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Capítulo 157

Consumo de sustancias en la infancia y la adolescencia


P. José Ruiz Lázaro

LAS SUSTANCIAS PSICOACTIVAS 2006), auspiciada por el Plan Nacional sobre Drogas, el alcohol,
Las drogas son aquellas sustancias que introducidas en el el tabaco, el cannabis y la cocaína son las sustancias más con-
cuerpo, y en función de la persona y la dosis, pueden distor- sumidas por los adolescentes de entre 14 y 18 años: el 58% con-
sionar la percepción del mundo y de cada cual. Modifican la sume habitualmente alcohol; el 27,8%, tabaco, el 20,1%, can-
actividad mental, las sensaciones, los comportamientos. Pues- nabis y el 2,3%, cocaína. Después los tranquilizantes y pastillas
to que pueden producir sensaciones de placer y de satisfac- para dormir, anfetaminas, alucinógenos, éxtasis e inhalables volá-
ción personal, ayudar a integrarse en un grupo,... es posible tiles con una prevalencia entre el 1 y el 2 %. La edad media de
que haya el deseo de repetir el consumo. Algunas son muy inicio de estos consumos se sitúa en los 13 años para las sus-
adictivas (su uso controlado es difícil) pero hay otras que no tancias legales y los 14-15 para las ilegales. Aunque se ha estan-
tanto. En todo caso, su consumo entraña riesgos para la salud cado algo en los últimos 4 años, el incremento del consumo de
y puede tener consecuencias sociales en la vida cotidiana de cannabis en los últimos 10 años es importante, sobre todo en el
los consumidores y su entorno. rango de los 14 a 15 años, en que se ha disparado a casi el doble.
Provocan efectos muy variados sobre el organismo según Según ESTUDES 2006, las conductas de consumo de dro-
las propiedades de cada droga, así como la frecuencia y dura- gas que los estudiantes de enseñanzas secundarias de 14 a 18
ción del consumo (los efectos positivos sobre el estado de ánimo años asociaban a un menor riesgo eran tomar 5 ó 6 cañas/copas
encontrados en una sustancia, producen un efecto rebote de de bebidas alcohólicas en fin de semana, tomar 1 ó 2
signo contrario a largo plazo, en un intento del organismo por cañas/copas diariamente, y tomar tranquilizantes o somnífe-
equilibrar las funciones distorsionadas por la sustancia inge- ros esporádicamente. Por el contrario las conductas asociadas
rida). En las tablas I, II y III se exponen los principales efectos a un mayor riesgo eran el consumo habitual (una vez a la sema-
de las drogas estimulantes, depresoras del sistema nervioso na o más frecuentemente) de heroína, éxtasis o cocaína. El ries-
central y alucinógenas, respectivamente. go percibido por las mujeres era superior al percibido por los
hombres, especialmente para el consumo de alcohol y el con-
ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS sumo de cannabis.
Según los datos de la Encuesta estatal sobre uso de drogas en En cuanto a consumo de drogas en el grupo de iguales, en
estudiantes de enseñanzas secundarias del año 2006 (ESTUDES ESTUDES 2006, un 54,9% de los estudiantes afirmaba que

TABLA I. Efectos de las drogas estimulantes.


Sustancia Efectos inmediatos Efectos por uso crónico y severo Vía de consumo
Nicotina Duran entre 1/4 de hora y 2 horas. Placer, Enfermedades cardiovasculares, Fumada
relajación. Reducción de la ansiedad y Cáncer, presión arterial alta, bronquitis
del estrés. Disminución del hambre y dificultades respiratorias
Cafeína Duran ente 2 y 4 horas. Aumenta la alerta. Excitación, dolor de cabeza. Puede ser Oral
Altas dosis pueden dificultar el sueño perjudicial para personas con problemas
cardíacos
Anfetaminas Duran de 4 a 8 horas. Alta estimulación. Dificultad para dormir. Insomnio, dolor de Inhalación/aspiración,
Excitación, aumento de la actividad, y cabeza y posible agresión. Puede causar Oral
disminución del apetito. Altas dosis pueden severos trastornos mentales y emocionales Inyectada
dificultar el sueño
Cocaína Pueden durar hasta 4 horas. Sentimiento de Pérdida de concentración, y motivación. Inhalación/aspiración,
autoconfianza y poder. Aumento de energía y Agresividad y trastornos emotivos. Puede Oral
disminución del apetito causar complicaciones psiquiátricas. La Inyectada
inhalación/aspiración puede causar daños
del tabique nasal
Éxtasis Duran hasta 6 horas. Aumento de la presión Sensación de flotar y otras distorsiones de Oral
arterial y la confianza, y un sentimiento de la percepción. Puede causar convulsiones,
cercanía con los otros. Sensación de flotar, golpes de calor, insomnio, y depresión
ansiedad. Náusea y paranoia pueden ocurrir
2 Pediatría psicosocial

