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ÑA CATITA

ARGUMENTO:

La obra Ña Catita cuenta con la presencia de la Familia de don Jesús, doña Rufina quien quiere que su hija

Juliana contraiga matrimonio con Don Alejo, un hombre que le ha deslumbrado por su dinero y su manera

de expresarse y no veía lo maduro, falso y petulante que era. La señora Rufina está molesta por que Don

Jesús se niega aceptar de pretendiente a Don Alejo, insiste en todo momento, hay una discusión, ella le

contesta mal y él le dice que todo lo que diga es como si predicara en el desierto, es decir que se calle por

que nadie le va a escuchar. Mientras que Don alejo aparenta algo que no es, es muy presumido y mucho

menos francés, ella se queja de su esposo que es intratable, Doña Rufina llama a Juliana y quiere que don

Alejo lo vea y esta sea mas atenta con el y ella hace lo contrario se muestra muy cortante, le dice que don

alejo le ama, pero ella sigue en silencio, juliana no esta de acuerdo.

Luego, se da una conversación entre Ña Catita y Rufina, ella le expresa que tiene hambre , que esta con la

boca muy seca y le dice Josefa que quizá sobro algo de comida, pero ella da entrever que como hacía mucho

frio podría ser un chocolate y le dicen que inmediatamente le iban a mandar a comprar, ella empieza a

quejarse de todo, que le dolía la cabeza, que las mujeres que van a la iglesia la envidia,, le pregunta por su

esposo, Josefa se queja de su esposo, de que aun no piensa como ella, de que es más duro como una piedra

por no acceder a que su hija de case con don alejo y doña Catita le dice que continúe insistiendo y obliga a

que se de la situación. Luego Catita empieza a lanzar su veneno, empieza a chismear, sobre Malena a quien

dice que ha engañado a su marido, pero ella hace una especie de alcahuetería menciona que no estaba mal

que la mujer haya engañado a su pareja, sino en hecho de que haya dejado pistas, sin poner a alguien en la

puerta para que aguaite. Luego habla de una buenamoza menciona que ella anda bien vestida, pero de donde

sacaba tanta plata si siendo costurera no le alcanza para nada. Y paralelamente se queja, diciendo que nada

vale, tan pobre y menciona que quiere hacerle un pañuelito de cera al padre quien le confiesa, pidiendo

prácticamente que Doña Rufina le de dinero y ella accede. Siguen con los chismes y su lengua venenosa

contra otras personas. Después de ellos, Rufina le hace un trato a Manuel, quien es el pretendiente de

Juliana, es el ahijado de don Jesús, este le prometió que iba a cuidar de el por que su padre le salvo la vida

en una rierta... Rufina lo desprecia, lo trata de mala manera porque no quiere que este con su hija, pero aun

así Manuel le dice que a su hija la quiere no con un mal fin, que no tiene mala intenciones. Pero Rufina lo
saca de su casa. Cuando llega don Alejo se alegra de ese trato. Don Manuel se da cuenta de la situación y

descubre que Don alejo es un hombre que solo quería aparentar. Conversa con Mercedes, quien quiere

ayudar a Juliana y dice que fastidie quien fastidie le va a decir al padre de Juliana que esta enamorada de

ella. Doña Catita manda a que preparen un chocolate espeso y encima con un grano de sal, Mercedes le dice

que es un molde tan feo.

Mientras que, Don Juan se arrepiente de haberse casado con su esposa, porque es una frívola por querer

casar a su hija con un vándalo, entre los múltiples enredos y chismes de Ña Catita ha creado un clima tenso

y hostil entre los esposos. De igual forma, Don Alejo sigue cautivando a Doña Rufina con su palabrería, la

señora cree que casando a su hija con Alejos tendría asegurado su futuro. Ña catita ser convierte en

alcahueta de don Alejo, le envía recados, con lo que se gana su aprecio y confianza. Mientras que, por otro

lado, Ña Catita mete ideas a la cabeza a Manuel y Juliana para que se fuguen y defiendan su amor. Hasta que

Manuel decide raptar a Juliana e irse lejos con ella, para ello Mercedes también es participe y les apoya,

pero son descubiertos. Don Jesús se da cuenta de los intentos de fuga. Y otra vez enfurece y empieza con las

discusiones alteradas hacia Manuel a quien consideraba un joven bueno, de igual forma, tiene un

enfrentamiento de palabras con Don Alejos e incluso tanto fue su ira que sugiere un duelo a pistola para que

limpien de la afrenta de la que es objeto. Y sigue doña Rufina si entender del por que su esposo no era capaz

de apreciar las cualidades de don Alejos. Hasta que llega en ese instante don Juan quien era un viejo amigo

de don Jesús, pero también reconoce a don Alejos ha quien le dice que trae una carta de su esposa del Cuzco,

pero el se negaba aceptar que era casado y no logra convencer a los padres de Juliana, quedando así

evidenciado que era un buscavidas que se hacia pasar por soltero y con fortuna para cautivar a jovencitas,

desde ese entonces Doña Rufina bota de la su a don Alejo y Ña Catita mencionándole que nunca más vuelva

a poner los pies en su casa.

Rufina pide perdón a su esposo y ambos aceptan el matrimonio de Manuel y Juliana. Doña Rufina,

arrepentida y avergonzada pide pendón a su hija por tratar de obligarla a casarse con quien no amaba, y se

reconcilia con su esposo, prometiendo que de ahora en adelanta será una gran esposa. Es así que Juliana se

libera de un terrible matrimonio, y puede finalmente ser feliz junto a quien si ama.

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