Docente: Dra. Rosa Santos Ari. En la práctica de hoy continuamos con la rotación correspondiente al sistema hematológico; en esta ocasión el tema fue el de anemia ferropénica, por lo que resolvimos el caso clínico brindado para desarrollarlo. La anemia ferropénica es aquella que se produce por déficit de hierro, elemento químico necesario para la producción de los glóbulos rojos, y tiene múltiple etiología dependiendo de la edad y el contexto de vida de la persona: pérdida de sangre (hemorragias) por exceso de menstruación como menorragia/hipermenorrea o por enfermedades como hemorroides, esofagitis, úlcera péptica, neoplasias o parásitos intestinales; por aporte insuficiente de hierro en la alimentación; y por disminución en su absorción a nivel de los intestinos ya sea por síndrome de malabsorción o infección de Helicobacter pylori. Su clínica destaca por un síndrome anémico que engloba una palidez cutaneomucosa, disnea, cefalea, mareos, tinnitus y anorexia; síntomas específicos como caída de cabello, uñas quebradizas, glositis, estomatitis, gastritis atrófica, disfagia, escleróticas azules, hepatomegalia, entre otros; e infecciones poco frecuentes. Como cualquier anemia, esta se diagnostica a partir de un hemograma donde se evidencien la hemoglobina, la cantidad de hematíes, el hematocrito, morfología de eritrocitos y los reticulocitos; y las pruebas de laboratorio dentro del metabolismo del hierro, es decir, la ferritina, sideremia, saturación de transferrina y bilirrubina como principales. Para diferenciar a la anemia ferropénica del resto de anemias es necesario recurrir a los índices eritrocitarios: en la ferropénica deberíamos encontrar un VCM, CHCM y HCM disminuidas presentándose así una microcitosis e hipocromía. Finalmente, el tratamiento de esta anemia va orientado hacia su etiología, generalmente la administración de hierro oral en forma de sal ferrosa 100-200 mg/día durante unos 3- 6 meses serían necesarios para normalizar los depósitos de hierro. Con recomendaciones de consumo en ayunas para no generar una interferencia con el resto de alimentos consumidos. El caso clínico de hoy nos presenta a una paciente femenina de 19 años de edad que tiene claros signos y síntomas de un síndrome anémico tales como la debilidad generalizada, letargia e imposibilidad para realizar sus labores cotidianas, mareos, calambres en piernas y deseo de comer hielo lo que lo calificaríamos como “pica”; mientras que en el examen físico se añaden hallazgos que aumentan la sospecha de anemia como la palidez de encías y lechos ungueales, junto a la lengua hinchada (glositis). Es por ello que se realizan exámenes auxiliares que confirman que la paciente tiene anemia por la hemoglobina disminuida de 7g/dL (VN en mujeres: 12-15 g/dL), disminución del hematocrito que está en 30% (VN en mujeres: 35-45%) y la cantidad de glóbulos rojos también disminuida de 3.5 millones/mm3, datos que nos dan un indicio de la causa de la anemia que probablemente sea por pérdida de glóbulos rojos. Para poder clasificar esta anemia debemos seguir los algoritmos para anemias, por lo que es necesario realizar el análisis de los índices eritrocitarios, así el VCM en la paciente está disminuido lo que cataloga a la anemia como microcítica y CHCM igualmente disminuida la clasifica como una anemia hipocrómica. Dentro de esta clasificación se encuentran varias anemias, la principal y más frecuente es la anemia ferropénica, seguida de las talasemias y de la anemia sideroblástica; para poder identificar cuál de las anemias mencionadas es la que se presenta en la paciente podemos utilizar los datos de la sideremia o del hierro sérico que, en el caso de la paciente, al estar disminuida se descartan la anemia sideroblástica y las talasemias ya que estas tienen como característica aumento del hierro sérico. Siguiendo el algoritmo de las anemias microcíticas el aumento de la sideremia nos incita a seguir haciendo pruebas, la siguiente es la evaluación de la capacidad total de fijación de hierro (CTFH), que al estar elevado finalmente indica que la paciente padece de una anemia ferropénica. Una vez identificado el tipo de anemia y su clasificación de acuerdo a la morfología y datos de laboratorio, es necesario encontrar la causa de la misma; aquí se puede analizar que la paciente tiene pocos glóbulos rojos, poca hemoglobina y poco hierro sérico, además en la anamnesis se nos indica un dato muy importante, el cual es el sangrado excesivo en las menstruaciones durante los últimos 7 meses (la menorragia), hablamos entonces de una causa hemorrágica donde se pierden tanto la parte corpuscular como la plasmática de la sangre, etiología que explicaría los datos de laboratorio y la hipotensión con taquicardia ligera de la paciente debido a la disminución de la volemia. Puedo concluir entonces que la paciente tiene una anemia microcítica e hipocrómica compatible con una anemia ferropénica con etiología hemorrágica debido a hipermenorrea de una duración de 7 meses de evolución.
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