TABLA II. Efectos de las drogas depresoras del Sistema Nervioso Central.
Sustancia Efectos inmediatos Efectos por uso crónico y severo Vía de consumo
Alcohol Dificultad para el habla, pérdida de Puede resultar en daños cerebrales, del sistema Oral
inhibiciones, relajación, sentimientos de nervioso central, del corazón, el páncreas, estómago
felicidad y bienestar o depresión. Altas dosis e hígado. Incluso puede causar la muerte.
pueden causar inconsciencia y vómitos La abstinencia puede causar sudoración, temblor,
convulsiones y delirios
Tranquilizantes Duran de 12 a 24 horas. Calman la ansiedad Depresión, falta de coordinación muscular y Oral
(benzodiacepinas, y la tensión. Pueden provocar sueño, falta de del habla. Síndrome de abstinencia con ansiedad, Inyectada
barbitúricos, coordinación muscular y visión confusa. En insomnio, temblores. Pueden ocurrir convulsiones
hipnóticos) algunos casos excitabilidad. estando en una dosis estable
Opiáceos Calma el dolor y la ansiedad. Sentimientos Alto riesgo de sobredosis. Contagio de HIV y Oral
(morfina, heroína, de bienestar. Baja conciencia del mundo hepatitis si se comparte jeringuilla infectada. Inyectada
codeína) exterior. Vómitos y sueño en algunos casos. Síndromes de abstinencia con ansiedad, Fumada
Altas dosis pueden causar inconciencia sudoración, dolor muscular, vómitos e insomnio.
y muerte
Solventes (nafta, Duran de 1 a 3 horas. El efecto de la nafta Posibles daños cerebrales y al sistema nervioso Inhalación
pegamento, cola) puede durar hasta 6 horas. Sentimientos de central. Hígado. Posible sofocación causada por las
alegría, relajación y mareo. Altas dosis bolsas de plástico y por aspiración del vómito
pueden causar muerte súbita

TABLA III. Efecto de las drogas alucinógenas.


Sustancia Efectos inmediatos Efectos por uso crónico y severo Vía de consumo
Alucinógenos Duran entre 6 y 12 horas. Escuchar, sentir, ver Puede aumentar el riesgo de ocurrencia de Oral
(LSD, hongos, o pensar cosas que realmente no existen. trastornos mentales. Puede causar
etc.) Posibles sentimientos de ansiedad y pánico. flashbacks
Posibles náuseas
Cannabis Pueden durar hasta 5 horas. Relajación, risa fácil, Posibles complicaciones respiratorias. Fumada
(marihuana, aumento de apetito, percepción mas lenta del Puede disminuir la concentración y la Oral
hachís) tiempo, perdida de concentración, disminución memoria. Posibles problemas psiquiátricos
de la coordinación, ojos inyectados. Agudización en personas con una condición preexistente.
perceptual (auditiva y visual). Desinhibición. Síndrome amotivacional
Locuacidad

TABLA IV. Conductas de consumo de drogas en los últimos 30 días entre los estudiantes de Enseñanzas Secundarias de 14-18 años según
la proporción de amigos que tuvieron la misma conducta en el mismo periodo (porcentaje). Fuente: ESTUDES 2006.
Tipo de conducta La mayoría o todos los amigos tuvieron Sólo unos pocos amigos o ninguno
la misma conducta en el mismo período tuvieron la misma conducta en
el mismo período
Borracheras (alcohol) en los últimos 30 días 60,8 16,3
Consumo de tabaco en los últimos 30 días 56,7 13,5
Consumo de cannabis en los últimos 30 días 66,1 12,1
Consumo de cocaína en polvo en los últimos 30 días 36,5 1,4

todos o la mayoría de sus amigos habían tomado bebidas alco- lar de varias drogas en la vida cotidiana o del consumo de
hólicas en los últimos 30 días; un 33,2%, tabaco y un 14,7%, varias sustancias en un mismo momento. En ambos casos
cannabis. Las prevalencias de consumo de drogas de los estu- se habla de policonsumo. En adolescentes, existe una corre-
diantes en que todos o la mayoría de sus amigos las consu- lación altamente positiva entre el consumo de alcohol y taba-
mían eran muy superiores a las de los estudiantes en que sólo co y el consumo de cannabis y otras drogas ilegales (cocaí-
unos pocos amigos las consumían (Tabla IV). na, anfetaminas,...), y también una correlación positiva entre
Más de las tres cuartas partes de los iniciados en el con- el consumo de cannabis y el consumo de otras drogas ilíci-
sumo de alcohol devienen en consumidores habituales, y dos tas.
tercios de los iniciados en el consumo de tabaco, en fumado-
res habituales. En el caso del cannabis, alrededor de la mitad FACTORES DETERMINANTES
de quienes se inician en su consumo terminan siendo consu- Catalogar los consumos de drogas en la infancia y ado-
midores habituales de hachís o marihuana. lescencia a partir de las sustancias psicoactivas sería muy sim-
El consumo de drogas puede complicarse cuando el mismo plista. No hay que perder de vista otras variables que definen
menor consume varias sustancias, bien sea por el uso regu- también el consumo de estos menores. Ya es clásica la triada
Consumo de sustancias en la infancia y la adolescencia 3

TABLA V. Factores de riesgo para el abuso de drogas.


Individuales Familiares Entorno
• Sexo varón • Estilo educativo permisivo o autoritario • Mala adaptación escolar
• Altos niveles de andrógenos • Consumo por parte de los padres • Presión grupal
• Predisposición genética • Conflictos familiares • Tener amigos consumidores
• Inicio precoz en el consumo • Mala relación padres-hijos • Percepción sobreestimada del consumo de
• Inicio asincrónico de la pubertad otros iguales
• Trastorno por déficit de atención con o • Insuficientes alternativas prosociales
sin hiperactividad
• Depresión
• Ansiedad
• Trastornos de conducta
• Baja tolerancia a la frustración
• Impulsividad
• Baja autoestima
• Dificultad para las relaciones interpersonales

