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OPINIÓN DOCUMENTADA-SESIÓN PRÁCTICA SEMIOLOGÍA 06/07/2021

Alumno: Costa Benites, Renzo Angello.


Docente: Dra. Rosa Santos Ari.
En la práctica de hoy continuamos con la rotación correspondiente al sistema
hematológico; en esta ocasión el tema fue el de anemia ferropénica, por lo que
resolvimos el caso clínico brindado para desarrollarlo.
La anemia ferropénica es aquella que se produce por déficit de hierro, elemento químico
necesario para la producción de los glóbulos rojos, y tiene múltiple etiología
dependiendo de la edad y el contexto de vida de la persona: pérdida de sangre
(hemorragias) por exceso de menstruación como menorragia/hipermenorrea o por
enfermedades como hemorroides, esofagitis, úlcera péptica, neoplasias o parásitos
intestinales; por aporte insuficiente de hierro en la alimentación; y por disminución en
su absorción a nivel de los intestinos ya sea por síndrome de malabsorción o infección
de Helicobacter pylori.
Su clínica destaca por un síndrome anémico que engloba una palidez cutaneomucosa,
disnea, cefalea, mareos, tinnitus y anorexia; síntomas específicos como caída de cabello,
uñas quebradizas, glositis, estomatitis, gastritis atrófica, disfagia, escleróticas azules,
hepatomegalia, entre otros; e infecciones poco frecuentes.
Como cualquier anemia, esta se diagnostica a partir de un hemograma donde se
evidencien la hemoglobina, la cantidad de hematíes, el hematocrito, morfología de
eritrocitos y los reticulocitos; y las pruebas de laboratorio dentro del metabolismo del
hierro, es decir, la ferritina, sideremia, saturación de transferrina y bilirrubina como
principales. Para diferenciar a la anemia ferropénica del resto de anemias es necesario
recurrir a los índices eritrocitarios: en la ferropénica deberíamos encontrar un VCM,
CHCM y HCM disminuidas presentándose así una microcitosis e hipocromía.
Finalmente, el tratamiento de esta anemia va orientado hacia su etiología, generalmente
la administración de hierro oral en forma de sal ferrosa 100-200 mg/día durante unos 3-
6 meses serían necesarios para normalizar los depósitos de hierro. Con recomendaciones
de consumo en ayunas para no generar una interferencia con el resto de alimentos
consumidos.
El caso clínico de hoy nos presenta a una paciente femenina de 19 años de edad que
tiene claros signos y síntomas de un síndrome anémico tales como la debilidad
generalizada, letargia e imposibilidad para realizar sus labores cotidianas, mareos,
calambres en piernas y deseo de comer hielo lo que lo calificaríamos como “pica”;
mientras que en el examen físico se añaden hallazgos que aumentan la sospecha de
anemia como la palidez de encías y lechos ungueales, junto a la lengua hinchada
(glositis).
Es por ello que se realizan exámenes auxiliares que confirman que la paciente tiene
anemia por la hemoglobina disminuida de 7g/dL (VN en mujeres: 12-15 g/dL),
disminución del hematocrito que está en 30% (VN en mujeres: 35-45%) y la cantidad de
glóbulos rojos también disminuida de 3.5 millones/mm3, datos que nos dan un indicio
de la causa de la anemia que probablemente sea por pérdida de glóbulos rojos.
Para poder clasificar esta anemia debemos seguir los algoritmos para anemias, por lo
que es necesario realizar el análisis de los índices eritrocitarios, así el VCM en la
paciente está disminuido lo que cataloga a la anemia como microcítica y CHCM
igualmente disminuida la clasifica como una anemia hipocrómica. Dentro de esta
clasificación se encuentran varias anemias, la principal y más frecuente es la anemia
ferropénica, seguida de las talasemias y de la anemia sideroblástica; para poder
identificar cuál de las anemias mencionadas es la que se presenta en la paciente
podemos utilizar los datos de la sideremia o del hierro sérico que, en el caso de la
paciente, al estar disminuida se descartan la anemia sideroblástica y las talasemias ya
que estas tienen como característica aumento del hierro sérico. Siguiendo el algoritmo
de las anemias microcíticas el aumento de la sideremia nos incita a seguir haciendo
pruebas, la siguiente es la evaluación de la capacidad total de fijación de hierro (CTFH),
que al estar elevado finalmente indica que la paciente padece de una anemia
ferropénica.
Una vez identificado el tipo de anemia y su clasificación de acuerdo a la morfología y
datos de laboratorio, es necesario encontrar la causa de la misma; aquí se puede analizar
que la paciente tiene pocos glóbulos rojos, poca hemoglobina y poco hierro sérico,
además en la anamnesis se nos indica un dato muy importante, el cual es el sangrado
excesivo en las menstruaciones durante los últimos 7 meses (la menorragia), hablamos
entonces de una causa hemorrágica donde se pierden tanto la parte corpuscular como la
plasmática de la sangre, etiología que explicaría los datos de laboratorio y la hipotensión
con taquicardia ligera de la paciente debido a la disminución de la volemia.
Puedo concluir entonces que la paciente tiene una anemia microcítica e hipocrómica
compatible con una anemia ferropénica con etiología hemorrágica debido a
hipermenorrea de una duración de 7 meses de evolución.

BIBLIOGRAFÍA:

1. Argente H, Álvarez M. 2018. Semiología Médica: Fisiopatología, Semiotecnia y


Propedéutica. 2° edición. Buenos Aires: Médica Panamericana.
2. Harrison. and Jameson, L., 2018. Harrison Principios De Medicina Interna. 20th
ed. México D. F., [etc.]: McGraw-Hill.
3. Pavo García MR, Muñoz Díaz M, Baro Fernández M. Guía de Algoritmos en
Pediatría de Atención Primaria. Anemia. AEPap. 2017 (en línea). Disponible en
algoritmos.aepap.org
4. R. de Paza, M. Canalesa, F. Hernández. Anemia ferropénica. Rev. Medica
Clínica (Barcelona). 2006;127(3):100-3.

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