clase a partir de los 45 minutos dependiendo
del grupo y del tema. Entonces, procura crear lecciones que duren 45 minutos más o
menos (30 si el tema es bastante árido). Si tienes asignada una clase de más de 45
minutos, es conveniente que utilices unos 10 minutos de tu tiempo para hacer una
actividad no directamente relacionada con el tema. Así la mente de tus estudiantes se
relajará y estarán listos para volver a empezar. Si no puedes hacer esto, un simple
descanso de 10 minutos puede ayudarles a recuperar fuerzas.

5. 5
Controla la clase a través de diferentes métodos. Esto no significa que te pases
pidiendo a tus alumnos que se callen o cosas similares. Existen varios métodos para
controlar tu clase sin que el alumnado se dé cuenta:

o Organiza grupos de trabajo y pide que un estudiante tome el mando


del grupo. Este estudiante te ayudará a organizar el grupo de trabajo y a llevar la
clase.
o Mantén a tus estudiantes ocupados. Procura crear una ambiente en el
cual los estudiantes no se distraigan con cosas del exterior. Esto evitará que tengas
que pedir a alguien que atienda en clases, pues la clase será más interesante que
cualquier elemento exterior.
o Explica claramente el objetivo de la clase y consulta al final de la
misma si este objetivo fue alcanzado. Puedes colocar este objetivo en una parte
visible de la clase e invitar a los estudiantes a opinar al respecto unos minutos antes
que termine la clase. Esto mantendrá a los estudiantes conscientes de lo que tienen
que aprender y les hará saber que la clase fue útil para ellos. En el proceso, ellos
tenderán a auto controlarse y tratar de llegar al objetivo planteado. Esta forma es
particularmente útil en materias técnicas.
o Establece las reglas con tus alumnos. Guerra avisada no mata soldado.
Al principio del curso puedes proponer que los estudiantes diseñen un conjunto de
reglas relacionadas a su comportamiento y a la entrega de deberes o tareas. Negocia
aquellos "extras" que quizás los estudiantes puedan pedir para ganar tarea extra o
trabajos que te gustarían que los estudiantes hiciesen, pero que no harían en
condiciones normales. Usa tu astucia como profesor para lograr un trato que
beneficie a ambas partes.
6. 6
Haz tu clase dinámica. Lo que sirvió un día en tu clase, puede que no funcione al
día siguiente. Los estudiantes se aburren cuando hacen lo mismo cada día. Trata de
cambiar el método y hacer las mismas cosas pero de diferente forma. Cambia la
pizarra por diapositivas. Si vas a hablar de Cálculo estructural, lleva fotos de las
estructuras en las que se aplica lo que van a aprender ese día en clases. Si vas a
hablar de arte rupestre, lleva un poco de pinturas naturales y papel; luego invita a tus
alumnos a tratar de reproducir los grabados que tiene en los libros y luego a crear
otros de su propio imaginación.

7. 7
Aplica el refuerzo positivo. Es cierto que sabes más que tus estudiantes van a
cometer errores y aprender de ellos. Invítalos a seguir tratando a través de refuerzos
positivos. Si ves que tu clase se está esforzando, dales un premio extra fuera del
paquete de reglas previamente acordado. Si ves que un estudiante destaca, dale más
información y oportunidades para seguir creciendo. Si ves que un estudiante no está
rindiendo como debería y no se esfuerza por hacerlo, habla con este estudiante y
comunícale que lo valioso o valiosa que es para tu clase. Pide también a sus
compañeros que hablen con este estudiante para que sienta que no es él contra el
mundo y se sienta valorado por solamente estar en clase.

8. 8

 ¡Sonríe!
Sonríe. Sin importar lo que te haya pasado en casa o si tuviste algún problema con
algún colega, sonríe. Esto llevará a que tus estudiantes entiendan que tú disfrutas tu
materia y será mucho más sencillo para ellos tener una actitud más relajada con
respecto al tema del día.

9. 9
Reconoce la clase de grupo que tienes. Todas las personas que han enseñado
alguna vez saben que existen diferentes clases de estudiantes. Trata de aprender cuál
es la clase de actividad que es mejor recibida y cuál es la forma en la que ellos
aprenden más rápido. Es muy posible que una actividad de discusión abierta
funcione muy bien en un grupo de estudiantes que guste de hablar mucho.

editarConsejos
 Prepara un plan B y, si es posible, un plan C. Es necesario que conozcas a tu
clase para poder formular un plan en relación a sus necesidades. En caso que la clase
se esté poniendo un poco tediosa, siempre es bueno tener un plan B o hasta un plan
C debajo de la manga, de modo que los alumnos se vean contagiados por tus ganas
de tener una clase divertida.
 No te rías de tus propios chistes. Todos los cómicos saben que lo peor que les
puede pasar es reírse y que el público no se ría con ellos. Cuando uno hace una
broma en clase y nadie la entendió, es mejor que pase desapercibida.
 Recuerda tu tiempo de estudiante en la universidad o la escuela. La
identificación con el estudiante y sus necesidades puede hacer que ellos se sientan
identificados contigo. Este factor es importante pues ayuda a que los estudiantes
respondan a lo que dices y valoren tu juicio.
 Invita a los estudiantes a voluntariamente repasar algún tema pasado y
exponerlo en clases. Como los estudiantes ya conocen la lección, se sentirán mucho
más seguros de sí mismos a la hora de mostrar el contenido. Esto también ayudará a
que otros estudiantes entiendan el concepto de la boca de otro estudiante y reforzará
la lección. Esta técnica es especialmente útil cuando se ve falencias en el aprendizaje
de una determinada lección. Ej: Si los chicos no entendieron muy bien cómo es el
proceso de fijación del coral en el lecho marino, pide a un grupo de alumnos que
muestren un video o presente el tema en una forma diferente.
 Evita dar metamensajes negativos. Expresiones como "Yo sé que no les gusta
esta materia, pero les va a servir", "Denme 5 minutos más de su tiempo y luego
acabamos, esta parte no es tan difícil" no son para nada aconsejables. Esta clase de
frases lleva un mensaje oculto: "La materia es difícil y aburrida, por eso mi clase es
aburrida". Esta clase de mensajes predispone al estudiante a no atender en clase, no
desear asistir a la materia, hacer la tarea por obligación, etc.
 Trata, dentro de lo posible, que algún colega te visite. Una vez que hayas
aplicado nuevas técnicas, puedes reunirte con esta persona para hacer una
evaluación de la clase y hablar de cómo mejorar las técnicas aplicadas en la misma.
 Crea grupos de trabajo con otros profesores para discutir diferentes formas de
hacer que las clases sean mejores. Compartir experiencias desde un punto de vista de
colaboración puede hacer que la relación en el puesto de trabajo mejore y eso
redundará en una mejor enseñanza para los estudiantes y una mejora del nivel
académico de la institución.

editarAdvertencias
 Equilibra tu necesidad de una clase amena con la necesidad de cubrir tu plan
académico. Es probable que veas que tus estudiantes la están pasando bien en clases, eso
es bueno, pero trata que el tema no se desvíe del elemento de estudio.
 Es posible que a pesar de utilizar todas estas técnicas, la clase no sea tan amena
como tú deseas. Los grupos de estudiantes son bastante variables a nivel emocional e
intelectual. Además, existen muchos otros factores además del profesor que deciden si una
clase es amena o no. Lo esencial es quitar al profesor de esta fórmula. Esto se puede lograr
esforzándose en diseñar una clase y lograr divertirse a medida que uno enseña y los
estudiantes aprenden.

También podría gustarte