propuesta por Claude Olievenstein, que sirve para analizar y acarrear daños para el consumidor y para quienes le rode-
entender el tipo de consumo de drogas: an). A efectos prácticos, se habla de abuso o consumo per-
• Persona (¿quién consume?): características biológicas (peso, judicial cuando se da al menos una de las siguientes cir-
sexo,...) y psicológicas (personalidad, déficit en el control cunstancias durante al menos un año:
de los impulsos, estado emocional, creencias disfunciona- – Se usa una sustancia en situaciones en que tal consu-
les respecto al consumo de drogas,...), la tendencia a con- mo puede favorecer riesgos añadidos (como acciden-
sumir de una forma u otra, las expectativas que se tienen tes por disminución de la atención).
antes de consumir. – Se producen infracciones repetidas de las normas de
• Sustancia (¿Qué consume?): cuál es y qué características convivencia en relación con el consumo de una sus-
tiene, la cantidad y la forma como se toma. tancia (como actos violentos bajo los efectos de la droga).
• Ambiente, contexto o pauta temporal sociocultural (¿Dónde – Por los efectos de la sustancia sobre la conducta, se agra-
y cuándo consume?): condiciones sociales y culturales den- van problemas personales o sociales (como deterioro
tro de las cuales entra en contacto con la sustancia (se toma de las relaciones familiares).
en grupo o solo/a, en casa o de fiesta, en un barrio desfa- – Se presentan dificultades y/o incapacidad para cumplir
vorecido,...), el momento en el que se consume (en fin de sus obligaciones en la escuela o la familia (ausencias
semana, en horario lectivo,...). repetidas, absentismo escolar, bajo rendimiento acadé-
En definitiva, el consumo de drogas es un fenómeno mul- mico, malos resultados, fracaso escolar, exclusión, aban-
tifactorial en el que intervienen factores individuales, familia- dono de responsabilidades en casa,...).
res y del entorno (véase tabla V). – No es capaz de prescindir de las drogas durante varios
días.
TIPOS DE CONSUMO – Implica peligrosidad para el equilibrio biopsicosocial
Se distinguen tres tipos de comportamientos de consumo, de otros.
independientemente de que la sustancia sea lícita o ilícita (los • Dependencia: la vida cotidiana del menor gira prioritaria
riesgos derivados de estas tres formas de consumo son dife- o exclusivamente en torno a la búsqueda y al consumo
rentes): de la sustancia (se prioriza la relación con las drogas fren-
• Uso: modalidad de consumo en la que, por el tipo de sus- te a otras conductas consideradas más importantes con ante-
tancia consumida, por la cantidad, o por las circunstancias rioridad), existe adicción (compulsión a continuar consu-
en las que se produce el consumo, no son probables con- miendo por cualquier medio a pesar de las consecuencias
secuencias negativas inmediatas sobre la persona o sobre perjudiciales); se produce, durante al menos 1 año, absti-
su entorno. Esta es la situación más habitual entre los ado- nencia (síntomas que siguen a la privación brusca del con-
lescentes y los jóvenes que experimentan con drogas por sumo) y tolerancia (necesidad de consumir más dosis de la
curiosidad, por diversión o para imitar a los demás. Con sustancia para conseguir el mismo efecto deseado). La
frecuencia su consumo no llega más lejos, ni presentan ries- dependencia puede ser física (el organismo reclama la sus-
go de un posible interés por sustancias o formas de consu- tancia mediante la aparición de síntomas físicos que tra-
mo de mayor riesgo. ducen un estado de carencia) o psíquica (la privación de la
• Abuso o uso problemático o consumo perjudicial: uso ina- droga provoca una sensación de malestar y ansiedad que
decuado susceptible de comprometer física, psíquica y/o puede llegar a la depresión). En la práctica, los síntomas
socialmente la evolución de la persona o de su entorno. característicos de la dependencia son:
Los riesgos del abuso están relacionados con la peligrosi- – El menor es incapaz de resistirse a la necesidad de con-
dad específica del producto, con los daños para la salud sumir.
(cuando provoca el deterioro del estado físico del consu- – Aumento de la tensión interna o ansiedad ante el con-
midor o agrava determinados trastornos) y con las conse- sumo habitual.
cuencias sociales del consumo (situaciones en que puede – Experimenta alivio cuando se produce el consumo.
4 Pediatría psicosocial

TABLA VI. Criterios DSM-IV-TR para el diagnóstico de abuso de TABLA VII. Criterios DSM-IV-TR para el diagnóstico de dependencia
sustancias. de sustancias.
Un patrón maladaptativo de consumo de sustancias que conlleva un Un patrón maladaptativo de uso de sustancias que conlleva un
deterioro o malestar clínicamente significativo, expresado por uno (o detrioro o malestar clínicamente significativo, expresado por tres o
más) de los items siguientes durante un período de 12 meses: más de los ítems: siguientes; en algún momento de un período
1. Consumo recurrente de sustancias, que da lugar a continuo de doce meses.
incumplimiento de obligaciones en el trabajo, escuela o casa 1. Tolerancia, definida por:
2. Consumo recurrente de la sustancia en situaciones en las que el a. Una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de la
hacerlo es físicamente peligroso sustancia para conseguir la intoxicación, o el efecto deseado o,
3. Problemas legales repetidos relacionados con la sustancia. b. El efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye
4. Consumo continuado de la sustancia a pesar de tener problemas claramente con su consumo continuado
sociales continuos o recurrentes, o problemas interpersonales 2. Abstinencia, definida como cualquiera de los siguientes ítems:
causados o exacerbados por los efectos de la sustancia a. El síndrome de abstinencia característico para la sustancia o
5. Los síntomas no han cumplido nunca los criterios para la b. Se toma la misma sustancia (o un muy parecida) para aliviar o
dependencia de sustancias de esta clase de sustancias evitar los síntomas de abstinencia
3. La sustancia se consume en cantidades mayores o durante un
período más prolongado de lo que originalmente se pretendía
– Sentimiento de pérdida del autocontrol respecto al con-
4. Existe un deseo persistente o se realizan esfuerzos infructuosos
sumo (intenta disminuir el consumo y no puede, con- por controlar o interrumpir el consumo de la sustancia
sume más de lo que quisiera,...). 5. Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la
– Deja de hacer actividades importantes debido al con- obtención de la sustancia (p. ej.: visitar a varios médicos o
sumo. desplazarse largas distancias), en el consumo de la sustancia (p.
– Sigue consumiendo a pesar de padecer un problema ej.: fumar un cigarrillo tras otro) o en la recuperación de sus
físico o psicológico persistente que el consumo de la efectos
6. Reducción o abandono de importantes actividades sociales,
sustancia exacerba.
laborales o recreativas debido al consumo de la sustancia
En las tablas VI y VII se pueden consultar los criterios diag- 7. Se continúa consumiendo la sustancia a pesar de tener
nósticos DSM-IV-TR de la Asociación Americana de Psiquia- conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o
tría para el diagnóstico de abuso y de dependencia de sus- persistentes que parecen causados o exacerbados por el uso de la
tancias. sustancia (p. ej.: consumo de cocaína a pesar de saber que
provoca depresión rebote)
VALORACIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA
La mejor forma de identificar el uso y abuso de sustancias TABLA VIII. Tiempo de cobertura de las pruebas de detección de
por un menor es la historia clínica. Dentro de ella, se pueden metabolitos en orina de diferentes sustancias psicotrópicas.
incluir instrumentos como el Índice de Gravedad de la Adic-
ción para Adolescentes (T-ASI, Teen Addiction Severity Index), Sustancia Tiempo de detección
entrevista estructurada diseñada para recoger información Alcohol 12 a 24 horas
importante sobre aspectos de la vida del menor que pueden Cannabis 21 a 30 días
contribuir al abuso y/o dependencia de sustancias. Cocaína 4 a 7 días
Anfetaminas y “éxtasis” 48 horas
Existen señales o indicadores que, aunque inespecíficos, Benzodiacepinas 3 días
pueden hacernos sospechar que un menor está consumiendo
drogas:
• Cambios de humor inesperados. tado negativo no excluye el uso de drogas. En la tabla VIII se
• Modificación en los patrones de sueño. presenta el tiempo de cobertura de las pruebas de detección
• Bajada en el rendimiento escolar. de metabolitos en orina de diferentes sustancias psicotrópicas,
• Faltar a la escuela. es decir, el tiempo en que el resultado de la prueba puede per-
• Uso de incienso, ambientadores o perfumes (para escon- manecer positivo tras el último episodio de consumo de la sus-
der los olores). tancia. El significado clínico de este resultado es que el menor
• Uso de lenguaje “en clave” con sus amigos; se vuelve más ha consumido la sustancia al menos una vez en algún momen-
reservado. to durante el tiempo de cobertura de la prueba. El tiempo de
• Pide dinero prestado con mayor frecuencia. cobertura para la detección de metabolitos en orina no es equi-
• Cambios en su círculo de amistades. valente al tiempo que dura el efecto de la sustancia sobre el
• Presencia de accesorios relacionados con las drogas (pipas, cerebro. El primero tiende a ser más largo que el segundo; un
papeles para enrollar cigarrillos, bolsas de papel o trapos menor puede estar completamente libre de efectos de la sus-
para inhalar,...). tancia y aún así dar positivo en una prueba de detección en
• Uso de gotas para los ojos (para disimular los ojos enroje- orina.
cidos o las pupilas dilatadas), enjuagues bucales o cara-
melos de menta (para encubrir el aliento). ABORDAJE DEL CONSUMO EN LA CONSULTA DE
• Desaparición de medicamentos. ATENCIÓN PRIMARIA
Los tests de detección de metabolitos de drogas en orina Ante el adolescente que nos refiere consumo de drogas, lo
son poco útiles dado que no aportan información sobre la fre- primero es aceptar al joven incondicionalmente (con el fin
cuencia de consumo y grado de adicción. Además, un resul- de lograr una relación empática) y asegurarle la confidencia-
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lidad mientras esto no signifique compromiso vital (riesgo para En la 2ª fase (JUZGAR), se construye un “juicio diagnósti-
su vida o para los demás), actividad criminal o maltrato. Se co” de los hechos observados mediante una reflexión crítica,
trata de crear un vínculo terapéutico de interacción recíproca, para tratar de comprender y explicar esa realidad, lo que con-
generar posibilidad de cambio y convertir al menor en prota- lleva el autoconocimiento de las creencias y actitudes de salud.
gonista de su mejora. La entrevista motivacional, el consejo En la 3ª fase (ACTUAR) se trata de poner en marcha una
sociosanitario participativo, el modelo transteórico de cambio acción para mejorar la realidad observada. Para ello es impres-
y el mindfulness (o práctica del “estar atento”) son cuatro herra- cindible la colaboración de otros profesionales y de la propia
mientas de intervención útiles para estos propósitos. comunidad. El diálogo es el mejor instrumento.
La “entrevista motivacional” tiene en cuenta los siguientes La 4ª fase es EVALUAR: el mejor indicador es el resultado
principios: conseguido (modificación de hábitos) ya sea en términos de
1. Expresar empatía. Se debe aceptar sin condiciones al ado- eficacia, efectividad o eficiencia.
lescente, sin rechazos ni estigmatizaciones, para lo cual se La finalidad del “consejo sociosanitario participativo” es
le debe “escuchar reflexivamente”, asegurándole al ado- lograr adolescentes operativos, capaces de tomar decisiones
lescente que su ambivalencia (en torno a dejar o no o mode- propias. Las pautas a seguir son:
rar el consumo) es normal y que se le ayudará a resolver • Ayudar al adolescente a determinar claramente su proble-
sus dudas. ma.
2. Hacer aflorar y reforzar sus deseos y proyectos vitales. El • Ayudarle a descubrir las causas y condicionantes del pro-
deseo es el mayor motor de cambio y de desarrollo per- blema.
sonal. Trabajar con adolescentes es ser cultivadores de dese- • Alentarle a examinar posibles soluciones.
os. • Ayudarle a que elija la más adecuada.
3. Desarrollar las discrepancias. Es útil propiciar que el ado- Las condiciones para que el consejo sociosanitario sea efi-
lescente se dé cuenta de sus contradicciones, mostrándo- caz son:
le la discrepancia entre la conducta actual de consumir y • Buena relación profesional-adolescente.
las metas importantes que desea conseguir en su vida (sus • Dejarle hablar libremente (con las interrupciones mínimas
deseos y proyectos vitales). necesarias).
4. Evitar las discusiones-argumentaciones. Los adolescentes • Atender a lo que dice el adolescente.
esperan que les “echemos la charla”. Son contraprodu- • Desarrollar empatía (comprensión y aceptación) con él.
centes. • Darle la información adecuada a sus circunstancias.
5. No etiquetar al adolescente de inmediato con diagnósticos. • No tratar de persuadirle sino de ayudarle a decidir por si
El proceso posterior de evaluación determinará si existe o mismo.
no dependencia, el grado de ésta y daños asociados que el En el contexto del consejo sociosanitario participativo, se
adolescente presenta. Se debe intentar lograr con el ado- busca que el adolescente sea él mismo el que identifique la
lescente un “compromiso de colaboración” inicial para frecuencia del consumo y el que se autoexplore la sintoma-
explorar los problemas (VER) y pasar así a las etapas de eva- tología biopsicosocial asociada a ese consumo: rendimiento
luación (JUZGAR) e intervención (ACTUAR). escolar y/o laboral, conflictos familiares y/o sociales, proble-
6. “Rodar con la resistencia”. Las percepciones del adoles- mas emocionales y/o psicopatológicos, consumo descontro-
cente pueden cambiarse, para lo cual más que imponer lado, dificultad para realizar y/o mantener actividades, aumen-
estrictamente una visión al adolescente, se le debe apo- to de accidentes por descuidos,... Se busca ayudar al
yar o invitar a mirar sus problemas desde una nueva pers- adolescente a evaluar las conductas y/o factores de riesgo y a
pectiva que hasta el momento no había considerado. A la vez entregarle herramientas de trabajo en conjunto realis-
veces “rodar con la resistencia” puesta por el adolescente, tas, que no creen falsas expectativas, de autoimagen y autoe-
es decir reconocer y reflejarle sus propias objeciones a la ficacia.
intervención, lo moviliza a criticarlas y buscar soluciones El modelo transteórico de cambio de Prochaska y DiCle-
al respecto. mente sostiene que el cese del consumo de drogas es un pro-
7. Apoyar la autoeficacia. Creer en la posibilidad de cambio ceso dinámico en 5 etapas de cambio:
es un elemento motivador, siendo importante que el ado- • Precontemplación: el consumidor de drogas no tiene con-
lescente se haga responsable de realizar lo necesario para ciencia de problema y no piensa en el cambio. Los efectos
lograr el cambio. Se debe inyectar esperanza dentro del reforzadores de las drogas son inmediatos y seguros, y las
rango de alternativas disponibles e invitarlo a un trabajo consecuencias negativas del consumo son probables y a
conjunto, pero sin crear falsas expectativas que posterior- largo plazo. Nuestra tarea como terapeutas es generar duda
mente no podamos cumplir. y aumentar la percepción del menor de los riesgos y pro-
El “consejo sociosanitario participativo” es la concreción blemas de su consumo actual.
individual del modelo participativo de Educación para la Salud • Contemplación: con el paso del tiempo surgen problemas;
grupal, cuya metodología tiene 4 fases: VER-JUZGAR-ACTUAR- el menor va tomando conciencia de ello y va consideran-
EVALUAR. do abandonar el consumo de drogas en los siguientes 6
En la 1ª fase (VER u observación), se explora su visión par- meses. El menor piensa que no puede seguir así (“algún día
ticular de realidades concretas basadas en sus propias expe- tengo que dejar las drogas”), pero se muestra ambivalente;
riencias hasta descubrir los problemas de una manera más glo- se debate entre desear los efectos de las drogas y querer
bal y objetiva. evitar las consecuencias negativas de su consumo. La tarea
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del terapeuta es evocar las razones para cambiar y los ries- TABLA IX. Niveles de prevención. Clasificación del NIDA (National
gos de no cambiar (se puede usar una hoja de balance entre Institute of Drug Abuse) según la población a la que se dirige la
pros y contras de cambiar y no cambiar), así como poten- acción.
ciar la autoeficacia del menor para el cambio de conduc- Nivel Grupo destinatario
ta (apoyar la creencia de que el cambio es posible).
Prevención universal Población general
• Determinación y preparación para la acción: el menor toma Prevención selectiva Grupos de riesgo
la decisión de cambiar y emprende pequeños cambios con- Prevención indicada Subgrupos concretos con conductas
ductuales que le ayudarán para el cese definitivo del con- problemáticas y donde es frecuente
sumo. El terapeuta le ayuda a determinar el mejor curso de que ya se haya establecido una
acción a seguir para lograr el cambio. relación problemática con las drogas
• Acción: el menor abandona el consumo. Para mantener
la abstinencia, el menor realiza importantes cambios cog- pasos en la técnica del mindfulness centrado en los síntomas
nitivos y conductuales. Es una etapa inestable, que dura físicos son:
entre 1 y 6 meses. Hay un alto riesgo de recaída por la pre- • Identificar la sensación física (“ansiedad”) y la parte del
sencia de craving (deseo intenso, irrefrenable, de consu- cuerpo donde más intensa es (“en la tripa”).
mir) y síntomas de abstinencia agudos y/o tardíos. El tera- • Reconocer los pensamientos que la acompañan (“qué ansio-
peuta ayuda al menor a dar los pasos hacia el cambio. so estoy”).
• Mantenimiento: el menor debe consolidar los cambios ya • Aceptación radical de la sensación (“Es una sensación que
realizados en su estilo de vida, con una actitud activa, per- tengo ahora mismo”).
maneciendo alerta ante las señales de alarma de recaída. • Respiración centrada en la sensación (“Al inhalar cojo aire,
El terapeuta ayuda al menor a identificar y a utilizar estra- al exhalar dejo salir el aire de la tripa”).
tegias para prevenir recaídas. • Decidir si puede tolerar la sensación y va a aplicar cual-
En este proceso, suelen producirse recaídas. No deben inter- quiera de las técnicas de cambio que conoce (¿Puedo hacer
pretarse como fracaso en el objetivo de dejar de consumir dro- algo para cambiar las cosas?).
gas. Cuando sucedan, ayudaremos al menor a renovar el pro-
ceso de contemplación y acción, superando el bloqueo y/o HACIA UNA PREVENCIÓN EFICAZ
la desmoralización que pueden aparecer tras la recaída. La vida cotidiana del adolescente, no está cargada de pla-
El “mindfulness” es una psicoterapia de tercera generación nificación de lo que se quiere hacer, sí de acción, experiencia
que puede entenderse como atención y conciencia plena, o utilización de la oferta que hay a su alrededor. El adolescente
como presencia atenta y reflexiva a lo que sucede en el en este contexto es inestable, anclado en lo provisional, fle-
momento actual. Pretende que la persona se centre en el ins- xible, abierto a lo que surge. Será difícil la aceptación por el
tante presente de un modo activo, procurando no interferir ni adolescente de los mensajes preventivos si tratamos de “ino-
valorar lo que se siente o se percibe en cada momento. Como cular” valores inamovibles, mensajes unívocos referidos estric-
procedimiento terapéutico busca que los aspectos emocio- tamente a la salud como valor.
nales y otros procesos de carácter no verbal sean observados, Los adolescentes están sometidos a los contextos y entor-
aceptados y vividos en su propia condición, sin ser evitados nos en que se mueven: la sociedad de consumo y la estruc-
o intentar controlarlos, pues el control sobre sucesos incon- tura social existente, que se concreta en contextos, servicios
trolables, sujetos a procesamiento automático, requiere de la y mercados ejerce una influencia sobre los adolescentes que
mera experimentación y exposición natural con la menor inter- los obliga a una negociación permanente con lo que hay o se
ferencia posible. les ofrece. Los adolescentes son capaces de elegir, pero eli-
El mindfulness enseña: gen en lo que hay... no por la intención, necesariamente, de
• A centrar la atención en lo que se hace en cada momento quien crea la oferta, sino por otros elementos de difícil apre-
o allá donde se quiera, percibir qué se siente o piensa, sin hensión como inmediatez y novedad. Por esto, es fundamen-
que esas sensaciones, preocupaciones o cualquier conte- tal ofrecer escenarios distintos a los existentes para generar en
nido mental le desubiquen a uno del momento presente. los adolescentes nuevas actitudes y comportamientos ante las
• A rechazar automatismos. drogas.
• Y a desarrollar un estilo de vida autoconsciente. En este contexto, con independencia del nivel de preven-
Practicar mindfulness ayuda a reducir la impulsividad y a ción (véase en tabla IX la clasificación propuesta por el Natio-
soportar el craving (ganas imperiosas de consumir) porque posi- nal Institute of Drug Abuse), se propone una prevención basa-
bilita al adolescente ponerse en contacto con esos estados inter- da en nuevos paradigmas: adolescentes resilientes (paradigma
nos de tensión que le atemorizan, sin dejarse arrastrar por ellos. 1) en contextos sociales sostenibles sobre la utilización de
El menor llega a comprender cómo se relaciona con su con- las drogas (paradigma 2).
sumo problemático y aprende a potenciar sus propios meca-
nismos de regulación. Se hace cargo de su presente con plena RESILIENCIA
consciencia, observa el deseo de consumir y, al observarlo, Resiliencia es un término derivado del concepto de física
éste se debilita y no llega a hacerlo. Abrirse a las sensaciones “resiliente”, que es la capacidad de un material para recupe-
físicas que se están experimentando, con la intención de no rar su forma original después de ser sometido a una presión
luchar contra ellas, sino de aceptarlas tal como son provoca el deformadora. Las ciencias sociales han adoptado este término
efecto de relajar la tensión interna que lleva al consumo. Los para caracterizar a aquellos sujetos que, a pesar de nacer y
Consumo de sustancias en la infancia y la adolescencia 7

vivir en condiciones de alto riesgo, se desarrollan psicológi- 1. Promover el conocimiento de la realidad: aumenta la resi-
camente sanos y socialmente exitosos. En este sentido, la resi- liencia en los y las adolescentes que han desarrollado el
liencia es la capacidad de resistir, demostrar fuerza y no defor- hábito de preguntar y obtienen respuestas honestas, ya que
marse a pesar de las adversidades. La construcción de la adquieren la capacidad para el discernimiento y la intui-
resiliencia es el instrumento básico para hacer frente a las situa- ción, y pueden tener una percepción más transparente de
ciones de riesgo (Rew y Horner 2003) y debe ser un objetivo los hechos que suceden a su alrededor; este conocimiento
prioritario en la promoción de la salud de la adolescencia y genera capacidad para entender lo que les sucede a si mis-
juventud. mos y lo que sucede a los demás, y desarrolla la toleran-
Los adolescentes resilientes son aquellos que al estar inser- cia. Para ello, precisan disponer de personas adultas, cer-
tos en una situación de adversidad (expuestos a factores de ries- canas, a quienes dirigir sus preguntas.
go) tienen la capacidad de utilizar aquellos factores protecto- 2. Avanzar hacia la independencia y la autonomía: sólo puede
res para sobreponerse a ella, crecer y desarrollarse conseguirse desde la capacidad de los adultos para reco-
adecuadamente, llegando a madurar como adultos compe- nocer la capacidad que tienen adolescentes y jóvenes para
tentes, pese a los pronósticos desfavorables. El perfil de los ado- orientarse según sus necesidades.
lescentes resilientes se caracteriza por: 3. Ampliar las posibilidades para conectar y establecer rela-
1. Competencia social: responden más al contacto con otros ciones positivas con el entorno social: crece la resiliencia
seres humanos y generan más respuestas positivas en las en los y las adolescentes que no se quedan encerrados en
otras personas; están listos para responder a cualquier estí- su entorno y salen a conocer la riqueza de posibilidades
mulo, comunicarse con facilidad, demostrar empatía y afec- que les ofrece el mundo que les rodea. Así se puede com-
to, y tener comportamientos prosociales; tienen la habili- pletar aquello que la familia no puede dar; la posibilidad
dad de lograr alivio al reírse de las propias desventuras y de establecer una buena red de contactos sociales, a muy
mirar las cosas buscando el lado cómico. diversos niveles, potencia los factores de protección ante
2. Resolución de conflictos: habilidad para pensar en abstracto las situaciones de riesgo; el objetivo será establecer unas
reflexiva y flexiblemente, intentar soluciones nuevas para relaciones interpersonales que generen mutua gratificación,
problemas cognitivos y sociales, jugar con ideas y sistemas con equilibrio entre dar y recibir, y con un respeto madu-
filosóficos. ro hacia el bienestar propio y de los demás.
3. Autonomía: fuerte sentido de independencia y de identi- 4. Potenciar la capacidad de explorar todo el entorno, ani-
dad personal, control interno y de impulsos, poder interno, mando a experimentar las posibilidades que se le ofre-
autodisciplina, habilidad para separarse psicológicamente cen: se trata de una forma de lucha activa contra los sen-
de un entorno disfuncional. timientos de impotencia que muchas familias transmiten a
4. Sentido de propósito y de futuro: expectativas saludables, sus hijos; el objetivo final es completar los proyectos y adqui-
dirección hacia objetivos, orientación hacia la consecución rir la capacidad para abordar problemas difíciles.
de los mismos (éxito en lo que emprenda), motivación para 5. Mantener la capacidad de jugar, como método para incre-
los logros, fé en un futuro mejor y sentido de la anticipa- mentar la creatividad y actualizar el sentido del humor: los
ción y de la coherencia. y las adolescentes que saben jugar son capaces de impo-
5. Confianza en sí mismo y en el entorno. ner orden, belleza y objetivos concretos en el caos diario
Para la construcción de esta resiliencia, según Blum (1997), de experiencia y sentimientos dolorosos; a través del sen-
son elementos clave: tido del humor, es posible contemplar lo absurdo de los
1. Las personas: durante la adolescencia se necesita la figu- problemas que nos preocupan y a relativizar los comple-
ra de un adulto que cuide de sus necesidades globales y jos cotidianos.
con quien pueda identificarse; se necesita también la pro- 6. Educar la capacidad de juzgar y desarrollar el sentido crí-
ximidad y el acceso a un grupo de personas adultas com- tico: adolescentes y jóvenes necesitan una educación ética
prometidas con su vida y sus problemas; el referente del de calidad para juzgar la bondad o la malicia de los men-
adulto es un elemento clave para la autoafirmación per- sajes que les llegan; necesitarán, también, reelaborar los
sonal. valores que recibieron de sus padres, considerando el ser-
2. Las colaboraciones: quien quiera planificar actividades pre- vicio a los demás como forma de compromiso social; el
ventivas para la salud integral de la adolescencia deberá objetivo debe ser la educación de una conciencia infor-
ser capaz de aprovechar todas las oportunidades para com- mada.
prometer en el proyecto a las familias, la vecindad y las Henderson y Milstein (2003) proponen la “rueda de la resi-
estructuras sociales. liencia”, que dividen en 6 sectores en los que se centrará un
3. Las actividades: habrá que promover actividades en los ins- educador que promueva la resiliencia:
titutos y en el entorno social para que adolescentes y jóve- 1. Enriquecer los vínculos prosociales.
nes puedan desarrollar el sentido de pertenencia. 2. Fijar límites claros y firmes.
4. El lugar: se precisan lugares físicos que sean lugar de reu- 3. Enseñar “habilidades para la vida”.
nión para adolescentes y jóvenes, donde puedan compar- 4. Brindar afecto y apoyo.
tir inquietudes y desarrollar relaciones de amistad, con 5. Establecer y transmitir expectativas elevadas.
supervisión por parte de los adultos 6. Proporcionar oportunidades de participación significativa.
Para Silber (1994), 6 son los elementos educativos que for- La resiliencia tiene una asociación positiva con atributos
talecen la resiliencia en adolescentes y jóvenes: de la persona y con condiciones del entorno (véase tabla X).
8 Pediatría psicosocial

TABLA X. Atributos y condiciones asociadas a la resiliencia. – Blum RW. Riesgo y resiliencia. Conceptos básicos para el desa-
rrollo de un programa. Adolescencia Latinoamericana. 1997; 1(1):
Atributos de la persona Condiciones del entorno 16-9.
(familia, escuela,
comunidad, grupo – Bobes J, Bascarán MT, Bobes-Bascarán MT, Carballo JL, et al. Valo-
de padres) ración de la gravedad de la adicción: Aplicación a la gestión clí-
nica y monitorización de los tratamientos. Madrid: Socidrogal-
Competencia social Recibe afecto
Capacidad de resolver problemas Aceptación incondicional
cohol y Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre
Control de las emociones y los impulsos de un adulto significativo Drogas; 2007.
Autonomía Redes informales de – Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Sentido del humor apoyo Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias
Alta autoestima (ESTUDES) 1994-2006.
Empatía
Capacidad de comprensión y análisis – Dryden W, Matweychuk W. Cómo superar las adicciones. Barce-
Competencia cognitiva lona: Editorial Hispano Europea; 2003.
Capacidad de atención y concentración – Elkins IJ, McGue M, Iacono WG. Prospective effects of atten-
tion-deficit/hyperactivity disorder, conduct disorder, and sex on
adolescent substance use and abuse. Arch Gen Psychiatry. 2007;
Cada atributo o condición puede concebirse como un punto 64(10): 1145-52.
clave para la intervención, tal y como se hace en los progra-
mas de promoción de la salud de adolescentes del Centro de – García-Campayo J. La práctica del “estar atento” (mindfulness) en
medicina. Impacto en pacientes y profesionales. Aten Primaria.
Salud Manuel Merino de Alcalá de Henares (http://adolescen-
2008; 40(7): 363-6.
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CONTEXTOS SOCIALES SOSTENIBLES SOBRE LA pen for students and educators. California: Corwin Press; 2003.
UTILIZACIÓN DE DROGAS – Macià D. Drogas, ¿por qué? Educar y prevenir. Madrid: Ediciones
Llamamos contextos sociales sostenibles sobre la utiliza- Pirámide; 2003.
ción de drogas a espacios sociales:
– Miller WR, Rollnick S. La entrevista motivacional. Barcelona: Pia-
• Que integren unas condiciones sociales que permitan una dos; 1999.
convivencia saludable con el consumo de drogas y un equi-
librio en su utilización; – Olievenstein C. Las drogas: Drogados y toxicómanos. Madrid: Stu-
• Que fortalezcan y favorezcan el no consumo de drogas y, dium; 1971.
a la vez, canalicen un uso adecuado y protegido de la sus- – Prochaska JO, DiClemente CC, Norcross J. In search of how peo-
tancia cuando éste ocurra. ple change. Appplications to addictive behaviors. American Psy-
Algunas propuestas para la construcción de contextos socia- chologist. 1992; 47: 1102-14.
les sostenibles son: – Rew L, Horner SD. Youth resilience framework for reducing health-
• Solicitar la ampliación del horario de la utilización de infra- risk behaviors in adolescents. Journal of Pediatric Nursing. 2003;
estructuras sociales, educativas, culturales y deportivas para 18(6): 379-88.
la realización de actividades de ocio y tiempo libre, que – Ruiz-Lázaro PJ, Bosques D, Cozar G, González B. Promoción
compitan con las referidas a la diversión relacionada con de la salud del adolescente en Atención Primaria: el modelo Alca-
el consumo de drogas. lá de Henares. Rev Pediatr Aten Primaria. 2005; 7: 451-61.
• Ofertar alternativas saludables de ocio y tiempo libre a
– Ruiz-Lázaro PJ. La atención primaria ante el consumo de canna-
los adolescentes, que amplien la experiencia de relacio-
bis en adolescentes: nuevos paradigmas en su abordaje y pre-
narse con otras personas y que favorezcan la ruptura de vención. En: Arias-Horcajadas F, Ramos-Atance JA, eds. Aspectos
la asociación ocio-consumo de sustancias. psiquiátricos del consumo de cannabis: casos clínicos. Madrid:
• Que las actividades de prevención sobre drogas y sobre Sociedad Española de investigación en cannabinoides (SEIC); 2008.
desarrollo de alternativas de ocio y tiempo libre se realicen p. 27-44.
necesariamente con la participación de los jóvenes.
– Ruiz-Lázaro PJ. Dos herramientas para entrevistar adolescentes:
la entrevista motivacional y el consejo sociosanitario participati-
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